 
	
	Ríos-Flores, José Luis 
  Torres-Moreno, Marco Antonio 
  Ruiz-Torres, José
  Torres-Moreno, Miriam
  
Resumen
  La Huella hídrica de la producción es determinada  principalmente por las prácticas agrícolas, su manejo, tecnología y  rendimiento; también la irrigación y variables climáticas e hidrológicas. Lo  que obligadamente nos conduce a elevar la productividad y eficiencia agrícola  de cada gota de agua. El presente estudio analiza  la huella hídrica de la producción de manzana en el municipio de Canatlán,  Durango. Se evaluó la productividad aparente del agua de los huertos de baja  tecnología y de los huertos con altos niveles tecnológicos. Los resultados  indican que la huella hídrica varió con respecto al tipo de sistema productivo,  en tanto que en huertos con baja tecnología el indicador fue 0.88 kg m-3  y 1.88 kg m-3 en los huertos altamente tecnificados. La  productividad aparente del agua en la producción de manzana varió desde  US$148,405 hm3 en huertos con baja tecnología hasta US$362,825 hm3  en huertos altamente tecnificados. Se determinó que la producción de  manzana en huertos de bajo nivel tecnológico fue 27.9 empleos hm-3,  mientras en los huertos altamente significados el indicador fue 38.6 empleos hm-3.  La ganancia por jornada de trabajo fue US$18.5 en huertos con baja tecnología y  US$32.6 en huertos con alto nivel tecnológico. Finalmente bajo las mismas  condiciones de cultivo, así como de mercado la cantidad mínima que se requiere  producir para estar en punto de equilibrio, en manzano de baja tecnología fue  de 3.98 ton ha-1 y de 7.61 ton ha-1 en huertos altamente  tecnificados. En base al análisis realizado se concluye que la producción de  manzano en huertos altamente tecnificados en Canatlán, Durango fue más  productiva la utilización del agua en términos físicos, económicos y sociales  en relación a la producción de manzana en huertos con baja tecnología.
  Palabras clave
  Productividad, eficiencia, agua virtual.
Introducción
  De  todos los sectores de la economía, la agricultura es el más sensible a la  escasez de agua, ya que emplea aproximadamente el 70% de las extracciones  globales de agua dulce, por lo que es el sector con más posibilidades u  opciones de ajuste (ONU-Agua, 2012). La evaluación de Huella hídrica contribuye  con una nueva perspectiva, en la cual las necesidades totales de agua son  cuantificadas y localizadas geográficamente (Aldaya et al., 2011). El concepto de  huella hídrica fue introducido como analogía de la huella ecológica, indicando  el uso del agua en lugar del uso de la tierra. La huella hídrica es un  indicador del uso del agua que evidencia tanto el uso directo como indirecto  del recurso agua. La huella hídrica de un individuo, comunidad o empresa se  define como el volumen total de agua dulce que se utiliza para producir un  determinado bien o producto. La huella hídrica es un indicador geográficamente  explícito de que no sólo muestra los volúmenes de uso del agua y la  contaminación, sino también las ubicaciones (Egan, 2011).
  En la huella hídrica se distinguen tres colores:  azul, verde y gris. La huella hídrica azul se refiere al consumo de los  recursos hídricos procedentes de agua superficial y subterránea. El “consumo”  se entiende como la pérdida de agua desde una masa de agua superficial o  subterránea en una cuenca hidrográfica al evaporarse el agua, volver a otra  cuenca, al mar o incorporarse a un producto. La huella hídrica verde en cambio  se refiere al consumo del agua de lluvia almacenada en el suelo como humedad  (Falkenmark y Rockström, 2004; 2006). La huella hídrica gris es un concepto  todavía en debate y se refiere a la contaminación. Se define como el volumen de  agua dulce que se necesita para asimilar una carga de contaminantes en base a  las normas vigentes de calidad ambiental del agua (Samoral  et al., 2012).
