ECONOMÍA INTERNACIONAL. APUNTES INTRODUCTORIOS

ECONOMÍA INTERNACIONAL. APUNTES INTRODUCTORIOS

Martín Carlos Ramales Osorio (CV)

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LA MOVILIDAD DEL CAPITAL

En el mundo globalizado de hoy, los países están fuertemente relacionados no sólo a través del comercio exterior sino que también a través de las finanzas internacionales; es decir, a través de los mercados internacionales de capital. Cómo no debería serlo, si la balanza en cuenta corriente, uno de cuyos componentes es precisamente la balanza comercial, es la contrapartida de la balanza en cuenta de capital, como ya lo hemos señalado anteriormente. Un país que tiene déficit en cuenta corriente debe generar un superávit en la cuenta de capital, y generalmente lo genera acudiendo a los mercados internacionales de capital a contratar deuda o a captar inversión extranjera en sus modalidades de inversión directa y de cartera. Es el caso o la situación en que permanente incurren países como México.

Anteriormente, el gobierno y los empresarios mexicanos acudían a la contratación de deuda externa para financiar sus inversiones y los déficits presupuestarios en que incurría el gobierno con bastante frecuencia, situación que finalizó en la crisis de la deuda del verano de 1982. Una vez que sobreviene la globalización y que se operan cambios drásticos en las relaciones comerciales y financieras entre los países, cambia la modalidad de financiamiento del déficit en cuenta corriente de países como México, que cada vez tienden a recurrir menos a la contratación de deuda externa y cada vez más a la captación de inversiones extranjeras, sobre todo de carácter especulativo, conocida también como inversión extranjera de cartera (IEC).

La IEC, cabe señalarlo y destacarlo, es sumamente sensible a diferenciales en tasas de interés a nivel internacional. Este tipo de capital es perfectamente móvil entre países toda vez que se puede movilizar con bastante rapidez y en grandes cantidades. El capital financiero no tiene límites ni reconoce fronteras nacionales. Si en un momento determinado las tasas de interés suben en México mientras que en los Estados Unidos permanecen constantes, el capital financiero se desplaza de inmediato hacia México en busca del mayor rendimiento. Adquiere acciones de empresas mexicanas o valores gubernamentales que se cotizan en bolsa, que es una manera de financiarse por parte de las empresas y del gobierno; a cambio, obtiene  rendimientos por las inversiones que realiza al interior de las fronteras nacionales.

Dicho de otra manera, los prestamistas se trasladarán a México a ofrecer sus capitales pero los prestatarios se trasladarán hacia los Estados Unidos a pedir capital a préstamo. En México bajan las tasas de interés (por la mayor oferta de capital) y en Estados Unidos aumentan (debido a la mayor demanda de capitales) hasta que desaparece el diferencial de tasas de interés entre México y los Estados Unidos. Esta es otra característica importante del supuesto de perfecta movilidad del capital a nivel internacional.

Lo anterior es sumamente importante para la política económica, toda vez que variaciones en las tasas de interés domésticas dan lugar a movimientos de capital entre nuestro país y el resto del mundo. Y a su vez, las variaciones en las tasas de interés pueden ser provocadas por cambios en las políticas monetaria y fiscal. Siempre que aumenta el gasto público (política fiscal expansiva) aumentan las tasas de interés, y viceversa; siempre que aumenta la oferta monetaria (por una compra de CETES que el Banco de México realiza en el mercado abierto) disminuyen las tasas de interés, y viceversa. En el primer caso, entrarían capitales al país generando un superávit en la cuenta de capital; en el segundo caso, saldría capitales del país provocando un déficit en la cuenta de capital.

La influencia de las políticas fiscal y monetaria sobre la producción, el empleo y la balanza de pagos se modifica de manera sustancial bajo el supuesto de perfecta movilidad del capital, ya sea que las economías operen bajo tipos de cambio fijos o flexibles, o bajo flotación sucia. Es lo que analizaremos inmediatamente enseguida a través del modelo de Mundell y Fleming.

La balanza de pagos y el movimiento de capitales

Hemos señalado anteriormente, que en la actualidad el capital financiero, más propiamente denominado inversión de cartera, es sumamente móvil a nivel internacional. Apenas existe una diferencia mínima entre la tasa de interés doméstica y la internacional, el capital financiero se desplaza de inmediato y en cantidades ilimitadas hacia el país en donde la tasa de interés es más alta o atractiva.

Lo anterior es sumamente importante para la política económica, ya que si en un momento determinado el país incurre en un déficit comercial puede atraer inversión extranjera de cartera (IEC) elevando la tasa de interés doméstica para financiarlo. De hecho, el déficit en balaza comercial puede ser resultado de una política fiscal expansiva que aumenta la renta nacional (Y) y, por tanto, las importaciones del país pero que provoca también un aumento de la tasa de interés al desplazarse la curva IS hacia arriba y a la derecha por lo que estaría entrando IEC al país.

En consecuencia, de un lado tenemos la balanza comercial, o las exportaciones netas (XN) que dependen de la renta extranjera (Yf), de la renta nacional (Y) y del tipo de cambio real (R); y del otro lado tenemos la cuenta de capital, o más propiamente los flujos de capital (FC) a nivel internacional que dependen del diferencial entre la tasa de interés doméstica (i) y la tasa de interés externa (if), por lo que el saldo de la balanza de pagos (SBP) se expresaría de la siguiente manera:

De la ecuación anterior podemos deducir lo siguiente: si aumenta la renta nacional (Y) la balanza comercial del país empeora porque aumentan sus importaciones, importaciones que tiene que financiar de alguna manera. Si el aumento de la renta nacional (Y) fue provocado por un aumento del gasto público (G), la curva IS se desplazará hacia arriba y a la derecha por lo que aumentará la producción pero también la tasa de interés. Si el aumento de la tasa de interés doméstica (i) es suficiente para ubicarse por encima de la tasa de interés internacional (if), entrará al país inversión extranjera de cartera (IEC) suficiente para financiar el déficit de la balanza comercial del país.

Sin embargo, la efectividad de la política fiscal (o monetaria) dependerá del esquema cambiario adoptado, de si el país, o más bien su autoridad monetaria de común acuerdo con su autoridad fiscal, adopta tipos de cambio fijos o tipos de cambio flexibles. Esta es la cuestión que analiza precisamente el modelo de Mundell y Fleming.

El signo de las políticas fiscales y monetarias dependerá, sin embargo, de la situación económica por la que atraviese el país en un momento determinado; es decir, de si su economía opera por debajo del pleno empleo, en cuyo caso la inflación será baja, o por el contrario, por encima del pleno empleo, en cuyo caso la inflación será alta. En la primera situación, el objetivo explícito de la política económica será el de conseguir el pleno empleo, aun cuando la inflación tenga que aumentar; en tanto que en el segundo caso, el objetivo será el de bajar la inflación, aun cuando el empleo tenga que disminuir.

Lo que hemos planteado anteriormente, es que las autoridades económicas del país se enfrentan a una disyuntiva: el de conciliar empleo con inflación. Lo ideal para las autoridades económica sería el de conseguir el pleno empleo con una tasa de inflación baja y estable.

En la economía abierta la situación se complica todavía más, porque las autoridades económicas deben conciliar equilibrio interno (pleno empleo con inflación baja y estable) con el equilibrio externo (entendido como el equilibrio global de la balanza de pagos). Es lo que trataremos de abordar enseguida.

Los dilemas de la política económica: el equilibrio interno y externo

Generalmente, cuando una economía experimenta un crecimiento económico rápido y elevado (la economía se encuentra operando al pleno empleo o incluso por encima de éste) tiende a enfrentar dos problemas: inflación alta y déficit en balanza comercial y en cuenta corriente de balanza de pagos. Por el contrario, cuando el crecimiento económico es lento y escaso la inflación es baja, y tanto la balanza comercial como el conjunto de la cuenta corriente son deficitarias.

Por tanto, las autoridades económicas (la monetaria y la fiscal) se enfrentan al dilema de escoger entre un alto nivel de actividad económica y superávit en balanza de pagos. Si las autoridades económicas deciden escoger un alto nivel de actividad económica, la economía del país incurrirá en un déficit en balanza de pagos; por el contrario, si deciden escoger una balanza de pagos superavitaria, la sociedad en su conjunto tendrá que aceptar a cambio un aumento en el desempleo.

Esta última es la situación que actualmente vive México, que tiene superávit global en balanza de pagos porque el déficit de su cuenta corriente es mucho menor al superávit de su cuenta de capital, pero al costo de un nivel de actividad económica bajo y lento que se ha traducido en niveles crecientes de desempleo.

Cuando el capital es perfectamente móvil a nivel internacional, podemos representar la balanza de pagos mediante una horizontal en el espacio tasa de interés (i)-renta (Y). A lo largo de la horizontal la tasa de interés doméstica (i) y la internacional (if) son iguales, por lo que la balanza de pagos está en equilibrio (BP=0). Y podemos representar el nivel de producción de pleno empleo (Y*) mediante una vertical en el espacio i-Y (Ver Gráfica 6.1). Juntando la vertical de pleno empleo y la horizontal de equilibrio en la balanza de pagos tenemos cuatro situaciones posibles: superávit en balanza de pagos con sobreempleo, superávit en balanza de pagos con desempleo, déficit en balanza de pagos con sobreempleo y déficit en balanza de pagos con desempleo (Ver Gráfica 6.1). En el punto donde se intersectan la vertical (que representa el nivel de producción de pleno empleo, Y*) y la horizontal (que representa la balanza de pagos cuando el capital es perfectamente móvil a nivel internacional), hay conciliación entre equilibrio interno (pleno empleo) y externo (balanza global de pagos en equilibrio) (Ver Gráfica 6.1).

Enseguida analizaremos, a través del modelo Mundell-Fleming, qué ocurre con las políticas fiscal y monetaria cuando la economía opera bajo tipo de cambio fijo y las autoridades pretenden impulsar mayores niveles de producción y de empleo, lo mismo trataremos de investigar cuando la economía opera bajo tipo de cambio flexible. Antes, sin embargo, expondremos cómo repercuten acontecimientos económicos externos en la economía nacional cuando esta opera bajo tipo de cambio fijo y el capital es perfectamente móvil a nivel internacional. 

EL MODELO MUNDELL-FLEMING

Robert Mundell y Marcus Fleming analizaron, durante la década de los sesenta, muchos años antes de que se adoptaran los tipos de cambio flexibles y de que el capital financiero fuera perfectamente móvil a nivel internacional, el papel de las políticas fiscal y monetaria en una economía abierta tomando en cuenta el grado de movilidad del capital a nivel internacional. De hecho Robert Mundell, que obtuvo el Premio Nobel de Economía en 1999 “por sus análisis sobre las políticas fiscales y monetarias bajo diferentes sistemas monetarios y sus análisis de las áreas óptimas de divisas”, se doctoró en el MIT con una tesis sobre los movimientos internacionales de capitales.1 Casi paralelamente Marcus Fleming, fallecido en 1976 y que fue director adjunto del departamento de investigación del FMI durante mucho tiempo, desarrolló una investigación similar a la de Robert Mundell sobre políticas de estabilización para las economías abiertas.2 De ahí que hoy en día se hable del modelo Mundell-Fleming cuando de políticas de estabilización (fiscales y monetarias) para las economías abiertas se trata.

El modelo Mundell-Fleming es una sencilla pero poderosa herramienta para analizar la efectividad de las políticas fiscal y monetaria bajo perfecta movilidad del capital, ya sea que las economías operen bajo tipos de cambio fijos o flexibles. En razón de su sencillez, el desaparecido Rudiger Dornbusch se ha referido a las distintas versiones del modelo Mundell-Fleming como los volkswagens de la economía: fáciles de conducir, seguros y atractivos. Más específicamente, en su macroeconomía de una economía abierta, Rudiger Dornbusch escribe:

“A principios de los años 60, la macroeconomía ya se había asentado como un enfoque válido para aproximarse a una economía abierta. El análisis era de estática comparativa en un modelo que tenía determinada la demanda de renta y en el que el tipo de cambio establecía los precios relativos. Los años siguientes trajeron la muy influyente obra de Robert Mundell, que creó modelos y conceptos que rápidamente se convirtieron  en los Volkswagens de la economía internacional – fáciles de conducir, seguros y atractivos -. Mundell extrajo de la experiencia canadiense las notables implicaciones que la movilidad del capital tenía para toda política de estabilización. Investigó ese tema en varias direcciones – el uso adecuado de los instrumentos, la política a seguir bajo tipos de cambio fijos y flexibles y el papel de las bandas en los tipos de cambio; pero su innovación consistió en algo más que sacar a la luz nuevos temas, pues creó unos modelos simples y a la vez potentes que sirvieron como estructuras de organización para la investigación como para la política económica y asimismo de trampolín para el planteamiento de nuevos problemas”. 3

Comenzamos exponiendo el modelo Mundell-Fleming bajo perfecta movilidad del capital y tipo de cambio fijo, haciendo referencia a experiencias de la economía mexicana.

