FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

Rigoberto Larraga Lara y Ramón Rivera Espinosa. Coordinadores
Universidad Autonoma de San Luis Potosí
Universidad Autónoma Chapingo
Universidad de Antioquia

Volver al índice

VIVIENDA DE ALTA MARGINACIÓN EN LA HUASTECA POTOSINA.

Dr. Ricardo Villasís Keever

ANTECEDENTES
La situación de la vivienda en México, particularmente la vivienda rural es un tema que se ha estudiado desde diversas perspectivas, el resultado ha sido invariablemente un atraso, respecto de la vivienda urbana, pero también en el cumplimiento del principio constitucional de vivienda digna, la marginación en este sector se agudiza con la preferencia del financiamiento del sector público a la vivienda en las ciudades.
Las grandes cifras nacionales establecen que en el país existen 28.6 millones de viviendas particulares habitadas, (Inegi, 2010), sin embargo siendo datos agregados, no se logra determinar una diferencia entre las condiciones de la vivienda urbana de la rural. Es importante reconocer que hay desiguales acepciones de lo que territorialmente se determina como urbano o rural, así tenemos que Sistema Urbano Nacional se consideran ciudades por arriba de los 15 mil habitantes (Sedesol, Segob, Conapo, 2012), mientras que para el Inegi la concentración rural es por debajo de los 2,500 habitantes, para este trabajo se aplicará éste último criterio.
Por otra parte, la noción de la pobreza patrimonial es un concepto que se ha posicionado en los últimos años como la Insuficiencia del ingreso disponible para adquirir la canasta alimentaria, así como realizar los gastos necesarios en salud, vestido, vivienda, transporte y educación, aunque la totalidad del ingreso del hogar fuera utilizado exclusivamente para la adquisición de estos bienes y servicios (Coneval, 2015).
En este marco de referencia, la vivienda rural, particularmente para el caso de San Luis Potosí, se ha estudiado para los municipios de más alta marginación en materia habitacional, referida a algunas de las condiciones de habitabilidad (hacinamiento) y de servicios a la vivienda (estructuras durables y servicios).
De acuerdo con los estudios realizados de las variables anteriores por el Observatorio Urbano local de San Luis Potosí (OUL_SLP, 2005-2010), las condiciones de mayor marginación en materia de vivienda se concentran en diversos municipios de la zona huasteca (ver imagen 1). Cabe mencionar que los observatorios urbanos han sido una herramienta útil para la medición de las metas del milenio y que reflejan los indicadores de ONU Hábitat.
Algunas reflexiones preliminares para este trabajo permiten cuestionar la perspectiva de la sustentabilidad para la vivienda rural, en este contexto caben algunas preguntas: ¿se puede aspirar a una visión de sustentabilidad de la vivienda en condiciones de marginación?, y ¿la recuperación de los valores locales puede ser prioritaria a las condiciones de la habitabilidad?
Para entender las características de la vivienda, podemos partir del reconocimiento de la vivienda como una de las tipologías arquitectónicas que clasifican a este tipo de estructuras precisamente como vivienda, y que el atributo de patrimonial se atribuye a sus aspectos figurativos u ornamentales (Fernández, 2014). Los tipos arquitectónicos apuntan a una idea de organización de la forma y elementos de la arquitectura hacia un orden reconocible, los elementos y la relaciones constituyen los ingredientes que componen el tipo (Martí, 1993). Con este marco de referencia se entiende la vivienda por sus formas y relaciones, se aplican para este caso los elementos (materiales) y los servicios que le dan condiciones de habitabilidad.
Un punto de partida es la estimación de la calidad de la vivienda a nivel nacional elaborado por el Cámara de Diputados (Cesop, 2011), para efectos de políticas públicas de vivienda, donde establecen un indicador de la calidad de la vivienda; el cual integra tres dimensiones: a) Calidad de los materiales e instalaciones de la vivienda; b) Calidad de la infraestructura y servicios, y c) Calidad del espacio de la vivienda.
Con base en la construcción resultante del Índice Integrado de Calidad de la Vivienda (2010), la relación entre los datos nacionales y los datos del estado de San Luis Potosí, se reportan en la Tabla1. Se puede apreciar que la vivienda de la entidad potosina está por debajo de todas las clasificaciones, lo que refleja un serio rezago (o déficit), es cierto que estos datos son muy generales y no aportan diferencias entre los rural y urbano, ni entre los municipios como tema central de este trabajo. Aquí el abordaje temático de la vivienda se aplica específicamente a municipios como dimensión espacial, y la marginación como dimensión conceptual.
Como definición operativa para esta investigación se retoma el concepto aplicado por el Consejo Nacional de Población (2010) relativo a la marginación como “fenómeno estructural múltiple que valora dimensiones, formas e intensidades de exclusión en el proceso de desarrollo y disfrute de sus beneficio”; las dimensiones que se integran en este índice de marginación [IM] son: educación, vivienda, distribución de la población e ingresos monetarios, el índice de marginación está concebido como una medida que dé cuenta de las carencias que padece la población, para la valoración de los indicadores de vivienda de utiliza el término déficit como carencia o falta de algún bien. La población que reside en viviendas sin drenaje, sanitario, energía eléctrica, agua entubada y espacio suficiente y adecuado, se enfrenta a una mayor vulnerabilidad que genera algunas privaciones cruciales en la vida de las familias y sus integrantes (Conapo, 2010).
En el contexto nacional la entidad potosina, se considera con un índice de marginación “alto”, en un rango de 0 a 100 puntos, con una calificación de 46.70, ocupando el séptimo lugar nacional, donde el estado de Guerrero es el 1 en índice de marginación “muy alto”, con un indicador de 88.72 puntos, mientras que el Distrito Federal es el 32 con un índice de marginación “muy bajo”, con un indicador de 3.04. La entidad potosina se ha mantenido en el mismo grado de marginación “alto”, desde el año 2000 (Conapo, 2010).
En la Tabla 2, se plasma la clasificación del grado de marginación de los municipios de San Luis Potosí, sin embargo, es difícil saber lo que pasa al interior de los municipios y su grado de marginación, En este sentido es importante conocer esta realidad de los 58 municipios, pero específicamente los ubicados en el rango de más alta marginación.
En la clasificación de los municipios potosinos según el índice de marginación, los municipios seleccionados como unidades de análisis para este estudio ocuparon los siguientes lugares: Santa Catarina (1), Aquismón (2), San Antonio (6), y Tanlajás (10), la forma de selección valoró la diferencia entre la ciudad capital del municipio y el resto del mismo, por esta razón no aparecen para este estudio los municipios de San Martin Chalchicuautla (3) y Tancanhuitz (4). En otra forma de clasificación, están los municipios con población indígena -como estos cuatro seleccionados- es conocido que estos grupos cuentan con los mayores rezagos por diversos factores, sin embargo no se consideraron ya que el enfoque fue hacia la vivienda, con las variables ya señaladas. Recientemente se están incorporando a las investigaciones la cuestión de la inseguridad, como variable clave para la vulnerabilidad de las familias en ésa condición, hasta la fecha de este documento no se encontraron datos específicos a nivel de localidades de los municipios estudiados que puedan ser aplicados.

