ALTERNATIVA METODOLÓGICA PARA LA SUPERACIÓN INDIVIDUAL DE LOS DOCENTES EN CONDICIONES DE UNIVERSALIZACIÓN

ALTERNATIVA METODOLÓGICA PARA LA SUPERACIÓN INDIVIDUAL DE LOS DOCENTES EN CONDICIONES DE UNIVERSALIZACIÓN

Jorge Velázquez Peña (CV)
Universidad de Ciencias Pedagógicas ¨Pepito Tey¨

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La superación individual de los docentes de preuniversitario

Muchos autores insisten en que la superación toda, y de manera particular, la superación individual del docente de preuniversitario debe estar dirigida a sus necesidades como profesional de la educación, a sus necesidades como ser social  y a sus necesidades espirituales.
Dentro del sistema de superación, y específicamente, en la superación individual, la autosuperación tiene un lugar esencial y la misma depende del interés, voluntad y responsabilidad del docente, por lo que esta aunque depende de él, no debe dejarse a su espontaneidad, requiere de una planificación exhaustiva y de un control sistemático. Esto significa que en el campo de la superación no basta con analizar el cumpli­miento de la actividad de superación individual planificada, sino incluir la actividad integral realizada por el profesor en la esfera de su autosuperación. En este sentido la motivación para la autosuperación debe ser indi­vidual, pero el estímulo debe ser también social de acuerdo con los resultados del trabajo desarrollado.
Al respecto se refirió el máximo líder de la Revolución cuando expresó:”La autopreparación es la base de la cultura del profesor. Es esencial la disposición que cada compañero tenga para dedicar muchas horas al estudio individual, su inquietud por saber, por mantenerse actualizado, por mejorar su trabajo como educador”1 .Su calidad dependerá de la exigencia que consigo mismo tenga cada docente, de su espíritu de saber cada día más, del carácter emprendedor y creativo que requiere la profesión de educar, en que el estudio deja de ser obligado para convertirse en necesidad y placer.
La superación individual debe caracterizarse por el estudio sistemático para la apropiación no solo de los contenidos científicos que conforman los diferentes programas de las asignaturas que se enseñan, sino también de los conocimientos pedagógicos y didácticos para comprender el para qué, el qué y el cómo enseñar en las condiciones que hoy le plantea la sociedad a la escuela.
 En la sensibilización, planificación, organización y control de la autosuperación del docente juegan un papel importante los jefes de departamentos, de ahí que el ejemplo y orientación de estos deberá ser el centro en la creación de un ambiente favorable para esta forma de superación.
Según J. Añorga (2000), la autosuperación se enmarca en el trabajo y estudio individual que realiza el docente tanto planificada como en su tiempo libre y tiene dos direcciones fundamentales:

  • El estudio que efectúa para vencer las exigencias de las diferentes actividades de la educación postgraduada.
  • El que se ejecuta en otras actividades en forma autodidacta.

Por lo que se pueden considerar las siguientes formas de autosuperación:

  • El estudio individual relacionado con  las actividades propias de la formación postgraduada.
  • El estudio individual relacionado con el trabajo docente metodológico.
  • El estudio individual relacionado con el trabajo investigativo y la elaboración de ponencias, publicaciones y otros materia­les.