MOVILIDAD PERFECTA DEL CAPITAL EN UN SISTEMA DE TIPOS DE CAMBIO FIJOS: EL CASO DE UN PAÍS PEQUEÑO COMO MÉXICO

Analizaremos, en primera instancia, la influencia de las políticas fiscal y monetaria sobre la producción y la balanza de pagos; asimismo, el efecto de acontecimientos externos, positivos o negativos, sobre la economía nacional, así como el efecto de variaciones en el tipo de cambio nominal (e) por parte del banco central. Todo lo anterior, bajo el supuesto de perfecta movilidad del capital, que hemos definido anteriormente, y tipo de cambio fijo.

Acontecimientos económicos externos y sus efectos en la economía nacional

Una expansión fiscal en los Estados Unidos

Vamos a suponer que en Estados Unidos la autoridad fiscal, en este caso el Departamento del Tesoro, decide aumentar el gasto público (G) a fin de inducir mayores niveles de producción y de empleo al interior de la economía de dicho país. El aumento del gasto público (G) hará subir la demanda agregada (DA); al aumentar la demanda agregada (DA) disminuye la variación de existencias de las empresas, lo que les indica que la demanda está aumentando y que por tanto tienen que aumentar sus niveles de producción y de empleo.

El aumento del gasto público (G) en los Estados Unidos por parte del Departamento del Tesoro, provoca un aumento de la demanda agregada (DA) tanto de bienes nacionales como de bienes extranjeros. De esa manera, si la renta de los Estados Unidos aumenta como consecuencia de un aumento del gasto público (G), las exportaciones de México hacia ese país también aumentarán provocando un aumento de la demanda agregada (DA) y, por tanto, de la producción y el empleo. Gráficamente, la curva IS se desplaza paralelamente hacia arriba y a la derecha y notamos dos cosas: aumenta la renta de equilibrio (de Y0 a Y1) así como la tasa de interés que se ubica por encima de la internacional (). La tasa de interés en México se ubica por encima de la tasa de interés internacional (if), por lo que entran capitales al país que generan un superávit en balanza de pagos. Para evitar una revaluación del peso, es decir, que el tipo de cambio varíe, el Banco de México tendrá que comprar dólares a cambio de moneda nacional por lo que aumenta la oferta monetaria nominal (M); el aumento de la oferta monetaria (M) provoca una reducción de la tasa de interés (i) hasta que se iguala con la tasa de interés internacional (if), Sin embargo, la disminución de la tasa de interés doméstica hace que aumenten la demanda de consumo y de inversión, por lo que la demanda agregada (DA) aumenta todavía más conduciendo a un incremento mayor de la producción y el empleo. Gráficamente, la curva LM se desplaza paralelamente hacia abajo y a la derecha y notamos que la producción aumenta hasta Y2 (Ver Gráfica 6.2) y la tasa de interés domestica (i) se iguala con la internacional (if).

La conclusión que obtenemos de este análisis es el siguiente: los efectos económicos positivos (o negativos) tienden a amplificarse al interior de la economía nacional cuando opera bajo tipos de cambio fijos y la movilidad del capital a nivel internacional es perfecta. Si la economía norteamericana crece, como consecuencia de una política fiscal expansiva como la que hemos supuesto, la economía mexicana también crecerá a través de mayores exportaciones hacia los Estados Unidos. Por el contrario, si la economía norteamericana se encamina hacia una recesión económica, la economía mexicana también se encaminará hacia una recesión económica caracterizada por una desaceleración del nivel de actividad económica, medida a través del PIB a precios constantes.

Los efectos de una devaluación de dólar

Ahora vamos a suponer que el Sistema de la Reserva Federal decide incrementar el tipo de cambio nominal (e), que permaneciendo todo lo demás constante, incide en un incremento del tipo de cambio real (R) de los Estados Unidos. El incremento del tipo de cambio real (R) imprime competitividad a los productos norteamericanos en los mercados extranjeros, principalmente en el mercado mexicano ya que México, como lo hemos mencionado reiteradamente, es el principal socio comercial de los Estados Unidos.

De esa manera, las exportaciones de Estados Unidos hacia México aumentan, por lo que aumenta la demanda agregada (DA) en ese país y, por tanto, también aumentan sus niveles de producción y de empleo. Sin embargo, en México sucede exactamente lo contrario: su tipo de cambio real (R) disminuye, por lo que los productos mexicanos se encarecen para los norteamericanos; en consecuencia, las exportaciones de México hacia Estados Unidos disminuyen, por lo que disminuye su demanda agregada y, por tanto, también sus niveles de producción y de empleo. Gráficamente, la curva IS se desplaza paralelamente hacia abajo y a la izquierda y notamos que la renta de equilibrio disminuye de Y2 a Y1 y que la tasa de interés doméstica se ubica por debajo de la internacional () (Ver Gráfica 6.3). Al ubicarse la tasa de interés doméstica por debajo de la internacional salen capitales del país, por lo que la balaza de pagos se hace deficitaria. Para mantener fijo el tipo de cambio, el Banco de México tendrá que vender dólares a cambio de moneda nacional por lo que disminuye la oferta monetaria nominal (M); la disminución de la oferta monetaria (M) provoca un aumento de la tasa de interés (hasta que se iguala con la internacional). El aumento de la tasa de interés doméstica hace que disminuyan el consumo y la inversión, por lo que disminuye la demanda agregada (DA) que hace disminuir la producción de México hasta Y2. Gráficamente, desplazamos la curva LM hacia arriba y a la izquierda y notamos que la producción disminuye desde Y1 hasta Y0 y que la tasa de interés doméstica se iguala con la internacional sobre la horizontal que representa la balanza de pagos cuando la movilidad del capital es perfecta a nivel internacional (Ver Gráfica 6.3).

La conclusión es la siguiente: siempre que un país devalúa su moneda aumentan sus exportaciones y, por tanto, sus niveles de demanda agregada así como sus niveles de producción y de empleo; sin embargo, sus socios comerciales se ven perjudicados ya que sus productos pierden competitividad en el mercado del país cuya moneda se devalúa por decisión de sus autoridades monetarias. La consecuencia es una disminución de las exportaciones del país cuyas autoridades no intervienen manipulando el tipo de cambio nominal, por lo que disminuye la demanda agregada así como los niveles de producción y de empleo. El país cuyas autoridades deciden incrementar el tipo de cambio nominal ve aumentar sus exportaciones y sus niveles de producción pero al costo de perjudicar en sentido contrario a sus principales socios comerciales. Tal como lo hemos planteado para Estados Unidos y México.

Una expansión monetaria por parte del Banco de México

Ahora vamos a suponer que la economía nacional experimenta altos niveles de desempleo, por lo que la autoridad monetaria decide comprar CETES al público en el mercado abierto. Si el Banco de México compra CETES, aumenta la oferta monetaria nominal (M), por lo que disminuye la tasa de interés (i); la disminución de la tasa de interés provoca una disminución del ahorro pero un aumento de la demanda de consumo y de la demanda de inversión, por lo que aumenta la demanda agregada (DA) y disminuye la variación de existencias de las empresas, lo que les indica que la demanda en el mercado está aumentando y que por tanto tienen que incrementar sus niveles de producción y empleo. Gráficamente, desplazamos la curva LM hacia abajo y a la derecha y en efecto notamos que aumenta la producción (de Y0 a Y1) y que baja la tasa de interés doméstica (i) ubicándose por debajo de la tasa de interés internacional (if) (Ver Gráfica 6.4).

Al ubicarse la tasa de interés doméstica (i) por debajo de la tasa de interés internacional (if), salen capitales del país por lo que la balanza de pagos registrará un déficit (Ver Gráfica 6.4). El déficit en balanza de pagos significa que la demanda de dólares es mayor a la oferta; para que el tipo de cambio permanezca fijo, el banco central vende dólares a cambio de moneda nacional por lo que disminuye la oferta monetaria (M), la disminución de la oferta monetaria hace que aumente la tasa de interés doméstica (hasta que se iguala con la internacional sobre la horizontal), al aumentar la tasa de interés doméstica aumenta el ahorro pero disminuyen la demanda de consumo y de inversión, disminuye la demanda agregada (DA), aumenta la variación de existencias de las empresas por lo que disminuye la producción y el empleo hasta su nivel inicial. Gráficamente, la curva LM se regresa a su posición inicial y la economía no ve aumentar sus niveles de producción y de empleo (o alternativamente, no ve disminuir sus niveles de desempleo) de manera duradera y sostenida (Ver Gráfica 6.4).

La conclusión es que, bajo tipos de cambio fijos y perfecta movilidad del capital, la política monetaria es inefectiva para objetivos de política económica como el pleno empleo o la inflación. En este ejemplo en particular, la política monetaria expansiva no permite a las autoridades monetarias disminuir el desempleo; en el caso contrario, no les permitiría bajar la inflación. Puede el lector interesado hacer el ejercicio contrario suponiendo que la economía se encuentra operando por encima del pleno empleo pero con inflación alta; en esa situación, el objetivo de la autoridad monetaria sería el de bajar la inflación. ¡Suerte!

Una expansión fiscal por parte de Hacienda

Ahora vamos a suponer que la economía se encuentra en la situación que hemos descrito en el apartado anterior, pero que en vez de la autoridad monetaria decide intervenir la autoridad fiscal para disminuir el elevado desempleo que padece la economía. De manera específica y concreta, suponemos que la autoridad fiscal (que en México corre a cargo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, SHyCP) decide incrementar el gasto público (G), tanto corriente como de capital. El aumento del gasto público (G) expande la demanda agregada (DA) por lo que aumentan las ventas de las empresas que venden bienes de consumo y de capital al gobierno. Disminuye la variación de existencias de las empresas que le venden al gobierno, lo que les indica que la demanda en el mercado está aumentando y que por tanto tienen que incrementar sus niveles de producción y de empleo. Gráficamente, desplazamos la curva IS hacia arriba y a la derecha y notamos que aumenta la producción (de Y0 a Y1) y que la tasa de interés doméstica (i) se ubica por encima de la tasa de interés internacional (if) por lo que entrarán capitales al país; por tanto, la balanza de pagos registrará un superávit (Ver Gráfica 6.5)

El superávit en balanza de pagos significa que la oferta de dólares es mayor a la demanda de dólares, y para evitar que el precio del dólar disminuya el banco central tendrá que intervenir comprando dólares. La compra de dólares hace que aumente la oferta monetaria nominal (M) que hace bajar la tasa de interés hasta igualarse con la internacional sobre la horizontal. La disminución de la tasa de interés hace que disminuya el ahorro pero que aumenten la demanda de consumo y de inversión por lo que aumenta la demanda agregada (DA); el aumento de la demanda agregada (DA) provoca una disminución en la variación de existencias de las empresas que les indica que la demanda en el mercado está aumentando y que por tanto tienen que aumentar sus niveles de producción para satisfacer el mayor volumen de la demanda, por lo que la producción aumenta hasta Y2. Gráficamente, la curva LM se desplaza hacia abajo y a la derecha y notamos que la producción sigue aumentando desde Y1 hasta Y2 y que la tasa de interés doméstica (i) se iguala con la tasa de interés internacional (if) sobre la horizontal que representa la balanza de pagos cuando el capital es perfectamente móvil a nivel internacional (Ver Gráfica 6.5). 

A diferencia de la política monetaria, que es inefectiva para objetivos de política económica como el pleno empleo o la inflación, la política fiscal, cuando la economía opera bajo tipo de cambio fijo y el capital es perfectamente móvil a nivel internacional, es sumamente efectiva ya sea para disminuir el desempleo o para bajar la inflación.

