APROXIMACIÓN AL CAPITALISMO RENTÍSTICO VENEZOLANO

APROXIMACIÓN AL CAPITALISMO RENTÍSTICO VENEZOLANO

Alejandro Landaeta Salvatierra (CV)
PDVSA Servicios Petroleros, S. A.

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Epílogo

Caben algunas líneas finales a un esfuerzo que, para justificarse, debe apuntar no sólo a contribuir con una comprensión de su objeto de estudio, sino también a vislumbrar vías de acción. Esto quedará desde luego sujeto al juicio del interlocutor. No está demás insistir que se trata de una aproximación bastante alejada de cualquier pretensión de exhaustividad, lo que invita a proseguir, ampliar, revisar y corregir la investigación con la mayor libertad.

Todo el gran optimismo transformador iniciado en 1999 y llevado a su mejor expresión durante la campaña por la reforma constitucional de 2007, ha cedido el paso a una percepción más cuidadosa de un proceso sujeto a contradicciones de cierto calado. Nos obliga a ser cautelosos ante la tenacidad estructural, política y cultural de un sistema que, en mayor o menor medida, ha hecho depender su funcionamiento del sector externo, e invita a hilar fino para proseguir la marcha revolucionaria hasta las consecuencias finales de transición a una sociedad colectivista democrática fundada en el trabajo creador.

Esta aproximación, si es válida, se ofrece a la clase trabajadora como un grano de arena en la tormenta de la práctica teórica desatada para la emancipación. El conjunto de aspectos tratados lleva a sintetizar algunos comentarios finales, sin ánimos de considerarlos como conclusiones de una temática que se deja abierta a la revisión permanente, en la idea de orientar líneas de discusión o ejes temáticos:

i. El capitalismo en Venezuela se desarrolla a partir del enclave petrolero mediante un abrupto proceso de acumulación originaria, creando estamentos burgueses que combinan la apropiación de renta con la explotación del trabajo asalariado, destacando entre ellos el capital comercial importador.

ii. La renta petrolera internacional (RPI) condiciona el proceso metabólico social del capital a la estimulación ejercida por el gasto público, siendo en simultáneo un factor multiplicador y atenuador del desarrollo de las fuerzas productivas internas. Este doble efecto contradictorio es un estabilizador de la funcionalidad del capitalismo rentístico, es decir, impulsa la dinámica de acumulación pero sin dotarla de suficiente “velocidad de escape” de la dependencia rentística.

iii. El desarrollo capitalista habido desde los años 50 fue potenciado por políticas ad hoc del Estado.

iv. No es posible una reconducción productiva del metabolismo del capital en manos puramente de la burguesía dominante y del “mercado”. El metabolismo del capital realmente existente en Venezuela no puede funcionar sin el Estado. Los estamentos burgueses dominantes no sólo no tienen la capacidad objetiva de una reconducción productiva, sino que no están interesados en promoverla.

v. Sólo mediante políticas públicas se podría dar impulso a cualquier esfuerzo emprendedor que procure superar el capitalismo rentístico en el marco del capitalismo.

vi. Sigue abierta la opción de superar el capitalismo rentístico mediante la reducción de la renta fiscal y el extrañamiento de la renta diferencial por parte del capital trasnacional, en una vuelta al esquema de recolonización frustrado de los años 90, con privatizaciones estratégicas en el sector financiero, de comunicaciones y petroquímico. Las tendencias globales condicionan a esta opción a reproducir el esquema neocolonial de enclave, abierto o encubierto. La especialización petrolera podría estar complementada con la explotación de recursos tradicionales en manos privadas para la exportación y posibles bolsones maquiladores (lo que es poco factible en tales circunstancias).

vii. Las condiciones objetivas globales son adversas a la posibilidad de acceder a la condición de “economía emergente” con un carácter semi-autónomo mientras sea devengada renta diferencial, debido a la disminución del ritmo global de reproducción ampliada y la creciente localización del capital manufacturero en zonas de salarios deprimidos. Los países petroleros de alta renta diferencial no pueden desdibujar sus nichos especializados de acumulación, menos aun los que tienen poca población relativa.

viii. La acumulación de capital comprende un mecanismo cuasi-regular de apropiación de renta a través de la sobrevaluación monetaria y de los procesos inflacionarios iniciados desde los años 70. Dicho mecanismo ejerce de lastre del desarrollo de las fuerzas productivas al complementar rentabilidad no derivada de la formación de plusvalía interna, además de estimular la fuga de capital.