MÉTODO DE INVESTIGACIÓN.
Esta investigación se sustenta en el trabajo con indicadores de la vivienda, hay que reconocer que un grupo de indicadores debe ser coherente y además tener una visión de un problema complejo, debe ser accesible para expertos y público en general (Barcelo, 1998). Los indicadores también deben expresarse en términos que pueden servir de guía o medida intervención, por tanto, si se pretende un visión sostenible de la vivienda tradicional, es entonces que el desempeño de los valores de los indicadores se vuelve importante para comunicar las formas en que la estrategia para la mejora de la vivienda contribuye –o no- al desarrollo de las comunidades.
Para la comparación de los valores, debido a su disparidad, se utilizó el método sugerido por Boulanger (2004) sobre la estandarización empírica, este enfoque se basa en un análisis en términos de progreso o retroceso de una situación inicial, para este caso se aplica el porcentaje (0 a 100), donde el cero es el mínimo y el 100 es el máximo.
Se aplicó la batería de indicadores UN-Hábitat, que fue desarrollado para verificar el cumplimiento de las Metas del Milenio, por conducto de los Observatorios Urbanos y al Sedesol desde el año 2005, esta plataforma de indicadores, particularmente dentro del eje temático de Vivienda, se utilizan a) Estructuras durables, b) Hacinamiento y c) servicios a la vivienda.

