VALORES ARQUITECTÓNICOS DE LA UPN AJUSCO. SU APROPIACIÓN POR LA COMUNIDAD ACADÉMICA

VALORES ARQUITECTÓNICOS DE LA UPN AJUSCO. SU APROPIACIÓN POR LA COMUNIDAD ACADÉMICA

Victorina María Reyes Salas (CV)

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Organización espacial

El siguiente aspecto relevante de la volumetría de la UPN lo forman los edificios adosados, con ellos la organización responde teóricamente a principios de una organización lineal en complemento con una relación conexa o agrupada.
Para Ching la organización lineal es muy flexible, además de adaptarse a la topografía se puede relacionar con otras formas de su contexto, disponiéndolas en toda su longitud  “se sirve de la proximidad para acoger en su composición espacios diferentes en forma y función”  la base de esta anexión o agrupación debe ser la relación con un eje.  “La simetría o axialidad se puede emplear para reforzar  y unificar los componentes de esta organización” (Ching, 2002, pág. 214 y 229)
Desde su planeación inicial la UPN dispone la anexión de dos cuerpos diseñados para los edificios de gobierno y de biblioteca. La Biblioteca en su fachada al interior se integra por completo a la parte superior de uno de los edificios longitudinales, su entrada, hacia el patio central, es señalizada mediante un remetimiento,  a nivel planta es  acompañado de muretes como parte de un disimulado puente con el cual el edificio se integra a la calle peatonal interior, existe un espacio intermedio entre el edificio adosado y la calle, esto permite algo de  iluminación natural al desnivel  tipo sótano,  el espacio intermedio está  acondicionado como área verde; de esta manera se disimula la existencia del puente y permanece semioculto el sótano. Aunque este edificio destinado a Biblioteca en su parte superior parece integrado al edificio longitudinal, son independientes y no tienen comunicación vertical entre ellos, de hecho es indispensable salir del edificio longitudinal para bajar  y poder entrar a la biblioteca desde el patio.
La inserción del volumen de la biblioteca al cuerpo longitudinal, no se destaca, parece un solo cuerpo,  en la imagen alcanza a verse como el puente da al primer piso y como está ligeramente desfasado, generando una terraza, a nivel vertical el desfase incluso va después de la desviación axial.
El edificio de gobierno  tiene un volumen trapezoide complejo, en gran parte exento, una esquina se integra tocando una arista por arriba el voladizo del segundo nivel del edificio longitudinal correspondiente (hoy edifico C), la mayor parte es semindependiente porque en su parte central, donde está su entrada, se une mediante un puente al patio central, Ver ilustración donde se observa como un volumen geométrico irregular,  aparece con una desviación axial para facilitar esa unión. La otra esquina del edificio, tiene una desviación axial cóncava e inmediatamente una desviación convexa para unirse a la sección del auditorio Lauro Aguirre. El edificio de gobierno no obstante se inserta por debajo a un edificio longitudinal, tampoco tiene comunicación vertical siendo más bien un edificio adosado. Su acceso por el patio central se ve minimizado pues se debe atravesar  el edificio longitudinal que le antecede.  En la siguiente ilustración del lado sur se observa con más claridad cómo está separado el volumen y cómo se une mediante el puente, generando un intermedio común de área verde. Atrae la atención por un lado la manera de disimular los puentes de los edificios de gobierno y el de biblioteca.
También llama la atención las entradas al edificio de gobierno, la del patio central está bien disimulada desde el interior y hacia la calle exterior, o fachada frontal  no hay accesos directos,  hay una entrada adicional para directivos ubicada  a subnivel, a través del estacionamiento, es muy discreta , la tercer entrada, por donde suelen ingresar los trabajadores administrativos realmente es lateral.

