EL MIEDO, LA FRUSTRACIÓN Y LA INDIFERENCIA ELECTORAL Y POL�TICA EN LA CIUDAD DE TEPIC, NAYARIT, 2011

3.3 Preferencias electorales de la ciudad de Tepic, 1996-2010

3.3.1 El PRI como primera fuerza electoral

Como se ha visto el PRI es la primera fuerza electoral en la ciudad, a continuación se expondrá cuál es la segunda fuerza electoral.

3.3.2 PRD y PAN como segunda fuerza electoral

Respecto a la segunda fuerza electoral, a continuación se hará un análisis enfocado específicamente a los resultados por seccional en la ciudad de Tepic en base a los promedios de votación para el periodo de 1996-2008 en elecciones de diputados locales y de presidentes municipales; y en el periodo de 1999-2005 para las elecciones a gobernador.
Presidente municipal
          Para presidente municipal la segunda fuerza más importante es el PAN (en relación a la preferencia electoral de los ciudadanos). De 1996 a 2008 en la ciudad ha tenido el 20.88% de los votos en promedio, seguido de cerca por el PRD con el 18.58%. Es importante decir que la suma de votos de los demás partidos da un total de 11.21% (en promedio).
Si se observa la ubicación de las casillas dónde el PAN tiene fuerza mayoritariamente (gráfica 18), se apreciará que se forma un campo geográfico algo triangular delimitado aproximadamente en sus aristas de la siguiente manera, las colonias al margen de la parte oeste del libramiento (de sur a norte, colonias Sauce, Caminera, 15 de Mayo, Cuauhtémoc, San Juan, Rincón de San Juan, Obrera, Lindavista, FOVISSSTE) formando una línea en el lado oeste, posteriormente la delimitación al norte la hacen las colonias E. Zapata, López Mateos, H. Casas, Amado Nervo, Acayapan, Paseo de la Contitución y la parte más al norte de la zona centro, se tiene otra delimitación al sureste formada por las colonias Magisterial, Chapultepec, la zona centro, fraccionamiento Simancas y Las aves, Valle de Matatipac, Inf. Los fresnos y la Lázaro Cardenas.
Respecto al PRD, para las elecciones de presidente municipal, tiene mayoría de votos predominantemente en las seccionales que están en los márgenes de la ciudad: al norte, en colonias como Lomas bonitas, 1 de Mayo, Las flores, El rodeo, López Mateos, América Manriquez, Lomas Altas, El faisan, Fco. Villa. Al noreste Puertas de la laguna, Chapultepec, Reforma. Al éste Reforma, Tierra y libertad, Prieto Crispin, Gobernadores, 2 de Agosto, Pte. De San Cayetano, Hidalgo, Sauces, Provincia.
          La única seccional dónde la mayoría de los votos, como segunda fuerza electoral, es para “otros” partidos distintos de PRI, PAN y PRD en su conjunto es una ubicada en la col. Venceremos. Otros aglutinan todos los otros partidos.

          Para las elecciones de diputados locales PAN y PRD son las dos fuerzas que se disputan el segundo lugar en las seccionales, el PAN con un promedio de 17.78% y el PRD con 18.97%. Para este tipo de elecciones los partidos en conjunto presentan un 15.52% de los votos totales. A diferencia de los resultados a nivel presidente municipal, en la gráfica 19 se observa una concentración geográfica más reducida de las seccionales donde predomina la fuerza panista, concentrándose especialmente en la zona centro de la ciudad, y de noroeste a sureste por las colonias Obrera, San Juan, Versalles, Electricistas, Fracc. Fray Junípero Serra, San Antonio, Centro, Cd. Del valle, Menchaca, Burócratas fed., Los fresnos, Valle de Matatipac, Caminera, Lázaro Cárdenas, 15 de mayo, Miravalles, Sauce. En cuanto a la fuerza perredista se observa que tiene una mayor predilección en aquellos votantes que están en los márgenes de la ciudad.
          Para las elecciones de gobernador, la segunda fuerza más importante es el PRD en su totalidad (26.8% de los votos en promedio de todas las seccionales para las elecciones de 1999 y 2005), ninguna otra fuerza aparece como ganador en ninguna seccional, tal y como se aprecia en la gráfica 13.
          Como se ha observado, es distinto el resultado electoral que se tiene en elecciones de gobernador en contraste con las de diputados y presidentes, teniendo estos dos últimos tipos de elecciones resultados electorales más similares entre sí.

