PROPUESTA DE ACCIONES PARA FORTALECER EL VALOR PATRIOTISMO EN LOS ESTUDIANTES DE LA SECUNDARIA BÁSICA ARMANDO GARCÍA ASPURU

PROPUESTA DE ACCIONES PARA FORTALECER EL VALOR PATRIOTISMO EN LOS ESTUDIANTES DE LA SECUNDARIA BÁSICA ARMANDO GARCÍA ASPURU

Maximiliano Pérez Barrera
Instituto Superior Pedagógico "Frank País García"

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MARCO TEÓRICO REFERENCIAL

Se realizó un análisis de los elementos más esenciales relacionados con la formación de valores. Se mantuvo una lógica investigativa que fue de lo más general a lo particular y de ahí a lo singular, ya que partiendo de las investigaciones  realizadas  es posible conocer lo antes expuesto sobre la formación de valores y brindar un  aporte práctico sólido y actualizado.
El término proceso desde el punto filosófico es un paso, avance. “Transformación sistemática sujeto a ley, de un fenómeno, paso del mismo a otro fenómeno1 . Ahora bien el proceso pedagógico incluye los procesos de enseñanza y educación, organizados en su conjunto y dirigidos a la formación de la personalidad, en este proceso se establecen relaciones sociales activas entre los pedagogos y los educandos y su influencia recíproca subordinada al logro de los objetivos planteados por la sociedad. La concepción elaborada por el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas la cual refiere que el proceso pedagógico abarca la enseñanza y la educación. Organizados en su conjunto implica la dirección de todo este proceso al desarrollo de la personalidad.  
Es este criterio  el que se ha tenido en cuenta en la presente investigación por considerar pertinentes las características internas que emergen del mismo. Se destaca su carácter integrador  así como  la relación entre instrucción y educación que se revela desde las propias particularidades de esta enseñanza y su dirección al desarrollo multilateral de la personalidad.  No obstante existen otros criterios que son mucho más abarcadores y que se acogen al tema de investigación.
Se considera oportuno e importante señalar las características que reúnen los estudiantes que se toman para el desarrollo de este trabajo los cuales se encuentran  en la  adolescencia; etapa del desarrollo del hombre en la que se producen una serie de cambios psico-biológico-sociales cruciales para la definición de la personalidad. Tomando en consideración la necesidad que tiene todo docente que se enfrente a estos alumnos  de conocer sus particularidades. Es precisamente en esta etapa donde se define en el hombre su personalidad, identidad social y roles que desempeñará en la sociedad.
En esta fase de desarrollo en el individuo se producen cambios físicos como la variación de sus proporciones corporales, experimenta su maduración sexual y madura su sistema nervioso aumentando la estabilidad de este. Como resultado de su desarrollo psicológico el adolescente tiene necesidad de autodeterminación e independencia, necesita que se le reconozca como adulto, actuar acorde con sus ideas, convicciones, que lo dejen emitir sus opiniones y aspiraciones y sentir que ya no es excesivo el tutelaje familiar.
Es imprescindible que el docente conozca a fondo todas estas  particularidades de este adolescente y lo ayude ha asumir estos cambios como parte insoslayable de su formación como persona guiándolos, encaminándolos, escuchándolos, haciéndolos reflexionar, nunca tratando de imponer sobre ellos sus puntos de vista,   cuestión que no contribuye a potenciar en estos un espíritu critico, flexible y analítico, el nivel secundario básico recibe los alumnos en la adolescencia temprana, es decir,  entre los 10 y 15 años donde tiene que enfrentarse al período más difícil de estos. Tendrán ante si los docentes de esta enseñanza el reto de garantizar la instrucción y la educación de estos adolescentes para que logren alcanzar una preparación integral que le permita ascender a planos superiores.
Es aquí donde entra a jugar un papel importante la formación de valores. El desarrollo integral de la personalidad incluye un sistema de valores, normas y comportamientos  que están condicionados por la sociedad en que se vive.
La sociedad socialista demanda de sujetos que posean este sistema de valores y desde la propia política educativa quedan muy bien trazados y se encuentran en estrecho vínculo con el fin y objetivo de la Educación Secundaria Básica.
Según el nuevo modelo en este nivel de enseñanza  “La escuela secundaria tiene como fin la formación básica e integral del adolescente cubano, sobre la base de una cultura general, que le permita estar plenamente identificado con su nacionalidad y patriotismo, al conocer y entender su pasado, enfrentar su presente y su preparación futura, adoptando conscientemente la opción del socialismo, que garantice la defensa de las conquistas sociales y la continuidad de la obra de la Revolución, expresado en sus formas de sentir, de pensar y de actuar.” 2
Este   fin se expresa en objetivos formativos  del nivel y del grado (ver anexo 1)  que debe evaluar el Profesor General Integral, al atender sólo a 15 alumnos, y estar en contacto directo con él prácticamente todo el día, tiene la posibilidad de utilizar como método principal, la observación directa y participante en todas y cada una de las actividades de cada día, de manera de registrar las actitudes de cada uno de los alumnos, tanto en los debates teóricos sobre los valores, como ante los conflictos prácticos que tengan lugar en la escuela o en su entorno.
En consideración del autor de este trabajo, lo anterior no significa que el Profesor General Integral no pueda hacer uso de otros métodos de probado valor, para conocer al menos las orientaciones valorativas de los adolescentes como talleres, actividades extraescolares con la familia, la comunidad.
Resulta conveniente que la escala que se utilice para hacer tal evaluación, sea cualitativa y que la obtención de cada categoría esté bien determinada por la presencia de determinados indicadores.
  Muchas son las interrogantes que pudieran hacerse acerca de la educación en valores como por ejemplo ¿Qué son los valores?, ¿Qué relación existe entre la educación en valores y el proyecto educativo?, ¿Es tarea de la escuela formar valores? Pudieran existir otras pero al menos estas conducen al análisis de los valores en la formación del individuo.
Al enfocar la problemática se debe tener presente  que los valores existen en la realidad social y han de convertirse en formaciones internas del sujeto, a las que llega por un proceso que se desarrolla en un sistema dado por lo tanto la formación y apropiación de los valores es un proceso esencialmente ideológico, en indisoluble correspondencia con las exigencias del sistema social. Es decir los valores actúan  como reguladores de la conducta en el orden  individual y al mismo tiempo constituyen fuerzas movilizadoras en la sociedad, expresan tendencias al desarrollo social.
El Dr. Gilberto García Batista (2002) en su artículo ¿Por qué la formación de valores es también un problema pedagógico?, expresa que los valores constituyen una guía general de conducta, que se derivan de la experiencia y le dan un sentido a la vida  propician su calidad de manera que están en relación con la realización de las personas y fomentan el bien de la comunidad y la sociedad en su conjunto.
El proceso de la educación en valores y de su formación en los sujetos como producto de la interiorización de aquellos, está condicionado por el desarrollo y la experiencia histórica social e individual de cada uno y en él influyen otros factores: el medio familiar, la ideología imperante al nivel de la sociedad, la situación económica social así como la preparación educacional que reciben en la institución formadora.
Varias son las ciencias en la que la categoría valor esta estudiada, se hace referencia fundamentalmente a la que se consideran más importantes. Desde el punto de vista de la Sociología se plantea que los valores en esta ciencia se asocian a las fuerzas motrices del funcionamiento de la sociedad, a la direccionalidad de su movimiento, a la finalidad de las conductas sociales, al decir del Dr. Fabelo ( 2001).
El análisis filosófico de esta temática, se realiza contraponiendo  las ideas  fundamentales de la filosofía burguesa, el idealismo objetivo el pragmatismo el irracionalismo y el positivismo, con la concepción marxista de los valores sociales:
En la ciencia psicológica los valores se configuran a través de las personas concretas que lo asimilan, se apropia y desarrolla como algo suyo mediante su experiencia personal como resultado del sistema de relaciones y la comunicación que establece con sus semejantes.
La tarea fundamental desde el punto de vista psicológico reside precisamente en encontrar o mostrar como los valores existentes en la sociedad se transforman en valores individuales que el sujeto trata de alcanzar  actuando en correspondencia con la exigencia de esa sociedad. Se  establecen desde este punto de vista diferenciaciones de enfoques,  el idealista representado por T. M Newconb, M. Sheriff y el marxista representado por Leontiev, N. I. Niepomniachaya.   Especial tratamiento aparece en obras de autores cubanos acerca de la problemática de los valores y su interiorización individual en forma de orientación valorativa o actitudes.
Esther Báxter Pérez (2007) en el material “Educar en valores: Tarea y reto de la sociedad”  brinda un análisis acerca de las posiciones psicológicas en que se fundamenta la problemática de los valores  a partir de  las teorías dadas por Henry Wallon, Jean Piaget y Vigostki)( 1987).
Henry Wallon (1879 – 1962) francés, su teoría  hay que entenderla como  el estudio genético  de la personalidad que no solo incluye la explicación global del desarrollo de la misma a través de una serie de etapas sino que distingue y analiza dentro de la unidad de los  individuos cuatro parámetros fundamentales como proceso relativamente diferenciado del conjunto de la personalidad:

  • La actividad tónica postural.
  • Procesos emocionales.
  • Procesos inteligentes
  • Formas concretas del medio.

Abordó de forma diferente el desarrollo psíquico de la infancia y señaló que el fenómeno psíquico no es reflejo exacto de la realidad, su psicología y  método genético  fue una nueva manera de hacer psicología infantil. En su teoría el método genético  es un recurso que el sujeto trae y le permite construir el intelecto y la conciencia humana, en su época aporta una nueva y realista óptica para interpretar la relación del niño con el adulto.
Concibe el desarrollo moral como el resultado de un análisis dialéctico e integrado del desarrollo de la personalidad, partiendo de su maduración funcional y orgánica y aunque hace referencia al medio o contexto donde el sujeto se educa, la influencia de estos resulta relativamente pobre o muy limitada en la formación de la personalidad del sujeto educable. En  su concepción propuso y logró superar las tesis del materialismo  mecanicista y del positivismo que imperaba en la época así señala al referirse al término materialista, que serlo desde el punto de vista de la teoría del conocimiento implica situar la existencia de lo real ante de la representación que de ello se hace en la mente por lo que sitúa a la materia antes de la conciencia.
Jean Piaget (1896-1980), biólogo, filósofo y psicólogo suizo, sin proponérselo  hizo aportes a la pedagogía para él las causas y génesis del desarrollo del conocimiento están en como el hombre construye el conocimiento. En su teoría existen dos mecanismos la asimilación y la acomodación. Reconoció al hombre como ser biológico, y que está en una constante búsqueda del equilibrio entre la asimilación y la acomodación inmerso en una sociedad a la que tiene que adaptarse, no obstante le concedió a la educación un papel importante como factor externo para el desarrollo psíquico humano.  A partir de una consecuente aplicación del método genético establece una periodización del desarrollo moral del niño, esta abarca la indiferenciación egocéntrica  propia del  período sensorio motriz, pasando por el  realismo moral operatorio hasta la  construcción del juicio moral, propio del período formal cuando el niño arriba a los 11 o 12 años de edad. Planteó un conjunto de situaciones problémicas a los niños a manera de dilemas morales. La originalidad de Piaget radica en que desplazó los estudios morales de la época hacia la estructura del razonamiento moral tomando como premisa el desarrollo de la inteligencia.
Liev  Semionovich Vigostki Psicólogo Ruso (2001)   ofrece una concepción más integrada sistemática y acabada del desarrollo psíquico. Tiene el mérito de haber estructurado  el estudio  e interpretación del fenómeno psíquico apoyándose en una metodología dialéctico materialista, incorpora por primera vez el materialismo histórico para la verdadera evaluación del problema del hombre en su tiempo. En su teoría concibe la actividad social estando presente para lograrlo la necesaria orientación y dirección por parte de los adultos en la contextualización cultural como experiencia histórico social actuando en y sobre la base de las funciones psíquicas superiores que constituyen los fundamentos  del desarrollo moral del niño que se educa y forma.
El desarrollo moral del niño desde la perspectiva del enfoque histórico – cultural se ve como un proceso complejo de movimiento desde concepciones y conductas apenas tomadas de normas hacia un nivel superior en el que el sujeto va conformando una concepción moral del mundo sujeta a una normatividad interiorizada concientemente y que le permite autorregular su comportamiento. En su época trato de dar una caracterización de las peculiaridades de las estructura de las particularidades psicológicas del niño de distintas edades, según él, las diferentes funciones psíquicas crecen y se desarrollan irregularmente, existiendo para cada una su periodo de desarrollo óptimo. Consideramos esta caracterización de gran importancia para la investigación ya que permite la adecuación de las actividades propuestas en correspondencia con una de esas etapas (la adolescencia).
El desarrollo psíquico tiene un carácter integral y en general opera a partir de la relación social y desde ella se genera la actividad psíquica interna. En contraposición a teorías  como el conductivismo y constructivismo que dividen en dos esferas la actividad psíquica: lo cognitivo y lo afectivo. Vigostki (1987) señala que cuando se habla de la relación entre pensamiento y lenguaje con respecto al resto de los aspectos de la conciencia no es más que la vinculación entre inteligencia y afecto. En su opinión la separación del aspecto intelectual de la conciencia de lo afectivo y lo volitivo, es uno de los defectos de la psicología tradicional.
El análisis psicológico realizado permite concluir que los valores constituyen componentes esenciales en la estructura de la personalidad y orientan y regulan su actuación.
La concepción de enseñanza desarrolladora se convierte en el sustento pedagógico de esta investigación, en torno a ella,  han surgido diversas concepciones. Una  de ellas, es la propuesta elaborada por Vigostki el cual reconoce que una educación desarrolladora es la que conduce al desarrollo, va delante del –guiando, orientando, estimulando- es la que promueve aprendizajes desarrolladores. Más  tarde Margarita Silvestre y J, Zilberstein en su  trabajo " Hacia una didáctica desarrolladora " (2002), plantean que como resultado del perfeccionamiento continuo de la educación de las demandas sociales a la práctica educativa social y de la construcción teórica que se lleva a cabo en las ciencias pedagógicas, se ha producido en el país una profunda reconceptualización del vínculo entre los procesos de enseñanza- aprendizaje y desarrollo enfatizándose en el carácter socializador, formativo y desarrollador del proceso de enseñanza- aprendizaje.
El  Instituto Central de Ciencias Pedagógicas  y el centro de Estudios Educacionales del Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona” han brindado también concepciones acerca de este proceso, la misma tiene un referente teórico- metodológico común en la Escuela  Histórico- Cultural; sus posiciones generales respecto a la relaciones entre la enseñanza, el aprendizaje y el desarrollo son  afines, sirven de referente para la integración de los fundamentos psicopedagógicos 3 de la dirección del proceso, tienen como base común:

  • Un enfoque dialéctico y humanista del proceso enseñanza – aprendizaje centrado en el desarrollo integral de la personalidad, considerando la unidad de lo afectivo y lo cognitivo y lo  instructivo y lo educativo.
  • La relación entre los procesos interpsicológicos e intrapsicológicos  es decir aprender supone el tránsito de lo externo a lo interno según la ley de la doble formación de los procesos psicológicos formuladas por Vigostki.
  • El papel otorgado al desarrollo de la conciencia y la autoconciencia en la formación de la personalidad.
  •   El esclarecimiento de los momentos funcionales de la actividad-orientación, ejecución y control-que determinan y expresan particularmente  diferentes formas de funcionamiento y estimulación del desarrollo.

En su concepción de aprendizaje desarrollador también se apunta hacia la necesidad de concebirlo como"…un proceso de apropiación activa y creadora de la cultura,  que propicia el desarrollo del autoperfeccionamiento constante de la persona, de su autonomía y autodeterminación en intima conexión  con los necesarios procesos de socialización, compromiso y responsabilidad social”.
Aprender es proceso que ocurre a lo largo de toda la vida y que se extiende en múltiples espacios y formas esta vinculado a las experiencias vitales y a las necesidades de los individuos,  a su contexto histórico- cultural concreto. En el proceso de aprendizaje  se construyen los conocimientos, destrezas, capacidades, pero de manera inseparable; este proceso es la fuente de enriquecimiento afectivo donde se forman los sentimientos, valores, convicciones e ideales donde emerge la propia persona y sus orientaciones ante la vida, el aprendizaje humano se define como proceso dialéctico de apropiación de los contenidos y la forma de conocer, hacer, convivir y ser construido en la experiencia socio- histórico; en el cual se producen como resultado de la actividad del individuo y de la interacción de otras personas, cambios relativamente verdaderos y generalizables, que le permiten adaptarse a la realidad, transformarla y crecer como personalidad.
 Para profundizar y dirigir esta  labor educacional a partir del año 1998, se aprueban los lineamientos para fortalecer la formación de valores, la disciplina y la responsabilidad ciudadana desde la escuela  a través de la resolución ministerial 90­/98. Como vía más eficaz de concentrar el conjunto de acciones que se han venido desarrollando para  lograr que los  estudiantes se formen  con los valores que deben poseer los revolucionarios cubanos,  también en el curso 2003-2004 se produce la integración de la cátedra de formación de valores a la martiana como órgano rector del trabajo político e ideológico en todos los centros educacionales.
 En estos momentos el Comité Central del Partido, emitió el programa director para el reforzamiento de valores fundamentales en la sociedad cubana actual  donde a los educadores les corresponde un papel muy importante. La escuela debe fortalecer y poner  en primer plano de su actividad la labor educativa y de formación de valores de manera integral  en todo el conjunto de la actividad escolar como sentido y finalidad del trabajo político e ideológico.
  A la escuela, le corresponde desempeñar un papel determinante en la formación de valores; inmersa en las transformaciones del proceso docente-educativo como la relación de 15 estudiantes por  profesor, donde este debe impartir todas las asignaturas, el empleo del video, la computadora por lo que resulta fundamental que este se oriente de forma tal que permita potenciar en cada estudiante, los valores morales que deben regir en la Secundaria Básica como: el patriotismo,  la responsabilidad, la honestidad, la laboriosidad, el antiimperialismo y la honradez .
En los momentos actuales por los que transita el país, el proceso de  formación de valores desempeña un papel fundamental en la formación política e ideológica y moral de los estudiantes.
Los valores morales que se deben formar en la Secundaria Básica, no son el producto automático de transformaciones estructurales, hay que formarlos y desarrollarlos, y para ello, la escuela, la familia y la sociedad, deben tomar la posición que les corresponde en la ardua tarea de formar al individuo física y espiritualmente.
Es interés de la política educacional cubana y en particular de los maestros, la actualización en cuanto a formas y métodos que les permita un adecuado instrumental teórico para actuar como verdaderos agentes transformadores.
La escuela cubana tiene que ser capaz de dar continuidad a los valores formados dentro del proceso revolucionario, aunque esto es una problemática compleja, por cuanto hay fenómenos de conducta no acorde al ideal al que se aspira, por lo que constituye un reto que obliga a trabajar para dar continuidad a los valores de solidaridad, patriotismo, justicia social, independencia, identidad, honradez, trabajo creador, y honestidad, tan necesarios en las actuales circunstancias; por supuesto que en este empeño es importante el accionar integrado de la escuela, la familia y la comunidad .
 La enseñanza Secundaria Básica es hoy el marco de  cambios radicales en su modelo educativo, a partir del despliegue de una batalla de ideas.
 “La batalla de la verdad contra la mentira, la batalla del humanismo contra la deshumanización;  la batalla de la hermandad y la fraternidad contra el más grosero egoísmo; la batalla de la libertad contra la Tiranía; la batalla de la cultura contra la ignorancia; la batalla de la igualdad contra la mas infame desigualdad; la batalla de la justicia contra la más brutal Injusticia; la batalla por nuestro pueblo y la batalla por otros pueblos, porque si vamos a su esencia es la batalla de nuestro pequeño país y de nuestro heroico pueblo por la humanidad ” 4
La estrategia ideológica fue planteada por el  Comandante Fidel Castro en la apertura del curso escolar el 16 de septiembre 2002, cuando expresó:
“…Hoy se trata de perfeccionar la obra realizada y partiendo de ideas y conceptos enteramente nuevos. Hoy buscamos a lo que a nuestro juicio debe ser y será un sistema educacional que se corresponda cada vez más con la igualdad, la justicia plena, la autoestima y las necesidades morales y sociales de los ciudadanos en el modelo de sociedad que el pueblo de Cuba se ha propuesto crear " 5
    
