FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

FILOSOFÍA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LA VIVIENDA TRADICIONAL: TRANSFORMANDO COMUNIDADES HACIA EL DESARROLLO LOCAL

Rigoberto Larraga Lara y Ramón Rivera Espinosa. Coordinadores
Universidad Autonoma de San Luis Potosí
Universidad Autónoma Chapingo
Universidad de Antioquia

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LA  VIVIENDA HUAVE.
HABITAR EN LA ARENA. 1

Arq. Francisco Hernández Spínola2

INTRODUCCIÓN.
El análisis de la vivienda, en este caso la vivienda Hueve desde una perspectiva holística del fenómeno del habitar, ha permitido comprender sus diferentes dimensiones y varios de sus elementos socio-espaciales que lo conforman y lo hacen singular.
La vivienda tradicional Huave se ubica en gran parte de los poblados huaves de la región del Istmo de Tehuantepec y ha logrado preservarse, aunque no por mucho tiempo, ya que con la apertura de la carretera entre San Mateo del Mar y Salina Cruz se ha acelerado el fenómeno de hibridación y sustitución de las viviendas y del entorno que da sustento a la vida de la comunidad Huave.
La penetración de los materiales industrializados, la socialización de los diversos sistemas constructivos, las migraciones y la pérdida de algunas tradiciones y técnicas han fomentado la transformación de la vivienda en su morfología y su significado.
La transformación del entorno, el deterioro ambiental, el cambio climático, la sobre explotación de recursos y la transformación de los sistemas hídricos de la región han colaborado a la transformación del hábitat, acelerando los procesos de hibridación y sustitución de las viviendas tradicionales, debido a la pérdida de algunos recursos naturales importantes para el sistema nativo de la vivienda como la palma, que es un ejemplo importante de esto, la cual se ha dejado de plantar, se ha perdido o concentrado muy lejos del poblado por diversas causas y su recolección se ha cotizado muy alto para los Huaves.
A pesar de lo anterior, la vivienda Huave sigue conservando muchos elementos de su configuración socio-espacial y de relación con su hábitat, lo cual se resiste a desaparecer gracias a los hábitos cotidianos de algunos pobladores, la herencia constructiva y la gran fuerza de su idioma que nombra su relación con el mundo.
La hibridación y la sustitución han mantenido varias de las configuraciones socio-espaciales y se han ido transformando en relación a los cambios sociales y culturales del pueblo Huave-Ikoots.
EL PUEBLO HUAVE-IKOOTS.
Dentro de la región del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, se encuentra el municipio de San Mateo del Mar, el cual esta conformado por una docena de poblaciones y se ubican dentro de la pequeña barra que separa la zona de las Laguna Superior e Inferior del Océano Pacífico, un territorio poco fértil donde predominan las arenas y las arcillas, los fuertes vientos y las escasas lluvias, territorio que se apropiaron después de ser segregados por los grupos dominantes del istmo, zapotecas y mixtecas. San Mateo del Mar es el principal poblado huave de la región que ha sido origen de la mayoría de los asentamientos en la barra, excluyendo a Santa María del Mar.
El origen de la cultura Huave tiene un incierto pasado, ya que algunos estudiosos plantean su origen en tierras peruanas debido a la falta de pertenencia a un tronco lingüístico de nuestro país pero en la actualidad no hay una veracidad total en dicha información, se sabe que tuvieron un primer asentamiento en uno de los barrios de Tehuantepec del cual fueron expulsados y orillados a las tierras de la barra litoral del istmo. En la actualidad la región huave tiene una población de cerca de 20,000 habitantes.
La cultura huave esta enmarcada por su estrecha relación con el mar y el clima particular de esa zona, ya que por los fuertes vientos la variación climática entre las temporadas de secas y lluvias llega a ser muy extrema, lo cual afecta de manera importante los recursos hídricos de la región, principalmente los cuerpos de la zona lagunar de la cual dependen principalmente para la pesca de camarón y pescado, debido a estas variaciones climáticas y a la calidad del suelo, es muy poca la producción agrícola y otra de sus actividades complementarias es la ganadería en pequeña escala.
La sociedad huave es predominantemente matriarcal y donde los roles están muy bien diferenciados, mientras el hombre se dedica a la pesca y al ganado, las mujeres se dedican a la venta del pescado y el camarón en los mercados de la región, así como a la producción de textiles y a las actividades de la cocina y el hogar.
Después de esta breve descripción acerca de la comunidad comenzaremos con el desarrollo del análisis de la vivienda huave y su hábitat.
ENFOQUE.
