FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

Rigoberto Larraga Lara y Ramón Rivera Espinosa. Coordinadores
Universidad Autonoma de San Luis Potosí
Universidad Autónoma Chapingo
Universidad de Antioquia

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INFLUENCIAS CULTURALES  EL ESPACIO  DOMESTICO TRADICIONAL RURAL TRANSFORMACIONES POR TRANSCULTURACIÓN
El impacto en los modos de habitar por  migración circular.

Mtra. Ana Ma. Delgadillo Silva*

RESUMEN
En el mundo del siglo XXI, por un lado la fuerza gravitatoria de las culturas hegemónicas impone modelos, de pautas, rasgos culturales, prácticas sociales, hasta el uso de objetos y por el otro la tecnología acoplada en un sistema capitalista, impone sus condiciones. Un proceso, que, las intensas movilidades internas y migratorias de las poblaciones y los medios de comunicación han tenido a bien distribuir mensajes y productos culturales que ahora constituye la vida cotidiana, que ha impulsado a la construcción de un imaginario mundial. 1  Las poblaciones rurales en el ámbito social, cultural, entre otros factores,  se enfrentan a un problema que comienza en torno a los alcances de un continuo encuentro y desencuentro con la globalización, y cómo los diversos grupos sociales establecen estrategias anteponiendo sus valores comunitarios y locales para al mismo tiempo estar adentro y afuera. La globalización están percibiendo y generando una serie de cambios, tan rápidos y tan significativos, que se advierten nuevas formas de estar en el mundo centralmente en la construcción de identidades, enfrentándose al fenómeno de la transculturación.2
En las comunidades rurales de México, como lo es en la Zona Media del Estado de San Luis Potosí, se observa un proceso continuo de cambio que ha desplazado las formas tradicionales de habitar, estas transformaciones en la casa y el espacio doméstico son el resultado de un proceso de adaptación a nuevas prácticas culturales impactado en el modo de vida y por lo tanto en el espacio habitable. Tanto la migración como la incorporación y transferencia de tecnologías para la construcción y la modernización y uso de accesorios domésticos son algunos de los factores que han impulsado los cambios.
Palabras clave: Transculturación, Transformación, migración, vivienda, espacio domestico rural.
* Mtra. Ana Ma. Delgadillo Silva, Profesor investigador tiempo completo, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, miembro del cuerpo académico, Habitabilidad y Sustentabilidad del Territorio, doctorante del Doctorado Interinstitucional en Ciencias del Hábitat, (DICH),Universidad Autónoma de Yucatán, Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