Arquitectura  prehispanista

Estructuras piramidales
La parte externa de biblioteca y gobierno son singulares y semejantes estructuralmente,  citan la arquitectura de origen prehispánico, estos  elementos de manera sutil añaden al estilo internacional la nota local de una manera crítica.
El edificio de gobierno es el más próximo a una fachada frontal, en su parte central. Se asemeja a otras fachadas externas por una integración visual de ventanas en banda y marcos porticados. Sin embargo en su fachada lateral  norte, cambia por completo, esta zona muestra muy bien sus diferentes niveles y su estructura es piramidal, de ascendencia teotihuacana. Posee los elementos típicos de talud central, alfardas, tableros y plataformas. Las plataformas presentan características análogas a las terrazas lecourbusianas. La fachada externa del edificio de la Biblioteca  muestra  un tratamiento de gran similitud.  
Por otra parte en relación al desarrollo del estilo de González de León, del periodo de construcción de la UPN, de Anda comenta que desde la perspectiva de su potencial plástico, la interpretación de  elementos de la tradición histórica nacional da lugar a respuestas arquitectónicas propias.
Le Corbusier con la Carta de Atenas  manifiesta la necesidad de preservar la historia arquitectónica bajo ciertas condiciones, pero por otro tiende a desalentar las discusiones en pro del regionalismo, textualmente:
 “Los valores arquitectónicos deben ser salvaguardados (edificios aislados o conjuntos urbanos). …Esos testimonios preciosos del pasado serán respetados, en primer lugar, por su valor histórico o sentimental; también porque algunos de ellos contienen en sí una virtud plástica en la que se ha incorporado el genio del hombre en el más alto grado de intensidad. Forman parte del patrimonio humano, y quienes los detentan o están encargados de su protección tienen la responsabilidad y la obligación de hacer cuanto sea lícito para transmitir intacta esa noble herencia a los siglos venideros”. (Corbusier, 2013, pág. 66)  
Más adelante parecería una posición contraria al  regionalismo:
 “La utilización de los estilos del pasado, con pretextos estéticos en las nuevas construcciones alzadas en las zonas históricas tiene consecuencias nefastas. El mantenimiento de semejantes usos o la introducción de tales iniciativas no será tolerado en forma alguna. … Estos métodos son contrarios a la gran lección de la historia. Copiar servilmente el pasado es condenarse a sí mismo a la mentira… sólo a una recomposición ficticia, apenas capaz de desacreditar los testimonios auténticos que tan vivamente se deseaba preservar.” (Corbusier, 2013, pág. 70)
Una lectura cuidadosa revela una postura sólo en contra de la falta de creatividad, de una copia falsa a manera de pastiches. En realidad pide  un verdadero respeto a las formas arquitectónicas del pasado histórico.
Los setentas son un periodo muy posterior a la Carta de Atenas de Le Corbusier1 y de los debates internacionales entre el estilo abstracto y universalista que confiere el uso de tecnología y nuevos materiales con la polémica del regionalismo, el movimiento internacionalista ha pasado a una segunda generación de arquitectos  decantados en algunos casos por integrar el regionalismo, o la transfiguración del internacionalismo, por ejemplo el arquitecto  Alvar Aalto, de Frampto,  los  japoneses Yoshida, Horiguchi y sobre todo Kenzo Tange.
Teodoro González conoce los aportes de la discusión de los arquitectos internacionalistas, para Teodoro "la arquitectura es un oficio que se aprende viendo y viviendo las obras reales. El arte se alimenta de arte…. La reseña y crítica que hacen Colquhoun, Frampton y sobre todo Curtis y Rickwert se basan en observaciones y vivencias de obras reales. Rozan la teoría con meditaciones sobre el sitio y la cultura en que se producen y a la que sirven y nos muestran cómo sus plástica las relaciona con el mundo.” (González, 2001, pág. 14)
Mientras en México la arquitectura internacional también ha tenido un cambio generacional, subsiste atrás el movimiento de la integración plástica, con la segunda generación de la escuela mexicana de muralista, atrás las obras de O´Gorman y de los primeros funcionalistas, una nueva generación de arquitectos ligados a las obras gubernamentales entre ellos se encuentran Francisco Serrano, Pedro Ramírez Vázquez y Agustín Hernández quienes se han pronunciado por un internacionalismo regionalista con incorporación de elementos prehispanistas 2.
