CREATIVIDAD EN EL ACCIONAR GERENCIAL PARA LA POTENCIACIÓN DEL DESARROLLO ENDÓGENO EN LA EDUCACIÓN MEDIA. ATISBO TEÓRICO DESDE LA POSTMODERNIDAD

CREATIVIDAD EN EL ACCIONAR GERENCIAL PARA LA POTENCIACIÓN DEL DESARROLLO ENDÓGENO EN LA EDUCACIÓN MEDIA. ATISBO TEÓRICO DESDE LA POSTMODERNIDAD

Edgar José Gómez Rodríguez
Universidad Yacambú

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La Creatividad, ¿Cualidad, Acción o Estrategia?.  Perspectiva desde el Ámbito Gerencial

Durante muchos años los psicólogos han tratado de dar una definición para conceptualizar la palabra creatividad, ésta se utiliza de diferentes maneras y en distintos contextos. Lo que da pie a decir que es difícil obtener una definición definitiva de esta palabra. En el ámbito del arte es donde suele asociarse dicho término, no con esto indicándose que la creatividad se asocie solo en lo artístico. Debido a la naturaleza compleja que encierra la actividad creativa en sí, existen diversas teorías que se han desarrollado para explicar dicha definición.

En el contexto anterior, también suele dudarse de que la creatividad se pueda enseñar, ha llegado a decirse que ésta es una capacidad natural, y que difícilmente se pueda mejorar a través de un proceso educativo. De acuerdo al National Advisory Committee on Creative and Cultural Education (1999), institución norteamericana que funge como Comité Asesor Nacional sobre Creatividad Cultura y Educación (CANCCE); este comité expresa que la creatividad sí puede ser desarrollada, incluso indican cómo podría hacerse. Muchas personas asocian la creatividad con las artes, música, teatro, arte, danza, literatura, llamándolas a menudo las artes creativas.

En concordancia con esta asociación, pienso que efectivamente la creatividad es aplicable a otros campos, en otras disciplinas, y que puede considerarse como esa acción que consiste en producir o crear algo nuevo y original. Su aplicación trasciende a una multidisciplinariedad de aplicaciones, lo cual es importante para el avance de las ciencias, las matemáticas, la tecnología, la política, los negocios e inclusive en la vida cotidiana.

Así pues, coincido con el CANCCE, cuando afirma que todas las personas son capaces de alcanzar un proceso creativo en cualquier actividad, siempre y cuando se presenten condiciones favorables y que se cuente con conocimientos, destrezas y habilidades relevantes.

El mencionado comité, define a la creatividad como un proceso que encierra una amplia gama de actividades y estilos personales, es de por sí difícil. En ese sentido, la naturaleza de los procesos creativos y de las formas en que se pueden utilizar en diferentes contextos.

La figura 2 permite visualizar un esbozo que de acuerdo a la CANCCE me permitieron realizar la aproximación hacia la definición de creatividad, al respecto, los expertos que conforman el CANCCE, analizan cuatro (4) características en los procesos creativos. En primer lugar, que siempre implica pensar o actuar con imaginación. En segundo lugar, es en general una actividad imaginativa que busca un propósito: es decir, que está dirigida al logro de un objetivo. En tercer lugar, estos procesos deben generar algo original. Y en cuarto lugar, el resultado debe ser de valor en relación con el objetivo. Por lo tanto, se puede definir la creatividad como: la actividad imaginativa realizada con el fin de producir resultados, originales y de valor.

Por otra parte, Cabrera (ob.cit.), en su investigación contempla varios referentes básicos, entre los que se interesó en responder al Quién, al Cómo, al Qué y al Dónde, la idea de sus referentes tienen que ver con:

La persona creativa: Asociada a la tensión conciencia-impulsos inconscientes; a ciertas patologías; a lo místico; a rasgos de personalidad;  a la estimulación del pensamiento; a la medición del pensamiento creativo; a la práctica; a la motivación intrínseca y extrínseca y  a la autorrealización.