¿Recuerda que en sus lecciones de macroeconomía cerrada el modelo keynesiano asumía el supuesto de precios y salarios rígidos y que por tanto la única política efectiva para alcanzar el pleno empleo, en caso de que la economía se encontrara en situación de equilibrio con desempleo, era la política fiscal? Asimismo, ¿recuerda que en el modelo neoclásico-monetarista si la economía se ubicaba de manera fortuita en situación de desempleo el regreso al equilibrio general de pleno empleo se daba de manera automática a partir de ajustes en la cantidad real de dinero que se iniciaban con disminuciones de los salarios nominales?

En consecuencia, los tipos de cambio fijos están más en línea con el modelo keynesiano, que confía más en la política fiscal que en la política monetaria para alcanzar el pleno empleo.

En contrapartida, los tipos de cambio flexibles están más en línea con los modelos monetaristas (como se les conoce en términos económicos) o neoliberales (como se les denomina en términos políticos) que confían más en la política monetaria que en la política fiscal para objetivos de política económica como el control de la inflación. No es casual que el actual proceso de globalización de la economía mundial tenga como sustento teórico al neoliberalismo, mismo que privilegia la adopción de políticas monetarias restrictivas para contener la inflación pero que favorecen el mantenimiento de altas tasas de interés que benefician, en última instancia, al capital financiero internacional, denominado técnicamente inversión extranjera de cartera en la contabilidad de la balanza de pagos, que hoy en día es perfectamente móvil a nivel internacional y que es el principal beneficiario del actual proceso de globalización.

La cantidad de dinero endógena

Con tipos de cambio fijos y perfecta movilidad del capital, los bancos centrales no tienen control alguno sobre la oferta monetaria nominal (M). Más bien, la cantidad de dinero depende del saldo de la balanza de pagos ya que los bancos centrales deben mantener fijos los tipos de cambio.

Si la balanza de pagos es superavitaria, el banco central tendrá que absorber el exceso de oferta de dólares para evitar una disminución del tipo de cambio real; por el contrario, si la balanza de pagos es deficitaria, el banco central tendrá que absorber el exceso de demanda de dólares para evitar un aumento en el tipo de cambio real. El tipo de cambio debe permanecer fijo o constante precisamente.

El en primer caso, si el banco central vendió CETES al público en el mercado abierto tratando de bajar la inflación, la tasa de interés doméstica (i) se ubicará por encima de la tasa de interés internacional (if) por lo que entrarán capitales al país provocando un superávit en balanza de pagos. Para que el tipo de cambio permanezca fijo o constante, el banco central tendrá que absorber el exceso de oferta de dólares comprándolos, por lo que la oferta monetaria (M) aumentará hasta ubicarse de nuevo en su nivel inicial y el banco central fracasará en su intento por bajar la inflación.

Difícilmente los bancos centrales pueden moldear la oferta monetaria nominal (M). Cualquier intento por controlarla provocará variaciones en la tasa de interés doméstica (i) que dará lugar a salidas o entradas de capital, dependiendo del signo de la política monetaria, de si es expansiva o restrictiva. Más rápido que tarde, el banco central terminará vendiendo o comprando dólares al público erosionando cualquier intento de este por disminuir el desempleo o por bajar la inflación a través de variaciones en la oferta nominal de dinero (M). La oferta monetaria nominal (M) es endógena, en la medida en que depende del saldo de la balanza de pagos, en vez de ser un instrumento exógeno del que el banco central pueda disponer, ya sea para bajar la inflación o para disminuir el desempleo.

LA MOVILIDAD PERFECTA DEL CAPITAL Y LOS TIPOS DE CAMBIO FLEXIBLES

Ahora vamos a analizar qué ocurre con las políticas fiscal y monetaria cuando los tipos de cambio son flexibles y el capital es perfectamente móvil a nivel internacional. Hemos visto anteriormente, que bajo tipos de cambio fijos y perfecta movilidad del capital, la política fiscal es sumamente efectiva ya sea para disminuir el desempleo o para bajar la inflación; sin embargo, la oferta monetaria, al depender del saldo de la balanza de pagos, se vuelve endógena y, por tanto, la política monetaria se hace inefectiva para bajar la inflación o para disminuir el desempleo.

Ahora vamos a estudiar qué ocurre, precisamente, con las políticas fiscal y monetaria bajo tipos de cambio flexibles. De entrada, bajo tipos de cambio flexibles, y a diferencia de los tipos de cambio fijos, los bancos centrales no intervienen para nada en los mercados de divisas y el tipo de cambio se determina por las fuerzas del mercado; es decir, por la ley de la oferta y la demanda. Los bancos centrales no compran ni venden divisas, o sea, las operaciones de cambio (compra-venta de dólares) dejan de existir cuando una economía opera bajo tipos de cambio flexibles.

En consecuencia, la oferta monetaria deja de ser endógena para convertirse en exógena y, por tanto, en un poderoso instrumento del que pueden disponer los bancos centrales para disminuir el desempleo o para bajar la inflación. Cuando hay un superávit en balanza de pagos, el tipo de cambio real (R) simplemente se aprecia por lo que se encarecen los bienes nacionales de exportación pero en contrapartida se abaratan las importaciones. Por tanto, disminuyen las exportaciones netas (XN) del país que provocan un descenso de la demanda agregada (DA) y, tanto, de la producción y el empleo. En este caso, la curva IS se contrae hacia abajo y a la izquierda. De esa manera, bajo tipos de cambio flexibles es más bien la política fiscal la que se vuelve endógena y, por tanto, sumamente inefectiva para disminuir el desempleo o para bajar la inflación.

Las apreciaciones o depreciaciones del tipo de cambio, dependiendo del signo de la balanza de pagos, incidirán en las exportaciones netas (XN) y, por tanto, sobre el equilibrio del mercado de bienes de la economía abierta (curva IS).

Esa es una de las principales conclusiones a que llegamos cuando los tipos de cambio son flexibles y el capital es perfectamente móvil a nivel internacional: que la política monetaria se vuelve exógena, y por tanto en un poderoso instrumento para alcanzar objetivos de política económica como la disminución del desempleo o la disminución de la inflación, en tanto que la política fiscal se vuelve endógena, y por tanto inefectiva para la consecución de objetivos de política económica como los anteriormente mencionados.

Otra implicación importante de los tipos de cambio flexibles es la siguiente: el ajuste del tipo de cambio garantizará que la suma de la cuenta corriente más la cuenta de capital sea igual a cero. En consecuencia, cuando los tipos de cambio son flexibles no hay movimientos en las transacciones oficiales de reservas y un déficit en cuenta corriente es financiado por entradas de capital privado; por el contrario, un superávit en cuenta corriente provocará salidas de capital privado del país.

Lo anterior, lo podemos razonar también de la siguiente manera: si la cuenta corriente de la balanza de pagos es deficitaria el tipo de cambio real (R) sufrirá una depreciación, la depreciación del tipo de cambio real (R) hará aumentar las exportaciones netas (XN) del país, aumentará la demanda agregada (DA) y, por tanto, los niveles de producción y de empleo también aumentarán. Al aumentar la renta (Y), aumentará la demanda de dinero que hará subir la tasa de interés. El aumento de la tasa de interés atraerá capitales suficientes para financiar el déficit de la cuenta corriente.

El ajuste ante una perturbación real externa

Ahora vamos a ver qué ocurre con la economía doméstica ante acontecimientos económicos externos, tanto positivos como negativos. Analizaremos, en particular, qué ocurre con la economía mexicana cuando su principal socio comercial, los Estados Unidos de Norteamérica, ve caer sus niveles de producción y de empleo, como en 2008-2009.

De inicio, si la renta de los Estados Unidos de Norteamérica disminuye, para México significará menores exportaciones hacia los Estados Unidos; por tanto, disminuirá la demanda agregada (DA) que hará descender los niveles de producción y de empleo de la economía mexicana. La disminución de la renta nacional (Y) hace descender la demanda de dinero por lo que disminuye la tasa de interés doméstica (i) hasta ubicarse por debajo de la tasa de interés internacional (if), lo que sitúa a la balanza de pagos en situación deficitaria. El déficit en balanza de pagos provoca una depreciación del tipo de cambio real (R) que abarata las exportaciones pero encarece las importaciones; por tanto, aumentan las exportaciones netas (XN) del país, aumenta la demanda agregada (DA) y la producción, que en un principio había disminuido, se eleva hasta alcanzar su nivel inicial.

El proceso de ajuste

Gráficamente, si disminuye la renta de los Estados Unidos (Yf), por acontecimientos como los ocurridos en 2007-2009, su demanda de importaciones procedentes de México disminuirá también. Al disminuir las exportaciones de México hacia los Estados Unidos, disminuye la demanda agregada (DA) y, por tanto, disminuirán también los niveles de producción y de empleo de la economía mexicana en un principio. La curva IS se contrae hacia abajo y a la izquierda y notamos que disminuye la renta nacional (de Y1 a Y0) que provoca un descenso de la demanda de dinero para motivo transacción y, por tanto, la tasa de interés doméstica (i) disminuye hasta ubicarse por debajo de la tasa de interés internacional (if) (Ver Gráfica 6.6).

La economía mexicana, sin embargo, no permanecerá en Y0 porque al ser menor la tasa de interés doméstica (i) en relación a la internacional (if) salen capitales del país; por tanto, la balanza de pagos registrará un déficit que incidirá en una depreciación del tipo de cambio real (R). La depreciación del tipo de cambio real (R) provocará un aumento de las exportaciones netas del país, por lo que aumentará la demanda agregada (DA) y, por tanto, la producción aumentará hasta su nivel inicial (Y1) (Ver Gráfica 6.6).

Por tanto, la conclusión es la siguiente: bajo tipos de cambio flexibles y perfecta movilidad del capital, una economía como la mexicana se protege perfectamente de choques externos negativos como pueden ser una severa contracción en el nivel de actividad económica de los Estados Unidos (su principal socio comercial), un descenso en los precios internacionales del petróleo (el principal producto de exportación de la economía mexicana ) o cualquier otro acontecimiento económico de naturaleza similar. Bajo ese argumento, es que el gobierno del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) adoptó para México los tipos de cambio flexibles. Sin embargo, y a pesar de lo que pronostica el modelo Mundell-Fleming para una economía con tipo de cambio flexible y perfecta movilidad del capital, la economía mexicana vio descender su PIB a precios constantes en -6.2 por ciento en 2009 con respecto al año anterior (2008).

La política fiscal (un aumento del gasto público)

Ahora vamos a estudiar qué ocurre con la política fiscal (cuyos principales instrumentos son el gasto público, G, las transferencias, TR, y los impuestos, T), cuando la economía opera bajo tipo de cambio flexible y el capital es perfectamente móvil a nivel internacional.

Vamos a suponer que la economía mexicana se encuentra atravesando una situación de elevado desempleo, por lo que la autoridad fiscal, que desconoce por completo el modelo Mundell-Fleming y, por tanto, la efectividad de las políticas fiscal y monetaria bajo distintos esquemas cambiarios y perfecta movilidad del capital, decide intervenir para acabar con el desempleo y conducir a la economía al pleno empleo. De manera específica y concreta, vamos a suponer que la autoridad fiscal (la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, SHyCP) decide incrementar el gasto público (G).

Al aumentar el gasto público (G) tanto corriente como de capital, aumenta la demanda agregada (DA), por lo que disminuye la variación de existencias de las empresas, lo que les indica que la demanda está aumentando y que por tanto tienen que producir más empleando más materias primas y más trabajo. Gráficamente, desplazamos la curva IS hacia arriba y a la derecha y notamos que en efecto aumenta la renta nacional (de Y0 a Y1) y que la tasa de interés doméstica (i) se ubica por encima de la tasa de interés internacional (if) (Ver Gráfica 6.7). Sin embargo, no todo termina ahí. Al ser mayor la tasa de interés domestica a la internacional entrarán capitales al país, por lo que la balanza de pagos registrará un superávit. El superávit en balanza de pagos apreciará el tipo de cambio real (R), la apreciación del tipo de cambio encarecerá los bienes nacionales en el extranjero; por tanto, disminuyen las exportaciones del país, disminuye la demanda agregada (DA) y disminuyen los niveles de producción y de empleo. La curva IS se regresa a su posición inicial y la autoridad fiscal habrá fracasado en su intento por disminuir el desempleo (Ver Gráfica 6.7).

En consecuencia, bajo tipo de cambio flexible y perfecta movilidad del capital, la política fiscal es sumamente inefectiva para objetivos de política económica como el pleno empleo o la inflación. En este caso, la política monetaria es la política que resulta efectiva tanto para bajar el desempleo como para controlar la inflación.

