ALTERNATIVA METODOLÓGICA PARA EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS EN LA ESTADÍSTICA DE NIVEL UNIVERSITARIO

ALTERNATIVA METODOLÓGICA PARA EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS EN LA ESTADÍSTICA DE NIVEL UNIVERSITARIO

Juan Carlos Ruiz Mendoza
Laura Josefina Martínez Flores

Universidad Autónoma de Nuevo León

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1.4. Presupuestos teóricos que sustentan la alternativa metodológica.

1.4.1 El carácter transformador que debe poseer el proceso didáctico en la asignatura Estadística I.
Debido a las trasformaciones que se llevan a cabo en el proceso formativo de los estudiantes, resulta importante el perfeccionamiento del acto didáctico. Esta investigación, parte del carácter trascendente que debe poseer dicho proceso, entendiéndose por transformación la cualidad esencial que debe poseer el proceso de enseñanza-aprendizaje, que va más allá del estudio de una determinada rama del saber, que permite al individuo transitar del conocimiento real que posee, a conocimientos más abstractos y otros niveles. La trascendencia se logra mediante un pensamiento y actuación transformadora de la realidad.

1.4.2. El desarrollo de las habilidades como núcleo de las competencias.
Una habilidad es la capacidad de llevar a cabo una tarea bien definida. Una competencia es un concepto más amplio, a un nivel superior de habilidades: es la capacidad de llevar a cabo una tarea más amplia, para la que se precisan unos conocimientos.
 El problema relacionado con la formación y el desarrollo de habilidades se ha convertido en uno de los temas cardinales de reflexión en el ámbito educativo. Es comprensible que en nuestra sociedad contemporánea compleja, dinámica y cambiante, una simple “transmisión de conocimientos” o lo que es más exacto, transmisión de información, carezca de sentido. A partir de estas razones es que en los tratados de Didáctica actuales se consideran los métodos para enseñar a aprender, así como los valores, componentes esenciales del contenido, “la escuela debe inculcar más el gusto y el placer de aprender, la capacidad de aprender a aprender, la curiosidad del intelecto”. (Delors, 1996).
Una de las formas de abocarse a tales demandas es desarrollando en los escolares un pensamiento que les permita ser creativos, versátiles y autónomos. De este modo, podrán adaptarse a las condiciones actuales así como contribuir a su transformación. El desarrollo de las habilidades intelectuales le permite al alumno en gran medida educarse para el futuro.
De acuerdo con (Álvarez, 1999) “el desarrollo de dichas habilidades que posibiliten al escolar pensar lógica y dialécticamente es una de las tareas más importantes y a la vez compleja del maestro contemporáneo”
Con mucha frecuencia los autores hacen notar la característica esencial de la habilidad: la posibilidad de operar con los conocimientos. En este sentido encontramos las dos definiciones siguientes:

  • “La habilidad es la aplicación de forma exitosa de los conocimientos asimilados a la solución de tareas ya sean prácticas o mentales” (Avendaño, 1998).
  • “Las habilidades corresponden a las destrezas que se requieren para poder aplicar los conocimientos en situaciones concretas y se orientan hacia la capacitación, hacia el poder hacer” (Brito, 1997).

Esta concepción permite aclarar al docente la afirmación de que el conocimiento es acción. El verdadero conocimiento se diferencia de la acción en que el discente es capaz de operar con un concepto, una ley, una teoría. Entonces se puede hablar de conocimiento cuando hay dominio de la acción.
Sin embargo, este dominio de la acción ocurre a diferentes niveles de complejidad, en este sentido es importante diferenciar las etapas de formación y desarrollo de las habilidades las cuales comúnmente se identifican de forma imprecisa.
Se le denomina formación de las habilidades a la etapa que comprende la adquisición consciente de los modos de actuar, cuando bajo la dirección del maestro o profesor el alumno recibe la orientación sobre la forma de aprender, es precisamente en esta etapa donde la base orientadora de la acción (BOA), fundamentada por (Talizina, 1985) ocupa un importante lugar. En este caso, según su teoría se debe resolver ¿Qué se conoce del objeto? ¿Cómo se presentan las operaciones que hay que cumplimentar? ¿Cuáles son las condiciones externas en las cuales hay que desarrollar dichas operaciones?, también se requiere precisar ¿en qué nivel de desarrollo intelectual se enmarca el alumno?
A continuación se proponen sistemas operacionales para una serie de habilidades intelectuales que pueden ser trabajadas desde la asignatura de Estadística I, a modo de ilustración. Es importante aclarar que dichos sistemas poseen carácter convencional, la determinación de estos con excepción de las invariantes (esenciales, imprescindibles) depende de una serie de factores tales como: peculiaridades de los alumnos, objeto de estudio, nivel de asimilación que se esté trabajando, etapa de desarrollo de la habilidad, etc.
Los sistemas propuestos han encontrado su aprobación y han sido perfeccionados por docentes de diferentes niveles educativos de Cuba y México. La propuesta posee posibilidades objetivas para la utilización de la metacognición en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Acciones con sus sistemas operacionales.
Describir: La descripción significa: representación, dibujo, pintura, reseña. Se describen objetivos, hechos, fenómenos, procesos, experimentos, vivencias, sentimientos
Sistema de operaciones que incluye la descripción.

