FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

Rigoberto Larraga Lara y Ramón Rivera Espinosa. Coordinadores
Universidad Autonoma de San Luis Potosí
Universidad Autónoma Chapingo
Universidad de Antioquia

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El Tapial de Tepeyahualco, Puebla  como alternativa para el rescate y actualización de sistemas constructivos tradicionales

M. en Arq. María de los Ángeles Vizcarra de los Reyes 1

 

Resumen
Este trabajo se enmarca dentro del proyecto de investigación del Laboratorio de procedimientos y sistemas constructivos tradicionales como alternativa para una arquitectura sustentable, desarrollado en el Centro de Investigaciones en Arquitectura, Urbanismo y Paisaje de la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Este proyecto reflexiona sobre cómo conocer, rescatar, estudiar y experimentar las tradiciones constructivas de nuestro país puede contribuir a generar conocimiento en el campo de la sostenibilidad  en la arquitectura en términos económicos, técnicos, sociales, culturales y ambientales. En una primera fase, se han  documentado diez sistemas constructivos de cuatro regiones del país, entre ellos un tapial hecho con piedra pómez y residuos de cal, encontrado en la localidad de Tepeyahualco, en el estado de Puebla.
Así, este trabajo pretende mostrar el avance en la investigación del sistema constructivo de tapial de piedra pómez y residuos de cal. De los diez sistemas documentados, éste presenta signos de haber evolucionado a partir de otras técnicas constructivas locales. Si bien es un sistema constructivo relativamente reciente según los datos encontrados en trabajo de campo, se infiere que ha sido conformado a partir del aprendizaje y la fusión de dos técnicas constructivas de mayor antigüedad presentes también en la región nororiente de Puebla: los terrados hechos con piedra pómez y cal empleados en las techumbres, y la tapia de tierra cruda; si esto se comprueba, puede ayudar al  entendimiento de los factores que han permitido su evolución y vigencia, y poder generar instrumentos de valoración y entendimiento que puedan ser aplicables a otras tradiciones constructivas en riesgo de desaparecer, y contribuyan a la generación de propuestas que ayuden a su propia evolución.
Introducción
La existencia y el establecimiento de asentamientos humanos contemporáneos dependen de un sistema de producción y de construcción que ha llegado a niveles insostenibles para el planeta. Una concepción de explotación y dominación de la naturaleza, nos ha llevado a tener una percepción lejana y aislada de ella. Sin embargo, incluso cuando no parecemos estar dentro del mundo natural, estamos sujetos a las mismas leyes naturales que gobiernan el universo material, incluida la evolución de la vida. La crisis ambiental es real y de una magnitud que transformará la sociedad industrial global moderna más allá de todo reconocimiento. En el proceso, el bienestar, e incluso la supervivencia de la población mundial en expansión, están directamente amenazados.
En este contexto, los ámbitos construidos y sus arquitecturas se sitúan en el centro de las preocupaciones medioambientales y ecológicas. El interés por la evolución de los grandes asentamientos ha aumentado de manera extraordinaria, pues su futuro es ineludiblemente el mismo de la sociedad y de la humanidad; ya que las ciudades del planeta, construidas solamente en el 2% de la superficie terrestre, consumen alrededor del 75% de los recursos del mundo (Girardet, 2007). Esta crisis ambiental se refleja en la arquitectura mediante la poca o nula relación de la edificación contemporánea con el medio natural y sus limitados recursos, y en la casi inexistente conciencia respecto al impacto ambiental de la industria de la construcción; desde la producción de materiales hasta los residuos que ésta genera.
Alrededor del mundo y especialmente en países como el nuestro, calificados como “en vías de desarrollo”, diversos factores han puesto en peligro una rica cultura tradicional de vida en comunidad, con todas sus expresiones culturales, técnicas y artísticas; entre ellos una cuestionable imagen de progreso vinculada al urbanismo y la arquitectura contemporáneos, las políticas gubernamentales en general hostiles a las culturas tradicionales, la especulación inmobiliaria, entre otros.