El proceso creativo: Buscar información, transformar, evaluar, ejecutar, procesos intuitivos o analíticos; fases de preparación, incubación, iluminación y verificación; procesos didácticos como problematizar, climatizar, estimular, valorar-estimar, y orientar.

El producto creativo: Si lo realizado tiene atributos de novedad, valor, nuevas implicaciones, originalidad, complejidad, etc. Si hay variedad de productos.

El ambiente creativo: Se refiere al contexto histórico y social, al ambiente psicosocial, ambiente didáctico, ambiente físico; al  clima necesario (como pueden serlo el humor, el juego), a las condiciones materiales (recursos), factores de interrelación (la comunicación, el respeto, la libertad de expresión, etc.). En ello nos encontramos también un relevante trabajo en los ámbitos de la Resiliencia, (Quiñones, 2006, de la Torre, 2009, 2010), donde un ambiente de adversidad puede dar lugar a grandes transformaciones creativas. (p.78)

Con respecto a los elementos anteriores, se detallan aspectos importantísimos y que deben existir para que se dé la creatividad, la persona creativa posee características en su personalidad que le permiten a través de la motivación generar ideas, seguido el proceso creativo; el cual consiste en la búsqueda y transformación de la información para orientar los elementos en pro del producto creativo, donde se obtiene atributos de originalidad y valor en la nueva idea, en todo lo mencionado, es relevante que existan condiciones que propicien un ambiente psicosocial favorable, un entorno de libertad para las transformaciones creativas.

Cabe considerar que, de acuerdo con el estudio de Cabrera (ob.cit), quien cita teóricos como: Poincaré (1913) y Wallas (1926), éstos hacen mención al proceso creativo, refieren que: “contempla varias etapas: de Preparación, Incubación, Inspiración, Elaboración y Verificación… (p.42), asimismo, Follett (1924), señala en su obra Creative Experience que “el pensamiento creativo e inventivo se da más fácilmente en el apoyo e interacción de forma circular y participativa con los otros (p.42).  Por su parte Cleeton (1926), destaca las experiencias realizadas en el estudio de la originalidad. 

En el orden anterior, Grippen (citado por Cabrera), destaca otras variantes según la imaginación creativa artística centrada en una revisión, organización, improvisación, selección, composición. Al igual señala en su obra Desarrollo de la Capacidad Creadora, se dedicó a estudiar y ha sido una gran referencia en la creatividad artística escolar, enfocando sus investigaciones en el crecimiento general del niño (a), y en particular en el desarrollo mental, el cual está íntimamente unido al desenvolvimiento de la capacidad creadora y viceversa.

Desde la perspectiva de los teóricos anteriores, una vez más es notorio que los estudios de la creatividad, tal como ya se mencionó es analizada desde varias perspectivas, arte, educación, cultura, entre otras, y en todos los casos aporta grandes beneficios al desarrollo de las habilidades, es generadora de nuevas ideas, que bajo un ambiente o clima propicio, de seguro el resultado será beneficioso para el ámbito en el cual se aplique.

A partir de las evidencias anteriores, la creatividad desde el punto de vista de Grippen, citado en Cabrera (ob.cit), da una visión centrada en el Desarrollo Humano, expresa que: “Esta categoría se refiere a la creatividad comprendida y desarrollada con un enfoque humanista de la creatividad” (p.44). Desde la mirada de la postmodernidad coincide perfectamente, pues ya se ha mencionado la importancia que juega el individuo dentro de los procesos sociales en los que se desenvuelve, el sentido humanista prevalece, y como lo enfocan los autores mencionados existe relevancia entre la creatividad y  la superación personal y el desarrollo humano.

