APLICACIÓN DE LOS INTERESES PASIVOS Y ACTIVOS EN EL SISTEMA BANCARIO ECUATORIANO Y SUS EFECTOS MACROECONOMICOS 2007-2013

APLICACIÓN DE LOS INTERESES PASIVOS Y ACTIVOS EN EL SISTEMA BANCARIO ECUATORIANO Y SUS EFECTOS MACROECONOMICOS 2007-2013

Silvia Cecilia Delgado Vera
Italo Martillo Pazmiño

Universidad Tecnológica ECOTEC

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2.5 Tasa de interés activa
El Banco Central del Ecuador, define la tasa de interés activa como el porcentaje que las instituciones bancarias, de acuerdo con las condiciones de mercado y las disposiciones del Banco Central, cobran por los diferentes tipos de servicios de crédito a los usuarios de los mismos. Son activas porque son recursos a favor de la banca.
Es la que reciben los intermediarios financieros de los demandantes por los préstamos otorgados. Esta última siempre es mayor, porque la diferencia con la tasa de captación es la que permite al intermediario financiero cubrir los costos administrativos, dejando además una utilidad. La diferencia entre la tasa activa y la pasiva se llama margen de intermediación.
La tasa de interés activa es una variable clave en la economía ya que indica el costo de financiamiento de las empresas.
La tasa activa está compuesta por el costo de los fondos (Bonos del Tesoro Americano + Riesgo País + Riesgo de Devaluación) más el riesgo propiamente de un préstamo como es (riesgo de defecto por parte de la empresa+ riesgo de liquidez, producto de una inesperada extracción de depósitos + costos administrativos del banco para conceder créditos).
Existe una relación directa entre las tasas de interés y la inflación, debido a que si la tasa de interés sube la inflación también sube.
Sin embargo existen ciertas excepciones en periodos donde la población cuenta con mayor liquidez y aun cuando las tasas de interés se mantienen estables, la inflación aumenta, producto de ese excedo de liquidez.

2.6 Tasa de interés pasiva
Las tasas de interés pasivas son el porcentaje que pagan las entidades financieras sometidas al control de la Superintendencia de Bancos a los ahorristas, sean personas naturales o jurídicas.
Las tasas de interés para las inversiones a plazo, principal estimulo que tienen los bancos para captar ahorros, entregan porcentajes “mínimos” con intereses en promedio del 4,5% a las captaciones receptadas en plazos de un año. (El Telégrafo, 2013).
Por ejemplo, el Banco Pichincha, en una inversión de 2.000 dólares a un año plazo genera un beneficio final de  80 dólares. “Mejor ese dinero lo tengo en mi casa y gano más comprando y vendiendo que dejándolo en el banco”, expresó Bolívar Guerrero, quien agregó que en este banco (Pichincha) se paga el 4% en las pólizas, pero se cobra el 15,18% en los créditos que ofrecen. (El Telégrafo, 2013).

El Banco Bolivariano  paga el 4,75% de tasas pasivas para captaciones de 2.000 dólares a 365 días de plazo.
El Banco Guayaquil cobra el 16,30% a créditos de consumo y paga 5,35% a las inversiones de ahorro de los clientes.
En el cuadro No. 2 observamos la evolución de las tasas de interés pasivas referenciales con tendencia a la baja desde el año 2007 al 2011 a partir del año 2012  hasta  el  2013  se  mantienen  estables, siendo  estas  tasas  el  principal incentivo para que las instituciones financieras capten ahorros, los porcentajes ofertados son bajos por lo que no estimulan el ahorro ni al corto peor al largo plazo.

Como observamos en el gráfico No.2, las tasas de interés activas y pasivas fueron bajando gradualmente si comparamos el 5,64% que corresponde a la tasa de interés pasiva que en el año 2007 pagaban los bancos al público por sus depósitos frente al 5,53, que pagan en el año 2008, significa una disminución de 0,11%, así en el año 2009 está baja en 0,13%, hasta el año 2013 que baja a 5,53 y su disminución comparada con el 2007 es de 1,1%. Esta reducción de las tasas de interés se origina porque a partir de junio del 2007 el Gobierno Nacional aprobó de La Ley del Costo Máximo Efectivo del Crédito que reformó a la Ley de Instituciones del Sistema Financiero y a la Ley de Régimen Monetario.

