CONOCIMIENTO TRADICIONAL PARA EL DESARROLLO LOCAL: EL CASO DE LOS CIRUELEROS DE AGUACALIENTE DE G�RATE, SINALOA, 2014

Aguacaliente de Gárate y el cultivo de ciruela roja (Spondias purpurea L.)

Este capítulo se divide en dos apartados, uno dedicado a caracterizar el cultivo que tiene orígenes mesoamericanos del cual existen más de veinte variedades en nuestro país; sin embargo, para este caso de estudio nos enfocaremos en la variedad de Spondias purpurea L. que es la que se encuentra en la comunidad de estudio, dicha variedad se distribuye sobre la costa del pacífico, el centro del país y el golfo de México.  Hacemos también un análisis del cultivo de ciruela roja en el aspecto económico y su participación nacional y estatal. Por último, se describe el proceso productivo de la ciruela roja deshidratada que se realiza en Aguacaliente de Gárate.
En el segundo apartado se describe el contexto social, económico y cultural de la comunidad de Aguacaliente de Gárate. En dicho apartado se realiza una descripción de la ubicación del lugar, características de su clima y entorno geográfico, así como también el aspecto demográfico, educativo, vivienda, el grado de marginación, generación de empleos, entre otros. Por lo que respecta a su cultura, se llevó a cabo una descripción etnográfica de los principales festejos religiosos y los relacionados con el cultivo de ciruela roja.
Con esta información determinamos el contexto en el que se ubica la comunidad de Aguacaliente de Gárate en la producción de ciruela roja a nivel nacional, estatal y municipal.

La ciruela es una fruta nativa de Mesoamérica (Vargas-Simón et al., 2011; González  y del Amo, 2012), se cultivaba a gran escala por los indios originarios, desde una época muy temprana, en la región septentrional de América del Sur, se expandió por las Antillas y el resto de América del Sur hasta los países de Perú y Brasil (Dodson y Gentry, 1978; Barford, 1987 en Ruenes- Morales, 2010).
En México coexisten más de 20 de variedades clonales de ciruela (Cuevas, 1992, en Vargas-Simón et al.,  2011). Sin embargo, las especies de ciruela originarias de América son solamente dos que reciben el nombre científico de: Spondias purpurea L. y Spondias mombin L. variedad bombín, ambas pertenecen a la familia anacardiaceae (Muy-Rangel, 2009). Las poblaciones naturales de Spondias crecen en áreas de estaciones alternas desde los estados de ambas costas sobre la vertiente del Pacífico y el Golfo de México, estableciéndose a un nivel del mar que alcanza hasta los 1,200 m de altura (FAO, 2013).
Según el estado o región cultural donde se reproduce el fruto es nombrado de diversas formas, mientras que en general en México se le conoce como ciruela, ciruela colorada  y ciruelo, al árbol frutal.

El ciruelo es un árbol o arbusto de tipo caducifolio que llega a medir entre 3 y 8 metros de altura. Su copa suele ser extendida y sus brazos son frágiles, retorcidos y quebradizos; su corteza externa es rugosa, de aspecto muy variable, tiene un color gris plomo a moreno verdoso, a veces con fisuras irregulares y protuberancias con textura de corcho pequeñas o en ocasiones muy grandes, que incluso pueden confundirse con espinas o costillas (CONABIO, 2013).
El árbol ramifica a partir del metro de altura y sus hojas alcanzan una longitud de 10 a 20 cm de largo con 9 a 25 folíolos elípticos de 1.9 a 4 cms. de largo, con borde ligeramente ondulado con un tono verde amarillento durante la cosecha, al finalizar la cosecha pierde todas las hojas y durante la estación seca se mantiene sin follaje (FAO, 2013). Florece de febrero a mayo, sus flores son panículas 1 finamente vellosas de color rojo o rosado, de aproximadamente 0.63 cms. de diámetro, un cáliz diminuto con 5 lóbulos y 5 pétalos.
Fructifica de mayo a julio2 , la composición de la fruta es carnosa y ácida cuando aún no madura, de colores heterogéneos, verde, guinda y café3 ; cuando madura, su pulpa es color amarillo, jugosa y agridulce, tiene un hueso de 0.50 a 0.75 cms. de largo y fibroso por fuera, el fruto es de color rojo purpúreo o amarillo, de forma ovoide y sus medidas aproximadas son de 3 cms. de largo por 1.5 de ancho (CONABIO, 2013).
La ciruela roja en fresco se compone en un 85% de agua, lo que reduce al mínimo su aporte calórico; además de que es rica en fibra, contiene minerales tales como el potasio, fósforo, hierro y magnesio (Koziol y Macia, 1998; Lira-Junior et al., 2010; Ruenes-Morales et al., 2010 citado en Vargas-Simón et al., 2011). Pese a que su contenido de vitamina C es relativamente bajo, ésta supera los 10 miligramos por cada 100 gramos de fruta fresca (Muy-Rangel, 2009).
El ciruelo se reproduce en suelos pedregosos, someros, aluviales, amarillo arcilloso y roca caliza. Los árboles subsisten en buenas condiciones en época de sequía (Ramírez et al., 2008 citado en Vargas-Simón et al., 2011). En Aguacaliente de Gárate es común ver las huertas de ciruela en terrenos con lomeríos y suelos irregulares, aunque también hay huertas llanas, todas están plantadas en surcos. La zona donde se cultiva el ciruelo suele ser árida y semiárida.
El cultivo se propaga fácilmente y se reproduce de diversas formas agronómicas, la más común es la poda, que es una reproducción asexual que puede hacerse mediante estacas o esquejes, cortes de tallo y acodos. Otra forma de reproducción es la sexual con semillas (plántulas), aunque no es muy común. Por otro lado, esta especie tiene atributos que brindan servicio al medio ambiente:

1. Tiene potencial para reforestación o restauración productiva en zonas degradadas de selva.
2. Esta planta se ha empleado para rehabilitar sitios donde hubo explotación minera.
3. Sirve de cerca viva en los agro-hábitats, da sombra y refugio, además de que algunas especies de mamíferos, aves y hormigas se alimentan de los frutos.

El mercado de la ciruela es local y en el mejor de los casos, regional; se consume mayormente en fresco, en las poblaciones de origen y en los mercados de las ciudades cercanas  (Maldonado et al., 2007; Ramírez et al., 2008 citado en Vargas-Simón et al., 2011). En México, la superficie plantada de ciruela como cultivo comercial actualmente abarca ocho estados de ambas costas y el centro del país; Michoacán acapara el 18.62% de la superficie de plantada en el país, seguido de Chiapas, Puebla y Sinaloa con el 17.92%, 13.48% y 10.82% respectivamente, tal como se muestra la figura 12. La marginación actual y la escasez de plantaciones comerciales de ciruela se deben en gran parte a la falta de atención de los productores, técnicos y extensionistas agrícolas, que dedican sus esfuerzos a otros frutales de mayor demanda en el mercado extranjero (Cuevas, 2013).
Michoacán ha mantenido el liderazgo de la producción de esta fruta con el paso del tiempo y su producción ha ido a la alza en el periodo de 1980 a 2012, aunque con algunas variaciones, se ha mantenido estable, otros estados que han permanecido estables e incluso han mejorado sus volúmenes de producción son Chiapas y Puebla.

El estado de Sinaloa cuenta con el 10.82% de la superficie de hectáreas sembradas (1,652 has), su participación en volumen de producción no ha sido ni es significativa en comparación con los estados de Michoacán y Chiapas, esto se puede explicar por la baja rentabilidad del cultivo en las tierras sinaloenses, este indicador ubicó al estado en el último lugar en rentabilidad (ton/ha.) en el año 2012, según el SIAP.  El descuido de este cultivo en el estado se debe principalmente a la poca importancia comercial que tiene, ya que se trata de un cultivo perenne y de temporal de producción variable y con incertidumbre y se le ha dado prioridad a la producción intensiva de mango, cultivo de gran aceptación en el mercado mundial.

Al igual que la producción de ciruela, el precio medio rural de la ciruela presenta variaciones año con año y no hay precio fijo entre los estados productores que propicie la participación estable del fruto en el mercado, de este modo para el año 2012  el precio más alto por tonelada fue $17,500.00 fijado por el estado de Sonora y el más bajo fue de $2,731.33 establecido por los productores de Morelos, lo que representa una diferencia de $14,768.67 entre el precio más alto y el más bajo. 
Sinaloa en el año 2012 tuvo el tercer mejor precio medio rural de los 21 estados productores de ciruela después de Durango y Sonora. Esto puso al estado entre los nueve primeros en valor de la producción total recaudando $11, 832,524.25.
La producción de ciruela en la entidad, de 2003 a 2012, se ha distribuido especialmente en los municipios del sur del estado como Concordia, Rosario, Mazatlán y San Ignacio; en menor medida, tuvieron participación en la producción en este periodo, los municipios del centro del estado como Culiacán, Elota, Cosalá y Mocorito. Sin embargo, es Concordia el municipio que ha tenido los más altos niveles de producción, mostrando el mismo patrón de variabilidad, característica del cultivo en el resto del país.
Durante el año 2012 el cultivo de ciruela en Concordia dejó una derrama económica de $8, 227,440. Gran parte de ésta se concentra principalmente en la localidad de Aguacaliente de Gárate, donde la actividad ciruelera tiene mucha importancia entre sus habitantes, no sólo por su valor económico sino por la cuestión identitaria y cultural.
La comercialización del fruto en Concordia y específicamente en el caso de Aguacaliente de Gárate presenta deficiencias debido a que no se ha definido una cadena del valor para el producto, por lo tanto no se fijan precios por parte de los productores, no existen canales de comercialización, y no se da el valor justo a este producto. Los precios tienen variaciones marcadas año con año que van desde los $4,000.00 a los $9,000.00 por tonelada según datos del SIAP.