       Con la ilustración anterior las semejanzas estructurales entre la pirámide de Quetzalcóat y la fachada lateral del edificio de gobierno se hacen más obvias, incluso en la cantidad de niveles; pero también hay diferencias de una construcción contemporánea, con un sistema constructivo diferente; tan solo cita la invariante prehispánica y la incorpora sin copiarla. En primerísimo término difiere por la habitabilidad, el edificio de gobierno se usa por dentro, en sus diversos subniveles, el acceso es por una puerta acristalada, las plataformas tienen función de terraza, con transparencias al interior del edificio para una iluminación natural mediante ventanal en banda, con disimulados accesos o puertas de cristal, arriba, precisamente en el área destinada a la rectoría, en la parte central del talud hay claramente dos puertas acristaladas para el acceso y vista panorámica. Las escaleras para comunicación vertical no están afuera, sino adentro del edificio. No hay ornamentos. Hay funcionalidad y una estética fiel al estilo internacional contemporáneo aprovechando esas características estilísticas que comparten y pueden unirlas, por ejemplo la masividad.
       En el caso de la biblioteca el tratamiento es diferente,  las invariantes prehispanistas se abordan con más austeridad, por necesidades de resguardo la biblioteca no tiene acceso público por su fachada externa, en la parte alta hay ventanales en banda para la iluminación natural indirecta al interior de la biblioteca, hay muros ciegos y en la parte baja se incorporan otras funciones como son, el almacén y zona de servicio médico, con acceso discretos y contigüidad a estacionamientos.
El arquitecto Pedro Ramírez Vázquez reconoce al maestro José Villagrán una influencia trascendental en la dirección de la escuela mexicana de arquitectura y en la planeación y renovación del género escolar. Cuando Villagrán3 dirige como presidente la Comisión Técnica del CAPFCE con José Luis Cuevas,  Pietrasanta, y Enrique Yáñez, propició una arquitectura regional, actualizada y moderna. El trabajo de Villagrán contribuye a dar a luz una arquitectura nacional y moderna que pugna por un país más justo y más habitable. (González, 2001)
En la arquitectura mexicana hay  una continuidad histórica “del género escolar”, donde se inserta el estilo de la UPN rescatando para la arquitectura educativa el elemento prehispanista.
Fernando González Gortázar (1996) en el prólogo de “La arquitectura Mexicana del siglo XX”, menciona a la arquitectura del siglo XX como una de las manifestaciones de la cultura nacional más fascinantes  y lo atribuye a que la arquitectura  muestra con claridad su tiempo histórico, definiendo con mayor contundencia la identidad  y siendo un fiel espejo de las pasiones y contradicciones mexicanas.
El arquitecto Pedro Ramírez Vázquez  años más adelante expresa con claridad algunos principios que definen a la arquitectura de esta época como nacional y prehispanista, junto con Schjetnan sus criterios fueron abordados en el subcapítulo “los invariantes formales de una arquitectura prehispánica, estos elementos forman parte del estilo arquitectónico y están presentes en la caracterización de la arquitectura masiva, la arquitectura paisajista, la dimensión monumental, el tratamiento natural de los materiales, y las invariantes piramidales de talud, tablero y plataforma, junto a las avenidas y plazas.
       Cuando se le pregunta al arquitecto Teodoro González sobre si su obra es regional, responde:
“no sabría como catalogar mi obra. No tengo distancia crítica. Me considero moderno y pienso que la historia nos muestra que ningún estilo respeta fronteras de paises y de culturas: son internacionales. Pero también nos muestra que las obras genuinas reflejan algo del lugar y la cultura locales: son regionales. Pero lo regional, cuando es profundo y genuino…es muy difícil de definir: se percibe, pero cuando se analiza se disuelve, no se sabe en que consiste.” ( González, 1994, pág, 89)
González de León además de conocer personalmente la arquitectura prehispánica, por haber recorrido diversos centros arqueológicos, conoce bien la obra del arquitecto Marquina:
“En la historia de la ciudad de México hubo tres momentos en los que las acciones colectivas integraron una obra de arquitectura urbana total unitaria y diversa…El primero ocurrió en los albores del siglo XVI, cuando la ciudad era una isla…tenía una estructuira bipolar con dos centros: Tlatelolco en el norte y Tenochtitlán en la porción central…La reconstrucción hecha por Marquina de este conjunto, plenamente comprobado por la arqueología, nos muestra un urbanismo insólito de espacios exteriores compuestos a base de juegos de plataformas definidas por escalinatas y taludes fuertemente policromados. Esta impresionante manufactura estaba ordenada por una doble simetría que respondía a sus dos deidades.  (González, 2012, pág.6)
La composición de la arquitectura de la UPN además de las estructuras piramidales incluye como invariantes formales las plataformas, plazas y un patio central.
Plataformas
Entre las llamadas invariantes formales de la arquitectura prehispánica, estan” los juegos de plataformas definidas por escalinatas”, éste es otro de los recursos ampliamente utilizados por González y Zabludovzky en la construcción de la UPN. Su incorporación obedece por un lado a ser una manera de resolver los desniveles del terreno, y ajustarse a la topografía, asentados en la ladera de una montaña,  por otro a una solución ya practicada en la arquitectura del pedregal , a las inmediatas aportaciones hechas por Luis Barragán en la arquitectura del Pedregal de San Ángel, solución con la que se hermana y finalmente consciente o inconscientemente hacen referencia a las lejanas construcciones prehispánicas, incorporan con ello una estética regional.
Teodoro González reconoce esa ascendencia de la arquitectura  “...el Pedregal de San Ángel. Hay que recordar que ese sitio de excepción del valle de México, con su flora y su fauna sui generis, ya había sido descubierto para usos urbanos por Luis Barragán. Ya nos había sorprendido con sus misteriosos jardines de los terrenos de muestra en lo que sería Jardines del Pedregal.” (González, 1996, p. 35-36)
En el espacio interior abierto de la UPN destaca esta presencia de plataformas-escalinatas,  con los salones vegetales y muretes van conformando espacios menores, algunos sombreados propicios para suavizar las pendientes al tránsito peatonal y para estimular la recreación y el descanso a la sombra.  Las escalinatas en las plazas serán las bancas del teatro abierto, como es posiblemente sucedió en la época prehispánica. Las plataformas y escalinatas como se ha mencionado siguen una línea en zigzag, paralela a edificios longitudinales.
       La estructura formal de la UPN contiene cuatro áreas citando características regionales: ventanas nichos, en referencia a las pirámides tipo Tajín y similares, estructura piramidal cita a Teotihuacán (de donde se derivan muchas más),  plataformas y escalinatas, recuerdan diversas zonas de arqueología urbana prehispánica; plazas, como espacios públicos de áreas arqueológicas, también se encuentran en otras arquitecturas locales y en la colonial. El carácter masivo también está presente en las pirámides latinoamericanas; la monumentalidad y el papel del espacio central como factor espacial de socialización. Son tratados con el manejo del estilo internacionalista y su sistema constructivo, sin ornamentos y geometrizados. Esto es un aporte a la identidad arquitectónica en su vigencia y articulación con el estilo internacional. Da continuidad histórica a una de las orientaciones de la arquitectura escolar del siglo XX. La arquitectura escolar tiene en México raíces profundas , desde el periodo prehispánico existieron construcciones destinadas a la función educativa, denominadas Calmécac y Tepochcalli. Retrotrae la significación asociada al desarrollo urbano arquitectónico prehispánico, el cual respondió a una orientación preconcebida de orden universal, una cosmogonía y una sacralidad. Significó también una liga con un conocimiento profundo de la astronomía y las matemáticas y el desarrollo de su arquitectura. Entre los valores compartidos están las relaciones espaciales con  grandes accesos, dinamismo y ritmo de volumetrías, visuales, estos elementos imprimen un sentido de monumentalidad.
Plazas
