DESAFÍOS Y LEGADO DE 106 PERSONAJES AFROS Y AFRO DESCENDIENTES DEL ECUADOR, DESDE EL S. XVI HASTA EL S. XXI; Y EL TURISMO CULTURAL COMO ESTRATEGIA DE VISIBILIZACIÓN

DESAFÍOS Y LEGADO DE 106 PERSONAJES AFROS Y AFRO DESCENDIENTES DEL ECUADOR, DESDE EL S. XVI HASTA EL S. XXI; Y EL TURISMO CULTURAL COMO ESTRATEGIA DE VISIBILIZACIÓN

Nhora Magdalena Benítez Bastidas (CV)
Jorge Iván Albuja León
(CV)

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Importancia de los Afrodescendientes en la construcción de la historia del Ecuador

Actualmente los principales asentamientos de afrodescendientes se encuentran en las Provincias de Esmeraldas, Guayas e Imbabura, es así que los apellidos que se registran en estas provincias son provenientes en su mayoría del Congo; conforme lo afirma Díaz(2003, p 14) destacando“ Congo, Matamba, Cangá, Anangonó, Cambindo, Mairongo, Ayoví, Minda, Capena, Banguera, Carabalí”.  En este sentido, Kapenda Jean (2001) se refiere a las palabras africanas que se utilizan en el castellano del Continente Americano como catanga, cununu, marimba, wasa, ñame que se entiende fueron originarias de Katanga, Kongo y Angola, por lo que se presume que los esclavos fueron descendientes de estas naciones.

Sin duda, los esclavos en América generaron  importantes ganancias a sus amos, por lo que el comercio se incrementaba durante los siglos XVII, XVIII y XIX, al respecto Bertaux (1972)  asegura que los barcos negreros al nuevo continente provenían de: Senegal, Gambia, Costa de Oro, Ghana, Togo, Dahomey, Níger y coincide con Kapenda en mencionar Congo y Angola. Comercio que intensificó adquiriendo una justificación cristiana fomentada por el Obispo Mexicano Fray Bartolomé de las Casas.

Respecto a lo anterior Palacios (1973), señala que en América la trata esclavista ascendió al menos a 13 millones de seres humanos en esta condición. En Ecuador, el primer asentamiento africano se registra en lo que hoy es la Provincia de Esmeraldas quienes habrían llegado accidentalmente a mediados del siglo XVI como resultado del naufragio de un barco que se desplazaba de Panamá a Lima. Este evento se habría efectuado en 1533 con el caudillo Alonso de Illescas, quien con 6 mujeres y 17 hombres decidieron unirse a la población indígena entre los cuales, González (1970) destaca a los Niguas, Lachis, Campaces, Malabas y Cayapas, son idiomas distintos y así constituyeron la llamada República de los Zambos de Esmeraldas, es decir los hijos de un negro y una india, según afirman Whitten y Friedemann (1974).

Tardieu(2006, p.15), afirma que desde el punto de vista jurídico a los esclavos “ se les consideraba como bienes semovientes”, este autor menciona que resulta difícil establecer quienes fueron los primeros negros que pisaron tierra ecuatoriana, y en contraposición a la teoría que afirma que los primeros serían los esclavos negros que naufragaron en las costas del pacífico de Esmeraldas y  liderados por el cimarrón Antón y luego Illescas; pero lo que si se presume es que llegaron conjuntamente con los españoles, al menos, así lo manifiesta Federico Gonzáles Suárez. De hecho, Tardieu(2006), señala que se efectuaron dos expediciones para el descubrimiento del Mar del Sur(1524-1526) lideradas por Francisco Pizarro y Diego de Almagro y que no hay duda que también se desplazaron negros en calidad de esclavos, muchos de ellos habrían fallecido, al igual que los españoles por picadura de insectos que los enfermaron de dengue hemorrágico.

Para comprender el asentamiento afro en Ecuador, Díaz (2003)  manifiesta que los primeros negros serían procedentes del África Central y Austral, así los dos principales asentamientos se registran en Esmeraldas e Imbabura, a esta última provincia fueron traídos por los españoles, evidenciándose una importante presencia en el Valle de Coange (Chota) Salinas y Cuenca del Río Mira, siendo la orden de los Jesuitas los principales responsables de la esclavitud por intereses económicos. Los esclavizados según Costales (1964) citado por Antón (2007) señala que desempeñaron trabajos en las minas de oro y plata en Zaruma, Zamora, Cuenca, Quijos y Esmeraldas, también en las haciendas de caña, tabaco y algodón, de la misma manera en trabajos domésticos en las ciudades de Quito y Guayaquil; al igual que, llevaban una vida indigna en las haciendas de los Jesuitas del Valle del Chota, simplemente eran tratados como mercancía. Este pueblo, de acuerdo  a Reyes (1931), cuando se explotó hasta el cansancio a los indígenas fueron reemplazados por los originarios de África, llegando a sustituir a mulas y toros.

