LA INFRAVALORACIÓN SOCIO-CULTURAL Y SUS EFECTOS EXCLUYENTES

LA INFRAVALORACIÓN SOCIO-CULTURAL Y SUS EFECTOS EXCLUYENTES

José Pérez Veloz (CV)
Universidad Nacional Experimental Simón Rodriguez

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1.3.-El escenario político en la valoración del ser humano: Un factor estratégico en el marco de la sociedad contemporáneo.

El ser humano desde que comenzó a formar grupos sedentarios inició un proceso de organización colectiva (la polis) La polis es una creación griega, es uno de los rasgos que caracterizan a dicha cultura. La polis o ciudad-estado tuvo su aparición en el siglo VIII a. C., aproximadamente. Es importante recordar que el mundo griego antiguo estuvo formado por un conjunto de territorios que tenían como referencia al Mar Egeo.

 Concepto que hemos asumido por ubicarnos en la cultura occidental, sin embargo, las otras civilizaciones, los otros asentamientos humanos, las otras grandes culturas, existentes en otros lugares tales como Egipto, Asiria, Persia, etc., a las cuales no se han  enmarcado bajo el concepto general de polis.

También han  conformado   pueblos o conglomerados humanos, con características  distintas,  que se han remontado históricamente en cuanto a modos de vida y  en espacios geográficos diferentes: primitivo, antigüedad, contemporáneo, moderno y actual. En cada una de estas etapas han entrado en juego escenarios diferentes.

En cada uno de de estos escenarios, se han presentado  tensiones infravalorativa de la condición humana, al punto que, actualmente se  está hablando de deshumanización de la sociedad. La humanidad en su recorrido histórico ha apelado a la regulación del comportamiento en sus  acciones para buscar la convivencia social, algunos autores: “Platón, Aristóteles,  Maquiavelo, Rousseau, Marx y Engels, entre otros” que dan cuenta de la preocupación  moral y la ética como pilares fundamentales para la convivencia social, racionalmente contempládo en leyes y normas, según los referentes culturales de las diferentes y diversas etnias.

Se aclara que el Diccionario, El Pequeño Larousse (1998.p.427) define el concepto de etnia como “Grupo de familias en el sentido amplio de la palabra,  en un área geográfica variable, cuya unidad se basa en unas estructuras familiares, económicas y sociales comunes en una lengua y cultura asimismo comunes” En ésta definición está centrada la actividad política, por ser la necesidad clave para la organización social.

  Al respecto Mora (2004) sostiene:

 

Hay multitud de temas que pueden estimarse legítimamente como de carácter político, pero que a la vez se entrecruzan con otro tipo de cuestiones: cuestiones morales o ética, ante todo, de antropología filosófica, (de concepción del hombre), cuestiones legales, sociales, económicas,…estructuras y formas de gobierno (p.2833).

Estas  diversas concepciones políticas e interpretaciones de la convivencia social han entrado en contradicciones y conflictos, siendo las causantes de las guerras, la esclavitud y la exclusión  social, para llegar al extremo como es irrespeto a la dignidad humana, cuyo efecto influye en la infravaloración; condición ésta que afianza las raíces socio-culturales de las desigualdades sociales a lo largo del recorrido histórico de la especie humana.

           Los ideólogos de la política fundamentada en principios ético -morales han chocado contra los  muros creados por personas que revestidos de poder y con actitudes mesiánicas han manipulado los ideales más trascendentes erguidos de mentes superiores; seres realmente humanos, que visualizan horizontes y caminos que enrumben hacia modos de vida mejor para toda la especie humana. Al respecto Platón (Mora.ob,.cit.) Define la función del Estado como:

Un Estado ideal…se deduce que la cuestión fundamental es de la concordia social, la que puede solamente obtenerse cuando hay acuerdo acerca de quién debe regir el Estado y del lugar que corresponde a cada individuo – y a cada estamento social-dentro del mismo, lugar determinado por la justicia, la que rige las relaciones entre las diversas clases que son respecto al cuerpo social lo que las facultades son respecto al alma individual humana (p.2796).

Esta concepción de sociedad ideal, equilibrada mediante el consenso, establecida en las constituciones y leyes que sean realmente contratos sociales reguladores  con justicia y equidad la convivencia social, requiere de la formación de ciudadanos conscientes de las funciones que les corresponde desempeñar en concordancia con los escenarios y contextos temporales,  que deben estar sustentados en los ideales más trascendentes en la evolución de la especie humana, en cuanto a la política debe ser desempeñada por las personas poseedoras de las más amplia formación humanizadora, en el marco de la democracia, y en consecuencia del respeto a la diversidad.

