LA SOBERANÍA ALIMENTARIA DE SINALOA, MÉXICO Y LA APUESTA POR JATROPHA CURCAS

LA SOBERANÍA ALIMENTARIA DE SINALOA, MÉXICO Y LA APUESTA POR JATROPHA CURCAS

Rocío Esthela Urías Urías
Juan Manuel Mendoza Guerrero
Eduardo Meza Ramos
(CV)
Universidad Autónoma de Nayarit

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5.5 Ingresos potenciales de J. curcas frente a los actuales ingresos de los pequeños productores de temporal en Sinaloa

En función de que el proyecto de J. curcas en Sinaloaestá encaminado de manera prioritaria hacia el uso de tierras “marginales”, nos lleva a confrontar y comparar los actuales ingresos de los pequeños productores de temporal de Sinaloa ubicados en su mayor parte, en los municipios serranos frente a los potenciales ingresos de J. curcas.
La mayoría de ellos, concentra su producción en sorgo, maíz y pastos en una superficie menor a 10 hectáreas. De las 664,880 hectáreas de temporal que existen en Sinaloa, solo 352,274.25 se sembraron durante el 2012. De ellas 123,648.2 fueron de sorgo grano de temporal, el cual ocupa el 75% del sorgo cultivado en el estado durante el ciclo privameva-verano, y por otro lado,  32,796.7 hectáreas fueron cultivadas de maíz. Sólo alrededor del 4% de la superficie sembrada en temporal fue de pastos, garbanzo y cártamo. La producción se concentra en los municipios de El Fuerte, Choix, Sinaloa, Badiraguato, Salvador Alvarado, Cosalá, San Ignacio y Elota (SAGARPA, 2012).
La producción alcanza rendimientos de aproximadamente 1.7 toneladas para maíz y 1.5 toneladas en sorgo.  Ante los bajos rendimientos de maíz de temporal, la producción suele ser vendida al por menor en el mercado local, dejando alrededor del 40% para el autoconsumo anual1 .   Por su parte, el sorgo de temporal y sorgo forrajero constituyen una de las fuentes más importantes para la alimentación del ganado bovino en Sinaloa2 .
Actualmente, los costos por hectárea sembrada de estos cultivos son de alrededor de $5,290 para el maíz y $4,370 pesos para el sorgo, de los cuales casi el 50% son usados en agroquímicos (véase anexo 1).  El precio por tonelada de maíz y sorgo es en promedio de $3,200 y $2,800 respectivamente. En este sentido, contemplando los rendimientos anteriormente mencionados, los ingresos por ventas ascienden regularmente a $6,100 para maíz y $4,200 para sorgo considerando el apoyo por hectárea de $963 otorgado por PROCAMPO. Las utilidades son de $1,450 en maíz y $2,370 en sorgo, sin embargo, en ausencia de dicho subsidio las utilidades son de $150 y $1,070 para maíz y sorgo con una relación costo beneficio de 1.15 y 1.44 respectivamente (véase tabla 15).
Para analizar los costos e ingresos potenciales de J. curcas para los pequeños productores de temporal se contempla la producción y venta de semillas. Para el establecimiento de cultivo los costos ascienden a $14,550 pesos por hectárea sembrada y los costos por manejo del cultivo son de $6,000 a partir del primer año  y $7,000 a partir del segundo año (véase anexo 2). 
Con un proyectado rendimiento de 6.5 toneladas de semilla por hectárea a partir del sexto año, y con un precio de semilla de $1.95/kg, las ventas ascienden a $12,675 pesos.  En este sentido, las utilidades por hectárea son de $5,675 pesos, sin embargo si permaneciera estable el apoyo de PROCAMPO aun con la reconversión de cultivo, las utilidades serían de alrededor de $6,975 con una relación costo beneficio de 1.8 (véase tabla 16).  Sin embargo, habría que contemplar el cumplimiento en los rendimientos de producción.
Si bien, para el establecimiento del cultivo el costo total es de $14,550, sin embargo, de este sólo $7,398 estaría cubierto por el subsidio otorgado por CONAFOR y el resto lo tendría que cubrir el productor. Por otro lado, si la estabilidad de producción inicia a partir del sexto año, los productores se mantendrían en alta incertidumbre económica durante los primeros 5 años, ya que los rendimientos apenas y alcanzarían las 3 toneladas por hectárea. Con este dato, las ventas serían de alrededor de $5,800 con pérdidas de $1,200 pesos. En este sentido, el cultivo requeriría la intervención gubernamental en tanto se estabiliza la producción proyectada.
Con los datos expuestos, los potenciales ingresos de J. curcas superan en $4,250 a los del maíz y en $3,305 a los del sorgo. Sin embargo, de no cumplirse los rendimientos de producción esperados, y de no recibir un pago justo por kilogramo de semilla, el cultivo de J. curcas no será viable para los pequeños productores de temporal, ya que estarían inmersos en un agro negocio de alta incertidumbre, además que se estaría dejando de lado la producción tradicional alimenticia de maíz y sorgo.