INTRODUCCIÓN
El presente trabajo presenta el avance de investigación del Doctorado Interinstitucional en Ciencias del Hábitat, de la Facultad de Arquitectura de Yucatán y de la Facultad del Hábitat de San Luis Potosí.  La elección del tema nace a partir de establecer la problemática desde el enfoque social de las influencias culturales en la  arquitectura tradicional, que impactan a  las comunidades rurales y el fenómeno de transformación por transculturación de los espacios domésticos rurales.
El objetivo de la investigación es  explicar  el proceso del fenómeno de  transculturación en el espacio domestico rural a partir de comprender la transformación de éste en la vivienda tradicional, que se convierte  en vivienda “hibrida” y en la construcción de una  vivienda con características culturales externas.  Y como la plasticidad cultural de las localidades de origen permiten el proceso de selectividad para mostrar  como  se  trasladan  nuevos componentes culturales que se manifiestan  en el espacio domestico rural a partir de las prácticas cotidianas, ya  sea por el fenómeno de la globalización, y por el desplazamiento migratorio  temporal y circular  de algún miembro de la familia, por lo que es preciso interpretar y comprender la incorporación de  estos nuevos elementos de procedencia externa a partir de la rearticulación total de la estructura cultural propia, dándose en el tiempo y en el espacio.
Se abordan los  antecedentes de investigación a través de autores que presentan sus investigaciones, tesis y documentos de trabajo tanto nacionales como internacionales  que, con diversos enfoques desde la filosofía, la arquitectura, sociología y antropología,  cuya veracidad,  pertinencia y confiabilidad respecto al objeto de estudio,  “Transformación por Transculturación del espacio domestico rural”,  han determinado su utilización en el presente trabajo, desde su perspectiva y enfoques variados que han permitido la comprensión del fenómeno. 
El marco teórico - conceptual  del proceso de transculturación se conceptualiza a través de enfoques filosóficos, antropológicos y de estudios culturales con autores como Ortiz, Rama, García Canclini, Del Toro,  Sobrevilla, Zebadúa Carbonell, entre otros; para entender el conjunto de fases y operaciones sucesivas del fenómeno, como la  adaptación de rasgos de otra cultura como propios,  un proceso transitivo en diferentes fases que durante  la “plasticidad cultural” permite integrar las tradiciones y la novedades: incorporar los nuevos elementos de procedencia externa a la cultura original. Así  también se conceptualizó el  espacio habitable en la vivienda  a partir de la construcción  del estado de la cuestión. Se pudo identificar entre los autores  de los estudios e investigaciones analizadas,  que coincidían con autores clásicos como Heidegger, Bachelard, Bordieu, Rapoport, entre otros,  que sustentan y argumentan el estudio del espacio habitable construido socialmente. De acuerdo a Salazar Gonzáles, 3 “partir de la idea que el espacio está definido por una comunidad, cuyas prácticas sociales determinan  las diversas concepciones y modalidades del espacio, e igual estos pueden determinar las prácticas”. 
El fenómeno de transformación por transculturación del espacio domestico rural  se presenta desde un perspectiva cultural permitiendo entender al sujeto social y su experiencia con otra cultura, en sus prácticas cotidianas que impactan en el espacio doméstico. La estrategia metodológica metodología utilizada en esta investigación se enmarca dentro de las técnicas cualitativas de investigación social. Enfoque interpretativo. Por lo que el  paradigma  de la investigación será hermenéutico analógica, icónica.
La aplicación de esta metodología permitirá la construcción de un referente hermenéutico analógico, icónico conformado por un rango de interpretaciones válidas. Como resultado de esta metodología se presentará los conceptos analogados en  la proporcionalidad  a través del simbolismo icónico para describir el acto sémico del proceso de  transculturación, y,  los criterios de selectividad cultural ante la plasticidad cultural dentro de los espacios domésticos en las diferentes representaciones de la vivienda, la  tradicional, la hibrida y las nuevas aportaciones de construcciones transformadas
Planteamiento
Las comunidades rurales como estrategia de búsqueda de alternativas de supervivencia ante el  fenómeno de la migración, que no nada más representa una problemática de las regiones, sino también del mundo entero, son otras a partir de que han sido impactadas desde varios frentes y procesos, desde lo cultural, lo económico, lo social, donde los movimientos migratorios de ida y vuelta son decisivos a la hora de conformar los sentidos de las sociedades y las apropiaciones culturales de diversos orígenes están a la orden del día.
En todos los casos, los diversos grupos sociales se enfrentan a estas dinámicas globales y a su manera actualizan sus patrones culturales y espaciales.  De acuerdo a Brigitte Lamy4 , la influencia de la migración dentro de las comunidades rurales en México,  si puede ser observada en las formas de ver el mundo (cambian cuando el migrante entra en contacto con otra realidad diferente a la suya) y en estilos de vida que diferencian a los no migrantes de los migrantes y que suelen ser tangibles y visibles en los bienes materiales y económicos. Esta posición estratégica de la población ha logrado que su permanencia en el tiempo y en el espacio sea una realidad, pero haciendo prevalecer sus modelos culturales que ahora se retroalimentan de los procesos de la globalización. En el caso de la migración, la medición de su impacto tiene mucho que ver con estas reelaboraciones culturales que las comunidades en el caso de las rurales realizan constantemente.
La Catherine Ettinger,5 en el libro “La transformación de la vivienda vernácula en Michoacán, Materialidad, espacio y representación” analiza la arquitectura vernácula como un proceso dinámico en el que el foco de atención se dirige hacia sus moradores en un auténtico estudio social desde la arquitectura, sustenta una serie de condicionantes ambientales, técnicas, económicas y sociales en las que se insertan los procesos de desarrollo, conservación,  transformación y sustitución de la vivienda tradicional. El eje de las reflexiones planteadas busca desmentir la versión ampliamente difundida de que las alteraciones y destrucción de la arquitectura y el urbanismo vernáculos son resultado directo del interés de los habitantes por copiar esquemas formales extranjeros. Examina la arquitectura vernácula desde tres dimensiones: material, funcional y simbólica, sin perder de vista su interrelación y la lógica propia de cada una.   “La vivienda revela y refleja los valores esenciales de un grupo humano, sus prácticas sociales, su cultura, que además de la concreción física la casa parte del reconocimiento de la importancia su función simbólica y su papel de orientador del ser humano. Como tal, se vincula estrechamente con cuestiones de identidad, tanto individual como colectiva y con procesos sociales” 6
Las modificaciones en los espacios de la vivienda tradicional rural  tienen orígenes muy diversos, entre los que se encuentra la subdivisión de los predios familiares, el costo de los terrenos, los cambios en la estructura familiar, la pérdida de las actividades agrícolas, el incremento de los ingresos y el desarrollo de las estructuras urbanas.
Ettinger explora los significados de la vivienda tradicional rural   y se muestra la manera en que la decisión sobre los nuevos espacios cada vez se aleja más de los atributos de durabilidad o funcionalidad, para encauzarse hacia la posibilidad de comunicar una identidad, real o anhelada. El papel simbólico de la vivienda y la necesidad de mostrar a sus moradores como personas que han progresado económica y culturalmente, los conduce a invertir muchos recursos e incluso a sacrificar aspectos de su vida cotidiana.
La revisión del fenómeno de la migración y el impacto real en al transformación de la vivienda tradicional se desarrolla pues en el análisis exhaustivo de conceptos, como la cultura, la identidad, la modernidad, la migración, la familia, la memoria, la historia, la función y el uso de los espacios, entre muchos otros. Esta investigación se inserta en el hueco de conocimiento  propuesto por la Dra. Ettinger que plantea que en los estudios de arquitectura y migración se han dado poca atención a la migración circular o periódica y al impacto de la migración en el medio ambiente construido de la comunidad expulsora. Ya que en el caso de una población con tradición migrante, la función simbólica de la vivienda y su papel en la orientación del individuo son  aspectos que cobran gran importancia, actualmente que en el territorio  de origen la conformación de la organización familiar y su espacio domestico juega un papel de anclaje  además de manifestar anhelos y nuevas identidades. Identidades de larga temporalidad y a identidades de “acceso” a grupos más amplios y que resultan voluntarias al individuo, Ettinger lo pone a discusión de reflexión ya que se  debe tomar en cuenta que, si bien las identidades no resultan excluyentes unas de otras, “el peso específico de factores como lugar, familia e incluso país como referencias de identidad al territorio, parecen ceder lugar -al menos en el caso de los emigrantes cíclicos- a otros aspectos desterritorializados como la música, la vestimenta, el lenguaje, etc.”7
Perspectiva teórica
La Transculturación
La transculturización no es un fenómeno nuevo, pero sus resultados siempre son vigentes, debido al constante cambio y evolución de las culturas incorporadas. Y el fenómeno de la globalización y los constantes desplazamientos como la migración,  ha producido múltiples transculturizaciones, y mezclas. Estas mezclas, ya sean culturales informáticas, artísticas, estilísticas, etc., se manifiestan de una manera espontánea en la cultura popular, indicando que de alguna manera están siendo asimiladas por la sociedad.
Este proceso de continua absorción e incorporación cultural nos obliga a observar una influencia externa, y a darnos cuenta que no estamos solos o aislados. El simple hecho de reconocer algo externo nos sitúa en una nueva posición, donde podemos vernos a nosotros mismos desde una nueva perspectiva lo que nos lleva a descubrir que existen nuevos paradigmas. Y con esta nueva visión podemos redescubrir o re-visitar nuestros mismos elementos culturales y sociales, refrescando nuestras concepciones.