Variables que Intervienen en la Creatividad

En torno a las descripciones anteriores, referidas a la creatividad, se hace necesario el establecimiento de las variables que intervienen en ella, las premisas ya descritas plantearon una visión acerca del proceso creativo, ahora desde la vista de Carevic (2006), este autor refiere que la creatividad es: “una habilidad personal del individuo, por esta razón, no todos los seres humanos la tenemos igualmente desarrollada. La existencia de variables intervinientes en el proceso creativo explica ésta situación” (p.1). Atendiendo a esas ideas, de nuevo interviene el proceso creador, pero en este caso se hará mención a los elementos o factores que inciden en el mismo.

En este caso se considera necesario especificar las siguientes variables según Carevic (ob.cit,):

Factores cognitivos. Son aquellos que se relacionan con la captación y elaboración de la información. Los procesos cognitivos que se dan en el acto creativo tienen ciertas características que se describirán a continuación: como primer elemento se menciona la percepción; como un proceso de captación de la información tanto en el ámbito externo como en el ámbito interno. A través de la percepción el ser humano puede captar sus necesidades para luego satisfacerlas. Es en el acto perceptivo entonces, donde surge la posibilidad de crear. Para obtener una obra novedosa y creativa es indispensable tener los sentidos abiertos y dispuestos a recibir nueva información, sin anclarse a prejuicios y esquemas rígidos acerca de la realidad.

Seguidamente, y en segundo lugar, el proceso de elaboración; este proceso posibilita conceptualizar y relacionar datos e ideas en un sistema que permita comprender y actuar sobre la realidad. El proceso de elaboración se da en la transacción del individuo y su ambiente particular, tal como es percibido por él. Este proceso, se caracteriza por ser multiasociativo, es decir, permite contemplar simultáneamente datos diversos y antagónicos, permitiendo así que se asocien con máxima libertad, flexibilidad y riqueza, buscando nuevas organizaciones. Estas son las que permiten actuar sobre la realidad de manera creativa.

La elaboración pueden verse desde diferentes perspectivas, tales como:

  1. Estilos de pensamiento: las distintas formas de percepción y de respuesta al medio, explican la existencia de distintos estilos cognitivos. Variados autores, han acordado dos maneras diferentes de pensar, las cuales han sido denominadas de diferentes formas. Hoy en día, gracias al avance del conocimiento acerca del funcionamiento cerebral, se tiene evidencia experimental la cual apoya la existencia de dos estilos cognitivos diferentes relacionados con los hemisferios cerebrales.

Muchas veces, se ha tendido a asociar la creatividad con el segundo tipo de éstos estilos de pensamiento. Sin embargo, actualmente la mayoría de los autores está de acuerdo en que la creatividad surge de una integración de ambas modalidades. Si bien todos los individuos poseen ambas modalidades, no todos las utilizan por lo que el desarrollo de la capacidad creadora incluye facilitar y estimular en la persona el acceso a ambos estilos de pensamiento. En las diferentes etapas del proceso creador sé utilizan preferencialmente uno de éstos estilos, según los objetivos que se persigan.

  1. Habilidades de pensamiento: En cuanto a la evaluación del pensamiento, distintos tratadistas han coincidido que existen ciertas habilidades del pensamiento que estarían relacionadas con la posibilidad de dar respuestas y soluciones novedosas o creativas. Existe acuerdo que todas estas habilidades son muy importantes pero serían centrales las de fluidez, flexibilidad y originalidad.
  2. Estrategias de pensamiento: El pensamiento consciente trabaja sobre la base de herramientas intelectuales con que las personas recogen, elaboran, organizan y entregan la información. La mayoría de las personas, seleccionan sus propias estrategias de manera inconsciente, eligiendo aquellas que en el pasado les han sido más útiles y adaptativas. Esta selección de estrategias es automática por lo tanto impide recurrir a una gama más amplia de modos de pensar. Así, el desarrollo de la creatividad, supone el conocimiento y entrenamiento de una amplia gama de estrategias, lo que permite resolver problemas de una forma novedosa y distinta del resto de las personas.