Las plazas son de antaño lugares de encuentro social, la calle central de la UPN, en su diseño zigzagueante da lugar a varias plazas: la plaza o patio central  formado con el más amplio espacio abierto entre los edificios paralelos, a la altura del acceso central del edificio de gobierno, de  referencia junto al elevador, un alto muro ciego es el respaldo propicio para actividades de espectáculo o formales al exterior, convoca al público espectador a sentarse en las escalinatas del frente. Los usos o costumbres le dan esa funcionalidad de plaza pública. Enfrente del auditorio Lauro Aguirre y dirigida hacia la salida del pórtico principal, igual con el tiempo hay una apropiación del espacio para otros usos sociales, diferentes a las de la plaza central, una tercer plaza se encuentra al fondo, entre el comedor y el pórtico posterior, de construcción arquitectónica lograda mediante hundimiento del nivel del piso. La costumbre la ha asignado como teatro al aire libre, la denomino Plaza de las Jacarandas, por tener la peculiaridad de estar rodeada de estos árboles desde su construcción y es descrita como arquitectura paisajista.
Para la ciudad prehispánica el espacio público es de escala monumental por su relevancia social, son los espacios de confluencia y de tránsito interno.
Patio central o explanada
Las características del patio central o explanada, otro término coloquial de referencia, subraya su importancia como solución creada para el espacio público, con revaloración histórica susceptible de referencia prehispánica y/o de referencia hispana, ambos nacionales.
Se forma estructuralmente por corresponder a la parte más ancha de la calle peatonal, y por el cierre perimetral de los edificios longitudinales, y  por las plataformas, lo cierran el cambio de anchura a nivel del auditorio Lauro Aguirre, y el desnivel hacia el pórtico lateral, seguido de desviación axial. Lo apoya visualmente el muro monumental del fondo, que le da dirección, convirtiéndose en su frente, el cierre al fondo lo dan las escalinatas.
La plaza entre auditorio y el pórtico principal, por su ubicación es de mayor trascendencia, sin embargo por su tamaño es menor y por estar casi siempre cerrado el acceso por ese pórtico, solo de manera eventual hay ciertos eventos sociales, incluye algunos rituales, por lo demás funciona como zona de paso.
Plaza de las Jacarandas
       Para Francis Ching  (2002) los elementos horizontales son definidores,  un campo espacial se define mediante un plano base; si  un plano horizontal se sitúa debajo del plano base, el volumen espacial se define por las superficies verticales de la depresión, por eso se le llama plano base deprimido. En la UPN se aprovecha  una oquedad natural  como base plano deprimido para construir una plaza,  de las superficies verticales  tres de los paramentos  está formado por escalinatas y el cuarto es una pared de lava natural, en las esquinas se colocan maceteros fijos con árboles de jacaranda, al fondo hay un plano hundido al descubierto, aprovechado para representaciones teatrales o actividades similares. Ha sido detallada como parte del área ajardinada. Su forma de cuadrángulo irregular recuerda vagamente al cuadrángulo de las monjas, sigue la topografía del lugar.

1    La “Carta de Atenas” de Le Corbusier es un manifiesto urbanístico redactado en el IV Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM) celebrado a bordo del Patris II en 1933 en la ruta Marsella-Atenas-Marsella (el congreso no había podido celebrarse en Moscú por problemas con los organizadores soviéticos) siendo publicado en 1942

2 Maribel Zerece en un artículo de internet sobre la arquitectura contemporánea menciona:
En la otra vertiente el estilo internacional, impulsado por Pani, moderado y sujeto a la interpretación y vivencia personal del arquitecto mexicano, se manifiesta en una nueva generación de arquitectos, entre los cuales se cuentan Reynaldo Pérez Rayón, Julio de la Peña, Francisco Artigas, Alejandro Prieto, Pedro Ramírez Vázquez, Jorge González Reyna, David Muñoz, Ramón Torres, Guillermo Rossell, Héctor Velázquez y Abraham Zabludovsky, quien en los últimos años se ha convertido hacia una expresión más personal de la arquitectura.

3 Después de su fecunda iniciativa para desarrollar el género nosocomial.

4 Antes considerada solo como centros ceremoniales, ahora se les reconoce como centros urbanos.