La política monetaria del Banco de México (una compra de CETES)

Ahora vamos a suponer que es el banco central el que decide intervenir para llevar a la economía de regreso al pleno empleo. De manera específica, vamos a suponer que el banco central decide acabar con el desempleo comprando CETES al público en el mercado abierto. La compra de CETES por parte del banco central repercute en un aumento de la oferta monetaria nominal (M), al aumentar la oferta monetaria disminuye la tasa de interés (i) por lo que disminuye el ahorro pero en contrapartida aumentan el consumo y la inversión, aumenta la demanda agregada (DA) y, por tanto, la producción y el empleo. Gráficamente, desplazamos la curva LM hacia abajo y a la derecha y notamos que aumenta la renta nacional (de Y0 a Y1) y que la tasa de interés doméstica (i) disminuye hasta ubicarse por debajo de la tasa de interés internacional (if) (Ver Gráfica 6.8).

No todo termina en Y1. Al ser menor la tasa de interés doméstica con respecto a la internacional, salen capitales del país por lo que la balanza de pagos registrará un déficit. Dado que el banco central no tiene por qué intervenir en el mercado de divisas, el déficit en balanza de pagos se traduce en una depreciación del tipo de cambio real (R) que abarata los bienes nacionales en el extranjero pero que encarece los bienes extranjeros de importación. Por tanto, aumentan las exportaciones netas (XN) del país, aumenta la demanda agregada (DA) todavía más por lo que la producción se expande hasta Y2 (Ver Gráfica 6.8). El banco central tiene éxito en la disminución del desempleo. Gráficamente, lo anterior equivale a desplazar la curva IS hacia arriba y a la derecha hasta que intersecta a LM´ sobre la horizontal que representa a la balanza de pagos cuando el capital es perfectamente móvil a nivel internacional.

Bajo tipos de cambio flexibles, los bancos centrales no renuncian a la soberanía de sus políticas monetarias, la cual se vuelve exógena y, por tanto, en un poderoso instrumento para fines de estabilización económica, ya sea para disminuir el desempleo o para controlar la inflación.

Las depreciaciones competitivas

En el apartado anterior, hemos visto cómo el banco central tiene éxito en bajar el desempleo aplicando política monetaria expansiva, consistente en una compra de CETES al público en el mercado abierto.

Lo que hemos observado, es que la disminución de la tasa de interés doméstica (i) provoca una salida de capitales del país que conduce a la balanza de pagos a una situación deficitaria. Al no intervenir el banco central en el mercado de divisas, el tipo de cambio real se deprecia (R) por lo que se abaratan las exportaciones del país para los extranjeros pero en contrapartida se encarecen los bienes extranjeros de importación para los nacionales. El resultado neto, un aumento de las exportaciones netas que lleva a un aumento de la demanda agregada (DA) y de la renta nacional total (Y).

Sin embargo, resulta útil preguntarse qué sucede con el exterior; específicamente, qué ocurre con los principales socios comerciales del país cuya política monetaria permanece constante. La respuesta es: sucede exactamente lo contrario que en la economía nacional. Si en México se deprecia el tipo de cambio real (R), hay que dar más pesos por un dólar, en Estados Unidos sucede exactamente lo contrario, su tipo de cambio real (R) se aprecia, los norteamericanos tendrán que dar menos centavos de dólar por un peso mexicano.

Por tanto, la apreciación del dólar frente al peso encarece los bienes norteamericanos en México por lo que sus exportaciones disminuyen pero sus importaciones aumentan (ya que gracias a la depreciación del peso frente al dólar, los productos mexicanos resultarán más baratos para los norteamericanos). En consecuencia, las exportaciones netas (XN) de los Estados Unidos hacia México disminuyen, por lo que disminuyen sus niveles de demanda agregada (DA) y, por tanto, sus niveles de producción y de empleo.
México logra el pleno empleo de su economía pero a expensas de reducirlo en el extranjero. Por esa razón, se habla de depreciaciones competitivas o de la política de empobrecer al vecino. Al adoptar México una política monetaria expansiva mientras su principal socio comercial, los Estados Unidos de Norteamérica, no hace lo mismo al respecto, estará exportando su desempleo hacia el vecino del Norte. En consecuencia, lo ideal sería que ambos países, México y los Estados Unidos, trataran de coordinar sus respectivas políticas monetarias a fin de conseguir de manera simultánea y conjunta objetivos comunes de política económica; sobre todo, cuando ambos países se encuentran en situaciones de elevado desempleo, como el que experimentaron en 2008-2009.

Retomando tomo lo expuesto anteriormente, Sachs y Larraín resumen el modelo Mundell-Fleming bajo tipos de cambio fijos y flexibles y perfecta movilidad del capital financiero a nivel internacional, de la siguiente manera:

Expansión monetaria bajo tipo de cambio fijo (E fijo): ningún efecto sobre la producción (Y), ningún efecto sobre el nivel de precios, disminuyen las reservas internacionales (R*), ningún efecto sobre el tipo de cambio (E).

Expansión monetaria bajo tipo de cambio flexible (E flexible): aumenta la producción (Y), aumenta el nivel de precios (P), ningún efecto sobre las reservas internacionales (R*), aumenta el tipo de cambio (E).

Expansión fiscal bajo tipo de cambio fijo (E fijo): aumenta la producción (Y), aumenta el nivel de precios (P), aumentan las reservas internacionales (R*), ningún efecto sobre el tipo de cambio (E).

Expansión fiscal bajo tipo de cambio flexible (E flexible): ningún efecto sobre la producción (Y), ningún efecto sobre el nivel de precios (P), ningún efecto sobre las reservas internacionales (R*), disminuye el tipo de cambio (E).

Devaluación bajo tipo de cambio fijo (E fijo): aumenta la producción (Y), aumenta el nivel de precios (P), aumentan las reservas internacionales (R*) y aumenta el tipo de cambio (E).

POLÍTICAS MACROECONÓMICAS BAJO LIBRE MOVILIDAD DE CAPITALES: EL CASO DE UN PAÍS GRANDE

Siguiendo a Sachs y Larraín tenemos lo siguiente: los efectos de las políticas macroeconómicas (sean estas fiscales o monetarias) difieren sensiblemente en el caso de un país grande con respecto a un país pequeño. Decimos que un país es grande en términos de su poder de compra y de sus niveles de producción. Los Estados Unidos, Japón, Alemania, el Reino Unido y la Unión Monetaria Europea en su conjunto, son economías grandes tanto en términos de su producción como de su poder de compra.

La economía norteamericana representa una proporción significativa de la economía mundial en su conjunto tanto en términos de demanda como de oferta agregada, por lo que las políticas macroeconómicas que emprenden sus gobiernos afectan sensiblemente al resto de la economía mundial, ya sea para bien o para mal. Por esa razón se dice que la economía norteamericana es la locomotora de la economía mundial; es decir, jala a esta última hacia arriba o hacia abajo, dependiendo del signo (expansivo o contractivo) de sus políticas macroeconómicas.

De esa manera, un país grande como los Estados Unidos representa una proporción significativa tanto de la economía real como de la economía financiera mundial; y aquí está lo importante del análisis: un país grande como los Estados Unidos influye en los mercados financieros globales y, por tanto, en la tasa de interés internacional; situación que no sucede en el caso de un país pequeño como puede ser México, Guatemala, Chile o Argentina, por mencionar algunos ejemplos. Por tanto, los efectos de las políticas fiscales y monetarias para el caso de un país grande difieren marcadamente de los efectos que las mismas pueden tener en el caso de un país pequeño. Para apreciar lo anteriormente dicho, supongamos que el gobierno de un país grande decide realizar una expansión fiscal en un contexto de tipo de cambio flexible y perfecta movilidad del capital financiero a nivel internacional.

Una expansión fiscal

Si el gobierno de un país grande acomete una política fiscal expansiva, gráficamente la curva IS se desplaza hacia arriba y a la derecha y el equilibrio momentáneo se sitúa en la intersección de IS´ y LM, lo que ocurre en el punto B de la Gráfica 6.9a; pero ahora la línea BP también se desplaza hacia arriba. Como en el caso del país pequeño, el equilibrio final estará en la intersección de las curvas LM y BP.

Intuitivamente, la línea BP se desplaza hacia arriba para indicar que ha aumentado tanto la tasa de interés doméstica del país grande (i) como la tasa de interés mundial (i*), por lo que en realidad la tasa de interés doméstica del país grande (i) aumentará pero no tanto como en el caso de un país pequeño. En consecuencia, entrarán pocos capitales al país grande por lo que su moneda se apreciará un tanto, lo que hará retroceder a la curva IS´ hacia IS´´ hasta que intersecta a LM y BP´ en el punto C (Ver Gráfica 6.9a).

¿Cuáles han sido, por tanto, los efectos de la política fiscal expansiva en el caso de un país grande? La política fiscal expansiva hace aumentar los niveles de demanda agregada y de producción (de Y0 a Y1) (Ver Gráfica 6.9a), situación que no sucede en el caso de un país pequeño en el que la apreciación de la moneda es total (ya que la tasa de interés internacional permanece sin cambio) y contrarresta por completo la expansión fiscal (como puede serlo un aumento del gasto público) a través de una disminución de las exportaciones netas que regresa a la economía a sus niveles iniciales de producción y de empleo.

¿Qué sucede con el resto del mundo? La tasa de interés mundial (i*) sube y la línea BP* se desplaza hacia arriba. La tasa de interés mundial (i*) ha subido pero menos que la tasa de interés doméstica (i) del país que realizó una expansión fiscal, por lo que salen capitales del resto del mundo hacia el país grande, lo que lleva a una depreciación de la moneda del resto del mundo que hace aumentar sus exportaciones netas, su demanda agregada y, por tanto, sus niveles de producción y de empleo (Ver Gráfica 6.9b). Gráficamente, en el caso del resto del mundo la curva IS* se desplaza hacia arriba y a la derecha hasta que IS*´ intersecta a LM* y BP*´ en el punto C*. Claramente, los niveles de producción y de empleo del resto del mundo también han aumentado de Y*0 a Y*1(Ver Gráfica 6.9b).

En el caso de un país grande como los Estados Unidos, una expansión fiscal hace crecer su economía pero también la economía del resto del mundo; en contrapartida, ¿una contracción fiscal haría caer los niveles de producción y de empleo tanto de la economía norteamericana como de la economía del resto del mundo?

Lo anteriormente planteado en esquema IS-LM, lo resumimos ahora en el Esquema 6.1. En el caso del resto del mundo, se dice que la expansión de la curva IS es endógena; es decir, se desplaza indirectamente como consecuencia de la depreciación de su moneda causada por la expansión fiscal del país grande.

Una expansión monetaria
En el caso de una expansión fiscal en un país grande como Estados Unidos, hemos visto que aumentan los niveles de producción y de empleo tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. Veamos ahora qué sucede en el caso de una expansión monetaria. ¿Será tan efectiva la política monetaria para un país grande como lo es para un país pequeño en un contexto de tipo de cambio flexible y libre movilidad del capital? Hay que plantear el proceso de ajuste que seguiría la economía ante tal situación.
La expansión monetaria en Estados Unidos hace bajar la tasa de interés tanto en este país como en el resto del mundo. Sin embargo, la disminución de la tasa de interés es mayor en Estados Unidos que en el resto del mundo por lo que salen capitales de Estados Unidos. La salida de capitales provoca una depreciación del dólar que le imprime competitividad a los productos de exportación de la economía norteamericana; por tanto, aumentan las exportaciones netas de Estados Unidos que inducen un aumento de la demanda agregada y de los niveles de producción y de empleo de la economía estadounidense (Ver Esquema 6.2).
Al igual que en el caso de un país pequeño, en el caso de un país grande la política monetaria es efectiva tanto para frenar la inflación como para estimular los niveles de producción y de empleo. ¿Qué ocurre, no obstante, con el resto del mundo cuando un país grande como Estados Unidos acomete una expansión de la política monetaria? En el resto del mundo sucede exactamente lo contrario: como la tasa de interés en el resto del mundo disminuye menos que en los Estados Unidos, el resto del mundo atrae capitales; la entrada de capitales al resto del mundo provoca una apreciación de su moneda, apreciación cambiaria que hace disminuir las exportaciones netas del resto del mundo y, por tanto, hace disminuir también sus niveles de producción y de empleo (Ver Esquema 6.2).
La política monetaria expansiva de un país grande hace aumentar sus niveles de producción y de empleo pero al costo de reducirlos en el extranjero. Mientras que la política fiscal expansiva de un país grande ejerce efectos de transmisión positivos sobre la economía del resto del mundo, la expansión monetaria más bien ejerce los efectos contrarios: efectos de transmisión negativos. El país grande logra aumentar sus niveles de producción y de empleo pero al costo de empobrecer al resto del mundo.
En esquema IS-LM tenemos lo siguiente: la expansión monetaria desplaza la curva LM hacia abajo y a la derecha hasta que LM´ intersecta momentáneamente a IS en el punto B. En este punto, la tasa de interés del país grande se sitúa ligeramente por debajo de la tasa de interés mundial por lo que salen capitales, la salida de capitales hace que se deprecie la moneda del país grande; al depreciarse la moneda del país grande aumentan sus exportaciones netas lo que equivale al desplazamiento endógeno de la curva IS hacia arriba y a la derecha hasta que intersecta a LM´ sobre la línea BP´. El equilibrio final se sitúa en el punto C. Claramente se nota un aumento de la producción del país grande como consecuencia de la expansión monetaria (Ver Gráfica 6.10a).

