FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

Rigoberto Larraga Lara y Ramón Rivera Espinosa. Coordinadores
Universidad Autonoma de San Luis Potosí
Universidad Autónoma Chapingo
Universidad de Antioquia

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CONFIABILIDAD Y VALIDEZ DE UN INSTRUMENTO QUE MIDE ACTITUDES HACIA LA SUSTENTABILIDAD

Cruz García Lirios1

RESUMEN
Las decisiones de voto en tanto indicadoras de las relaciones entre Estado y ciudadanía marcan la pauta en materia de protección, satisfacción, confort y evaluación de gobierno frente al desarrollo humano y sustentable. En tal sentido, la proximidad de los comicios es un escenario idóneo para observar el ambientalismo y el posmaterialismo como fenómenos sociopolíticos. Precisamente, el objetivo del presente estudio fue establecer la emergencia de creencias, valores, percepciones, actitudes e intenciones en torno a la conservación de los recursos naturales que se gestan desde partidos y candidaturas ecologistas. Empero, los resultados advierten la incidencia de factores económicos, políticos y sociales que afectan la relación entre ciudadanía y gobernantes en cuanto a estilos de vida relativos a la gobernanza de los recursos energéticos e hídricos en una muestra de 135 estudiantes periurbanos. Tales cuestiones servirán para el diseño de políticas públicas en materia de optimización de presupuestos mediante el uso eficiente de los recursos y servicios municipales como temas centrales en la agenda pública.
Palabras claves; Naturaleza, Política, Ciudadanía, Actitud, Norma, Intención.
ABSTRACT
The voting decisions as indicator of the relationship between state and citizens set the standard for the protection, satisfaction , comfort and evaluation of government towards sustainable human development . In this sense , the proximity of the election is an ideal place to observe postmaterialism environmentalism and sociopolitical phenomena . Indeed, the objective of this study was to establish the emergence of beliefs, values ​​, perceptions , attitudes and intentions regarding the conservation of natural resources that are developing games and applications from environmentalists. However , the results warn the incidence of economic, political and social issues affecting the relationship between citizens and government in terms of lifestyles governance relating to energy and water resources in a sample of 135 students peri . Such issues will be used to design public policies budgets optimization through the efficient use of resources and municipal services such as central issues on the public agenda .
Keywords; Nature, Politics, Citizenship, Attitude, Norm, Intent.
INTRODUCCIÓN
Los estudios psicológicos en torno a las intenciones de voto han explicado el clima electoral antes, durante y después de los comicios bajo supuestos “neutrales” en los que se entrevistan o encuestan a muestras representativas para establecer sus preferencias electorales y posibles votos en la contienda electoral.
Empero, las dimensiones de las encuestas o entrevistas han sido preferentemente de orden económico-laboral o seguridad-violencia. En este sentido, las dimensiones ecológicas han sido poco estudiadas ya que se consideran minorías a aquellos electores que simpatizan con partidos verdes, plataformas sustentables o propuestas ecológicas. Incluso, las problemáticas ambientales no sólo son temas periféricos en la agenda civil o pública, sino que su emergencia refleja dos sesgos perceptuales según los cuales la ciudadanía se preocupa por derrames de petróleo, incendios forestales, sequias o inundaciones que espacialmente son distantes a su entorno familiar o laboral. En contraste, cuando las problemáticas ecológicas se aproximan a la vida cotidiana de los electores la percepción de riesgo disminuye y con ello la preocupación ambiental influyendo en la irresponsabilidad por el manejo de basura o el ahorro de agua ante situaciones de insalubridad.
Sin embargo, a pesar de que los temas económicos o de seguridad sean centrales en la agenda nacional, las problemáticas ambientales cobran cada vez más relevancia ya que las sequias, huracanes e inundaciones son cada vez más frecuentes e impactan cada vez más a la ciudades. Además, los medios de comunicación se han encargado de difundir los acontecimientos, organizar recolectas e incentivar la participación solidaria de la ciudadanía. Por su parte la clase política ha incluido en su agenda los temas relativos al desarrollo sustentable ante las situaciones de escasez de recursos y las políticas de crecimiento económico dictadas por los organismos financieros internacionales. Tal es caso de los bonos de carbono los cuales orientan las políticas energéticas nacionales.