  Lo anterior debe garantizar un trabajo educativo más eficiente con los adolescentes,  al lograrse un mayor desarrollo de su conciencia, del espíritu profundamente solidario y humano, con sentido de identidad nacional y cultural del pueblo, del patriotismo socialista, creativo y transformador de la realidad en que vive.  Con un mejor funcionamiento de la relación de la escuela con la familia y con su contexto; una superior atención a sus diferencias individuales, una comunicación armónica entre los sujetos participantes en el proceso pedagógico y la  interdisciplinariedad en el Proceso de Enseñanza Aprendizaje.
 El estudio sobre el comportamiento humano ha sido del interés de diferentes ciencias: La Filosofía, la Psicología, la Pedagogía, las que desde su diferentes objetos de estudio enfocan su campo de acción no obstante el objetivo común está en la comprensión e interpretación de los por qué de las actuaciones de los seres humanos para lograr orientar el comportamiento humano hacia las tendencias más progresistas de la humanidad, muchos son los conceptos emitidos de valor pero se considera que para entender este concepto se debe tener claro un conjunto de aspectos que contribuyen a una definición en sentido amplio:

  • Los seres humanos establecen relaciones en el medio natural y social en que se desenvuelven.
  • A través de su actividad (productivo intelectual y artística) se pone en contacto con objetivos materiales e ideales.
  • En este proceso de actividad humana en permanente comunicación social surge en el ser humano necesidades materiales y espirituales que al  concretarse en objeto materiales y espirituales que lo satisfacen se convierten en valores.
  • Los valores se identifican con cualquier objeto material o sea cualidades de la personalidad, concepciones, sentimientos que al satisfacer una necesidad humana son interiorizados y aprendidos a través de su propia experiencia vital, esto da un sentido personal a la significaciones del mundo exterior a él.
  • Cada ser humano interioriza aquello que satisface sus necesidades personales y sobre esta base posee intereses (los intereses son la necesidad hecha conciencia) forma convicciones, precisa sus aspiraciones futuras y llega a analizar las posibilidades que tiene de alcanzarlas: así se manifiestan los valores.
  • Dirigen y orientan las acciones humanas de formas conscientes y a la vez como proceso individual permite diferencias a un hombre de otro como entes únicos e irrepetibles.

Dos personas pueden realizar una misma actividad y estar impulsadas por valores diferentes:

  • Los valores se forman en el proceso de socialización bajo la influencia de diversos factores (familia, escuela, medios masivos y de comunicación, organizaciones políticas, sociales y religiosas).
  • En la medida en que los seres humanos se socializan y la personalidad se regula de modo consciente se va haciendo estable aunque puede variar en las distintas etapas de desarrollo y situaciones concretas.
  • Son significaciones sociales que poseen las personas y cosas.
  • Son cualidades reales externas e internas al sujeto.
  • No son solo cualidades reales, fenómenos sino que también componen la estructura de la personalidad en tanto permite captar esos significados reales a través de la capacidad de los sentidos en su actividad de valoración o estimación que permiten asumirlo o no, es decir funciona a la vez como filtro en el proceso de socialización incidiendo así en la función reguladora de la conducta y por lo tanto en las actitudes hacia el mundo circundante, actitudes que están dirigidas e intencionadas por motivaciones e intereses y que expresa una correspondencia entre lo que piensa lo que dice y lo que se hace en el plano individual y que posee una correspondencia con la sociedad.
  • Al ser la personalidad un sistema de formaciones psicológicas el valor puede manifestarse en toda su estructura: el carácter, la convicción, las capacidades, pues se manifiesta en la actuación humana.
  • Son guías y principios de conducta que dan sentido a la vida hacia la autorregulación el progreso y el rendimiento humano.

Por lo tanto la definición en sentido estrecho sería:
Se Identifican:

  • Con lo material o espiritual (cosas, hechos, personas, sentimientos y relaciones).
  • Con cualidades reales externas e internas al sujeto., su significación social.
  • Con cualidades de los componentes de la estructura de la personalidad en tanto permite captar los significados a través de la capacidad de los sentidos en la actividad humana.

Se manifiestan:

  • A través de la actividad humana la que permite interiorizar de la realidad aquellas cualidades que satisfacen necesidades e intereses individuales y sociales.
  • En guías y principios de conducta que dan sentido a la vida hacia la auto realización el progreso y el rendimiento humano.

Se estructuran:

  • Por las circunstancias cambiantes de la realidad por lo que puede su contenido expresarse de manera diferentes en condiciones concretas.
  • Se jerarquizan en dependencia del desarrollo de la personalidad y del desarrollo social del sentido.

