JÓVENES EMPRENDEDORES RURALES

JÓVENES EMPRENDEDORES RURALES

Jany Mary Jarquín Mejía (CV)
Atlantic International Universiity

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4.4  Situación actual: Incidencia de sus competencias laborales en la  generación de empleo, calidad de vida de sus familias y la economía local

4.4.1 Trabajo y Generación de empleo

La parcela familiar continúa siendo la principal fuente de trabajo de los jóvenes emprendedores conformados ahora en la ABJ. No obstante, conforme a las capacidades que han venido adquiriendo desde que entraron a los CEAR y sus posteriores capacitaciones, algunos jóvenes, además de trabajar en sus parcelas, están desempeñándose en diversos trabajos relacionados a su perfil, como:

  • asistencia técnica,
  • capacitación,
  • promotores en desarrollo comunitario,
  • técnicos en producción agroecológica,
  • guías turísticos,
  • procesamiento de puros,
  • artesanías,
  • cargos políticos en la alcaldía,
  • contabilidad en planes de negocios, entre otros.

Las cooperativas en sí no han generado empleo, son los socios, con sus microempresas, los que han ayudado a crear fuentes de empleo, que aunque no son numerosos, ni permanentes durante todo el año, por lo menos permite integrar a la familia y a mano de obra temporal de las comunidades en estas labores.
Dependiendo del rubro, cada microempresa puede generar en:
Mano de obra familiar: de 1 a 3 empleos, y en
Mano de obra temporal: de 1 a 5 empleos
Mano de obra fija: 1-2 empleos

Por lo tanto, la ABJ puede estar contribuyendo a generar aproximadamente unos 300 empleos familiares, unos 450 empleos temporales y unos 150 empleos fijos durante el año.
El precio pagado va a depender del trabajo realizado, para trabajo de campo, el precio regularmente es de C$ 100.00 (US$ 4.00) por día. En apicultura, el trabajo varía, si es en transhumancia, la miel se saca una vez al año,  pero si es en colmena, son unas 6 veces al año y se necesitan más de tres personas, a éstas se le paga entre C$200 y C$300 el día, porque el trabajo es muy arduo.
Los rubros más rentables en orden de importancia son: el café, la fresa, la miel y las hortalizas. Las artesanías y el turismo comunitario aunque tienen un gran potencial, están apenas empezando a generar sus frutos.

La generación de empleo incrementará en la medida en que la ABJ aumente el volumen de producción orgánica y gestionen las mejores oportunidades de mercado.

4.4.2 Calidad de vida

La calidad de vida ha mejorado según el empeño y la gestión que cada socio le ha dedicado al rubro y la transformación de sus productos. Entre los aspectos que podemos resaltar están:

  • Independencia laboral: Al aplicar sus conocimientos adquiridos en sus parcelas, ya la mayoría no sale a buscar trabajo al machete como “mozo”, más bien dan trabajo a otros jóvenes y a su propia familia.
  • Producción más limpia: La calidad de vida puede observarse desde la parcela, al cambiar su sistema de producción tradicional con uso de agroquímicos a un sistema agroecológico más amigable con el medio ambiente y más inocuo para la salud de de todos los seres vivos.
  • Cambio de rubro principal: Los que han cambiado el rubro de granos básicos por el de cultivos no tradicionales, han visto una gran mejoría económica, como el caso de los socios que se dedican al cultivo de la fresa.

Diversificación de las fuentes de ingresos: Ahora los beneficios económicos no solo proceden de la parcela, sino del procesamiento de sus productos, de la venta de sus servicios profesionales, como técnicos en alguna institución, como capacitadores, o al brindar asistencia técnica a otros productores. En promedio estos jóvenes emprendedores perciben desde C$ 3,000 (US$ 120.00) hasta
C$ 10,000 (US$ 400.00) o más por mes, en dependencia de las actividades que realicen, lo que resulta superior si lo comparamos con el salario mínimo (C$2,421.60) que se recibe en el sector agropecuario.

