PROGRAMA DE ACTIVIDADES PARA LA RECUPERACIÓN Y REPASO DE LÉXICO

PROGRAMA DE ACTIVIDADES PARA LA RECUPERACIÓN Y REPASO DE LÉXICO

Alfonso González Bartolessis (CV)
Universidad Internacional Menéndez Pelayo

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3. Estado de la cuestión

Para analizar el estado de la cuestión se han utilizado tres métodos distintos:
- encuestas: para obtener gran cantidad de datos que respondieran a distintas preguntas de forma rápida;
- observación de clases: para contrastar parte de la información obtenida en las encuestas;
- análisis de materiales: para valorar el tipo de actividades propuestas en manuales para la enseñanza de ELE relacionadas con el tema de esta memoria.
A continuación se detallan los procedimientos que se han utilizado y los resultados obtenidos en cada uno de los casos.

3.1 Procedimiento e instrumentos: encuestas
Como ya se ha apuntado anteriormente, la hipótesis de partida que condujo a la elección del tema de esta memoria, es que, mientras que la gramática recibe buena parte de la atención en lo que a actividades de repaso se refiere, tanto en manuales como en las clases, el léxico suele quedar relegado a un segundo plano.
Para contrastar esta hipótesis de partida así como para comprobar el estado de la cuestión en lo referente al uso de actividades para el repaso de léxico, optamos por realizar encuestas que mostraran hasta qué punto dichas hipótesis tenían o no validez.
La decisión de realizar encuestas atendiendo a distintas escalas de valoración, se debe a las siguientes razones:

  • la posibilidad de manejar y analizar datos de manera más objetiva;
  • la posibilidad de obtener datos de manera rápida en relación al tiempo de que se disponía;
  • la inclusión de matizaciones respecto a los grados de acuerdo y desacuerdo de ciertas preguntas por parte de los encuestados;
  • la amplitud de la muestra de profesores encuestados;
  • el tiempo disponible.

A menudo se cita como problema clave de las encuestas la posible falta de sinceridad de los encuestados, aunque en este caso hemos intentado que trataran de responder con la mayor sinceridad, es evidente que habrá que tener en cuenta este factor en el análisis de los datos.
La terminología utilizada no debía suponer ningún problema, ya que se trata de una encuesta dirigida a profesores de ELE que desempeñan su labor en España en un centro de reconocido prestigio.
En cuanto a la posibilidad de que las preguntas abiertas ofrecieran respuestas dispares, difíciles de valorar o cuantificar, hemos de señalar que precisamente el objetivo de este tipo de preguntas era el de:

  • recoger impresiones que pudieran aportar mejoras en el campo del aprendizaje de léxico con experiencias personales;
  • obtener respuestas más precisas de los encuestados, que nos acerquen a la realidad de las actividades que desarrollan en el aula.

No obstante, en la mayoría de los casos, hemos optado por trabajar con preguntas cerradas en las que los encuestados pueden elegir entre una serie de respuestas para que el trabajo posterior de cuantificación resulte más fácil.
Además, en cada pregunta cerrada, siempre se deja la posibilidad de dar una respuesta abierta para que el encuestado pueda aportar los datos que considere oportuno y que, en su opinión, no estuvieran recogidos en la pregunta.
Las escalas usadas son aquellas que se utilizan de manera habitual en las investigaciones de nuestra área. A continuación, se citan los distintos tipos de escalas. Todas ellas tienen como característica principal que es posible matizar el grado de acuerdo y desacuerdo con las preguntas:

  • Escala de Likert: se usan escalas para mostrar acuerdo o desacuerdo en preguntas de forma individual. En la mayoría de los casos se ofrecen respuestas descriptivas (por ejemplo, el caso de la pregunta 1.a. Consultar Anejo 1), aunque también hemos recurrido a la  forma numérica (caso de la pregunta 2. Consultar Anejo 1).
  • Escala de Thurstone: son preguntas en las que los encuestados deben elegir entre una lista de rasgos respecto de un fenómeno (caso de la pregunta 6b. Ver Anejo 1).
  • Escala de Guttman: es un tipo de escala acumulativa en la que cada pregunta tiene una serie de respuestas en la que la primera debe incluir a las restantes (caso de la pregunta 6c. Consultar Anejo 1).

Cada encuesta disponía además de un número que la identificaba para poder hacer un seguimiento preciso de las que se entregaron y se devolvieron completadas.
           