El enfoque del presente trabajo es una aproximación holística que busca mirar el fenómeno de la vivienda vernácula desde muchas miradas y generar un pensamiento complejo sobre el tema. La aproximación holística no tiene otra intención más que juntar todos aquellos fragmentos que se han experimentado y conjuntar todas esas visiones desde lo etnográfico, lo tecnológico, lo ambiental y lo urbano-arquitectónico; para lograr establecer un acercamiento más completo y complejo sobre la vivienda vernácula y todos aquellos saberes que se engloban en ella.
Aproximarnos al tema de la vivienda a través de las consideraciones antropológicas, arquitectónicas, urbanas, sociales y económicas nos permitirá dimensionar las diferentes implicaciones que se entrelazan y modifican la condición socio-espacial de las viviendas.
Por lo anterior, la aproximación de esta investigación tiene dos perfiles, el cuantitativo y el cualitativo, tratando de englobar la mayor cantidad de información de un solo fenómeno como es la vivienda y su habitat.
Para introducir una consideración inicial plantearemos el concepto de hábitat, ya que es tomado desde la Ecología, el cual tiene una connotación de lo territorial y su relación de la vida en él, marcando la estrecha vinculación entre la humanidad y su mundo.
Si bien el hábitat es el soporte para la vida en el mundo y su relación entre los diferentes grupos sociales, partiremos de dos premisas importantes para este análisis en un primer momento; la primera de ellas esta relacionado con el habitar y el habitus como la base de la actividad humana en su devenir cotidiano; y el segundo de ellos esta relacionado con la concepción planteada por Beatson acerca de la mente ecológica y desarrollada por Ingold en The perception of the environment (2000) la cual abre una perspectiva de la relación entre el ser humano y su relación con el mundo.
La propuesta planteada por Beatson y desarrollada por Tim Ingold3 acerca de la mente ecológica (ecology of mind), como parte fundamental para entender, comprender y participar del entorno, basado en la relación intrínseca de lo que se puede conocer, como se conoce y  como se asimila a la vida cotidiana sobre los diferentes participantes de un ecosistema, entendiendo esto como esa ecología. La aportación importante de este planteamiento es el poner al ser humano como uno más de los elementos del ecosistema y no como ajeno a él como ya se ha planteado en otras aproximaciones. La relación entre lo que define al entrono, el paisaje, el clima, la vegetación y la fauna, condiciona directamente del ser humano desde lo individual y lo colectivo.
Al considerar al ser humano como parte de ese universo que se recorre, se transforma y se relaciona con cada dimensión del ambiente, se crea un vínculo y una manera de entender el impacto del habitar humano, donde tal vínculo genera una conciencia distinta de la relación entre y con todo lo que lo rodea. Este planteamiento donde uno es parte de ese todo y no una mera abstracción del mundo, y donde el hacer cotidiano tiene un impacto directo en mi habitar, deja al descubierto que esa manera de entender el mundo le pone una mesura, es decir se plantea una serie disyuntivas donde lo primordial es mantener el orden, sentido y equilibrio del entrono considerando sus variaciones y transformaciones, y eso implica una transformación de la percepción del mundo.
Es importante mencionar que esta visión y relación con el mundo se ve sometida a la visión global que se tiene en la actualidad, ya que lo que existe como eje de relación entre el entorno y el ser humano es su valor de cambio, su propiedad y no su apropiación gracias al modelo económico, político y social desarrollado en el mundo.
La aportación y planteamiento de Ingold y Beatson da pie al otro tema fundamenta que se relaciona con esa relación más fina y detallada entre el ser humano y su entrono,
El Habitus que ha sido planteado por Pierre Bourdieu y Ángela Giglia en distintos momentos y que centra su manifestación en “la relación de la sociedad y el espacio” (espacialidad), generando la configuración socio-espacial del habitar, ese habitar que es la domesticación de un sitio de manera cotidiana a partir de las actividades diarias del grupo social y que doman un territorio, un sitio y lo transforman en lugar al darle un sentido en función de su hacer cotidiano y de su cosmogonía donde a su vez la relación entre el ser humano y su envolvente generan una serie ocupaciones y apropiaciones que condicionan desde lo arquitectónico hasta lo territorial y van en una dialéctica entere el ser humano y el entrono.
La importancia del habitus en la domesticación del territorio va relacionado directamente con el habitar, el hacer cotidiano y la manera en que el habitante doméstica su entorno, donde los elementos de la apropiación y de la ocupación van cargados de todos esos significados y sentidos de orden social y espacial que le permiten desarrollar sus actividades.