  • Más estabilidad económica: Al mejorar sus ingresos, algunos socios han podido comprar sus propias parcelas, comprarse medios de transporte (motos), comenzar a construir sus viviendas, vestirse mejor, tener acceso a comunicación (uso de celulares, internet), comprar otros productos que no se producen en la finca, pagar sus estudios en la universidad, sin necesidad de pedirle a sus papas, ni de tener una beca, entre otros. Actualmente considero que hemos llegado a mejorar nuestros ingresos y me ha permitido que a pesar de ser una madre soltera, mantener a mi hijo y asegurarle algunas condiciones básicas”, (Carmen Mercado, Tostadora de café de El Volcán, San Lucas).
  • Mejora en la seguridad alimentaria: Se ha diversificado la producción en sus parcelas, por lo tanto, tienen acceso a una diversidad de productos que complementan su comida tradicional  (“gallo pinto” con tortilla). Las frutas y hortalizas no solo se producen también se procesan.
  • Alta autoestima: Se ha elevado la autoestima, seguridad y mejor convivencia entre los jóvenes.  “Como productor yo  me siento alegre, con alta autoestima, ya no soy un jornalero, ya tengo mi propio trabajo, los reales que saco son míos”. (Cristian Hernández, productor de fresa)
  • Involucramiento de la familia: Al participar la familia tanto de las labores de la parcela, en la generación de ingresos y en el desarrollo comunal, se han observado cambios significativos, en su forma de pensar y de actuar, transformando su opciones de medios de vida.
  • Reciprocidad de conocimientos: estudiantes universitarios vienen a realizar sus tesis, como en el caso de la fresa, y ese conocimiento generado, aunado a la experiencia del productor permite que ambos adquieran nuevos aprendizajes en beneficio mutuo.

4.4.3 Economía local
Los jóvenes emprendedores de la ABJ han contribuido a la economía local de diversas maneras, pudiéndose mencionar las siguientes:

  • Con la certificación de su productos orgánicos, se han beneficiado también otros productores que no están cooperados pero que producen de igual manera.
  • Al estar conformados como Cooperativas le pagan a la alcaldía sus impuestos.
  • Le ahorran dinero a la alcaldía, al hacer trabajo social en labores de limpieza, siembra de árboles en áreas protegidas, “el área donde jugábamos futbol ahora es un pulmón de la comunidad”.
  • Entra más dinero a la comunidad, “porque uno le compra a las pulperías y no va al mercado”.
  • Vienen gentes de otras partes a capacitarse por varios días, dejándole ingresos a la comunidad por pago de servicios profesionales a los jóvenes emprendedores, así como en los alojamientos y alimentos en los negocios locales.
  • Muchos turistas los visitan atraídos por el cultivo de fresas, que es muy apetecida, por lo tanto las comunidades rurales de las Sabanas ya son  mencionadas.
  • Han llegado varios canales de televisión a hacer reportajes sobre los emprendimientos de los jóvenes, destacando la tostaduría de café artesanal, los cultivos de fresas, los apicultores, las artesanías y turismo comunitario en Totogalpa, sin dejar de mencionar la belleza natural  del Cañón de Somoto.

4.4.4  Proyectos Futuros

Las principales expectativas para el futuro que muestran algunos jóvenes como microempresarios son:

  • Ampliar las áreas de siembra en fresas para aumentar su producción.
  • Agregar a la Tostaduria artesanal de café, un cafetín, y un molino.
  • Los apicultores quieren aprender a hacer los equipos de protección, para proveer a los demás productores de miel, ya que en el Norte del país no hay quien haga estos equipos. Tener una tienda para vender estos productos.
  • Otros desean culminar sus estudios universitarios para llegar a ser ingenieros, gerentes, administradores agropecuarios, entre otros.