  1. Estructuras durables.

Meta de desarrollo del milenio: Asegurar la sustentabilidad ambiental
Escala: Entidad, Municipio, Localidad.
Meta de la Agenda Hábitat: Proporcionar tenencia segura.
Definición: Proporción de ocupantes de viviendas consideradas durables, es decir, construidas en áreas sin riesgos y con una estructura permanente y lo suficientemente adecuada como para proteger a sus habitantes de inclemencias del tiempo tales como la lluvia, el calor, el frío y la humedad. Se considera que una vivienda se compone de estructuras durables si constan de 3 de los siguientes elementos: piso de cemento y firme, pisos de madera, mosaico y otros recubrimientos, paredes de tabique, ladrillo, block, piedra, cantera, cemento y concreto, techo de losa de concreto, tabique, ladrillo y terrado con vigueta. Una vivienda compuesta por estructuras durables en buen estado y asentada en una zona con niveles mínimos de riesgos y vulnerabilidad, es un requerimiento indispensable para garantizar la integridad física de sus habitantes. El cálculo de este indicador se basa únicamente en la existencia de estructuras durables en una vivienda. Sin embargo el crecimiento urbano que caracteriza a la mayoría de las ciudades mexicanas ha generado la ocupación de zonas con niveles de riesgo y vulnerabilidad considerable donde es posible encontrar viviendas con estructuras durables, este concepto se aplica para las zonas rurales.
Para este caso se aplicó el criterio de vivienda con piso de tierra [VPT].
Fuente de información: Censo de Población y Vivienda 2010.

  1. Hacinamiento.

Meta de desarrollo del milenio: Asegurar la sustentabilidad ambiental
Meta de la Agenda Hábitat: Proporcionar tenencia segura.
Definición: De acuerdo a la definición de hacinamiento, éste existe donde más de tres personas ocupan una sola habitación, por lo que de acuerdo a las variables estudiadas, se puede calcular el porcentaje de viviendas con hacinamiento sumando el número de: Proporción de ocupantes de viviendas con más de tres personas por habitación. Este indicador debería complementarse con un estimado de la superficie promedio de las viviendas. Por lo que se aborda el tema de hacinamiento como el espacio suficiente para el desarrollo de las actividades de los ocupantes de una vivienda que propicia la disminución de los riesgos de contraer enfermedades por contagio y de daño físico por la proximidad de artefactos y de las instalaciones que los proveen de energía, deteriorados o defectuosos y que contribuye a atenuar las consecuencias negativas asociadas a la falta de privacidad, lo cual, en muchos casos es un factor de problemas familiares. En este caso se utiliza el promedio de ocupantes por vivienda [POV].
Fuente de información: Censo de Población y Vivienda 2010.

  1. Acceso a agua segura, servicio de drenaje y de electricidad.

Meta de desarrollo del milenio: Asegurar la sustentabilidad ambiental
Meta de la Agenda Hábitat: Promover el acceso a los servicios
Definición: Acceso a los servicios a la vivienda, es la proporción de la población que usa cualquiera de las siguientes formas de suministro de agua potable: agua entubada a la vivienda [ADV], es decir agua dentro de la vivienda.
El acceso al agua segura es una de las necesidades más apremiantes de los seres humanos. El suministro adecuado en cantidad y calidad es indispensable para garantizar su salud y su supervivencia. La población que carece de ella es segregada irremediablemente, pues tal condición es suficiente para que en muchos casos les sean negados sus derechos.
Para el cálculo de este indicador se excluyeron los ocupantes de viviendas particulares que obtienen agua de pipas o bien aquellos que tienen agua fuera de la vivienda [AFV], de acuerdo a los criterios establecidos en la guía de indicadores de la Agenda Hábitat.
Nota: Este indicador fue modificado para el presente estudio, para incorporar los servicios de drenaje y de electricidad.
Fuente de información: Censo General de Población y Vivienda 2010.