Debemos recordar que Heidegger plantea dentro de su exposición titulada “Construir, Habitar y Pensar”4 ; que habitar es construir, construir no solo en el límite de lo físico sino también darle un sentido al universo que nos rodea.
Por otro lado y habiendo planteado las consideraciones de los aspectos sociales y culturales que consideramos importantes para explicar el fenómeno de la vivienda es importante plantear ahora las delimitaciones de lo arquitectónico y en específico acerca de la vivienda tradicional o vernácula.
La arquitectura vernácula es planteada como aquella arquitectura que condensa un saber milenario sobre las técnicas constructivas, la relación con el entrono, su amplio apego a la vida social de la comunidad que la produce y donde no hay una participación de un profesional para su desarrollo.
Ante este primer planteamiento incluiremos la visión John May citando a Paul Oliver acerca de la arquitectura popular:
“(…) es aquella que comprende las viviendas y cualquier otra edificación popular, se circunscribe al contexto medioambiental y a los recursos disponibles, y tiene carácter de autoconstrucción o construcción comunitaria, por lo que se emplean tecnologías tradicionales. Todas las manifestaciones de la arquitectura popular responden a necesidades concretas y a los valores, formas de vida y economías propias de las culturas que las generan “y a lo que May agrega “con el tiempo pueden adaptarse o ampliarse en función de las nuevas necesidades o circunstancias”. 5
Lo anterior deja en claro un primer planteamiento acerca de la arquitectura popular realizada con materiales naturales y que podemos llamar tradicional por ser más primigenia pero a su vez el planteamiento deja en claro que la arquitectura popular responde a las necesidades y recursos disponibles en un momento específico, para lo cual es importante hacer otra referencia a Oliver donde plantea lo siguiente:
“en cierto sentido uno puede argumentar que no existe tal cosa como un edifico tradicional, ni ningún campo más amplio de arquitectura tradicional. Únicamente existen edificios que hacen tangible la tradición”.6
A lo anterior debemos incorporar otra consideración acerca de los diferntes factores que han modelado en la actualidad las diferentes viviendas a lo cual García Canclini plantea el termino de hibridación 7donde se manifiestan esos saberes tradicionales de organización interior y de relación con el exterior  pero con materiales industrializados en diferentes gradaciones.
Y a su vez y siguiendo el planteamiento de Oliver, podemos hablar de una clasificación basada en los tipos de materiales que conforman la vivienda popular y que se da de la siguiente manera; vivienda tradicional es aquella que esta construida por materiales naturales, poco procesado o con un procesamiento local y manual; vivienda híbrida es aquella que mantiene algunos materiales naturales y se combina con los materiales industrializados; y por último, vivienda industrializada que en su totalidad esta construida por materiales industrializados. Esta breve taxonomía nos permitirá diferencias los diferentes fenómenos de la vivienda en la comunidad huave.
Cabe señalar que esta taxonomía basada en materiales puede tener un paralelo con una taxonomía basada en los hechos culturales lo cual permite hablar de viviendas que poseen fuertes elementos de la tradición constructiva, viviendas hibridas que toman tecnologías actuales y tradicionales; y las viviendas de sustitución en donde la tradición constructiva se ha transformado o perdido por la falta aprendices o simplemente la escasees de los materiales de construcción. Este planteamiento de entender la técnica constructiva como un hecho cultural plantea la congruencia con los argumentos anteriores sobre el entorno y el habitar.
Desarrollando más la idea de la técnica constructiva podemos decir que la consideración tecnológica de las viviendas vernáculas tiene una base muy sencilla, que se repite en todas las experiencias de este tipo de arquitectura y es la mesura de los recursos y la relación con el ser humano, ante esta visión menos desbocada de la interrupción del hombre en el territorio basada en la administración de sus recursos, que no responden a un dinero o capital sino a la valoración más primigenia de las cosas, han dado a la vivienda vernácula o popular una condición ambiental que ahora se plantea como sustentable,  y a lo cual ha llevado a su reflexión y estudio, con la salvedad que en la actualidad el pensamiento voraz del ser humano ha dejado de lado la mesura.
La condición urbana la plantearemos como aquella relación entre la vivienda, el conjunto de las mismas y su relación con el territorio, donde los fenómenos son muy similares al de lo arquitectónico, solo que pasan de la consideración de lo individual a lo colectivo y para lo cual también es aplicable la argumentación vertida en líneas anteriores.