  En la producción de cultivos,  el objetivo de promover el uso eficiente del agua, es producir mayores  rendimientos económicos con menos agua, cuando el agua es un factor limitante,  como en las zonas áridas (Boutraa, 2010). Por lo tanto, es urgente el  desarrollo de estrategias apropiadas para el ahorro y conservación del agua  (oro azul) del subsuelo para promover sistemas agrícolas y humanos sustentables,  lo cual puede lograrse a través de sistemas de riego apropiados a la situación  actual (Postel, 2000). El manzano requiere de riego para alcanzar altos  rendimientos y calidad de fruta, pero como el suministro de agua se ha  convertido en un factor limitante en las principales áreas de producción, la  explotación de este cultivo debe orientarse en términos de productividad del  agua (Passioura, 2006). Por ello el objetivo de este trabajo fue determinar la  huella hídrica de la producción de manzano en el municipio de Canatlán,  Durango, de los productores de bajo y alto nivel tecnológico.
  Materiales y métodos
  Localización del área de estudio
  El municipio de Canatlán,  Durango, se localiza en las coordenadas geográficas al norte 24°51', al sur  24°12' de latitud norte; al este 104°27' y al oeste 105°30' de longitud oeste a  una altura de 2,000msnm. De acuerdo a la  clasificación climática de Köppen modificada por García (1973), el clima  predominante del municipio es del tipo C (E) (w2) Semifrío subhúmedo con lluvias  en verano y en menor proporción C (w0) del tipo templado subhúmedo con lluvias  en verano, con temperatura promedio de 15.8ºC, con mínimas históricas de -7.5ºC  y máxima de 32ºC, con precipitación media anual de 531mm.
  Fuentes  de información
  Para lograr la determinación  de la huella hídrica del manzano en la región se emplearon fuentes de  información secundaria. Se utilizó la base de datos de la Secretaria de  Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SIAP, 2013).  Los datos corresponden al ciclo agrícola 2013, de producción, rendimiento,  superficie sembrada y cosechada en riego. Para este estudio se define como  agricultura de riego a todas aquellas tierras que tienen acceso a fuentes de  agua (normalmente subterránea) adicionales a la precipitación, a la cual  denominan agua azul (Hoekstra, 2006; Hoekstra y Chapagain, 2007; Hoekstra,  2008, Hoekstra, 2009). Para  construir  los costos de producción del cultivo, se emplearon los datos de Financiera Rural  del estado de Durango para el cultivo de manzana, diferenciados para  productores con bajo y alto nivel tecnológico. El volumen de agua de riego  considerado para esta región fue de 8,000 m-3 por hectárea por año. 
  Indicadores  de productividad
  Rendimiento  físico “RF” (ton ha-1), determinada por la siguiente ecuación:
  Ingreso  “RM” por hectárea (US$ ha-1), definido por la ecuación:
  Donde; p = precio ton-1  en US$
  Ganancia  “g” por hectárea (US$), determinado por la ecuación:
  Donde; c es el costo por  ha-1 en US$
  Indicadores de productividad y  eficiencia física del agua
  Productividad  física (kg m-3), determinado por la ecuación:
  Donde; V es el volumen de  agua empleado por hectárea (m3), equivalente al producto de la  lámina de riego “LR” por 10,000 m2.
  Eficiencia  física (m3 kg-1), determinado por la ecuación;
  Indicadores de productividad económica  del agua 
  Productividad  económica (US$ de ganancia hm-3), determinado por la ecuación:
  Indicadores de productividad social del  agua 
  Empleo  generado por el empleo del agua (empleos hm-3), definido por:
  Donde;  J es el número de jornales ha-1, 288 es el número de jornadas año-1,  y “Cagua” es el costo del sub-rubro del agua dentro del costo total por  hectárea.
