LA INFRAVALORACIÓN SOCIO-CULTURAL Y SUS EFECTOS EXCLUYENTES

LA INFRAVALORACIÓN SOCIO-CULTURAL Y SUS EFECTOS EXCLUYENTES

José Pérez Veloz (CV)
Universidad Nacional Experimental Simón Rodriguez

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4.8 -Una Visión Ética para La Inclusión Social

La necesidad de abordar la problemática entronizada en  la exclusión social  partiendo de  rastrear  los nudos críticos del asunto, a fin de interpretarlos para presentar alternativas tendentes a superarlas,  a partir de las base fundamentales sustentada  en valores y principios que se  conecten  en la acción: educativa,  política, económica, social y cultural de la sociedad-global actual con visión de futuro, y apoyados en el respeto a la diversidad. Exige una mirada a los males heredados de la cultura, sobre este propósito  Wallerstein (2003), al referirse sobre el tema sostiene que:

El nacionalismo/identidad y el racismo han estado entrelazados. El racismo –la explicación teorizante de la superioridad de la raza blanca, o de los arios-, floreció durante el siglo XIX en el norte y occidente de Europa, así como en los países dominados por colonizadores europeos (p.24)

Un nacionalismo a ultranza, sectario, excluye no solamente a los extranjeros sino también a los ciudadanos que creen en el respeto a la diversidad y al pluralismo. Así mismo, el racismo  también excluye a quienes no pertenecen a las castas dominantes. Igualmente el género femenino, ha sido excluido de los escenarios que impulsan el desarrollo humano integralmente:

El sexismo también forma parte de este escenario. Wallerstein. (ob., cit.), señala:

El sexismo, visto como ideología explicita, explicaba la creación  -satisfacción de concepto, el concepto  del ama de casa. Las mujeres habían trabajando siempre, e históricamente la mayoría de los hogares habían sido patriarcales. Pero lo que ocurrió en el siglo XIX era algo nuevo Representó un intento serio de excluir a las mujeres de lo que arbitrariamente podría definirse como trabajo remunerado (p.24)
 
Estos escenarios excluyentes no han sido superados del todo, en el caso de Venezuela persiste “El informe del PNUD para 2005….Reporta que un PIB per cápita de 4.919 dólares (en el año anterior era de 5.485 dólares); los hombres ganan al año en promedio 6.929 dólares y las mujeres 2.890…” (Osío, 2006, p. 437). Es notoria la condición excluyente de la mujer para el disfrute de los beneficios generados por el  trabajo en el contexto de la justicia social.

En concreto el gobierno nacional  ha implementado un programa redistributivo que ha denominado “Madres del Barrio”  (entre otras misiones engañosas) que en el fondo persigue legitimar la pobreza Psico –dependiente. Por una parte, las mujeres quedan sujetas al poder hegemónico del Estado (por agradecimiento); por el otro lado, las mujeres no toman iniciativas para generar riqueza producto del trabajo emprendedor, lo que es peor aún, ese comportamiento se lo endosan a sus hijos convirtiendo esta realidad en un círculo vicioso, lo cual es aceptado y  adaptado, como normalidad, haciendo creer que se está aplicando la “justicia social” en Venezuela.

Para promover la integración social de los seres  humanos en su conjunto se  debe hacer un alto en el recorrido socio-cultural de América Latina y en Venezuela en particular; en el sentido de buscar los puntos críticos y los obstáculos (que son ampliamente conocidos), y actuar  sobre ellos sustentados en valores y principios compartidos y respetados todos sin discriminación alguna, en base a un orden jerárquico de las  prioridades, comenzando por la causa  principal como es la pobreza. En tal sentido Osío (ob., cit.) puntualiza:

    La ciudad venezolana, el barrio es donde viven los pobres un tejido abigarrado de casas de ladrillos, zinc, o cartón algunos edificios de muchos apartamentos superpoblados, pocas cloacas o ninguna, enjambres de niños correteando por senderos de tierra entre indigentes, narcotraficantes, madres solteras envejecidas prematuramente y padres de familia con un promedio de escolaridad que no llega a los seis años (p.427).

La  descripción apunta a que  la realidad venezolana vislumbra el rostro de la pobreza a consecuencia de la desarticulación entre la ciudadanía y el Estado, lo cual deja en evidencia un mundo sin futuro para una mejor calidad de vida, la referencia al “El informe del PNUD para 2005 refiere que Venezuela bajó tres puestos desde el año anterior en su índice de desarrollo humano, al ocupar el escaño 75 dentro del rango de los países   en cuanto desarrollo humano medio…” (Osío ob., cit.p.437). Si la calidad de vida es el producto del desarrollo humano, Venezuela va en retroceso, con relación a otros países.