          En este sentido, Platón afirma “...el filósofo  o el rey filósofo, o el jefe del Estado educado en filosofía, debe tomar las riendas de una sociedad que el estadista sin filosofía ya no sabe manejar” (Mora. ob. cit.p.2797). Se interpreta que las personas con la asignación de gobernar un Estado deben conocer la esencia de las necesidades  humanas, más allá del mundo material para comprender la realidad desde el contexto histórico-cultural.

De allí, que la especie humana va internalizando progresivamente la cosmovisión de  su realidad, la cual le permite apropiarse de una simbología ideológica –doctrinaria, en torno a lo que crea y recrea, es valorizada como su propiedad al considerar que le pertenece de hecho y derecho porque forma parte de sus sentimientos. Al respecto Aristóteles (2007) hace la aserción:

Es por tanto, evidentemente preferible que la propiedad sea particular, y que sólo sea mediante el uso  que se haga común (sic). Guiar a los espíritus en el sentido de esta benevolencia compete especialmente al legislador. Por lo demás, es poco cuanto se diga de lo grato que son la idea, el sentimiento de la propiedad. El amor propio, que todos poseemos, no es un sentimiento reprensible; es un sentimiento completamente natural, lo cual no impide que se combata con razón el egoísmo (p.70).

En este sentido, el legislador tiene la responsabilidad de valorar los sentimientos que se centran en la propiedad particular de cada sujeto en una sociedad; estableciendo la diferencias entre la propiedad colectiva de común interés para todos y la propiedad privada producto de la creación individual, sin que implique la avaricia como actitud egoísta.

No obstante, la concepción política de Aristóteles es radicalmente contradictoria con la esencia humana como especie, pues por una parte sostiene el derecho a la propiedad individual y la libertad del hombre, y por otro lado justifica la esclavitud como algo natural desconociendo las virtudes del otro por la condición de haber sido esclavizado por tanto considera que la autoridad se ejerce de manera desigual. Al respecto señala… “La que se ejerce sobre hombres libres y la que se ejerce sobre esclavos no difieren menos que la naturaleza del hombre libre y la naturaleza del esclavo” (Aristóteles.ob.cit.p.147). Al esclavo, según esta concepción natural, se le niega hasta el calificativo de hombre, con lo cual es infravalorado de manera absoluta.
 
No es posible obviar que al hablar de la democracia ateniense, en la Grecia clásica, se hace referencia a una sociedad donde se supera la clasificación de clanes para dar paso a una sociedad de clases. Estas clases eran las siguientes: los eupátridas, o bien nacidos, que eran los nobles, los aristócratas; los georgois que eran pequeños propietarios agrícolas; y,  los demiurgos que eran los artesanos. Existían también los metecos, que eran los extranjeros libres, quienes carecían de derechos políticos; y, los esclavos. Ahora bien, el poder supremo era ejercido por los eupátridas quienes eran considerados pueblo, y constituían la minoría de la población, su condición era adquirida por el derecho de nacimiento, se nacía eupátrida por descender de esa misma clase social, y por tal era considerado ciudadano.

Asimismo, los esclavos tenían tal condición también por nacimiento, es decir, hijo de esclavo nacía esclavo; era algo, no alguien; era una cosa, una cosa sin derechos. Para los atenienses la esclavitud fue útil y provechosa al orden económico de la época, por tanto, se puede inferir que no constituyó problema ético o moral alguno.

 Si bien es cierto, hoy podemos analizar la atrocidad de la esclavitud en el mundo antiguo, también es necesario recordar que ésta nació derivada del sistema económico imperante y fue un instrumento fundamental del sistema de producción. Para construir la noción de ciudadanía y civismo, la sociedad occidental ha experimentado un doloroso, largo y difícil camino. Para considerarnos todos en las mismas condiciones de igualdad en dignidad y derechos aún falta camino por recorrer; en el cual se podrán alcanzar niveles más elevados de justicia social.

Por otro lado el referente cultural,  infravaloración al esclavo al desconocerle la importancia del trabajo que desempeña “Se incurre en una gran equivocación al preferir la inacción al trabajo, porque la felicidad sólo se encuentra en la actividad, y los hombres justos y sabios se proponen siempre en sus acciones fines tan numerosos como dignos”    (Aristóteles.ob.cit.p.147).