ARQUITECTURA VERNÁCULA Y SOSTENIBILIDAD
Bajo este escenario, y para contribuir a la búsqueda de respuestas a esta problemática desde el ámbito de estudio de la arquitectura, se ha vuelto la mirada a la arquitectura vernácula y sus tradiciones constructivas. De acuerdo con la definición etimológica y el diccionario histórico de la lengua francesa (Guillaud, 2014:33), la noción de arquitectura vernácula se refiere a la casa de verna, que en latín  “esclavo nacido en la casa”, (Corominas, 2008),  mientras vernáculo quiere decir doméstico, nativo, de nuestra casa o país (DRAE, 2012). De acuerdo con Guillaud, quien a su vez cita a Pierre Frey (2010), la “condición vernácula” significa “todo lo que era manufacturado, tejido, o criado en casa y no hecho para vender, sino para uso doméstico”. Por lo tanto, lo que es vernáculo no tiene valor de mercado. Por extensión, la definición incluye la arquitectura de un territorio y/o un grupo humano, o de un grupo etnográfico, que vive ahí. La arquitectura vernácula usa comúnmente materiales locales, y es una arquitectura contextualizada, que pertenece a una región o área particular, y que fue construida para un propósito doméstico, en el sentido descrito anteriormente.
Siguiendo a Guillaud (Ibid.), el término “arquitectura vernácula”, usado en la actualidad, se deriva del inglés y surge como una referencia al trabajo de figuras prominentes como Bernard Rudofsky, Eric Mercer y Paul Oliver. Normalmente se refiere a la arquitectura tradicional o popular, en oposición a la arquitectura escolarizada o académica. Desde un punto de vista teórico, Paul Oliver se refiere a Rudofsky en su definición de arquitectura vernácula y retiene la noción de arquitectura popular, arquitectura sin arquitectos expresión de una “ciencia indígena de la construcción”. Esta idea contrasta con la arquitectura “aprendida”, que es producida por los “Administradores del Arte de Construir”, es decir, individuos, gremios e instituciones que rompen con el vínculo y las contingencias del lugar. Por último, Guillaud menciona la  importancia de los parámetros culturales y antropológicos que Rapoport (1972) introdujo en su definición de arquitectura vernácula.
A nivel internacional, se observa un sólido discurso en torno a la arquitectura vernácula y tradicional respecto a su relación con la sostenibilidad. De acuerdo con Vellinga (2015) el interés específico por esta relación surgió a principios de 1980, cuando un reducido número de estudios que se enfocaban en el desempeño ambiental de la arquitectura vernácula fueron presentados en el primer congreso de PLEA (Passive and Low Energy Architecture) en Bermudas en 1982. Enseguida, Hassan Fathy publicó Energía Natural y Arquitectura Vernácula (1986). A pesar de este descubrimiento temprano, el interés en los círculos académicos en la sostenibilidad de la arquitectura vernácula permaneció al margen hasta 1990, cuando la sostenibilidad en general emergió como un tema de interés político, académico y popular. Hasta entonces, todo el trabajo de investigación se centró en la relación de la arquitectura tradicional y el entorno natural en términos muy generales. Esta situación cambió significativamente poco después de la publicación de la Enciclopedia de la arquitectura vernácula en el mundo (Encyclopedia of Vernacular Architecture of the World) de Paul Oliver, en 1997. A partir del año 2000, se observa un incremento significativo en la discusión sobre la relación de la sostenibilidad y la arquitectura vernácula, reflejada en la publicación cada vez más constante de artículos, ponencias y libros sobre el tema. Una síntesis de toda esta discusión se centra en el proyecto VerSus, (Vernacular knoweledge for sustainable architecture), que tiene como propósito  obtener conocimientos de los principios fundamentales de la sostenibilidad presentes en el patrimonio vernáculo, y explorar nuevas formas de aplicar estos principios en la arquitectura contemporánea (Correia, 2014). En este proyecto se resume la discusión académica sobre este tema que mantienen diversas instituciones de la Unión Europea, como la Escuela Superior Gallaecia de Portugal (líder del proyecto),  la Asociación CRAterre de Francia, las universidades de Florencia y Cagliari en Italia,  la universidad Politécnica de Valencia en España, entre otras.
Sin embargo, han surgido algunos cuestionamientos relativos al estado de la cuestión relativa al tema de la sostenibilidad de la arquitectura vernácula, y sobre la manera en que se pueden aplicar o no los conocimientos a otros ámbitos de la teoría de la arquitectura. El propio Vellinga (2015), participante en el proyecto VerSus, sostiene que este discurso creciente que relaciona la sostenibilidad con la arquitectura vernácula, está construido sobre algunas limitaciones que hacen que el entendimiento acerca de la sostenibilidad del las tradiciones vernáculas sea parcial y distorsionado. Por otro lado, Arboleda (2011) argumenta que ya no hay una conexión directa entre el manejo de los recursos naturales y lo vernacular indígena, y afirma que los factores de la economía global que están cambiando drásticamente el planeta, están afectando severamente las prácticas de las culturas tradicionales que habían sido sostenibles, y afirma que estos factores han terminado con la perspectiva sostenible de las prácticas indígenas; y las teorías arquitectónicas y urbanas necesitan integrar una reflexión más profunda sobre los aspectos ambientales, económicos, políticos y sociales de la actualidad en las discusiones sobre la sostenibilidad y las tradiciones indígenas vernáculas.

