EL CAMBIO CLIMÁTICO EN UNA COMUNIDAD ORIGINARIA<br>
Estudio de caso en Cuilapam de Guerrero, Oaxaca, México

EL CAMBIO CLIMÁTICO EN UNA COMUNIDAD ORIGINARIA
Estudio de caso en Cuilapam de Guerrero, Oaxaca, México

Julita Moreno Avendaño (CV)
Andrés E. Miguel Velasco (CV)
Julio C. Torres Valdez
(CV)
Instituto Tecnológico de Oaxaca

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2.1.5 El concepto de Desarrollo sustentable

2.1.5. a Breve historia del surgimiento del desarrollo sustentable

En las primeras teorías sobre el desarrollo, solo se veía a este como un crecimiento en la economía. Por ejemplo, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se estableció en 1945, sus temas de discusión para lograr la seguridad mundial, descansaban en la paz, los derechos humanos y un desarrollo económico equitativo. No se hacía referencia a la importancia del medio ambiente, ni al bienestar ecológico.
Fue en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano donde por primera vez se analizó las necesidades mundiales en el ámbito del desarrollo y el medio ambiente. Donde se definieron los principios para la conservación y mejora del medio ambiente natural mediante el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Declaración y Plan de Acción de Estocolmo.
El concepto de Desarrollo Sostenible, comenzó a formularse en los años setenta bajo el término de “eco-desarrollo” y fue perfilándose a lo largo de las dos siguientes décadas, tiene sus primeros orígenes en los primeros informes del Club de Roma y en particular en los límites del crecimiento (1972) creado por Meadows.
Después del surgimiento de este concepto surgió el Desarrollo Sustentable y la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo, establecida por las Naciones Unidas en 1983 fue quien lo definió como el “Desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer las capacidades que tienen las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades”.
Este concepto de desarrollo sustentable se hizo mundialmente conocido a partir del informe “Nuestro Futuro Común” o Informe Brundtland, publicado en 1987 con motivo de la preparación para la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, a realizar en Rio de Janeiro, Brasil, en 1992, conocida como Cumbre de la Tierra, en la cual se elaboraron tres documentos de vital importancia. En dicha conferencia se reunieron gobiernos, empresas y sociedades civiles y se obtuvo como resultado que 172 países se comprometieran y firmaran los siguientes acuerdos (Garrido, 2005):

  • La Agenda 21: La cual es una agenda de acción mundial para promover el desarrollo sostenible que contienen más de 2500 recomendaciones prácticas.
  • La declaración de Rio de Janeiro sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, que contiene un conjunto de principios en los que se definían los derechos civiles y las obligaciones de los estados.
  • La Declaración de principios relativos a los bosques, las cuales son una serie de directrices para la ordenación más sostenible de estos ecosistemas.

En estos documentos se describieron las políticas clave para alcanzar un desarrollo sostenible que satisfaga las necesidades de los pobres y reconozca los límites del desarrollo para satisfacer las necesidades mundiales. Considerando las necesidades no solo desde el punto de vista de los intereses económicos, sino también de un sistema mundial armonioso, que incorpore a los seres humanos y los ecosistemas. Además se llegó a un acuerdo para dos convenciones legalmente vinculantes:

  • La Convención sobre Diversidad Biológica, para la conservación y uso sostenible de recursos biológicos.
  • Convención Marco sobre el Cambio climático, cuyo objetivo era estabilizar las concentraciones de GEI en la atmósfera, directamente relacionados con el CC.

La Comisión para el Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas señala, que el desarrollo sustentable tiene como punto central la gente, en el sentido de que su principal objetivo, es el mejoramiento de la calidad de vida del hombre, y está fundamentada en la conservación de la naturaleza para el suministro de recursos y servicios para el mantenimiento de la vida.

El desarrollo sustentable no se centra exclusivamente en las cuestiones ambientales, las políticas de desarrollo sustentable afectan a tres áreas: económica, ambiental y social. En apoyo a esto, varios textos de las Naciones Unidas, incluyendo el Documento Final de la Cumbre Mundial de 2005, se refieren a los tres componentes del desarrollo sustentable, que son el desarrollo económico, el desarrollo social y la protección del medio ambiente, como “pilares interdependientes que se refuerzan mutuamente”.
Diez años más tarde, uno de los resultados de la cumbre mundial de Desarrollo sustentable en Johannesburgo, fue el marco de programas de 10 Años de Consumo y Producción Sustentable para apoyar iniciativas regionales y nacionales. Esto originó un aumento de actividades por el desarrollo sustentable en todas las regiones del mundo. El plan de implementación de Johannesburgo también identificó la necesidad de educar al público a través de la publicidad y otros tipos de comunicación tomando en cuenta los valores culturales locales, regionales y nacionales.

2.1.5.b El desarrollo sustentable

Los debates sobre el desarrollo local y regional has trasladado su atención desde la “cantidad de desarrollo” hacia la preocupación por su calidad. Ello implico énfasis en el impacto del desarrollo económico sobre los recursos ambientales y las limitaciones que ello provocaba en el desarrollo, pero se ha evolucionado más hacia una preocupación más relacionada con la calidad de vida (Pike, 2011). Esta es una nueva preocupación por el desarrollo sustentable la cual se ha convertido en dominante pero el concepto y sus implicaciones encuentran importantes contestaciones.

Feldmann y Bierman (2001) ponen especial atención en lo propuesto en la Conferencia de Río de 1992, donde se manifiesta que el desarrollo se debe controlar a través de criterios de sustentabilidad, respetando las exigencias de conservación, ambiental, equidad y de las futuras generaciones, sometiéndose a procesos de participación y negociación social.