EL FENÓMENO URBANO-ARQUITECTÓNICO EN SAN MATEO DEL MAR.
La zona urbana de San Mateo del Mar se ha desarrollado y ha crecido sobre suelo de  playa o barra inundable y la zona salina, además de estar creciendo sobre terrenos que anteriormente eran ocupados para la agricultura y la ganadería como el pastizal.

El trazado urbano de San Mateo del Mar es a base de una retícula que corre en sentido norte-sur y Oriente-poniente, lo cual hace una referencia siempre geográfica de la ubicación, ya que por su idioma la manera de expresarse es cardinal mente y no en sentido antropocéntrico, lo cual es parte de esa relación entre el cosmos y los huaves.

Por lo tanto al norte se encuentra el mar muerto (la laguna) y al sur el mar vivo (el Océano Pacífico), esta relación es importante ya que la mayor parte de las actividades se desarrollan al norte de San Mateo ya que ahí se encuentran las fuentes de agua dulce y se ubican los terrenos de pastizal para el pastoreo del ganado.

La organización urbana-espacial responde a un trazado que en algunas partes se rompe la retícula urbana y genera en algunos casos callejones que alberga un sistema de movilidad protegido en diferentes secciones de la mancha urbana, esto a su vez impide una aceleración mayor de los vientos y las dunas de arena en las calles. Los callejones entre las manzanas son corredores que van de oriente a poniente contenidos por las viviendas y que permiten el tránsito aún si el viento dominante que entra por el Pacífico es muy fuerte. 
La ubicación de la traza urbana de San Mateo responde a la zona más alejada de las dunas de arena y protegida por un escaso manglar y con una relación directa con el mar muerto.  En San Francisco del mar, el pueblo original quedo enterrado en una movilización de dunas de arena por lo cual tuvieron que fundar otro San Francisco en una zona menos propensa a ser afectada por las dunas, lo anterior como parte de las consideraciones de los fenómenos naturales y climáticos que prevalecen en la región.
La traza urbana de San Mateo organiza las parcelas de vivienda de manera que son unidades de entre seis y ocho lotes, organizando la zona urbana a través de esta unidad que se replica en el territorio y la zona del istmo.
Todos los lotes tienen una delimitación perimetral muy cerrada, a base de muros de carrizo o muros de material industrializado lo cual hace un paramento continuo a la calle, en muchos de los casos solo la puerta tiene contacto entre las viviendas y la calle, en algunos casos se encuentra la entrada de la cochera o una accesoria para negocios. Y en la mayoría siguen manteniendo el patio como articulador principal de la casa, lo cual organiza la construcción del lote en el perímetro.
Las calles cuentan con una escasa banqueta, ya que anteriormente San Mateo no contaba con vialidades pavimentadas sino con la arena compactada por el tránsito de los vehículos y las personas.
Estas características de la traza urbana se manifiestan de acuerdo a las prácticas culturales de relación entre lo público o colectivo y lo privado o individual, donde las prácticas culturales y sociales se desarrollan en la plaza, en la costa del mar muerto y muy poco en las calles, ya que la comunidad tiene como punto de encuentro el intercambio y las festividades, el mercado y la iglesia, así como la plaza pública como el espacio para el encuentro de la comunidad, algunas de las festividades también se desarrollan en el cementerio y las actividades productivas en las zona periféricas del poblado debido a su origen.
Las características principales de lo urbano arquitectónico son: privacidad en lo individual, poca vinculación social en el espacio público, el predominio del espacio habitable abierto y la organización espacial urbana equilibrada en distancias y recorridos y donde las actividades productivas se desarrollan de manera individual o familiar.