3.1.1 Análisis de datos de las encuestas
3.1.1.1 Metodología de la investigación
Para obtener datos que aportaran conclusiones y permitieran una mejor elaboración del programa de recuperación y repaso de léxico, se repartieron 20 encuestas (Anejo 1) entre profesores de ELE del centro CLIC International House de Sevilla para que fueran devueltas completas en el plazo de una semana.
Se estima que para la realización de cada encuesta se debían emplear como máximo 5 minutos.
De las 20 encuestas que se pasaron se devolvieron 11 completas. Los resultados de estas once encuestas son los que se han utilizado para extraer las conclusiones. Para mayor claridad en los resultados obtenidos, se han elaborado gráficos que permiten observar el tanto por ciento de los encuestados que respondieron a alguna de las alternativas que se ofrecen.
Como datos previos a las preguntas que conforman la encuesta hay que señalar:

  • el 63% de los encuestados son de sexo masculino (7), mientras que el 27% restante son de sexo femenino (4);
  • la edad de los encuestados oscila entre los 30 y 51 años;
  • el 63% de los encuestados ha estado dando clases de español entre 4 y 10 años, mientras que el 27% restante lleva más de 10 años en la profesión. (Este dato es importante ya que nos indica la experiencia de los encuestados);
  • el 100% de los encuestados es de nacionalidad española, algo que, a la hora de la enseñanza de léxico, podría suponer una ventaja por el conocimiento que se tiene de la lengua materna.

3.1.2 Resultados de la preguntas
En cuanto a las preguntas relacionadas con la enseñanza del léxico en el aula de ELE, la encuesta está dividida en dos partes.
En la primera parte se pretendía obtener datos generales sobre la actuación del profesor de ELE a la hora de enseñar léxico en el aula.
Así en la pregunta 1.a titulada: ”¿Tiene en cuenta en su programación para las clases de ELE un apartado específico dedicado a la enseñanza de léxico?”:

  • el 72% de los encuestados respondió que siempre lo hacía;
  • mientras que el 28% declaró hacerlo a veces. Estas cifras muestran que a la hora de hacer una programación, el léxico va adquiriendo un papel cada vez más relevante en la enseñanza de ELE.

La pregunta 1.b titulada: “Si ha contestado afirmativamente a la pregunta anterior, ¿podría explicar de qué tipo?”, intenta ahondar en los detalles concernientes a la programación que se emplea para la enseñanza de léxico. El 27% no contestó a la pregunta; lo cual puede indicar que, o bien ésta no estaba bien formulada, o bien que simplemente los encuestados no han querido dar detalles sobre el tipo de programación que utilizan en la enseñanza del léxico. En cuanto al 72% que contestó a la pregunta, las respuestas son variadas, ya que se trataba de una pregunta abierta. Destaca que la mitad del 72% cite el deseo del estudiante y la programación curricular como base del apartado dedicado a la enseñanza de léxico dentro de su programación para las clases de ELE. Del resto, cabe destacar la mención al tipo de actividades que utilizan (campos semánticos, lluvias de ideas, etc.).

En cuanto a la pregunta 2 titulada: “¿Qué cantidad de léxico enseña aproximadamente en una hora de clase?”:
- el 81% de los encuestados declara enseñar entre 10 y15 unidades léxicas por  hora de clase;
- el 9% enseña entre 15 y 20 unidades léxicas;
- el 9% restante declara enseñar las unidades léxicas según el objetivo que pretenda en cada clase.
Podemos concluir entonces que el 81% comparte la idea de Kramsch (Nation, 2001:230) y también la que se presenta en este programa de repaso de léxico sobre la idoneidad de enseñar entre 5 y 7 unidades léxicas por hora de clase.

La pregunta 3 titulada: “En sus clases el alumno es quien elige el léxico que quiere aprender”, ofrece los siguientes resultados:

  • en el 72% de los casos es “a veces” el alumno el que elige el léxico que quiere aprender;
  • en un 18% de los casos, es el alumno el que “normalmente” decide el léxico que quiere aprender y;
  • sólo en un 9% de los casos, es el alumno el que “rara vez” elige el vocabulario que quiere aprender.

En este programa de repaso del léxico se defiende la idea de que el alumno debería tener más protagonismo a la hora de elegir el léxico que crea útil para sus necesidades comunicativas. El alumno debe compartir esta tarea con el profesor y no ser únicamente éste último quien elija el léxico que el alumno debe aprender en el aula de ELE, como indica Kramsch (Nation, 2001:230). El hecho de que en el 72% de los casos sea el alumno el que “a veces” tenga la oportunidad de elegir el léxico que quiere aprender se podría interpretar como un dato negativo.

En la segunda parte de la encuesta, las preguntas van dirigidas a cómo se desarrolla el repaso de léxico en el aula de ELE.
En la pregunta 4, titulada: “¿Realiza actividades para el repaso de léxico atendiendo a las diferentes maneras de aprender de sus alumnos?”:

  • un 72% de los encuestados respondió que “a veces” realiza actividades de este tipo;
  • un 18% reconoce realizar “siempre” actividades de repaso de léxico;
  • y el 9% las realiza “normalmente”. (Esta pregunta tiene como base un estudio elaborado por Lourdes de Miguel para su memoria de máster en ELE (Lourdes de Miguel, 2005:06) en el que ya obtuvo como respuesta a una pregunta similar que entre el 65% y 75% de los profesores rara vez o nunca animaban al estudiante a utilizar técnicas de memorización, ni dentro ni fuera del aula.)