El comportamiento de los ahorristas en el sistema financiero durante el año 2009, se caracterizó por mantener más del 70% del total de depósitos en depósitos a la vista y a 30 días plazo, y un mínimo volumen en depósitos a plazos mayores a los 90 días.  Los depositantes con esta actuación demuestran una conducta cautelosa y con alto grado de prevención de realizar depósitos a largo plazo. Menos del 1% de los depósitos son colocados a plazos mayores a un año. (Acosta, 2009).
En el cuadro No. 3 observamos el comportamiento de las tasas de interés por plazos con tendencia a la baja desde el 2007 al 2011, durante el  2012 y 2013 se mantienen estables, los porcentajes que ofrecen las instituciones financieras son muy bajos y no significan ningún beneficio para el público que piensa que es mejor tener el dinero en su casa o que pueden ganar más comprando y vendiendo que dejándolo en el banco”.
La crisis de 1999 no solo trajo la concentración de la banca, también provocó un efecto directo en el comportamiento del público con sus ahorros. El primer efecto a medida que la economía se recuperaba y bajaba la tasa de inflación, fue el aumento de los depósitos en el sistema financiero.
A fines de 2002, las obligaciones con los clientes sumaban 4.331 millones de dólares. La suma de captaciones bancarias para la banca privada total hasta agosto de 2012 fue de 19.221 millones de dólares, cifra que implicó una tasa de crecimiento mensual del -0,73%, es decir, una reducción de 142 millones de dólares frente a julio 2012. Y en septiembre del 2012 esa cifra se había recuperado, sobrepasando los 20.000 millones de dólares. (Telégrafo, 2012)
El público en el año 2012, a pesar de haber transcurrido más de 13 años de la crisis financiera, no confía en el sistema bancario. En septiembre de 1994 los depósitos a la vista tenían un peso del 50,43% con respecto a las obligaciones del público. Al 2011 esa relación pasó al 70,19%. Desde 2003 hasta 2011 ese índice ha fluctuado entre un mínimo de 68,35%, en 2006 a un máximo del 72,37% en 2010. Esto refleja el comportamiento del público de no ahorrar a plazo fijo, sino estrictamente a corto plazo por el temor a otro feriado y congelamiento como el decretado por Mahuad entre la noche del domingo 7 de marzo y el jueves 11 del mismo mes de 1999 (Decreto Ejecutivo Nº 685). (Telégrafo, 2012).
Este comportamiento del público está motivado también por las bajas tasas pasivas que se pagan por los depósitos que oscilan entre el 3,89% y el 5,35%, según el segmento, de 30 a más de 360 días (para octubre del 2012). Si las tasas pasivas fueran más altas, podrían motivar a que el público deposite a plazo fijo y a un mayor tiempo, tomando en cuenta que la relación de los depósitos a plazo fijo total y las obligaciones con el público es del 28,69%. En una relación más estricta, los depósitos a plazo fijo de más de 365 días con respecto a las obligaciones con el público son del 1,43%. Hay que recalcar que actualmente las
tasas de interés son reguladas por el directorio del Banco Central del Ecuador (BCE) mediante la Ley de Regulación del costo máximo efectivo del
crédito, aprobada en julio de 2007. Pero las tasas pasivas no son las únicas que son reguladas y que no han cumplido con el propósito de solucionar las distorsiones que la banca heredó de la “guerra bancaria”, finalizada con la privatización de las reservas internacionales (dolarización), hasta que la Ley entró en vigencia. Así también las tasas activas, a raíz de la regulación de la ley, han descendido, pero no como se esperaba. (Telégrafo, 2012)