Pensamiento sistémico
Así, en medio de este panorama, este trabajo se propone abordar la investigación bajo una perspectiva holística, integral y crítica, basada en el pensamiento sistémico. 
En esta propuesta, entendemos “sistema” como un todo integrado cuyas propiedades esenciales surgen de las relaciones entre sus partes. Así, el pensamiento sistémico se define como la comprensión de un fenómeno en el contexto de un todo. Comprender las cosas sistémicamente significa colocarlas en un contexto, establecer la naturaleza de sus relaciones.
Según esta perspectiva, las propiedades esenciales de un sistema son propiedades del todo que ninguna de las partes posee. Emergen de las interacciones y relaciones entre las partes, las cuales son llamadas fenómenos en esta línea de pensamiento. Estas propiedades son destruidas cuando el sistema es diseccionado, ya sea física o teóricamente, en elementos aislados (Ibid.). Si bien podemos discernir partes individuales en todo sistema, estas partes no están aisladas y la naturaleza del conjunto es siempre distinta de la mera suma de sus partes. En este planteamiento, las propiedades de las partes sólo se pueden comprender desde la organización del conjunto, por lo tanto, el pensamiento sistémico no se concentra en los componentes básicos, sino en los principios esenciales de organización. El pensamiento sistémico es contextual, pues requiere pensar en términos de relaciones, conexiones y entorno.