5.5.1 Mitos y realidades de J. curcas para Sinaloa

Más allá del potencial económico, el cultivo de J. curcas como una promesa verde para Sinaloa requiere de un análisis mucho más detallado. Han sido muchos los factores negativos que giran en torno a estas plantaciones bioenergéticas, y en Sinaloa no es la excepción. Algunos expertos sugieren que se han exagerado las ventajas de J. curcas, o cuando menos no se han expuesto de forma realista su lado menos amable.
Un estudio de la revista PNAS señala que la planta soporta sequías pronunciadas, pero recuerda que “necesita agua, una tierra fértil y un clima adecuado para garantizar una producción rentable” (Econoticas, 2010).  De la misma manera, distintos investigadores implicados en el proyecto de J. curcas en Sinaloa, advierten que el cultivo requiere de agua e insumos para obtener una mayor rentabilidad (Angulo, 2013; Félix, 2013).
La presunción de que J. curcas sea una excelente opción para la diversificación de la zona serrana en Sinaloa no es del todo clara.  En el 2007, algunos ejidatarios atestiguaron la siembra de 3 mil plantas de J. curcas en uno de los campos experimentales de Fundación Produce Sinaloa A.C y con ello, señalaron que por los factores expuestos “tienen su fe puesta en que este tipo de proyecto los sacará del atraso económico en el que viven”. 3 Algunos indicaron que si les dan la oportunidad, “sí le van a entrar” a J. curcas, ya que en la tierra de temporal siembran con poco éxito el sorgo, surgiendo otras expresiones más como: “Yo sí le pienso entrar, se me hace más interesante esto que lo del sorgo”.  Así pues, muchos ejidatarios confían en que este tipo de proyecto venga a mejorar la situación económica de los temporaleros, quienes en su mayoría cuentan con 5 hectáreas de temporal en estado ocioso4 .
Bajo un escenario repleto de contradicciones productivas la estrategia de J. curcas como agrocombustible se pretende adoptar como alternativa de desarrollo para contrarrestar la marginalidad que se vive en la agricultura rural del estado, la cual ha sido desplazada por los mismos lineamientos que postulan las políticas de desarrollo desde hace tres décadas.  Es por ello que algunos autores denominan la producción de los agrocombustibles como una mera contradicción del sistema capitalista que a toda costa busca su preservación, pero ahora bajo una concepción de un “bioimperialismo”.
Para Sinaloa, ha quedado de manifiesto que la rusticidad que al inicio se consideró poseía el cultivo, no se presenta cuando las condiciones son de extensiones comerciales. El comportamiento de la planta se presentó vulnerable al tipo de suelos pobres, a la falta de humedad en el suelo, al clima en extremo frío para algunas zonas y a las plagas, que en conjunto, estos factores afectan definitivamente la producción y en algunos casos la supervivencia de las plantas.