Un análisis de cualquiera de estas variantes de autosuperación exige de los profesores un autodidactismo constante para desarrollar las diferentes actividades docentes con elevado profesionalismo, expresado en un elevado contenido científico-técnico y enfoque metodológico, lo que es inherente a la propia vida del maestro, sin lo cual se pierde su capacidad para asumir los cam­bios que constantemente se producen en la ciencia y la técnica, y de esta manera no podrá estar al nivel de su tiempo como sentenciara, el gran pedagogo de todos los tiempos, José Martí, lo que provocaría mantenerse al margen del propio desarrollo.
La planificación de la autosuperación se debe hacer por profesor atendiendo a la actividad que este realiza, a sus necesidades técnicas, pedagógicas y metodológicas y a sus principales difi­cultades, y sobre todo, a las recomendaciones que se derivan de la evaluación profesional anual;  además, se debe fijar una etapa para la realización de la misma, así como la forma en que se manifestarán y divulgarán sus resultados como vía esencial para controlar su cumplimiento.
En este aspecto, las iniciativas del Jefe del Departamento y hasta del propio docente desempeñan un rol significativo, ya que la materialización de la autosuperación puede abarcar varias formas, entre las que se encuentran: el informe escrito, la ponencia, el material de estudio, las orientaciones metodológicas, la recopilación de información actualizada sobre una temática, la preparación de una asignatura o varias que se incluyen en el área del conocimiento en que se inserta y el material de consulta, el dominio de las tecnologías, la manera de introducirlas armónicamente en las diferentes actividades docentes para mejorar el enseñar y el aprender, el necesario trabajo interdisciplinario, el enfoque pedagógico de cada actividad, la didáctica y su innovación, , el trabajo con el diagnóstico de sus alumnos, el dominio de los programas de las asignaturas del docente en formación, la atención al trabajo científico estudiantil, en fin, todo lo nuevo que exige hoy el modelo de preuniversitario y la universalización de la Educación Superior .

Estas formas de materialización de la autosuperación pueden tener diferentes vías de salidas entre las que se destacan: la clase, las publicaciones, las actividades metodológicas a nivel de centro, departamento, año, disciplina y asignatura, y la presentación en eventos de carácter territorial, provincial nacional e internacional.
A partir de las consideraciones antes expresadas, la superación individual de los docentes, materializada en la autosuperación, debe tener las siguientes características:

  • Carácter pedagógico-metodológico
  • Carácter personal-diferenciador
  • Carácter directivo
  • Carácter integrador

