UN MARAVILLOSO RECORRIDO CON LA CIENCIA REGIONAL

UN MARAVILLOSO RECORRIDO CON LA CIENCIA REGIONAL

Andrés E. Miguel (CV)
Julio C. Torres (CV)
Pedro Maldonado Cruz (CV)
Néstor Solís Jiménez (CV)

Instituto Tecnológico de Oaxaca, México

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CAPÍTULO VI
¿ES FÁCIL LA CREACIÓN DE UNA REGIÓN SOCIAL?

La Ciencia de las Regiones hizo esta reflexión:
--La creación de las regiones sociales no es ni ha sido fácil, ni tampoco su creación es una garantía de éxito seguro para las sociedades humanas. Cuando se trata de determinar límites al territorio, la eventualidad de conflictos, intereses, ambiciones e incluso guerras es una posibilidad permanente.
--Cuando se trata de formar nuevas regiones, e incluso se pretende que éstas resulten sin conflictos, ni así sucede. Recuérdese la reflexión atribuida al Jefe Seattle en su Carta al presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, quien en 1854 hizo una oferta al jefe de la tribu Suwamish, para comprarle los territorios del noroeste de los Estados Unidos que hoy forman el Estado de Washington. A cambio, promete crear una "reservación" para el pueblo indígena. Entre otras cosas, el jefe Seattle respondió así en 1855:

“--El Gran Jefe Blanco de Washington ha ordenado hacernos saber que nos quiere comprar las tierras…nos ha enviado también palabras de amistad y de buena voluntad. Mucho apreciamos esta gentileza, porque sabemos que poca falta le hace nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego a tomar nuestras tierras. El Gran Jefe Blanco de Washington podrá confiar en la palabra del jefe Seattle con la misma certeza que espera el retorno de las estaciones. Como las estrellas inmutables son mis palabras”.
--“¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros una idea extraña”.
--“Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlos?”
--“Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo la historia del piel roja”.
--“Los muertos del hombre blanco olvidan su tierra de origen cuando van a caminar entre las estrellas. Nuestros muertos jamás se olvidan de esta bella tierra, pues ella es la madre del hombre piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, son nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el calor del cuerpo del potro y el hombre, todos pertenecen a la misma familia”.
--“Por esto, cuando el Gran Jefe Blanco en Washington manda decir que desea comprar nuestra tierra, pide mucho de nosotros...eso no será fácil. Esta tierra es sagrada para nosotros. Esta agua brillante que se escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados….El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados”.

--“Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestras costumbres….vamos a meditar sobre la oferta de comprar nuestra tierra. Si decidimos aceptar, impondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos”.

--“Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna otra forma de actuar. Vi un millar de búfalos pudriéndose en la planicie, abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren al pasar. Yo soy un hombre salvaje y no comprendo cómo es que el caballo humeante de hierro puede ser más importante que el búfalo, que nosotros sacrificamos solamente para sobrevivir”.

--…“Ustedes deben enseñar a sus Principiantes que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la tierra, digan a sus hijos que ella fue enriquecida con las vidas de nuestro pueblo. Enseñen a sus Principiantes lo que enseñamos a los nuestros, que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo en sí mismos”.

--“Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Esto es lo que sabemos: todas las cosas están relacionadas como la sangre que une una familia. Hay una unión en todo”.

--…“Cuando nos despojen de esta tierra, ustedes brillarán intensamente iluminados por la fuerza del Dios que los trajo a estas tierras y por alguna razón especial les dio el dominio sobre la tierra y sobre el hombre piel roja.

Este destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos el que los búfalos sean exterminados, los caballos bravíos sean todos domados, los rincones secretos del bosque denso sean impregnados del olor de muchos hombres y la visión de las montañas obstruida por hilos de hablar.”

--“¿Qué ha sucedido con el bosque espeso? Desapareció”.
--“¿Qué ha sucedido con el águila? Desapareció.”
--“La vida ha terminado. Ahora empieza la supervivencia.”

La Ciencia de las Regiones concluyó:

--Las anteriores reflexiones deben conducir a los expertos que el manejo, preservación y planeación de las regiones es una labor muy cuidadosa, que requiere método. Con sus instrumentos teóricos, metodológicos y prácticos deben asegurar que las regiones no van a tener conflictos ni guerras sociales, ni sufrir depredación ni deterioro con la actividad humana: deben preservar su sustentabilidad, pues de lo contrario, a las regiones sociales les puede ocurrir lo vaticinado por el Jefe Seattle de la carta transcrita.

--Esta es mi reflexión de las dificultades que existen para delimitar una región social, concluyó la Ciencia Regional.

En lugar de sentirse satisfechos, los seres deformes, encabezados por el Falso Problema CausaPrincipal, se abalanzaron contra la Ciencia de las Regiones, decididos a dañarla. Esta trató de dirigirse hacia la salida del túnel, pero se lo impedían los Falsos Problemas que se amontonaban en su entrada, los cuales empezaron a perseguirla lanzándole improperios.

La Ciencia Regional, con los Métodos de Investigación auxiliándola, hacía malabares para escapar de los Falsos Problemas, pero llegó un momento en que ya no pudo más. Estaba a punto de desfallecer, cuando a la entrada de la gruta se escuchó un griterío diferente: era aguerrido, alegre, y provenía de los Principiantes de la Ciencia, quienes sobreponiéndose a la rigidez que les imponía la ausencia del Cambio Favorable que cada vez más y más se apoderaba de las regiones, decidieron ayudar a la Ciencia Regional por consejo de la Sabiduría:
--Estamos contigo, dijo la Capitana de Los Principiantes de la Ciencia, quien se dirigió a la Ciencia Regional para apoyarla, pues cada vez le costaba más trabajo moverse. Inmediatamente se dirigió a la salida de la gruta con los demás Principiantes, y con la Hermandad de los Métodos: el Positivista, Dialéctico, el Hermenéutico y el de la Investigación-acción, quienes distraían a los malhumorados Problemas, que, uno a uno, se fueron quedando impávidos, como estatuas. Todo en la gruta también se volvió quietud, soledad, pues el Cambio Desfavorable inmovilizaba todo lo que alcanzaba.

Pero la Ciencia Regional logró encontrar la salida custodiada por los Principiantes de la Ciencia, quienes rápidamente invitaron a todos a alejarse de ahí a bordo de la nave en que viajaban.