ESTRATEGIA DE SUPERACIÓN INTERDISCIPLINARIA PARA LOS RECURSOS HUMANOS ASOCIADOS CON LA APLICACIÓN DE LAS TÉCNICAS NUCLEARES

ESTRATEGIA DE SUPERACIÓN INTERDISCIPLINARIA PARA LOS RECURSOS HUMANOS ASOCIADOS CON LA APLICACIÓN DE LAS TÉCNICAS NUCLEARES

José Antonio Tamayo García
Universidad de Ciencias Pedagógica “Enrique José Varona”

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1.2 El proceso de superación de los recursos humanos asociado a las aplicaciones de las técnicas nucleares desde la Educación Avanzada. Marco legal

En la Gaceta Oficial de la República de Cuba del Ministerio de Justicia en su edición extraordinaria en La Habana en abril del 2004, se publicó la Resolución No. 9/2004 “Reglamento para el reconocimiento de la competencia de los servicios para la seguridad radiológica”, en dicho reglamento, se establece que la superación profesional de postgrado se regula en la Resolución No. 6 “Reglamento de la Educación de Postgrado de la República de Cuba” del Ministerio de Educación Superior, de fecha 9 de Enero de 1996. El reglamento, expresa que “constituyen formas principales de la superación profesional, el diplomado, el curso y el entrenamiento” y que otras formas son “la auto preparación, la conferencia especializada, el taller, el seminario, el debate científico, el encuentro de intercambio de experiencias y otras que posibiliten el estudio y la divulgación de los avances de la ciencia, la técnica y el arte.” (13).
El Centro de Protección e Higiene de las Radiaciones (CPHR), adscrito a la Agencia de Energía Nuclear (AEN) del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) tiene dentro del objeto social “...desarrollar... la base científico-técnica de la protección y la seguridad radiológica, para garantizar que las aplicaciones pacíficas de las técnicas nucleares se desarrollen en armonía con la política de protección de la salud de los trabajadores, la población en general y el medio ambiente, en concordancia con los adelantos científico-técnicos y las recomendaciones internacionales para esta esfera.” (14).
Para el cumplimiento de sus funciones cuenta con cuarenta y cinco graduados de nivel superior en las especialidades de Física Nuclear, Ingeniería Nuclear, Radioquímica, Química, Ingeniería Energética Nuclear, Biología y Meteorología y treinta técnicos de nivel medio. Numerosos especialistas del centro son graduados de importantes Universidades e Institutos de Educación Superior de países de Europa del este y han complementado su formación en prestigiosas instituciones de Europa y América Latina. Un número importante de especialistas del centro acumulan más de quince años de experiencia de trabajo en el campo de la seguridad radiológica y nuclear. (15).
El CPHR ofrece servicios vinculados a la vigilancia radiológica individual de más de 12 300 trabajadores ocupacionalmente expuestos a las radiaciones ionizantes, la evaluación del impacto radiológico ambiental tanto de instalaciones nucleares y radiactivas como de industrias no nucleares, la caracterización de ecosistemas para establecer la dinámica de las descargas radiactivas en el mismo, la determinación de los contenidos de radiactividad en matrices diversas, la vigilancia radiológica ambiental, la gestión de desechos radiactivos, la metrología de las radiaciones ionizantes, la dosimetría biológica en emergencias radiológicas, la respuesta a situaciones de emergencia radiológica, así como asesorías en protección radiológica operacional. Una mención especial merecen los estudios dosimétricos realizados a partir del año 1990 y hasta la actualidad en niños procedentes de áreas afectadas por el accidente de Chernóbil. (15).
En la actualidad los tres principales laboratorios del CPHR están acreditados por el Órgano Nacional de Acreditación de la República de Cuba, órgano rector en el país. Como muestra del prestigio alcanzado por el CPHR durante el tiempo transcurrido, a solicitud del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) se han desarrollado por especialistas del centro más de cien misiones de expertos a diferentes países. Al mismo tiempo desde 1995 se brindan servicios científico-técnico especializados en protección radiológica a diferentes entidades de varios países de Centroamérica, el Caribe y América del Sur.
Preparación del personal en materia de seguridad radiológica
El empleo seguro de las técnicas nucleares demanda la formación y el entrenamiento sistemático de los trabajadores en los aspectos relacionados con la Protección y Seguridad Radiológica. Mediante el servicio de asesoría se mantienen actualizados a los trabajadores en materia de seguridad radiológica, lo que posibilita el cumplimiento de las Normas Básicas de Seguridad en las instalaciones donde se realice. (15).