Carácter pedagógico –metodológico
El cambio educativo como proceso social requiere de una acertada dirección; al respecto Marx planteó: “Todo trabajo directamente social o colectivo en gran escala, requiere en mayor o menor medida una dirección que establezca un enlace armónico entre las diversas actividades”.2
Por ello, se considera que todo intento de cambio o de mejoramiento se asocia a cierto nivel de diferencias o dificultades en la organización de transformar, que se justifica por la complejidad del sistema a transformar, como es el caso de la superación profesional de los profesores, todo ello será posible si se concibe de forma acertada su dirección y si los docentes están conscientes de los cambios que deben ocurrir en su práctica, entonces los cambios podrán ser estables y progresivos.
Refiriéndose al papel que juega la educación durante toda la vida del individuo, J. Martí (1996) aseveró, de manera magistral, que la educación debe ser constante y que comienza con la vida, desde que se está en el vientre materno y no termina sino con la muerte.
Bajo la concepción que encierra este pensamiento martiano, al tener presente la práctica en la que se desarrolla la actividad de los profesores y la urgencia de transformar su desempeño pedagógico profesional, para que puedan ponerse a tono con las necesidades y exigencias que emanan de este nivel de enseñanza, en el que desarrollan un doble proceso formativo, pues deben dirigir la formación inicial del profesional. El proceso enseñanza-aprendizaje de las asignaturas en las diferentes áreas de conocimiento, son elemento a tener en cuenta a la hora de planificar e instrumentar la dirección de la superación bajo un carácter pedagógico-metodológico, brindándole una preparación en los conocimientos didácticos, el contenido y las metodologías carentes en estos docentes, que los ponga en condiciones de dirigir el proceso, al considerar la educación del hombre como un proceso continuo, ininterrumpido que va tomando diferentes matices a lo largo de la vida y de acuerdo con las características y particularidades que cada persona necesita, según las exigencias que se plantea a la microuniversidad en la actualidad, y su responsabilidad en su doble función en el proceso formativo  de los educandos. De ahí que la superación organizada es una de las condiciones para elevar el desempeño profesional de los docentes.
El perfeccionamiento de las transformaciones se desarrolla mediante la búsqueda de soluciones a los problemas que se presentan en la educación, con el objetivo de lograr calidad, por lo que es necesario preparar, transformar, superar a los profesores para que asuman estos retos, por lo que el trabajo en la dirección, organización y planificación de la superación de los profesores, resulta cada vez una tarea de primer orden, para hacer de ellos individuos cada vez más preparados y con ello contribuir a la formación de las futuros profesionales y de los bachilleres.
A todo lo  anterior debe contribuir la forma en que se organice el proceso de dirección de la superación de los profesores, bajo un enfoque pedagógico. Son los profesores el objeto de la actividad de mejoramiento que a la vez se convierten en sujeto de esta. Se deben dirigir acciones pedagógicas y metodológicas como centros angulares de su actividad, a partir del conocimiento previo de las insuficiencias que en este sentido presentan y otras que deben ser  para fortalecer esta, pues hay aspectos de la actividad pedagógica que al docente le causan mayor dificultad y a otros menos, para ello se hace necesario utilizar vías que contribuyan a ello, por lo que en las condiciones actuales en que se desarrolla la educación en Cuba, adquiere una relevancia especial, entre las formas de superación de los profesionales, el trabajo metodológico, de ahí que el autor seleccione este carácter para dirigir la superación profesional de los docentes.
Las acciones que se desarrollen para favorecer el desempeño pedagógico profesional de los docentes deben tener un carácter metodológico como una de las vías de superación individual.
En los documentos normativos del Ministerio de Educación sobre trabajo metodológico se establece que es:
Un sistema de actividades que de forma permanente se ejecuta con, y por los docentes en los diferentes niveles de educación, con el objetivo de elevar su preparación política-ideológica, pedagógica- metodológica y científica para garantizar las transformaciones dirigidas a la ejecución eficiente de proceso docente educativo.3
Por otra parte, en la R/M No 210/06 se expresa que el trabajo metodológico es la labor que realizan los profesores, apoyados en la didáctica para dirigir con calidad el proceso de enseñanza-aprendizaje, con el propósito de alcanzar óptimos resultados en el mismo, en el que se debe  jerarquizar la labor educativa desde la instrucción, para satisfacer plenamente los objetivos formulados en los planes de estudio y los programas de las asignaturas.
El trabajo metodológico es una de las actividades fundamentales que se debe efectuar con los docentes para el desarrollo satisfactorio de su desempeño de forma individual, en las labores de autosuperación que deben realizar en cada uno de los aspectos que conforman su preparación, y de forma colectiva, mediante las actividades que se desarrollan en la sede pedagógica y en la microuniversidad, en los órganos técnicos y de dirección para el tratamiento a las regularidades y en otras actividades que son formas de desarrollar este trabajo, por ello, tanto en el plano individual como en el colectivo, el trabajo metodológico es el centro de la planificación del trabajo por la Sede Pedagógica, la educación y la microuniversidad, por lo que es necesario integrar el mismo en forma de sistema.