ix. Las deformaciones circulatorias son un producto de la funcionalidad contingente del capitalismo rentístico ante las oscilaciones de la RPI.

x. La baja de la RPI conduce a un mecanismo de contingencia del capital para mantener las tasas y masas de ganancia en escenarios de gasto público inflexible, reduciendo el salario real, recomponiendo segmentos de demanda y desatando deformaciones circulatorias.

xi. La incidencia de la RPI ahoga la competitividad mercantil interna, dificultando la oferta sustitutiva de importaciones al igual que las exportaciones no tradicionales. Esto encara la obligación de políticas comerciales proteccionistas en el contexto de la órbita mercantil, o de aislamiento asistido en el contexto de un metabolismo no mercantil.

xii. La construcción del Estado de bienestar como eje de socialización en el contexto del capitalismo rentístico encara la contradicción de la dependencia de los flujos de renta y de la subsecuente reactividad inflacionaria del capital contra el gasto social.
xiii. Es necesario tomar conciencia del reforzamiento del capitalismo rentístico en conjunción con las políticas públicas de la revolución bolivariana, lo que exige despejar una ruta de transición al socialismo capaz de diferenciar entre el condicionamiento forzoso de la administración pública bajo la lógica del capital (lógica institucional burguesa) y la insurgencia de una nueva lógica no mercantil en manos del Estado y los trabajadores, todo ello en el marco de la presente lucha de clases.

xiv. Las perspectivas de la economía mundial no apuntan en un plazo considerable a una disminución apreciable del patrón energético fósil, incluyendo el hidrocarburífero.

xv. La disposición en Venezuela de reservas probadas por 316 mil millones de barriles de crudo pesado (235 mil millones sólo en la Faja del Orinoco, en cifras publicadas por PDVSA), garantizan un papel prolongado de Venezuela como suplidor de petróleo de elevados costos relativos, con lo cual, mientras alternativamente se mantengan en explotación a escala mundial yacimientos de crudos livianos bajo el esquema de cártel, es previsible la percepción prolongada de renta diferencial pero con una tendencia decreciente.

Apéndice

1.- Formulación de la curva de distribución de la renta diferencial.

Procedimiento:

    • Determinación del estimador del rango de distribución de costos unitarios:

Cs = costo unitario superior (más elevado de la serie).
C0= costo unitario inferior (más económico de la serie).
n = cantidad de oferentes.

    • Determinación del exponente de la curva de distribución:
    • Definición de la curva de distribución de costos unitarios:

CE = costo unitario puntual de la distribución continua.

    • Definición del excedente bruto puntual de la distribución continua:
    • Definición de la renta diferencial unitaria puntual de la distribución continua:

gm= ganancia media en el momento m, tal que , siendo pg el precio que recupera la renta diferencial unitaria y el costo unitario o piso de la ganancia media unitaria. Así

    • Definición de la renta diferencial bruta de la distribución (Rdb):

q = volumen de producción.

    • Definición de la renta diferencial neta de la distribución (Rdn):

ra = renta absoluta.

***

Ejemplo:

Conocidos dos oferentes con el mayor y el menor costo unitario en un universo de n = 12 oferentes en el momento m, tal que:

Cs = 53,30
C0 = 6,05

a = 0,07; n = 12,

se construye la siguiente tabla de distribución (tabla A-1):

Todos los oferentes estarán ubicados en algún nivel entre los que definen el mayor y el menor costo de operación en un momento m dado. En el gráfico anexo se dibujan tres curvas correspondientes al esquema de distribución de la renta diferencial. Cada oferente, al identificar su costo unitario, podrá ubicarse en la curva de costo y determinar el segmento de renta diferencial que le corresponde, en el momento m, conocida la ganancia media. La diferencia entre la curva ascendente (costo unitario) y la curva del piso de la ganancia media define la renta diferencial. La diferencia entre las dos líneas paralelas al eje x define la ganancia media (g). El oferente de menor costo disfruta de la mayor renta diferencial, señalado por la línea discontinua A. El excedente bruto para éste es de 33,56 (ver tabla), y la renta diferencial es de 18,56, dado un precio de 39,61 y una ganancia media de 15.