Indicadores de productividad económica 
  Relación  Beneficio-Costo “RB/C”, determinado por la ecuación:
  Tasa  de ganancia, determinado por la ecuación 
  Empleos  generados por cada millón de dólares invertido en la producción (E MUSD),  determinado por la ecuación:
  Punto de equilibrio (ton  ha-1), determinado por la ecuación:
  Indicadores de productividad laboral 
  Productividad  horaria (h ton-1), determinada por la ecuación: 
  Productividad  física por hora de trabajo (kg h-1) determinado por la ecuación:
  Productividad  laboral (US$ de ganancia jornada-1), determinado por la ecuación:
  Productividad  laboral (US$ de ganancia h-1), determinado por la ecuación:
  Resultados  y discusión
La producción de manzana en el municipio de Canatlán,  Durango 
  El cultivo de manzana a nivel  nacional, durante el ciclo agrícola 2013 se produjo en 23 estados, mismos que  en conjunto generaron US$279.14 millones (equivalente a $4,265.3 millones de  pesos), de los cuales Chihuahua contribuyó con el 75.93%, es decir; contribuyó  con ¾ del Valor Bruto de la Producción. En segundo lugar se ubicó el estado de  Durango con 9.33%, Coahuila ocupó el tercer puesto, con 6.48%, mientras es  estado de Puebla aportó 3.32 centavos de cada dólar de valor generado por el  cultivo. Los restantes 19 estados contribuyeron con 4.94% del VBP nacional. En  términos marginales el estado de Durango contribuyó con 764 kg de cada 10  toneladas que se produjeron durante el ciclo agrícola 2013, mientras que  Chihuahua aporto 8 toneladas de cada 10 producidas a nivel nacional. Estos  distintos niveles de producción se deben a que en principio las superficies son  disimiles, dado que el estado de Durango participó con 16.49% de la superficie  nacional de manzana, mientras que Chihuahua contribuyó con el 45.41% de la  superficie de manzana. Se observa que el rendimiento físico promedio nacional  fue de 14.50 ton ha-1, el precio promedio nacional fue de US$325.1  ton-1, mientras que el rendimiento monetario ha-1  promedio nacional fue de US$4,715 ha-1. Desagregando las cifras el  estado de Durango tuvo un rendimiento físico fue 6.72 ton ha-1,  mientras el precio logrado fue US$396.9 ton-1, con lo que logró un  ingreso por hectárea del orden de US$2,666. Es en este contexto estatal, la  producción de manzana en el municipio de Canatlán tuvo una productividad física  del orden de 7 ton ha-1, es decir; el municipio apenas logró un 48%  del rendimiento físico por hectárea que se logró a nivel nacional, mientras que  el precio por tonelada de manzana fue 21% superior al nacional (US$393 versus US$325.1), pero el rendimiento  monetario fue solo 58.3% el nacional (US$2,749 versus US$4,715). 
  El Cuadro 1 muestra los  valores de las principales variables macroeconómicas analizadas que reflejan la  producción de manzana en Canatlán, se observa que el precio por tonelada para  la región en general fue de US$393 ton-1, tanto para el bajo como el  alto nivel tecnológico, sin embargo los costos por hectárea denotan que en los  huertos con bajo nivel tecnológico se requieren invertir US$1,561 ha-1,  mientras que el productor altamente tecnificado invierte US$2,987.5 ha-1,  lo que indica que el productor de bajo nivel tecnológico invierte el 52% del  monto invertido por el productor altamente tecnificado. Asimismo esta situación  explica el diferente costo que se tiene por kilogramo de manzana US$0.22  respecto de US$0.20, lo que mal posiciona al productor de bajos ingresos, toda  vez que se encuentra 12% (el indicador fue 1.12) por arriba del costo por  kilogramo en el que incurre un productor de alto uso de tecnología, quitándole  posibilidades exitosas en el mercado, ya que ello le reduce el margen de  ganancia unitaria en 2 centavos de dólar, ya que en el caso de los productores  de bajo uso de tecnología obtuvieron un margen de contribución de US$0.17,  mientras que los de alto uso en la tecnología tuvieron un margen de ganancia  por kg de manzana del orden de US$0.19 (Cuadro 1). En este sentido Mourona et al., (2006) indica que el costo por  hectárea de manzano en Suiza fue de US$13,463.4.