La controversial realidad que viven los venezolanos, por la desconexión existente entre las fuerzas productivas: el conocimiento, el capital, la política del Estado y la sociedad en general, amerita el diseño de un acuerdo nacional creando escenarios estratégicos de integración sustentado en una efectiva participación social. Osio (ob., cit.) reseña:

La creación de innovaciones infraestructurales que permitan trabajar con modelos mentales….se ha difundido y diversificado cada vez más en los últimos años….mira hacia el futuro para indagar las fuerzas empresariales y políticas del presente. Poco a poco, esta tarea se orienta hacia el afinamiento de la comprensión interpersonal (p.248).

Aquí puede estar la clave para abordar con éxito la puesta en marcha de un proyecto país, tangible y ejecutable en el sentido que cada sector se mueva en sus propios escenarios, conectado con las necesidades de los demás sectores, por tanto es factible superar la pobreza generando riqueza en beneficio equitativo, plegado a la justicia social En este sentido León (1996) sostiene que:

…La pobreza, pertenece a ese enorme catálogo que conforma la cultura muerta de América latina, enorme catálogo que se nutre con otros testimonios de difunta cultura, como son la corrupción, la violencia, el consumismo, el hedonismo por mencionar tan solo algunos elementos. Es esa cultura que no es problema sino obstáculo, que no es posibilidad sino, importancia, la que nos tiene anclados a su lápida o que como faraón nos  ha exigido enterrarnos con ella, y así garantizarse alguna forma de  supervivencia.              (p-32).

Se comprende que la pobreza responde a las estrategias del sector dominante de la sociedad de América latina para sostenerse en el poder, político y económicamente, por cuanto éstas promueven las desigualdades. Ésto les permite convivir con sus ambiciones  desconociendo los derechos humanos  esenciales de la mayoría de la sociedad, sin percatarse que son víctimas de su perversa creación, pues, esta mayoría de la población embiste contra quienes  los han excluido de una manera irracional mediante el uso de la violencia, cuyas manifestaciones se han acelerado en los últimos años. Esta situación demanda una nueva manera de actuar.

Por otra parte Savater (2004), afirma:

Lo que yo quiero es reconocimiento de su abierta totalidad creadora, es decir, relación de mutuo apoyo y estímulo con otro yo. Para ello es preciso conseguir una comunidad social en la que la voluntad de reconocimiento y la autodeterminación humana hayan encontrado una adecuada institucionalización (p-31).

La relación ética comienza  con el reconocimiento de los derechos  del  otro, condición fundamental para la inclusión. Esta actitud lanza por la borda la manipulación con fines de obtener beneficios particulares e individuales o de cenáculos grupales. Para incorporar  los náufragos al barco que los lleve a todos a puerto seguro y a tierra firme se hace necesario: la capacitación para el desempeño eficiente del trabajo productivo, salarios justos, y seguridad social en general. Sí se insertan estos sectores socialmente excluidos en un mundo desconocido hasta hora para ellos como es el del disfrute de la alegría  y la felicidad de vivir como seres humanos, se abren nuevos escenarios para la esperanza.

De allí que Guédez  (ob., cit.) enfatice:

La alegría de vivir empieza cuando uno descubre que puede hacer una cosa buena…. La disposición  alegre promueve el bien y que hacer el bien promueve  alegría. Es  así como el significado ético queda absorbido y realizado en conductas asociadas a este sentimiento (p.112)

En tal sentido, hacer el bien significa reconocer los derechos de los demás, reconocerlos como semejantes facilita las opciones para la autorrealización  mediante la libre escogencia de los modos de vida que permitan que cada ciudadano se construya su propio espacio; sus propios escenarios, sin entrabamientos ligados a intereses particulares, con fines manipuladores.

Esta concepción es diferente a la de los que pretenden hacer el bien por la vía de la dádiva generadora de la psico-dependencia (alienación).Traer la alegría para América latina es construir un mundo nuevo, por cuanto esta condición humana no ha sido conocida desde que empezó la dominación Europea  en esta parte del mundo.

  En tal sentido Savater (2004) refiere-.

 En las Grandes  Antillas, algunos años después del descubrimiento de América, mientras los españoles enviaban comisiones de estudio para investigar si los indígenas poseían o no alma, estos últimos se dedicaban a sumergir a los blancos prisioneros a fin de averiguar por una observación prolongada si su cadáver estaba o no sujeto a putrefacción (p.122).

