EDUCACIÓN AMBIENTAL EN EXPERIENCIAS URBANAS<br>
 Representaciones sociales de un sujeto ambiental en el escenario de una ciudad verde

EDUCACIÓN AMBIENTAL EN EXPERIENCIAS URBANAS
Representaciones sociales de un sujeto ambiental en el escenario de una ciudad verde

Jorge Alirio Peñaloza Páez
Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Venezuela

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Cultura urbana. La gestión ambiental urbana: Cúcuta ciudad verde

Referido a las ciudades sostenibles-ciudades verdes, tema prioritario de la agenda pública ambiental dispuesta a dar respuesta a la realidad ambiental urbana actual y que oriente el accionar de los actores institucionales y sociales.

Reseñas de cultura urbana.

La cultura urbana consiste en la manera de expresión que presentan los individuos que se desenvuelven en una determinada ciudad. Son agrupaciones principalmente de jóvenes que se organizan y comportan de acuerdo a las ideologías, gustos musicales o deportes. Las culturas urbanas surgen de la necesidad de identidad de los jóvenes y adolescentes, estos la delinean en función de la manera de vivir, del contexto en el cual crecen y se desarrollan (pensamiento, tendencia, moda). Para Pineda (2010), las culturas son complejas en sí mismas, algunas de ellas poseen instituciones o sistemas de parentesco, políticos, religiosos, entre otros, de estructuras complicadas, que dificultan su aprehensión y aparecen como más elaborados o “complejos” (p. 11) que los de otras culturas, confiriéndole a esa cultura un carácter de complejidad mayor, para situarnos en un plano relativo. Las culturas urbanas al igual que en la sociedades en que se insertan, están en continuo proceso de cambio. Toda cultura lleva implícitas fuerzas de cambio, o sea que siempre está en situación actual o potencial de cambio aunque algunas ofrezcan mayor resistencia a él (culturas conservadoras), que otras. La cultura de las áreas urbanas, particularmente en determinados momentos de su evolución, son más dinámicas, más susceptibles a la transformación, más cambiantes, entre otras, termina diciendo el autor
Sobre Gestión Ambiental
                            
Entendiéndose Gestión Ambiental como la tarea de conducción de políticas, competencias y estrategias para asumir de manera interdisciplinaria el sistema ambiental. Mediante la planificación y aplicación de  técnicas necesarias  de prevención, mitigación y resolución de problemas de carácter ambiental, contribuir al equilibrio adecuado para el desarrollo económico, crecimiento de la población, uso racional de los recursos, protección y conservación del ambiente. En las organizaciones se contempla la producción de servicios con menor impacto ambiental, proteger la salud de los trabajadores, prever materiales de producción más amigables al medio ambiente para garantizar un futuro sustentable para sí misma y su contexto cercano.
 Una Gestión ambiental de interés lo constituye la planificación e implementación de las Ciudades y comunidades sostenibles, propuestos a nivel internacional en la Cumbre de Santa Cruz de la Sierra en 1996. En la Declaración respectiva, en su sección II.3, reconocen los principales desafíos para alcanzar el desarrollo sostenible urbano. Esto incluye: La incorporación de los sectores más pobres y marginados de la población a los procesos productivos con tecnologías ambientalmente adecuadas; la ampliación de la generación de empleo en la pequeña  microempresa por medio de una simplificación de los trámites y el funcionamiento administrativo; la ampliación de los servicios de infraestructura básicos, incluyendo tecnologías limpias y seguras; la promoción de la calidad de vida en las ciudades y las comunidades, tomando en cuenta las características espaciales, económicas, sociales y ambientales; la seguridad de contar con las prácticas industriales y de transporte más eficientes y menos contaminantes para reducir los impactos ambientales adversos y promover el desarrollo sostenible en las ciudades y comunidades. El tema se retoma en la II Cumbre de las Américas en Chile 1998. Allí  la Unidad de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente estableció siete grupos de trabajo, entre ellos el designado para Apoyar tal iniciativa de la Cumbre de 1996. Este asunto representa una tendencia en el diseño de espacios más amigables con el medio ambiente.
Entre las propuestas en la vía de sostenibilidad de las ciudades, el Proyecto ECOCITY emite el Manual para el diseño de ecociudades en Europa. La Ecociudad: un lugar para vivir mejor profundiza en los resultados de una línea de investigación europea «La ciudad del mañana». Explica, partiendo de la experiencia, los proyectos emprendidos en paralelo en siete ciudades europeas, “haciendo hincapié en cómo plantear, desarrollar y evaluar planes urbanos desde la perspectiva de la sostenibilidad” (p.20). Presentan algunos ejemplos de ciudades y barrios europeos que han asumido esta perspectiva: Bud Ischl (Austria), Barcelona (España), Gyo˝r (Hungría), Tampere (Finlandia), Trnava (Eslovaquia), Tubinga (Alemania) y Umbertide (Italia). Identifican las siguientes características. En el gráfico 2 se presentan las características que ilustran la visión de una ecociudad.