LA VIVIENDA TRADICIONAL DE LOS HUAVES.
La casa huave-ikoots se organiza en su parcela doméstica de manera exenta del perímetro del lote, lugar donde se establecen los espacios complementarios de la. Incienso como son los corrales, los secaderos de pescado, el baño y el almacén de sus objetos de uso cotidiano para otras actividades como la pesca. El perímetro del predio se encuentra confinado por un límite a base de carrizos de una altura de dos metros aproximadamente.
Los módulos domésticos por lo general son dos; uno para los hijos y otro para los padres, esto cuando la familia ya ha crecido y existen nuevos integrantes en la familia, ya que siendo solo la familia nuclear se cuenta con un módulo de habitación y otro para la cocina que se ubica frente a la casa o cerrando el patio que se forma entre los dos módulos, ese patio es donde se ubica la mesa de comer o de trabajo siempre bajo la sombra de un árbol frondoso, la mayoría de las veces de un almendro que resiste los embates del fuerte viento de la zona.
La organización espacial de las habitaciones se organizan a partir del cuarto redondo, por l sistema constructivo y su ubicación en la arena tienen la mayoría de sus objetos personales colgados de la estructura de la casa donde a su vez se cuelgan las hamacas y con un tableado pueden generar un área extra a manera de tapando que sirves de guarda.

La organización del cuarto redondo se hace a partir de la puerta o elemento de entrada, el cual se ubica al medio de la habitación y organiza a un lado los padres y por el otro los hijos, sin ninguna división y existen dos maneras de dormir, la primera y más tradicional es la hamaca y la segunda es una cama a base de horcones, lazos y petates que algunos huaves utilizan. Las pertenencias  personales se organizan a través de diferentes elementos colgados de la estructura que a su vez se organizan un almacén en un tapanco o repisa a la cual solo suben las cosas pero al cual no acceden.

La sistema tradicional de construcción de la casa huave es a partir de madera, carrizo y palma, replantado sobre una plataforma de arena compactada en algunos casos por el uso, la estructura principal es a base de horcones de madera producto de la selección de un árbol de buen tamaño, estos se organizan en tres o cuatro pares según el tamaño de habitación que se requiera y suele tener algunos elementos de crecimiento que permiten ampliar este módulo en los extremos del mismo. 
El sistema parte de una primer sombra para poder realizar las actividades, ya que su tiempo de edificación es de unos días, a su ocupación es casi inmediata en su estado de uso cotidiano, cabe señalar que la fase de preparación y obtención de los materiales y suministros se va haciendo con antelación y es por ello que prácticamente en un día se construye toda la vivienda.
Aproximadamente las habitaciones y otras construcciones ocupan el 30% de la superficie del terreno, mientras que el área libre, sin algún techo, ocupa el 70% del predio. La habitación se desarrolla en 133m2 y 718m3, esta última medida puede variar de acuerdo a la altura que se le de a la cubierta debido a los horcones que se consiguieron para la construcción. En promedio la distancia entre la construcción de la vivienda y su delimitante del predio es de 3.00 metros y puede variar hasta 0.70 metros, dependiendo de la densidad de construcción y de la manera de organizar las unidades habitacionales.
Dentro del espacio abierto encontramos la mesa de trabajo, el baño a cielo abierto, los corrales, el pozo, lavadero y un lugar para la acumulación de desechos. Estos espacios albergan las diversas actividades de los huaves, ya que en ellos se tienden y reparan las redes de pesca, se guardan los animales, se borda y teje, se realiza la convivencia familiar y colectiva.
Ahora daremos paso a una breve descripción el entrono ambiental en el que se desarrolla la vivienda huave.
Las consideraciones medio ambientales se centran en tres temas principalmente, la lluvia, los vientos y las temperaturas. La primera de ellas se desarrolla con más intensidad en los meses de mayo a octubre con un promedio de 200mm, esto acompañado de la temperatura que mantiene un promedio de 30º C y el elemento más determinante para la vida en San Mateo, el viento, este mantiene una media de 12m/s.
La determinación del único cuerpo montañoso se encuentra en el poniente de la laguna menor, las dunas de arena casi por todo San Mateo y la relación de los cuerpos de agua que crecen y decrecen con las temporadas de lluvias, en los márgenes de la laguna y una pequeña riana interior que se encuentra entre las zonas de manglares y el Océano Pacífico.
Lo anterior permite ver a la vivienda tradicional huave que ofrece características de confort importantes para vivir bajo los vientos y temperaturas que se desarrollan en la zona del Istmo, basado en un principio sencillo y breve, aire fresco bajo sombra, un entorno lleno de árboles que refrescan el paso del aire antes de entrar a la vivienda.
En el caso de la temperatura se regula aproximadamente entre dos y cuatro grados centígrados de la misma, bajo la sombra de la cubierta de la vivienda y un grado menos en el exterior bajo la sombra de los árboles; para el caso de la velocidad del viento llega de manera disminuida, ya que el entrono urbano, el límite del predio y la misma manufactura de las viviendas a través de los carrizos son un mediador de la relación interior-exterior entre la habitación y el patio, y eso a su vez de la misma forma entre el predio y la calle.
La lluvia se infiltra a través de la arena y mantiene el agua dulce del manto freático del cual se obtiene el agua por medio del pozo, este mismo principio se repite o repetía en todo San Mateo, la cobertura de las vialidades con asfalto a hecho que este fenómeno sea ahora un problema, ya que no hay filtración y no se cuenta con una red de drenaje eficiente.
Otra condición importante es el mantenimiento de los diferentes elementos que conforman el sistema constructivo tradicional, desde su recolección, preparación y colocación en la vivienda.
Por otro lado la concepción de la casa o vivienda por parte de los huave-ikoots se basa en su entendimiento del mundo, se realiza a través de la experiencia corporal, no desde una posición antropocéntrica sino de una visión de ser parte de un mismo universo donde ese cuerpo es la medida del mismo universo y la manera de desenvolverse y explicar los fenómenos es a partir de ese sentido, lo anterior parafraseando a Mary Douglas8 , y esto es definido por dos sistemas, el individual y el social, con lo cual la relación cuerpo universo no es solo lo planteado desde una dimensión física sino cultural. Y lo mismo la vivienda, el territorio o el cuerpo celeste, se relaciona con lo cotidiano y próximo pero se deja lo eterno e histórico a través de la experiencia del mundo.
Esta complejidad de relaciones multidimensionales entre el cuerpo físico y el cuerpo universal, se introduce en la relación con la vivienda y los diferentes componentes de la vivienda se relacionan con las partes del cuerpo para darle ese sentido multidimensional donde el ser humano es la mesura física pero permite la medida social y universal, es aquí donde se retoma también lo planteado por Ingol sobre la mentalidad ecológica.