Este origen traumático  de la conformación social de América Latina  mantiene sus huellas y cicatrices socio-culturales, reflejadas en el desconocimiento de la humanidad del otro. Es por tanto un reto de este nuevo tiempo, crear las condiciones para un fraternal encuentro humano e implementar un sistema educativo efectivamente incluyente, sin la preponderancia de ningún tipo de dominación ideológica. Es  decir, crear las condiciones para  alcanzar la alegría y la felicidad de todos, desde un punto de vista social.

Garza (2005)  refiere el caso de las mujeres rurales de México, e indica:

…el papel de la mujer rural en la economía familiar ha cobrado importancia a lo largo de las últimas décadas. La mujer como proveedora de ingresos es un fenómeno presente tanto en las familias en que existe un varón como jefe de hogar, como las familias que ella es la misma jefa del hogar (p.156)
El éxito mencionado, indica que es necesario presentarles la oportunidad a las personas sin distingo de ninguna índole para que se integren al trabajo productivo, cuyos beneficios son múltiples para la sociedad en su conjunto, ya que “…el patrón dispuesto a estructurar la situación laboral de manera que exista alguna satisfacción…El asunto se resuelve con el poder de la negociación” (Wallersstein ob., cit. p. 43). El reto de pasar de la confrontación conflictiva (barbarie) a la negociación consensuada (civilizada), le corresponde a la educación, porque es el centro de formación del ciudadano, ya que cumple una diversidad de roles: padres-madres de familia, político, funcionario público, empresario….entre otras competencias sociales.

Ugas (2003). Reflexiona:

Los padres son cada vez menos fuente relevante de información para los jóvenes, se pierde la autoridad que daba la experiencia en un mundo que era estable….La nueva racionalidad  educativa y escolar que emerge entre nosotros no trata de conocer un contenido programático, sino interpretar el contenido massmediático para lograr la identidad diferencial que otorga su repetición, como condición de posibilidad para ser educado (p.54) 

Los grandes intereses que se ocultan detrás del poder avasallante, la tecnología micro-electrónica, puesta al servicio de quienes controlan la política y la economía del planeta, desplazan a la familia en la formación ciudadana. Márquez (ob., cit.), acota que:
 
Hablar de la orientación que deba darse a la escuela venezolana equivale a repensar una visión de conjunto de los aprendizajes sociales, en términos de  la formación ciudadana en tiempos posmodernos. Esto supone, un marco referencial que tome en cuenta la democracia radical como escenario  posible del desarrollo humano y la armonización de los contrarios (p.210).

Es por ello, que se requiere un acuerdo ético, para la inserción socio-política, que responda a las nuevas realidades de la sociedad. Es así que  “Frente a los problemas de la economía están también los del destino del hombre y los que van aparejados a los sistemas políticos…que hoy se combaten….los pueblos del mundo” (Prieto ob., cit.p.121). La educación no es una mera práctica de capacitación para el desempeño de un oficio, sino el pivote que sostiene a la sociedad.

La educación visualizada de una manera amplia, necesita los aportes de la investigación sociológica y sus conocimientos como parte de un compromiso ético del desempeño docente, a los fines de contribuir con la comprensión de los contextos escolares. Zabludovsky (2007) apunta:

….para el análisis conceptual de la sociología, radica en la combinación de las perspectivas internalistas y externalistas en la investigación….Esto significa abrir la posibilidad de una explicación endógena del contenido de un concepto, según la cual deben contemplarse las ideas que la integran,…las corrientes intelectuales que lo influyen, las relaciones de intertextualidad… (p.36)

Es así como sociológicamente, el concepto de educación contiene en su esencia la conexión con el mundo en todas sus dimensiones de la vida humana, por tanto es la única herramienta para superar la pobreza. En esta preocupación,  Zabludosvky (ob., cit.) asevera:

La pobreza es un fenómeno que ha acompañado el devenir de la humanidad, adoptado diferentes rostros y combinándose con distintas circunstancias que varían según los periodo , las culturas , los regímenes políticos, los modelos de desarrollo y las pautas que rigen tanto las formación como la distribución de la riqueza (p.140)

La distribución no debe estar concentrada en dádivas, sino de oportunidades acordes con las potencialidades vocacionales de cada sujeto, lo cual le permita alcanzar los mayores niveles de felicidad posible y el  placer  de disfrutar el producto del esfuerzo realizado.