Esto implica, que el esclavo no es sabio por tanto no tiene virtudes ni es digno, es decir, el esclavo no acciona, sólo trabaja en condiciones de animal “Por lo demás, la utilidad de los animales domesticados y la de los esclavos son poco más o menos del mismo género” (Aristóteles.ob.cit.p.45). Esta concepción niega la condición humana del esclavo por cuanto vive biológicamente de su trabajo, que al mismo tiempo es despreciado por lo que hace. A lo que es importante preguntarse ¿cuál es la concepción que tiene la sociedad actual de quienes barren las calles? ¿Del labriego campesino?
Con una simple observación se evidencia que este sector de la sociedad es infravalorado, pues el autor de la presente investigación lo ha vivido en carne propia, por ser  de origen campesino y ha sido obrero barredor las calles; por tanto, es una fuente vivencial y experiencial para confirmar este comportamiento social.

En el proceso histórico de humanización del hombre como especie, han sido los intelectuales quienes, por sus condiciones especiales, que los hacen virtuosos; producen las nociones de destinos que enrumban a la sociedad hacia un mejor vivir; al interpretar sus temporalidades y proponer opciones diferentes para visualizar el futuro.

A lo largo de la historia de la Humanidad, el capital intelectual, el mayor nivel de formación académica, la mente más brillante, en muchos casos no es garantía suficiente para ser un conductor de pueblos, un gobernante, un estadista; en fin, para ser un hombre de Estado, sin embargo se requieren de los personas  con sensibilidad social y el apoyo de los intelectuales quienes son los productores de los conocimientos que contribuyen a solventar los problemas de la humanidad.

 Ha sido así como se han producido los cambios en el curso de la historia. En este sentido Maquiavelo (1983) sugiere que:

Trate el príncipe de huir de las cosas que lo hagan odioso despreciable; y una vez logrado, habrá cumplido con su deber y no tendrá nada que temer de los otros vicios. Hace odioso sobre todo,…el ser expoliador y el apoderarse de los bienes y de las mujeres de los súbditos, de todo lo cual convendrá abstenerse. Porque la mayoría de los hombres, mientras no se ven privados de sus bienes y de su honor, viven contentos (p.113).

Esta interpretación, deja clara una posición de respeto a los derechos humanos y una luz para salir de la barbarie; así se entra en los umbrales de la ilustración, que irrumpe como expresión del Renacimiento, para darle paso a la Modernidad. La controvercialidad  de Maquiavelo a través del tiempo, tal vez se debe a  que  intentó desenmascarar las intenciones de los malos gobernantes, que se ocultan en la sombra de la falsedad para abusar de los derechos de los ciudadanos.

Es por ello que en torno al pensamiento de Maquiavelo se teje innumerables interpretaciones. Si bien es cierto, que se le considera un humanista, también es cierto que algunos lo han catalogado de oportunista. Considera que la naturaleza del hombre es egoísta y perversa; por eso, se requiere la existencia de un Estado fuerte, como fuerte debe ser su gobernante, el príncipe, lleno de astucia y carente de escrúpulos morales y así garantizar un orden social justo. A Maquiavelo se le atribuye la frase “el fin justifica los medios”. Argumento éste que ha sido utilizado para cometer a tropelías contra los derechos humanos.
 
    Al respecto Rousseau (1996) Concibe que:

Cuanto mejor constituido está un Estado, tantas más frecuencias tienen en el espíritu de los ciudadanos los negocios públicos que los privados. Y hay también menos negocios de esta clase, porque como la suma de la dicha común proporciona una  porción más considerable a la de cada individuo, no debe buscar tanta en los ciudadanos particulares. En un Estado bien arreglado cada cual corre a la asamblea; bajo un mal gobierno nadie quiere dar un paso para ir a ella… (Pp.103-104).

Esto significa, que un buen gobierno se sustenta en instituciones que responden efectivamente a las necesidades de los ciudadanos, valorándolos y respetando sus derechos, que a su vez se traduce en el cumplimiento de los deberes por  las personas que integran la sociedad, con plena consciencia diferencial entre lo que pertenece a lo público y a lo privado, en donde ambas actividades y posicionamiento sean equilibradas.