De acuerdo a esto la concientización sobre este fenómeno llevó a investigadores de ECODES (termino con que se conoce a la estrategia de Conservación para el Desarrollo Sostenible de Costa Rica), a trabajar en lo que ellos denominaron una definición integrada del “desarrollo sustentable” concibiendo esta como:

”Un proceso dinámico en el que el manejo de los recursos naturales, la potencialización del ser humano, los mecanismos de concientización y participación ciudadana, el enfoque del desarrollo científico y tecnológico, la formulación de nuevos esquemas legales y administrativos, la orientación de la economía y la opción de principios éticos de responsabilidad ambiental, fortalezcan las opciones para satisfacer las necesidades básicas actuales, sin destruir la base ecológica de la que dependen el desarrollo socio-económico y la calidad de vida futuras (Quesada, 1992)”.

Por lo tanto, el desarrollo sustentable es entendido como una construcción social fundamentada en una base ética que coloca en el centro de las preocupaciones al ser humano. Debe ser visto, por consiguiente, como un proceso amplio de cambios sociales y elevación de las alternativas de selección de oportunidades de vida, conocimiento y trabajo, de modo a compatibilizar, en el tiempo, el crecimiento económico, la equidad social y la conservación del medio ambiente.

El concepto de desarrollo sustentable consta de cuatro principios legales (Burguete, 2012), 3 que cualquier obra o actividad para ser sustentable debe tenerlos integrados:
a. La necesidad de preservar los recursos naturales para el beneficio de las generaciones futuras (principio de equidad intergeneracional)
b. El deseo de explotar los recursos naturales de una forma sostenible, prudente, racional o apropiada (principio de uso sustentable)
c. El uso equitativo de los recursos naturales (principio de uso equitativo)
d. La necesidad de asegurar que las consideraciones ambientales sean integradas en los planes económicos y de desarrollo, y que las necesidades del desarrollo sean tomadas en cuenta al aplicar los objetivos ambientales (principio de integración)

Por otra parte el concepto sustentabilidad hace referencia a la interrelación de tres elementos:
1. La sustentabilidad ambiental, que se refiere a la necesidad de que el impacto del proceso de desarrollo no destruya de manera irreversible la capacidad de carga del ecosistema.
2. La sustentabilidad social, cuyos aspectos esenciales son: el fortalecimiento de un estilo de desarrollo que no perpetúe ni profundice la pobreza ni, por tanto, la exclusión social, sino que tenga como uno de sus objetivos centrales la erradicación de aquélla y la justicia social; y la participación social en la toma de decisiones.
3. La sustentabilidad económica, entendida como un crecimiento económico interrelacionado con los dos elementos anteriores.

Es posible así concluir que el concepto de desarrollo sustentable representa un enfoque integral del desarrollo y el medio ambiente, con significantes consecuencias prácticas entre las que destacan, que las causas de los problemas ambientales sean tomadas en cuenta, antes que sus efectos, permitiéndose la prevención y el tratamiento efectivo de las mismas; de igual forma ha permitido un tratamiento integral de los problemas ambientales, en donde no solamente se toman en consideración los elementos ambientales sino también los que tengan relación con el desarrollo de la sociedad, tales como los económicos, políticos y culturales. Como se menciona en el informe Brundtland: “No se puede asegurar la sostenibilidad física si las políticas de desarrollo no prestan atención a consideraciones tales como cambios en el accesos a los recursos y en la distribución de costos y beneficios”.

2.1.6 Papel de las administraciones locales en el logro del desarrollo sustentable.

Las administraciones locales tienen un papel clave en el proceso hacia un desarrollo sustentable. Se ha demostrado que se han logrado importante avances sobre la  sustentabilidad en el ámbito local, gracias a la buena gestión de los asuntos públicos; a la modificación de las acciones cotidianas de las administraciones locales como la ordenación de sus recursos naturales, el desarrollo urbano, la gestión de los desechos, la promoción de la salud pública, los servicios sociales y las actividades educacionales; y finalmente gracias a la asociación entre los grupos principales y otros gobiernos con el fin de lograr el apoyo a las políticas que faciliten la aplicación de las convenciones sobre el CC, la diversidad biológica y la desertificación, así como otras estrategias de la ONU para convertir en realidad el desarrollo sostenible del planeta. Además las administraciones locales pueden contribuir de manera sustancial a las estrategias nacionales de sostenibilidad (Garrido, 2005).

Las administraciones locales deben de aprovechar sus ventajas inherentes para convertirse en promotoras y facilitadoras del desarrollo sustentable, deben considerar que es algo más que un movimiento ambiental,  y que está asociado, a la reducción de la pobreza, la equidad, la justicia social y la seguridad. Así mismo, deben tener en cuenta que las prioridades del desarrollo sostenible deben observarse desde el marco de varios importantes procesos: urbanización, la localización, la globalización y la evolución de las instituciones de gobierno, que pueden facilitar o entorpecer el camino hacia un desarrollo sostenible. Todas las esferas del gobierno deben trabajar con los grupos principales para hacer frente a los actuales desafíos en el plano local (Ibíd...).

EL gobierno local puede asegurar una buena gestión de los asuntos públicos y responder a las necesidades de sus comunidades, ejerciendo un efecto positivo acumulativo en las consideraciones ambientales, económicas y sociales a escala mundial, por ello es preciso que las administraciones locales sean componentes esenciales de las estrategias nacionales de desarrollo sostenible. Para asegurar esta gestión y alcanzar el desarrollo sustentable uno de los requisitos fundamentales para es la amplia participación de la opinión pública en la adopción de decisiones.  En sí, el desarrollo sostenible debe de ser un objetivo central de todos los sectores y todas las políticas.