COMPETENCIAS EN NIVEL SUPERIOR, UNA MIRADA A LAS PROPIAS EN LA CARRERA DE DERECHO

V.- MODELO DE COMPETENCIAS EN INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR

Dra. María Cecilia de Anda Brizuela
El presente capitulo comprende una síntesis de la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI, el Marco de Acción Prioritaria para el Cambio y el Desarrollo de la Educación Superior aprobados por la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior en 1998, de lo cual se desprenden algunos análisis de competencias genéricas y específicas enfocadas en este caso al estudio del derecho.

Desafíos de la educación superior
La educación superior se enfrenta en todas partes a desafíos relativos al acceso e igualdad de oportunidades, la Universidad de Guadalajara (U de G) no es ajena a este proceso. Buscar igualdad de condiciones de acceso a los estudios y una mejor capacitación del personal, son retos latentes, sobre todo con relación a la formación basada en las competencias, sin que esto represente un menoscabo en las labores de mejora y conservación de la calidad de la enseñanza, la investigación o los programas de apoyo entre instituciones de educación superior. Lo anterior con el reto de producir, organizar, difundir y controlar el saber y su acceso al mismo.

En una época de mayor estratificación socioeconómica y de aumento de las diferencias de oportunidades de enseñanza, la deficiencia en la enseñanza y acceso a la educación superior representa una brecha de mayor rezago, sobre todo para países en vías de desarrollo, que no permite la formación de ciudadanos críticos y reflexivos que aporten al desarrollo del país. En ese sentido la U de G, es y ha representado un nicho de oportunidades para la sociedad brindando oportunidades de educación gratuita, intercambio de conocimientos, cooperación internacional y el acceso a nuevas tecnologías de fácil acceso para todos los estratos sociales, sin importar su condición social o económica.
Esta universidad no es ajena a los procesos transformadores que a nivel internacional se han gestado, si se quiere con interés económico y productivo, y ha enfrentado importantes desafíos de modernización y adecuación a las demandas educativas propuestas por el cambio socioeconómico que está sufriendo nuestro país.

Sin educación no hay libertad ni democracia ni competitividad ni productividad que aporte beneficios a la población, por lo que una educación de calidad es indispensable, sobre todo en el nivel superior que además debe ser accesible para todos los estratos, de acuerdo a sus méritos. De acuerdo a lo anterior, una transformación o adecuación de la educación superior, la mejora de su calidad y su pertinencia exige esfuerzos gubernamentales pero sobre todo de profesionalización de la base docente y de la mejora de las técnicas de enseñanza aprendizaje que generen mejores ambientes de aprendizaje en el marco del aprendizaje por competencias, además de una vinculación con el sector productivo del país.
Esta transformación y adecuación de la educación superior demanda aumentar su capacidad para enfrentar la incertidumbre, para atender las necesidades sociales y fomentar la solidaridad y la igualdad y colocar a los estudiantes en el eje del trabajo docente. En este sentido, la educación superior debe contribuir al desarrollo sostenible y el mejoramiento del conjunto de la sociedad, ofreciendo capacitación profesional con la propagación de conocimientos teóricos y prácticos adaptados a las necesidades presentes y futuras de la sociedad, que propicie el aprendizaje permanente, con diferentes opciones de realización individual y movilidad social que fomenten la participación social.
Debe, además promover la adquisición de nuevos aprendizajes y transitar por los conductos de la evolución científica y tecnológica al generar y difundir nuevos conocimientos, frutos de la investigación, favorecer el pluralismo y la diversidad cultural en su espacio cultural, inculcar la adquisición de valores sociales y fortalecer el pensamiento crítico contribuyendo a la mejora de la educación universitaria.

Otro de los aspectos a considerar en el fortalecimiento de la educación superior, es preservar y desarrollar las funciones docentes sometiéndolas a las exigencias de la ética y del rigor científico e intelectual, para crear o consolidar la autoridad intelectual que la sociedad le confiere y poder opinar en asuntos tanto científicos como sociales y culturales, realizar análisis constante de las nuevas tendencias sociales, económicas, culturales y políticas, para ejercer funciones de previsión, alerta y prevención social ante los constantes cambios, además de defender y difundir activamente valores universalmente aceptados como la paz, la justicia, la libertad, la igualdad y la solidaridad.

