FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

Rigoberto Larraga Lara y Ramón Rivera Espinosa. Coordinadores
Universidad Autonoma de San Luis Potosí
Universidad Autónoma Chapingo
Universidad de Antioquia

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CALIDAD DE VIDA EN LA VIVIENDA TRADICIONAL: COMPARATIVO ENTRE NAHUAS Y TENEEKS EN LA HUASTECA POTOSINA

M. en Arq. Rigoberto Lárraga Lara 1

Resumen:
Analizar la "calidad de vida" de una sociedad significa analizar las experiencias subjetivas de los individuos que la integran y que tienen de su existencia en la mencionada sociedad. Exige, en consecuencia, conocer cómo viven los sujetos, sus condiciones objetivas de existencia y qué expectativas de transformación de estas condiciones desean, y evaluar el grado de satisfacción que se consigue. No obstante la complejidad del concepto, es importante conocer que percepción tiene el usuario de la vivienda tradicional ya que esta percepción subjetiva es uno de los componentes de la sostenibilidad de la vivienda tradicional. En este artículo se describen los resultados analizados en torno a los indicadores de sostenibilidad de la vivienda tradicional denominado “Percepción de necesidades básicas de la habitabilidad”  PNB; y “Calidad de vida” CV; utilizando el método Oktay Hoskara (2009), aplicado en 82 viviendas de un universo de 607 en 10 localidades indígenas -nahuas y teneeks- de la Huasteca Potosina.
Palabras Clave: Calidad de vida, necesidades básicas, vivienda tradicional, sostenibilidad.
Introducción
De acuerdo con Rueda (2014), el término "calidad de vida" empieza a utilizarse entrados los años sesenta, pero principalmente a partir de los setenta como una reacción a los criterios economicistas y de cantidad que rigen en los llamados "informes sociales", "contabilidad social", o estudios de nivel de vida. De hecho la OCDE establece por primera vez en 1970, la necesidad de insistir en que el crecimiento económico no es una finalidad en sí mismo, sino un instrumento para crear mejores condiciones de vida, por lo que se han de enfatizar sus aspectos de calidad.
"Calidad de vida" -y los términos que le han precedido en su genealogía ideológica- remiten a una evaluación de la experiencia que de su propia vida tienen los sujetos. Tal "evaluación" no es un acto de razón, sino más bien un sentimiento. Lo que mejor designa la "calidad de vida" es la "calidad de la vivencia que de la vida tienen los sujetos" (Rueda 2014:1).
Siguiendo a Rueda (2014), la "calidad de vida" de una sociedad significa analizar las experiencias subjetivas de los individuos que la integran y que tienen de su existencia en la mencionada sociedad. Exige, en consecuencia, conocer cómo viven los sujetos, sus condiciones objetivas de existencia y qué expectativas de transformación de estas condiciones desean, y evaluar el grado de satisfacción que se consigue. Analizar la calidad de vida que el usuario percibe de su vivienda tradicional, nos remite a conocer lo que piensa y siente, así como, su grado de satisfacción de lo que tiene y espera.
La vivienda tradicional es el corpus de conocimiento empírico de los pueblos originarios acerca de técnicas y materiales de construcción, con las siguientes características: es didáctica y homogénea; mantiene una estrecha relación entre sociedad y el objeto arquitectónico; en su ejecución interviene el trabajo colectivo; utiliza los materiales disponibles en su medio natural y no intervienen especialistas para su construcción; la arquitectura tradicional respeta el contexto cultural y el medio ambiente; sus cualidades son de durabilidad y versatilidad y se reproduce a través de conceptos y valores trasmitidos de generación a generación. Además, la arquitectura tradicional es dinámica y flexible porque incorpora innovaciones que devienen nuevas tradiciones o componentes de ellas. Asimismo, mantiene viva o actualiza la tradición constructiva prehispánica.
Marco territorial de referencia
La Huasteca Potosina es una región tropical sub-húmeda que cuenta con remanentes de selva mediana perennifolia, selva baja caducifolia, encinar tropical y palmar (Algara Siller et al., 2009).  La vegetación es de bosque tropical con la mayor exuberancia en la sierra y más escaso en la llanura costera donde predomina el bosque tropical espinoso. La vegetación de sabana se alterna con bosques formados por árboles corpulentos, arbustos y lianas (Algara Siller et al., 2009; Aguilar- Robledo, 2008).
En este contexto geográfico de selvas, bosques tropicales, manantiales, cascadas, pozas, lagunas de aguas turquesa, manantiales termales, flora y fauna diversas y abundantes, se establecieron los grupos humanos nahuas y teneeks que apropiándose de los materiales a su alrededor configuraron su vivienda.
Debido a que la vivienda tradicional se encuentra en toda la región huasteca con diversas variantes y en espacios geográficos de características diferentes, se reconocen como significativas para el presente estudio las viviendas localizadas en localidades indígenas de más de 75% de hablantes indígenas, identificándose un total de 431 localidades de las cuales se seleccionaron 10 de ellas mediante un criterio de selección.
Localidades seleccionadas:

