Visión de la Productividad desde una Perspectiva Postmoderna
La labor de la gerencia  consiste en preservar los activos de la organización que un gerente dirige,  desde esta perspectiva se debe considerar que los activos constituyen  una amplia gama de bienes, derechos, y propiedades que hacen que la empresa  funcione, pero para que esto sea operativo se requiere el activo o motor que  permite que lo anterior funcione, el capital humano, el talento de las personas  que hacen vida dentro de ese conjunto de elementos que conforman una  organización. 
      En las ideas de Drucker  (ob.cit.a), expresa que las organizaciones compiten en un mercado bien  exigente, que no escapa a la realidad de la postmodernidad, al siglo XXI, en  tanto, deben ser bien estratégicas las acciones de éstas y el efectivo  cumplimiento de la labor que desarrolle la empresa o institución para responder  y posicionarse entre las mejores.
      Aproximadamente  en el año 1900 Edwards Deming desarrolló un enfoque gerencial basado en la  eficacia al que denominó administración de calidad total, analizó y organizó el  trabajo exactamente como lo hizo Taylor pero buscando incorporar mejoras al  modelo científico de éste. 40 años más tarde perfecciona su teoría con la  aplicación de tecnología, simulaciones y computadores. 
      Posterior  a las guerras mundiales se implantan grandes avances en las industrias y en la  ciencia misma, en América se inspira esta tendencia por los cambios que se  venían originando en Europa y Japón, los avances consistían en mejorar las  posturas anteriores (Tayloristas) y resaltando las potencialidades del talento  humano, con esto sería más fácil. Estos cambios basados en productividad fueron  bastantes significativos, mejoraron las economías de las naciones, basándose en  inversiones en materia tecnológica e innovaciones en los procesos productivos.  Dentro de los lineamientos de Deming y Taylor aunque un poco limitantes y  tradicionales dieron buenos resultados, planteando principios de organización e  innovación que mejoraron las condiciones de vida de la sociedad y de la  economía.
      Dentro  de este contexto, se generaron muchos desafíos tal como lo expresa Drucker  (ob.cit.a), “No solo se podía concentrar en la productividad de procesos  manuales, en el mejoramiento de la economía industrial, el desafío central  sería hacer productivos a quienes trabajan con el conocimiento” (p.173). 
      Con el potenciamiento del conocimiento, el quehacer  gerencial tendría mejores condiciones para generar un entorno más idóneo y con  mejores situaciones para el desarrollo organizacional. Esto como consecuencia  de los cambios que se venían produciendo a raíz de la segunda guerra mundial y  con esto la postmodernidad originó un escenario que propició el desarrollo  postbélico que se vivía, situaciones que permitieron una productividad más  centrada en el desarrollo de la economía y la prosperidad de las naciones.
      Sobre  la base de las ideas expuestas, las organizaciones en la postmodernidad han  afrontado períodos de incertidumbre y cambios estructurales en todo el mundo,  nuevos enfoques y estrategias que un gerente debe asumir, pues esas acciones le  permitirán convertir las amenazas en fortalezas y su competitividad será  reforzada a nivel global, el desempeño de las organizaciones será lo que les  permita adquirir valor, desde el punto de vista financiero y no financiero. 
      Al respecto Drucker (ob.cit.a), expresa que “toda  organización opera basada en una Teoría del Negocio” (p.53). En ese sentido,  éstos entes accionan en entornos difusos y complejos, por lo que deben  considerar la constante revisión y perfeccionamiento de sus procesos, sus  objetivos deben considerar no sólo elementos financieros y/o recursos como  materia prima, el capital, o la elaboración de bienes o servicios, ahora en el  siglo XXI lo humano debe trascender, el talento humano en las organizaciones se  debe unificar con todos los elementos que hacen vida en la organización. 
      En el  orden anterior, se comprende que los individuos son el elemento o factor clave  que dirigirá a la organización al éxito. Por esa premisa, se debe asumir  compromisos con la humanidad, y desde esa perspectiva la acción gerencial se  enfocará no sólo en las operaciones o los procesos productivos, sino más bien  en atender a las demandas de la sociedad, cumpliendo con dichos compromisos  sociales entre los que figuran la ética, la responsabilidad social, con el  cuidado y preservación del ambiente.
      Visto  de esa forma, las organizaciones en la postmodernidad deben asumir un rol ético  y de responsabilidad para con el colectivo social, y el beneficio común de  todos sus integrantes y de su entorno. Por tanto, el funcionamiento de las  organizaciones abarcará funciones y procesos centrados en la excelencia, la  competitividad, originalidad, creatividad y perspicacia de los diversos actores  ya mencionados.
      Aunado  al contexto anterior, las empresas deberán asumir dichos escenarios, apropiarse  de un liderazgo centrado en la innovación, y la creatividad, dispuesta a asumir  los riesgos emergentes de esta época postmoderna. Es preciso resaltar las ideas  de Drucker (ob.cit.a):
      Una  industria madura deberá administrarse con miras a ocupar una posición de  liderazgo en áreas que serán pocas, muy pocas, pero cruciales, y especialmente  en áreas donde se pueda satisfacer la demanda a un costo bastante menor  aprovechando la tecnología avanzada o la calidad avanzada (p.71). 
La imagen anterior señala a partir de las ideas de Drucker, una nueva óptica de lo que como investigador considero, debe representar la productividad en las organizaciones postmodernas, con un enfoque innovador y creativo, a continuación se detalla el significado de la figura 1:
Como complemento de lo mencionado, es necesario señalar lo expuesto por Clegg (1992), referente a los perfiles de la organización postmoderna, entre los cuales deben estar presente los siguientes:
A  partir de esos preceptos, se hace necesario impulsar y adoptar el cambio en las  organizaciones, es cierto que los cambios incluyen temor, y mucha resistencia,  pero no es menos cierto que su talento humano deberá  asumirlos, con una visión compartida y un  trabajo cooperativo, con el fin de favorecer las adaptaciones y nuevas formas  de hacer las cosas.
      Ahora  bien, considerando las múltiples y diversas acciones que originan dichas  situaciones de cambio, es necesario que se articule dentro de las instituciones  escenarios con mucha perspicacia y perseverancia, donde se garantice la  consecución e implantación de diversas estrategias que desarrollen las  potencialidades de los empleados e impulsen verdaderos procesos de  transformación, en ese sentido, a continuación se evidencia dichos enunciados  en el cuadro 1:
  Cuadro  1 
  Visión  de las organizaciones desde la óptica de la modernidad y la postmodernidad.
Concepto  | 
        Modernas  | 
        Postmodernas  | 
      