“…. Quien dirige el trabajo metodológico, dirige el proceso de superación profesional, hacer un trabajo metodológico efectivo exige contar con un diagnóstico, de cada docente, que permita determinar  sus necesidades de aprendizaje, no sólo en el plano técnico-metodológico y científico-pedagógico, sino también en la esfera de la cultura general integral…”. 4
 A partir de aquí se considera importante plantear que en este aspecto que se aborda se establece una relación dialéctica entre sus dos componentes, en que lo pedagógico  se encarga de enriquecer la superación de los profesores, al prepararlo referente a cómo hacer para lograr alcanzar la educación del sujeto, en los contenidos de la didáctica, tanto en las áreas en que trabaja, con los futuros bachilleres, como en la docencia universitaria, y el metodológico, porque  es la vía fundamental del  trabajo con estos, mediante él se demuestra cómo planificar los contenidos, cómo dosificarlos mejor en el plano individual y colectivo en aras de obtener mejores resultados, cómo planificar el trabajo metodológico, mediante qué vías y cómo va a controlar y a evaluar el mismo para rediseñar nuevas acciones metodológicas.
Carácter personal diferenciador
Las acciones de dirección de la superación que se desarrollen han de tener en cuenta  las necesidades de cada profesor lo que le confiere el carácter individual y  personológico.
En los  diferentes  estudios realizados por distintas ciencias sociales, se reconoce que, aunque todos los seres humanos comparten características comunes, precisamente por pertenecer a la especie Homo sapiens-sapiens, no cabe dudas, que es resultado de los procesos de socialización e individualización, esto confiere a cada sujeto en su esencialidad una existencia única e irrepetible.
Partiendo de este presupuesto, científicamente demostrado, de la existencia de la individualidad en el desarrollo social o colectivo, es un elemento que se convierte en un obligado  presupuesto a tener en cuenta en todo intento de favorecer la dirección de la superación individual de los profesores, para mejorar su desempeño pedagógico profesional.
 De esta manera, es importante reconocer que la superación que se proyecta para cada uno de los profesores, debe garantizar la educación, la enseñanza y el desarrollo sobre todo espiritual y profesional, aspectos recogidos en los postulados de L. Vigotsky sobre la educación y desarrollo psíquico analizado por el  R. Bermúdez que plantea que "la educación y la enseñanza conducen y guían el desarrollo, van por delante del mismo y no a su zaga…". Por ello las acciones de superación tienen que partir del desarrollo alcanzado por cada profesor, y tener en cuenta sus potencialidades, lo que significa  aplicar la definición de zona de desarrollo próximo aportada por L. Vigotsky, cuando expresó:
Define aquellas funciones que aun no han madurado, pero se hayan en proceso de maduración; funciones que han de madurar mañana, pero ahora se encuentran sólo en estado embrionario. Estas funciones podrían ser descritas como los “brotes” o las “flores” del desarrollo, más bien que los “frutos” del desarrollo.5
Es por ello que un requisito en el empeño por superar a los profesores es obtener un diagnóstico detallado para conocer las causas que originan la dificultades y las potencialidades, para asumir las transformaciones a las que se enfrentan, el nivel de conciencia que tienen sobre la existencia de los mismas, para en consecuencia diseñar las actividades específicas para cada uno de ellos, en la que deben detallarse las vías a utilizar, el espacio que se creará, la forma de control que se llevará a cabo, para comprobar los avances por lo que estas acciones no puede realizarse en forma espontánea sino que tienen que estar correctamente planificadas y dirigidas, de ahí la importancia de su carácter directivo.
Carácter directivo
La concepción de la superación profesional de los docentes está unida en los procesos que conforman el sistema de trabajo de la dirección municipal, la sede, y la microuniversidad, y por tanto vinculada a la teoría de la dirección científica educacional, que según J. Bringas "se encarga de estudiar los caracteres generales y esenciales del fenómeno directivo en el universo educacional, como forma del pensamiento humano expresando un determinado nivel de generalización de una masa de hechos aislados que se producen en este campo"6 .
El propio autor define dirección educacional como: “el proceso social para alcanzar, a partir de una determinada previsualización del futuro, la meta fijada, las formas de involucrar a los participantes en su ejecución, y las vías para institucionalizar los cambios producidos en la formación de las personas”7 .
Este concepto tiene un  carácter general, potenciando la proyección de futuro por lo que es válido para todo proceso de educación, constituyendo una forma concreta de expresión de la dirección educacional.
La superación requiere de una adecuada dirección, por su complejidad, a partir de las barreras que se presentan en su desarrollo, referidas a la incomprensión de su necesidad, la poca preparación de los directivos, la no correspondencia entre la planificación con el diagnóstico individual y colectivo y la falta de compromiso para su cumplimiento.
En correspondencia con el concepto de dirección educacional y sus funciones la concepción  de la dirección de la superación individual, debe precisar sus objetivos en los planes  individuales  y en las estrategias colectivas.