Paola García, establece esa descripción de la siguiente forma:

“La casa es un ser viviente como el cuerpo de los hombres que alberga y cuya reproducción permite; tiene cabeza (el techo: omal), vientre y órganos sexuales (las paredes: otüeng y owil), boca (la puerta: ombeay) y las piernas (los horcones: oleaj). El nden (la sombra o el solar) no sólo representa a la manera de un cuerpo humano sino que también participa de los atributos del cuerpo social integrado por el grupo parental que lo cobija”9 .

Con lo anterior reforzamos lo planteado por Ingol acerca de la percepción del entorno, ya que no es solo la percepción de lo físico y sensorial, sino que existe una compleja red de lazos entre el grupo social al que se pertenece y que marca la inserción de cada individua en el mundo, el ambiente que nos rodea no es sino parte de esa descripción social y cultural y a su vez nos doméstica y lo domesticamos, esto vinculándolo con lo que plantea Ángela Giglia 10.

La vivienda no es entonces algo más complejo que delimitaciones espaciales y preceptúales, es la representación y manifestación de una visión del universo que se reproduce en la escala doméstica y donde la primer mesura es su habitante, posteriormente el grupo familiar y termina con la relación colectiva.
Podríamos regresar en nuestros pasos para verificar y entrelazar con más fuerza estos elementos pero por ahora es suficiente para poder establecer una idea que puede ser importante.
La vivienda tradicional es una entidad compleja, parte de su habitar cotidiano para construir su forma y dimensión desde lo aprehendido en lo individual y lo colectivo donde su mesura es el hombre y su relación con su ambiente, en el más complejo de los sentido ecosistémicos.