  1. La Lima, Cd. Valles (UTC 9-ULB-T19-11C-INALI/UAM)           teneek
  2. Puhuitze, Aquismón (UTC 10-ULB-T20-3C-INALI/UAM)          teneek
  3. Tanjajnec, San Antonio (UTC 12-ULB-T20-4G-INALI/UAM)      teneek
  4. Lanim, Aquismón (UTC 14-ULB-T20-5D-INALI/UAM)               teneek
  5. Atlamaxatl, Matlapa (UTC 16-ULB-T20-6E-INALI/UAM)           teneek
  6. Mayotla, Coxcatlan (UTC 2-ULB-N62-3J-INALI/UAM) nahua
  7. Tlacuapa, Xilitla (UTC 3-ULB-N62-5J-INALI/UAM)                   nahua
  8. Chiconamel, San Martin Chauchicuautla (UTC 6-ULB-N62-6N-INALI/UAM) nahua
  9. Atlajque, Tamanzunchale (UTC 7-ULB-N62-9L-INALI/UAM)     nahua
  10. Zohualo, Tancanhuitz (UTC 17-ULB-T18-14D-INALI/UAM)       teneek

Material y métodos
Los datos de campo de los cuales emanan los argumentos del presente artículo se obtuvieron mediante trabajo de campo de la tesis doctoral inédita “Componentes de sustentabilidad de la vivienda tradicional en la Huasteca Potosina: Hacia una vivienda rural sustentable.” bajo un enfoque metodológico cualitativo en 10 localidades indígenas de la región Huasteca en el Estado de San Luis Potosí, Utilizando una hoja metodológica construida para los indicadores de sostenibilidad de la vivienda tradicional (ver cuadro 1), se encuesto a 82 viviendas que representaba el 13.5 %, y representan a las comunidades teneeks y nahuas de la Huasteca Potosina.
Resultados y discusión

1.-La vivienda tradicional es suficiente para asegurar la salud física y psicológica de sus ocupantes PNB
La calidad de vida lleva implícito la idea de sostenibilidad superando el concepto de bienestar, además introduce los aspectos ambientales en intersección con las necesidades humanas. La calidad de vida representa entonces un conjunto de metas por medio de las cuales nos aseguramos que las transformaciones territoriales y espaciales nos proporcionen una mejor existencia, tanto de la sociedad como también la sostenibilidad de todos los procesos naturales que fundamentan nuestra vida social en una localidad.
El promedio general del indicador no aporta mucho, pues tiene un valor de 4.5 que es sostenible en la mayoría de los aspectos, este dato nos expresa que por lo general las personas están satisfechas con el saneamiento de sus viviendas, la liberación eficiente de humos, el acceso al agua potable, los espacios abiertos de su vivienda, el confort climático y el espacio que comparten con otros individuos dentro de su vivienda (hacinamiento).
En lo particular tenemos los siguientes resultados: el 21.6% de las 82 viviendas esta totalmente satisfecho con los 6 componentes del indicador. Desmenuzando este porcentaje, observamos que de estas viviendas altamente sostenibles 2 de ellas (11%) son de origen naguas y las restantes 16 viviendas (89%) son de origen teneek. Así mismo, de estas 18 viviendas altamente sostenibles 7 son viviendas tradicionales construidas con un 100% de materiales vegetales; 9 viviendas son viviendas tradicionales con pisos de concreto y las ultimas 2 viviendas han sustituido el piso y su techumbre por elementos preindustriales. Ver fig.2