¿Qué sucede con el resto del mundo? Como la tasa de interés del resto del mundo disminuye pero menos que la tasa de interés del país grande que acometió la expansión monetaria, el resto del mundo atrae capitales hacia su interior por lo que se aprecia su moneda; la apreciación de la moneda del resto del mundo hace que disminuyan sus exportaciones netas, por lo que la curva IS del resto del mundo se contrae, es decir se desplaza hacia abajo y a la izquierda. Pasa de IS*  a IS*´ hasta que intersecta a LM* sobre la línea BP*´. El equilibrio final se sitúa en el punto C*. Claramente, el nivel de actividad económica del resto del mundo se contrae de Y*1 a Y*0 (Ver Gráfica 6.10b).

El análisis anterior, nos lleva a plantear la siguiente interrogante: sí el país grande acomete, por el contrario, una contracción monetaria, ¿hará crecer la economía del resto del mundo; o dicho de otra manera, tendrá efectos de transmisión positivos sobre la economía mundial? Habría que ensayar la respuesta al respecto. Es hora de pasar al asunto de la combinación de políticas macroeconómicas en el caso de un país grande como los Estados Unidos.

La combinación de políticas

Generalmente los gobiernos se enfrentan a la difícil cuestión de conciliar entre distintos objetivos de política económica, que en términos generales son los siguientes: el crecimiento económico, la estabilidad de precios, el equilibrio presupuestal, el equilibrio externo y la distribución del ingreso.

Lo ideal sería que la política económica lograra al mismo tiempo un alto crecimiento económico con inflación baja y estable, con equilibrio presupuestal, con equilibrio externo y que al mismo tiempo mejorara la distribución del ingreso. En la práctica, sin embargo, es sumamente difícil y complicado.

En México, por ejemplo, durante el periodo 1956-1970, en que tuvo lugar el “desarrollo estabilizador”, la política económica se implementó de manera tal que hizo posible un alto crecimiento económico (cercano al 7 por ciento en promedio anual) con inflación baja y estable (del 2.5 por ciento en promedio anual medida por el índice nacional de precios al consumidor); es decir, la política macroeconómica consiguió de manera simultánea dos de cinco objetivos de política económica: crecimiento económico alto e inflación baja y estable. Si embargo, las autoridades aceptaron a cambio el déficit presupuestal, el deterioro de la balanza comercial y de la distribución de la renta.

De esa manera, es muy difícil para las autoridades económicas alcanzar esos cinco objetivos de política económica de manera simultánea. Generalmente se consiguen algunos objetivos pero a expensas de renunciar a otros, como en el caso de la política macroeconómica implementada durante el desarrollo estabilizador. O como lo plantean Sachs y Larraín, para alcanzar un número n de objetivos las autoridades necesitan n instrumentos independientes de política económica. Desafortunadamente para las autoridades económicas, hay más objetivos que instrumentos, por lo que no se pueden lograr todas las metas y hay que aceptar intercambios. Generalmente es posible lograr el objetivo de un alto crecimiento económico pero al costo de aceptar a cambio una mayor inflación.

Retomando el caso de un país grande que opera bajo tipo de cambio flexible en un mundo de perfecta movilidad del capital podemos partir del siguiente supuesto: el gobierno desea aumentar el producto pero mantener el equilibrio de la balanza comercial, y para ello dispone únicamente de la política fiscal y de la política monetaria; es decir, tenemos a un gobierno enfrentado a dos objetivos y que dispone de dos instrumentos.

¿De qué manera puede lograr ambos objetivos? Es evidente que no puede lograr las dos cosas utilizando únicamente la política monetaria o la política fiscal. Como ya lo planteamos anteriormente, si recurre a la política fiscal expansiva lograría incrementar el producto pero la apreciación cambiaria empeoraría la balanza comercial; la expansión monetaria, en cambio, incrementaría también el producto pero la depreciación del tipo de cambio generaría un superávit en balanza comercial.

De lo anterior se sigue que el gobierno tiene que combinar ambas políticas para conseguir de manera simultánea esos dos objetivos de política económica. Por tanto, ¿qué combinación de políticas macroeconómicas es la más adecuada? La respuesta es: una expansión fiscal y una expansión monetaria. Tanto la expansión fiscal como la expansión monetaria harían aumentar el producto. Sin embargo, la expansión fiscal apreciaría el tipo de cambio y las exportaciones netas disminuirían; por su parte, la expansión monetaria conduciría a una depreciación del tipo de cambio y, por tanto, a un aumento de las exportaciones netas. En consecuencia, el tipo de cambio se mantendría más o menos igual y la balanza comercial tendería al equilibrio. Es posible observar detalladamente lo anterior en el Esquema 6.3.

Supongamos ahora, tal y como lo plantean Sachs y Larraín, que el gobierno desea los dos objetivos siguientes de manera simultánea: mantener invariable el producto reduciendo al mismo tiempo el déficit de la balanza comercial, y que para ello dispone, al igual que antes, de la política monetaria y de la política fiscal. Nuevamente dos objetivos y dos instrumentos, el caso más sencillo.

¿Cuál es la combinación más adecuada de políticas macroeconómicas en este caso? Contracción fiscal y expansión monetaria. La contracción fiscal haría disminuir el producto, la expansión monetaria por el contrario lo aumentaría por lo que el producto permanecería más o menos sin cambio. ¿Qué ocurre, sin embargo, con la balanza comercial? Tanto la contracción fiscal como la expansión monetaria conducirían a una depreciación de la moneda que induciría un aumento de las exportaciones y una disminución de las importaciones mejorando, por tanto, la balanza comercial (o alternativamente, reduciendo el déficit comercial). En el Esquema 6.4 podemos observar en detalle lo anteriormente planteado.

Por último vamos a suponer lo siguiente: el gobierno desea bajar la inflación manteniendo invariable el producto. En el caso de una economía cerrada, y tal como lo expone la curva de Phillips, es posible bajar la inflación pero al costo de una disminución de la producción que haría aumentar el desempleo.

¿Cuál es la combinación adecuada de políticas macroeconómicas para lograr estos dos objetivos? Muy probablemente una expansión fiscal seguida de una contracción monetaria. La expansión fiscal hace aumentar el producto, la contracción monetaria lo hace disminuir y ambas políticas se cancelarían mutuamente en términos de producto. Tanto la expansión fiscal como la contracción monetaria hacen subir la tasa de interés por lo que estarían incidiendo negativamente sobre el consumo y la inversión lo que ayudaría en el proceso de desinflación de la economía. La apreciación cambiaría permitiría conseguir importaciones baratas del resto del mundo, lo que coadyuvaría a lograr el objetivo de bajar la inflación. Habría que plantearlo detalladamente en esquema. Es hora de pasar a otro tema.

La coordinación internacional de políticas

Hemos visto anteriormente, que cuando un país grande como Estados Unidos acomete cambios en sus políticas macroeconómicas ejerce efectos de transmisión, positivos o negativos, sobre otras economías. En particular, cuando lleva a cabo una expansión fiscal ejerce efectos de trasmisión positivos sobre el resto del mundo; en cambio, cuando acomete una expansión monetaria ejerce los efectos contrarios: efectos de transmisión negativos. O dicho de otra manera, con expansión fiscal la economía del país grande crece y la economía del resto del mundo también; en cambio, con expansión monetaria la economía del país grande crece pero la economía mundial experimenta el efecto contrario: decrecimiento económico. En este caso se habla de interdependencia económica.

Por tanto, cuando las economías son interdependientes pueden surgir poderosos argumentos en favor de la coordinación internacional de políticas macroeconómicas. Coordinación que puede ser provechosa (en el sentido de mejores resultados macroeconómicos) en comparación con cada país actuando por cuenta propia, caso este último que conduciría a resultados macroeconómicos indeseables o peores a los que podría arrojar la coordinación.

De una manera trivial podemos plantear lo siguiente: que dos países grandes, por ejemplo Alemania y los Estados Unidos, enfrentan un proceso inflacionario importante que las autoridades de cada país desean detener. En esta situación, ambos países deben actuar al unísono para que puedan detener la inflación de manera simultánea y efectiva. Si Estados Unidos acomete una restricción monetaria mientras que Alemania no hace absolutamente nada al respecto, Estados Unidos conseguirá la desinflación de su economía pero a expensas de Alemania, país este último cuya inflación se recrudecerá todavía más. En consecuencia, ambos países deberán coordinar sus políticas monetarias para lograr la desinflación simultánea y efectiva de sus economías. Para lograr lo anterior, tanto Alemania como Estados Unidos deben acometer contracción monetaria; a cambio, en ambos países aumentará el desempleo.

Por el contrario, si las autoridades de ambos países desean aumentar sus niveles de producción y de empleo deben adoptar políticas monetarias expansivas; ya que si solamente acomete expansión monetaria uno de los dos, crece la economía que acometió expansión monetaria en tanto que la economía del otro país verá disminuir sus niveles de producción y de empleo. A un nivel intuitivo, en esto consiste más o menos la coordinación internacional de políticas.

A un nivel más analítico, es necesario recurrir a la teoría de los juegos. Recordemos, por ejemplo, el dilema de los prisioneros: cara sucia y cara pálida han cometido conjuntamente un delito. El juez se entrevista por separado con cada uno de ellos y les plantea lo siguiente: “Tengo suficientes pruebas para recluirlos un año en la cárcel, pero haré un trato contigo: si confiesas, recibirás una condena de tres meses de prisión, mientras que tu socio se irá a la cárcel diez años. Si ambos confiesan, serán condenados a 5 años de prisión”.

¿Qué es lo mejor para cada uno de los dos delincuentes, confesar o no confesar? Parece que lo mejor es confesar, ya que la pena es de tres meses de cárcel; en cambio, de no confesar cada uno de los dos se arriesga a permanecer en prisión por un año, toda vez que el juez tiene suficientes pruebas sobre el delito que ambos han cometido. Sin embargo, hay una razón mucho mejor para confesar: si cara sucia no confiesa mientras que cara pálida colabora con la justicia y decide confesar, cara sucia se arriesga a permanecer en prisión por diez años en vez de los tres meses ofrecidos por el juez. El mismo dilema se le presenta a cara pálida, si permanece callado mientras que cara sucia decide confesar, cara pálida se arriesga a permanecer diez años en prisión.

Por tanto, la mejor estrategia para cada uno de los dos es confesar, independientemente de lo que haga el otro, actuando de manera egoísta y tratando de salvar el pellejo. Ambos acaban confesando y recibiendo condenas de cinco años de prisión. La mejor estrategia sería que ambos no confesaran, la condena sería únicamente de un año para cada uno de los dos. Sin embargo, esta última solución requiere de la cooperación y el altruismo.

Apliquemos lo anterior a la coordinación internacional de políticas macroeconómicas. Supongamos dos países grandes, que podrían ser Alemania y Estados Unidos, mismos que se conectan a través de tipo de cambio flexible. Adicionalmente, supongamos que ambos padecen de una inflación elevada que sus autoridades desean detener. Además, supongamos que cada país tiene la opción entre contracción o expansión monetaria. La inflación inicialmente es de 6% en cada país, con tasa de desempleo de 5%.4

Si cada país actúa por cuenta propia, es decir, si ambos no se coordinan para acometer contra la inflación, estarán tentados a emprender contracción monetaria. En este caso, la mejor estrategia para cada país, independientemente de lo que haga el otro, es aplicar contracción monetaria. En consecuencia, cada país actuando de manera egoísta llevará a cabo contracción monetaria, razón por la cual cada uno de los dos termina con inflación de 2% pero con desempleo de 10% (que implicaría una “pérdida social” de 12, sí tomamos como referencia el índice de miseria de Okun, que es igual a la suma del desempleo y la inflación). La contracción monetaria es la mejor estrategia no cooperativa que cada país puede emprender. Veamos por qué.