SABIDURÍA CORPORAL
Finalmente, es importante reflexionar también sobre la pérdida de tradiciones constructivas, en términos de sus implicaciones globales: lo que se pierde no es sólo es una técnica, es un patrimonio cultural. Toledo y Barrera (2008:14), desde la agroecología, estudian el fenómeno y advierten que “todavía sobreviven en las mentes y en las manos de los miembros de las culturas rurales, un arsenal mnemotécnico de un valor inconmensurable”.
Pallasmaa (2012) explora el entendimiento que yace oculto en la parte existencial de la condición humana y sus modos de ser y experimentar específicos. Su objetivo es ayudar a sacudir los cimientos del paradigma de conocimiento conceptual, intelectual y verbal en aras de otro conocimiento: el tácito y no conceptual de los procesos corporales. Este conocimiento es el que impera en las tradiciones constructivas: así ha pervivido la transmisión de este conocimiento que está, literalmente, en las manos de quien lo ejecuta.
La pérdida de estas tradiciones constructivas no sólo limita la transferencia de una tecnología, también afecta la transmisión de todo un patrimonio cultural amenazado por las fuerzas de la homogeneización cultural (ICOMOS, 1999), que, en caso de desaparecer, además de perjudicar a las culturas originarias, repercute también en el patrimonio de la humanidad.  Así, iniciar un proceso de rescate y puesta en valor de estos temas es fundamental, pues se trata de culturas aún vivas cuya transmisión de saberes se hace de manera oral y práctica; que por lo tanto urge documentar,  pues constituyen parte importante de la expresión de la diversidad cultural del mundo y también una referencia de nuestra propia existencia, como bien se señala en la Carta del Patrimonio Vernáculo Construido (Ibid.).

EL TAPIAL DE TEPEYAHUALCO

Después de la exposición de los conceptos que sustentan el trabajo de esta investigación,  y con base en las conclusiones del primer año de trabajo del Laboratorio de procedimientos y sistemas constructivos tradicionales como alternativa para una arquitectura sustentable, relativas a la  documentación de diversas tradiciones constructivas aún vivas en el país, se observa una ruptura evolutiva y una tendencia a la desaparición de técnicas ancestrales y sus arquitecturas, que, como ya se argumentó en párrafos anteriores,  pueden aportar lecciones que ayuden a encontrar  caminos orientados a propuestas sostenibles en el ámbito de la arquitectura.

Así, a partir de detectar signos de evolución dentro de su propio contexto cultural en el sistema constructivo de tapia de piedra pómez y residuos de cal encontrado en la comunidad de Tepeyahualco, Puebla, como la optimización de procedimientos y materiales constructivos a partir de las técnicas tradicionales y los materiales de la región, surgen los siguientes cuestionamientos:
¿Qué factores incidieron en que este sistema haya surgido? ¿de qué manera, ante la homogeneización de la cultura a escala mundial y la globalización socioeconómica, los sistemas constructivos tradicionales aún vivos en algunas poblaciones rurales de nuestro país, pueden transformarse desde su propio contexto cultural? ¿Qué lecciones se pueden aprender de las tradiciones constructivas para ser aplicadas en los temas de la sostenibilidad de la arquitectura?
El municipio de Tepeyahualco se localiza en la parte noreste del Estado de Puebla. Sus coordenadas geográficas son los paralelos 19º 23' 06" y 19º 42' 42" de latitud norte y los meridianos 97º 21' 54" y 97º 21' 18" de longitud occidental. La altura promedio del municipio oscila entre los 2,300 y lso 3,100 m snm. El clima dominante es el templado-frío con temperatura promedio de 12 a 16ºC y una precipitación pluvial de 300 a 700 mm. 
Colinda al norte con Chignautla, al sur con Guadalupe Victoria, Oriental y San Nicolás Buenos Aires, al este con Veracruz y Xiutetelco, al oeste con Libres y Cuyoaco. Tiene una superficie de 426.08 kilómetros cuadrados.
La formación geológica del municipio data del cuaternario, encontrándose como vestigios de este periodo formativo una variedad de rocas intrusivas y extrusivas; así como variedades de calizas sedimentarias y suelos lacustres y aluviales, de donde provienen los materiales del sistema constructivo estudiado. El cronista de Tepeyahualco, Agustín Cervantes (2014), relata que los albañiles en tiempos de la colonia conocían los secretos de la cal, que extraían de los cerros cercanos y la fabricaban en hornos de leña calentados a altas temperaturas. Hoy en día existe una calera que fue fundada a mediados del siglo XX, que produce un excedente de cal que es aprovechado en la construcción del tapial estudiado.
El sistema constructivo de tapial de piedra pómez y residuos de cal, es un sistema relativamente reciente. Según los datos encontrados en trabajo de campo surge a principios del siglo XX; sin embargo, ha sido conformado a partir del aprendizaje y la fusión de dos técnicas constructivas tradicionales de mayor antigüedad presentes también en el norte de Puebla: por un lado, de los terrados hechos con piedra poma y cal para cubrir los tejados de madera en las viviendas y las haciendas de la zona, toma la combinación de materiales; y por otro, del tapial de tierra cruda empleado en la misma región en poblados a unos cuantos kilómetros de distancia, utiliza el encofrado de madera para cimbrar los muros. El resultado es un muro de un espesor menor que el de la tierra cruda -25 a 30 cm vs. 50 a 60 cm-, que representa una mayor eficiencia en el trabajo estructural, en la cantidad de material utilizado, en el procedimiento constructivo y en el tiempo de ejecución.  Continúa utilizando materiales locales, conserva la sencillez en el proceso de ejecución y como sus predecesores, no requiere herramientas sofisticadas.                
A la fecha se tiene el avance de la documentación del sistema constructivo  en campo  y gabinete, mediante los siguientes instrumentos:

  • Entrevista video grabada al maestro Agustín Cervantes.- Narración del sistema y procedimiento constructivo
  • Entrevista video grabada al Maestro Guadalupe Reyes.- Reproducción del sistema constructivo en el sitio de estudio (Tepeyahualco), mediante la elaboración de una tapia de 2x1x.25 m
  • Elaboración de fichas de registro en campo en los formatos elaborados en el Laboratorio
  • Levantamiento fotográfico de la localidad de Tepeyahualco y de haciendas aledañas, con el fin de documentar los sistemas constructivos de la zona
  • Elaboración de  probetas de 5x5x5 cm del material recopilado en sitio  para realizar pruebas mecánicas, higrotérmicas e higroscópicas.
  • Pruebas caseras de sedimentación para identificar la composición de los materiales y sus proporciones, que después serán contrastadas con “realidad artesanal”, es decir, la información recopilada en campo de manera verbal por los maestros constructores.

A la luz del avance en la investigación, se presentan las siguientes conclusiones preliminares:

  • Aspectos técnicos:

La composición de la mezcla de materiales ofrece una reacción química durante el proceso de fraguado de la mezcla, que tiene ventajas frente al tapial de tierra, su predecesor, que permite reducir el espesor de los muros en un 50%. Esto se explica porque la mezcla de residuos de cal tiene todavía elementos activos, y puesto que la cal es un cementante aéreo, es decir, endurece en contacto con el aire, a diferencia del cemento que endurece al agregarle agua. Es por ello que la cal puede permanecer sin fraguar bajo el agua y conservarse en buen estado durante años en estas condiciones. Los morteros hidráulicos a base de cal  se obtienen de dos formas: La primera, mezclando la cal hidráulica con arenas inertes. La segunda, mezclando cal aérea con arenas ricas en sílice y alúmina reactivas, como es el caso de las puzolanas (arenas de origen volcánico), como el tezontle y la piedra pómez. (Orea, 2013). Esto es lo que la hace reaccionar con el agua. Según los testimonios de las entrevistas, si llueve o le cae agua, endurece más rápido. Así se infiere que existen reacciones puzolánicas en la mezcla que provocan los restos de hidróxido de cal presentes en los residuos de la cal provocan al entrar en contacto con la piedra pómez, que contiene silicatos. Esto da una resistencia similar al concreto ciclópeo, pero sin las desventajas contaminantes del concreto convencional.