De lo contrario, un mal gobierno  argumenta sus acciones en la falsedad, en donde un sector predomina sobre el otro, sea público o privado; lo que contribuye a debilitar las instituciones del Estado, al ponerse al servicio de una parcialidad de la sociedad. De allí, el surgimiento de los conflictos como respuesta a la infravaloración, establecido por un sistema o régimen determinado: capitalista privado  o capitalismo de Estado, en cuya práctica desembocan en la negación a los derechos plenos de los ciudadanos. Tanto, el pensamiento de Maquiavelo y de Rousseau, invocan la categoría explicativa sobre el poder. Sin embargo, están inspirados en corrientes y vertientes distintas. Para Maquiavelo y los denominados maquiavelistas la historia se determina desde los detentadores del poder.

 Rousseau, se inspira en el derecho natural que contraponía al pensamiento racionalista e ilustrado de su época. Para Maquiavelo, el poder residía en el Soberano, en el Príncipe. Para Rousseau, el Estado nace de un acuerdo, de un contrato (1762) libre entre los hombres. Por tanto para Rousseau la soberanía reside en el pueblo, no en el tirano.

     La negación de los derechos fundamentales de la sociedad para el disfrute de los bienes de manera justa y  equitativa  ha venido contribuyendo históricamente a la fragmentación de la sociedad, y en consecuencia se acentúa progresivamente el resentimiento, el odio que se desencadena en la violencia, la muerte de la esperanza, y con ella sucumben los proyectos de vida individual y colectiva. Sólo en el pleno ejercicio de la democracia, es posible definir un porvenir social incluyente.
 A lo que se concibe como “La cultura democrática constituye  en este contexto- una necesidad, que apela al hombre mismo, en medio de las circunstancias políticas, sociales y económicas imperantes”. (Márquez 2005.p.78), Al desviar la atención de la democracia como opción se entra en la degradación social, como consecuencia de la necesidad para la sobrevivencia al hacerse vulnerable por la influencia del poder dominante a lo que Marx (1971) describe:

Las mujeres casadas, que trabajan en grupos con muchachas y jóvenes, son puestas a disposición de un arrendatario, por cierta suma, por un hombre que llevaba el nombre de jefe de cuadrilla….y que solo vende las cuadrillas enteras. Estos grupos viajaban a menudo muchas millas desde sus aldeas. Se encuentran de día y de noche por caminos, las mujeres vestidas con faldas cortas, chaquetas convenientes y botas, a veces pantalones, con un aspecto asombrosamente saludable y fuertes, pero corrompidas por un libertinaje habitual, ajenas a los resultados que su amor por esa vida independiente y activa acarrea para sus desdichados vástagos, que languidecen en sus hogares (p.384)

Es así, como el  capitalismo desde sus orígenes  ha influido en la exclusión social y en la fractura de la dignidad. Es significativo destacar que el capitalismo, en sus orígenes, es el fenómeno y sistema económico europeo que a partir del Siglo XVI sustituyó al sistema feudal; trayendo como consecuencia la abolición de la servidumbre. El siervo de la gleba no era propiamente un esclavo; sin embargo, por el resto de su vida no podía salir del lugar donde trabajaba; en consecuencia, no era una persona libre en toda la extensión del concepto moderno de libertad.

Al resquebrajarse el sistema feudal surge la economía mercantil y monetaria; es así como en  los Burgos, cuyo origen se remonta al Medioevo, se asientan los emplazamientos de pequeños artesanos, mercaderes y algunos siervos de la gleba que habían salido de los feudo liberados de la servidumbre, dando origen a las incipientes ciudades y a una nueva clase social ó burguesía; y, en consecuencia es la época precapitalista o de los albores del capitalismo como sistema.

De algún modo, es una época que se le ha considerado de conquistas con respecto al Feudalismo. Es necesario recordar que el término burgués se le aplicaba a los artesanos y sus aprendices que ocupaban los Burgos, los cuales luchaban por el debilitamiento de los privilegios de la nobleza feudal y religiosa.

También es importante tomar en cuenta que, poco a poco, la palabra burgués comenzó a ser aplicada a los mercaderes más ricos que se impuso como clase poderosa, e implantron las relaciones capitalistas, y la invención, desarrollo y aplicación en gran escala de las máquinas-herramientas para el desarrollo de la manufactura que aparece como primera fase del proceso capitalista de producción, trayendo, consecuentemente, la ruina del artesanado que elaboraba su producto de manera íntegra; así como la división del trabajo y la venta de la fuerza de trabajo transformada en mercancía, cuyo valor de cambio es el salario .
 