  • Seleccionar objeto de la descripción.
  • Determinar cualidades esenciales del objeto.
  • Establecer las relaciones entre las cualidades o elementos esenciales.

Observar: Es la percepción consciente de la realidad. Condición indispensable para el conocimiento.

  • Determinar el objeto de observación.
  • Determinar el objetivo.
  • Seleccionar indicadores.
  • Registrar datos.
  • Elaborar conclusiones.

Comparar: Permite descubrir las peculiaridades relativas a dos o más objetos, sus elementos comunes y diferentes.

  • Determinar objeto de comparación.
  • Establecer parámetros de comparación.
  • Distinguir diferencias y semejanzas.
  • Realizar conclusiones.

Clasificar: Significa distribución, organización de los objetos tomando en consideración su pertenencia a determinada clase, género o grupo. Agrupar apartados en categorías definibles sobre la base de los atributos.

  • Seleccionar objetos de clasificación.
  • Determinar criterios de clasificación.
  • Comparar los objetos a clasificar.
  • Incluir los objetos o fenómenos en el grupo, clase o género correspondiente.

Argumentar: Indica la toma de posición del sujeto en diferentes situaciones, se manifiesta en dos direcciones: argumentar respuestas propias, argumentar un juicio expresado por otra persona.

  • Determinar las bases para la toma de decisiones.
  • Revelar relaciones causa-efecto.
  • Expresar ideas propias.
  • Explicar puntos de vista propios.

Caracterizar: Posibilita determinar los elementos esenciales de un objeto que los hacen diferente de otros. Indica lo peculiar inherente a un fenómeno u objeto.

  • Analizar el objeto.
  • Distinguir sus propiedades esenciales.
  • Precisar relaciones entre estas partes esenciales.

Comprender la lectura de un presupuesto estadístico, ley o problema: Permite interpretar lo leído en contraposición a la repetición mecánica de este acto.

  • Lectura general del escrito e identificación del tema principal.
  • Lectura por parte.
  • Identificación de relaciones entre las partes.
  • Elaborar síntesis de cada parte.
  • Elaboración de síntesis de lo leído.

A juicio de los autores la ilustración anterior permite el uso de procedimientos afines para el tratamiento de las habilidades en el trabajo docente lo que requiere de gran precisión, cuando no se trabaja de forma consciente y dirigida por parte de los docentes y alumnos este proceso ocurre de forma espontánea con muy poca o ninguna efectividad.

