EDUCACIÓN AMBIENTAL EN EXPERIENCIAS URBANAS<br>
 Representaciones sociales de un sujeto ambiental en el escenario de una ciudad verde

EDUCACIÓN AMBIENTAL EN EXPERIENCIAS URBANAS
Representaciones sociales de un sujeto ambiental en el escenario de una ciudad verde

Jorge Alirio Peñaloza Páez
Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Venezuela

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MARCO ONTOEPISTEMICO
Planteamiento del problema

La problemática ambiental que surge como consecuencia de las dislocaciones en la vinculación del hombre con el ambiente, se convierte en una preocupación mundial que los Estados hoy pretenden conciliar. Los elementos conflictivos del uso del ambiente, de la modernización o la globalización, traen consigo impacto social que pretende ser contrarrestado con la formación de valores ecológicos desde la Educación Ambiental, EA. Los organismos internacionales con el establecimiento de programas de investigación y educación aplicados a los problemas ambientales, destacan la necesidad del buen uso de los recursos naturales y los vinculan con la esfera de lo social y cultural (ONU, Estocolmo, 1972), también proponen la creación de un Programa Internacional en el  área (UNESCO, Nairobi, 1976) o la necesidad de incluir la EA en los procesos educativos formales o no formales como vía para el tomar conciencia de los problemas complejos del medio ambiente (UNESCO/PNUMA, Tbilisi,1977). En este último se define como decisivo “el papel de la educación ante los problemas u oportunidades ambientales”, la formación de profesionales y especialistas vinculados directamente con el área y la función de la cooperación regional e internacional en el desarrollo de la EA.

Con cada evento que va surgiendo se incorporan, o se renuevan, en la EA  elementos que ponen en diálogo conceptos, estrategias, metodologías como políticas generales y puntuales según la región, nivel educativo o medio de difusión que se demande. Se tiende a la vinculación de la EA  con el desarrollo sostenible, ante  la insistencia en el cambio del modelo de desarrollo económico. En la Cumbre sobre desarrollo Sostenible Rio+20 (ONU, Brasil, 2012) se plantea redefinir el progreso humano y el bienestar global mientras se respeta el medio ambiente. El documento final suscrito se titula El futuro que queremos, incluye los principios básicos de: erradicación de la pobreza y un foro político como condición básica para el desarrollo sostenible; creación de una comisión  para definir mecanismos de financiamiento y de transferencia tecnológica  para implementar la transición hacia “la economía verde”; cambios de modelos de producción y consumo; alcanzar un sistema de medición del nivel de desarrollo de los países que tome en cuenta los criterios de desarrollo social y de protección ambiental.

