FORTALECIMIENTO DEL SECTOR ORGÁNICO DE MÉXICO:
APRENDIENDO DE LA EXPERIENCIA DE LA UNIÓN EUROPEA

FORTALECIMIENTO DEL SECTOR ORGÁNICO DE MÉXICO: APRENDIENDO DE LA EXPERIENCIA DE LA UNIÓN EUROPEA

Johanán Zamilpa Paredes
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

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CAPÍTULO VI. EL SECTOR ORGÁNICO EN MÉXICO Y EN MICHOACÁN

El presente capítulo tiene como propósito hacer un análisis breve del sector orgánico tanto de México como de Michoacán. El capítulo está organizado en dos partes, la primera se avoca a México y la segunda a Michoacán. En ambas, se revisa su contextualización, algunos datos básicos del sector, así como las principales características de su mercado.

6.1. Revisión de datos básicos del sector orgánico en México

6.1.1. Antecedentes del movimiento orgánico en México

A finales de la década de los ochenta, los países desarrollados comenzaron a demandar productos tropicales y de invierno, producidos en forma orgánica, que en sus territorios no se pueden cultivar, estimulando de esta manera la práctica de la agricultura orgánica en México. A través de algunas comercializadoras, ONG y grupos religiosos (v.gr. la Teología de la Liberación), se fomentó en México la apropiación de esta nueva forma de producir, para complementar y diversificar una demanda ya creada en el exterior. En un inicio, agentes de países desarrollados se conectaron con diferentes actores en México, solicitando la producción de determinados productos orgánicos; así comenzó su cultivo, principalmente en áreas donde insumos de síntesis química no eran empleados. Caso de las regiones indígenas y áreas de agricultura tradicional en Chiapas y Oaxaca. Posteriormente, compañías comercializadoras de Estados Unidos, influenciaron el cambio a la producción orgánica en la zona norte del país, ofreciendo a empresas y productores privados financiamiento y comercialización a cambio de productos orgánicos. Esto permitió a las compañías abastecer la demanda de los productos solicitados en los tiempos y temporadas específicas requeridas, obteniendo mejores precios por ellos (Gómez et al., 2010a:597).

6.1.2. Contexto internacional de la agricultura orgánica de México

A nivel mundial, México ocupa la posición dieciocho respecto a la superficie orgánica con 330 mil ha, el tercer lugar referente al número de productores orgánicos y la posición 34 en cuanto proporción de tierra agrícola orgánica con 2.42% (Cuadro 26). A nivel Latinoamérica, México ocupa el quinto lugar en superficie orgánica con 0.33%. La lista la encabeza en primer lugar Argentina (4.0%), en segundo Brasil (1.8%), en tercero Uruguay (0.9%) y en cuarto Islas Malvinas (0.4%).

6.1.3. Datos básicos del sector orgánico de México

La producción orgánica en México para el 2012 en superficie se conformo por: agricultura (351,904 ha), recolección (56,000 ha), ganadería (15,000 ha) y apicultura (89,342 ha) totalizando 512,246 ha (Schwentesius, 2012). El sector orgánico en México, representa menos del 1% del sector agroalimentario en términos de superficie, no obstante, México es el país con mayor diversidad de cultivos producidos orgánicamente, con alrededor de 81 cultivos (Cuadro 27).
Chiapas y Oaxaca son los principales estados productores al acumular casi el 50% de la superficie orgánica nacional, seguido por Michoacán. La posesión de mayor superficie orgánica de los estados de Chiapas y Oaxaca, (por el cultivo del café principalmente) les conlleva a tener mayor número de productores, alrededor del 80% del total nacional (Cuadro 28).

6.1.4. El mercado orgánico de México

La mayor parte de la producción orgánica de México (casi el 85%) se destina al mercado externo, principalmente a países desarrollados de Norteamerica y de Europa (Cuadro 29). No obstante, EUA sigue siendo, por mucho, el principal destino de las exportaciones agroalimentarias convencionales de México, por su cercanía y la complementariedad que existe en las estaciones y climas.
Entre los productos más exportados están los tropicales, el café, las frutas, las hortalizas de invierno y los productos que requieren alta mano de obra como el ajonjolí, los cuales complementan la producción de los países desarrollados (Gómez, 2004:2-3). Este mercado externo, según estimaciones, genera 400 millones de dólares en divisas y 172 mil empleos (Gómez et al., 2013), sin embargo, esto ha derivado en una dependencia del mercado internacional. Así, México está ubicado internacionalmente como productor - exportador orgánico más que como consumidor. Para la certificación de los productos orgánicos exportados, existen alrededor de 18 agencias operando en México (Cuadro 30).
La mayoría de estas agencias son de origen extranjero y se enfocan a los cultivos de café, cacao y aguacate. Del total de estas, las principales por superficie certificada son Certimex, Mayacert, Bioagricert, OCIA y Naturland que suman casi el 70% del total. No obstante, los costos fijados por estas, representan uno de los más elevados en la producción orgánica (Gómez et al., 2010a). De ahí el surgimiento de la certificación participativa como alternativa para contrarrestar dichos inconvenientes (Nelson et al., 2010).