La transculturación es un proceso cultural que tiene que ver con el traslado de contenidos culturales de una cultura a otra. Quien acuño el concepto, Fernando Ortiz8 , explicaba que la transculturación tiene que ver con la pérdida y las ganancias parciales de contenidos y prácticas culturales. En las propias palabras de Ortiz “una parcial desculturación […] significa la consiguiente […] neoculturación”. De acuerdo a Ortiz en un enfoque antropológico menciona en 1940 año en que se acuña el término; que la transculturación significa un nuevo orden de las funciones en todos los campos sociales ya que conlleva u oscila entre la pérdida y la adquisición de algo nuevo, entre lo conocido y lo extraño. Mientras que Malnowski 9  considera el concepto de transculturación como uno de los aportes más significativos a la antropología cultural y constata que toda transculturación es un proceso por el cual se da algo a cambio de lo que se recibe. Un  proceso en el cual emerge una nueva realidad compuesta y compleja. Prosigue “No hay que esforzarse para comprender que mediante el uso del vocablo aculturación introducimos implícitamente un conjunto de conceptos morales, normativos y valuadores, los cuales vician desde su raíz la real comprensión del fenómeno”.10   Y añade “Todo cambio de cultura, o como diremos en adelante toda transculturación, es un proceso por el cual siempre se da algo a cambio de lo que se recibe. Es un proceso en el cual ambas partes resultan modificadas. Un proceso en el cual emerge una nueva realidad, compuesta y compleja; una realidad que no es una aglomeración mecánica de caracteres, ni siquiera un mosaico, sino un fenómeno nuevo, original e independiente”11
Mariano Picón Salas comenta que las primeras formas de transculturación en América Latina  suceden con  “la penetración de la cultura europea en los centros urbanos desde el siglo XVI y a las distintas formas que asume el trasplante cultural en  las diversas áreas culturales del continente” 12. Algunos autores denominan a estos cambios como “aculturación,  deculturación, transculturación,  neoculturación o hibridación cultural” cuando se hace referencia a todos esos cambios que se viven cuando se juntan o se ponen en contacto dos sociedades con tradiciones culturales diferentes.13
Es preciso comprender que los procesos de transculturación se han dado continuamente desde la perspectiva antropológica; histórica y sociológica, como una evolución cultural, o como puente o nexo entre culturas, integración de diversas culturas y finalmente, como aquellos que tienen consecuencia la creación de una cultura con una nueva identidad inclusiva. 14 Por tanto, considerando las fases por las que se van transformándose las culturas cuando interactúan es posible apreciar que la transculturación subrayaría la dinámica y los procesos que brinda la evolución cultural. 15 De acuerdo a Braudel, los sujetos  experimentan una “trascendencia cultural” 16   de ambos lados cuando hay contacto con  otra cultura ya sea por desplazamiento migratorio o por imposición, y que es incorporada a su forma de vida.
La globalización ejerce un doble efecto sobre la diversidad cultural: por un lado, gracias a la multiplicación de los flujos e intercambios se facilita el contacto, el conocimiento y la cooperación en los procesos de transculturación.   Por otro, levantan nuevas barreras de separación, que pueden ser de tipo político, económico, militar, religioso, lingüístico, demográfico y comunicativo. Las diferentes regiones desde la cultura no tienen un origen común nos menciona Sonia Valle,  pero precisamente por el hecho de que los procesos de transculturación no han sido iguales en la regiones se hace  necesario estudiarlos de una forma completa a partir de sus similitudes y diferencias, convergencias y divergencias.
Las formas de vida de las culturas, determinan la capa más profunda de los procesos de transculturación.17    Son las que jerarquizan los valores y ponen en orden los elementos culturales. Reflejan y hacen de radiografía de las relaciones interculturales, bien desde la coexistencia hacia la integración o viceversa. La percepción de superioridad de unas culturas sobre otras impide que se establezcan relaciones simétricas.18
Por otra parte desde las comunidades puede haber el deseo de que su cultura sea protegida lo que denominaría Ángel Rama,19 “resistencia o rigidez cultural” comunidad que se acantona drásticamente en objetos y valores constitutivos de su cultura, rechazando toda aportación nueva. El sentimiento de “pérdida” de la forma de vida  pone de manifiesto el proceso de cambio de la identidad cultural, parte sustancial en el desarrollo de los procesos de transculturación, y por otra parte, la percepción de que la cultura está disminuyendo ante la globalización cultural.
Rama expone que la Transculturación es una alternativa al regionalismo que se sitúa en los productos ya alcanzados de la propia cultura rechazando lo foráneo, y el vanguardismo, caracterizado por la vulnerabilidad cultural y que frente a estas opciones, la transculturación  opera, según, Rama gracias a lo que él denomina “plasticidad cultural” que permite a la comunidad integrar las tradiciones y las novedades, es decir, incorporando los nuevos elementos de procedencia externa a partir de la rearticulación total de la estructura cultural propia, que pudieran entonces, demandar nuevas perspectivas dentro de la propia tradición  cultural. Hay un aporte valioso desde la visión de Rama ya que dentro del concepto de plasticidad cultural se deben atender los criterios de selectividad ya que nos dice que no solo se aplica a la cultura externa sino también a la propia. Propone cuatro operaciones principales que se efectúan en el proceso de transculturación: pérdidas, selecciones, redescubrimientos e incorporaciones; operaciones que son afines y se resuelven todas dentro de una reconstrucción general del sistema cultural, que es “la función creadora más alta que se cumple en un proceso transculturante”
Es importante para que se dé la transculturación haber una aceptación positiva del “otro” en el principio de alteridad, en  referencia a “nosotros”, característica fundamental para que se tienda a la construcción de integraciones culturales frente a las coexistencias. Es decir, para que favorablemente se constituya una cultura común a pesar del encuentro con fronteras que impiden el proceso de construcción identitaria transcultural. La apertura como plasticidad cultural permite integrar las tradiciones y las novedades: incorporando nuevos elementos de procedencia externa a partir de la rearticulación total de la estructura cultural propia, apelando a nuevas focalizaciones dentro de su herencia.20
La transculturación indica procesos de hibridación las desterritorializaciones y reterritorilaizaciones culturales, constituye el lugar de la negociación entre lo ajeno y lo propio. En la actualidad  la intensa  movilidad dentro y fuera de una región se han convertido en parte de lo cotidiano; las identidades se definen de otra forma, en términos de cultura, de poder, de inserción, de influencia, de acción y de producción. El o los territorios se construyen y deconstruyen permanentemente. Problemas de identidad personal o cultural se inscriben en el fenómeno de la globalización en relación con lo local, y lo glocal, que García Canclini 21  denomina como   lo local entremezclado con la globalización dentro de un contexto de la modernidad y de la postmodernidad.
A nivel más general, puede decirse que la transculturación es la adaptación de los rasgos de una cultura ajena como propios. La transición se produce en diversas fases donde, inevitablemente, se pierden ciertos elementos de la cultura original. Algunos expertos notan que el conflicto se produce en la primera fase de la transculturación, cuando la cultura ajena comienza a imponerse sobre la originaria. Aunque la transculturación puede desarrollarse sin conflicto, lo habitual es que el proceso genere enfrentamientos ya que la cultura receptora sufre la imposición de rasgos que, hasta entonces, le eran ajenos. Es cierto que la transculturalización implica una pérdida, una invasión. Pero al mismo tiempo implica una ganancia no sólo de nuevos elementos culturales sino también de nuevas perspectivas, resignificando los propios valores,  a veces contraponiéndose y creando sorpresivos contrastes y a veces fundiéndose y dando a luz a creaciones que retan nuestros prejuicios.
El espacio habitable ha tenido trasformaciones y cambios de imagen en este proceso, adoptando aquellas parecidas a las de zonas urbanas y metropolitanas transmitidas por los medios de comunicación, entre otras fuentes. Los migrantes asociados a desplazamientos continuos, al cruce de fronteras, incluyendo movimientos al interior, donde cruzan fronteras étnicas y culturales, propician también la construcción del “otro” con referencia a “nosotros”. Se puede decir entonces que,  uno de estos aspectos es la incorporación de nuevas costumbres de habitar que impacta directamente en la reinterpretación del espacio, transformándose éste en el tiempo incorporando nuevos lenguajes.
Es así como después de analizar el concepto y ver sus diferentes categorías es importante comprenderlo desde el proceso para poder identificar con claridad cuándo y cómo se ha manifestado la transculturación  en el espacio habitable rural,  reconociendo los factores que intervienen, ya que a través de este proceso, la cultura local de cada grupo experimentó modificaciones     en sus formas originarias resultando nuevas formas de habitar, reflejándose en los dispositivos espaciales. Posteriormente, es necesario reconocer las pérdidas, selecciones, redescubrimientos e incorporaciones y cuáles son los elementos, o aportes de ambas culturas como creencias, costumbres, normas, influencias, que sólo existen en una articulación viva y dinámica que se expresa por el modo de vida y en la cosmovisión donde se engendran los significados, donde se asientan los valores, dónde se despliegan las axiologías. 22
El fenómeno de la transculturación  debe abordarse  desde el hecho espacio-tiempo, ya que el traslado de cultura se hace en una dimensión temporal. La casa se debiera ver y observar como un texto que debe ser interpretado a través de los moradores y del espacio físico por lo que el analista debe tener la mente abierta para observar y no solo ver contenidos sino significados propiamente tal a partir de los sentidos recopilados de manera concreta. Que si bien en el proceso de transculturación existen pérdidas también hay selecciones, redescubrimientos e incorporaciones.  De cómo se construyen y transmiten a través de los dispositivos espaciales, el traslado cultural   en  la materialidad tangible; Usos, Tecnología, Objetos, costumbres; la transculturación filosófica; valores, concepciones, visiones, categorías; Transculturación semiótica; signos, referentes, discursos, en el espacio  doméstico rural.