No obstante, el factor esencial de la preocupación ambiental en la sociedad civil se gestó en el acceso a la información a través de Internet y la diseminación de diagnósticos tales como el Informe Burtland, la Agenda 21, la Cumbre de Rio o el Protocolo de Kioto. Tales eventos han cimentado una serie de creencias, actitudes e intenciones que han impactado al electorado con un nivel de estudios universitario o empleos relativos al reciclaje de productos que se han convertido en opciones de ingreso para quienes habitan en la periferia de los depósitos residuales municipales.
En tal contexto, surgen una serie de cuestiones alusivas a las preferencias electorales e intenciones de voto hacia partidos, candidaturas o propuestas de orden ecológico diseminadas en los medios de comunicación.
La psicología ambiental ha recuperado la Teoría del Nuevo Paradigma Ambiental (TNPA) y la Teoría del Postmaterialismo Social (TPMS) propuestas desde la sociología ambiental para explicar el impacto de las problemáticas ambientales sobre el comportamiento humano (Cerillo, 2000).
La TNPA sostiene que los humanos estamos siendo influidos por creencias ecocéntricas que se construyeron como respuesta a creencias antropocéntricas en las que el crecimiento económico tenía un valor tal que la naturaleza y sus recursos eran considerados instrumentos de progreso de la humanidad (Reyes, 2008). En contraste, el Nuevo paradigma Ambiental asume que la naturaleza y la humanidad, especies animales y vegetales tienen los mismos derechos a consumir los insumos que requieren para su conservación (Álvarez & Vega, 2009). En este sentido, los recursos no sólo son vistos como escasos, sino además como elementos de armonía en referencia a las capacidades de las futuras generaciones (Amérigo, 2006). Es decir, una vez que las sociedades industriales habrían alcanzado un estatus de vida económico, ahora según la TNPA, las generaciones subsecuentes valoran los recursos naturales ya no por su función instrumental, sino ahora les consideran escasos.
Precisamente, la TPMS supone que las generaciones actuales están confinadas al empleo restringido de los recursos naturales ya no sólo por su escasez, sino por una nueva cultura de optimización (Amérigo, Aragonés, Sevillano, Cortés, 2005). En contraste, aquellas sociedades periféricas al desarrollo industrial orientan sus acciones a partir de creencias relativas a su derecho al crecimiento económico, calidad de vida y confort (Calvo & Aguilar, 2008). Ello implica que la esfera civil establece relaciones pragmáticas con sus gobernantes y autoridades al momento de la distribución de los recursos mediante los servicios públicos (Castro, 2009). De este modo, la TPMS predice la acción colectiva en situaciones de escasez y desbasto de recursos, mientras que las intenciones de voto a favor del partido gobernante o sus candidaturas se observa en la eficiencia de los servicios públicos. 
Ambas teorías, Nuevo Paradigma Ambiental y Posmaterialismo Social consideran que la ciudadanía, grosso modo, mantiene relaciones de intercambio con la clase política a medida que esta acentúa su ideología, o bien, flexibiliza sus propuestas (Vozmediano & San Juan, 2005). En tal esquema, son tres los factores psicológicos que incidirían en el voto a favor de un sistema político, competencia de partidos y candidaturas independientes. Se trata de las creencias, actitudes e intenciones que develan procesos racionales en los que la escasez de recursos y su consecuente desabastecimiento generan desconfianza y apoyo a un sistema político disidente (Vinneta & Maharaj, 2013). En contraste, la información circundante sobre la disponibilidad de recursos, la categorización de noticias, columnas, opiniones, encuestas o reportajes alusivos a una figura política, en referencia a la situación local ambiental, estaría muy probablemente cercana a la promoción del voto, partidos o candidatos por parte de la ciudadanía.