 Con ello el capitalismo consolidado una imagen de apariencia de la realidad humana, con la  desfiguración del rostro que oculta la infravaloración, la cual es propiciada desde el poder  del mundo material y  que es subliminalmente aceptada por el infravalorado.

 Creándose, así una imagen pobre de sí mismo, esta pulsión-prohibición le resta fortaleza al excluido social para defender sus derechos que, como ser humano, le pertenecen como propiedad espiritual y material, lo cual le abrió espacios al comunismo como alternativa para reivindicar la exclusión social  desde la abolición del capitalismo endosándole los males de la sociedad, a lo que Marx (1998), reflexiona:
 
 ¿Es que el trabajo asalariado, el trabajo del proletariado, crea propiedad para el proletario? De ninguna manera. Lo que rinde es capital, es decir, la propiedad que explota al trabajo asalariado y que no puede acrecentarse sino a condición de engendrar  nuevo trabajo asalariado, para explotarlo a su vez….El capital no es una fuerza personal: es una fuerza social (p.112)

Es desde esta concepción, que se han impulsado algunos cambios significativos en las interpretaciones en las relaciones laborales que han mejorado las condiciones de trabajo y sus reivindicaciones para los trabajadores.

 Por cuanto Marx se planteaba principios fundamentales de justicia social al puntualizar “Se nos ha reprochado a los comunistas el querer abolir la propiedad personal bien adquirida, fruto del trabajo propio, esa propiedad que forma la base de toda libertad, de toda actividad, de toda independencia individual” (Marx, ob. cit.P.114). Marx, deja entender la justificación de la pequeña y mediana propiedad.

 No obstante ésta concepción del comunismo ha sido desvirtuada en su  aplicación política en los países   donde  han  sido gobernados y están siendo gobernados en nombre del marxismo (La ex unión Soviética – Cuba, la China, entre otros), , por cuanto los principios fundamentales del marxismo han sido desviados en la práctica, al ser utilizados por dictadores para cometer actos de barbarie contra los derechos humanos.

 Se tiene como muestra a los  calificados como balseros, la revolución cultural, entre innumerables prácticas de terror contra las personas que no pertenecen a los clanes políticos establecidos en el poder, con el rótulo de marxistas.

También, el marxismo es contradictorio con el esfuerzo personal como esperanza para garantizarle bienestar a la familia, que es precisamente la esencia de la convivencia social al no permitir la herencia como parte del crecimiento personal y social “…Expropiación de la propiedad inmueble y aplicación de la renta del sueldo a los gastos del Estado. Abolición de la herencia. Confiscación de todos los emigrados y rebeldes” (Marx.ob,. cit.p.123).

Es decir, el Estado controla la vida social. Los niños, (según la posición marxista) al nacer no cuentan con la herencia  que sus progenitores hayan producido como el  fruto de sus esfuerzos para transferírselos en condiciones de bienes necesarios para su descendencia por el compromiso moral por  un acto  responsable  de traer otros seres al mundo;  por tanto, los regímenes comunistas dejan a los niños a merced del gobernante de turno, para que los atiendan, y de esta manera los aparatos políticos asumen las condiciones de amos en la sociedad, al apropiarse de los bienes de la familia.

 Todos los regímenes que  se fundamenten en la exclusión social como práctica para consolidarse, se sustentan en la educación al convertirla en maquinaria demoledora de las virtudes individuales y sustituirlas por la psicodependencia, implantada por la estructura política imperante en un momento histórico determinado; lo cual deja secuelas socioculturales: virtudes y vicios, dependiendo de las actitudes personales de los dirigentes.

  Vale recordar que el marxismo es, básicamente, una concepción global de la naturaleza y del hombre. Su filosofía es el materialismo histórico cuyo núcleo base lo constituye la crítica a la filosofía dialéctica de Hegel.

Por otra parte vale destacar que la ex-Unión Soviética fue resultado de la Revolución de Octubre (1917) y del estallido de la Primera Guerra Mundial  (1914-1918). También es importante tomar en consideración que Lenin fue el líder fundamental de la Revolución Rusa, quien, cuando estuvo confinado en Siberia, se dedicó al estudio sistemático de la obra de Marx y Engels, y su producción intelectual estuvo dirigida a proponer la aplicación del pensamiento marxista y de la teoría del socialismo científico a la Rusia atrasada de la época.