La sociedad cubana tiene el privilegio de contar con un  pueblo unido, cada vez más culto y una estructura social que constituye una fortaleza para todo el trabajo que es necesario efectuar con las nuevas generaciones, muchas han sido las vías utilizadas para trabajar en la formación de valores morales, que se enfrentan a comportamientos, en condiciones excepcionalmente difíciles de la titánica tarea de construir una nueva sociedad. En ello ha incidido el subdesarrollo, las reproducciones de ciertos patrones culturales negativos heredados, los cambios socio-estructurales ocurridos, la guerra económica comercial y financiera impuestas por el imperialismo yanqui así como nuestros propios errores y tendencias negativas en la construcción del socialismo.
Como se observa el concepto de valor es abordado desde muchas aristas  una gran parte desarrolla acepciones desde el punto de vista de la relevancia económica, monetaria o social que adquiera algo terminado.
Existen  otros  conceptos como son:
“Grado de utilidad o actitud de las cosas. Precio, suma de dinero u otra unidad de cuentas. Alcance de la significación o importancia de una cosa”6 ;  “Cualidad de las cosas por lo que estas son deseables o indeseables. Precio que se le da a la cosa de cambio. Significación o importancia de algo.”7 “Cualidad moral que mueve acometer arriesgadas empresas, sin miedo a los peligros, osadía, desvergüenza” 8
Como se evidencia anteriormente la mayoría de las acepciones identifican el valor con precio y dinero, otros con valentía, con el alcance de las cosas teniendo en cuenta su importancia y también con cualidad.
De todos estos conceptos ninguno se acerca al enfoque que  interesa desarrollar en este  trabajo, pues aunque dos los definen como cualidad lo hacen en un sentido restringido sin embargo debemos partir de algo esencial siempre y cuando escuchemos esta palabra vendrá a nuestra mente la valía de algo o alguien ya sea material o espiritual  de ahí que los valores que la sociedad calificó como morales y que a nosotros como maestros y ciudadanos nos interesa formar y fortalecer hayan sido nombrado precisamente así valores.
Los valores como categoría son estudiados por la axiología. Desde el punto de vista fisiológico la axiología es la que  teoriza  los valores.
Los valores son una compleja formación de la personalidad, contenida no solo en la estructura cognitiva  sino también en los profundos procesos de la vida social cultural y en la concepción del mundo del hombre.
Los valores son determinaciones espirituales que designan la significación positiva de las cosas, hechos, fenómenos, relaciones y sujetos para un individuo, un grupo o clase social o la sociedad en su conjunto.
Los valores no existen fuera de las relaciones sociales como todo fenómeno social posee un carácter histórico aquello que en una época pasada no poseían una significación social la pueden adquirir en la actualidad.
Este carácter cambiante de los valores obedece al hecho de que la propia sociedad en el cual ellos existen constantemente se desarrolla. Esta claro que el valor del objeto de un fenómeno de una manifestación social está determinado por las necesidades sociales, estas necesidades constantemente cambian en dependencia de las condiciones concretas de existencia de los hombres. Sin embargo a pesar de todo desarrollo los valores humanos, los valores morales, han mantenido sus significaciones sociales durante siglos.
Como orientadores y reguladores de la conducta constituyen un sistema pues guardan relación dinámica unos con otros y conforman una jerarquía entre ellos que es decisiva en los momentos de elección moral.
Su educación es un proceso activo complejo y contradictorio como parte de la formación de la personalidad que se desarrolla en condiciones histórico sociales determinadas y en la que intervienen diversos factores socializadores.
Toda sociedad posee un sistema de valores estéticos, económicos, morales,  todos son importantes y contribuyen al desarrollo social, en una u otra medida  estos están determinados por el modo de actuación del hombre como ser humano y forman parte de su proceso de socialización, es parte indisoluble de este sistema el conjunto de valores que los maestros y el personal docente cubano forma en las aulas diariamente.
Desde el punto de vista psicológico al referirse a los valores F. González (1982) señaló: “Los valores son un reflejo y expresión de las relaciones verdaderas y reales constituyen reguladores importantes en la vida de los hombres. 9
Como bien refleja el autor los valores son la declaración de las cualidades reales que se adquieren en el individuo como resultado de su estrecho vínculo con la sociedad en que vive, que se orienta y regula su conducta diaria.
G. García (2002)  desde el punto de vista pedagógico señaló:”Los valores son una formación que debe lograrse como parte de la educación general científica que reciben los adolescentes y jóvenes, tener valores es apreciar en alto grado los elementos de cultura, las relaciones humanas determinan sistemas políticos que afectan al individuo al hogar y a la sociedad en general” 10
 Desde  el punto de vista psicopedagógico los valores constituyen  la manifestación de la conducta humana que se condiciona sobre la base del proceso de socialización y se forma y fortalece en las diferentes etapas de este proceso favoreciendo el desarrollo de la sociedad y la proyección de actitudes en el hombre que responden a los sentimientos éticos y morales de las mismas.
¿Qué es la formación de valores y para que establecer este proceso?
La formación de valores debe ser el reflejo de la expresión de relaciones, de manera que constituyen valores importantes en la vida del hombre. Esta forma debe lograrse como parte de la educación general y científica que reciben los adolescentes y jóvenes como el producto del conocimiento de su significación y modo de actuar.
Según Fabelo (1982) para analizar los valores hay que tener en cuenta tres planos fundamentales:
Primer Plano:
-Es necesario entender los valores como parte constitutiva de la propia realidad social, como una relación de la significación entre los procesos y acontecimientos de la vida social.
Segundo Plano:
-Se refiere a la forma en que esa significación social que constituye el valor objetivo en cada sujeto social es resultado de un proceso de valoración sujeto a su propio sistema subjetivo.
Tercer plano:
-Con la sociedad debe organizarse y funcionar en orbita un sistema de valores instituidos y reconocidos.
Este análisis demuestra que los valores se manifiestan a través de la vida práctica de los hombres (parámetro esencial en la labor pedagógica del profesor) Tenemos que señalar que en el proceso complejo de formación de valores desempeña un valor fundamental la forma de pensar y los estilos de comportamiento de personas y colectividades.
La teoría marxista–leninista de la personalidad sostiene que el comportamiento humano está determinado por la estructura y las necesidades del hombre, tanto lo que se derivan de lo biológico como lo de su naturaleza social.
La actividad humana se orienta de manera directa e indirecta  a la solución de esas necesidades y al hacerlo crean nuevas necesidades, es por eso que educar y ser educado es una necesidad. Como dijera nuestro Comandante “educar es sembrar valores, inculcar y desarrollar sentimientos…”11
Cuando hablamos de valores nos referimos a ideas innegociables, que forman la base sobre la cual la persona actuará con comprometimiento personal, ante cualquier situación, de manera educada y válida.
Los valores son un contenido de la educación, aunque no son privativos de la escuela, en su formación y reforzamiento inciden otras influencias educativas como la familia, la comunidad, en fin, los diferentes factores con que se interactúa.
¿Está preparada la escuela cubana actual  y en especial la Secundaria Básica para responder a esta exigencia?
La respuesta a esta interrogante hay que buscarla en la evolución del concepto “escuela”, visto desde las más disímiles acepciones y propuestas, desde tiempos de Comenius se considera a la escuela como un verdadero taller de hombres  en la que se bañan las inteligencias con los resplandores de la sabiduría para poder discurrir por todo manifiesto y oculto en una palabra, escuela en la que se enseñe todo.
En consecuencia con este planteamiento se concibe la escuela como una comunidad viviente y espiritual que no solo se limite a transmitir conocimientos, sino que evalúe y transforme al educando para que éste a su vez, incida de manera creadora en la escuela.
La escuela desde su proyecto educativo no puede aislarse del medio circundante, tiene que integrarse con fuerza en el mismo para trabajar en función de los cambios que se producen en la sociedad en que está insertada, para potencializar los valores básicos que exige nuestro proyecto social y actuar con alternativas educativas que contrarrestan el efecto negativo de los contravalores.
Se hace necesario establecer un estilo pedagógico científico a partir de formas de trabajo grupal e individual, que garantice el desarrollo de las capacidades intelectuales y manuales, que contribuya a la formación de orientaciones valorativas éticas y morales, sobre la base de las necesidades individuales y sociales y del desarrollo alcanzado por ellos.
Todo lo anterior pone al alumno(a) en un medio organizado, lo que posibilita que en el se fomenten características tales como: cortés, puntual, responsable, cuidadoso, disciplinado honrado y honesto.  Sin estas cualidades personales no podemos pensar en el ciudadano de  la sociedad socialista. La escuela debe enseñar al adolescente a organizar su trabajo, a organizar su vida.
Para lograr el fin y los objetivos del nivel y de cada uno de los grados, la escuela secundaria básica organiza y ejecuta un sistema de actividades, que se pueden agrupar en las dimensiones siguientes:

  • Político - ideológicas
  • Docentes
  • Laborales
  • Deportivas
  • Culturales
  • Recreativas
  • Vocacionales
  • Patriótico – militares

Independientemente de la clasificación de las actividades en tales dimensiones, resulta necesario partir del criterio general de que en la escuela todas las actividades deben instruir y educar. En este mismo orden debe promover la estructuración de estrategias pedagógicas que potencien el cambio educativo sobre todo en la formación de valores morales en nuestros adolescentes.
Los valores deben observarse en las actitudes y comportamientos al asumir la responsabilidad individual o colectiva, expresar verbalmente los valores definidos, actuar de acuerdo con los mismos y encontrar su significado y orden jerárquico.
Los valores morales son convicciones que convierten en cualidades que llevan al individuo a considerarse competentes por tanto a la exaltación de su concepto. Existe una estrecha relación entre valores y actitudes que le son inherentes.
La formación de valores debe ser el reflejo de la expresión de relaciones, de manera que constituyen valores importantes en la vida del hombre. Esta forma debe lograrse como parte de la educación general y científica que reciben los adolescentes y jóvenes como el producto del conocimiento de su significación y modo de actuar.
Además establece para los profesores un  proceso fundamental para la elevación de la calidad educacional. La formación de valores tiene una gran trascendencia para el desarrollo de personalidad socialista, para alcanzar que los estudiantes adjudiquen una contribución detallada dentro de las luchas que caracterizan la etapa de cimentación de una nueva sociedad. Se trata de la formación de los valores que deben regir el comportamiento general de los estudiantes, los que acomodan su conducta y decretan perseverantemente sus cualidades, su forma de conducirse. Se analizan los fenómenos objetivos en correspondencia con el interés social y se aprecia significación de interés para el sujeto.
Este proceso de formación de valores, el tratamiento de la intimidad demanda especial atención, ya que estos valores solo se forman en el mundo interno de cada individuo, por lo que el maestro en su labor debe admirar la dignidad personal de sus estudiantes y en sus relaciones tratarlos con el mayor tacto pedagógico atendiendo a las características personales, y teniendo en cuenta las normas éticas de la relación maestro-alumno y maestro-familia, este último como elemento que no puede soslayarse en todo este proceso.
En la formación de  valores es necesario considerar la interrelación entre la motivación, valores, sentimientos y actitudes. Integra un proceso más desarrollado: la educación de la personalidad, constituyendo de hecho: componente, esencia y fin de la educación.
Su comprensión requiere ante todo considerar su complejidad no sólo por la intervención de diversos factores socializadores sino porque implica especialmente a la individualidad a través de la llamada “interiorización” o “subjetivación”, lo que conlleva la búsqueda del significado que dichos valores poseen para cada uno, en subordinación de sus características, de las circunstancias sociales en que se desenvuelve su vida, de su recorrido existencial, de las atribuciones y instrucciones absorbidas, del nivel de conocimientos, de su quehacer práctico. Contiene a su vez diversas dimensiones como la intelectual, afectivo - emocional y conductual lo que  supone  considerar  desde el “conocimiento”  de  los valores,  el papel   de los sentimientos hasta... su expresión en actuación.
“Formación de valores; un empeño que nos parece clave ante los desafíos que la sociedad y la escuela enfrentan. Formación de valores como arma para la batalla por el perfeccionamiento humano, para la reafirmación de nuestra confianza colectiva en la capacidad de los hombres y mujeres para amar y construir frente a los que preconizan el individualismo, el pesimismo y la enajenación  como futuro de las nuevas generaciones. Formación de valores como expresión de confianza en la virtud y en que prevalecerá siempre lo mejor del ser humano por adversas que puedan ser las circunstancias...” (Gómez Gutiérrez, L I, 1999).
Formación de valores: proceso complejo de carácter social, en el que intervienen diversos factores (familia, escuelas, instituciones, organizaciones...) dirigido a la transmisión y asimilación  de valores sociales (como expresión de tendencias progresivas) que orienten la actuación de los individuos. (Mendoza Portales, L).
La formación de valores, se refiere al enfoque pedagógico, cuyo proceso tiene como objeto la alineación integral y solidaria de la personalidad, en esta relación se tiene en cuenta el lugar y papel de los valores en dicho asunto formativo, al que por su complicación se le debe facilitar un procedimiento específico y meditado, con la claridad de los métodos, procedimientos, vías, medios, entre otros.
Ambos conceptos tienen en común que es un proceso social donde interactúan la escuela, la familia y la comunidad que debe tener un carácter sistémico por su grado de complejidad  e importancia que tiene para el futuro.
El  autor de esta investigación asume la  formación de valores como un proceso esencial al desarrollo  moral de la personalidad en el que se integra de forma análoga el contenido axiológico en todas sus extensiones ideológicas tales como: política, jurídica, estética, filosófica, religiosa y científica; estrechamente relacionado con la sociedad.
Para formar valores es necesario tener en cuenta lo cognitivo, lo afectivo cognitivo y el comportamiento y la acción, para preservar los valores morales debemos tener presente el valor moral patriotismo que no es más que el cumplimiento del compromiso contraído ante si mismo, la familia, el colectivo y la sociedad, de dicho valor dependen todos los restantes.
Todas estas cualidades se destacan en una persona responsable. Las cuales debemos seguir engendrando en las futuras generaciones.
 En las tesis y resoluciones del Partido Comunista de Cuba, se le da tratamiento a la política educacional cubana donde se expresa que la expansión de la enseñanza es una legítima aspiración del pueblo como una necesidad objetiva en la construcción de la nueva sociedad. Su criterio básico tiene como fin formar las nuevas generaciones en la concepción científica del mundo, es decir, la del materialismo dialéctico e histórico en correspondencia con ello se precisa:

  • Educar a los ciudadanos en las tradiciones revolucionarias, laborales y culturales de nuestro pueblo, formarlo con un elevado sentido del internacionalismo proletario y del patriotismo socialista.

Los educadores son un elemento activo y fundamental en el proceso de formación de valores. Su condición es indudable aunque no es la única. En su labor diaria deben tener en cuenta que valor moral se está  formando, la apropiación de estos valores es un resultado esencialmente educativo.
La formación de valores se debe tener en cuenta una serie de condiciones positivas entre estas tenemos:

  • Hacer de la escuela un lugar atractivo en que el escolar sienta la necesidad de estar.
  • Crear un clima que aliente el pensamiento autocrítico.
  • Evitar la educación autoritaria y la enseñanza meramente informativa.
  • Evitar la inercia y el conformismo.
  • Respetar y amar nuestras tradiciones tanto en la escuela, la familia y la sociedad.
  • Aplicación de métodos productivos que propicien la participación o desarrollo del pensamiento creador y su independencia.