A fin de establecer las relaciones entre los factores psicológicos, las situaciones ambientales y las opciones políticas frente a los comicios, el presente estudio explica los supuestos de la TNPA y la TPMS para establecer las relaciones entre electores y clase política en materia de recursos naturales, políticas públicas y servicios públicos. 
MÉTODO
Diseño. Se realizó un estudio cualitativo y cuantitativo, correlacional y transversal con una muestra de estudiantes en una universidad pública.
Muestra. Se entrevistaron a 132 estudiantes; 72 mujeres y 60 hombres. 51 tienen entre 18 y 20 años, 59 tienen más de 20 años y menos de 24 años y 22 tienen más de 24 años. 70 pertenecen al área de Ciencias Sociales, 20 al área de Ciencias Básicas y 22 al área de Ciencias Biológicas y 20 al área de Artes. 90 están en soltería (40 de ellos con pareja), 20 en matrimonio y 12 en unión libre. 75 consideraron que el cambio climático es la problemática más importante, 20 consideraron a la escasez de agua y sequias, 12 a los huracanes e inundaciones, 10 consideraron a la extinción de las especies como otro tema de preocupación y otros 10 refirieron al consumo excesivo de los energéticos como otro indicador del deterioro ambiental. 65 entrevistados vieron o escucharon la información relativa a los problemas ambientales en la televisión, 50 se enteraron en Internet, 10 en la prensa y 7 en radio. 90 encuestados atribuyeron al Partido Revolucionario Institucional el deterioro ambiental elegido como el más importante, 23 identificaron al Partido Acción Nacional como responsable de la problemática seleccionada, 15 al Partido de la Revolución Democrática como gobierno omiso ante la problemática elegida y 7 a los demás partidos. 
Instrumentos. Se utilizó la Escala de Creencias, Percepciones, Actitudes, Normas e Intenciones de Gobernanza Sustentable Local de García-Lirios (2013). La subescala de creencias incluyó aseveraciones respecto a información de voto. Cada reactivo fue medido por dos opciones de respuesta: “falso” y “verdadero”. La subescala de percepciones incluyó aseveraciones en torno a expectativas. La redacción de los reactivos fue en tiempo futuro ya que se trata de expectativas de control frente a situaciones políticas y ambientales inéditas. La evaluación de los ítems perceptuales incluyó cuatro opiniones que van desde “muy improbable” hasta “muy probable”. La subescala de actitudes incluyó aseveraciones en torno a asociaciones entre evaluaciones de conductas voto y la información circundante para llevarlas a cabo. Cada reactivo fue evaluado a partir de una escala tipo likert que va desde “totalmente en desacuerdo” hasta “totalmente de acuerdo”. La subescala de normas incluyó reactivos respecto a principios que guían el comportamiento de voto. Incluyó siete opciones de respuesta que van desde “no se parece a mi situación” hasta “se parece mucho a mi situación”. Por último, la subescala de intenciones incluyó ítems que miden las probabilidades de llevar a cabo una acción específica en una situación puntual. Fue evaluada a partir de cuatro opciones de respuesta que van desde “muy improbable” hasta “muy probable”. Todas y cada una de las subescalas obtuvieron una distribución normal establecida por un valor multivariable inferior a tres, una confiabilidad superior a .60 y una validez de constructo superior a .300 que es la mínima requerida para suponer consistencia interna entre los reactivos. 