3.4 Conclusiones
          El no voto, la abstención en Tepic y en Nayarit es históricamente muy elevada. Desde 1996 a 2008 en elecciones de presidentes municipales en la ciudad de Tepic fue de 46.77%; en el municipio de Tepic de 41.8% en promedio; y a nivel estatal de 40.55%. En las elecciones de diputados locales para el mismo periodo en la ciudad de Tepic fue de 43.66%; de 41.81% a nivel municipio; y de 43.03% a nivel estatal. En elecciones de gobernador (1999-2005) la abstención en promedio es de 38.09% en la ciudad; de 35.41% en el municipio de Tepic; y de 37.7% a nivel estatal. Sólo para recalcarlo la abstención es ligeramente mayor en la ciudad que a nivel municipal o estatal.
Los anteriores porcentajes de abstención que rondan casi en el 50% hacen necesario cuestionar el por qué los ciudadanos no votan, si los ciudadanos son unos irresponsables por no acudir a las urnas o si por el contrario ellos tienen sus motivos. Al respecto como se dijo han existido eventos que han disminuido, frenado y desalentado la participación de los ciudadanos. Por ejemplo un fenómeno que dañó muchísimo la asistencia electoral fue el fraude electoral que se dio por 70 años mientras el PRI gobernó soberanamente. La lógica posible bajo la cual aumentó la abstención es: si los ciudadanos saben de antemano qué partido ganará, dado que las condiciones de competencia son favorables a un partido en especial, entonces para qué acudir a votar. Esto hizo de las elecciones un proceso meramente ritual, carente de contenido evaluativo o de una real representación de intereses y elección de proyectos de desarrollo para la nación, el estado o la localidad.
Otros eventos que fomentan la abstención son las numerosas irregularidades electorales que se han cometido y siguen sucediendo, acarreo de votantes, robo de urnas, compra de credenciales, clientelismo electoral donde los más pobres son los más susceptibles a estas corruptelas, dada su necesidad de vestir, comer, descansar, etc.,  entre otras. Todas estas irregularidades aunque no se comentan de forma abierta en los medios de comunicación son bien conocidas por la ciudanía la cual es probable que no esté votando porque rechazó deliberadamente esta situación en la que no se le toma en cuenta y se hace uso de él sólo para lograr fines políticos ajenos al ciudadano. Asimismo las corruptelas hacen que el ciudadano se pueda plantear lo siguiente: si el ciudadano cree que finalmente los resultados no serán fiables entonces se plantea para que perder el tiempo en ir a votar si finalmente no se le tomará en cuenta. Si se trata de jugar y de disimular el ciudadano juega y disimula.
          El no voto también es producto de la ignorancia, los ciudadanos no se creen capaces o no creen que puedan hacer el cambio o mejorar la situación mediante el voto; pero sobre todo, es probable, que el no voto sea producto de la sensación de impotencia, como creen no poder influir en términos reales en la política y las decisiones importantes del país terminan por rechazar rotundamente el voto como medio de representación de sus ideales e intereses. Deja de tener sentido el acto de ir a votar y finalmente se traduce en rechazo e indiferencia que deriva en abstención electoral.
El problema es la impotencia, la insignificación, la resignación, es probable que el ciudadano viva dentro de un fatalismo que le conduce a un conformismo. Crespo (1995:177) dice que es importante tener en cuenta que sobre todo la abstención se deriva de las instituciones políticas del régimen político, que hacen más costoso la lucha frontal en su contra, más tolerable la dominación autoritaria, menos urgente la instauración de una democracia real y más atractivo el cambio pacífico mediante las instituciones vigentes, para así evitar riesgos innecesarios. Sin embargo, a pesar del argumento el hecho sigue siendo que el ciudadano está paralizado ante lo que le sucede. La cultura política como se ha visto no es unidireccional de los ciudadanos hacia la clase política e instituciones sino bidireccional y la calidad y funcionamiento de las mismas influye en el comportamiento político del ciudadano. Por lo que instituciones corruptas fomentan culturas políticas distanciadas aún más de la sociedad a quién dicen servir y representar.
          Parece que en la sociedad actualmente subsiste esta sensación de ser impotente ante lo que sucede, de que no queda de otra más que aceptar las cosas como están. Lo anterior se dice en un sentido general pero han existido manifestaciones de la sociedad civil en búsqueda de mayor transparencia, al respecto en 1993 por ejemplo los ciudadanos se inconformaron se manifestaron aunque fueron repelidos por la policía y lastimados, la sociedad trata de hacerse escuchar y de hacer valer sus derechos. Es importante decir que los movimientos son encabezados sobre todo por partidos políticos particulares.
          Otro fenómeno que sigue fracturando la democracia en la ciudad es la crisis política existente, la crisis de representación, donde la mayoría de los ciudadanos de Tepic dicen no saber qué partido representa sus intereses. En este orden de ideas hasta el día de hoy subsiste el corporativismo y es uno de los elementos que hacen que el voto duro sea predominantemente para el PRI en la ciudad. En este sentido se puede deducir que una parte destacada de la participación electoral se explica porque el ciudadano al votar evita que no lo corran de su trabajo o logra no padecer represalias y/o señalamientos.
          Otro elemento importante que ha fomentado el silencio de la gente es el narcotráfico que fomenta el miedo de la ciudadanía, el aumento de casos impunes de homicidios por todo el Estado y en el municipio. Es conocido que las personas no deben de hablar del narcotráfico o de ninguna banda delictiva dado que existe la creencia de que hablar de ellos puede traer un perjuicio personal. Y claro que este es un tema político que está afectando a todos los habitantes.
          Por último cabe preguntarse si los ciudadanos que acuden a votar, votan para aliviar la tensión de que es su deber hacer algo respecto a los problemas sociales.