El espacio domestico
 
Abordar la casa desde su espacio domestico hace referencia a aquellos ritos  a los hábitos condicionados por la historia y través de los cuales los diversos grupos humanos definen su cotidianidad.  “la casa, el domicilio. Es el único bastión frente al horror de la nada, la noche y los oscuros orígenes; se encierra entre sus muros todo lo que la humanidad ha ido acumulando pacientemente por los siglos de los siglos; se opone a la evasión, a la pérdida, a la ausencia, ya que organiza su propio orden interno, su sociabilidad y su pasión. Su libertad se despliega en lo estable, lo cerrado, y no en lo abierto ni lo indefinido. Estar en casa es lo mismo que la lentitud de la vida y el placer de la meditación inmóvil”23
El espacio doméstico como un dominio, un campo o territorio mental, mucho más amplio que la concepción material, concreta, tectónica, dimensionable y corpórea alusiva a lo cuantificable del universo tangible; es una condición multidimensional que incluye y apuntala a la  arquitectura con una serie de condiciones que tienen que ver con la categoría de la percepción existencial doméstica e íntima del ser humano, cercana al dominio del hogar como sentido de protección, de tranquilidad, sosiego, interiorización, descanso, renovación, recuperación y placer.  Las prácticas cotidianas del espacio. El espacio domestico delimita un territorio que no es el ambiental físico, sino el que está cargado de simbolismo, pero que al mismo tiempo posee “fragmentos de naturaleza, fenómenos, restos, fósiles, cosidades y animalidades”24 , incluido el ser humano como ser dual, material e inmaterial.
El espacio doméstico, por lo tanto, es un dominio de significaciones y va mucho más allá de una colección de objetos y lugares que se nutren de dicha consistencia, aunque todos los objetos y lugares del espacio doméstico comparten la cualidad inherente a él. 25