Procedimiento. La operacionalización de las variables se llevó a cabo a partir de la definición conceptual ad doc. Se construyeron siete reactivos para cada variable. Cada uno de los ítems fue evaluado por expertos. Una vez seleccionados los reactivos, se procedió a su aplicación en las aulas de una universidad pública del Estado de México. La selección de la muestra fue no probabilística debido a que la universidad es de reciente creación y la primera generación fue de 144 estudiantes. Antes de la aplicación de las subescalas, se les instruyó a los estudiantes para que contestaran honestamente ya que los resultados de la encuesta no repercutirían negativa o positivamente en su situación académica. Se les informó que tendrían un máximo de 20 minutos para responder y en aquellos casos en los que la respuesta se repitiese sistemáticamente o la ausencia de las mismas, podrían escribir sus razones al reverso de la encuesta. Una vez recabadas las mismas, se les agradeció su participación y se les ofreció acceder a la información una vez terminada la investigación. Los cuestionarios fueron procesados en el paquete estadístico SPSS y Amos versiones 10 y 5.0 respectivamente. Se multiplicaron los valores negativos de los reactivos por una constante para establecer su valor absoluto y poder estimar su distribución normal. En los casos en que los valores de confiabilidad no alcanzaron el valor mínimo de .60 se procedió a eliminar el reactivo que propiciaba una baja consistencia interna. Respecto a la selección de los reactivos para la interpretación de constructo, el criterio de inclusión fue un valor superior a .5 en el parámetro de adecuación Kayser-Meyer-Olkin y nivel de significancia menor a .05 en el estadístico de esfericidad Bartlett. La multicolinealidad fue considerada a partir de covarianzas superiores a .900 y la relación fue considerada espuria si las correlaciones se aproximaron a cero. El contraste de las hipótesis se efectuó al observar un valor cercano a la unidad para los índices de ajuste y próximo a cero para los índices residuales.
Normalidad. La distribución normal fue estimada a partir del parámetro de curtosis multivariable en la que valores inferiores a cinco fueron considerados como evidencia de normalidad. La significancia del parámetro se calculó con el estadístico bootstrap cuyo valor fue cercano a cero (véase Tabla 1).
Confiabilidad. La estimación de la consistencia interna se llevó  cabo a partir de las correlaciones entre ítem y subescala. El parámetro alfa de Crombach con valores superiores a .60 fue considerado como evidencia de consistencia interna. La Tabla 1 muestra valores superiores al requerido para creencias, percepciones, actitudes normas e intenciones.
Validez. Se realizó un análisis factorial exploratorio de componentes principales con rotación varimax y pruebas tanto de esfericidad como de adecuación con los parámetros de Bartlett y Kayser-Meyer-Olkin. Los pesos factoriales superiores a .300 fueron considerados como evidencia de correlación entre reactivos y factores (véase Tabla 1). El factor de creencias fue configurado por los reactivos 2, 4 y 6 con el 15% de la varianza. El segundo factor de percepciones incluyó los reactivos 8, 11,12, 13 y 14 con el 20% de la varianza. Las actitudes fueron el tercer factor conformado por los reactivos 16, 19, 20 y 21 con el 24% de la varianza. Las normas fueron el cuarto factor que incluyó a los reactivos 22, 23, 24, 25 y 26 con el 11% de la varianza. Por último, el factor de intenciones agrupó los reactivos 29, 30, 31, 33, 34 y 35 con el 18% de la varianza.
RESULTADOS
Una vez establecidas la normalidad, confiabilidad y validez se procedió a estimar las correlaciones entre los factores (véase Tabla 2). Los valores cercanos a la unidad con excepción de las correlaciones entre los mismos factores fueron considerados como evidencia de colinealidad. En el caso opuesto, los valores cercanos a cero fueron considerados como evidencia de relaciones espurias en la que una tercera variable está incidiendo en la relación entre otras dos variables. En este sentido, cabe destacar las relaciones entre intenciones con actitudes (Φ = .547), normas (Φ = -.236), creencias (Φ = .179) y percepciones (Φ = -.129). Las relaciones positivas indican que un incremento en las intenciones también genera un aumento en los valores de actitudes y creencias. En contraste, las percepciones y normas tienen una disminución de valores a medida que las intenciones aumentan. Es decir, la muestra encuestada manifiesta una mayor intención de participar si la información sobre el cambio climático es considerada verdadera y sus evaluaciones hacia la situación como de la acción gubernamental son favorables. En tal sentido, las intenciones de participación sociopolítica en las urnas también esta incentivada por la disminución de sus expectativas en torno al cambio climático y la disminución de las normas de participación de los grupos a los que pertenecen.