1.4.3. El necesario vínculo de lo cognitivo y lo afectivo.
Las capacidades son condiciones cognitivas, afectivas y psicomotrices fundamentales para aprender y denotan dedicación a una tarea; por su parte, las competencias tienen como una de sus componentes las capacidades (afectivas, cognitivas y psicomotrices) con el fin de llevar a cabo una actividad. Las capacidades son una posibilidad y el tenerlas no implica que se va a actuar con idoneidad, las competencias, en cambio, sí implican la actuación idónea con un alto grado de probabilidad; es precisamente en el espacio de esas probabilidades donde se ha de dar un proceso didáctico-curricular que favorezca el desarrollo de esas capacidades, que engloban las competencias generales.
En la actualidad constituye un aspecto imprescindible el hecho de que las materias tengan presente las condiciones cognitivas afectivas y psicomotrices (capacidades) que son fundamentales para aprender y actuar de manera inteligente en la resolución de problemas de diversa índole. Si a ello se añade la intención de gravitar en las capacidades de interacción social y luego demandar de competencias integradoras, que permitan la integración de las capacidades cognitivas, psicomotoras, comunicacionales, afectivas y de interacción social, estamos frente a una declaración de principios en torno a la unidad de lo cognitivo y lo afectivo, como plataforma de base de toda la labor didáctico-curricular. Ello indica además, que se declara la unidad de lo instructivo y lo educativo, principio este que rige todas las reformas educativas actuales a nivel internacional.
A partir de lo anterior, se considera que el estudio de esta asignatura debe incluir no sólo aspectos cognitivos, sino también una serie de actividades que propicien una formación integral en los estudiantes, que les permita desarrollar una posición activa y transformadora hacia la vida.
Si se toma en cuenta el citado vínculo, las potencialidades del proceso didáctico y las características de la Estadística, entonces pueden determinarse algunas pautas para la formación deseada:

  • Una buena formación es aquella que sobrepasa los límites de una asignatura.
  • Una formación completa, no parcial y sesgada permite una comprensión global de la posición del estudiante ante la vida.
  • Se requiere de tiempo, de un aprendizaje a largo plazo, un aprendizaje para la vida, que trascienda los límites de la situación actual y se extrapole a otros momentos y contingencias existenciales, con significados para la posteridad en función de resolver problemas diversos.
  • Una formación integral es la que promueve el desarrollo humano, que favorece el crecimiento del alumno como persona.
  • Una formación que integre el desarrollo del alumno desde todos los ángulos de la vida, donde esté implícito el desarrollo cultural, personal y formativo en general.
  • Una formación que integre lo anteriormente expresado y se concrete en la adquisición por parte del estudiante de aquellos modos de pensar, sentir y actuar que le permiten adoptar una actitud personal y creadora en su relación con el mundo que le rodea y consigo mismo.

La adecuada vinculación del contenido de la enseñanza con los intereses, emociones, sentimientos que para el estudiante tienen un significado, favorece y potencia el desarrollo de la personalidad integral. Si se logra la coherencia, tanto de profesores y estudiantes, entre el sentir, el pensar, el decir y el actuar, es posible favorecer el modo de actuación de los mismos y se potencia su funcionamiento como sujetos de su propia formación.

1.4.4 La impartición de la asignatura por competencias con un enfoque axiológico.
El proceso de formación en los diferentes niveles del sistema educativo posee determinados propósitos, contenidos y vías, lo cual precisará el “para qué”, “qué” y “cómo”. La época actual impone la necesidad de un enfoque socio-humanístico de dicho proceso como cualidad muy especial, o como un norte de la formación.
En la cultura y también en la educación se interrelacionan dos grandes posiciones o paradigmas, el científico – tecnológico y el humanista; y así se afirma que en la formación del estudiante “no basta con plantear metas cognitivas sino de enlazarlas con otras de carácter social y humano” (Núñez, 1999). En ese sentido, la cuestión acerca de la esencia humana es fundamental para la educación.
En síntesis se puede afirmar que la educación tiene el gran desafío de participar en la formación de seres humanos armónicos que puedan contribuir al desarrollo de la sociedad con responsabilidad y altruismo, y esto se propicia mediante variadas influencias educativas en todos los niveles de educación. De este modo la reflexión y la investigación sobre realidad educativa, que conducen a innovar en la didáctica en el perfeccionamiento curricular, a luchar por mayor pertinencia de la formación ante la sociedad y que influya hacer crecer como ser humano a cada individuo en particular constituye tareas de alta responsabilidad para los docentes.
Las competencias humanas podrían especificarse en: generales o básicas, particulares o genéricas y específicas, de acuerdo con varios autores; asimismo, se manifiestan en el campo de la formación profesional o en la aplicación a situaciones de la vida cotidiana.