  • Aspectos culturales:

En el caso analizado, se combinan dos tradiciones constructivas  aportando lo más eficiente de cada una de ellas para la solución de un problema constructivo: la construcción de muros. Aquí, en lugar de observar una ruptura, como en la mayoría de los sistemas constructivos documentados hasta ahora, se manifiesta una continuidad. Conserva las cualidades y atributos del conocimiento ancestral, mediante los siguientes aspectos:

  • Utiliza recursos renovables de la localidad: piedra pómez y excedentes de cal, es decir, los residuos del proceso de fabricación de la calera que se encuentra en Tepeyahualco.
  • Es un sistema manufacturado con lo mejor del conocimiento de dos sistemas constructivos tradicionales de origen local.
  • El saber hacer continua presente en este sistema: esta cualidad, transmitida de generación en generación, y que generalmente responde a habilidades de sobrevivencia, como cultivo de alimentos y construcción de viviendas, incrementa la capacidad de recuperación de un sistema en caso de perturbaciones. Por lo tanto, las comunidades que tienen el conocimiento integrado en us sistema de saberes para satisfacer sus necesidades básicas.
  • Adaptabilidad: El sistema analizado responde a las necesidades de sus habitantes y a los cambios, por lo tanto, puede considerarse como una arquitectura viva que  ha respondido a las transformaciones económicas, a los cambios en la disponibilidad de materiales y a la transformación de los modos de vida.
  • Este sistema comprueba una reducción del mantenimiento con respecto a la tierra cruda, y también un incremento de la vida útil de las construcciones.

Así, el sistema constructivo de Tapial de piedra poma y cal, optimiza procedimientos y materiales  respecto a los sistemas constructivos que le han dado origen,  ya que ofrece una mayor  rapidez en la ejecución pero conservando la simplicidad constructiva,  ofrece ahorros en material, un mejor funcionamiento mecánico, un menor mantenimiento y mayores periodos de vida útil.

Conclusiones
Ya que este proyecto se propone no solo analizar los sistemas constructivos tradicionales tal como existen en sus contextos, sino también reproducirlos en  una segunda fase, y en una tercera experimentar con ellos, el análisis de esta experiencia de fusión de tradiciones constructivas puede dar pauta para establecer métodos de trabajo en las siguientes fases del proyecto. Este estudio ha probado la mejora en la eficiencia en el uso de los materiales y su respeto y apego al medio ambiente, logrando ser un sistema constructivo de transición que aporta elementos de la tradición en tapial y de la construcción con piedra pomez y cal, y aporta elementos que permiten competir con las influencias de la arquitectura importada de ámbitos urbanos. Estas mediciones se harán en la siguiente fase de investigación, para comparar este sistema constructivo frente a los procedimientos que ya han invadido la localidad: block y tabicón de cemento, principalmente.
A manera de conclusión, se reproduce un texto de Víctor M. Toledo (2008), que aparece en el libro La memoria biocultural: la importancia ecológica de las sabidurías tradicionales; y que sintetiza lo que los saberes tradicionales pueden aportarnos en medio de la vorágine de un sistema económico que confunde los medios con los fines; y que avasalla a las culturas locales:

“… En principio, los saberes tradicionales se encuentran más cercanos a lo que se ha definido como sabiduría por la razón fundamental de que los conocimientos tradicionales no existen (no se crean, se desarrollan ni se transforman) per se, siempre tienen su razón de ser en función  de otros dos contextos de las culturas tradicionales: la producción y la creencia. En efecto, los conocimientos indígenas o tradicionales se orientan y se significan tanto a través del conjunto de prácticas que integran los procesos de producción y reproducción materiales de la cultura, como sistemas de creencias, por medio de los cuales, esa cultura logra su producción y reproducción simbólica.” (Toledo, 2008: 103)
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Agradecemos el patrocinio para esta investigación del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica de la UNAM.
Proyecto PAPIIT IT-400114.

1 M. en Arq. María de los Ángeles Vizcarra de los Reyes; Investigadora de Tiempo Completo, Centro de Investigaciones en Arquitectura, Urbanismo y Paisaje. Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional Autónoma de México. angvizcarra@gmail.com,labpysc@gmail.com