Igualmente, la tercera variable son los factores afectivos, acá se  distinguen algunos elementos que aparecen como centrales para la movilización del potencial creativo, se menciona la apertura a la experiencia, lo cual se refiere al grado en que una persona está consciente del ambiente interno y externo como fuente de recursos e información útil. Esta estaría caracterizada por un momentáneo desprendimiento de esquemas conceptuales previos respecto de la vivencia. Dentro de este punto podemos ver:

  1. Apertura a la experiencia y canales sensoriales: se refiere a la disposición afectiva para el uso de los diferentes canales sensoriales. Una gran cantidad de métodos para estimular la creatividad están orientados a favorecer la disposición de las personas a usar los diferentes sentidos.
  2. Apertura a la experiencia y mundo interno: la apertura a la experiencia implica apertura al mundo externo tanto como el interno. Una persona capaz de percibir en una experiencia lo que sucede consigo misma, tiene mucha más información, y por lo tanto, es más probable que pueda establecer relaciones mejores y más originales.
  3. Límites para la apertura: abrirse a la experiencia implica abrirse a lo desconocido, algo frente a lo que no se sabe si se logrará control. Sin embrago, estar abierto a la experiencia implicaría como producto, una mejor integración de la persona, más autoconocimiento lo que le dará la sensación de confianza en sí mismo y en el medio. Verse enfrentado a experiencias nuevas promueve la ejercitación de mecanismos de enfrentamiento a situaciones desconocidas, así como también contribuye a disminuir la ansiedad ante lo nuevo. La novedad pasa a ser algo conocido, y por lo tanto no atemorizante.

La cuarta variable es la tolerancia a la ambigüedad, esto se refiere a la capacidad para permanecer algún tiempo en situaciones confusas y no resueltas sin precipitarse por resolverlas forzando un cierre prematuro de la situación problemática. Tolerar la ambigüedad no implica permanecer en ella, y tampoco apunta a una experiencia caótica, indiscriminada sino que incluye una forma de ir asimilando la experiencia de manera ordenada sin forzar las respuestas.

Mientras que la quinta variable aborda a la autoestima positiva, una buena autoestima supone aceptarse a sí mismo con lo positivo y lo negativo, con las debilidades y las fortalezas. De esta manera una persona que ha logrado un buen nivel de autoestima podrá lograr una buena comprensión de sí, comodidad consigo mismo, seguridad y confianza, menor sensibilidad frente a la crítica y el fracaso, superar la culpa y el resentimiento, tendrá mayor confianza en sus percepciones.

Ahora bien, la variable número seis inherente a la voluntad de obra: se refiere a la motivación por ver una obra o un problema concluido. Esta motivación tendría en la base un componente cognitivo, en el que se le asigna un valor a ciertas ideas o juicios acerca de lo positivo de concluir y cerrar etapas, terminar, obras, entre otras.  

Por último, la motivación a crear plantea la séptima variable, refiriéndose al impulso por crear, así como al interés, que a una persona puede provocarle, participar en tareas que impliquen resolver problemas cuyas soluciones se desconocen. Se ha observado que sujetos creativos se muestran más motivados por las manifestaciones que no se pueden ordenar fácilmente, o las que presentan contradicciones desconcertantes.

Desde la base de las ideas de Carevic (ob.cit.), puedo agregar que a esos elementos que intervienen en la creatividad, se debe añadir enfoques educativos, y hasta gerenciales, la perspectiva académica facilitará abarcar mejor los aspectos motivacionales abordando con estrategias didácticas que propicien escenarios de confianza y éxito, para que los resultados sean muy significativos. Por su parte la óptica gerencial entonces, también abrasada desde lo educativo conllevará al gerente a asumir herramientas que le den a su accionar elementos que favorezcan el clima organizacional desde la motivación y los incentivos al talento humano, que le garantizará resultados creativos y productivos para la organización que dirige.

Retomando la secuencia de las ideas anteriores, De la Torre (2000), otro teórico en los menesteres de la creatividad, incluye algo que denomina los campos de energía transformadora, a lo que refiere que “son como un potencial y un valor humano transformador, social y ético, todo ello acompañado de conciencia” (p.31).