Es preocupación del autor la preparación pedagógica del personal que imparte los cursos de capacitación teórico - prácticos, denominados como instructores, cuyo contenido se confecciona para cada entidad solicitante en dependencia de las prácticas que se realicen y sus necesidades. Podrán efectuarse en las instalaciones del CPHR o en las de la entidad receptora del servicio. La capacitación del personal en materia de seguridad radiológica está dirigido a todas las instituciones que utilizan las técnicas nucleares, entre las que se encuentran (15): instalaciones hospitalarias en las que se realizan las siguientes prácticas: medicina nuclear, teleterapia, braquiterapia y radiodiagnóstico, las empresas que realizan los estudios de defectoscopía industrial con rayos X o con radiación gamma, instalaciones de irradiación industrial, empresas que empleen medidores nucleares como: medidores de nivel, de espesor, de densidad y de humedad, entre otros, instalaciones que empleen técnicas nucleares analíticas como: estudios por difracción de rayos X, análisis por fluorescencia de rayos X, por activación neutrónica, entre otras, y empresas que realicen estudios de prospección de pozos petroleros, además de la defensa nacional en materia de seguridad radiológica y nuclear. (15).
La capacitación ofrecida a los usuarios se corresponde con los contenidos actualizados en materia de Seguridad Radiológica, para dotar al personal de la preparación indispensable para su desempeño y certificar su competencia laboral en esta materia.
Organización y planificación de la respuesta en emergencias radiológicas
La amplia aplicación de las técnicas nucleares, favorecen y promueven su utilización en diferentes ramas de la actividad social, auspiciado en ocasiones por organismos internacionales que proporcionan la trasferencia de tecnologías de avanzada, el suministro de equipamientos, el intercambio de expertos y la formación de especialistas, potenciando el uso beneficioso de dichas aplicaciones. (15).
El CPHR brinda asesoría en la elaboración e implementación de planes de emergencias radiológicas, capacitación y entrenamiento en temas relacionados con la organización, planificación y respuesta en situaciones de emergencias. En el epígrafe 1.1 se detalló el desarrollo histórico que han tenido las normas básicas de seguridad y el amplio consenso internacional que han alcanzado la mayoría de los países que las han asimilado y adaptado a su contexto, incluyendo Cuba.
El Reglamento “Normas Básicas de Seguridad Radiológica” tiene como objetivo establecer los requisitos básicos para la protección de las personas contra la exposición de la radiación ionizante y para la seguridad de las fuentes de radiación que pueden causar esta exposición (14). Este reglamento revela en sus partes, la importancia que tiene dentro del sistema de ciencias, la capacitación de los recursos humanos, nombrado indistintamente en la bibliografía consultada.
En sus diferentes secciones establece: la responsabilidad en materia de protección y seguridad, los requisitos, las responsabilidades relativas a la exposición ocupacional y que cada individuo tenga la capacitación y cualificación adecuada; al igual que todo el personal del que dependa la protección y seguridad desempeñen sus funciones de acuerdo a los procedimientos establecidos, actividades periódicas de readiestramiento, para asegurar el nivel de competencia necesario. (14).
Del análisis documental del reglamento se puede constatar que la capacitación es un requisito obligatorio para el desempeño de todos los recursos humanos asociados a las aplicaciones de las técnicas nucleares incluyendo técnicos, profesionales y directivos. Capacitación que es responsabilidad de los instructores del CPHR.
La resolución conjunta CITMA - MINSAP “Reglamento para la selección, capacitación y autorización del personal que realiza prácticas asociadas al empleo de radiaciones ionizantes" establece los preceptos que regulan los requisitos básicos relativos a la selección, capacitación y autorización del personal que realizan prácticas asociadas al empleo de radiaciones ionizantes, para disponer de suficiente personal calificado, garantizar la seguridad de la práctica y por consiguiente la protección de los trabajadores, del público y el medio ambiente (14). Este se aplica al personal vinculado a la realización de prácticas asociadas al empleo de las radiaciones ionizantes en todo el territorio nacional.
Los requisitos de cualificación, son la combinación de formación, entrenamiento y experiencias requeridos para satisfacer criterios específicos de ejecución de los trabajos y de capacitación, estos deben variar en correspondencia con los distintos puestos de trabajo y con las funciones inherentes, con el nivel de responsabilidad y del grado concreto de competencia requerido y son establecidos por las personas que posean la competencia específica en los aspectos relacionados con la protección y seguridad y con experiencia en actividades de capacitación. El trabajador para ejercer las responsabilidades y funciones de un puesto de trabajo debe acreditar su competencia por medio de: el grado de formación básica, los años de experiencia, la capacitación inicial y capacitación continua, la aptitud psicofísica y la autorización, si se requiere. (14).