En menor medida, llama la atención la relación entre las percepciones y las creencias ya que el procesamiento de la información en torno a la situación medioambiental está relacionado positivamente con las expectativas a futuro que la muestra encuestada manifiesta respecto a dicha problemática de deterioro ambiental (Φ = .117).
Sin embargo (véase Figura 2), al estimar la relación entre las variables en un modelo de trayectorias fue posible observar que las creencias se relacionaron negativamente con las intenciones (β  = -.34) y espuriamente con las actitudes (β  = .05) las cuales a su vez fueron las principales determinantes de las intenciones (β = .45). Es decir, el procesamiento de la información respecto al cambio climático y la acción gubernamental incidió negativamente sobre las intenciones de apoyar una plataforma ecológica en la administración pública como política pública frente al deterioro ambiental, aunque tal procesamiento de información fue evaluado positivamente ya que repercutió en una disposición favorable a los partidos y candidatos que se comprometieron a combatir el cambio climático.
También es posible observar que las percepciones tuvieron un mayor efecto directo sobre las intenciones (β  = .39) en comparación al efecto mediador de las percepciones hacia las normas (β  = -.13) y de éstas hacia las intenciones (β = -.19). En torno a las expectativas de la ciudadanía respecto a la situación mediombiental, éstas influyeron favorablemente en las intenciones de apoyar a candidatos verdes, pero repercutieron negativamente sobre la dinámica de los grupos a los que pertenecen.
Respecto a la relación entre creencias y percepciones ésta se mantuvo como en la matriz de correlaciones (Φ = .12)
Respecto a la hipótesis, se contrastó con los parámetros de ajuste y residuales. Los valores próximos a la unidad para los caso de los parámetros GFI, AGFI y PGFI fueron considerados como evidencia de ajuste y aceptación de la hipótesis nula [X2 = 1,438 (3gl) p = 0,697; RMR = 0,042; GFI = 0,987; AGFI = 0,935; PGFI = 0,197; RMSEA = 0,000]. En el caso del parámetro residual RMSEA su valor cercano a cero fue considerado como indicador de rechazo de la hipótesis alterna. Respecto al estadístico chi cuadrada un valor mínimo y significativo fue considerado como evidencia de ajuste y rechazo de la hipótesis nula. 
En resumen, la información en torno al cambio climático parece incidir en las intenciones de participación electoral de la muestra encuestada. Sin embargo, tal influencia es más indirecta que directa ya que la formación de actitudes es una variable mediadora que incrementa sustancialmente el impacto de los medios de comunicación sobre la acción civil ecológica. En este sentido, las expectativas que la ciudadanía tiene respecto a la problemática medioambiental son diluidas por los grupos en los que interactúan ya que éstos manifiestan una preferencia electoral diferente a la que los medios de comunicación construyen suministrando información relativa a la acción gubernamental frente al deterioro de la naturaleza.
DISCUSIÓN
Aguilar y Valencia (2005) llevaron a cabo un estudio en el que encontraron una relación directa, positiva y significativa entre la situación política nacional y la disidencia ciudadana. En dicho estudio los valores conservadores se relacionaron negativamente con la disidencia política. A medida que el sistema político intensificaba las relaciones conservadoras de poder, incrementaban la acción disidente en la ciudadanía. En este sentido, el presente trabajo ha encontrado una relación indirecta entre la información relativa a la situación ambiental y la acción gubernamental sobre la intención de votar por una plataforma ecologista. La relación entre el sistema de conservación del poder y la disidencia política complementa el hallazgo en torno al cual la evaluación de la administración pública más el deterioro ambiental explican el voto de la ciudadanía a favor de una política verde.
Ambas relaciones entre creencias e intenciones también es reportada en el estudio de Poortinga et. al., (2012) en el que el procesamiento de la información relativa al cambio climático incidió sobre la indignación por el aumento de las emisiones de carbono a la atmósfera. En la presente investigación, las creencias sobre el deterioro ambiental y la acción gubernamental repercutió sobre las intenciones de apoyar electoralmente a un candidato o partido político con una propuesta favorable a la conservación de la naturaleza. Tales hallazgos son similares a los encontrados por Bechtel et. al. (2006) al momento de comparar diferentes culturas y relacionar a las creencias de equilibrio ecológico con las creencias de crecimiento sostenido.