ANÁLISIS DE RESULTADOS
Con las bases de datos de los municipios detectados con este procedimiento, se pudo determinar las diferencias entre la capital municipal (considerada urbana) y resto del municipio (considerado rural), para ello se utilizaron los datos del ITER 24 (Inegi, 2010). Los resultados del análisis para los cuatro municipios en estudio se reportan en este apartado, para mayor claridad de la caracterización de la vivienda considerada como de “alta marginación”, esta clasificación es propia derivada de los resultados obtenidos, en el análisis se hizo una separación entre los datos totales del municipio con los datos de la cabecera municipal y se realiza una comparativa con la media estatal. En un primer acercamiento a los resultados obtenidos se aprecian los datos de población total y de género, donde se advierten diferencias muy claras con el promedio estatal, de aquí se confirma el supuesto de que los datos de las grandes cifras –nacionales o estatales- no reflejan la realidad local.
En la Tabla 4 de los datos referentes a las condiciones de la vivienda obtenidos, se desprende que el indicador de hacinamiento, se refiere a los ocupantes por vivienda [OPV], en la se determinó que sólo las capitales municipales están por debajo de la media estatal de 4.05 y que el resto de las viviendas del municipio tienen un hacinamiento mayor, hasta de 4.87 [OPV], ver Imagen 2. Lo que significa que los ocupantes por vivienda o por cuarto están en condiciones más desfavorables del resto del estado.
En el rubro de los servicios a la vivienda, particularmente el servicio de electricidad, la cobertura estatal es del 94.43 % de viviendas con electricidad [VCE]; se aprecia un importante rezago en este servicio ya que, por ejemplo, el municipio de Aquismón cuenta con una cobertura del 75.14 % VCE, mientras que el Municipio de Santa Catarina cuenta con un 78.16 % VCE, en consecuencia el reto por cumplir es casi de una cuarta parte de las viviendas sin este servicio en los municipios mencionados.
En el indicador de las viviendas con piso de tierra [VPT], el resultado obtenido es que el total del rezago estatal es de 8.63 % VPT; mientras que en los municipios estudiados es el siguiente: Aquismón 44.24% VPT, San Antonio18.35% VPT, Santa Catarina 35.21 % VPT y Tanlajás 31.25% VPT. Una de las conclusiones es que la pobreza patrimonial -en este caso- se agudiza por precarias condiciones de salud, por ejemplo en el caso de Aquismón, tiene en déficit aproximadamente 5 veces mayor que en el resto del estado.