La educación superior debe evaluarse en función de la adecuación entre lo que la sociedad espera de las instituciones y lo que éstas hacen. Ello requiere normas éticas, imparcialidad política, capacidad crítica y, al mismo tiempo, una mejor articulación con los problemas de la sociedad y del mundo del trabajo, fundando las orientaciones a largo plazo en objetivos y necesidades sociales, comprendidos el respeto de las culturas y la protección del medio ambiente. Esta labor se ve amplificada con el enfoque por competencias que liga los tres niveles de saber humano, el saber hacer, con el saber y la responsabilidad.

Educación superior y competencias
Otro de los aspectos que refuerzan la educación por competencias en la educación superior lo conforma la necesidad de realizar enlaces entre las instituciones y el entorno laboral, con lo que se hace necesaria la revisión de los planes de estudio para que se adapten mejor a las prácticas profesionales. Lo anterior debe conducir a la educación profesional a concebirse como una instancia permanente de formación, perfeccionamiento y reciclaje profesionales, en donde para el desarrollo de la currícula, se tomen en cuenta las tendencias y demandas del mundo laboral, científico, tecnológico y económico.
En las universidades es indispensable crear y evaluar  modalidades de aprendizaje y programas de evaluación que integren la teoría y la formación en el empleo, contribuir a fomentar la creación de empleos, aprender a emprender y fomentar el espíritu de iniciativa, brindar a los estudiantes la posibilidad de  participación activa en la sociedad fomentando la igualdad y la justicia.
El pensamiento crítico y la creatividad son abordados, al menos en teoría por el modelo por competencias, ya que las instituciones de educación superior deben formar a los estudiantes bien informados y motivados, con sentido crítico y analítico, para lo cual es necesario reformular los planes de estudio y utilizar métodos nuevos que permitan el acceso a nuevos planteamientos pedagógicos y didácticos que favorezcan la adquisición de conocimientos prácticos, competencias y aptitudes para la comunicación, el análisis creativo y crítico, la reflexión independiente y el trabajo en equipo, combinando los conocimientos teóricos con las habilidades y las actitudes necesarias, lo cual constituye las competencias. Estos nuevos métodos pedagógicos  deben tener como eje la puesta en juego de comprensión, aptitud y creatividad.

El enfoque por competencias exige de la educación superior considerar como actores principales al docente y al alumno. En este sentido, los primeros deben involucrarse en actitudes innovadoras de planes de estudio y métodos de enseñanza y aprendizaje, con prácticas más adecuadas en los métodos pedagógicos y el conocimiento cabal de los diversos tipos de aprendizaje.

En cuanto a los estudiantes, deben estar en el centro del acto educativo brindándoles participación y protagonismo en el proceso del cual forman parte, tanto en la evaluación, la renovación de los métodos pedagógicos, de los programas y en la elaboración de políticas educativas, brindándoles orientación y evitando el abandono escolar.

En otro orden de cosas, el modelo por competencias en la educación superior precisa del aprendizaje autónomo del estudiante y tutoría profesoral, que permita la articulación de la teoría con la práctica, la búsqueda y uso de información relevante. Para esto, es necesario saber que la ciencia, el texto y el profesor no son las fuentes únicas del saber, sino que siendo el estudiante el protagonista de su propio aprendizaje, cualquier fuente se convierte en motor de superación y aprendizaje autónomo y reflexivo.

La docencia en la universidad en el modelo por competencias debe ser ejercida por profesores estudiosos, competentes, comprometidos, conocedores profundos de sus saberes y disciplinas, como también de su desempeño docente que incluye competencias de saber, saber hacer y saber convivir combinados con conocimientos pedagógicos sobre el saber enseñar, mientras que los estudiantes deben de adquirir las competencias y los conocimientos necesarios para el ejercicio de su profesión conscientes de los alcances de su propias acciones y de los efectos de sus actos, esforzándose por generar un pensamiento crítico analítico y reflexivo en una sana convivencia.