A partir de las ideas anteriores, considero personalmente que la creatividad es una cualidad importantísima, y que está asociada al conocimiento, puesto que el pensamiento es en sí un acto creativo. La formación, capacitación y/o aprendizaje favorece la creatividad y desde una perspectiva compleja, holística, integral, y que como ya se mencionó están inmersos en ella elementos como afectividad, conocimiento, la comunicación e interacción en lo social y por ende la educación.

Enfoques y Visiones de la Creatividad

A la luz de los principios anteriores, se ha hecho un recorrido hacia un intento de conceptualización de la creatividad, y el proceso que se genera en lo que respecta a la misma, desde otro punto de vista, se describirán estudios realizados por varios autores, a continuación se mencionan algunos. Los Enfoques emergentes en este sentido, enmarcan dentro varias perspectivas propuestas que se están presentando y poniendo a colación en esta temática.

Uno de los teóricos contemporáneos de la creatividad ubica sus estudios con una visión sistémica; causa interés por considerar a la persona como parte de un sistema de influencia e información mutua, Csikszentmihalyi (1996), autor dedicado más de 30 años a la investigación de la creatividad buscando entender cómo las personas viven y trabajan, para hacer más comprensible el misterioso proceso por el que surgen las nuevas ideas y cosas nuevas. Según este autor, si se tuviera que expresar con una sola palabra lo que hace a la personalidad creativa diferente de los demás, es la complejidad. Un ser creativo, en lugar de ser un “individuo”, es “multitud efervescente”.

En referencia a lo anterior, el citado autor, aborda una teoría ecológica, donde se resalta a través del medio histórico y social donde se lleva a cabo las obras creativas. El postulado del mencionado autor es el “Fluir” de la creatividad, señalando que en el estado de fluir, los individuos se enfocan en sus visiones, a ese precepto dice que “las personas que están realmente interesadas en lo que están haciendo, son quienes van más allá” (p.6). En ese sentido, se ubicarán dichos individuos en un estado muy alto de creatividad. Bajo esa premisa, argumenta que es necesario estudiar al individuo y su contexto (su ambiente laboral), y que hay que sustituir la pregunta ¿qué es la creatividad? por ¿dónde está la creatividad?

Expresa que: “No podemos estudiar la creatividad aislando a los individuos y a sus obras del medio histórico y social en el cual sus acciones se llevan a cabo”, y que la creatividad es un proceso por el cual resulta modificado un campo dentro de una cultura. 

Con su teoría, la comprensión del complejo contexto en el cual opera la gente, puede eventualmente enriquecer nuestro conocimiento acerca de quién es y qué hace el individuo. Considera que no se puede estudiar la creatividad aislando a los individuos y sus obras del medio histórico y social en que llevan a cabo sus acciones. Expresa que la creatividad no es el resultado de una acción individual aislada, sino el producto de tres fuerzas que son definidas por el autor de la siguiente forma: (a) Una sociedad que selecciona entre variables producidas por sus individuos, las que considera se deben conservar, (b) Un dominio cultural estable que transmite y preserva nuevas ideas a las generaciones futuras: música, literatura, religión, tecnología, (c) La persona que realiza transformaciones para llegar a ser creativa realizando cambios en el dominio, integrada en el sistema ambiental.

Para Csikszentmihalyi (ob.cit.) la creatividad es un fenómeno que resulta de la interacción entre estos sistemas. Añade que sin un dominio de acción culturalmente definido, en el que la innovación sea posible, la persona no podría ni siquiera arrancar.

Al respecto, se puede decir que las personas aplican la creatividad ya sea para solucionar conflictos y/o de relación con los demás, sin embargo, son las personas, y más específicamente el conjunto de ellas las que dan vida a las organizaciones y generan acciones de impacto, por lo que el ambiente social  a su vez, tendrá gran influencia en los resultados  de la creatividad en éste ámbito.