Por otro lado el porcentaje de viviendas con menor calificación fue 19.2%, estas describieron un valor entre 3 y 4 puntos las cuales son consideradas como parcialmente sostenibles. Por otro lado, de estas 16 viviendas 12 (75%) son de origen Nahua y 4 (25%) son de origen Teneek. A propósito de estos resultados, dentro de las viviendas con puntaje más bajo encontramos que las calificaciones asignadas como cercanas a lo insatisfecho o parcialmente satisfecho estas tienen una relación con los conceptos: eliminación de humos, acceso al agua potable (continuidad en su suministro) y confort climático atribuido a viviendas con techumbres de lamina galvanizada que generan insatisfacción en sus ocupantes por su poca resistencia a la transmisión brusca de temperatura. Y eso no es todo, 8 de las 16 viviendas son viviendas sustituidas por materiales pre-industrializados, aunque su resultado final es de 4.5 como promedio observamos calificaciones muy bajas respecto a la eliminación de humos y confort climático. Por otro lado Chiconamel y Atlajque manifestaron estar insatisfechos por la continuidad en el suministro de agua potable.
En general existe una diferencia entre grupos étnicos que se aprecia en los promedios las viviendas nahuas califican en 4.2 su grado de satisfacción a diferencia de los tenek con 4.7, aunque ambos se califican como sostenible en la mayoría de los aspectos hay una diferencia principalmente manifiesta en el acceso al agua potable y confort climático.
En el análisis de la gráfica de DECORANA encontramos que el atributo tiene poca varianza y no manifiesta una tendencia marcada más bien se identifica con los atributos de calidad de vida CV, autosuficiencia alimentaria ASA y organización comunitaria OCR, los cuales están en el centro del eje 2 donde están localizadas la mayor parte de las 82 viviendas. (Ver fig.4).
En el análisis Twinspan lo registramos en la división 9 junto con la continuidad del paisaje arquitectónico CPA y la autosuficiencia en la obtención de materiales ASM ambos con puntaje de 4. Después lo volvemos a observar en la división 38 nuevamente con la continuidad del paisaje arquitectónico CPA lo que nos hace interpretar que viviendas tradicionales con un 100% de materiales vegetales producen más satisfacción por sus ocupantes por lo menos en 29 viviendas en la división 9 y 13 viviendas en la división 38. (Ver fig.5).
Las metas para la sostenibilidad de este indicador son: satisfacer las necesidades humanas de la vivienda; superar el déficit de servicios de saneamiento; facilitar la aceptación social del proyecto; fomentar la diversidad de soluciones arquitectónicas que satisfagan la mayor parte de sus necesidades de vivienda.
Se propone para el fortalecimiento de la sostenibilidad del indicador facilitar un programa de sustitución de techumbres ineficientes, bio-climatizándolas con sistemas tradicionales de origen vegetal, implantando cisternas y cocinas ecológicas adecuadas en las localidades donde aún no llegan estos programas, con la aportación de un programa de desarrollo de etno-tecnologías, diseñadas y probadas en las mismas localidades.
2.- Resuelve las necesidades de seguridad, refugio, intimidad, integración social y pertenencia cultural de los usuarios CV
Entre las variable de la calidad de vida están aquellas que son intangibles como la salud psicosomática de la persona y el sentimiento de satisfacción. El  conocer el nivel perceptivo de satisfacción a las necesidades psicológicas de los usuarios con respecto de su vivienda nos permite conocer la sostenibilidad social, “el deber ser” se aproxima al 100% de satisfacción en los siguientes conceptos: Seguridad, refugio, intimidad, pertenecía, patrimonio, status social, identidad cultural, salud e integración social.