Lenin se deslinda del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, del cual había sido uno de sus fundadores; sigue su lucha contra los representantes del zarismo y los de la burguesía Rusa, y con la publicación de su Tesis de Abril, apoyado por los bolcheviques, propuso el cambio de nombre del aparato político (partido) que  pasó a llamarse Partido Comunista.

      Por su parte Palti (2005) afirma:

Laclau retoma  ideas derrideanas con el objeto de reformular la tradición marxista una vez que la certidumbres fundamentales en que ésta se sostenía se ha quebrado. El ciclo de acontecimientos que se abriera con la Revolución Rusa se ha cerrado definitivamente (p.98)

La Revolución Rusa (Comunista), si en bien se le puede reconocer que impulsó cambios significativos, en el campo de la ciencia con la inclusión educativa, así mismo también fue una experiencia excluyente en la valoración  esencial de la condición  humana, es por ello que pasó a ser un capítulo cerrado como esperanza para la justicia social.
En este sentido  “El objeto de una educación avanzada consiste en el claro entendimiento de las grandes virtudes, en la manifestación de mutuo amor entre las personas y en alcanzar la perfección moral” (Confucio.2004.p.113).  Aunque algunos expertos dudan con relación a la autoría de los escritos de Confucio, en virtud de que, al parecer fue un maestro, contemporáneo de Sócrates,  cuyas enseñanzas fueron orales, siendo sus discípulos quienes las recogían como una colección de pensamientos que han llegado hasta  la actualidad.

 No obstante esta aclaratoria, es importante destacar  que los principios son un marco referencial para la convivencia social en la actualidad.

En este sentido, sólo las personas formadas con respeto a las instituciones que representan por mandato del  pueblo soberano, inspirados en la vocación de servirle a sus semejantes, pueden educar para la convivencia social, alejados de la violencia porque dejan espacios para que las personas se encuentren consigo mismas sin las zozobras existenciales, al respecto (Confucio. Ob,. cit.), concibe:

Sólo después de saber en qué se apoya el objeto esencial, puede uno fijar un propósito definitivo. Sólo después de fijar un propósito definitivo puede uno tener tranquilidad de espíritu. Sólo después de tener tranquilidad de espíritu puede uno alcanzar el estado de  absoluto reposo. Sólo después de haber logrado el estado de reposo absoluto, puede uno empeñarse en cuidadosas reflexiones. Sólo después de cuidadosas reflexiones se puede alcanzar la perfección moral (p.113).

Saber qué es el objeto esencial, promueve la seguridad en sí mismo, lo cual es fundamental para la consolidación de los proyectos de vida individual, cuya sumatoria hace que la sociedad alcance elevados  niveles de bienestar y bien ser, sin fracturar la dignidad al no actuar impulsados por las circunstancias, sino por la convicción valorativa de su existencia. Por tanto, debe estar orientado por gobernantes honrados, que inspiren confianza en las instituciones del Estado.

De allí que el referente cultural es determinante en el desarrollo de las sociedades “El buen gobierno depende por lo tanto de los hombres honrados. La elección de los hombres honestos depende del carácter personal del soberano. El carácter del soberano depende de su cultura” (Confucio. Ob,. cit.p.138). La soberanía entendida como autonomía del comportamiento ciudadano, requiere de un alto nivel de consciencia de sus valores culturales.

Por otro lado, Paz (2009), al referirse a la obra de Confucio, sostiene:

….no solo la China, sino el occidente postmoderno de la globalización-mundialización, se ha interesado en una suerte de interpretación utilitaria del canon confuciano, para efectos de gestión económica….los negocios también la hemos observado con respecto a la tradición taoísta (345).

El modo de vida fundamentado en el lucro-dinero, no ha escatimado intencionalidades para distorsionar los principios más elementales de la convivencia humana, es así, como se trasgreden los valores esenciales que marcan el referente cultural sustentado en la moralidad.
 
En el caso de América Latina y en  particular de Venezuela, el referente cultural esta fundamentado en la ley del mas fuerte desde el establecimiento del conquistador español, pasando por el militarismo, hasta las llamadas cúpulas de los partidos políticos identificados con el rótulo de democráticos, lo cual ha propiciado la cultura del irrespeto a las leyes, y en consecuencia a la evasión del cumplimiento de las responsabilidades ciudadanas, por tanto se ha arraigado la injusticia engendradora de la exclusión  social, como efecto de la relación: superioridad- inferioridad que va desde las actividades cotidianas hasta las altas esferas del poder político-económico-social. De allí que Capriles (2008). Reseña:

Los vicios del clero, la deficiencia administrativa, la hidalguía decadente, la corrupción, las tragedias familiares, los oficios y privilegios mal habidos eran bien conocidos por los españoles de aquel entonces….donde bandidos, delincuentes, ciegos y vagabundos constituían un grave problema para el cuerpo social (….) La carga de la mendicidad era tal que a partir de 1545 se reformaron los reglamentos para asistir (….) a pobres… en pro de la mendicidad. Al fin y al cabo, estos últimos eran elementos importantes de la sociedad ya que permitía el ejercicio de la virtud cristiana de la caridad (p.71)

La descripción da cuenta de las raíces culturales  intrínsecas en los venezolanos: por un lado, quienes llegaron de España para establecer una estructura política venían infectados con el virus de la corrupción y la ineficiencia administrativa, y por el otro lado una concepción del cristianismo basada en la virtud de la mendicidad, a diferencia de las virtudes planteadas por Confucio (antes citado), que aludía a valores morales como principios del buen comportamiento ciudadano. Estos comportamientos son observables y percibidos actualmente;  tanto  en los discursos políticos como en los  religiosos, que también forman parte de la política.

Todo ello, nutre al discurso educativo para afianzar la cultura de la pobreza, y de la astucia como recurso para evadir las responsabilidades y obtener beneficios a través del facilismo, escudado en la falsedad y el engaño. En este sentido, Capriles (ob.cit), señala:
La picaresca,… llegó a ejercer un poderoso atractivo en muchos hijos de  familias burguesas que anhelaban la libertad y la vida errante como fórmula para deshacerse de las responsabilidades y liberarse de las trabas e inhibiciones de las aplastantes costumbres establecidas….aquellos que se sentían oprimidos por el mundo de las apariencias y el falso honor. El pícaro se convirtió en un ser orgulloso de la libertad, en síntesis personificada de la filosofía cínica y estoica (p.70).   
 
Ese sello cultural está presente en la actual sociedad venezolana: muchas personas calificadas como burgueses viven de las apariencia y  un falso honor; promueven una libertad superficial alejada de la ética como práctica de la acción social, manipulan y engañan con tal cinismo que sus comportamientos simbolizan posiciones heróicas ficticias, para convencer a los incautos excluidos sociales, quienes al verse vulnerados renegocian hasta su propia dignidad, para sobrevivir en lo que se creen cómodos, así sea en un rancho miserable y hambrientos, sin embargo, aplauden y veneran al pícaro que los despoja de sus derechos y de los bienes que por justicia les pertenecen.

Por otra parte la iglesia se encarga de pastorear la miseria espiritual y material, pues es el caldo de cultivo para ejercer su profesión sin el menor esfuerzo físico. Ese es el legado cultural, sustentado en castas sociales con desprecio al trabajo manual y por ende a quienes lo realizaban, estableciendo un modelo socioeconómico infravalorativamente –excluyente, la  honra basada en el sistema de casta fue trasladada a América como principio fundamental de la organización social del nuevo continente. “Así, también, en la provincia de Venezuela, el linaje y el honor fueron los preceptos rectores del orden estamental de la sociedad en tiempos de la colonia “(Capriles. Ob,.cit. p.86).
 
La herencia cultural permanece vigente disfrazada con diferentes ropajes, el falso honor y la apariencia se percibe en el comportamiento de algunos personajes, que se recuestan al poder en condiciones humillantes para no realizar oficios que ellos consideran ofensivos para su honor, y hacen piruetas para aparentar algo que realmente no son, en realidad se autoinfravaloran, negándose a sí mismos su propia dignidad. Es así como se puede comprender  a las personas que son vulnerados por razones fundamentalmente políticas, que seden ante las presiones de quienes obstentan el poder en un momento determinado.

  Es por ello, que no sorprende que un sector importante de la población, sea vulnerable ante las amenazas del poder.  Tal vez esto explica el profundo desprecio por la vida, y por la convivencia social,  la cual es percibida en la cotidianidad.

 Aquí puede estar la clave de la violencia como respuesta al no poder ser auténticos en sus sentimientos, autónomos como sujetos libres de cuerpo y alma para tomar sus propias decisiones “…la psique que tiene fines adaptativos, un segmento arbitrario de la personalidad que los individuos desarrollan para enfrentarse al mundo social y para proteger su espacio interior, el alma…” (Capriles.ob cit., p.87). Cuando ese espacio interior es reducido a su mínima expresión, el sujeto queda estrangulado en sus sentimientos y las reacciones pueden ser irracionales, por tanto es posible que asuma un comportamiento a nómico. 
 