Supervisión  | 
        De proceso  | 
        De producto/ servicio  | 
      
Estructura  | 
        Formal/rígida  | 
        Formal/informal/flexible  | 
      
Toma de Decisiones  | 
        Individual  | 
        Colectiva  | 
      
Tipo de trabajador  | 
        Obrero descalificado  | 
        Obrero polivalente  | 
      
Control  | 
        Impersonal/explícito  | 
        Colectivo/implícito  | 
      
Jefatura  | 
        Basada en desconfianza  | 
        Basada en confianza  | 
      
Producción  | 
        Maza/cantidad  | 
        Nichos/cantidad-calidad  | 
      
Motivación  | 
        Satisfacción  | 
        Compromiso  | 
      
Plazo  | 
        Largo  | 
        Indistinto  | 
      
Relaciones  | 
        Jerárquicas  | 
        Semidemocráticas  | 
      
Organización productiva  | 
        Separación diseño/ejecución  | 
        Integración de diseño y ejecución  | 
      
Racionalidad  | 
        Formal  | 
        Sustantiva  | 
      
Recompensas  | 
        Económicas  | 
        Simbólicas y económicas  | 
      
Objetivos  | 
        Utilidad  | 
        Expansión  | 
      
Fuente: Conceptualización de Modernismo y Postmodernismo. Gutiérrez (2002).
Con referencia a esas  visiones, existe coincidencia en que para la postmodernidad, prevalece el  interés en el capital conocimiento, el pensamiento y acción gerencial es  amplio, holístico y abierto al cambio, la intuición de quien dirige la  organización juega un papel preponderante en esta misiva, puesto que se busca  armonizar lo económico, lo social, lo ambiental, entre otros elementos como la  equidad y las políticas públicas.
      Según  esas ideas, el gerente gestionará el conocimiento en su talento humano, enfocándose en la  participación activa para crear un equipo de trabajadores del conocimiento. Al  respecto Harmon (2007), refiere que son “procesos complejos, impredecibles y en  consecuencia difíciles, si no imposible de modelar en términos de su proceso  fluido” (p.12). Esos propósitos facilitan el acercamiento y mejoramiento de los  procesos al éxito dentro de las empresas.
      A esas aseveraciones, se  debe añadir que la finalidad de la conformación de trabajadores del  conocimiento se hace con miras de que se adapten a los procesos complejos de  transformaciones y no titubeen ante cualquier situación desafiante. Así pues,  se gestionará escenarios con armonía en la organización, trabajadores motivados  e inspirados a innovar, que empleen diversas acciones que sean creativas para resolver  los problemas que se le presenten.