Rapoport desde la perspectiva de la complejidad social nos dice que el espacio doméstico como unidad de análisis pertinente para comprender a la casa en relación cultura/espacio está constituido por las actividades. Para efectuar un análisis de las actividades, es necesario tener en cuenta varios factores como las características de la actividad por sí misma, cómo es llevada a cabo, cómo se asocia con otras actividades y se combina en sistemas de actividades y finalmente su significado.
Sin embargo por otra parte Kent26   nos dice que la complejidad sociopolítica puede ser considerada como segmentación cultural que puede ser descompuesta a su vez en estratificación por estatus, jerarquía, especialización y división del trabajo y roles sexuales pronunciados. De esta manera, la partición del espacio por la arquitectura es otro ámbito en el cual se especializan las sociedades a medida que se complejizan. Por lo tanto, la partición del espacio responde a la complejidad sociopolítica, y no a factores ambientales o tecnológicos.
El aporte más relevante de Rapoport 27 en lo que respecta la comprensión del espacio doméstico desde una perspectiva basada en la práctica consiste en la noción que las actividades constituyen un sistema que se encuentra íntimamente ligado al sistema de escenarios en el cual se desarrollan. Por lo cual, “lo doméstico” se constituye en actividades que transcienden el escenario de la casa propiamente dicho, para alcanzar una mayor profundidad temporal y espacial.
Continua diciendo que  al considerar a las actividades y a los escenarios como una secuencia que puede tener diferentes organizaciones espaciales y temporales, permite valorar la complejidad presente en las diversas maneras de organizar las actividades domésticas en contextos culturales diferentes, sin proponer una categoría a priori de lo doméstico. Además, introduce dos categorías fundamentales a la hora de analizar la estructuración del espacio: el espacio y el tiempo.

Hodder define al espacio domestico desde su carácter simbólico como “las connotaciones secundarias evocadas por las asociaciones primarias y los usos de un objeto o palabra” 28 Según este autor, estos significados secundarios tienden a referirse a conceptos abstractos y generales, organizándose en estructuras de oposiciones que pueden tomar varias formas. Dichas estructuras simbólicas son manipuladas y organizadas cognitivamente, pero no residen solamente en la mente. Para Hodder los sistemas simbólicos son estructuras públicas que poseen significados contextuales en relación a las estrategias y a las prácticas de los individuos en sus vidas cotidianas. Por lo tanto, las estructuras simbólicas públicas son reproducidas en las prácticas sociales.
Otro concepto, que según Hodder se relaciona estrechamente con las estructuras simbólicas es la estructura social. La misma es definida como “relaciones organizadas de parentesco, género, grupos de edad, etc. que están en sí mismas relacionadas integralmente a divisiones y relaciones de producción, reproducción e intercambio” 29

Ahora bien para considerar al espacio doméstico desde una perspectiva centrada en la práctica, es necesario remitirse a los trabajos de Pierre Bourdieu. Dónde  propone una serie de conceptos que forman la base de su teoría de la práctica.
Dónde menciona que las estructuras características de un determinado tipo de condiciones de existencia, a través de la mediación de las relaciones familiares, producen las estructuras del habitus, que en su debido momento se constituyen como la base para la apreciación y percepción de la experiencia subsiguiente. Uno de los efectos fundamentales del habitus es la producción de un mundo “de sentido común” que posee una objetividad asegurada por el consenso de los significados, es decir la conjunción de las prácticas de las personas y el refuerzo continuo que cada uno de ellos recibe de la expresión, individual o colectiva, programada o improvisada, de experiencias similares o idénticas30 .

Metodología     
Esta relación establecida entre la casa, la identidad, la alteridad, los paisajes culturales, etc., se puede captar en su máxima expresión, estableciendo el vínculo entre el espacio doméstico y la vida cotidiana. Es así como la vida cotidiana constituye un  conjunto de actividades productivas, existenciales y de interacción social que conforman, estructuran y fundamentan la existencia de un individuo,  que la arman y capacitan para conseguir y reproducir una concepción del mundo. Lo que nos deja ver que la cotidianidad entendida como la fijación de las vivencias, es una pieza clave para comprender la permanencia de los intercambios simbólicos, así como los posibles cambios y mutaciones. Al conocer un grupo familiar a partir de su cotidianidad, al igual que por su registro de los dispositivos tradicionales, se están conociendo los soportes culturales y materiales que subyacen en la historia familiar y grupal.
Para conocer las formas de vida es fundamental mirar la perspectiva del sujeto social, y en su análisis se reconocerá la transformación de los modos de vida, a través de experiencias de vida, historias significativas y transformaciones.

Poco se ha tratado la arquitectura con respecto al retorno del migrante a su lugar de origen y el proceso de reinserción en la comunidad y en relación con el espacio urbano-arquitectónico. En este proceso sale a relucir como lo mencionamos al principio de ésta discusión solo  objetiva al individuo  y el espacio se trata de una manera funcional desde los procesos de territorialización y de reterritorialización dependiendo del periodo de estancia fuera de la comunidad de origen; inciden en él las experiencias vividas en otros contextos al igual que las mismas transformaciones del individuo o de la familia.
Es preciso observar que el proceso de producción social del espacio en estas condiciones de migración se aborde como un  proceso complejo que entrelace factores diversos que va más allá de un problema económico o de la copia de un modelo. Debe de insertarse sobre las relaciones entre lo local y lo global, los flujos transnacionales y la existencia de múltiples identidades.
La movilidad de formas arquitectónicas ha sido una constante en toda época. La intensificación de los flujos en la actualidad global es únicamente eso, una aceleración de procesos intrínsecos a la arquitectura. Sin duda el periodo de tiempo que pasa el migrante fuera del lugar de origen y su grado de asimilación transcultural son factores que inciden en las maneras de producir espacio a su regreso.
Es preciso comprender que las transformaciones del espacio habitable  en los lugares de origen del migrante no son resultado de copias directas sino de un proceso de transculturación que dan cuenta de factores económicos, cambios profundos en la estructura familiar y en el sistema de valores.