  La ganancia por hectárea  rondó los US$1,187 en productores de bajo nivel tecnológico y US$2,903 de alto  nivel tecnológico, lo que indica que la R B/C fue igual a 1.760 y 1.972  respectivamente. Lo que en principio, señala que ambas tipologías de  productores son rentables, pues logran recuperar cada dólar invertido en la  producción más un excedente sobre esa inversión, diferenciándose en la  cantidad: 76 centavos de dólar en el caso de los productores de bajo nivel  tecnológico y 97.2 centavos de dólar en el caso de los altamente tecnificados  (Cuadro 1). La productividad laboral, fue diferente en ambas tipologías (bajo y  alto nivel tecnológico) en principio el número de jornales que se requieren en  cada tipología difieren, 64 jornales ha-1 en el bajo nivel  tecnológico versus 89 jornales ha-1, en el alto nivel tecnológico.  Al respecto Mourona  et al., (2006), reporta que en Suiza, el  número de empleos permanentes es igual a 2 ± 1.7 por huerta (de 7.2 has en  promedio), mencionándose que se contratan a 7.6 ± 7.7 empleados estacionales;  es decir por temporada.
  Asimismo, se observa la  productividad laborar, de tal forma que en el nivel de baja tecnología se  generaron 108.9 kg jornada-1, mientras en el alto nivel tecnológico  se generaron 168.5 kg jornada-1, es decir; el bajo nivel tecnológico  produjo el 65% de la manzana que produjo la misma jornada de trabajo en el alto  nivel tecnológico. Por otro lado, se empleó el mismo volumen de agua en el  riego (8,000 m3), en ambos sistemas productivos, sin embargo el  empleo de esta misma cantidad de agua generó producciones diferente 7 ton ha-1  versus 15 ton ha-1. Estos niveles de productividad por hectárea son  muy bajos para los obtenidos por Peck et  al., (2006) para el Valley Yakima en Washington, donde se alcanzaron  rendimientos por hectárea de 56.50 ton ha-1 en huertas orgánicas y  35.70 ton ha-1 en huertas convencionales por lo que se deduce que  los productores de manzana en el municipio de Canatlán, Durango difícilmente  podrían competir en mercados internacionales con los productores  estadounidenses (Cuadro, 2).
  El análisis de los costos en  la producción por hectárea en manzana en Canatlán. Durango, para los  productores que usan ampliamente la tecnología, para cada uno de los  componentes, indica que el costo total ascendió a $45,684.24 (equivalente a  US$2,987.5) ha-1, correspondiéndole a la preparación del suelo el  31.7% del costo, la cosecha aportó el 23.9% del costo total, con 14.4% del  costo total el rubro de diversos ocupó el tercer lugar, por su naturaleza, el  rubro de riegos y drenaje, es de interés para nosotros, y de él se observó que  ocupó apenas el 5% del costo total, es de los más bajos, después de oleatos y  colmenas, lo que indica que a pesar de la importancia que tiene el agua para la  producción de manzana el recurso no se está valorando económicamente como  debería, ya que el precio determinado para este trabajo fue de US$0.02 m-3  (proveniente de dividir $2,000 del sub-rubro de “costo del agua” dentro  del costo total de $45,684.24 entre los 8,000 m3 de agua irrigados  por ha, ya en US$).
  Indicadores  de la huella hídrica en manzana
  El Cuadro 2 muestra los  índices de productividad física del agua, de esa fuente se observa que el  productor de baja tecnología produjo 0.88 kg m-3, mientras en el  altamente tecnificado se produjeron 1.88 kg m-3, lo que indica que  el productor de baja tecnología produce solo el 47% de la manzana que produce  el altamente tecnificado, pero emplea la misma cantidad de agua. En este  sentido Zegbe (2007), determino en riego comercial un índice de 0.06 Kg L y en  riego por goteo 0.14 kg L. Asimismo los indicadores de eficiencia del agua  indican que se emplearon 1,14 m3 kg-1 en el caso de los  productores de bajo nivel tecnológico, mientras que en el caso de aquellos  productores tecnificados el indicador fue 0.53 m3 kg-1,  lo que implica que el productor de bajo nivel tecnológico, empleo 2.14 veces más agua para producir la misma cantidad  de manzana. Por otro lado aun cuando los indicadores obtenidos evidencien que  la productividad del agua en huertas altamente tecnificadas resulto superior,  estos indicadores se ubicaron por debajo de los determinados por (Quezada et al., 2009), quienes para Cuauhtémoc,  Chihuahua, determinaron índices que oscilaron entre 2.4 m3 kg-1  – 7.8 m3 kg-1, mientras que (Quezada et al., 2005), encontraron índices que  oscilaron de 1.87 m3 kg-1  – 13.08 m3 kg-1.  Mientras que (Bradbear y Friel, 2011), determinaron índices de 3.2 para  manzanas y peras en Australia.