ONU-Habitat Oficina Regional para América Latina y el Caribe,  define su misión como la “de promover pueblos y ciudades social y ambientalmente sostenibles con el objetivo de proporcionar vivienda adecuada…” (p.1), mediante un proceso de acuerdo y aplicación de estrategias de planificación y gestión ambientales, EPG, con la adopción de decisiones urbanísticas participativas, según el brochure respectivo (Ver gráfico 3). Desarrolla, a través de la Campaña  Mejor ciudad, Mejor vida, algunas  áreas temáticas: una ciudad flexible en la que prepara a las ciudades para el cambio; una ciudad segura y saludable para que las ciudades sean lugares habitables; una ciudad productiva para hacer que las ciudades sean más eficientes y sean mejores lugares para garantizar el trabajo digno; una ciudad planificada significa planificar las ciudades del mañana para desarrollar procesos de toma de decisiones sostenibles; una ciudad inclusiva para que sean accesibles en favor de los desfavorecidos, equitativas y respetando las igualdades de sexos; una ciudad verde construyendo ciudades basadas en la eficiencia ecológica y de carbono.
Lo anterior parece indicar la necesaria atención a las nuevas denominaciones sobre las ciudades y su requerida condición de sustentabilidad. La conversión en ecociudades implica medios de transporte alternativos, buen tratamiento en la recolección de basuras, uso de energía solar, zonas verdes para sus ciudadanos, agricultura a pequeña escala, preferencia por el peatón en lugar del automóvil, edificios verdes. La constitución de los ecobarrios que prevengan el daño ecológico mediante el uso de tecnologías limpias, mediante la promoción de liderazgos locales, conexión en redes y gestión de la innovación para el tratamiento ambiental. Verdaguer (2000) señala  que la escala del barrio era ya un escenario privilegiado para el buen urbanismo tradicional preocupado por las dotaciones y por los equipamientos y la buena forma de la ciudad, pero que…”el enfoque ecológico no hace sino corroborar y ratificar este planteamiento al otorgar una especial preponderancia a las condiciones locales, al ámbito físico real, en el que se desarrollan los procesos urbanos” (p.72). Para Cuello (2012) un ecobarrio es una fracción urbana “que se destaca por su mejor desempeño en las dimensiones del desarrollo sostenible (ambiental, social y económica), respecto a los barrios convencionales. Puede tener origen en un tratamiento urbano de desarrollo pero también de re-desarrollo, renovación urbana o mejoramiento integral (p.1).
En Colombia, existe el primer ecobarrio llamado Suerte 90 en Cali. El proyecto utiliza materiales de construcción resistentes a los terremotos fabricados con escombros reciclados y cenizas de caña de azúcar. Combina elementos de sostenibilidad social y medioambiental como la autogestión del proyecto por parte de la comunidad, y un uso adecuado de energía y de los recursos naturales. El barrio colombiano fue finalista de los Premios Mundiales del Hábitat en el 2005 pues proporciona “soluciones prácticas e innovadoras a los actuales problemas de vivienda en todo el mundo” según señala la misión del premio internacional. En la misma vía RENACE o Red Colombiana de Ecoaldeas  “se consolida como una red nacional de espacios y comunidades que promueven, educan, investigan y difunden estilos de vida sustentable y regenerativa”, según señalan en su página web. Son espacios sobre quinientos habitantes quienes mantienen una constante comunicación y son protagonistas de las actividades de la comunidad. Comparten con la naturaleza, utilizan viviendas bioclimáticas, practican el reciclaje y el uso de las energías alternativas.
