LA INFRAVALORACIÓN SOCIO-CULTURAL Y SUS EFECTOS EXCLUYENTES

LA INFRAVALORACIÓN SOCIO-CULTURAL Y SUS EFECTOS EXCLUYENTES

José Pérez Veloz (CV)
Universidad Nacional Experimental Simón Rodriguez

Volver al índice

5.2-La Educación como  Configuradora de la Realidad Político- Jurídica.

La  educación como  praxis  de ciudadanía configura  el control político-jurídico. Desde el aparato político se establecen las leyes, cuyos contenidos emergen del seno de los referentes culturales de cada país, región  y localidad.

 Estas leyes o normativas jurídicas, también dependen de las sustentaciones ideológicas dominantes en un momento histórico determinado, porque la dinámica social marca las pautas -por acciones y reacciones- que complejizan la convivencia ciudadana e impactan en  el funcionamiento de las instituciones públicas.

 En tal sentido, estimo pertinente un marco de comprensión sobre la Universidad como institución y su imagen en términos de proyección comunitaria. Para ello, destacó el relato de la informante II, quien realizó su pasantía en la Universidad Simón Rodríguez (UNESR), Núcleo San Carlos (2004) donde fue asignada por FE Y ALEGRIA, ya que existía un convenio entre ambas instituciones para la ejecución del Proyecto de Educación Popular. Con base en ello, se le formuló la interrogante siguiente:

J: ¿Qué piensa de la Universidad  Simón Rodríguez?

Ella expresó:

C: Allí, en la elaboración del informe de pasantía hay un espacio para las recomendaciones. Una de las recomendaciones que hice en mi trayectoria como pasante, es que en primer lugar influye mucho la política y hay como un desnivel: una decía: esto se hace así y otros lo rechazaban. Vamos a decirlo así, hoy como un grupo que rechaza las ideas políticas de otros y esto no deberían de ser, porque en una institución no deberían inmiscuir la política.

Este comportamiento de  las funcionarias y funcionarios de la Universidad según lo expuesto por la informante, violentaba las normas jurídicas: La Constitución (1999), la Ley de Universidades (1970) y los Reglamentos de la (UNESR) Las cuales establecen deberes y derechos que especifican ser invulnerables en su aplicación, sin distingo de ninguna índole, menos aún por razones políticas.

Por su parte, a la informante I se le abordó con el mismo propósito. Al preguntarle ¿Por qué querías ser Abogada? Respondió:
 
“El motivo más que yo quiero estudiar abogada es por eso que llaman la Lopna… dichosa Lopna…. (Manifiesta  con gesto y voz de ironía-amargura) para las madres desprotegidas y los niños desprotegidos: eso es embuste, eso no protege a nadie….”

Estas leyes y normativas  jurídicas  pretenden recoger las necesidades  y voluntades humanas para beneficiar a la sociedad en su conjunto en el contexto de ciudadanía, más que una concepción de habitante. Existe una diversidad de normativas jurídicas específicas para cada sector, grupo, región y localidad por el hecho de dedicarse a actividades culturales, económicas, productivas de bienes y servicios que son  compartidos entre todos los miembros de la sociedad, cuya autoría se concreta en beneficio  individual directo de quienes los producen (propiedad privada) y que  deben redundar en mejorar la calidad de vida de la sociedad.

 Por estas razones, existen las leyes y normas especificas: Leyes laborales, que permitan que cada ciudadano aporte bienes para la sociedad, y que al mismo tiempo  el trabajador (no importa el rango) pueda satisfacer sus necesidades  fundamentales; con salarios justos, claro está, y reivindicaciones sociales adecuadas; además de otras leyes para la prestación de servicios públicos: educación, salud, ambiente,  que  orienten  la atención de los ciudadanos sin ningún tipo de discriminación. 
 
Otras leyes como las de seguridad y protección  a las personas, tienen el propósito de castigar los delitos y la trasgresiones a las normas. Todas estas normas se sustentan en una ley macro como lo es la constitución de cada República o Nación. Es por ello que se considera pertinente señalar que la Ley Orgánica de Educación (1980)  establece en su artículo tercero (3º) lo siguiente:

La educación tiene como finalidad fundamental el pleno desarrollo de la personalidad y el logro de un hombre sano, culto, crítico, y apto para convivir en una sociedad democrática, justa y libre basada en la familia como célula fundamental y la valoración del trabajo; capaz de participar activa, consciente y solidariamente en los procesos de transformación social; consustanciados los valores de la identidad nacional y con la comprensión, la tolerancia, la convivencia y las actitudes que favorezcan el fortalecimiento de la paz entre las naciones y los vínculos de integración y solidaridad latinoamericana (p.3).
 

Es evidente que el contenido de esta ley es fortalecer la imagen de sí mismo de los venezolanos, con una clara posición humanista frente al mundo, al propiciar valores universales.
 