Si uno de los dos países aplica política expansiva mientras que el otro aplica política contractiva, el primero se arriesga a incurrir en una pérdida social mayor que el otro. Supongamos que el país de política contractiva termina con cero por ciento de inflación pero con 6% de desempleo y, por tanto, con una “pérdida social” de 6 (= 6% de desempleo + 0% de inflación); en tanto que el país de política expansiva termina con 10% de inflación pero con 4% de desempleo, es decir, con una “pérdida social” de 14 (= 4% de desempleo + 10% de inflación) (Ver Matriz de Pagos 6.1). Claramente, el país de política expansiva se arriesga a perder más; por tanto, la mejor estrategia es política contractiva, de manera similar al dilema del prisionero en el que la mejor estrategia es confesar porque se desconoce qué decisión tomará el otro.

Por tanto, ambos países podrían obtener mejores resultados si sus respectivas autoridades monetarias entraran en contacto y decidieran coordinarse. Si lo hacen y ambos deciden expansión monetaria, bien podría terminar cada uno con 5% de desempleo y 6% de inflación y, por tanto, con una “pérdida social” de 11 cada uno (= 5% de desempleo + 6% de inflación) (Ver Matriz de Pagos 6.1). Si ambos se coordinan, las “pérdidas sociales” para cada uno serían menores en comparación con los resultados que se obtienen actuando cada uno por cuenta propia y de manera egoísta. A la solución no cooperativa, consistente en contracción monetaria por cada uno de los dos países, se le conoce como un equilibrio de Nash (Ver Matriz de Pagos 6.1). En este caso, el individualismo egoísta no es socialmente benefactor.

Sin embargo, falta decir que un ingrediente importante para la coordinación internacional de políticas entre economías de gran tamaño es el siguiente: objetivos comunes, puesto que si tales no existen la coordinación es imposible; y también surge un cuestionamiento: ¿pero es que acaso el capitalismo, la economía de mercado, es cooperativo y altruista? ¿Qué acaso uno de los ingredientes fundamentales de la economía de mercado no es el individualismo egoísta que en teoría es socialmente benefactor?


LECTURA ANALÍTICA UNO

Coordinación de la política económica internacional: del Acuerdo Smithsoniano de 1971 al Acuerdo del Louvre de 1987

La coordinación de la política económica internacional es el intento de modificar de manera significativa las políticas nacionales (política monetaria, política fiscal, política de tipos de cambio) en reconocimiento de la interdependencia económica internacional. La coordinación política no implica necesariamente que las naciones concedan prioridad a los intereses internacionales sobre los nacionales. Implica, sin embargo, la aceptación de que las políticas de un país pueden influir sobre los objetivos de otros, lo cual motiva que las naciones se mantengan en comunicación entre sí e intenten coordinar sus políticas para tomar en cuenta tales vínculos. Es de suponer que la situación de todas ellas será mejor que en caso de que actuaran independientemente.

Abundan los ejemplos de coordinación de la política económica internacional. El Acuerdo Smithsoniano de 1971 fue un intento coordinado de las principales naciones industriales de reajustar el valor de cambio de sus respectivas monedas con base en devaluaciones y revaluaciones. La Cumbre de Bonn, celebrada en 1978, resultó en la adopción por Alemania y Japón de políticas fiscales y monetarias expansionistas para estimular su demanda de bienes estadounidenses a fin de contribuir a la reducción del déficit comercial de Estados Unidos; este país elevó en correspondencia el precio de su petróleo para hacerlo coincidir con el precio mundial.

A principios de 1984 la economía de Estados Unidos se recuperaba de la recesión de 1981-1983, ya que la producción nacional aumentaba al tiempo que cedía el desempleo. Si bien una política fiscal expansionista había contribuido a la recuperación económica, los crecientes déficit del presupuesto gubernamental causaban preocupación respecto a la estabilidad del sistema financiero mundial. Igualmente problemática fue la apreciación del valor de cambio del dólar, pues alentó a los consumidores estadounidenses a comprar importaciones – las cuales se habían abaratado – y provocó en definitiva el incremento de los déficit comerciales. En 1985 se estimó que el dólar estaba sobrevaluado en alrededor de 30-35%. A medida que la recuperación económica fue dificultándose, repuntaron en el Congreso de Estados Unidos las presiones proteccionistas.

También a los socios comerciales de Estados Unidos terminó por exasperarles la deliberada pasividad del gobierno de Ronald Reagan. A principios de la década de 1980 habían solicitado en vano la reducción de los déficit presupuestales estadounidenses y la depreciación del valor de cambio del dólar. El valor de cambio de las monedas de los países industriales comenzó a tambalearse, lo que puso en aprietos al sistema comercial mundial. Se perfilaba en el horizonte la posibilidad de guerras comerciales, tanto entre Estados Unidos y Europa occidental como entre Estados Unidos y Japón. Estas fueron las circunstancias que motivaron el Acuerdo del Plaza, firmado en 1985.

Ante la amenaza de un desastre en el sistema comercial mundial, funcionarios gubernamentales de los países integrantes del Grupo de los Cinco (G-5) – Estados Unidos, Japón, Alemania, Inglaterra y Francia – se congregaron en el Hotel Plaza de Nueva York en septiembre de 1985. Prevalecía entonces la opinión de que el dólar estaba sobrevaluado y de que el déficit dual de Estados Unidos (comercial y del presupuesto federal) era excesivo. En el Acuerdo del Plaza se decidió una triple estrategia: 1) combatir el proteccionismo en el Congreso de Estados Unidos (estrategia de corto plazo), 2) promover la expansión económica mundial mediante la estimulación de la demanda en Alemania y Japón (estrategia de mediano plazo) y 3) aligerar la carga del servicio de la deuda estadounidense (estrategia de largo plazo).

La estrategia del Plaza se presentó como un paquete muy completo que incluía políticas monetarias, fiscales y de tipos de cambio. Para estimular la demanda, funcionarios alemanes y japoneses acordaron intensificar sus políticas fiscales expansionistas: acelerar los recortes de impuestos planeados y ampliar los programas de gasto, respectivamente. Por su parte, Estados Unidos accedió a intentar la reducción de su déficit presupuestal. Asimismo, todos los participantes convinieron en intervenir en los mercados de divisas en caso necesario para garantizar la ordenada depreciación del dólar. El Acuerdo del Plaza representó un abrupto cambio en la política del gobierno de Reagan, el cual se había opuesto hasta entonces a intervenir en el mercado de divisas.

Antes de esa reunión, algunos de quienes participarían en ella dudaban de que con una intervención concertada fuera posible reducir suficientemente el valor del dólar para ahogar las tendencias proteccionistas del Congreso de Estados Unidos. Aun así, se aprobó la intervención concertada, operación cuyo éxito rebasó todas las expectativas. El objetivo de la intervención fue nadar a favor de la corriente, a fin de acelerar el ritmo descendente del ya depreciado dólar estadounidense. Una intervención de gran escala ocurrió en el mes posterior a la firma del Acuerdo del Plaza; el valor de cambio del dólar ponderado por el comercio cayó precipitadamente tras la formalización del acuerdo y siguió cayendo hasta la primavera de 1986. Para ese momento, los bancos centrales comenzaron a dar muestras de preocupación por la persistente depreciación del dólar, de manera que los países industriales, con excepción de Estados Unidos, intervinieron de manera enérgica para sostener el valor de esa moneda.

El Acuerdo del Plaza se consideró un éxito, aunque de ninguna manera palmario. En 1987, y con el argumento de crecientes presiones inflacionarias, el gobierno alemán procedió cautelosamente a aplicar la política fiscal expansionista coordinada que se había convenido en el acuerdo. Este hecho contrarió a Estados Unidos, cuyo gobierno se mostró a su vez en desacuerdo respecto del hecho de que el aceleramiento de la inflación constituyera efectivamente un problema para Alemania occidental. El lento avance en la reducción del déficit presupuestal federal de Estados Unidos, especialmente durante el segundo semestre de 1987, también puso en peligro el cumplimiento del acuerdo. Como es comprensible, otras naciones se rehusaron a emprender políticas expansionistas sin pruebas de restricciones fiscales en Estados Unidos. A pesar de todo, el acuerdo sobrevivió a numerosos ataques gracias al reiterado apoyo de las naciones firmantes.

A principios de 1987, el valor de cambio del dólar se convirtió en tema de discusión entre las naciones integrantes del G-5. Estados Unidos había persistido en sus presiones sobre gobiernos extranjeros para que contribuyeran a la depreciación del dólar y a la restauración del equilibrio de su cuenta corriente.

Sin embargo, funcionarios de otros países del G-5 aducían que la apreciación de sus respectivas monedas frente al dólar ya había llegado suficientemente lejos. En febrero de 1987, los países integrantes del G-5, con la adición de Canadá, se reunieron en el Museo del Louvre de París. En el Acuerdo del Louvre, las seis naciones convinieron en estabilizar sus tipos de cambio en torno a los niveles entonces prevalecientes, pacto que los participantes  consideraron congruentes en términos generales con los fundamentos económicos básicos.

Fuente: tomado de Carbaugh, Robert J.: Economía Internacional, International Thomson Editores, Sexta Edición, México 1999, pp. 458-461.