Por otra parte, el 15% de la producción orgánica de México que no se exporta se queda en el mercado interno, sin embargo, este se encuentra todavía en su fase inicial, dado que sólo el 5% se vende como orgánico (i.e. a la clase media) y el 10% restante se comercializa incluso como convencional. Actualmente en este mercado hay dos formas de adquirir estos productos. La primera, es en establecimientos comerciales (i.e. supermercados, tiendas especializadas, tiendas naturistas e incluso hoteles, entre otros).

Su comercialización se lleva a cabo mediante grandes distribuidoras de productos orgánicos que proveen principalmente a cadenas de supermercados y tiendas especializadas, ofreciendo productos mexicanos y extranjeros en fresco y/o procesados de certificación orgánica (Cuadro 31).
La segunda, en grupos de consumo y/o producción (i.e. tianguis y mercados orgánicos, clubs de consumo, entre otros). Respecto a los tianguis y mercados, destaca la Red Mexicana de Tianguis y Mercados Orgánicos, la cual tiene presencia en 16 entidades del país. No obstante, la comercialización de los productos orgánicos aún se restringe a las ciudades principales y los centros turísticos tales como: San Miguel de Allende, Guanajuato; Tepoztlán, Morelos; Cholula, Puebla; San Cristóbal de las Casas, Chiapas, entre otros (Gómez et al., 2013).

6.1.5. Políticas de apoyo al sector orgánico en México

La política de apoyo hacia la producción orgánica de México se puede caracterizar bajo un modelo donde muchas personas actúan de manera individual, movidas por iniciativas personales, realizando intercambios entre sí y sin intervención gubernamental que oriente esas acciones. En este mismo sentido, la política oficial considera los productos orgánicos como una alternativa para entrar en nichos de mercado, dejando ausente el enfoque medio ambiental y alimentario, y para tal fin, apoya en la apertura de nuevos mercados y subsidia parcialmente la certificación (Schwentesius et al., 2009). También es manifiesto, que en el país los apoyos al agro benefician principalmente a aquellos agricultores que tienen más tierra (v.gr. Programa de Apoyos Directos al Campo, ahora ProAgro Productivo), a los que comercializan
mayores volúmenes de producción (v.gr. los programas de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria -ASERCA), y a los que utilizan una mayor cantidad de agrotóxicos y de maquinaria (v.gr. Programa de Equipamiento Rural -PER); siendo estos en general subsidios y apoyos que son ambientalmente dañinos y que incrementan la brecha entre productores convencionales; al tiempo que los productores orgánicos no pueden competir en dichas categorías (Ortigoza et al., 2012).

En el caso de México, los avances en materia de agricultura orgánica se han centrado fundamentalmente en el establecimiento de un marco legal y normativo mediante la publicación de la Ley de Productos Orgánicos en 2006, la conformación del Consejo Nacional de Producción Orgánica (CNPO) en 2007, la publicación del Reglamento de la Ley de Productos Orgánicos en 2010 y recientemente, el Distintivo Nacional de los Productos Orgánicos en 2013; sin embargo, éstos representan solamente un paso inicial de un proceso mucho más grande, dado que aún falta la instrumentación de los lineamientos para la producción, y la traducción de todo lo anterior en decisiones y presupuestos oficiales concretos para el desarrollo de este sector (Schwentesius et al., 2009; Ortigoza et al., 2012). Así, los apoyos del gobierno, han consistido básicamente en el pago de talleres de capacitación, certificación y soporte para la asistencia a ferias y exposiciones (Ortigoza et al., 2009).

En suma, la agricultura orgánica ha subsistido ante la presencia de políticas contrarias al sector (Ortigoza et al., 2009; Gómez et al., 2010a) y si ha crecido en la última década, es más a causa de los apoyos de organizaciones no gubernamentales internacionales y al papel promotor que han desempeñado agrupaciones de productores y algunas certificadoras (Schwentesius et al., 2009), por lo que se requiere en el corto plazo una mayor intervención del Estado mediante una política integral y de fomento para el sector orgánico.