Las conclusiones de cada evento internacional, aportan lo suyo a la  definición de Educación Ambiental, lo cual le permite sus distintas interpretaciones. De tal manera que, más que un contenido disciplinar establecido, se muestra como un cuerpo de conocimientos flexibles, que complejiza la comprensión de la misión asignada de promover la toma de conciencia en la búsqueda de una relación armónica entre sociedad - naturaleza, en el fortalecimiento de una práctica de protección y mejoramiento del ambiente. Los discursos ambientalistas y la EA, como consecuencia del detrimento ambiental parecen más fácilmente teorizables que internalizados por los sujetos del planeta. A pesar que tal  deterioro nos convierte en  espectadores en muchas ocasiones o víctimas puntuales en otras, el proceso social de concienciación ambiental se enfrenta a puntos de vista tanto compartidos como divergentes. Por ejemplo, las voces que expresa el documento final de la Cumbre de los Pueblos (Rio+ 12) titulado para la Justicia Social y Ambiental o los documentos y acciones de las Cumbres Indígenas, se muestran como discursos alternativos que identifican distintas convicciones, percepción de la crisis y el riesgo mismo, por lo que podría  afirmarse el efecto persuasivo de la información sobre lo ambiental, en la sensibilización de los sujetos y la construcción de  consensos ha hecho para el despliegue de esfuerzos conjuntos en educación ambiental.
Puede aproximarse que el medio ambiente es un objeto complejo, cultural y contextualmente determinado; es un producto social que identifica el sentir que se le asigna en un momento particular, lo que hace escurridiza una definición global y consensual que alcance a la EA. Por tanto, como lo ha señalado (Chagollán, 2006) “…. mucha gente habla y escribe sobre enseñar (EA.) Esto no es posible, ni correcto. Uno  puede enseñar los conceptos que se utilizan o que se relacionan con la misma, pero no Educación Ambiental...” (p. 16). Asociada al Desarrollo Sostenible es una connotación  revisada críticamente por autores que afrontan la relatividad del concepto de desarrollo (Eschenhagen 2005, Calvo y Gutiérrez, 2007) u otros que abogan por la Educación Ambiental para la sustentabilidad, en donde se instaure la integridad ecológica (Complexux, 2004). La perspectiva ambiental puede modificarse al incorporar nuevos conceptos y se preste más atención a las experiencias del sujeto.
La condición de experiencias urbanas con que se quiere dialogar el análisis sobre educación ambiental se refiere a la vida en la ciudad, a la experiencia que allí se genera y determina formas de acción individual y colectiva. La ciudad ilustra la situación social actual,  sintetiza los nuevos descubrimientos y las nuevas formas de vida. Para el año 2030, “cerca del 61% de la población mundial vivirá en ciudades… “(ONU-HABITAT, 2010). Ciertamente los problemas ambientales son igualmente graves en las zonas rurales que en las urbanas, pero a estas últimas al deterioro natural se le agrega algunas como la congestión del tráfico, calidad del agua, disposición de desechos, la contaminación del aire, sónica, la superpoblación, entre otras, con las implicaciones económicas, políticas, sociales que esto trae. Por el contrario, las llamadas ciudades verdes (ONU, 2005) revelan un desempeño ambiental adecuado, “así como su compromiso por reducir un futuro impacto en el medio ambiente”, según se lee en el Índice de ciudades verdes de América Latina, (EconomistIntelligenceUnit). También llamadas ciudades sostenibles inician su campaña en Dinamarca (1994) en la Primera Conferencia sobre ciudades sostenibles.
En esa reflexión surge la primera interrogante de investigación: ¿Qué significados y sentidos se reconocen en las experiencias urbanas  y académicas de los sujetos, vinculados a la Educación Ambiental en su condición de corpus de conocimientos flexibles y en un contexto calificado como “ciudad verde”? El medio ambiente puede ser percibido de distintas maneras, como un conjunto de problemas o también como escenario para la sustentabilidad y desarrollo del hombre y sus comunidades. Resulta optimista el planteamiento que representan las propuesta de biodiversidad urbana en el mundo: los Estados Ecológicos, Jardines verticales (Blanc, Francia, 1988; Solano, Bogotá), movimientos verdes, planes verdes, ciudades verdes, economía verde (PNUMA), partidos políticos verdes, producción verde, organizaciones verdes, planes sostenidos de arborización, como en el caso de Cúcuta. La Escuelas Verdes y Aulas Verdes 1, las Universidades Ecológicas 2. Todos los esfuerzos apuntan al ahorro energético, energías renovables, práctica del reciclaje y representan opciones positivas ante la certeza científica del efecto invernadero y sus consecuencias. La Alcaldía de Cúcuta identifica con orgullo la moción de ciudad verde, bosque vitrina de Colombia, ciudad jardín, entre otros adjetivos, pero también  focaliza en su Plan de Gestión Ambiental Regional las afectaciones ambientales que varían poco  de las de otros espacios del país. Pero es que también los espacios universitarios, asiento por excelencia de la Educación Ambiental, muestran vulnerabilidad ambiental, puede percibirse fácilmente, resultando una contradicción entre el discurso de las aulas y la realidad que se sobrepone al mismo. Todo parece indicar que el reto para la EA se mantiene pendiente en la medida que se mantengan los problemas cotidianos.
Las representaciones sociales (Moscovici, 2000, Jodelet, 2008, Ibañez, 1994) permiten la conceptualización de lo real, a partir de la activación del conocimiento previo, es decir expresan las manera como los sujetos se representan ciertas ideas y establecen sus programas de acción. Así encontramos por ejemplo, que los discursos de los grupos indígenas actuales en Latinoamérica, sus luchas políticas vienen acompañados de un trasfondo particular sobre la significación de la naturaleza, su manejo ecológico o rol protector. En el encuentro en Lima (2012) la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, CAOI,  rechazan la economía verde puesto que “… profundiza la mercantilización de la Madre Tierra….”, y apuestan por la “profundización del Buen Vivir como alternativa al cambio climático y la crisis de civilización…” El movimiento hace énfasis en los derechos territoriales, la diversidad biológica y cultural, la protección y promoción de los conocimientos ancestrales; sostienen que la AbyaYala, nombre dado al Continente Americano, “es un asunto de sus habitantes bioculturalmente emparentados”.
Los anteriores argumentos  se debaten entre un Desarrollo Sostenible y el discurso de la Naturaleza como madre según bien plantea Ulloa3 (2004). Para procurar nuevos conocimientos y utilizar los existentes dentro de la EA, parece esencial  el intercambio de voces ambientalistas que motive a la escuela, a los gobiernos o al individuo a desarrollar comportamiento ambientalmente responsables, a la vez que los familiarice con la aseveración que la problemática ambiental es un asunto construido por el hombre, lo que le da opción de revertirla. Acercarse al mundo simbólico del ciudadano es percibir la relación con los otros y con su medio en la mejora de la calidad de vida, que no deja afuera las particularidades de las culturas, punto determinante en un proceso educativo adecuado.
A pesar de la proliferación de estudios que ha habido en la última década sobre lo ambiental y la Educación Ambiental, no parece excesivo retomar la búsqueda de las subjetividades, que sobre educación ambiental se reconocen en la educación formal e informal, en tanto modifican positiva o negativamente el cotidiano vivir,  al dar sentido a las prácticas sociales. No registra el investigador un cuerpo significativo de investigación empírica, en el tiempo y lugar particular, en que esta se realiza,  debido quizás a la falta de acuerdo respecto a la formulación teórica de puntos cruciales del tema y su posible  relación con los resultados de las  representaciones construidas. Tampoco fue posible estudio sobre lasdisertaciones de los movimientos ambientales de sostenibilidad con los contenidos de la Educación Ambiental, inquietud que se mimetizó en la motivación inicial y se adelanta al desenlace del estudio. Cuestionarse lo qué ha sido y  lo qué es la Educación Ambiental lleva a reflexionar sobre la expresión misma de los términos en conjunto, lo cual remite a la condición sustantiva transformadora de la educación, para reconocer por derivación, un sujeto transformado en lo ambiental. En la pesquisa de ese sujeto en su particular contexto se dispone el estudio que se presenta.

