APROXIMACIÓN AL CAPITALISMO RENTÍSTICO VENEZOLANO

APROXIMACIÓN AL CAPITALISMO RENTÍSTICO VENEZOLANO

Alejandro Landaeta Salvatierra (CV)
PDVSA Servicios Petroleros, S. A.

Volver al índice

V.7. Eficacia de la tributación interna

Con lo visto hasta ahora cabe la inquietud acerca de la preservación de las garantías adquisitivas sobre la renta petrolera, enfrentada ésta a la dinámica normalmente irregular de los agregados en las décadas posteriores al brote rentístico de los 70. Más adelante observaremos algunos aspectos interesantes sobre la respuesta del capital privado frente a los retos opuestos de brotes y reflujos de ingresos petroleros, expresados en la reactividad de corto plazo y en los determinantes del proceso de acumulación. Por ahora podemos decir prudentemente que el capital privado se apoya en las deformaciones circulatorias para complementar masa de ganancia con renta petrolera, conllevando implicaciones negativas para el estímulo productivo y para la propia eficacia de los ingresos fiscales como soporte de políticas de gasto social y fomento del ahorro interno.

En todo caso, la práctica tendencialmente especulativa de la cultura comercial criolla antepone recurrentemente el interés privado a las políticas públicas redistributivas, conducta exacerbada a lo largo de la primera década del siglo XXI, sin que se observe en contrapartida un afán industrializador o una estrategia de fortalecimiento de la acumulación fundada en el impulso productivo. Aquí aprovecharemos de mostrar algunos indicios de pérdida de renta fiscal por la asincronía entre la paridad adquisitiva externa y el nivel general de precios, y cómo el impuesto sobre la renta no petrolero parece más un recurso de recuperación de renta que de tributación efectiva sobre riqueza producida por el esfuerzo interno a lo largo de una serie muestral de la economía reciente.

Mostraremos estos indicios para hacernos de un soporte empírico de la sospecha de sistematicidad de la pérdida fiscal de renta, de acuerdo al enfoque aquí planteado. El período muestral de la serie abarca desde 1997 hasta 2010, en el cual las cuentas nacionales publicadas en el informe “Petróleo y otros datos estadísticos” (PODE), del Ministerio de Energía y Petróleo, discriminan la renta petrolera internacional (RPI). Empezaremos indagando sobre la recaudación no petrolera correspondiente al impuesto sobre la renta (ISLR) proporcionada por el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT).1 Las cifras expuestas en la tabla V-4 muestran, en millones de bolívares, la recaudación a precios corrientes y a precios constantes de 2010. La segunda columna de datos contiene los índices inflacionarios del Banco Central de Venezuela, correspondientes al área metropolitana de Caracas; en tanto la última arroja las tasas inflacionarias anuales.

El gráfico V-1 destaca la evolución de la recaudación a precios constantes, percibiéndose el inicio de una tendencia al alza en 2001, interrumpida por los eventos desestabilizadores de 2002-2003. A partir de 2004 resulta incontestable el logro de elevar la recaudación desde 14,6 millardos de bolívares a 35,3 millardos en 2007, un avance de 142 %. Sin embargo, este incremento está en buena medida asociado al crecimiento de la RPI y al efecto multiplicador sobre el producto bruto. La RPI crece, entre 2003 y 2008, en 121 %. Luego observaremos la relación entre la recaudación fiscal total y la RPI para completar una noción de la eficacia tributaria no petrolera durante el período muestral.

La tabla V-4 revela asimismo dos episodios de atenuación de la presión inflacionaria, el primero entre 1997 y 2001, y el segundo entre 2002 y 2005, separados ambos por el evento de 2002-2003. El pico de 2008 obedece al efecto de la crisis económico-financiera mundial. No obstante, durante todo el período la inflación mantuvo un nivel de dos dígitos, confirmando el comportamiento crónico de las deformaciones circulatorias características del capitalismo rentístico tardío. La tabla V-5 contiene la RPI, un factor de aporte gubernamental 2 y el factor de pérdida fiscal calculada conforme a la fórmula (V-11). Como no ha sido factible conocer de ninguna fuente estadística la porción de divisas petroleras recompradas para efectuar importaciones directas, se presumirá que los montos aplicados son exactamente los reflejados en la tercera columna.