Angulo (2009), indica que el clima es un factor preponderante para las plantaciones de J. curcas., pues pese a que las plantaciones iniciaron durante el periodo de lluvias (entre los meses de julio y agosto) se presentaron algunas limitantes para los cultivos en temporal, pues las precipitaciones fueron muy bajas, alrededor de 400 mm, siendo que el cultivo requiere de 600 a 1,200 mm. Es por ello, que Angulo (2013) indica que en definitiva en ninguno de los tres estados se puede considerar la siembra de J. curcas en temporal, por lo que habría que revisar su futuro en tierras de riego5
Otro aspecto que trastocó la producción de J. curcas fueron las heladas presentadas durante los meses de diciembre a febrero del 2011 en el norte del estado, así como en el sur de Sonora, demostrando que la planta muere al estar expuesta a temperaturas bajo cero. Por otro lado, se aludía que la planta no requiere de insumos como fertilizantes e insecticidas debido a que es un cultivo silvestre resistente a plagas y enfermedades.  Sin embargo, en las zonas serranas del centro y sur de Sinaloa se reflejaron resultados contradictorios. Las plantaciones fueron afectadas por algunas plagas como el chapulín, los ácaros que ocasionan defoliaciones en la planta, el piojo harinoso que defolia y afecta las inflorescencias, y finalmente el grillo topo que puede cortar los tallos ocasionando la muerte de la planta (véase figura 20).
Las plagas suscitadas con las plantaciones de J. curcas por lógica habrían de incitar hacia el uso de insecticidas y herbicidas (véase figura 21) ya que en los suelos de la zona serrana, la actividad es poco intensiva, generalmente son suelos que se siembran una sola vez al año en temporada de lluvias, razón por la cual la presión de malezas es fuerte. En menor medida, la misma problemática se presenta en el cultivo bajo riego por goteo, aunado además a la presencia de maleza a consecuencia de la franja de humedecimiento colocada.
Los rendimientos de producción a partir del tercer año representaban otro punto a favor para apostar al cultivo de J. curcas. En las plantaciones de Chiapas se esperaba obtener alrededor de 3 toneladas por hectárea, sin embargo la producción no llegó ni a 500 kg/ha. Con los germoplasmas estudiados en Sinaloa se obtuvo una cosecha de 120 a 210 kg/ha en el primer año y en el segundo año, de 460 a 790 kg/ha, lo cual tampoco entra dentro de las perspectivas establecidas.
A causa de los bajos rendimientos del cultivo en temporal, hace determinar que las plantaciones de J. curcas, al menos en Sinaloa, no “pueden”  sembrarse en tales tierras. Es por tal motivo que se considera la posibilidad de usar sistemas de riego, sin embargo ¿qué tal congruente sería utilizar tierra y recurso hídrico para plantaciones energéticas y no para la producción de cultivos alimenticios?   

1 Según entrevistas realizadas a campesinos en comunidades de Cabrera de Inzunza el 26 de Octubre de 2013, Sinaloa de Leyva, Sinaloa.

2 Nota Periodística. <<Nuevas variedades de sorgo para Sinaloa>> en:  http://www.fps.org.mx/divulgacion/index.php?option=com_content&view=article&id=717:nuevas-variedades-de-sorgo-para-sinaloa&catid=37:sinaloa-produce&Itemid=373

3 Nota periodística. <<Tienen ejidatarios fe en la jatropha>> en: http://www.noroeste.com.mx/publicaciones.php?id=246088

4 Ibíd.

5 Nota periodística. <<Principales problemas del cultivo de jatropha para los estados de Sonora, Sinaloa y Nayarit (PARTE 1)>> en: http://www.agrotransfer.org/principales problemas del cultivo de jatropha para los estados de Sonora, Sinaloa y Nayarit (PARTE 1).htm