Dentro de la Gestión Ambiental una planificación verde  significa  resolver el sistema de espacios verdes de una ciudad o territorio, así como que se reconozca los valores y recursos naturales, ecológicos, ambientales y paisajísticos de la ciudad para preservarlos y mejorarlos como una nueva manera de enfocar el urbanismo en la actualidad Desde la mínima unidad de un árbol a un gran cinturón verde, el paisaje es uno de los elementos estructurales de la ciudad, y hacer paisaje en la ciudad equivale a hacer ciudad Salvador (2003).  La expresión Ciudad Verde surge para Menchaca (2010) como una evolución de las ciudades inteligentes, “con el objetivo de hacer frente a los problemas de cambio climático, como elemento fundamental de la sustentabilidad y de la construcción de un medio ambiente natural, nutrido con la belleza de la vida vegetal” (p.2)
En Latinoamérica el texto Construyendo Ciudades Verdes: Manual de Políticas Públicas para Construcciones Sustentables, PoliCS, (2011),  proyecto que contó con la participación de Belo Horizonte (Brasil), Buenos Aires (Argentina) y Montevideo (Uruguay), como ciudades piloto, así como Porto Alegre y San Pablo como las ciudades participantes de la red PoliCS. Propone el libro estimular a los gobiernos para desarrollar y aplicar nuevas leyes y reglamentos destinados a influenciar el sector de la construcción civil y reducir su impacto mediante el uso de técnicas innovadoras, nuevas tecnologías y materiales que emitan menos CO2, disminuyendo el consumo de energía y la tala ilegal de bosques.
La Gestión ambiental de los organismos públicos, entre ellos el  llamado Instituto Nacional de Recursos Naturales, INDERENA, manejó los programas del medio ambiente a nivel nacional hasta la ley 99 de 1993  cuando se crea el Ministerio del Medio Ambiente. La calificación de Municipios Verdes los crea el INDERENA durante el gobierno de Belisario Betancur (1982 y 1986), cuyo programa de gobierno “Cambio con Equidad” contenía la Campaña Verde con 750 Consejos Verdes. En el gobierno de Virgilio Barco (1986-1990), con su programa “Plan de Economía Social,” se redefinieron los Consejos como Cabildos Verdes, los cuales se establecieron “como organizaciones de la sociedad civil creadas por iniciativa ciudadana a nivel municipal para trabajar por la conservación del medio ambiente y garantizar el manejo sostenible de los recursos naturales”, según revelan Bustos y Mora (2008, p.51). En cada caso fue fundamental la participación de las comunidades en el manejo, aprovechamiento y protección del medio ambiente y los recursos naturales de los municipios, constituyéndose como organizaciones de la sociedad civil, enfocadas a la veeduría de los procesos de desarrollo municipales. El Min-Ambiente, mediante Resolución 0910 del 9 de octubre de 1997, reglamentó el título honorífico de Municipio Verde de Colombia estableciendo además la Medalla al Mérito Ecológico.
            Cúcuta, capital del Norte de Santander, en 1988 le fue conferido el Mérito  forestal Roble de Oro. En 1990 se le concedió el título de Municipio Verde de Colombia. En 1991 la Alcaldía promovió el programa Adopte un árbol dentro del Proyecto: Arborización Sostenible. Estuvo dirigido a aplicar criterios técnicos, paisajístico y socioambientales para optimizar el desarrollo del proceso de arborización en Cúcuta y su Área Metropolitana, posiblemente en concordancia con el artículo 302 del Código Nacional de Recursos  Naturales que señala: “La comunidad tiene derecho a disfrutar de paisajes urbanos y rurales que contribuyan a su bienestar físico y espiritual”.