En la pregunta 6, titulada: “¿Cree que es necesario repasar el léxico en las clases de ELE?”:
- el 72% de los encuestados respondió que “siempre” es necesario repasar léxico en las clases de ELE.  (Dato indicativo del interés de los profesores por realizar actividades de repaso de léxico);
- el 18% de los encuestados cree que sólo a veces es necesario repasar el léxico en las clases de ELE;
- el 9% eligió otra opción para apuntar que la oportunidad de repasar léxico dependía de las necesidades del grupo y del plan de clase.
Contrasta, por tanto, el alto interés de los docentes por realizar actividades de repaso de léxico, con el alto porcentaje de los mismos (72%) que realiza estas actividades sólo “a veces”.  Ello puede deberse a que no cuenten con las actividades o herramientas necesarias para realizar dicho repaso.
En la pregunta 5, titulada: “¿De quién considera que es la labor de repasar léxico?”:

  • el 100% de los encuestados respondió que “de profesor y alumno”.

Este dato parece volver a reflejar que los docentes tienen la necesidad de contar con herramientas que posibiliten la tarea de repasar léxico en el aula de ELE.
La pregunta 6.b, “¿Cuándo repasa el léxico?”:

  • el 36% eligió la respuesta que indicaba que se hacía un repaso de léxico con una periodicidad que se iba dilatando de forma paulatina en el tiempo;
  • el 54%, señaló que repasa léxico después de cada unidad didáctica;
  • un 27% señaló las tres opciones.

Esta pregunta se realizó con la intención de contrastar las teorías que proponen investigadores como Pimsleur o Bohn (Pimsleur, 1967:73-75; Bohn, 1997:125) sobre la necesidad de que aumente paulatinamente el intervalo de tiempo para repasar léxico.
Los datos muestran que los docentes de ELE repasan léxico en el aula, pero probablemente no saben con seguridad cuándo hacerlo para que dicho repaso sea realmente efectivo.

Las respuestas a la pregunta 6.c, titulada: “¿Cuánto tiempo dedica al repaso del léxico por cada hora de clase?” fueron:

  • el 63% señaló que repasa léxico entre 5 y 10 minutos por hora de clase;
  • un 18% declara dedicar más de 10 minutos al repaso del léxico por cada hora de clase;
  • el 18% restante declara que el tiempo que dedica al repaso del léxico depende de las necesidades de los estudiantes.

En este caso los resultados obtenidos se acercan más a las teorías de Kramsch (Nation, 2001:230), quien indica que, para el repaso del léxico mediante el uso de tarjetas de palabras (actividad principal de esta memoria), no sería necesario emplear más de 3 minutos al día.

La pregunta 6.d, titulada: “¿Qué tipo de actividades utiliza para el repaso de léxico?”, es una pregunta de tipo abierto con la que se pretendía obtener ejemplos de las actividades que los profesores de ELE utilizan en el aula. Los resultados fueron:

  • el 36% de los encuestados coincide en realizar actividades donde las unidades léxicas han de usarse en contexto. La mayoría de los ejercicios que se citan son aquellos en los que se deben rellenar huecos, actividades que, por lo tanto, no son realmente productivas ni comunicativas;
  • el 72% de los encuestados coincide en realizar actividades de tipo lúdico, más en sintonía con las actividades que este programa de repaso de léxico propone, por ejemplo: Taboo, Pictionary, etc.
  • un 9% dejó sin contestar esta pregunta.

            La pregunta 7, "Si no repasa léxico, ¿por qué no lo hace?", quedó sin responder, ya que la totalidad de los encuestados realiza actividades de repaso de léxico.
           
La pregunta 8, tenía como objetivo identificar la creencia de los docentes de ELE acerca de los grupos clasificados por edades que necesitan repasar léxico de manera más frecuente. Los resultados fueron:

  • el 90% contestó que se debe repasar léxico con alumnos de todas las edades;
  • un 10% dejó esta pregunta sin contestar.

            La pregunta 9, tenía como objetivo identificar las creencias del profesorado de ELE sobre los grupos clasificados por niveles de competencia de la lengua que necesitan repasar léxico de manera más frecuente. Los resultados fueron los siguientes:
- el 81% de los encuestados respondió que el léxico debe repasarse con alumnos de cualquier nivel;
- el 9% declaró que era necesario repasar principalmente con alumnos de niveles más bajos.;
 - un 10% dejó esta pregunta sin contestar.

Analizando los resultados que se desprenden de las encuestas, se podría concluir que parece necesario dotar a los docentes de ELE de un programa articulado de repaso del léxico, con las herramientas y actividades precisas que permitan a posteriori que el alumno pueda desarrollar ese proceso de forma autónoma. No parece necesario informar a los docentes de ELE de la necesidad de todos los alumnos de repasar léxico, independientemente de su nivel o edad, ni el tiempo que deben dedicar a esta actividad, pero este programa sí puede servirles de guía para saber cómo y cuándo.