Para el caso del servicio de agua potable dentro de la vivienda [ADV], es importante señalar que existe también otro indicador de viviendas con agua potable fuera de la vivienda [AFV], para este caso se toma el primero, ya que el resto sigue siendo un rezago. En consecuencia los valores obtenidos para ADV reflejan que la tendencia estatal es de 81.77 % ADV, mientras que el resultado en Aquismón es de 48.00 % ADV, San Antonio 48.32 % ADV, Santa Catarina 22.99 % ADV y Tanlajás 85.21 % ADV. Es claro que el problema del agua potable dentro de las viviendas es un rezago no atendido por las instituciones en los municipios y que los riesgos a la salud humana están vigentes en la zona, contribuyendo al deterioro de la calidad de vida y de la habitabilidad de las viviendas.
Existe otro indicador que refleja la totalidad de los servicios a la vivienda [VTS], según el INEGI, esta variable explica la cobertura total de los servicios básicos a las viviendas, bajo este criterio la cobertura estatal es del 71.28 % VTS, es decir que el rezago total del estado es del 28.72 %. En la Imagen 6 de VTS, se aprecia que el alcance de este indicador -que integra de cobertura de servicios a la vivienda-, para el municipio Aquismón es sólo del 18.22 % VTS, en el municipio de San Antonio 25.23 % ADV, en el municipio de Santa Catarina es la menor con un 9.54 % VTS y el municipio de Tanlajás es del 25.77 % VTS. La falta de atención a estos rubros explica –sin lugar a dudas- la posición de estos municipios como de “alta marginalidad”, comprometiendo el desarrollo de las personas, de las familias y de las comunidades rurales, ya que no tiene una vivienda en condiciones de vivienda digna.
 CONCLUSIONES
El reto de la mejora de la vivienda en los municipios estudiados es una constante sin atender, no obstante que los programas nacionales y estatales hablan de abatir el rezago. De acuerdo con el gobierno federal, el sector vivienda se encuentra en un proceso de reestructuración que llevará a consolidar nuevos instrumentos, de gobierno y políticas públicas, sin embargo los programas oficiales siguen privilegiando el sector formal de la vivienda patrocinada por organismos oficiales y banca de desarrollo (Conorevi, 2011), el apoyo a la vivienda tradicional en las zonas rurales siguen siendo marginal.
Como conclusión y recomendación este trabajo retoma las propuestas de la Cepal (2005) sobrela superación de la pobreza y precariedad urbana [también para nuestro caso la rural], que se pueden aplicar a las condiciones de la vivienda, para ello se requiere de la incorporación efectiva de instrumentos específicos de gestión, mediante. Indicadores de situación, de gestión y de desempeño, evaluaciones de impacto (humano, social, económico, ambiental); valoración e implementación de iniciativas territoriales. Conviene considerar que la sustentabilidad desde lo local está asociada a las formas de vida y tradiciones locales, para poder incidir en ellos se requiere de trabajos con criterios de Integralidad y operatividad en tres niveles de gobierno y entre distintos sectores, también establecer como prioritarios los objetivos de gestión en la vivienda, y territorial, todo ello orientado a objetivos del desarrollo local ¿sustentable?
Otra pesquisa o línea de investigación que encuentro puede asociarse a la interpretación de los resultados de la evaluación de los sistemas de indicadores, puede ser bajo la perspectiva de evaluación de la sustentabilidad, en este caso de la vivienda rural, como explican Pierri y Foladori (2001), calificando la sostenibilidad en diferentes grados como sostenibilidad débil o sostenibilidad fuerte, en tanto que se utilizan las grandes cuentas nacionales para su expresión. Las cifras obtenidas en este estudio son indiscutibles: la vivienda rural es un sistema débil.

BIBLIOGRAFÍA

Barcelo, Michel (1998). Des indicateurs de la qualité environnementale urbaine. INRS- Urbanisation, Montréal.
Boulanger, Paul-Marie (2004). Les indicateurs de développement durable: un défi scientifique, un enjeu démocratique. Institut pour un développement durable. l’Iddri et la Chaire Développement durable de l’Ecole polytechnique-EDF. Belgique.
Cepal (2005). Opciones y propuestas estratégicas para la superación de la pobreza y precariedad urbana en América Latina y el Caribe. Ricardo Jordán, Coordinación editorial. Serie Manuales 49. Santiago de Chile.
Conapo (2011). Índice de marginación por entidad federativa y municipio, 2010. Primera edición: octubre de 2011, Consejo Nacional de Población y Fondo Población de las Naciones Unidas, México.
Coneval (2015). Medición de la pobreza. Glosario. http://www.coneval.gob.mx/Medicion/Paginas/Glosario.aspx. [Fecha de consulta 15/11/2015].
Conorevi (2011). La situación de la vivienda en México: Síntesis de Problemática y Propuestas. Estadísticas. Consejo Nacional de Organismos Estatales de Vivienda, A.C., México.
Fernández G., Juan Pablo (2014). Bases para una interpretación tipológica de la vivienda rural introducida en la Patagonia suroccidental desde el fenómeno de sus adaptaciones al clima. En: Arquitecturas del Sur, Vol. XXXII, N° 46, p. 78-91.
H. Cámara de Diputados (2011). Habitar en México: Calidad y rezago habitacional en la primera década del milenio. Documento de Trabajo, núm. 112, 2011. Publicación del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, LX Legislatura, México, D.F.
Martí A., Carlos (1993). Las variaciones de la identidad: Ensayo sobre el tipo en arquitectura. Ed. del Serbal, Barcelona, Esp.
Pierri, Naína y Guillermo Foladori (2001). Controversias sobre sustentabilidad. La coevolución sociedad-naturaleza. Edit. Miguel Ángel Porrúa, Universidad Autónoma de Zacatecas.
Sedesol, Segob, Conapo (2012). Catalogo Sistema Urbano Nacional, 2012. México.

1 Universidad Autónoma de San Luis Potosí, oul@fh.uaslp.mx, Observatorio Urbano Local de San Luis Potosí.