Para los destinos históricos de la Revolución es importante que en la población en sentido general se refuercen un conjunto de valores hacia los cuales se orientan las acciones de todos los factores de la sociedad entre los que se encuentra la escuela. Es por ello que nuestra propuesta va en función de darle tratamiento a este objetivo. Es nuestro pequeño aporte a esta tarea que nos ha encomendado la Revolución.
El profesor desempeña un rol fundamental en la formación de valores de la más joven generación de ahí que en nuestros días se tenga en cuenta que el desarrollo social está estrechamente relacionado con el desarrollo de la escuela dentro de una sociedad determinada.
El patriotismo constituye uno de los  principales  valores en el complejo de valores morales del maestro. Su presencia en el hombre denota el desarrollo de su identidad no solo como individuo, sino como ente social que responde a determinadas condiciones socio-históricas y que deviene convicción de la personalidad.
Este valor posee una gran fuerza movilizadora y se manifiesta de manera destacada en situaciones sociales tensas. Este valor social demuestra los lazos espirituales de la personalidad con otros sujetos y consigo mismo. La formación del valor patriotismo constituye una de las tareas más importantes de la educación moral de los estudiantes.
Al profesor le es necesario tener el valor desarrollado para educar exitosamente en los alumnos el orgullo y respeto por sus tradiciones, sus héroes y mártires. El  patriotismo está relacionado con  la honestidad constituye una  exigencia moral para los cubanos. Ambos valores  se enriquecen con el sentimiento de orgullo nacional. El  patriotismo del maestro  se manifiesta en su conciencia laboral, en su actividad social, en la selección de aquellos procedimientos educativos que con mayor fuerza sean capaces de despertar en el alumno el orgullo por él y por los que lo rodean.
 En ello se encierra su fuerza activa y transformadora. Este valor exige una lucha activa por lo bien hecho, como ideal de toda la humanidad. Es por eso que el verdadero maestro se interesa por el desarrollo y fortalecimiento de este valor para contribuir a la Revolución.
El patriotismo como valor constituye política, ideológica y moralmente un trabajo complejo de la conciencia social, el cual es susceptible de ser reflejado al nivel de la conciencia social.
 Es necesario reconocer que la aprehensión por el hombre de la realidad patriótica no es resultado en él de un proceso espontáneo, sino lo contrario, es el producto de las influencias que emanan de las condiciones concretas de la sociedad en la cual vive y que está fundamentada en una historia, ideología y psicología social que determina su identidad consciente hacia el suelo natal, el respeto y amor  a sus precursores, el orgullo y los sentimientos de pertenencia, e igualmente, el sentir como un principio insoslayable una deuda externa con la humanidad.
La educación cubana aborda el valor  patriotismo a través de diferentes vías y formas, y fomenta desde  edades tempranas  sentimientos patriotas.
 En la educación moral el desarrollo  de la formación de este valor ocupa un lugar importante que no se logra de forma aislada, sino de la unidad orgánica del desarrollo político-ideológico, ético y moral de los estudiantes.
 La escuela debe educar a los estudiantes en los sentimientos de dignidad, respeto y amistad hacia otras naciones; ha de preparar a los estudiantes para la defensa de las conquistas del socialismo y para la lucha contra  todas las manifestaciones imperialistas, y esto solo es posible desde sentimientos patrióticos. Para llevar a cabo la formación de valores  el educador tiene que prestarle debida atención a las características de la conciencia social y conciencia individual de los estudiantes.
La formación a que se aspira es posible desde la arista pedagógica mediante un proceso de clarificación con los escolares que asuman responsabilidad con su comportamiento, actuar de acuerdo con los mismos y encontrar su significado u orden jerárquico.
El patriotismo: es uno de los valores al cual  se le debe brindar gran  atención, es posibilitar la creación de un clima de autodisciplina, promoviendo la consagración en cualquier actividad .  El estudiante debe ejecutar con elevada ética, profesionalidad y excelencia, el desempeño de todas las misiones y promover el uso irracional del recurso en las actividades cotidianas. Ser patriota significa desplegar todas las potencialidades en el desarrollo de la creatividad y la conquista del entorno con audacia siendo optimista al enfrentar las dificultades.
Modos de actuación asociados al valor patriotismo

  • Desarrollar con disciplina, conciencia, eficiencia, calidad y rigor las tareas asignadas
  • Asumir la crítica y la autocrítica como poderoso instrumento de autorregulación moral 
  • Dominar la historia de su patria.
  • Conocer y respetar la legalidad socialista y las normas establecidas
  • Conocer y respetar nuestros símbolos patrios y nacionales.
  • Cuidar el medio ambiente.
  • Actualizarse de las principales noticias nacionales e internacionales.
  • Ser un buen hijo que los padres se sientan orgullosos de  ellos.
  • Participar activamente en las actividades de la defensa.