El oferente ubicado en la posición 8,5 del esquema de distribución, señalado por la línea discontinua B en el gráfico, determina el límite del universo de oferentes en el momento m, dadas las condiciones de la demanda solvente y la ganancia media. El costo máximo es de 24,61, garantizando una ganancia de 15. En esta posición la renta diferencial es nula, logrando el oferente B sólo la ganancia media (aquí no estamos incluyendo la renta absoluta). Si se incluye renta absoluta, la línea B debe desplazarse hacia la izquierda hasta el punto en que se defina el nivel de renta absoluta, disminuyendo la oferta. Si la demanda solvente se mantiene estable, la introducción de renta absoluta puede hacer subir el precio, desplazando el piso de la ganancia media, aumentando la renta diferencial bruta. En este caso la línea B permanece en su lugar, con un total de oferentes que supera el nivel 8.

Todos los productores a la derecha de B estarán fuera del negocio. Para que puedan incorporarse, la demanda solvente debe hacer desplazar la curva del precio hacia arriba, pero manteniendo o estrechando el spread (ppg) de la ganancia media, es decir, que ningún productor situado entre 1 y 9 debe gozar de capacidad ociosa. Un incremento de la demanda solvente con capacidad ociosa puede dejar el esquema unitario sin alterar. Si la línea B se desplaza a la derecha de tal modo que siempre intersecte la curva de la ganancia media manteniendo el spread, la incorporación de productores hará subir la renta diferencial unitaria de quienes la disfrutan. A la inversa, un desplazamiento conjunto hacia la izquierda dejará oferentes fuera del negocio y reducirá la renta diferencial unitaria.

No hay que perder de vista que la distribución es continua, pudiendo ubicar a cada productor en el punto correspondiente según su nivel de costos para cualquier configuración de la curva.

2.-Renta diferencial y cartelización.

Para apreciar mejor el vínculo entre la curva de renta diferencial unitaria y la configuración de la oferta petrolera, enlazaremos el ejemplo visto en el punto 1 con un ejercicio complementario. Para ello se introduce el parámetro de potencial de producción, es decir, la capacidad máxima instalada de cada uno de los oferentes. A fin de facilitar el planteamiento del ejercicio, se aplica la siguiente fórmula de gradación del potencial tomando como máximo el productor de menor costo (esto no es necesariamente válido en la realidad, pero dicho orden no altera el alcance del ejercicio):

donde Pies el potencial de un oferente en un universo dado de oferentes, Pmc es el potencial del productor de menor costo, y f es un parámetro de gradación tal que 1> f >0. Luego, es necesario determinar el nivel de producción de cada oferente en función de su potencial y de la demanda solvente. El universo de oferentes programará su producción de acuerdo al tope de demanda y al reparto del mercado que se haya convenido entre ellos. Este reparto puede oscilar entre cero acuerdo, de modo que ante un nivel de demanda los oferentes alcanzarán su potencial total, o un acuerdo de utilización limitada de potencial mediante cuotas. La demanda solvente determina el nivel definido por , cuyo punto es atravesado por la línea vertical que intersecta la curva de distribución de renta diferencial (línea B en el gráfico). Este es el punto límite. Si no está colmado el potencial, la vertical B se puede desplazar hacia la izquierda hasta el nivel de saturación. Si los oferentes llegan a un acuerdo de reparto, el desplazamiento de B se puede moderar.

El volumen de producción se define luego como

siendo a el coeficiente de la cuota uniforme acordada sobre el potencial o techo de producción, y D la demanda solvente en el momento m. La tabla A-2 contiene los resultados del arreglo para f = 0,03, a = 0,651 y D = 60 MBD.
Esta tabla está en concordancia mecánica con la tabla A-1 (punto 1 del apéndice), pues la demanda y el acuerdo de producción, dado un spread de ganancia media, determinan el punto límite, que está situado entre 8 y 9 en el eje de abscisas en conexión con el costo unitario 24,61 de la curva de renta diferencial en el de ordenadas.