Desde este análisis documental se puede evidenciar que si es importante la capacitación que se realiza a los usuarios de las aplicaciones de las técnicas nucleares, también lo es la superación profesional pedagógica de los instructores encargados de esta capacitación: los instructores del CPHR.
La superación en este contexto está dirigida a incrementar el impacto de la ciencia y la tecnología nuclear en la economía y la sociedad cubana, desarrollar investigaciones básicas que constituyan sustento para el desarrollo de las líneas estratégicas del país y de la propia ciencia y tecnología nuclear, elevar la visibilidad del sector nuclear para mejorar la gestión y la información pública y el bienestar individual y social de las nuevas generaciones, así como el compor­tamiento de los recursos humanos, inmersos en los procesos productivos y sociales constituye la finalidad de la Educación Avanzada (16). Su aporte teórico-práctico a la evaluación formativa, académica de la institución, de la producción científica y del impacto social, así como, la utilización con eficientes resultados, de tecnologías de la Educación, como el adiestramiento laboral, la determinación de problemas organizacionales, educativos, de investigación científica vinculados al desempeño laboral, entre otros.
El creciente desarrollo de la ciencia y la tecnología ha provocado que los conocimientos científicos se intensifiquen con la finalidad de actualizar a los profesionales. El país se encuentra en un proceso de transformaciones educacionales que demanda la actualización de los conocimientos del personal técnico con vista a elevar su preparación en las temáticas de superación que solo se materializa, en la eficacia y la eficiencia de la producción y los servicios que demanda la sociedad.
Para abordar esta temática de naturaleza tan compleja, es oportuno iniciar el análisis del comportamiento del proceso de superación desde la teoría de la Educación Avanzada.
La revisión bibliográfica realizada por el autor en busca de los presupuestos teóricos que se relacionen con el proceso de superación en general y la superación desarrollada a los profesionales de los centros de capacitación, le permitió profundizar en el conocimiento de la Educación Avanzada. Esta teoría, surgida para atender la preparación de los graduados universitarios en el desempeño, tiene sus orígenes en la década de los 80 en el mundo iberoamericano, encontrándose entre sus principales representantes Julia Añorga Morales, del Centro de Estudios de Postgrado, del Instituto Superior Pedagógico – hoy Universidad de Ciencias Pedagógicas- “E. J. Varona” de Cuba y Víctor Morles Sánchez, del Centro de Estudios sobre Educación Avanzada, de la Universidad Central de Venezuela. (17).
Las concepciones cubanas de la Educación Avanzada, reflejadas en la obra de sus principales autores: Añorga, J. (1989), González G. (1997) y Valcárcel, N. (1998) entre otros, discrepan de las posiciones asumidas por otros investigadores de la región, al considerarlas elitistas por estar dirigidas sus acciones solo a los graduados universitarios, de ahí que ellos amplían su campo de acción a todos los recursos humanos, concibiéndola según Añorga, J. (1999) como “un nuevo paradigma, porque conceptualiza las llamadas educación de postgrados, superación profesional, educación permanente, educación continua, superación, capacitación y otras figuras, dentro de la categoría mejoramiento profesional y humano al incorporar y desarrollar en el currículum no solo los contenidos y acciones para los aspectos cognitivos, sino muy especialmente los afectivos y de desarrollo de valores y los de producción e introducción de conocimientos, mediante la acción participativa de los sujetos y conductores y el desarrollo de sus motivaciones.” (18).
Lo anteriormente expresado, hace de la Educación Avanzada una teoría educativa  alternativa, surgida como parte de los esfuerzos por enriquecer la pedagogía cubana, y que encuentra sus premisas en las ideas pedagógicas de José A. Saco, Félix Varela, José de la Luz, José Martí y en las ideas de Fidel Castro.
La Educación Avanzada, al tener como objeto de estudio el proceso de mejoramiento profesional y humano de los recursos laborales y de la comunidad, Añorga, J., (1999), ofrece, conjuntamente a otras teorías, una respuesta científica al problema que aborda la presente investigación, por lo que constituye una parte importante de su fundamento teórico y metodológico.
La práctica educativa en la actividad social, económica y cultural de todas las ramas, sectores y comunidades constituyó el eje central para la construcción teórica y su constante reformulación (18). Pretende esta teoría complementar un espacio de la teoría pedagógica actuante, específicamente dirigida a los recursos humanos que no están sometidos a un proceso educativo escolarizado, es decir, sin un nivel terminal determinado. (19).