Tomando en consideración el enfoque o modelo transaccional de la creatividad, establecido por Taylor (citado por De Bono, ob.cit.a), quien plantea que las personas son confluidas por el entorno a la vez que influyen en él, y que todos somos personas creativas, no tanto por el propio desarrollo de potencialidades, sino por el modo de entender de cada individuo y por lo que realizamos a través del medio, transformando y actualizando dichas acciones.

Asimismo, se encuentra la teoría sociocultural de la creatividad, donde Gruber (citado en Romo, 1998), plantea que los insight constituyen momentos puntuales y que la creación científica de impacto social es el resultado de una vida de trabajo. Del mismo modo, propone un modelo de desarrollo para entender la creatividad considerando el propósito, el conocimiento y el afecto.

De igual manera, De Prado (citado por Cabrera,  ob.cit), aborda la teoría Creatividad Aplicada Total, enfocada desde una visión humanística integral de la creatividad en la práctica, una comunicación integral, una didáctica creativa autoconsciente y dialéctica, con multilenguajes y métodos creativos, así como el desarrollar la dimensión creática del ser humano como ser individual y social en los contextos ambientales, culturales e institucionales en que se desenvuelven.

En el orden de las ideas anteriores, al tomar en consideración la teoría componencial o ambientalista propuesta por Amabile (ob.cit.), quien integra la contribución de los diferentes procesos, destacando la importancia del ambiente sociocultural y lo motivacional: esto integra las competencias  personales, las competencias creativas y la motivación intrínseca, ésta vista como señales externas y como estímulos de entrada. Para su postulado la autora mencionada, aborda su teoría dándole gran importancia a la fase de contacto del individuo con el ambiente en el cual se generan los problemas, haciendo énfasis en la motivación para la creatividad, con un enfoque de psicología social.

Ahora bien, para los componentes creativos, referidos en el párrafo anterior, la creatividad posee una categoría característica en las personas que, si bien profundiza en muchos aspectos elementos individuales, no se preocupa de una creatividad grupal o colectiva específicamente, por lo que se debe avanzar en los estudios acerca de la creatividad hacia una perspectiva psicosocial, y darle una influencia sociocultural, ambiental y ecológica asociadas a la misma.

El modelo establece como etapas para el desarrollo del proceso: (a) presentación del problema o tarea, (b) preparación u obtención de la información en el entorno, (c) generación de las posibles respuestas (relación con el entorno), (d) validación de las respuestas constatando con la verdad de lo hecho, y (e) resultado del proceso que puede ser un éxito, o un fracaso.

La autora define la creatividad como: “La cualidad de las respuestas o productos juzgados como creativos por observadores apropiados, o como el proceso a través del cual algo juzgado es producido” (p.12). Hace énfasis en la importancia del talento, la educación, las habilidades cognitivas, los intereses y características de la personalidad, interactuando todos para lograr una conducta creativa.

Los componentes básicos de su modelo son: (a) la motivación intrínseca sin la cual no existirá acto creativo; (b) destrezas relevantes o habilidades propiamente creativas y (c) destrezas relevantes para el campo en el que se desarrolla la tarea. Los tres componentes hacen posible que la solución de problemas sea un producto creativo; el modelo es eminentemente integrador, puesto que de acuerdo con la autora, ni el enfoque de la personalidad solo, ni el cognitivo, ni la psicología social o ambientalista aislados, puede dar respuesta al proceso creativo debido a que la creatividad requiere de diversos factores, para su desenvolvimiento.

Lo expresado por Amabile (ob.cit.), es un punto interesante visto desde el punto de vista gerencial, puesto que en las organizaciones con frecuencia se presentan situaciones donde las condiciones del clima interno o del entorno no son muy beneficiosas, es decir, no facilitan el desarrollo y la actualización del potencial creativo. Por esa condición, el gerente deberá actuar, accionar bajo ese escenario y propiciar un clima creativo, convertir ese ambiente desfavorable, donde la creatividad pueda ser estimulada por medio de la configuración favorable del ambiente físico y social.