Para el siglo XVIII fue el tiempo de fugas, huidas, querellas, reclamos e impugnaciones, se instaló a lo que Tardeu (2006) llama manumisión por rescate, lo que significa que familiares libres podían comprar la  libertad de sus conocidos.  Según Antón (2007), el proceso de la abolición en el Ecuador fue bastante lento, establecido en 1.851 en la presidencia de José María Urbina, aunque claro, no significó la libertad total, solo se cambió de forma; es decir, pasaron a trabajar en el concertaje, en el huasipungo y la servidumbre, de todas maneras siguió siendo un sistema de dominación racial, situación que no ha cambiado mucho a tiempo presente; pues, persiste la exclusión, discriminación y racismo, aunque a veces originado y permitido por el mismo pueblo afrodescendiente.

El Ecuador de hoy es el resultado de sistemas de lucha desarrollados principalmente por el pueblo afrodescendiente e indígena, en el primer caso como señala Zapata (1989) la esclavización, obligó a adoptar otra forma de pensamiento y estilo de vida, lo que ha dado lugar a la llamada civilización afrodescendiente en las Américas.

Se debe comprender que al mismo tiempo que ha significado la desconstrucción de este pueblo, también se ha fomentado la construcción de sus procesos; así,  Zapata ( 1989, p.23) señala que la esclavización “despojó al africano de su cultura material ancestral, amenazó su espiritualidad y lo sometió a la desnudez total, al tiempo en que lo obligó a adoptar una nueva forma de elaboración de su pensamiento, un  replanteamiento de sus ideas culturales, una nueva construcción de imaginarios basados en materiales inicialmente desconocidos y traducidos en una lengua ajenamente impuesta”.  Los Afrodescendientes son el ejemplo de la lucha por los ideales y la constancia, con seguridad en el presente se está trabajando desde varios aspectos, lo que sin duda robustecerá este pueblo y la nación ecuatoriana.

Los afroecuatorianos han tenido una participación dinámica y activa en todos los diversos períodos  históricos que dado lugar a la construcción de la nación Ecuatoriana, así se debe señalar que por sus características físicas y de valentía se constituyeron en mano de obra importada en el sector agrícola y pecuario del país en especial para las congregaciones de religiosos cono fueron los Jesuitas, quienes almacenaron fortuna gracias a los originarios de África, aunque de forma denigrante; no obstante, han heredado formas y prácticas ancestrales de producción que al tiempo presente inciden positivamente en la economía de las poblaciones que aún registra esfuerzo afrodescendiente como es caso del Valle del Chota, Salinas y Cuenca del Río Mira.

Como no destacar el valioso involucramiento y aporte a las gestas independistas para liberarse del yugo español. Para los próceres de estas batallas y para quienes ayudaron a conseguir la victoria, el libertador Simón Bolívar decretó la libertad absoluta. Así, logró fortalecer los ejércitos y alcanzar el propósito de libertad de la nación, aunque poco o nada se reconozca sobre la valía de los afrodescendientes.

Según Antón (2012), otro hecho histórico, en el que intervinieron activamente los afrodescendientes es en la revolución liberal de 1895, en la que respaldaron completamente a Eloy Alfaro, con la frase ¡libertad o muerte!, por lo que el autor señala que la principal motivación de los negros en la Revolución Liberal tuvo que ver con la motivación de conseguir la libertad y una ciudadanía plena. De la misma manera participaron en la Revolución de Esmeraldas, más conocida como la Revolución del Coronel Carlos Concha (1913-1916); en la cual,  según Carrión (1980) citado por Antón (2012), el propósito de esta batalla habría sido vengar el arrastre y asesinato del General Eloy Alfaro; aunque otros estudiosos señalan que fue el descontento de Concha con respecto a la administración presidencial de Leonidas Plaza.

Desde luego, las luchas revolucionarias no lograron conseguir todos los sueños y anhelos de los afrodescendientes; sin embargo, la Constitución de 1906  destaca la separación de la Iglesia y el Estado; creación de escuelas y colegios; la instrucción primaria gratuita y obligatoria; promulgación de las leyes del matrimonio civil, de beneficencia y de Manos Muertas que quiere decir la expropiación de las propiedades de las congregaciones religiosas; se suprimen Los diezmos eclesiásticos y la contribución obligatoria del indio; además, el concertaje queda abolido legalmente, aunque en la práctica subsistió.