Es de vital importancia determinar sus componentes, el contenido y las funciones de estos, así como las relaciones que se establecen. Indispensable es su seguimiento y evaluación para adoptar los ajustes necesarios en vínculo con los resultados, en las estrategias colectivas y planes metodológicos de superación, así como, la evaluación, para poder adoptar los ajustes necesarios en vínculo con los resultados.
La dirección de la superación constituye un proceso en el que tienen que integrarse todos los que ejercen influencia sobre los docentes, por eso resulta necesario considerar su carácter integrador.
Carácter Integrador
La integración en la dirección de la superación profesional de los docentes está vinculada con las transformaciones de la educación y en especial con el proceso de universalización, en el que aparecen los diferentes niveles estructurales de dirección de la educación preuniversitaria, sede pedagógica y microuniversidad, que inciden en los mismos y se hace necesaria la integración de estos, ya que los profesores reciben varias influencias en su desempeño, siendo ellos, uno solo, por lo que no se puede diseñar  la superación de forma aislada, o sea, no puede intervenir la educación por una parte, la sede por otra y la microuniversidad por otra, sino que estos tienen que integrarse y diseñar acciones de superación que contribuyan a satisfacer las necesidades que poseen los mismos.
La sede constituye el centro de integración, ya que ella es la responsable del trabajo metodológico, superación e investigación del municipio. Este carácter integrador permite la retroalimentación con el resto, y a partir de ahí se realizan los ajustes correspondientes. El carácter directivo, por su naturaleza, centraliza e integra el resto de los caracteres en el proceso de superación profesional, todos entre sí constituyen un  sistema. Es por ello que, cada nivel estructural de dirección de la superación tiene sus funciones para que la superación individual tenga carácter de sistema. Así, la Dirección Municipal de Educación Preuniversitaria hace cumplir la política en la microuniversidad en estrecha relación con la Sede Pedagógica, esta dirige la superación y promueve talleres, reuniones metodológicas y otras vías, estrecha las relaciones entre docentes, tutores y alumnos para garantizar la orientación y asesoría personalizada, sobre la base  de las necesidades académicas, laborales e investigativas. De igual manera, diseña las acciones de superación en coordinación con la Dirección Municipal de Educación para darle respuesta a las necesidades del municipio. Por otra parte, la microuniversidad tiene la función de dirigir la superación en su colectivo docente y por ello, su función es protagónica, y debe proyectar la superación individual de cada docente a partir de los resultados de la evaluación continua del desempeño del docente, mediante el plan de trabajo individual que se concreta su labor docente.
Una adecuada interacción entre los niveles estructurales de dirección y entre las formas individuales y colectivas de superación, en la que se tenga en cuenta las características anteriormente analizadas, debe favorecer a la preparación de los docentes de la educación preuniversitaria para desempeñar sus funciones, en correspondencia con las transformaciones de la educación y en la formación inicial del profesional.
Todos estos aspectos abordados como presupuestos teóricos se concretan en una alternativa metodológica para la superación individual de los profesores de la educación preuniversitaria en el municipio Majibacoa, de la provincia de Las Tunas.
Por ello, como se expresa a continuación en el recuadro, la superación individual del docente tiene que ser analizada en las dos vertientes, y considerarla, dentro de cada una de ellas, los aspectos que se proponen, no como algo rígido y esquemático, sino con flexibilidad y en correspondencia siempre con los resultados del diagnóstico y respetando la individualidad dentro de la colectividad.
Conclusiones parciales del capítulo:
El análisis histórico realizado acerca de la superación de los profesionales de la educación preuniversitaria, ha permitido valorar las principales tendencias por etapas del desarrollo histórico y revelar las insuficiencias y limitaciones de este proceso, así como las potencialidades con que se cuenta hoy para favorecer su realización.
A partir de la sistematización de los referentes teóricos del tema objeto de estudio queda demostrado que la superación de los docentes constituye una problemática de importancia, actualidad y necesidad que requiere ser abordada desde el punto de vista científico metodológico, para ofrecer a los docentes las vías que contribuyan a su formación permanente en las nuevas y cambiantes condiciones de la universalización.

1 Fidel Castro Ruz: Discurso pronunciado en la graduación del Destacamento Pedagógico Universitario “Manuel Ascunce Domenech” en el polígono de Ciudad Libertad, La Habana, 7 de julio de 1981. Versiones taquigráficas del Consejo de Estado, p.4.

2 Carlos Marx: El Capital. Editorial Venceremos, La Habana, 1996. p.286.

3 Resolución Ministerial de Educación 119/2008 sobre el desarrollo del trabajo metodológico, p. 5.

4 Julia Añorga Morales: Teoría de los sistemas de superación, CENESEDA, Impresión ligera, La Habana, 1995, p. 22

5 L. S. Vigotsky: Mind in society. The development of higher psychological proceses, Cambridge, MA: Harvard University Press, 1978, p. 86.

6 José Bringas Linares: Modelo de planificación estratégica universitaria. Tesis presentada en opción al título de doctor en Ciencias Pedagógicas, La Habana, 1999, p.48.

7 Ibídem