Evidentemente, las organizaciones postmodernas se ven inmersas en ambientes difusos y llenos de incertidumbre, condiciones que orientan a que el gerente se vuelva creativo, ganando estrategias que orienten hacia la conformación de un ambiente social empático, auténtico, congruente y aceptador, que facilite que su talento humano asuma compromisos, se arriesgue, y que pierda el temor a cometer errores. De no buscar esto, por el contrario, la presión a la conformidad, la dicotomía en el trabajo, así como la búsqueda de éxito como valor esencial, son las condiciones que bloquean el desarrollo de la creatividad.

Bajo una nueva perspectiva, la evaluación de los estudios de la creatividad autores como De Bono (2010b), quien refiere que la creatividad “es un conjunto de habilidades mentales que utilizamos” (p.15). Para abordar la creatividad se debe concentrar antes en el proceso que está antes del acto creativo, es decir, el pensamiento creativo, donde “el pensamiento consiste en una actividad mecánica que sigue las mismas leyes de la conducta externa y visible que consiste en respuestas motoras, audibles y verbales” (p.34). Para él entonces un método importante para el entrenamiento de la creatividad se basaría en el refuerzo positivo de las respuestas poco comunes.  

Describe entonces el pensamiento lateral, como un método de pensamiento que puede ser empleado como una técnica para la resolución de problemas de manera creativa. Su autor Edward de Bono, lo refiere como la técnica que permite la resolución de problemas de una manera indirecta y con un enfoque creativo. El pensamiento lateral es una forma específica de organizar los procesos de pensamiento, que busca una solución mediante estrategias o algoritmos no ortodoxos, que normalmente serían ignorados por el pensamiento lógico.

La idea central es la siguiente: al evaluar un problema existiría la tendencia a seguir un patrón natural o habitual de pensamiento (las sillas son para sentarse, el suelo para caminar, un vaso para ser llenado con un líquido, entre otros), lo cual limitaría las soluciones posibles. Con el pensamiento lateral sería posible romper con este patrón rígido, lo que permitiría obtener ideas mucho más creativas e innovadoras para representar todos esos caminos alternativos o desacostumbrados, que permiten la resolución de los problemas de forma indirecta y con un enfoque creativo. En particular, la técnica se basa en que, mediante provocaciones del pensamiento, se haría posible un desvío del camino o patrón habitual del pensamiento.

Según esta teoría, la aplicación del pensamiento lateral a la vida cotidiana, así como la técnica de alumbrar los problemas desde distintos puntos de vista, permitiría encontrar diferentes, nuevas e ingeniosas respuestas para problemas ya conocidos.

Es por ello que, De Bono (ob.cit.b), plantea que la mente no se basa en un proceso de ordenación de la información sino que es incorporada automáticamente a los modelos ya establecidos o bien forma nuevos modelos. En efecto, no sólo se considera la creatividad como algo alocado, para ello es que establece técnicas que se basan en el comportamiento de la percepción humana como un sistema auto-organizado y generador de pautas.

De esta manera, las técnicas del pensamiento creativo se orientan a la formación técnica o destrezas del pensamiento, que deben aprenderse directamente como técnicas concretas, afirma al respecto que la creatividad no sólo se ubica en la persona, sino, en un área de la persona.

El pensamiento lateral puede ser un motor del cambio. Como técnica o habilidad personal puede ser utilizado en la resolución de problemas de la vida cotidiana, tanto laborales como domésticos ya sea individual o en grupo. Plantea una forma deliberada de utilizar las capacidades mentales en cada individuo, empleando acciones como la perspicacia, la intuición y la motivación.

Atendiendo a las consideraciones anteriores, se reconoce que la creatividad ofrece nuevas acciones, y posibilidades para solucionar problemas de modo distinto y novedoso en las organizaciones u otro ámbito, partiendo de un análisis previo de la situación. Para fomentar la creatividad a partir de las ideas antes mencionadas, se debe comenzar a buscar ideas y alternativas para la efectiva satisfacción de problemas y/o necesidades de la organización.