LECTURA ANALÍTICA DOS
"La falsa valoración del dinero sacude hoy el planeta"
Por Luis Úbeda
El bien llamado "Padre del Euro", el Premio Nobel 1999 Robert A. Mundell, accedió a conversar con los reporteros de Opciones durante el XI Encuentro Internacional de Economistas 2009, en el Palacio de Convenciones capitalino
[06.03.2009]- Actualización 8:30 am de Cuba
"La presente crisis del sistema monetario internacional responde a un proceso autodestructivo, sobre la base de una falsa valorización del dinero, o sea, soporte del dólar frente al euro, que lejos de estimular inversiones, devino incontrolable bola de nieve que terminó por explotar y cuyas consecuencias sufre hoy la economía mundial", puntualiza el entrevistado.
Robert Alexander Mundell nació en Kingston, Canadá, el 24 de octubre de 1932. Cursó estudios en la Universidad de British Columbia, en Vancúver. Asistió al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos y luego a la London School of Economics, donde completó su formación académica. En 1956 obtuvo un doctorado en el MIT, donde presentó una tesis sobre el movimiento internacional de capitales. Ha sido profesor en la School of Advanced International Studies, Johns Hopkins University y, desde 1974, de la Columbia University.
En 1999, el profesor Mundell mereció el Premio Nobel de Economía, y más reciente aún, en junio de 2005, el premio "Global Economics" que otorga el prestigioso Instituto de Economía Mundial de Kiel, Alemania.
A mediados de los años sesentas, Mundell, junto con el economista Marcus Fleming, crearon el conocido modelo Mundell-Fleming para explicar las políticas macroeconómicas en el contexto de una economía abierta y libre movilidad de capitales.
El modelo Mundell-Fleming, de una sencilla aplicación metodológica, consiste en el equilibrio de la balanza de pagos vía ajuste de la tasa de interés. En términos simples, si un país se encuentra en déficit, alejado del punto de equilibrio, puede subir la tasa de interés para atraer capitales externos; a su vez, si está en superavit, puede bajar la tasa y así permitir una cierta fuga de capitales para no sobrecalentar la economía.
Sus autores lo compararon con "un Volkswagen", por lo práctico, sencillo y directo. Empero, no contemplaron que la economía mundial dejaría de ser un Volkswagen para convertirse en un enorme "portaaviones" donde la gran parte de los flujos, en relación de 1 a 100 o 1 a 1000, corresponderían a los flujos de capitales que se desplazarían como aves de rapiña de país en país buscando los diferenciales de tasas de interés para extraer una ganancia financiera.
Anticipo de lo por venir
"Desde hace dos años sostengo la tesis expuesta en este foro", refiere el profesor Mundell. "Hasta 2007 toda la economía, a mi juicio, funcionaba aparentemente con un orden aceptable, pero ya preveía que eso no iba a durar tanto tiempo. En marzo de 2007 se produce, llamémosle un anticipo de lo por venir, con los problemas afrontados por el gigante City Bank. Se agudiza poco después cuando la banca central europea registra 95 billones de euros en un solo día y colapsa el crack de las inmobiliarias estadounidenses".
- ¿Cuáles fueron las raíces que originaron este problema?
"Las raíces del problema, para que se entienda de un modo sencillo, fueron el excedente de dinero y su fácil adquisición. Esto provocó que el dólar –patrón mundial- comenzara a caer velozmente. La gente compraba de todo a crédito, sin preguntarse qué o quiénes los respaldaban. Ello fue socavando los cimientos sobre los que se había erigido esa gran explosión de dinero, repito, fácil".
- ¿Cuándo usted considera que la crisis comience a ceder?
"Esta crisis está definida en lo que hablé durante mi conferencia ante el XI Encuentro de Economistas. En ella planteo la necesidad de una unificación monetaria. Si se aceptara esta recomendación, hay grandes posibilidades de que a finales de año se pueda resolver la crítica situación que enfrenta el mundo hoy. Si no, estaría en dependencia de la política que adopte cada gobierno al respecto.
"Yo me refiero a estabilizar la moneda, puede ser dólar o euro, pero estabilizarla. Ahí radica el fenómeno. En estos momentos el euro sigue varios puntos por encima del dólar. Incluso hubo momentos, meses atrás, de cotizarse a 1,57, lo cual devino récord, y el dólar solo alrededor de 70 centavos, más menos… Aquí se confirma mi tesis: había demasiada circulación de dólares e, inevitablemente, tenía que caer estrepitosamente.
Establecer correctamente el cambio, o sea, la recuperación del dólar, es imprescindible para comenzar a paliar la crisis"
Ante el foro de economistas, el profesor Mundell propuso un paquete de medidas para restablecer la confiabilidad del sistema financiero internacional, como por ejemplo extender a las empresas productoras una reducción de impuesto a tenor con la concedida a los bancos, en aras de recapitalizar y reanimar su potencial productivo.
Su propuesta incluye la reestructuración del sistema bancario, con la privatización de las instituciones insolventes "y la participación de un consejo asesor –dijo- que regule la operatividad de las entidades financieras como eje de un sistema productivo y no de los mecanismos especulativos que provocaron la quiebra de la economía en el gran casino bursátil".
- ¿Esta solución beneficiaría también a los países latinoamericanos, la mayoría perteneciente al llamado Tercer Mundo?
"Consideró que sí, porque en estos momentos los mercados están sobresaturados, hay excedentes de productos de todo tipo.
Mire, ahora mismo hay un trillón de dólares a nivel mundial. En estas circunstancias este dinero puede repartirse. Pero tendría que contar con el apoyo de los Estados Unidos, Japón y China, actuales locomotoras que mueven el mercado internacional, aunque también con las naciones más sólidas económicamente de la Comunidad Europea.
"Esos países son los que tienen mayor poder económico e inclinan la balanza a uno u otro lado. No podemos obviar esta verdad".
- ¿Usted cree que esas naciones se pongan de acuerdo…?
"Pueden hacerlo, sería muy bueno que lo hicieran, Es sensato hacerlo, porque ellos reciben un interés de retorno, por ejemplo, para Estados Unidos sería aproximadamente del 17 por ciento. Hasta el inicio de la crisis ellos recibían por este concepto hasta el 33 por ciento. Pero de negociar con las otras naciones, se fijaría en un 17 por ciento.
- Profesor, mucho se habla por estos días sobre la inyección de dólares, unos 750 000 millones, que el presidente Barack Obama ha autorizado para reforzar el deprimido sistema bancario norteamericano. ¿Esto es una solución?
"No, estimo que no es un buen plan. La cantidad es muy fuerte, pero no es una solución. Hay una realidad: para ayudar a los millones de personas afectadas por esta situación, primero hay que revitalizar la seguridad en los bancos, eso sí es primordial. Si el banco no tiene dinero, no puede dar créditos, ¿entiende? La actual recesión ha paralizado los préstamos y ello repercute en menos poder adquisitivo para adquirir cualquier tipo de producto o servicio.
"Eso sí: opino que tenemos que sacar la mayor experiencia posible de esta crisis para perfeccionar todo lo que pueda perfeccionarse. Es obligatorio reformar la estructura del sistema bancario y al mismo tiempo, que los gobiernos ejerzan su autoridad para que esto se cumpla. No hay dudas que las administraciones no han sido buenas, y ello también "echó leña" al fuego de la actual crisis.
"Es menester crear un macro sistema económico global para que esto fluya. Como dijo el presidente Zelaya, de Honduras, en una reunión en Londres del G-20 (Grupo de países), en este bloque se puede proceder a sentar las bases de ese sistema, donde todos los países se puedan regir del mismo modo.
-La presente situación no complica aún más la deuda externa que arrastran la mayoría de las naciones subdesarrolladas?
"Siempre he considerado que sería saludable cancelar esta deuda, o al menos reducirla a la mitad. El Comandante Fidel Castro ha reiterado esto desde hace veinte años, incluso acuñando el concepto de que "es impagable e incobrable". Pero también hay que ser prudente en esto. Muchos países no han asumido esta deuda por hacer mal uso de sus recursos monetarios, ¿me comprende?, el dinero previsto para el servicio de la deuda se ha desviado hacia otros fines que no siempre han sido claros. No es menos cierto que también otros naciones se ven imposibilitados, realmente, de asumirlo, pues irían a la bancarrota.
"Partamos de un principio ético: si usted pide prestado, debe pagar, pues de lo contrario pierde credibilidad, o sea, nadie le vuelve a prestar absolutamente nada. Tal vez sea razonable acordar que se reduzca a la mitad su pago en la mayoría de los casos, pues de lo contrario los que sí la pagan pudieran molestarse con toda razón. Reitero que eso sería un gran regalo para los países que, en verdad, están imposibilitados de pagarla. Creo que sería un buen precedente".
El profesor Mundell, finalmente, recordó que diez años atrás, Fidel predijo la situación económica que enfrenta hoy la humanidad. "Demostró su preclara mente, pero también ahora lo que necesita esa humanidad es hallar soluciones rápidas y duraderas para ir resolviendo los problemas que genera, que son muchos y que pueden multiplicarse. Y eso hay que evitarlo".
Una moneda mundial
Durante su exposición ante los reunidos en el plenario, el Premio Nobel de Economía abogó por la adopción de una moneda mundial para hacer frente a la crisis internacional.
"El objetivo a largo plazo es una moneda mundial, porque la economía mundial la necesita. El problema es el mecanismo para lograrlo", reconoció. Más adelante enfatizó que el origen de la crisis financiera "puede encontrarse en las políticas de la Reserva Federal de Estados Unidos durante 2001 y 2002. La sobrevaloración del dólar generó esta crisis (...) La Reserva Federal metió la pata y generó la recesión económica y la crisis financiera, pero esto fue un error conjunto del departamento del Tesoro (estadounidense) y la Reserva Federal", aseguró.
El profesor Mundell está reconocido como "Padre del Euro", gracias a su trabajo sobre las uniones o zonas monetarias, arquitectura básica sobre la que se diseñó la zona Euro. Una conclusión cardinal de su tesis es que cualquier región particular, dentro de una zona monetaria, si quiere mantener un nivel de empleo, debe reducir los salarios reales o bien se debe acudir a la movilidad del factor trabajo para paliar los llamados "choques asimétricos".
En relación con la incertidumbre financiera actual, explicó que "se trata de una crisis muy, pero que muy diferente a la que siguió a la época del colapso del mercado accionarial en Nueva York en el mes de octubre de 1929. En la crisis de los años treinta sucedieron tres cosas: una crisis bancaria y de liquidez y una profunda deflación, un colapso del comercio internacional y un paro masivo. La crisis actual presenta mayores analogías con las crisis del colapso del sistema monetario internacional de comienzos de los setenta".
La entrevista toca a su fin. El profesor Mundell viaja por la noche a Londres, para continuar divulgando su praxis. Y reitera: "La solución es una moneda mundial. No es festinado repetirlo una y otra vez, como tampoco el extraer la mayor experiencia posible de esta crisis para perfeccionar todo lo que pueda perfeccionarse."
Entrevista disponible en www.eleconomista.cubaweb.cu/globalizacion/2009/nro5_09/falsa-valoracion.html, consultada el miércoles 25 de enero de 2012.


LECTURA ANALÍTICA TRES

Efectos colaterales de la política antiinflacionaria del Banco de México desde la perspectiva del modelo Mundell-Fleming

Por: Martín Carlos Ramales Osorio

La economía mexicana, bajo el modelo de desarrollo inaugurado en 1994-1995, cuando el Banco de México logró su autonomía respecto del gobierno federal y se adoptó para la economía del país un esquema de tipo de cambio flexible, bien puede ser descrita, dado el comportamiento que ha presentado, por el modelo Mundell-Fleming toda vez que hoy en día, y como rasgo distintivo del proceso de globalización de la economía mundial, el capital financiero es perfectamente móvil a nivel internacional.

Tal como lo expone el modelo Mundell-Fleming, bajo perfecta movilidad del capital y tipo de cambio flexible la política monetaria es sumamente eficaz para objetivos de política económica, ya sea para estabilizar la inflación o para estimular el crecimiento económico, en tanto que la política fiscal se vuelve completamente inútil. En esa perspectiva, el Banco de México, y tal cómo lo muestra la evolución observada de la inflación desde 1995 hasta la fecha, ha tenido éxito en bajar y estabilizar la inflación. Al respecto, Sachs y Larraín establecen lo siguiente:

“Los instrumentos específicos disponibles para la formulación de políticas macroeconómicas dependen, sin embargo, de los esquemas institucionales. Por ejemplo, con tipo de cambio fijo y libre movilidad de capitales, la política monetaria está limitada a la elección del nivel del tipo de cambio. Al fijarse éste, la política monetaria – pensemos, por ejemplo, en un cambio en la oferta interna de dinero – queda prácticamente agotada como medio de acción para alcanzar objetivos macroeconómicos. Por otra parte, bajo tipo de cambio flotante, el nivel de la oferta de dinero es un instrumento de política efectivo, pero el tipo de cambio no lo es”.

El razonamiento teórico es el siguiente: si el banco central vende papel gubernamental al público inversionista (en el caso particular de México CETES), disminuye la oferta monetaria (la curva LM se contrae y la economía se mueve del punto E al punto E´ en el Gráfico 2); al disminuir la oferta monetaria aumenta la tasa de interés (en E´ la tasa de interés doméstica, i, es mayor a la tasa de interés internacional, if, por lo que entran capitales especulativos al país que generan un superávit en balanza de pagos vía la cuenta de capital, Ver Gráfico 2); al aumentar la tasa de interés aumenta el ahorro pero en contrapartida disminuye la demanda de bienes de consumo y de bienes de inversión, por tanto, disminuye la demanda agregada que hace que baje la inflación y se estabilice.

Pero no todo termina ahí: al disminuir la demanda agregada disminuyen las ventas de las empresas que producen y venden bienes de consumo y bienes de inversión, por lo que aumenta su variación de existencias tanto de materias primas como de productos terminados sin vender; el aumento en la variación de existencias les indica que la demanda en el mercado está disminuyendo, por lo que deciden disminuir sus niveles de producción y de empleo (o alternativamente aumenta el desempleo). En el Gráfico 2 notamos que al pasar del punto E al punto E´ la producción disminuye de Y2 a Y1.

Pero el proceso de ajuste no termina en E´: al ubicarse la tasa de interés doméstica (i) por encima de la internacional (if), como ya lo señalamos más arriba (la economía se ubica en el punto E´ en el Gráfico 1), entran capitales financieros al país que generan un superávit en balanza de pagos vía la cuenta de capital; el mencionado superávit conduce a una apreciación de la moneda doméstica que encarece los bienes de exportación pero abarata los bienes importados del exterior cuyo efecto neto es una disminución de las exportaciones netas del país (por tanto la balanza en cuenta corriente se hace deficitaria). La disminución de las exportaciones netas del país hace que la demanda agregada disminuya todavía más (por lo que la inflación continuará bajando), por lo que los niveles de producción y de empleo disminuirán todavía más hasta el nivel Y0 en el Gráfico 1. La disminución de las exportaciones netas, por la apreciación del tipo de cambio, se muestra mediante una contracción de la curva IS hasta que intersecta a LM´ sobre la horizontal que describe una balanza de pagos en equilibrio ya que en E´´ la tasa de interés doméstica (i) finalmente se iguala con la tasa de interés internacional (if) (Ver Gráfica 2).