La Educación Avanzada no sólo reafirma el papel transformador de la educación, consolidando el capital humano de la sociedad, sino que además asume con la proyección necesaria el beneficio personal, de la comunidad y de la sociedad en general. (20).

  • El propósito de la teoría de la Educación Avanzada es la transformación concreta de su entorno, mediante un nuevo y mejor desempeño. (18).
  • Desarrollar la relación teoría – práctica, con el propósito de que se revierta en el comportamiento humano especialmente, al menos en su conducta ciudadana.
  • Garantizar la pertinencia científica y social de los programas educativos, lo que se corresponde con la determinación de problemas y necesidades. (21).
  • Concebir los programas educativos y las alternativas de la Educación Avanzada como una oferta para todos los recursos humanos, tanto laborales y de la comunidad. (22).

Desde la década del 1990, se desarrollan investigaciones intencionadas a la superación en los centros de capacitación para avanzar en el cambio relacionado con la labor educativa de estas instituciones y se reconoce que la superación de los profesionales que laboran en los centros de capacitación, denominados como capacitadores o instructores, constituye una tarea de vital importancia por tributar al fortalecimiento y desarrollo de la política de formación del capital básico mediante el proceso de capacitación, que garantiza que se desempeñen de forma eficiente por su nivel cultural, pedagógico – metodológico, experiencia educacional, exigencia, eficiencia, responsabilidad y disciplina para la ejecución de las tareas asignadas y con perspectivas de desarrollo.
Añorga, en el año 2001, explicita que la superación es la acción “dirigida a recursos laborales con el propósito de actualizar y perfeccionar el desempeño profesional actual y/o perspectivo, atender insuficiencias en la formación, o completar conocimientos y habilidades no adquiridos anteriormente y necesarios para el desempeño. Proceso que se desarrolla organizadamente, sistémico, pero no regulada su ejecución, generalmente no acredita para el desempeño, solo certifica determinados contenidos.” (23).
La sistematización realizada a las investigaciones de autores como J. Añorga (2012) (16) (19) (20), N. Valcárcel (1998) (24), M L. Santiesteban (2003) (25), M. Lamas (2005) (26), G. Torres (2004) (27), entre otros refieren que el término superación profesional ha sido utilizado en Cuba en las últimas décadas con mayor insistencia.
El Reglamento de la Educación de Postgrado del MES (1996), define la superación profesional, como “un conjunto de procesos de formación que posibilitan a los graduados universitarios la adquisición, ampliación y perfeccionamiento continuo de los conocimientos y habilidades básicas y especializadas requeridas para un mejor desempeño de sus responsabilidades y funciones laborales, así como para su desarrollo cultural integral.” (28).
Del glosario de término de la Educación Avanzada, en su colectivo de autores consideran que la superación profesional es un conjunto de procesos de enseñanza aprendizaje que posibilita a los graduados universitarios la adquisición y el perfeccionamiento continuo de los conocimientos, habilidades y valores requeridos para un mejor desempeño de sus responsabilidades y funciones laborales. Proporciona la superación de los profesionales de los diferentes sectores y ramas de la producción, los servicios, la investigación científica y la docencia en correspondencia con los avances de la ciencia, la técnica, el arte y las necesidades económico sociales del país, con el objetivo de contribuir a elevar la calidad y la productividad del trabajo de los egresados de la educación superior. (23).
A consideración del autor las definiciones anteriores de superación coinciden en los siguientes rasgos: proceso de actualización de conocimientos, habilidades y valores; dirigido a todos los recursos laborales; perfeccionamiento continuo de los conocimientos; habilidades requeridas para un mejor desempeño, ampliación de los conocimientos y enseñanza permanente, entre otros.
La superación profesional de los formadores de otros profesionales, como son los instructores del CPHR en determinadas disciplinas como la seguridad y la protección radiológica reviste gran importancia para lograr las transformaciones esperadas en los sectores educacionales y en la producción y los servicios científico-técnicos, teniendo en cuenta que son los máximos responsables de guiar los esfuerzos del colectivo hacia metas comunes que eleven la calidad.
Los formadores tienen que ser formados (29), los investigadores o especialistas encargados de la formación, actualización y perfeccionamiento de la seguridad y protección radiológica han asumido esta tarea con un alto compromiso y rigor científico - técnico, pero en su formación básica y continua no han recibido preparación para el desempeño como docentes. Esta tarea la han desarrollado de manera empírica sin una orientación pedagógica que le permita mejorar la eficiencia y eficacia del desempeño profesional pedagógico. En el análisis documental, en ocasiones lasuperación profesional se identifica con los términos de capacitación, formación permanente, profesionalización y actualización, indistintamente.