Ahora, con el objeto de visualizar lo que sucedería bajo el modelo si los oferentes acuerdan una cuota mayor, se modifica el parámetro a = 0,80, arrojando los resultados de la tabla A-3. Esto habrá de disminuir el precio de venta desde 39,61 hasta 28,20, y el retiro forzoso de todos aquellos oferentes que no alcancen a igualar como mínimo la ganancia media. El nuevo punto límite será (6 ; 13,2). El efecto sobre la renta diferencial es notable, bajando para todos los oferentes, pasando de un total de 835 mil unidades a 271 mil. Desde luego, el alcance del efecto se debe al planteamiento metodológico de gradación decreciente del potencial. Pero lo que este enfoque indica es que una redistribución de los volúmenes individuales de producción, aun permaneciendo constante tanto la demanda como el total de la oferta, modifica la cuantía de la renta diferencial. De allí que lo esencial en la determinación del precio en una estructura de oferta con costos desiguales, cuando los oferentes no han colmado su potencial, es la limitación del propio potencial, es decir, la cartelización. Si se rompe el cártel, el incremento uniforme de la producción con el objeto de alcanzar el potencial máximo reducirá el precio de venta justo donde la producción total de aquellos oferentes que garanticen como mínimo la ganancia media, igualen la demanda solvente. En este nivel la renta diferencial se torna absolutamente objetiva, siendo igualmente la mínima posible en el momento m.

3.- Método de encadenamiento funcional entre el capital productivo y el comercial.

El capital comercial es por definición un capital no productivo, es decir, que no forma una base intrínseca de generación de plusvalía. Sin embargo, funcionalmente “intersecta” una fracción del capital productivo necesario para la distribución mercantil (sin incluir el transporte), que comprende fuerza de trabajo asociada. Desde el punto de vista funcional, y no por su posición en la cadena de metamorfosis del capital, comparte una estructura de valorización común, compuesta por el capital constante (fijo y circulante), y capital variable (fuerza de trabajo).

Funcionalmente, por lo tanto, participa de la formación del producto de valor, subsumiendo una parte del eslabón perteneciente al capital productivo. Bajo esta hipótesis, siendo dicho eslabón sólo una fracción del capital computable para el cálculo de la ganancia media, al separarse del capital en su conjunto, no alcanza la proporción estándar respecto del producto de valor, con lo cual se hace acreedor permanente de plusvalía. Así, el método empleado para visualizar esta propiedad del capital comercial, de importancia para una comprensión de su peso en el capitalismo rentístico venezolano, procura la nivelación de la tasa de ganancia de dos capitales que reúnen sendos eslabones de un único proceso o cadena de valorización.

Estos dos capitales, industrial (manufacturero) y comercial, se vinculan mediante el suministro de capital-mercancía, ejecutando así un primer paso de la realización mercantil (venta mayorista). Para el capital comercial las mercancías recibidas son capital constante circulante, necesario para ejecutar el segundo y último paso de la realización (venta al menor o distribución final.) Ambos capitales deben realizar la misma mercancía en dos tiempos cobrando una tasa de ganancia uniforme con masas de plusvalía muy disímiles, no únicamente por las diferencias en las composiciones orgánicas, sino por la desproporción entre el tiempo de trabajo vivo social necesario y el tiempo de trabajo pretérito involucrado. Ambas estructuras requieren por lo tanto la nivelación metodológica de las tasas de ganancia.

Para obtener de manera consistente el esquema expuesto en la tabla V-3, las estructuras del capital integrado bajo el supuesto de reunión de los dos eslabones en uno solo y del capital segregado en la pura función manufacturera, se emplean las fórmulas de cálculo del capital constante:

a) capital integrado en forma de precio de producción:

b) capital segregado manufacturero:

para C = capital constante, V1 el capital variable segregado de actividades manufactureras, y V2 el correspondiente a la distribución minorista. La nivelación de la tasa de ganancia, incluyendo el capital comercial ya segregado, se obtiene como

DG = g (Wc + C2 + V2) – P3,

Siendo Wc = C(comercial) = al valor del producto manufacturero en forma-mercancía = capital circulante comercial; C2 el capital constante fijo comercial; y P3 la plusvalía segregada o proporcional al tiempo excedente que corresponde a la distribución mercantil minorista o final, strictu sensu. El precio de producción del capital comercial será mayor al del capital manufacturero no sólo por el valor agregado, sino por la plusvalía absorbida, siendo por lo tanto mayor al precio de producción de todas las actividades integradas bajo un solo capital. La diferencia entre el precio de producción comercial y el precio subsumido a un solo capital es el plus percibido por el carácter no productivo del capital comercial. La masa de ganancia así obtenida es sustraída del ámbito de las actividades productivas para sumarse a la acumulación de capital del segmento comercial.

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