Hipótesis
Las transformaciones ocasionadas por transculturación (asociadas a la migración) manifestadas  en el espacio domestico rural se resuelven a través del proceso de selección de las influencias culturales que generan cambios en las prácticas cotidianas incorporando nuevos elementos de procedencia externa a partir de la rearticulación de la estructura cultural propia.
Categorías de análisis
Los referentes teóricos nos permiten desprender tres categorías (ver el proceso de transculturación) y se concretan con los elementos pertinentes para el tema que nos ocupa. Transformación del espacio domestico rural por transculturación. La materialidad tangible; a través de la comprensión de los Patrones espaciales como circunstancia fáctica; La transculturación filosófica; referida a los patrones culturales  valores, concepciones, visiones; Transculturación semiótica; signos, referentes, discursos. Así como el conocimiento de ello a través de los sujetos sus Patrones familiares, modos de vida, tipos de situaciones, prácticas habituales.
Estas categorías serán útiles para construir a través de sus datos el grado de transculturación de los sujetos  y su manifestación y significado que  den al espacio doméstico.

Operacionalización de las variables
Estrategia Metodológica.
Paradigma de la investigación- Hermenéutica – analógica- icónica
El fenómeno de transformación por transculturación del espacio domestico rural  se presenta desde un perspectiva cultural permitiendo entender al sujeto social y su experiencia con otra cultura, en sus prácticas cotidianas que impactan en el espacio doméstico,   sujetos que se desplazan cotidiana o temporalmente migrando y retornando a su lugar de origen, aportando experiencias de vida.  La estrategia metodológica metodología utilizada en esta investigación se enmarca dentro de las técnicas cualitativas de investigación social. Enfoque interpretativo. Por lo que el  paradigma  de la investigación será hermenéutico analógica, icónica.

Elementos que se tomarán en cuenta para la interpretación de las transformaciones manifestadas en el espacio domestico por transculturación
Modelo Teórico- Metodológico de transformación por transculturación del espacio domestico rural
La construcción de un “relato” significativo y con aspectos de credibilidad conduce, por un lado, a interpretar al espacio habitable así como sus prácticas sociales como  textos, y como  evidencia tangible en tanto “texto”. Lo primero demandará una estrategia preferentemente hermenéutica. Se considerará más apropiada la metodología derivada de la hermenéutica analógica, icónica,  tal como ha sido desarrollada por Beuchot. 31   De acuerdo con Beuchot, en la hermenéutica analógica se puede hablar de una hermenéutica docens (por medio de la teoría ofrece pautas necesarias para saber interpretar) y una hermenéutica utens ( como utensilio de la interpretación que proporciona “ el aspecto instrumental) ; y aún más allá, sería correcto identificar una hermenéutica analógica docens y una hermenéutica analógica utens, que a grandes rasgos se corresponden en arquitectura con la teoría, la razón y el ministerio con la práctica, la fábrica, respectivamente. Estos términos han sido ampliamente usados en la tratadística arquitectónica, desde Vitruvio. 32
La hermenéutica analógica docens permite cubrir, desde una perspectiva ontológica, un amplio campo de estados y situaciones.
De acuerdo a Beuchot; La cultura es un sistema articulado de símbolos y significaciones. Los símbolos son un elemento fundamental en la cultura pues se encuentran cargado de una significación muy fuerte la cual regula y organiza la vida de los hombres. Estos símbolos además promueven unos hábitos o costumbres que arraigan en la personalidad. La cultura tiene un fuerte impacto en la formación integral, a tal punto que determina esas costumbres, hábitos o forma de pensar y de relacionarse con los demás.

El  interpretar otras culturas, por lo tanto, no podría hacerse sino mediante el uso de la hermenéutica analógica.33   La comunicación intercultural es un ejercicio difícil y requiere de habilidades, como la competencia intercultural, que nos permitirá negociar los significados culturales, así como actuar comunicativamente de acuerdo con las múltiples identidades de los participantes. Esta habilidad se ve fortalecida por la analogía.34   Adiestrarse en su uso significa tender puentes utilizándola como una herramienta que permite captar lo semejante sin menoscabo de las particularidades. Gracias a este instrumento resultará menos complicado encontrar marcos conceptuales transculturales. Así, lo que se propone desde la hermenéutica analógica ofrece grandes ventajas para el diálogo intercultural: implica la deconstrucción de la narrativa céntrica y hace explícito que si bien hay repertorios identitarios compatibles, también los hay incompatibles. Ya que la analogía tiene un fuerte componente de proporcionalidad, es decir, siempre está en busca del equilibrio prudencial y justo. Por tanto, podemos decir que lo analógico nunca tiende a los extremos siempre es equilibrado.
Al decir de Beuchot, 35 la analogía permite evitar la acientificidad de la metáfora y las homologías cientifistas. Nuestro autor define la analogía como “pro-porción, admisión de porciones conjuntadas o armonizadas, no desligadas ni caóticas. Es un respeto de proporciones, que son diferentes y divergentes, pero con unidad proporcional”. 36 La analogía es una tensión, distención y pretensión, casi dialéctica, entre lo particular y lo universal. Respeta lo particular y diferente, sin negar lo alcanzable de universalidad y semejanza.