El análisis de diferentes fuentes teóricas ha permitido apreciar la evolución histórico-lógico del proceso de superación profesional de los formadores, capacitadores o instructores (21)(25)(27), tránsito de la continuidad de estudios superiores a la Educación Postgraduada, sustentada en la Teoría de la Educación Avanzada lo que permite detectar la necesidad de buscar solución colectiva a los problemas del proceso de superación profesional con el fin de perfeccionar el proceso para un mejor desempeño profesional y humano de los formadores desde la perspectiva de desarrollar la docencia.
En esa dirección diversos autores expresan puntos de vista que se complementan entre sí. El breve análisis acerca de los estudios e investigaciones realizadas sobre la superación profesional revela la complejidad de la variable y los múltiples factores que influyen en su desarrollo. Por tales razones, su conceptualización, comportamiento en la práctica de la educacional y su respectivo perfeccionamiento, requieren valorar las premisas indispensables o fundamentos teóricos que los sustentan.
En el contexto cubano, se destacan los trabajos de la Dr. Cs. Añorga, (2012) quien refiere que en el área de la superación se da la masificación de la educación en Cuba, pero no se contaba con la cantidad y calidad de maestros y directivos para las exigencias planteadas, lo que genera una contradicción fundamental. (16).
El término superación profesional ha sido utilizado en Cuba en las últimas décadas con mayor insistencia. Esta debe orientarse hacia el perfeccionamiento del desempeño profesional pedagógico de los instructores del CPHR que dirigen la formación y capacitación de los recursos humanos encargados de la seguridad y protección radiológica.
Los fundamentos teóricos de la Educación Avanzada relacionados con la superación para el desempeño, se ha encargado de sustentar la evaluación de la calidad del proceso, el enfoque interdisciplinario y las condiciones contextualizadas en las que se da la formación de los recursos humanos del sistema empresarial y de los servicios.
M. L. Santiesteban en el año 2003 define la superación como un “sistema de acciones consciente, con carácter continuo, sistémico, personológico y evaluable, que propicia a partir de los compromisos individuales, las motivaciones y la experiencia teórico-práctica de los directivos, para lograr sus aspiraciones y erradicar las dificultades en su desempeño profesional, logrando un saber ser que satisfaga las nuevas exigencias de la escuela cubana del siglo XXI”.
M. Martínez en el año 2009 ofrece una valoración integral operacional de diversas definiciones de superación de los directivos educacionales, que sintetiza de la siguiente manera: “Todas estas definiciones presentan los siguientes rasgos comunes: conciben la preparación y superación como dos procesos separados, asocian ambos procesos con el perfeccionamiento del desempeño profesional, los definen como procesos dirigidos a la formación y admiten la contribución de los mismos al desarrollo integral del individuo.” (30).
La superación debe ser un proceso que se caracterice por su papel transformador sobre el actuante que permita su conversión en agente de cambio de la realidad educativa de su radio de acción, apoyándose para ello en la experiencia profesional acumulada y la influencia de los demás y deberá considerar la búsqueda de soluciones a los problemas más apremiantes del proceso docente-educativo de los que en ella participan.
En consecuencia, el autor da una definición operacional de superación como el proceso de carácter continuo, prolongado, permanente que transcurre durante el desempeño de las funciones de los agentes; con el propósito de ampliar, perfeccionar, actualizar, complementar conocimientos, habilidades, capacidades y valores, así como promover el desarrollo de los sujetos que participan.
Al considerar la superación como una actividad cognoscitiva constituye una acción o un conjunto de acciones que se realizan en aras de conocer un objeto o fenómeno de la actividad que realiza, que tiene como resultado el desarrollo de habilidades y valores y las posibilidades de aplicarlo a diversas situaciones específicas del puesto de trabajo; por lo cual, la asimilación debe ser analizada como proceso y como resultado, sin dejar de considerar la educación de los valores, todo ello requiere del compromiso de los profesionales que participan.
Para resumir las ideas, a consideración del autor, la superación profesional de los instructores del CPHR, vista desde los principios de la Educación Avanzada se relaciona con la pertinencia social, el objetivo, la motivación y la comunicación, con el principio que se refiere a cómo se condiciona el enfoque de sistema y favorece la relación entre el carácter científico, la investigación, la independencia cognoscitiva y la producción de conocimiento como proceso pedagógico de actividad y comunicación.