6.2. Revisión de datos básicos del sector orgánico en Michoacán

6.2.1. Contextualización de la agricultura orgánica de Michoacán

El estado de Michoacán ocupa el cuarto lugar a nivel nacional, respecto al PIB primario con 23,359 millones de pesos. El 69% de su población se distribuye en zona urbanas mientras que el 31% lo hace en zonas rurales. Además la entidad está posicionada dentro de los primeros lugares de producción agrícola convencional a nivel nacional (Cuadro 32).

6.2.2. Datos básicos del sector orgánico de Michoacán

En el ámbito nacional, Michoacán ocupa la posición número tres respecto a la superficie orgánica con 48,717 ha que representan el 13.1% del total nacional. A pesar de que el estado ocupa varios primeros lugares en diversos productos convencionales, la producción orgánica se concentra en dos productos: aguacate y coco, que suman casi el 80% (Cuadro 33).
Los principales cultivos orgánicos se producen en distintas temporadas del año y se ubican principalmente en la zona de Tierra Caliente, Uruapan y en el Valle de Los Reyes (Cuadro 34). En Michoacán operan alrededor de once agencias de certificación, la mayoría dedicadas a los cultivos de aguacate y coco. Las principales agencias de certificación por estimación del porcentaje de participación orgánica del total de la producción en el estado son Bioagricert con el 85%, Istituto per la Certificazione Etica e Ambientale (ICEA) con el 10%, Metrocert México Tradición Orgánica (Metrocert) con el 3% y Certification of Environmental Standards GmbH (CERES) con el 1%.

6.2.3. Comercialización de la producción orgánica de Michoacán

Los principales destinos de exportación de la producción orgánica, según estimaciones, son en orden de importancia EUA 85%, Europa 5%, Japón 3.5% y Canadá 3%, también se incursiona en menor medida a otros países. Al igual que a nivel nacional, el aspecto más rezagado de la producción orgánica en Michoacán es el consumo interno, que se estima asciende a un 15% de la producción orgánica la cual se comercializa generalmente sólo en las principales ciudades y sitios turísticos del estado (Gómez, 2004:3). No obstante, ya se empieza a encontrar productos orgánicos a la venta, tanto en fresco como transformados, en las principales tiendas de conveniencia, autoservicio, departamentales, especializadas así como en tianguis y mercados. Respecto a los tianguis y mercados orgánicos en Michoacán destacan: las exposiciones de Consume lo que Michoacán Produce (CODEMI), realizadas en el Jardín del Centro de Convenciones, Morelia, Michoacán. El Tanguis de productos orgánicos en Pátzcuaro organizado por el Centro de Agronegocios Michoacán. El Mercado Agroecológico “Campo Abierto” ubicado en Santa María de Guido, Morelia, Michoacán así como su exposición en la explanada del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Morelia, Michoacán. Las Ferias Alternativas en Pátzcuaro, Erongaricuaro, Uranden, Arocutin y finalmente, el Tianguis Orgánico en Uruapan.

6.3. Resumen del capítulo

Los antecedentes del movimiento orgánico en México se remontan a finales de los años ochenta, debido a la demanda de países desarrollados de productos tropicales y de invierno, que en sus territorios no pueden cultivar, hacia los estados de norte y sur del país. A nivel mundial, México ocupa la posición dieciocho respecto a superficie orgánica y el quinto lugar a nivel latinoamérica. Los estados líder en producción orgánica son Chiapas y Oaxaca que concentran la mitad de la superficie orgánica total y se abocan primordialmente al cultivo del café. Aproximadamente el 85% de la producción orgánica de México se destina al mercado externo, principalmente a países desarrollados tales como Estados Unidos, Alemania, Holanda, Japón, Inglaterra, Suiza, Canadá, entre otros. Mientras que el 15% se destina al mercado interno, no obstante, su comercialización se restringe a ciudades principales y lugares turísticos. Existen aproximadamente un total de 18 agencias de certificación operando, la mayoría enfocadas a los cultivos del café, cacao y aguacate.

En el ámbito nacional, Michoacán ocupa la posición número tres respecto a la superficie orgánica (13.1% del total nacional). Su producción orgánica se concentra en dos productos: aguacate y coco, que asciende casi al 80%, y a dichos productos se dedican alrededor de las once agencias de certificación que operan en la entidad. Los principales destinos de exportación de la producción orgánica del estado son Estados Unidos 85%, Europa 5%, Japón 3.5%, Canadá 3%, y se incursiona en menor medida a otros países.