En resumen, el banco central logra bajar y estabilizar la inflación pero al costo de lo siguiente: 1) disminución de los niveles de consumo y de inversión; 2) caída de los niveles de producción y de empleo (o de manera alternativa aumento del desempleo); 3) apreciación del tipo de cambio que encarece exportaciones pero que abarata importaciones, generando déficit en cuenta corriente (tal como se puede apreciar en la balanza de pagos de México); y, 4) entrada de capitales especulativos a la economía responsables de la apreciación de la moneda doméstica y, por tanto, del déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos.

Y la economía mexicana exhibe, precisamente, todos esos síntomas y signos: 1) balanza en cuenta corriente deficitaria; 2) balanza en cuenta de capital superavitaria; 3) superávit global en balanza de pagos y, por tanto, acumulación de reservas por parte del Banco de México; 4) apreciación del peso frente al dólar; 5) inflación baja y estable (Ver Gráfica 1); 6) crecimiento económico bajo y escaso tanto en términos del PIB total como en términos del PIB por habitante (Ver Cuadro 1); y, 7) aumento del desempleo y, por tanto, de la pobreza.

EL MODELO MUNDELL-FLEMING EN PERSPECTIVA HISTÓRICA

El modelo de Mundell-Fleming se desarrolló a comienzos de los años 60 en los trabajos pioneros de Robert Mundell y J. Marcus Fleming. 6 Estos dos economistas reconocieron los cambios profundos que estaban ocurriendo en la economía mundial. Durante los años 50, según el acuerdo de Bretton Woods, los grandes países industrializados habían operado con tipo de cambio fijo. Los flujos comerciales internacionales habían sido entonces más importantes que los flujos internacionales de capital. No obstante, con el correr del tiempo, los avances tecnológicos en las comunicaciones y el desmantelamiento de los controles de capitales hicieron crecer el volumen de los flujos de capitales en el escenario internacional hasta que ellos comenzaron a sobrepasar en importancia a los flujos comerciales.

Mundell y Fleming identificaron un aspecto de particular interés, el hecho de que la velocidad de los flujos de capital era mucho mayor que la de los flujos comerciales. Los inversionistas internacionales, siempre en la búsqueda de oportunidades desaprovechadas de ganancias, disponían ahora de facilidades crecientes para arbitrar los diferenciales en las tasas de interés entre países. De este modo, cuando había diferencias en las tasas de interés entre dos países se generaban flujos masivos de capital que tendían a reducir o eliminar las diferencias. En contraste, los flujos comerciales respondían en forma mucho más lenta a los cambios en las condiciones económicas. Esta sencilla observación le abrió a Mundell y Fleming una profunda percepción del fenómeno y en ella se resume el espíritu del modelo que hoy lleva el nombre de ambos economistas.

Extractado de Sachs, Jeffrey D. y Felipe Larraín B.: Macroeconomía en la Economía Global, Prentice Hall Hispanoamericana, Primera Edición, México 1994, pp. 381 y 382.

CUESTIONARIO SEIS

Preguntas de repaso y de discusión

  1. ¿De qué manera se expresa la balanza de pagos en un mundo de perfecta movilidad del capital financiero a nivel internacional? Explique.
  2. Considere dos economías pequeñas con plena movilidad de capitales. Los dos países son exactamente iguales excepto que las exportaciones y las importaciones totales del país A representan un porcentaje más alto del PIB que las del país B. ¿En cuál de los dos países será más efectiva una devaluación para hacer subir la demanda agregada y el producto? Utilice el modelo IS-LM modificado para economía abierta con perfecta movilidad del capital.
  3. Para el caso de una economía pequeña, describa los efectos de las siguientes políticas sobre la tasa de interés interna, los saldos monetarios, las reservas externas del banco central, la demanda agregada y el producto. Analice el caso de plena movilidad de capitales. a) El gobierno reduce impuestos, b) El banco central compra CETES.
  4. En la economía abierta, ¿cuáles son los dilemas de la política económica? ¿Qué se entiende por equilibrio interno, y qué por equilibrio externo?
  5. ¿Cuáles son las distintas combinaciones posibles entre niveles de producción (Y) y saldo de la balanza de pagos (SBP)? ¿Qué combinación es la mejor o la ideal? ¿Cuál es la situación de México al respecto?
  6. ¿En qué consiste el modelo Mundell-Fleming, en qué contexto fue elaborado y qué dice de él Rudiger Dornbusch?
  7. Bajo tipo de cambio fijo y perfecta movilidad del capital, ¿qué ocurre con una economía pequeña como la mexicana si la renta de los Estados Unidos disminuye? Explique el proceso de ajuste y represéntelo mediante el modelo IS-LM modificado para economía abierta.
  8. Bajo tipo de cambio fijo y perfecta movilidad del capital, ¿qué ocurre con una economía pequeña como la mexicana si el dólar se revalúa frente al peso? Explique el proceso de ajuste y represéntelo mediante el modelo IS-LM modificado para economía abierta.
  9. Suponga que la economía mexicana atraviesa por un periodo de elevada inflación y que el Banco de México decide frenarla aplicando política monetaria restrictiva, ¿tendrá éxito el Banco de México si la economía opera bajo tipo de cambio fijo y el capital financiero es perfectamente móvil a nivel internacional? Explique el proceso de ajuste y represéntelo mediante el modelo IS-LM modificado para economía abierta.
  10. Suponga que la economía mexicana atraviesa por un periodo de elevada inflación y que Hacienda decide frenarla aplicando política fiscal restrictiva (disminuyendo el gasto público, por ejemplo), ¿tendrá éxito Hacienda si la economía opera bajo tipo de cambio fijo y el capital financiero es perfectamente móvil a nivel internacional? Explique el proceso de ajuste y represéntelo mediante el modelo IS-LM modificado para economía abierta.
  11. Analice los mecanismos que hacen endógena la curva LM en el caso de tipo de cambio fijo y la curva IS en el caso de tipo de cambio flexible. ¿Cómo está relacionado esto con que sea la oferta monetaria o el tipo de cambio lo que se determina endógenamente en la economía?
  12. Bajo tipo de cambio flexible y perfecta movilidad del capital, ¿qué ocurre con una economía pequeña como la mexicana si la renta de los Estados Unidos disminuye? Explique el proceso de ajuste y represéntelo mediante el modelo IS-LM modificado para economía abierta.
  13. Suponga que la economía mexicana atraviesa por un periodo de elevada inflación y que el Banco de México decide frenarla aplicando política monetaria restrictiva, ¿tendrá éxito el Banco de México si la economía opera bajo tipo de cambio flexible y el capital financiero es perfectamente móvil a nivel internacional? Explique el proceso de ajuste y represéntelo mediante el modelo IS-LM modificado para economía abierta.
  14. Suponga que la economía mexicana atraviesa por un periodo de elevada inflación y que Hacienda decide frenarla aplicando política fiscal restrictiva, ¿tendrá éxito Hacienda si la economía opera bajo tipo de cambio flexible y el capital financiero es perfectamente móvil a nivel internacional? Explique el proceso de ajuste y represéntelo mediante el modelo IS-LM modificado para economía abierta.
  15. Bajo tipo de cambio flexible, ¿por qué se habla de depreciaciones competitivas? Explique.
  16. Bajo perfecta movilidad del capital, ¿por qué se dice que una devaluación tiene efectos positivos sobre la producción, el nivel de precios, las reservas internacionales y el tipo de cambio? Explique utilizando el modelo IS-LM modificado para economía abierta.
  17. Bajo tipo de cambio flexible y perfecta movilidad del capital, ¿por qué se dice que una expansión monetaria tiene efectos positivos sobre la producción, el nivel de precios y el tipo de cambio pero ningún efecto sobre las reservas internacionales? Explique utilizando el modelo IS-LM modificado para economía abierta.
  18. ¿Qué pasa con la demanda agregada y sus componentes (consumo, inversión, gasto público y balanza comercial) y con el producto cuando el gasto público aumenta? Considere los siguientes casos: a) una economía pequeña y abierta, b) un país grande (analice los efectos en el país y en el resto del mundo).
  19. Describa los efectos de una expansión monetaria sobre la tasa de interés, el tipo de cambio y el producto en una economía grande y abierta. ¿Qué pasa con el resto del mundo?
  20. Considere una economía grande y abierta en que el gobierno desea incrementar el producto sin que varíe la tasa de interés. ¿Por qué querría el gobierno hacer esto? ¿Qué tipo de política mixta recomendaría usted? ¿Cuáles son los efectos de esta política sobre el tipo de cambio y la balanza comercial?
  21. Bajo tipo de cambio flexible y perfecta movilidad del capital, ¿por qué una expansión fiscal en un país grande hace también aumentar la demanda agregada y el producto del resto del mundo? Analice y explique.
  22. Bajo tipo de cambio flexible y perfecta movilidad del capital, ¿por qué una expansión monetaria en un país grande hace aumentar sus niveles de producción pero a expensas de reducirlos en el extranjero? Analice y explique.
  23. Bajo tipo de cambio flexible y perfecta movilidad del capital, ¿qué ocurre con el producto de un país grande si acomete restricción monetaria para frenar la inflación? ¿Qué ocurre con la economía del resto del mundo?
  24. ¿Qué aspectos de las relaciones económicas internacionales justifican la coordinación internacional de políticas macroeconómicas?
  25. Discuta por qué la coordinación de políticas anti-inflacionarias entre dos países puede ser ventajosa para ambos. ¿Cómo se aplica este análisis bajo tipo de cambio fijo?
  26. En base a la lectura analítica uno, conteste las siguientes preguntas: a) ¿qué es la coordinación de la política económica internacional? ¿Qué es lo que no implica la coordinación internacional de políticas macroeconómicas, y qué es lo que si implica?, b) ¿en qué consistió el Acuerdo Smithsoniano de 1971, y en qué la Cumbre de Bonn celebrada en 1978?, c) ¿qué circunstancias motivaron el Acuerdo del Plaza de 1985 y en qué consistió?, d) ¿qué circunstancias motivaron el Acuerdo del Louvre de 1987 y en qué consistió dicho Acuerdo?
  27. En base a la lectura analítica dos, conteste lo siguiente: ¿de qué manera el modelo Mundell-Fleming explica la crisis financiera internacional de 2008-2009 con epicentro principal en los Estados Unidos?
  28. En base a la lectura analítica tres, conteste lo siguiente: desde la perspectiva del modelo Mundell-Fleming bajo tipo de cambio flexible y perfecta movilidad del capital, ¿qué relación guarda la política monetaria del Banco de México con la inflación, la demanda agregada, el producto, el déficit de la balanza comercial y en cuenta corriente y con la importante entrada de inversión extranjera de cartera, que junto con los préstamos internacionales y la inversión extranjera directa, repercuten en superávit en cuenta de capital? Analice y explique.

1 Robert Mundell (1932-). Premio Nobel 1999, en www.eumed.net/cursecon/economistas/Mundell.htm, consultado el lunes 23 de enero de 2012.

2 Marcus Fleming (1911-1976), en http://es.wikipedia.org/wiki/Marcus_Fleming, consultado el lunes 23 de enero de 2012.

3 Dornbusch, Rudiger: La macroeconomía de una economía abierta, Antoni Bosch Editor, segunda reimpresión de la primera edición en castellano, Barcelona 1993, pp. 4 y 5.

4 Sachs, Jeffrey D. y Felipe Larraín B.: Macroeconomía en la economía global, Prentice Hall, Primera Edición, México 1994, pp. 428-430.

5 Sachs, Jeffrey D. y Felipe Larraín (1994): Macroeconomía en la Economía Global, Editorial Prentice Hall, Primera Edición, México 1994, pp. 586-587.

6 Mundell publicó su trabajo en diversos artículos de revistas y libros. Quizás los más conocidos son su artículo “Capital Mobility and Stabilization Under Fixed and Flexible Exchange Rates”, Canadian Journal of Economics and Political Science, noviembre de 1963; y su libro International Economics, Macmillan, Nueva York, 1968. El trabajo clásico de Fleming es “Domestic Financial Policies Under Fixed and Under Floating Exchange Rates”, International Monetary Fund Staff Papers, noviembre de 1962.