LA VIVIENDA DE HIBRIDACIÓN.
Por otra parte y atendiendo a los fenómenos actuales podemos encontrar en San Mateo del Mar otro tipo de viviendas que se han desarrollado bajo esta misma concepción pero que han tenido otras influencias y ampliaciones de su universo y que por cuestiones económicas o sociales han transformado esa relación con su entrono.
La vivienda que denominamos de hibridación parte de la inclusión de otros materiales que sirven para delimitar ese universo complejo que es la vivienda y que ahora inserta otros elementos que transforman la relación con su entorno, su relación social y su culturar e histórica con su comunidad.
Lo anterior entendiendo que la memoria colectiva, la tradición social y cultural también se reflejan en la tradición constructiva, en la manera de construir y dar sentido al universo inmediato de la vivienda, esa es la importancia de la transformación o adopción de otros elementos que participan de la edificación de la vivienda, porque trastocan el sentido de relacionarme con el universo y a su vez de la perdida de una parte de la memoria colectiva reflejada en las técnicas y procedimientos constructivos de la vivienda y de la ciudad.
Cabe señalar que no es una aproximación desde un prejuicio o en contra de este fenómeno, solamente es la descripción de las características que suceden en este tipo de viviendas.
En la actualidad un 35% de las viviendas son híbridas, es decir mezclan materiales naturales y técnicas tradicionales con materiales industrializados que requieren sus propias técnicas constructivas.
La relación con el predio se transforma y se genera la construcción de las habitaciones como parte del perímetro del lote y se sigue manteniendo el patio como el elemento central de la convivencia, ya que las sombras, construidas con las técnicas tradicionales permiten seguir desarrollando las actividades fuera de las habitaciones.
Y ahora se a dado paso a otros enceres como el refrigerador y la televisión que han modificado la relación entre el interior y el exterior, y que ahora son parte fundamental del habitar.
Las dos organizaciones espaciales que encontramos más veces en el poblado parten del espacio abierto y todas sus implicaciones sociales y su relación con el perímetro.
La primera de ellas es la organización que mantiene las habitaciones,  por lo regular siguen siendo dos unidades más los servicios, en algunos casos, que se ubican en el fondo del terreno y dejan el frente para las actividades cotidianas como el ganado y la hortalizas, y a su vez sigue manteniendo la cocina bajo la sombra y en estrecha vinculación con la mesa de trabajo y convivencia en el patio. En algunos casos el sanitario se encuentra dentro de este perímetro ya envuelto por material industrializado y la regadera sigue siendo de carrizos y se deja que el agua sigua filtrando a través de la arena.
La segunda organización se plantea como un continuo perimetral que confina de manera importante el patio y su árbol en todas sus direcciones y las habitaciones son parte de esa relación entre el afuera y el adentro de la vivienda, ahora se vuelven ese filtro entre lo colectivo y lo individual. Dentro de ese continuo se ubica también la cocina y el baño con diferentes manifestaciones, la cocina con una cubierta de materiales tradicionales o bajo una losa de concreto pero abierta al patio y lo mismo sucede con el baño que ahora es contenido por muros de bloc principalmente.
Dentro de estas hibridaciones podemos encontrar diferentes elementos industrializados en pisos, muros o techos que conviven con cubiertas de palma, muros de carrizo, puertas de mosquitero o carrizo, ventanas de madera, carrizo o cristal y en las cuales se han integrado otros elementos de comercio como tiendas, cervecerías, papelerías y otros giros más.
Las habitaciones como es parte del habitus de los huaves siguen ocupándose para guardar objeto y dormir principalmente, ya que dependiendo del material que se encuentre construida puede generar temperaturas y humedades que hacen imposible la permanencia en su interior.
La vivienda de hibridación es el reflejo del encuentro de dos visiones del mundo, una a partir de la mesura y la tradición y otra a partir de lo desmesurado y si se permite frío de los materiales industriales, a lo cual los habitantes ahora han dotado de un sentido diferente y lo han incorporado a su relación con el entrono.
Si bien algunas de los elementos constructivos que se han incorporado a la vivienda híbrida aportan otras condiciones, y su elección es por costo, no se ha considerado en ese sentido el mantenimiento de estos materiales industrializados, ya que la tradición era retirar lo podrido y traer lo recién cortado, en el caso de las cubiertas de palma, a lo cual los habitantes se están enfrentando con mayor fuerza por la falta de esta visión de prevención y mantenimiento.

LA VIVIENDA DE SUSTITUCIÓN O INDUSTRIALIZADA.
Dentro de la vivienda de sustitución o industrializada podemos encontrar un cambio radical en la forma de relacionarse con el predio, ya que es en estas viviendas donde se ha perdido el sentido del patio como parte de las actividades cotidianas y se han interiorizado todas las actividades familiares, dando paso a la inclusión de la cochera como parte importante, así como a la cerrada relación con el exterior.
La organización espacial esta dada a través de una sola unidad que alberga diferentes cuartos para las distintas actividades, principalmente condensada en el centro del predio y dejando un patio o jardín trasero donde se desarrollan algunas actividades, pero la característica principal es que el predio ahora se ocupa en el frente con una vinculación estrecha con la calle y a partir de esta relación las distintas habitaciones y servicios se condensan en un solo volumen.
Principalmente edificadas con materiales industrializados y con técnicas y tecnologías correspondientes a estos sistemas que son globales, bloc y concreto.