La tabla V-6 contrasta la recaudación fiscal no petrolera sobre la ganancia con la pérdida fiscal. El resultado de esta comparación es el aspecto sobre el cual se trata de indagar, para reconocer el efecto que tiene sobre la eficacia de la tributación la merma del poder de compra real interno de la renta. Es conveniente, ante todo, comentar que las estadísticas de la recaudación del ISLR no comprenden por separado la condición jurídica del contribuyente, agrupando tanto personas naturales como jurídicas. Las personas naturales no son sujetos de percepción rentística en la estructura de relaciones de producción,3 de donde se desprende que las cifras están sobreestimadas. Pero al menos proporcionan una idea del problema, que es lo que se busca. La diferencia entre el impuesto a la ganancia y la pérdida fiscal proporciona el impuesto efectivo, el gravamen real sobre el valor agregado. Si gracias al desbalance cambiario desfavorable a los intereses del Estado el sector empresarial se hace de ganancias fundadas en la percepción de renta, la tributación sobre esa base puede significar una devolución parcial o total, lo que significa que en esa cantidad la potencialidad fiscal interna del Estado no tiene eficacia, debilitándose también la tributación como herramienta de política fiscal y de redistribución. El problema será más odioso si la tasa de ganancia media empresarial se hace mayor a la tasa de ganancia exterior gracias a manipulaciones especulativas de la oferta y de los precios. 4 No parece descabellado pensar que la eficacia fiscal interna merme significativamente sin lograr un impacto apreciable en los bolsillos de los contribuyentes empresariales. La eficacia tributaria se estima en la tercera columna de la tabla V-6. Por ejemplo, para el año 1997 el cálculo de la pérdida fiscal es mayor que la recaudación, con lo cual la eficacia es negativa. En 1998 conforme baja la recaudación también cae la RPI, haciéndose mayor la primera respecto a la pérdida fiscal.

Cuando la pérdida existe (Df > 0), la eficacia de la recaudación depende de la diferencia. Si la pérdida es mayor a la recaudación, la recuperación es igual a la pérdida. Si la pérdida es menor, la recuperación es igual a lo recaudado (ver columna de la derecha). La recaudación neta es así la diferencia entre el total nominal recaudado y la pérdida real de RPI, como muestra la primera columna de la tabla V-7. Si la ratio de eficacia tributaria es negativa, la recaudación neta es nula. Si la ratio es positiva, la recaudación neta es igual a la diferencia entre la recaudación total y la pérdida fiscal. Si la ratio es unitaria, no existe pérdida fiscal. Pueden verse el porcentaje de recuperación, el monto respectivo y la tasa de pérdida fiscal en valores porcentuales. Obviamente, cuando el porcentaje de recuperación es menor a 100, la pérdida fiscal supera lo recaudado. Como se ve, a tenor de estas estimaciones, aunque la pérdida fiscal se reduce entre 1997 y 2001, a partir de 2002 en adelante se fortalece por la aceleración inflacionaria.

Este procedimiento sólo está fundado en la afectación de la tasa inflacionaria sobre la renta recaudada. Es posible ofrecer un método alternativo que tome en consideración el diferencial cambiario estructural. Mediante este método, aunque sus resultados difieren en extensión, ofrece compatibilidad en cuanto al signo y guarda proporcionalidad estadística. La tabla V-8 pone de relieve la diferencia entre los tipos de cambio fiscal medio y estructural anualizado para el período muestral. Para ello se aplica la fórmula (V-5) de agregados estructurales. En la primera columna están los valores del tipo de cambio fiscal medio, en tanto en la segunda los calculados, resultantes del cambio efectivo bajo las premisas dadas en la sección II.2. La relación entre ambos valores muestra, para todo el período, un estado recurrente de sobrevaluación de la moneda. Esto es cónsono con la inflación crónica: a lo largo de la serie, el coeficiente de sobrevaluación destaca el rezago de la acción fiscal en lo que respecta a la política cambiaria.