Es importante conocer que ocurrió con los indígenas y negros, después de la Constitución antes señalada, y para el efecto se cita a Moreano (1976), quien señala que lo que se logró fue la intensificación de la acumulación del capital, se incrementaron los burgueses y a decir de los indígenas y sobre todo los negros no asistieron a la escuela laica obligatoria; es claro que, continuaron siendo peones de los terratenientes, solo se cambió el mecanismo y/o forma de esclavitud.

Entonces, es muy claro que la Revolución Liberal dio lugar a los primeros millonarios del país, pues, se crearon y consolidaron las bases del capitalismo del país en el marco de la expansión de la economía norteamericana. Esto significó, intensificar la producción industrial  y comercial, por lo que los capitalistas norteamericanos facilitaron los recursos económicos al Presidente Eloy Alfaro, para la construcción del ferrocarril Guayaquil- Quito; siendo, la obra más importante de la Revolución Liberal. Desde luego, como siempre, el trabajo forzado estuvo destinado para el negro. Sin duda, fueron los pioneros en surcar los caminos para que atraviesen los rieles y el tren, muchos de ellos murieron en condiciones insalubres principalmente por fiebre amarilla, paludismo, disentería y por los riesgos en la construcción.

También la historia muestra la lucha por la tierra y el resurgimiento de la identidad negra, misma que se ha logrado desde 1960 hasta la presente fecha. Según Zambrano (2010, p.23) “la alta concentración de tierras en Valle del Chota hizo que la Ley de Reforma Agraria, tanto de 1964 como de 1973, apareciera como una oportunidad importante para la población campesina”. Efectivamente al entregar los huasipungos y promover la Ley de Reforma Agraria, los terratenientes podían mantener sus tierras mucho más productivas, generaban empleo, en muchos casos tecnificaron la agricultura y ganadería, y lo mejor de todo es que ya no tenían que compensar a los huasipungueros todos los años de trabajo. Sin duda, los afrodescendientes como los indígenas en todas estas décadas han impulsado la producción, la industrialización y han  contribuido a la modernización y consolidación de tres importantes ciudades como son Quito, Cuenca y Guayaquil.

Es necesario destacar que los afroecuatorianos estuvieron presentes en la defensa del territorio ecuatoriano entre 1919 y 1941 con el país vecino del Perú, en el cuál gritaban ¡Túmbez-Marañón o la guerra!, allí estuvieron los negros macheteros de Esmeraldas, en primera fila de combate.  Es claro, que el pueblo negro del Ecuador ha estado presente siempre en las luchas independentistas, revolucionarias y progresistas, lo que ha dado lugar al Ecuador en democracia.

La lucha por los derechos humanos por parte del pueblo originario de África, siempre ha estado presente; aunque, no como se esperaba después de la Carta de Libertad o Ley de Abolición de la Esclavitud de 1852, según explica Antón (2007). Sin embargo, a finales del siglo XIX ya conquistaba derechos civiles y políticos con algunas estrategias que aplacan el racismo, la discriminación y la exclusión. Es claro que,  los afrodescendientes traen en su sangre, en sus genes la decisión de luchar por causas justas y sus ideales. El pueblo afro, reconoce la contribución de Jaime Hurtado (MPD) para la visibilización del pueblo, a Ernesto Estupiñán, Alexandra Ocles; porque, han generado procesos de participación ciudadana.

Cómo no destacar el aporte y valor cultural de los afrodescendientes a la identidad Ecuatoriana, aunque ha sido sensible en el tiempo a problemas socio culturales, económicos, políticos, religiosos, ambientales, es un pueblo que mantiene su patrimonio cultural vivo. García (2012) afirma que han hecho parte de la vida cotidiana del pueblo negro ecuatoriano y se han caracterizado por ser vehículos de transmisión de enseñanzas, en los que han bebido muchas generaciones, contribuyendo al fortalecimiento de la identidad y el sentido de pertenencia a la cultura Afroecuatoriana. Es vital conocer sobre la cosmovisión, religiosidad y fiestas de los afrodescendientes para comprender a sus comunidades en la práctica de sus expresiones ancestrales, se logrará en el presente artículo a través de las biografías de sus personajes.