La vivienda se constituye como analogía, en una caja de resonancia, donde lo doméstico actúa dentro de un campo de fuerzas que transforman constantemente la estructura espacial de la casa. A este punto se refiere Paola Coppola Pignatelli, cuando entiende y presenta la casa como un lugar de rituales cotidianos: "La casa es el teatro de complejas interacciones, el lugar de los rituales cotidianos, el espacio para ceremonias excepcionales. Es el ámbito donde trascurre la vida, acontece la muerte, donde el júbilo y el dolor se viven en su cotidianeidad” 37

El espacio domestico será interpretado como un texto porque en tanto producto social “…no son sólo los escritos…sino también los hablados…los actuados…lo vivido…van, pues más allá de la palabra y el enunciado.” 38 El espacio habitado deviene un texto hablado, es construido desde el imaginario de quien por medio de la narración de su discurso explica. La significación del espacio habitable opera en un plano que no necesita para construir su narración de un significante material referido al espacio narrado.
La narrativa de los sujetos y el espacio doméstico devendrá un  símbolo.  El símbolo “…es un signo, con al menos, doble significado. Uno directo y otro escondido39 ”.  Teniendo dos partes, una la realidad que enriquece y la otra que simboliza, siendo una unidad dual en al cual se interpreta el todo simbolizado a partir de la parte que ha sido designada que le da la riqueza de significado, porque  es “… el signo más rico en significado, pues siempre tiene más de un sentido.

Aportaciones esperadas de la investigación

Interpretar la trasformación del espacio   por el proceso de transculturación  influenciada por las migraciones,  considerando  los criterios de selectividad culturales pérdidas,  selecciones,  redescubrimientos  incorporaciones.  Por   cambios en las actividades cotidianas que caracterizan y diferencian la configuración en los patrones culturales, familiares y  espaciales domésticos  en un   proceso de confluencia cultural y de un nuevo  constructo identitario.
Donde la interpretación hermenéutica analógica icónica permitirá encontrar el  equilibrio entre la univocidad y la equivocidad.
La univocidad entendida como una minería de la verdad, en donde uno y sólo un significado son válidos y aceptables; y en el otro sentido, la equivocidad es entendida como una construcción interpretativa muy abierta que dependerá  del contexto situacional o histórico de quien interpreta.

La propuesta de análisis hermenéutica, analógica icónica se compondrá  de tres niveles:
Tres niveles sémicos sugeridos por Pericot40 : Primer nivel de significación como identificación de las formas a nivel pre iconográfico o nivel de prefiguración perceptiva.  Será la etapa y función del proceso hermenéutico.  Representación de los objetos y personas, hechos y circunstancias con un significado a nivel fáctico de los patrones espaciales  y las actividades desarrolladas en él,  se  denominada coherencia lineal. Este significado denotativo será aquel contenido reconocido de forma univoca.
El segundo nivel iconográfico  o de configuración denotativa  se basa en el reconocimiento de los motivos  y las condiciones contextuales presentes. Para ello debe considerarse lo referido a la época en términos ideológicos, sociales, culturales, políticos, económicos; primero, alejada de la arquitectura y, posteriormente, se relaciona con el fenómeno arquitectónico41 buscando fundamentar las variables que condicionan a la evidencia tangible del espacio doméstico. El análisis del patrón familiar así como las experiencias de los miembros de la familia en la construcción propia de sentidos y significados del espacio domestico a través de las prácticas cotidianas, que permita comprender sus condiciones y postura frente al espacio, denominado como coherencia global.
El tercer nivel iconológico o connotativo, es el cúmulo de los significados que la presencia del signo denotado contribuye a evocar al interpretante el sentido de equivocidad. Es la refiguración, es el descubrimiento  y al interpretación de los “valores simbólicos” que se perciben tanto por “métodos compositivos” como por significación iconográfica42 . Constituye el nivel más profundo donde se inserta la “realidad social” del individuo que posibilita un medio que refleja aspectos simbólicos.

La aplicación de esta metodología permitirá la construcción de un referente hermenéutico analógico, icónico conformado por un rango de interpretaciones válidas. Como resultado de esta metodología se presentará los conceptos analogados en  la proporcionalidad  a través del simbolismo icónico para describir el acto sémico del proceso de  transculturación, y,  los criterios de selectividad cultural ante la plasticidad cultural dentro de los espacios domésticos en las diferentes representaciones de la vivienda, la  tradicional, la hibrida y las nuevas aportaciones de construcciones transformadas; que integrará  esta gama de interpretaciones y se comentarán  las ventajas de tener este referente analógico no como una interpretación final sino como una herramienta para avanzar en un proceso hermenéutico continuo. Validando así la transculturación  en razonamientos de lo “principalmente diverso” pero consistente con al evidencias icónicas dentro del relato histórico y documental de lo “secundariamente idéntico” en la aceptación de similitudes o diferencias para reducir la “inconmesurabilidad”.

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3   Guadalupe Salazar González, Dimensiones sociales del espacio y su concreción, pp. 40,41, Revista Hábitat nueva era, N° 3, Universidad autónoma de San Luis Potosí, México 2006. Pp. 40-46

4 Brigitte Lamy, Duarte, Cambios de una comunidad de migrantes, “Pues…aquí la cosa es que si cambian las cosas…”con la migración, pag.55, Universidad de Gto, Julio 2014

5 Catherine Rose Ettinger Mc Enulty, La transformación de la vivienda vernácula en Michoacán, Materialidad, espacio y representación, CONACYT, Gobierno del Estado de Michoacán, Colegio de Michoacán, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México 2010

6 Iidem 4

7   Catherine Rose Ettinger Mc Enulty, Arquitecturas de cambio. Las casas de migrantes michoacanos en los poblados históricos de Michoacán, Seminario Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo, México.2012

8 Fernando Ortiz, Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar. Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1978, p.96.

9 Bronisław Kasper Malinowski, Los argonautas del Pacífico occidental. Ed. Península. Barcelona 1995. Introducción

10 Bronisław Kasper Malinowski,a la obra de Fernando Ortiz, Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar. Barcelona, Ariel 1973. P. Prólogo

11 Ob. Cit. P-5

12 Dato del artículo de Mabel Moraña “Angel Rama y los estudios latinoamericanos” ( en Moraña 1997: 10-11) en Transculturación y Heterogeneidad , David Sobrevilla, p.2, Universidad de Lima, 2000

13 Tobasura Acuña, Isaías. Boyacenses en Caldas: una colonización silenciosa. Manizales, Colombia. Editorial Universidad de Caldas. 2003.