1.4.5 Vínculo de la teoría con la práctica.
Alude a la transferencia del aprendizaje a diferentes situaciones, es precisamente a esto a lo que se refiere el concepto de competencia cuando señala saber hacer en contexto, el contexto es precisamente el que implica la capacidad de transferir, haciendo uso del conocimiento en situaciones diferentes a aquellas en las que se produjo el aprendizaje.
Con frecuencia los profesores se quejan de que los alumnos no pueden transferir lo que aprenden, lo olvidan o sólo lo pueden hacer si la situación no varía, pero en realidad el accionar pedagógico-didáctico no está concebido para favorecer la transferencia. (Ruiz Iglesias, 2008).
La transferencia consiste en traspasar algo de una situación a otra. En el aprendizaje, transferencia significa que lo aprendido en una situación determinada sirve para otra que es similar o que guarda con ella algún tipo de relación. La transferencia es, por lo tanto, un proceso de pensamiento productivo, puesto que se consigue que una información almacenada sea funcional a las distintas situaciones de la vida.
Un modo que favorece el desarrollo del pensamiento transferencial que caracteriza el vínculo de la teoría con la práctica es el expuesto por (Hernández, 2000), el cual plantea las bases siguientes para favorecer el pensamiento transferencial: (adaptado por los autores).

  • Descubrir semejanzas y diferencias en lo que es objeto de aprendizaje.
  • Relacionar la información con todos los aspectos posibles.
  • Imaginar ejemplos.
  • Realizar generalizaciones o establecer principios generales.
  • Variar las situaciones en que se puede presentar un mismo concepto, objeto, principio, etc.
  • Lograr que las variaciones realizadas sean reales o semejantes a la realidad.
  • Variar los propios procedimientos de adquisición de conocimientos.
  • Desarrollar técnicas para obtener, organizar y recordar la información.

La facilitación de la transferencia en el aprendizaje constituye un objetivo esencial de la educación puesto que aprender no es un acto que se agota en la situación de aprendizaje en el aula. Su valor reside en poder aplicarlo en condiciones futuras y en ello consiste la esencia de la competencia.
El conocimiento de la esencia de los procesos, instrumentos y estrategias para cada tipo de saber se convierten en una herramienta importante para el diseñador, pues son precisamente esos componentes de donde determina cuáles son los saberes esenciales asociados a determinados criterios de desempeño.
En el saber conocer los procesos fundamentales son, de atención adquisición, recuperación, transferencia y evaluación.
Los instrumentos cognitivos son: nociones, proposiciones, conceptos y categorías. Las estrategias son cognitivas y metacognitivas.
El saber conocer está conformado por información específica e instrumentos cognitivos (nociones, proposiciones, conceptos y categorías) relacionadas con cada uno de los criterios de desempeño. No es simplemente memorización de información, sino que se define como la puesta en acción-actuación de un conjunto de herramientas para procesar información de manera significativa, acorde con las expectativas individuales, las propias capacidades y los requerimientos de una situación en particular.
En el saber ser los procesos fundamentales son de sensibilización personalización y cooperación. Los instrumentos son afectivos y abarcan valores actitudes y normas. Las estrategias se orientan hacia estrategias emocionales sociales y motivacional.
El saber ser comprende las actitudes necesarias para tener desempeños idóneos. Tiene como base la autonomía de la persona, sus valores, su autoestima y su proyecto ético de vida. En el saber ser, como puede derivarse, intervienen procesos del campo afectivo-motivacional. Por último, en el saber hacer el proceso es fundamentalmente un proceso de desempeño, donde se integran instrumentos de saber conocer y saber ser.
Los instrumentos son de actuación y las estrategias, por supuesto, son también estrategias actuacionales. Recordemos que la actuación tipifica al saber hacer, que es saber actuar en la realidad de forma sistemática y reflexiva, buscando la consecución de metas, de acuerdo con determinados criterios. No es el hacer por hacer, ni tampoco quedarse en la búsqueda de resultados con eficiencia y eficacia, se tiene esto en cuenta, pero en articulación con el contexto, la responsabilidad, la integridad, y la calidad de vida personal y social (Tobón, 2006).
El saber hacer consiste en saber actuar con respecto a la realización de una actividad o la resolución de un problema, comprendiendo el contexto y teniendo como base la planeación.
El saber hacer constituye el conjunto de procedimientos necesarios para el desempeño de una determinada actividad o tarea. Tienen como base la utilización de materiales, equipos y diferentes tipos de herramientas.