  Por cuanto, las personas llegan a perder el encanto de la realidad,  por tanto asumen una existencia de anomia social “…la persona no es algo real: es un compromiso entre el individuo y la sociedad sobre lo que el hombre debe aparentar ser” (Capriles. ob cit.p.86). Como el hombre esta sujeto al comportamiento social al cual pertenece en una sociedad como la venezolana, el espacio para la autorrealización es limitado, por cuanto también tiene una libertad limitada, y lo es más aún cuando arrastra una carga sociocultural de desprecio al conocimiento y al trabajo productivo. Capriles (ob.cit) afirma que:

....vacuidad de una nobleza que se enriquecía cada vez más mientras….la burguesía –cargada con el San Benito (sic) de que trabajar para adquirir riqueza era actividad judaica- agonizaba dolorosamente, (y) faltas del estímulo de un honroso escalón medio al que elevarse por el trabajo, las clases inferiores se arrastraban en la miseria…., se metían a pícaro, ladrones o iban a América (P.91) 
 
Esto fue lo que Latinoamérica recibió de España, a las clases calificadas en su tiempo de inferiores, llenas de vicios y  prejuiciados con relación al trabajo como fuente para generar riqueza, producto del esfuerzo físico y del conocimiento, en el caso especifico de Venezuela, el proceso evolutivo para cambiar esta realidad ha sido lento, por tanto  ese legado cultural se ha mantenido en importantes sectores de la sociedad, que han dependido de una dádiva para la sobrevivencia, por tanto,  pasan toda   vida en la miseria espiritual y material, que además esta condición (en la mayoría de los casos) es transferida a sus hijos que corren la misma suerte al constituirse en una especie de círculo vicioso, porque es una de las oportunidades que han recibido desde el sometimiento del conquistador español hasta la actualidad: pasó de esclavo a la servidumbre y de ésta a cliente del partido político.   

Al hacer referencia a esta interpretación de la cotidianidad venezolana, se pretende incursionar en la convivencia social, sin dejar de lado ningún peldaño de la infravaloración humana, para buscar los espacios y escenarios en donde el sujeto pueda autorealizarse con autonomía plena

En este sentido Aguilera 2006) Expresa:

El equipamiento espiritual, (apropiación), es básico para avanzaren el camino espiritual. Esto supone tener en cuenta la identidad personal, su proceso de co9nstrucción y de reconciliación (YO IDEAL): ideales institucionales Y personales; YO ACTUAL: yo manifiesto y yo latente); la autonomía personal (AUTUCONCEPTO, AUTOACEPTACIÓN (sic), capacidad de hesequia o soledad personal-ser feliz viviendo consigo mismo-, capacidad de independencia y libertad (p.6).

Ello exige transcender de la práctica política de la manipulación, negadora de los derechos ciudadanos, para abrirle espacios a los proyectos de vida individual- social fundamentados en la valoración del sujeto con plena libertad para el desarrollo de su espiritualidad con absoluta autonomía.

La presente investigación surge, por un fenómeno observado por el autor, cuya indagación recoge evidencias de los residuos culturales heredados del pasado que se mantienen vigentes. El autor se encontraba aplicando una encuesta socio-económica en la comunidad de Mapuey perteneciente al Municipio San Carlos del Estado Cojedes (1996), y al observar las condiciones en que vivía una mujer joven con cinco (5) niños. Ella  vivía en un rancho construido con desechos, el piso sin cemento;  al abordarla sobre su proyecto de vida para los diez años a futuro; la sorpresa para el investigador fue que la mujer respondió que no pensaba en eso.

No pensaba tener un trabajo, mejorar su casa, ni veía a sus hijos estudiando. Esta realidad hizo pensar en la muerte de la esperanza reflejada en una desconexión entre las personas y las instituciones del Estado, como expresión y acción política, para atender a los ciudadanos de manera eficiente, no con dádivas clientelares (electoreras), sino creando fuentes de trabajo y capacitándolos para el desempeño de un oficio productivo, que los inserten en una esperanza sustentada en su valoración de la existencia conectada con la convivencia social.

 Sin duda, que a la política se le deben importantes avances en los cambios sociales para mejorar las condiciones de vida de la humanidad, sin embargo ha servido y sirve para infravalorar, y en consecuencia excluir a un importante sector de la propia especie humana.