14 Sonia Valle Frutos, Los procesos de transculturación desde la identidad de nuestra América y la Europa mediterránea, p.1. Cuadernos Americanos 132, México. 2010. PP.- 55-63, en línea http://www.cialc.unam.mx/cuadamer/textos/ca132-55.pdf

15 Para valorar estas fases es preciso ver la propuesta de Fernand Braudel, historiador francés, revolucionario de la historiografía del s. XX. en Sonia Valle Frutos, Los procesos de transculturación desde la identidad de nuestra América y la Europa mediterránea, p.1. Cuadernos Americanos 132, México. 2010. PP.- 55-63

16 El fenómeno de “trascendencia cultural” es descrito por autores como el mencionado por Braudel. Véase Sonia Valle de Frutos, Cultura y civilización: un acercamiento desde las ciencias sociales, Madrid, Biblioteca Nueva, 2008.

17 Se entiende que la “forma de vida” es desde el punto de vista antropológico el aspecto crucial que define al resto de elementos que configuran las culturas.

18 World publics welcome global trade, but not immigration (n. 26), p. 97.

19  Ángel Rama, Transculturación narrativa en América Latina. México: Siglo XXI, 1982, en David Sobrevilla, Transculturación y heterogeneidad: avatares de dos categorías literarias en América Latina, Transculturación del puertorriqueño, Revista De Crítica Literaria Latinoamericana, Año XXVII, Nº 54. Lima-Hanover, 2do . Semestre del 2001, pp. 21-33

20 David Sobrevilla, Transculturación y heterogeneidad: avatares de dos categorías literarias en América Latina, Transculturación del puertorriqueño, Revista De Crítica Literaria Latinoamericana, Año XXVII, Nº 54. Lima-Hanover, 2do. Semestre del 2001, pp. 21-33

21   Néstor García Canclini, “Globalización e interculturalidad: próximos escenarios en América Latina”, en: Alfonso Toro (ed.).  Cartografías y  Estrategias de la ‘postmodernidad’, ‘postcolonialidad’ en  Latinoamérica. ‘Hibridez’ y ‘Globalización’. Madrid/Frankfurt am Main: Iberoamericana/Vervuert, 2006. pp. 129-141.

22 David Sobrevilla, Transculturación y heterogeneidad: avatares de dos categorías literarias en América Latina, Transculturación del puertorriqueño, Revista De Crítica Literaria Latinoamericana, Año XXVII, Nº 54. Lima-Hanover, 2do. Semestre del 2001, pp. 21-33

23 Edelman, Bernard. La maison de Kant. Paris: Payot, 1984, 25-26, En Michelle Perrot. Formas de habitación  en Ariès, Philippe y Georges Duby. Historiade la vida privada. Sociedad burguesa: aspectos concretos de la vida privada. Madrid: Taurus, 1987, vol. 8, 9-12).

24   José Luis Pardo, Formas de la exterioridad,  Valencia: Pretexteos, 1992 p 21.

25 Juan David Chávez Giraldo, El espacio doméstico tras el soporte arquitectónico, claves para comprender el sentido multidimensional de lo íntimo en el dominio del hogar, dearq 07. Diciembre de 2010. ISSN 2011-3188. Bogotá, pp. 6-17. http://dearq.uniandes.edu.co

26  Susan Kent, Un estudio transcultural de segmentación, Arquitectura y la utilización del espacio. En Arquitectura Doméstica y la utilización del espacio. Un Estudio Interdisciplinario Intercultural, editado por Susan Kent, pp.127-152. Cambridge University Press. 1990

27 Amos Rapoport. El significado del Medio Ambiente Construido. Un Enfoque Comunicación no verbal. Universidad de Arizona, Prensa, Arizona. 1990

28 Ian Hodder. La domesticación de Europa. Estructura y Contingencia en las sociedades neolíticas. Oxford. 1990 p. 13

29 Ian Hodder. La percepción del entorno. Ensayos sobre los medios de vida, Vivienda y Habitabilidad.  Routledge, Londres. 2000

30 Pierre Bordieu. Bosquejo de una teoría de la práctica, Prometeo, 2012 p.175, p.1.  en Sonia Gutiérrez Lloret, Gramática de la casa, Arqueología de la arquitectura, N° 9, Madrid.2012. pp.139-164

31 Mauricio Beuchot,. Tratado de Hermeneutica, analogía .Hacia un nuevo modelo de interpretación. UNAM-Itaca. México 2000

32 Marco Alejandro Sifuentes Solís. Una hermenéutica del Camerían de la Inmaculda, Palapa. Vol. 2. 208 p.8

33 Mauricio Beuchot,. Hermeneutica, analogíca, icónica . Herder. México 2000

34 Sofia Reding Blase, La analogía como mediación en el diálogo intercultural. En  Gabriela Hernández García. Coordinadora, Hermenéutica analógica ,hermenéutica, analogía y filosofía actual ( primer coloquio de hermenéutica analógica, Facultad de filosofía y letras, UNAM.México. 2017

35 Ibidem 30

36 Ibidem 30

37 Paola Coppola Pignatelli, Análisis y Diseño de los espacios que Habitamos. México, Árbol Editorial, 1997, Pág. 137. En Luis Guillermo Sañudo Vélez, Los Espacios Domésticos De La Vivienda Como Arquitectura sustentable, Universidad Pontificia Bolivariana, p. 6.

38 Mauricio Beuchot,. Hermeneutica, analogía y símbolo. Herder. México 2014

39 Ibidem 37 p.14

40 Jordi Perico. Mostrar para decir: La imagen en contexto. Barcelona: Aldea Global, primera edición, septiembre de 2002, pág. 16

41 Eska Elena Solano Meneses, Crítica sistémica. Un enfoque hermenéutico del fenómeno arquitectónico, Revista de Arquitectura, vol. 16, enero-diciembre, 2014, p. 69.  Universidad Católica de Colombia Bogotá, Colombia

42 Panofsky