Igualmente la ley Orgánica de Educación (2009) se centra en los Principios y Valores Rectores de la Educación:

Artículo tercero (3º)

La presente Ley establece como principios de la educación, la democracia participativa y protagónica, la responsabilidad social, la igualdad entre todos los ciudadanos y ciudadanas, sin discriminación de ninguna índole, la formación para la independencia, la libertad y emancipación, la cultura para la paz, la justicia social, el respeto a los derechos humanos , la práctica de la equidad y la inclusión; la sustentabilidad del desarrollo, el derecho a la igualdad de género, el fortalecimiento de la identidad nacional, la lealtad a la patria e integración latinoamericana y caribeña….  (pp. 3-4)

Se puede interpretar que  en tanto la Ley de  Educación de 1980 y la Ley de Educación del 2009, establecen valores similares; sólo contienen cambios semánticos, con algunos giros de fondo.

También Prieto (2005) al respecto alertaba:

La primera línea de defensa de una Nación la constituyen los valores humanos que en ella reciben atención y cuidados el acervo cultural que es el tesoro para la formación de la conciencia ciudadana. El pueblo analfabeta y sin conciencia no estará nunca en condiciones de luchar eficazmente por un ideal que no ha podido conocer, ni por una patria que le ha negado el derecho a educarse para servirle mejor (p.146).

Esta concepción implica que la función primordial de la educación es consolidar la conciencia ciudadana, mediante la configuración de los valores que fortalecen la imagen de sí mismo para poder emprender luchas por las reivindicaciones sociales a las que la persona tiene derecho. En este sentido Prieto (ob., cit.), refiere:

 

En esta forma la escuela venezolana de la ley de 1948 consagra el principio de la moderna ciencia de la educación, según la cual el proceso de aprendizaje, como progresiva adaptación a la cultura, que entraña también desarrollo de la capacidad creadora, es fundamentalmente un proceso de vida que debe adecuarse al desenvolvimiento orgánico y social de la persona (p.104).

Es la consolidación de una educación para la vida, en un proceso dignificante para la convivencia ciudadana que trasciende el umbral de  la normativa jurídica al insertarse en la profundidad del ser humano con una praxis conscientizadora de la sociedad.

           Es significativo destacar que las leyes por sí mismas no resuelven los problemas sociales; por el contrario, si se escriben y  son violentadas se convierten en instrumentos para la anarquía social al desencadenar la corrupción en sus diversas prácticas y manifestaciones. Esto  deslegitima  las instituciones y conduce  a la pérdida de la autoridad como fuerza ético–moral  para la toma y acatamiento de las decisiones, porque quienes ejercen el poder en nombre de los ciudadanos, quedan deslegitimados.

          El desfase entre el contenido de las normas jurídicas y su aplicabilidad produce el caos, como desorden colectivo; de allí que las ideologías pretenden imponerse en la sociedad, a través de argumentos que en la mayoría de los casos son ajenos a la voluntad colectiva. Al respecto Balandier (2003) sostiene:

 … una sociedad…burocrática… tiene como efecto la  supremacía de la norma, de la clasificación, de la jerarquía de los hombres y las cosas; operaciones todas que, en la formación capitalista, se basan en una simbolización dirigida por instancias de poder “separadas de la comunidad”. Una simbolización que, sobre todo, expresa la reducción “a un orden que no agota todo lo real” Las clases, sus divisiones y sus luchas, el Estado disociado y guardián del orden de la sociedad, la burocracia actuando por dispersión en el tejido social para imponer las normas, la superación de lo real…(pp-145-146).

              Una sociedad sustentada en la jerarquización, más por los privilegios que por las virtudes de los ciudadanos, está condenada al desorden por la conflictividad, como consecuencia de las rivalidades entre los grupos y sectores que defienden intereses particulares, lo cual requiere de consensos conducentes a establecer las bases para el contrato social.

            Por otra parte, está la concepción antagónica al capitalismo, que ha pretendido la “abolición” del capital para establecer un orden social fundamentado en el tutelaje del Estado. Se pretende lanzar al vacio las aspiraciones individuales de los sujetos creativos que generan riquezas personalizadas, y que persisten en el tiempo como acumulación hereditaria derivada del trabajo creador. Este es el perfil que define al llamado socialismo (burocrático) totalitario que trunca las  legítimas aspiraciones personales.

            Vale destacar sin embargo, que “…el marxismo en el transcurso de las últimas décadas resiste mal a la prueba impuesta por la modernidad actual…” (Balandier ob., cit.p.46). Es decir, que el marxismo pasó   a formar parte de los sueños  marchitos como consecuencia de las conductas de sus líderes, cuyas prácticas de dominación, autocráticas y negadoras de las libertades individuales en los lugares del planeta donde fue impuesta esta ideología, fracasaron estrepitosamente.

           Consecuentemente, se percibe un comportamiento social en donde el ciudadano parece no comprometerse ideológicamente a ningún orden preestablecido (¿muerte de las ideologías?) También se  concibe una modernidad más virtual, que al mismo tiempo tiene ante sí la resistencia de la decadencia de una sociedad agonizante, que se resiste a darle paso a la era de la información y a una espiritualidad que a veces emerge como gigante del fondo de los océanos. Estos cambios son apenas visualizados por quienes tienen la mirada atenta ante los vertiginosos giros socio-culturales y  las innovaciones tecno-científicas que están modificando hasta lo más insignificante.