En general observamos una aparente homogeneidad de los datos obtenidos la mayoría califica su CV entre 3 y 5 puntos con un promedio de 4.4 puntos que representa sostenible en la mayoría de los aspectos, en lo particular observamos las siguientes variantes: primero un 7.2% de los informantes declararon estar totalmente satisfechos con la seguridad, refugio, intimidad, pertenecía, patrimonio, status social, identidad cultural, salud e integración social que les proporciona su vivienda, de estas 6 viviendas 1 (16%) esta localizada en el grupo Nahua y 5 (84%) en el grupo Teneek. Ver fig.3.
En oposición a este grupo el 14.4% de los informantes declararon estar parcialmente satisfechos o incluso cercanos a lo insatisfechos en los siguientes conceptos: seguridad (16%), refugio (8%), intimidad (16%), pertenecía (8%), patrimonio (24%), status social (48%), identidad cultural (80%), salud (24%) e integración social (80%). De las 12 viviendas con los puntajes más bajos 5 son del grupo étnico Teneek y 7 son Nahuas.
No se encontró relación de los puntajes bajos con la tipología de la vivienda ni con sus materiales de construcción, la relación más fuerte encontrada en las 82 viviendas fue: aquellos informantes que consideraron su vivienda tradicional como un patrimonio poco satisfactorio o de poco valor (24%); aquellos informantes que consideran que su vivienda de materiales vegetales o cubiertas de lamina no constituyen un refugio satisfactorio (36%); los informantes que perciben que su vivienda construida con materiales pre-industriales les da un nivel social superior a los demás (22.8%).
La grafica DECORANA ubica al atributo CV muy cercano al cero eje1=-23 y eje 2=53 lo que nos muestra muy poca varianza y lo asocia a los atributos, organización comunitaria OCR y percepción de necesidades básicas PNB. (Ver fig.4).
En el análisis Twinspan aparece una tendencia en la división 2 donde la asocia con la sostenibilidad económica, describiendo una alta sostenibilidad social con el criterio de calidad de vida en aquellas viviendas asequibles en por lo menos 45 viviendas; después vuelve aparecer en la división 13 asociándola autosuficiencia en la obtención de materiales, describiendo un grado de satisfacción en aquellas personas que son autosuficientes en suplir su necesidad de vivienda de su entorno inmediato. (Ver fig.5).
Para el fortalecimiento de de este indicador se propone un programa de educación ambiental que revalorice el concepto de vivienda tradicional rescatando sus virtudes y proponiendo soluciones a sus deficiencias, dicho programa deberá construir un concepto renovado de la vivienda tradicional como una solución de lo local a sus necesidades de vivienda bajo los principios de autonomía, autosuficiencia y auto-dependencia.

Por ultimo
Se considera la noción de calidad de vida como una adaptación entre las características de la situación de la realidad y las expectativas, capacidades y necesidades del individuo tal como las percibe él mismo y el grupo social. Para analizar la calidad de vida de los teneek y nahuas en relación a su vivienda tradicional, se debe considerar imprescindible el establecimiento de un estándar colectivo, el “deber ser” de la sustentabilidad de la vivienda tradicional que únicamente es válido para el momento y contexto específico de su establecimiento.
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1 Arquitecto Facultad del Hábitat, Master en arquitectura por la UASLP, Doctorante por el Programa multidisciplinario en Posgrados de Ciencias Ambientales de la Universidad autónoma de San Luis Potosí.
Profesor de la Facultad del Hábitat, y colaborador del cuerpo académico Hábitat y Sustentabilidad del territorio.