Las principales expectativas como ABJ:

  • Fortalecimiento de las bases organizacionales
  • Aumentar los volúmenes de producción
  • Conseguir financiamiento
  • Exportar a mercados de productos orgánicos

4.5 Lecciones aprendidas
El desarrollo de las competencias laborales de los jóvenes de la ABJ nos ha dejado importantes lecciones que podrían ser de gran valor para las instituciones educativas, municipalidades, organismos no gubernamentales, donantes y ciudadanía en general, que estén relacionados con la educación,  el emprendedurismo juvenil y el desarrollo territorial, en la medida en que éstas puedan ser incorporadas a  sus planes de desarrollo para mejorar su gestión local.

Entre las lecciones aprendidas, se pueden destacar las siguientes:

El éxito de los CEAR con los jóvenes emprendedores, se ha basado en la estrecha relación con el desarrollo  comunitario, la inclusión y el apoyo de los padres de familia. Se ha respetado el conocimiento empírico inter-generacional y la parcela como fuente del “saber-hacer”, reflexionando críticamente sobre su contexto socioeconómico, ambiental y cultural para dar soluciones más asertivas a sus problemas.
El modelo de educación de los CEAR les abrió a los jóvenes una gama de posibilidades, con un enfoque holístico, formándolos para la vida, enseñándoles a producir agroecológicamente y dándoles mayor valor agregado a sus productos. Permitiéndoles combinar su tiempo de estudios con las labores de la parcela.
La Organización de los jóvenes en Cooperativas fue esencial, porque de esa manera tuvieron más oportunidad para ser tomados en cuenta, visibilizarse, y sobre todo gestionar fondos, hacer alianzas, recibir capacitaciones, importar y exportar productos, entre otros.
Los jóvenes debieron organizarse desde un principio en Cooperativas y no en Asociaciones, ya que se perdieron varios proyectos, porque no estaban constituidos jurídicamente.
Las Cooperativas de la ABJ, no deben esperar a que el INPRHU siempre los esté apoyando, sino fortalecer sus bases organizacionales para ir creando capacidades que les ayuden a gestionar sus propios proyectos, a tomar sus propias decisiones y con el esfuerzo de todos, ir tomando las riendas de su organización.
Antes de conformar una Cooperativa se debió seleccionar bien a los socios, con no más de 25 a 30 miembros, reglamentar los acuerdos y firmar un compromiso, para no enfrentar después el problema de deserción, ya que perjudica al resto de cooperados que se mantienen activos. Muchos socios se retiran, pero no quieren firmar su baja oficialmente, incrementándole los costos a sus demás compañeros.
Aunque la experiencia de las personas mayores es muy útil, no es conveniente que haya en las cooperativas muchas personas mayores con los más jóvenes, ya que tienen otra mentalidad y son más difíciles hacerlos cambiar de opinión.
Se debe dar oportunidad a nuevos jóvenes que quieran pertenecer a las Cooperativas para superarse y estar al mismo nivel que ya alcanzaron los socios más viejos, pero, haciendo una clasificación previa, como se dijo anteriormente.
No gestionar proyectos a título personal, aunque éste sea para el beneficio de la comunidad, ya que los donantes solo apoyan proyectos cuando observan que hay un trabajo compartido y que la comunidad los apoya.
Se deben fortalecer más las capacidades en la gestión empresarial, ya que por desconocimiento del mismo, se incurren en muchos gastos innecesarios, como  los incurridos en la gestión del código de barras y el registro sanitario.
Las capacitaciones que algunos socios reciben, replicarlas hacia los demás cooperados que tengan interés de aprender, para ir creando más capacidades en la organización.
Gestionar más proyectos que brinden alternativas económicamente viables, y generen  mayores  fuentes de empleo e ingresos a las comunidades.
Fortalecer la coordinación y gestión inter-institucional para unir esfuerzos dispersos y potenciar capacidades y recursos para promulgar proyectos en conjunto.
Mejorar la gestión ante universidades y centros de investigación por medio de convenios inter-institucionales que vengan a fortalecer sus capacidades locales.
Se necesita que la ABJ empiece a sistematizar sus propias experiencias para que sus buenas prácticas y actividades sean divulgadas y visibilizadas, pudiendo conseguir  mayores  fondos de distintas instituciones que quieran financiar sus proyectos.