La columna a la derecha muestra el “spread” cambiario así obtenido. Indica que las devaluaciones comprendidas en el período no fueron suficientes para contrarrestar la reacción nominal que produjo sobreliquidez en el contexto del fuerte brote rentístico habido entre 1999 y 2007, coronado por la contracción de 2008-2009. Privó la estabilidad artificial del tipo de cambio. Estos resultados arrojan un diferencial promedio de 16 %, significando una pérdida fiscal de ese mismo orden. Con el método anterior, la pérdida fiscal se estima en 19 %. Aunque con valores más moderados, la tabla V-9 muestra la pérdida fiscal bajo el método alternativo. La eficacia tributaria del ISLR no petrolero se aleja del 100 % en toda la serie. Eliminando el sesgo negativo, la eficacia promedio alcanza 60 % de la recaudación por este concepto. Bajo el primer método la eficacia promedio es nula.

Si observamos la recaudación total no petrolera como proporción de la RPI, veremos que, salvo por la anomalía de 1998-1999, tiende a permanecer estanca. A partir de 2003 aumenta su participación sobre el PIB, pasando de 8,12 % a un tope de 11,6 % en 2009. Pero el hecho de que entre 2003 y 2008 los ingresos rentísticos ganan fortaleza frente a la recaudación interna, conlleva a sostener que el terreno logrado sobre el producto obedece principalmente al propio multiplicador de la renta sobre el PIB. Ambas ratios se muestran en la tabla V-10. Sólo en el bienio 1998-1999 la recaudación total supera al 100 % de la renta, pero esto obedece a la baja de los ingresos petroleros y no a la efectividad de la política tributaria. Pero a partir de 2004 se observa una verdadera ofensiva fiscal, justo el año en que cesa la conflictividad política aguda y el Estado empieza a concentrar esfuerzos en mejorar la recaudación interna. De los 46 millardos de bolívares recaudados en 2003 se pasa a un tope de 120 millardos en 2007, a precios constantes de 2010. En 2009 la recaudación en proporción a la RPI sube drásticamente por la misma razón del bienio 98-99, es decir, por la caída de la renta, pero logra una mejor posición en relación al PIB, de 11,6 %. Este es el tipo de conducta que cabría esperar en forma prolongada para modificar la composición tributaria elevando la contribución del valor agregado nacional.

No obstante, la tabla V-11 detalla la eficacia de la recaudación total tomando los resultados del método alternativo, que son más conservadores. De una eficacia de 32 % en 1997 se habría pasado a más de 90 % entre 2001 y 2006, con un promedio a lo largo de todo el período de 84 %. Esto quiere decir que, en promedio, un 16 % de la tributación correspondería a recuperación de renta cedida a los privados en la órbita mercantil.

1 Portal electrónico oficial: www.seniat.gob.ve.

2 Este factor se obtiene del cociente entre el aporte gubernamental y la RPI, según datos proporcionados por el PODE.

3 Hemos dicho que toda percepción rentística de los agentes no capitalistas ocurre fuera de la estructura de valorización. Estas percepciones ocurren en la forma de aportes directos inherentes a las políticas sociales y asistenciales, no como parte del salario.

4 De acuerdo a nuestro modelo, el coeficiente de sobrevaluación es más que proporcional respecto del incremento absoluto del impuesto para una tasa tributaria dada. Para contrarrestar esto, la tasa impositiva debe ser mayor.