En suma, la relación entre medio ambiente, políticas de cambio climático y participación ciudadana pueden ser explicados considerando las creencias, percepciones, actitudes, normas e intenciones de la sociedad civil, empero tales relaciones son significativas en un contexto electoral en el que las problemáticas ecológicas y la administración gubernamental determinan la intención de apoyar una propuesta de desarrollo sustentable.
Sin embargo, el desarrollo sustentable también implica valores (Pato, Tróccoli, Tamayo, 2002; Ford, Williams, Bishop & Webb, 2009), conocimientos (Meinhold & Malkus, 2005), compromisos (Sweeney, Quirin & Fisher, 2003), equidad de género, anti exclusión, liberalismo social (Schoon, Cheng, Gale, Batty & Deary, 2010) y comportamientos favorables al medio ambiente (Sahin, Ertepinar & Teksoz, 2012) los cuales no han sido incluidos en el modelo propuesto. Por ello, es menester considerar la relación entre tales variables en referencia a las empleadas por el presente estudio bajo el contexto de los comicios y las contiendas políticas.
En el marco de las elecciones políticas, las problemáticas medioambientales parecen cobrar mayor relevancia ya que los candidatos y partidos políticas han incluido en sus plataformas los temas relativos al cambio climático. En tal coyuntura, la participación ciudadana se intensifica hasta un punto tal que podría definir el sistema de gobierno, aunque los medios de comunicación incentiven las preferencias electorales e influyan en las intenciones de voto, un sector de la ciudadanía ya concientizado podría influir en los demás sectores en la construcción de una agenda pública sustentable.
En el marco de las políticas públicas el ambientalismo y el posmaterialismo muestran nuevas relaciones sociopolíticas entre ciudadanía y Estado que estarían incidiendo en una dinámica de distribución de los recursos en función del voto, empero las aproximaciones teóricas sólo explican los efectos de las relaciones asimétricas y pragmáticas entre sociedad civil y clase gobernante. Por ello se recomienda el desarrollo del estudio a partir de considerar dimensiones relativas a la economía y la seguridad ya que a medida en que se esclarezcan será posible anticipar la distribución de los recursos naturales mediante los servicios públicos.
Respecto a la gestión del desarrollo local, el ambientalismo y posmaterialismo subyacen como factores de reordenamiento territorial ya que el turismo así como las políticas de fomento industrial y ecológico están imbricadas en el Plan Nacional de Desarrollo, sin embargo, las necesidades locales al estar cada vez más desvinculadas de los objetivos de crecimiento estatal o nacional ven ante si la posibilidad de replantear sus propósitos ante la escasez de recursos y la distribución de los mismos en función de las decisiones electorales. Es decir, las comunidades pueden adoptar al ambientalismo y posmaterialismo como bandera de progreso, empero más bien asumen ambas tendencias porque el Estado otorga incentivos para fomentar la producción orgánica, consumir dispositivos ahorradores de energía o tecnologías alternas.
Se trata de un proceso en el que la política económica incentiva, mediante bonos de carbono, las políticas ambientales, programas locales y prácticas comunitarias a favor de la conservación de recursos naturales, principalmente energéticos e hídricos. En tanto, los planes de desarrollo nacional consideran al turismo como una fuente de divisas significativa fomentaran una cultura ambientalista e incluso posmaterialista a fin de alcanzar los objetivos establecidos.
En tal coyuntura, los medios de comunicación diseminan información alusiva a la escasez de recursos, el abastecimiento público o la protección medioambiental que impactará en la opinión ciudadana y a partir de ella se construiría una agenda pública referente a la conservación de los recursos naturales. 
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1 Doctorante en Psicología Social y Ambiental, Profesor de Asignatura, UAEM-UAPH. garcialirios@yahoo.com