De acuerdo a lo anterior, la labor del docente y del alumno se pueden ver enlazadas en la figura de tutoría, entendida como una guía se ha referido a la tutoría en la universidad como una forma de acompañamiento lo menos directivo e intervencionista posible, para favorecer sus niveles de autonomía, pensamiento crítico y capacidad de inventiva personal que requiere el desarrollo educativo por competencias.

Competencias y Tutoría
Antecedentes de la Tutoría
Los modelos tutoriales y sus antecedentes  pueden rastrearse a lo largo de la historia en la mayoría de las naciones.  Las universidades anglosajonas son un ejemplo de ello, con algunas excepciones estas persigue la educación individualizada encaminándola a  profundidad y no tanto la abundancia de conocimientos esto ha contribuido a que el trabajo docente se lleve a la práctica entre las horas de docencia frente a grupo, la participación en cursos con un número reducido de estudiantes  que trabajan a fondo un contenido común, y en sesiones de atención  para cada  estudiante más personalizada, a este trabajo lo denomina tutoring o supervising en Inglaterra; y academic advising, mentoring, monitoring o counseling, según su carácter,  por otra parte en los Estados Unidos. La forma de trabajar es con  actividades como son asistir a las sesiones de los cursos, estudiar en la biblioteca, leer, escribir, participar en seminarios y trabajo del tutor es de  debatir los trabajos y de esta forma el tutor contribuye a la retroalimentación del trabajo académico.

En el Reino Unido, Australia y Estados Unidos, el profesor es el que informa a los estudiantes universitarios y mantiene los estándares de disciplina desempeñándose así como tutor.
La actividad central del sistema tutorial inglés (tutoring) es el trabajo escrito (essay), que el tutor propone al estudiante, cuya finalidad es enseñar a pensar al alumno y a cuestionar sobre un tema elegido como mecanismo para ampliar su capacidad crítica.
En la Universidad de Oxford, el estudiante tiene una cita semanal con el profesor (tutor) que le es asignado. El estudiante tiene la tarea desarrollar un ensayo semanal que discutirá de manera oral con su tutor, lo que no se descarta es que se utilicen otros apoyos pedagógicos como son lecturas adicionales, clases,  asistir a consultas en la bibliotecas, prácticas en laboratorio, conferencias, etcétera. También es sumamente importante la convivencia que se da con otros compañeros en los avance de diferentes actividades académicas. En tanto, en la Universidad Complutense de Madrid, España  se establece entre los diferentes derechos de los alumnos "el derecho a ser asistido y orientado individualmente en el proceso de provecho de conocimientos mediante la institución de la tutoría" (Castillo y García, 1996).
Desde hace tres décadas  se implementó uno de los modelos de tutorías más conocido en  la Open University. En esta universidad a diferencia de las anteriores es una institución de enseñanza a distancia que inició en 1971. Este fue un modelo innovador de tutoría académica  personalizado, muy conocido en el Reino Unido. Los estudiantes aprenden en forma autónoma los materiales preparados para cada uno de los programas y son asistidos por sus tutores en los centros particulares de enseñanza y en el verano  se implementan cursos para resolver problemas de aprendizaje y recibir sugerencias para las fases subsecuentes.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO),  Preocupada porque se imparta una educación de calidad a trabajado en el documento titulado "Recomendación Relativa a la Condición del Personal Docente de la Enseñanza Superior", publicado en noviembre de 1997, se refiere a la definición del personal docente de la siguiente manera: "El término personal docente designa a todas las personas que en instituciones o programas de enseñanza superior se dedican a enseñar y/o realizar estudios académicos o investigaciones y/o prestar servicios educativos a los estudiantes o a la comunidad en general". El mismo documento, al relacionar los servicios educativos que debe prestar el profesor como parte de sus obligaciones y deberes señala, entre otros, "estar disponible para los alumnos, con el intención de orientarles en sus estudios".