Objetivo del  estudio

 Reconocer en las experiencias urbanas  y académicas, las representaciones sociales de los sujetos, vinculadas con la Educación Ambiental en su condición de corpus de conocimientos flexibles y en un contexto calificado como ciudad verde, que apunten a la comprensión del sujeto ambiental y su desempeño colectivo.

Justificación del estudio

Criterio teórico. Realizar el estudio sobre lo ambiental, más allá de los elementos que lo condicionan, para abordarla desde el sujeto que la enuncia, aporta nuevas miradas sobre la misma, como construcción individual y colectiva que subyace en las representaciones sociales. Las lecturas que circulan sobre Educación Ambiental demuestran consideraciones distintas en su definición por lo que ocuparse de su comprensión llevará a pensar alternativas que constituyen un proceso constante de creación, información, de asimilación y proyección de saberes  de lo ambiental; visibilizar criterios ambientales solapados para ponerlos sobre el tapete de análisis, es un mínimo aporte contenido en este esfuerzo investigativo. La problemática ambiental hoy se agudiza en la medida que se acumulan discursos sobre el tema y, en este marco la educación ambiental representa una opción para la formación de un ciudadano consciente de su ambiente físico natural y social pero su contenido disciplinar parece registrar limitaciones para cumplir la misión encomendada. De la información que se obtenga se profundiza en su comportamiento y podrán surgir nuevas ideas para futuros estudios.
Relevancia social: Crecientemente la temática ambiental ha  sido centro de atención de la comunidad mundial, de organismos gubernamentales, académicos y empresariales  preocupados por la degradación de las áreas naturales, el uso inadecuado de los recursos biológicos, el deterioro de la calidad del ambiente y la urgente  necesidad de evaluar las oportunidades y desafíos que entraña el desarrollo sostenible. En los últimos años Colombia ha reflejado un cambio en el establecimiento de  una política ambiental  y ha experimentado un avance significativo en la aproximación a los problemas de carácter correspondiente al marco jurídico así como en la expedición de una normatividad para su debida  aplicación. Las universidades hacen esfuerzos por realizar la discusión teórica en la búsqueda de disponer positivamente al ciudadano. La ciudad de Cúcuta representa una  experiencia urbana a favor del ambiente al ser calificada como  ciudad verde de Colombia por su extensa arborización por el cual ha recibido  premios municipales. Esto sugiere que la temática ambiental es prioritaria para habitantes e instituciones y que abordar lo que sujeto cotidiano percibe y actúa vinculado con su entorno social, es intentar la comprensión del proceso de transformación que se requiere.

1 responden a lo acordado en la Conferencia de Naciones Unidas, Cumbres de la Tierra, en Brasil  (1992)

2 En Bolivia, Une, creada en 1999

3La construcción del nativo ecológico, para ampliar sobre acciones políticas indígenas y ambientalismo.