Desde finales del siglo XVIII e inicios del XIX la enseñanza en los seminarios de San Carlos y San Ambrosio y en los centros privados cubanos, se centró en enseñar a pensar, este proceso se anticipa con José Agustín Caballero, desde 1762 hasta 1835 pero alcanzó una gran estructuración con Félix Varela Morales desde 1788 hasta 1853 quien desde un primer momento sentenció “El hombre será menos vicioso cuando sea menos ignorante. Se hará más rectamente apasionado cuando se haga más exacto pensador”
 Se aprecia como a través de razonar lógicamente se llegaba a los valores. De ahí que enseñar a pensar a los alumnos desde los primeros años se convirtiera en la ley esencial de la educación que se preconizaba.
Dentro de los valores que había que desarrollar estaban la precaución, la gratitud, la benevolencia, la beneficencia, la prudencia, la alegría, la justicia y la fortaleza. Por estas razones Varela perfiló mejor su sistema educativo instructivo y centro su interés en la formación moral de la juventud con los cuales había que combatir muchos obstáculos como era el fanatismo, la superstición, etc., legó la certeza de que una idea, un concepto, un modo de actuar o de ver no puede transmitirse con éxito sin el conocimiento del receptor, en convencimiento de que no es imponiendo un criterio o combatiendo al contrario como se llega a lograr que el otro piense lo que deseamos sino que se trata de convertir al interlocutor, de ir poco a poco persuadiéndolo no solo de que esta equivocado sino de que lo que lo que le proponen es más razonable y mejor.
Decía Varela que el gran secreto de manejar a la juventud sacando partido de sus talentos y buenas disposiciones consiste en estudiar el carácter individual de cada joven y arreglar por él nuestra conducta.
Señala también que hay que proporcionar mediante la labor educativa instrumentos que le permitan descubrir la verdad por sí mismo para que a partir de convicciones enteramente personales puedan vivir de acuerdo con estas, además hay que sentir amor hacia su patria no es patriota el que no  sabe hacer sacrificios a favor de su patria o el que pide por esto una paga.
José de la Luz y Caballero también brindó sus aportes ya que su labor educativa resulta la expresión más alta en la primera mitad del siglo XIX, su educación estuvo centrada en la formación moral para él educar es templar el alma para la vida.
Luz y Caballero enfatizó en la necesidad de desarrollar cualidades positivas de la personalidad tanto a través del proceso de instrucción como mediante otras actividades que la escuela programe.
La primera mitad del siglo XIX cierra con una teoría educativa avanzada centrada en la educación de la moral, hacia 1868 se desató la lucha por la independencia, los valores formados se pusieron en evidencia durante la guerra de los 10 años la valentía, el amor a la patria se dan a todo lo largo de la guerra, expresiones sublimes de patriotismo se manifestaron como el de Céspedes, Agramonte, Mariana Grajales, etc., manifestación esta de intransigencia revolucionaria valor que se ha venido gestando a lo largo de nuestra historia.
En las dos últimas décadas del siglo XIX aparecen corrientes como el positivismo que se opone al ideario educativo hispano-escolástico, dentro de sus representantes tenemos a Enrique José Varona y a José Martí. Varona se preocupó por la formación integral y plena del alumno “la formación de hábitos morales, el desarrollo mejor del cuerpo humano, el desenvolvimiento de la inteligencia y de la expresión dándole a la parte moral la preferencia”.12
Otro representante del positivismo fue Manuel Valdés Rodríguez el que proponía que la formación de valores se basara en que el maestro fijara la mirada escudriñadora para conocer al niño que era el sujeto y el objeto de la  educación, José Martí y Pérez tiene un concepto más claro acerca de la formación integral del hombre ya que para él debe existir una unidad dinámica entre los conocimientos útiles al desarrollo del pensamiento creador, la responsabilidad de transformar el medio natural y social que lo rodea, Martí percibía la conjunción dialéctica entre el conocer, el pensar, actuar y formar valores.
A finales del siglo XIX el sentimiento de patriotismo se profundiza y adquiere una nueva esencia (el antiimperialismo), Martí insistió en la necesidad de formar hombres vivos, directores, independientes y amantes, abogaba por la necesidad de enseñar a pensar y a crear al alumno en el proceso de aprendizaje, trabajar con independencia.
Al producirse la primera intervención norteamericana los norteamericanos consideraron oportuno utilizar la educación para transformar la manera de pensar de los cubanos en relación con sus intereses hegemónicos subestimando la sólida formación independentista del pueblo cubano y su arraigo en la tradición más genuina, este mandato lo intentaron pero no pudieron vencer ni disolver la conciencia de cubano muy arraigado en la cultura nacional.
 En las tres primeras décadas de la república en reflujo de las ideas del siglo XIX  continua ejerciendo su influencia en el pensamiento educativo cubano, se puso énfasis en defender la tradición más legitima en la formación del hombre por medio de una concepción cientificista de la cultura.
Hacia la década de los años 30 se producen reformas en las ideas educativas, los pedagogos cubanos no estaban de acuerdo con la formación de los valores que se desprendían de la filosofía (pragmatismo) e introdujeron las concepciones sobre la axiología algunos representantes de ella, es decir de la Escuela Nueva: Alfredo M. Aguayo abandonaron todas estas ideas y se afiliaron a una concepción más humanista en la formación del hombre.
El sentido de trascendencia y de universalidad comenzó a penetrar en Cuba. La crisis del sistema económico político y social de la década de los 50 hizo caer el pensamiento cubano en una especie de existencialismo y fideísmo y se fueron olvidando las tradiciones más legítimas. Pero todo no estaba perdido resurgieron algunos educadores que asumieron la vanguardia de la educación, esta fuerza educativa que venía de la tradición en la formación de valores se hizo carne y sangre en la generación del centenario que abrió un nuevo camino al fundir el pensamiento martiano con las ideas marxistas.
Desde el triunfo de la  Revolución el primero de Enero de 1959 se abre una nueva  etapa en la historia de la educación en nuestro país caracterizada por un proceso de sustitución de los viejos valores heredados del sistema capitalista por otros de carácter humanista, marxistas, leninistas y martianos contribuyendo estos a la formación integral del  hombre nuevo, correspondió entonces a la escuela dar respuesta a las necesidades de la sociedad, desarrollar los rasgos y cualidades  de este nuevo tipo de hombre, “ desde el inicio del proceso revolucionario se insistió en el papel de la educación para crear una ética, una conciencia, un sentido del deber, un sentido de organización de la disciplina y de la responsabilidad” rol que desempeña hasta la actualidad.
Estas ideas han estado presentes siempre en  la formación patriótica, internacionalista y antiimperialista del pueblo cubano y han condicionado el desarrollo de los valores como una necesidad priorizada de la Revolución. El proceso revolucionario mismo ha sido una gran fuente para la formación de los nuevos valores. Todas las instituciones de la sociedad contribuyen a ello y especialmente la escuela. La formación de valores continúa siendo el centro de la preocupación educativa del país pues no han cesado las circunstancias que la crearon sino que solo han variado de forma. Hay que tener en cuenta que el acto educativo es en sí eminentemente creador de valores.

1 M. Rosental y P. Iudin .Diccionario Filosófico. Ed. Política. Ciudad de La Habana, 1981.p 376

2 MINED. Colectivo de autores de la Dirección Nacional de Secundaria Básica y el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, 2007 p. 10 

3 MINED. Tabloide Maestría en Ciencias de la Educación, Modulo II Segunda Parte. Coordinador Gilberto García Batista. Ed. Pueblo y Educación. p. 14 

4 Castro Ruz, Fidel: Discurso pronunciado en el Tercer Congreso de la OPJM. 2005

5 Castro Ruz, Fidel: Discurso pronunciado en el Tercer Congreso de la OPJM. 2005

6 Diccionario Océano Práctico Pág. 766.

7 Diccionario Enciclopédico Ilustrado Grijalbo.  pág. 1701

8 Diccionario Ilustrado de la Lengua Española Aristos.  pág. 1023

9 GONZÁLEZ REY, F. L. Algunas cuestiones teóricas y metodológicas sobre el estudio de la Personalidad, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, Cuba, 1982. p. 47

10 GARCÍA BATISTA, G. Y otros, Compendio de Pedagogía, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, Cuba, 2002. p. 316

11 Castro Ruz, Fidel: Discurso pronunciado en la inauguración de la Escuela de Trabajadores Sociales de Villa Clara, 2004.

12 Varona Enrique José: “Reformas en la enseñanza en patria A, No. 192. La Habana, 30 de septiembre 1889 p. 2.