Este tipo de vivienda le da otro sentido a la relación urbana, a la relación cultural y a su relación con el entrono, trastocando de manera importante la manera de vivir en esa zona de nuestro país y entrando al sistema de consumo, intercambio, propiedad y desmesura.

CONCLUSIONES.
Vivir en la arena es ahora un recuerdo, la vivienda tradicional huave, cada vez mas escasa, esta siendo sustituida en diferentes y variadas versiones de habitaciones, proceso que nos marca ahora la reflexión acerca de lo que se vuelve importante comprender de ese nuevo universo al que nos enfrentamos.
Si bien existe todavía una riqueza  tecnológica y cultural proveniente de la memoria y la tradición colectiva, debemos estar atentos a estas otras formas de asimilar la perdida o transformación de las mismas y buscar en conjunto no anclar o encadenar a un pasado pintoresco la vivienda en las diferentes comunidades del país, sino asimilar que esta visión del mundo ha cambiado y estamos en un momento de ruptura importante, donde los saberes tradicionales pueden ser las guías básicas para entender y relacionarnos con el entorno a través de nuevas tecnologías, procedimientos y sistemas constructivos.
Es de hacer notar que la complejidad de la vivienda no es menor al de la complejidad urbana o de los elementos públicos, debemos recordar que lo mismo sucede en una escala que en otra como parte de ese sistema ecológico al que pertenece habitar en este mundo.
Es importante considerar el acelerado proceso de transformación de la construcción y acceso a una vivienda, de perdida de materiales, especies y saberes entorno a los sistemas constructivos tradicionales, estos elementos están caracterizando en todo el mundo la relación de nuestro universo material y espiritual, no podemos condenar al olvido esta transformación ni hacernos los desentendidos acerca de estos fenómenos, nuestra responsabilidad es establecer esos puentes de mesura entre la experiencia ancestral y la asimilación de un mundo que se ha transformado y eso tiene una repercusión en las manifestaciones arquitectónicas.
Las experiencias y aportaciones de las diversas tradiciones constructivas son la base para la elaboración de alternativas ante la desmesura de la actual realidad global.

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1 Este documento es producto del trabajo del Proyecto PAPIIT IT400114 de la UNAM. Laboratorio de procedimientos y sistemas constructivos tradicionales como alternativa para una arquitectura sustentable.

2 Profesor de Tiempo Completo Asociado “C” No Definitivo, Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México. fhspinola@comunidad.unam.mx

3 Ingold, Tim. The perception of the environment. Essays of livelihood, dwelling and skills. Ed. Routledge. Londres, 2000. Versión e-library, 2002.

4 Hiedegger, Martin. Construir, Habitar y Pensar. Ed. Alción Editores. Córdoba, 1997. 5ª Edición.

5 Cita tomada de May, Jhon. Casas hechas a mano y otras edificaciones tradicionales. Ed. Blume. Barcelona, 2011 pág.42.

6 Azevedo Salomao, Eugenia María. Del habitar, la habitabilidad y formas de vida. Una aproximación desde la memoria y la historia. en Collado, Adriana. et-al. Lecturas del espacio habitable en México, Brasil y Argentina. Trabajos de historiografía crítica. Santa Fe, Argentina. Universidad Nacional del Litoral. 2010.

7 García Canclini, Néstor. (1990) Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. México, Grijalbo, 2001.

8 DOUGLAS, Mary. Los símbolos naturales. Ed. Alianza Universidad. Madrid, 1978. pág 89.

9 GARCÍA Souza, Paola Paloma. Cuerpo e identidad. Reflexiones sobre el simbolismo huave. Dentro del libro Cuerpo: Significaciones e imaginarios. UAM-X, CSH, Depto. de Educación y Comunicación. México, D.F., 1999. pág. 79-93.

10 GIGLIA, Ángela. El habitar y la cultura. Perspectivas teóricas y de investigación. Ed. Antrhopos-UAM. México, 2012. P.c. 158.