Aunque se detallará más adelante los aportes de los afrodescendientes al Ecuador a través de sus principales líderes y personajes, es importante destacar la producción y fortaleza literaria que sin duda ha dado visibilidad a la cultura afroecuatoriana a nivel nacional e internacional. Así: Handelsman (2001); Hidalgo (1982) y Rahier (1985) destacan en sus investigaciones a: Adalberto Ortíz, (1914 - 2002) quién escribió poemarios como: Jolgorio, Tierra Son y Tambor; novelas como: Juyungo,  La Entundada, La Ventana y el Espejo. También resaltar a Antonio Preciado (1944), considerado uno de los mejores poetas de Ecuador, se asume que tiene influencia del cubano Nicolás Guillén; principalmente escribe sobre aspectos poéticos y románticos de los negro con términos africanos, su obra más premiada es el Poemario De Sol a Sol. 
Otro gran personaje en el ámbito literario es: Nelson Estupiñán Bass, (1915 – 2001) autor de: Cuando los Guayacanes Florecían, Canto Negro por la Luz, El Paraíso, el Ultimo Río, Las Huellas Digitales  y Timarán y Cuabú. Desde luego, existen muchos otros destacados escritores afrodescendientes como: Julio Estupiñán, Lady Ballesteros, Argentina Chiriboga, Jalisco González, José Sosa, Mireya Ramírez, Orlando Tenorio,  Adalinda Zamora, Juan Montaño, Julio Micolta, sin embargo, Ortiz, Preciado y Estupiñán han alcanzado gran prestigio y reconocimiento a nivel nacional e internacional.

Para nacionales y extranjeros es posible conocer y aprender de su música, danza,  historia contada,  mitos, leyendas, gastronomía, vivienda, prácticas agrícolas ancestrales, medicina ancestral, literatura, artesanía y el carisma propio del pueblo negro en toda su máxima expresión.

En la música, se destacan los ritmos al son de: la marimba, arrrullo, bundes, alabaos, bomba, el guasá, la agualarga, el andarele, la caderona, la fuga, el fabriciano, la cumbia y el berejú de pleno origen africano. Son ritmos que conservan características tradicionales con fuerte contenido étnico.  La música, se caracteriza por ejecutarse con instrumentos de viento y percusión.  En la gastronomía existe una gran variedad de platos que actualmente no solamente se restringen al consumo en los hogares afrodescendientes, sino que se ha convertido en una fuerte oferta y alternativa gastronómica en los emprendimientos turísticos de estos pueblos; así por ejemplo, es posible deleitarse de: muchines de yuca, plátanos verde y maduro, panda de pescado, sancocho de gallina, encocados, secos de guanta, venado y tatabra, el mazato de maduros, chapil y chontilla, la bala barbona, el cazabe, el plátano frito  y mucho más.

En el ámbito deportivo, Ecuador ha tenido y tiene un reconocimiento y presencia mundial debido al talento y valor de los afrodescendientes, este aspecto también será ampliado y fundamentado más adelante. Sin embargo, se destaca a Kid Lombardo, conocido como el caballero de los puños y con representación latinoamericana, también la atleta Carola Castro Jijón, conocida como la flechita de oro, además de Olga Quiñonez destacada en básquet, Alfonso Quiñonez Bonito en la categoría de básquet, Luz María Cabezas la vicecampeona en lanzamiento de bala y campeona en jabalina, salto alto y triple, Fausto Velásquez en básquet, natación y boxeo, Nubia Villacís en jabalina, Publio Rodríguez en peso Walter. Cómo no recordar al máximo goleador  de la Copa Libertadores de América Alberto Spencer; otros deportistas destacados son: Luis Castillo (peso pesado), Hugo Chila (salto triple), Flanklin Nazareno Macías (atleta), Jaime Cortez Padilla(boxeo), Seledina Nieves(pesista), Alexandra Escobar(pesista), Carmen Chalá ( Judoca). En el campo futbolístico destacar a Christian Benítez, Agustín delgado, Iván Hurtado, Ulises de la Cruz, Edison Méndez, Carlos Tenorio, Otilino Tenorio entre otros. En la revisión de todas las investigaciones, es claro evidenciar que la esencia de este pueblo está visibilizándose cada vez más, lo que contribuye a la revalorización y puesta en valor en favor de su clase.

Es importante destacar que el pueblo afrodescendiente sigue en franco proceso organizativo, según Tadeo (1999) empieza en 1979 y con logros muy importantes. Entre los centros y organizaciones se destacan: MAEC, Comarca Afroecuatoriana, FECONIC, CIFANE, AZÚCAR, AFROAMÉRICA XXI, PIEL NEGRA. CODAE,  SIISE - MCDS, CONAMUNE,  ASONE,  FECUNE, entre otras. Lo cierto es que la unión y fuerza de este pueblo se está visualizando a través de publicaciones permanentes físicas, virtuales; también, se desarrollan encuentros, congresos y reuniones de trabajo que fomentar la integración y el involucramiento en los procesos de desarrollo del Ecuador.