La tutoría: Marco Nacional
En México la implementación del sistema tutorial en diversas Instituciones Educativas a Nivel Superior (IES) tiene variantes nacidas de acuerdo la necesidad de adecuar la tutoría a las condiciones institucionales, como su historia, planta docente, modelo curricular, recursos humanos y costumbres, ente otros.
En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)El sistema tutorial en el nivel de licenciatura se inició dentro del sistema de Universidad Abierta (SUA), en dos modalidades distintas: individual y grupal. En la primera se atienden las dudas surgidas en el proceso de estudio particular del alumno y en la grupal se beneficia la interacción de los estudiantes con el tutor para la solución de problemas de aprendizaje o para la construcción de conocimientos.

El sistema a distancia SUA de la UNAM, tiene sus antecedentes en la Open University de Inglaterra y la UNED de España.; fue creada en 1972 y se promueve  como una modalidad alternativa al sistema escolarizado en 17 licenciaturas.

Este sistema tiene como objetivo fundamental apoyar al estudiante en el desarrollo de metodologías de estudio; creando así  un ambiente  de cordial que permita conocer otros aspectos de la vida personal del alumno, así como señalar y proponer actividades extracurriculares para un progreso profesional completo.

La Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL)  implemento un Programa Tutorial  en la Facultad de Ingeniería Mecánica (FIME), con el propósito de apoyar la formación integral de los estudiantes y de esta manera orientarlos en los procesos y  problemas  sugeridos en el área académica  o bien apoyarles en los problemas  personales. Además este programa, pretende como consecuencia de un mejor desempeño de los estudiantes, que se disminuya la deserción y de esta manera contribuir a la eficiencia académica.

En esta universidad  las tutorías tienen como meta desarrollar un programa que permita la orientación de los estudiantes que ingresan a la institución ya que ANUIES p. 123-137),  demandan características y habilidades distintas en cada profesor – tutor:
El Tutor.  Recibe a los estudiantes de primer ingreso y les da apoyo y seguimiento hasta que son capaces de resolver sus problemas por sí mismos o con una ayuda mínima.

El Tutor asignado (tutor de carrera).  Encargado de orientar, de auxiliar a los alumnos en la elección de sus materias, además de ofrecerles orientación curricular.
El Tutor principal (tutor de graduación).  Orienta en tópicos específicos a estudiantes que estén en la posibilidad de hacer prácticas profesionales o de titulación.

El Asesor (profesor-asesor).  Es un profesor especialista en una disciplina y apoya al alumno en un campo del conocimiento específico.

En 1992  dio inicio la función de Tutor en la Universidad de Guadalajara, estableciéndose dentro de los estatutos de la institución  como una obligación de todo miembro del personal académico el desempeñarse como profesor-tutor para procurar de esta manera su formación integral.
Asimismo, se acordó que la funciones tutoriales comprendan las siguientes modalidades:
Tutorías curriculares ligadas a cursos regulares
Curso o talleres de nivelación
Asesoría o consultoría académica con el aval del departamento
Orientación para estudios de licenciatura y posgrado con el aval del departamento
Apoyo a estudiantes en el trabajo de laboratorio
Responsabilidad sobre alumnos que cumplen servicio social.

Existen controversias sobre el tema de tutorías en México. Ya que por un lado, hay una tendencia de hacer la tutoría como una acción especializada en la orientación personal de los estudiantes universitarios, por la otra se observa una tendencia a considerar a la tutoría como una simple categoría que pudiera incluir las actividades cotidianas del profesor dentro de sus actividades dentro de la institución.  En este segundo caso, las actividades comprendidas dentro de esta actividad se resumen en actividades de orientación y de asesoría académica.

Por otra parte, el trabajo tutorial en la universidad es una más de las aportaciones axiales de las competencias, ya que la labor tutora debe apoyar aspectos como la cercana colaboración entre docentes y estudiantes para la realización de actividades académicas y personales, en el entendido que cada estudiante es único y merece un trato diferenciado. Entre el profesor tutor y los estudiantes debe existir una relación de ayuda para que éstos últimos puedan optimizar determinadas tareas académicas y/o personales.
La tutoría debe de atender aspectos técnicos, personales, y tendientes al desarrollo de habilidades que permitan al estudiante incorporarse al mundo laboral de manera eficiente, que atienda también de manera interdisciplinaria su formación dando seguimiento a las competencias, actividades y logros que se desean alcanzar, destacando las acciones para superar fortalezas y debilidades detectadas en las auto y coevaluaciones.