  La productividad económica  del agua, medida como la ganancia producida (US$) por hectómetro cúbico  empleado en la producción de manzana, indica que en los sistemas altamente  tecnificados se generaron US$362,825, mientras en los de bajo nivel tecnológico  ese mismo volumen de agua generó US$148,405, es decir; se generó solo el 41% de  la ganancia que generó el sistema altamente tecnificado (Cuadro 2). La  generación de empleos por hectómetro cúbico, que mientras que la producción  altamente tecnificada se generaron 38.6 empleos hm3, mientras en el  de bajo nivel tecnológico se generaron 27.9 empleos hm3. Otro  indicador de productividad social la cual es medida por la cantidad de empleos  generados por cada millón de dólares americanos en nuestro caso, indica que en  el de bajo nivel tecnológico se generaron 142.9 empleos / millón de dólares  invertidos, mientras en los de alto nivel tecnológico se generaron 103.4  empleos / millón de dólares invertidos, es decir; el sistema con bajo nivel  tecnológico produjo 38% más empleo que el altamente tecnificado (el indicador  fue 1.38). Asimismo el Cuadro  2, muestra que bajo las mismas condiciones de cultivo, así como de mercado, la  cantidad mínima que se requiere producir para tener una operación viable (punto  de equilibrio) es de 3.98 ton ha-1 en huertos de bajo nivel  tecnológico y 7.61 ton ha-1 en huertos de alto nivel tecnológico,  por lo que analizando la producción realmente lograda se observa que los dos  sistemas de producción se ubicaron por arriba del punto de equilibrio lo que  los ubica como eficientes económicamente.
  Por otro lado, la misma fuente indica la  productividad horaria, es decir; la cantidad de horas de trabajo que se  invierten por tonelada de manzana. De este análisis se observa que la  productividad horaria del cultivo con baja tecnología fue de 514.2 h ton-1,  y de 712 h ton-1 en el caso de los huertos altamente tecnificados, lo que  indica que estos últimos resultaron menos eficientes en términos de  productividad horaria. Existen otras dos formas de expresar la productividad  laboral, de acuerdo con (Dorward, 2013), algunos indicadores estructurales,  pueden ser medida a través del Producto Interno Bruto (PIB) generado en  relación con el número de personas empleadas, por el número de horas  trabajadas. Así, se determinó que cada trabajador dedicado a la producción de  manzana en huertas de bajo nivel tecnológico agregó al PIB de esa cadena  productiva US$18,5 de ganancia por jornada, determinándose que el trabajador  dedicado a producir manzana en huertos altamente tecnificados, fueron más  eficientes al generar US$32.6 de ganancia por jornada. Estos índices se  encuentran estrechamente relacionados con la cantidad de manzana nivel  municipal así como por el precio de mercado de la manzana. A este respecto  existe una discusión generalizada sobre la productividad agrícola vista como  productividad laboral, ya que generalmente se utilizan indicadores implícitos o  explícitos relacionados con la productividad del cultivo. En este sentido se  determinó que la ganancia por hora de trabajo invertida, para la producción de  manzana en el municipio de Canatlán en huertos de bajo nivel tecnológico fue de  US$2.31 h-1, lo que indica que este cultivo fue menos eficiente en  comparación con el cultivo de manzana en huertas altamente tecnificadas, ya que  estas últimas produjeron US$ 4.08 h-1, lo que indica que las huertas  tecnificadas fueron más eficientes en cuanto a la variable social del uso del  agua. 
Conclusiones
  La eficiencia y productividad del agua estuvo  relacionada al nivel de tecnificación de los huertos así como con la  rentabilidad de dichos sistemas, en tanto que las huertas altamente  tecnificadas fue  mostró indicadores de productividad superior a los determinados en los sistemas  de producción con baja tecnología, toda vez que los índices encontrados por la  utilización de agua en términos físicos económicos y sociales fueron  superiores.
  Literatura citada
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