VALORES ARQUITECTÓNICOS DE LA UPN AJUSCO. SU APROPIACIÓN POR LA COMUNIDAD ACADÉMICA

VALORES ARQUITECTÓNICOS DE LA UPN AJUSCO. SU APROPIACIÓN POR LA COMUNIDAD ACADÉMICA

Victorina María Reyes Salas (CV)

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Capítulo 1.  Epistemología y Metodología

Introducción a la epistemología y metodología de investigación cualitativa sobre  la arquitectura universitaria
En este capítulo se seleccionan y justifican los aspectos de epistemología, metodología y técnica de recolección de información que guían la investigación, por consiguiente se abordan como temas: la epistemología de la complejidad y la fenomenología, la metodología cualitativa, el método etnovalórico y la técnica del registro fotográfico.
Los principios básicos de distinción, conjunción e implicación que Edgar Morin plantea como propios de la epistemología de la complejidad concuerdan con la forma de abordar la arquitectura universitaria como una conjunción de lo arquitectónico fungiendo  lo espacial y contextual para la residencia  de lo universitario como la experiencia comunitaria que signa atributos y sentidos a los rasgos arquitectónicos expresando  su apropiación a través de la interacción espacial  y generando un acondicionamiento mutuo. Aceptado como objeto complejo la arquitectura universitaria se desborda en un análisis transdisciplinario que deriva en diversidad de núcleos temáticos que lo describen: ubicación geográfica,  inclusión arquitectónica del contexto natural  con sus características geológicas y ecológicas, análisis urbanístico y  análisis desde la arquitectura del paisaje; desde su abordaje geocultural se analizan los acontecimientos históricos sucedidos en el lugar que conforman o modifican el espacio, de los cuales se identificaron tres: historia de los asentamientos de Cuicuilco, la batalla de los Héroes de Padierna  y la pertenencia cultural a la serranía y alta montaña del Ajusco.
Por otra parte la arquitectura universitaria también da lugar a su consideración desde lo fenomenológico, en este sentido este capítulo también presenta lo espacio temporal desde dos orientaciones teóricas, en la primera se retoma la teoría de Marc Augé sobre el lugar y la teoría de Paul Riceur respecto al tiempo y la sucesión generacional,  con ambas se facilita explicar procesos de identidad y apropiación del espacio; la segunda orientación temporal  da lugar a la necesidad de explorar la historia de la arquitectura del lugar desde tres líneas: la historia constructiva de la UPN, la historia de los arquitectos que la construyeron y su inserción en la historia de la arquitectura mexicana.
Los valores arquitectónicos de la Universidad Pedagógica Nacional y su apropiación por la comunidad académica se convierte  en  un caso selecto abordado desde una metodología cualitativa, con un enfoque etnográfico culturalista y en particular mediante un método etnovalórico desde el cual se conceptualiza la comunidad universitaria. Las interacciones espaciales de los universitarios con los espacios públicos y abiertos de la UPN no requieren una contabilidad y registro estadístico propios de una investigación cuantitativa, solo es pertinente mostrar que hay una constancia, lo cual se logra mediante la guía para la documentación fotográfica, dado que se trata de un fenómeno social y como tal siguen la ley de la inercia, asentada por Talcott Parsons. Para su documentación objetiva se recurre a la fotografía como herramienta de recolección de información, sustentada por Peter Burke como documento histórico y  testimonio visual.

Epistemología de la Complejidad y Fenomenología

Entendido lo epistémico como la relación que se establece entre el sujeto investigador y el objeto de investigación, la presente investigación obedece por un lado al enfoque epistémico de la complejidad y se complementa al abordar la fenomenología. Desde la epistemología, si el sujeto investigador acepta de entrada que el objeto a investigar es complejo, al adoptar la arquitectura universitaria como tema de estudio se infiere una distinción de lo arquitectónico y lo universitario; la arquitectura como una solución estética espacial y lo académico y universitario como una campo diferenciado referido a lo educativo de nivel superior, sin embargo arquitectura universitaria, como tema sujeto y su adjetivación conlleva simultáneamente una conjunción,  en tanto  realidad vivida  la arquitectura universitaria es inseparable y funciona como unidad temática, donde la actividad universitaria de referencia necesariamente debe darse en un espacio determinado, ese espacio habitado constituye su arquitectura, esta arquitectura condiciona las posibilidades de la acción educativa e influye en  las experiencias de la comunidad académica en su tránsito por el espacio educativo.
La significación que pueden adquirir los atributos arquitectónicos es dada por las convenciones y principios arquitectónicos y se actualiza por la interpretación de sus habitantes, y a su vez los rasgos arquitectónicos consiguen contribuir a sustentar la identidad universitaria, se reconoce así una implicación mutua entre la arquitectura y los universitarios.
En el enfoque de la complejidad sugerido por  Edgar Morin (1995) para que  el espíritu humano pueda aprehender el enorme conjunto de conocimientos generado por las diferentes disciplinas científicas, propone la transdisciplinaridad.  Los principios del pensamiento complejo requieren de la distinción, la conjunción y la implicación.  Las fuentes del saber objetivo apuntan hacia una cultura basada en la reflexión. Es indispensable el reconocimiento del ser en su humanidad común y la aceptación de su diversidad cultural, por ello Morin (1995)  señala la necesidad, para la educación del futuro, de una gran religazón de los saberes de las ciencias naturales con el fin de ubicar la condición humana en el mundo, de los conocimientos de las ciencias humanas para aclarar las multidimensionalidades y complejidades humanas. La necesidad de integrar el aporte inestimable de las humanidades, no solamente de la filosofía y la historia, sino también de la literatura, la poesía y las artes. La pretensión de unir el contexto natural y geocultural con las funciones axiológicas, estéticas de lo arquitectónico  y el salto a su comprensión como ente cultural, obedece a la intención transdisciplinaria hablada porMorin (1995).
La complejidad humana no se comprendería separada del desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y del sentido de pertenencia con la especie humana. “Dicho de otro modo, son las interacciones entre individuos las que producen la sociedad; pero es la sociedad la que produce al individuo. He aquí un proceso de recursividad organizacional; lo recursivo se refiere a procesos en los cuales los productos y los efectos son necesarios para su propia producción. El producto es al mismo tiempo el productor.” (Morin, 2013)
Esta perspectiva va de lo individual a lo comunitario y a lo social, integra de la misma manera los niveles de la individualidad y la sociabilidad propuestos para incluir el medio natural material al discurso social. (Iwanizewski, 2007)
Para Edgar Morin en la producción del conocimiento científico la experimentación aísla al objeto de conocimiento de su medio ambiente a fin de controlarlo y gracias a esa experiencia se hicieron grandes progresos. Sin embargo señala “hay otro conocimiento que solo puede progresar concibiendo las interacciones con el medio ambiente… ( en este sentido) Nos hace falta, pues, no desunir, sino distinguir los seres de su medio ambiente” (Morin, 2013, pág. 10)
En la apropiación de ese espacio arquitectónico de la institución universitaria  hay una interacción constante entre los seres que la habitan y la materialidad ambiental de la edificación, se condicionan mutuamente por tanto corresponde a un objeto de estudio complejo.
Para determinar cuál es la apropiación comunitaria de valores del conjunto arquitectónico de la Unidad Ajusco de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN Ajusco) se desprenden una diversidad de núcleos  temáticos de estudio al final deben integrarse en un solo y complejo objeto de orden natural, histórico, y etnográfico implícitos en lo arquitectónico.  La posibilidad de abordar estos referentes de diversos modelos teóricos y sus correspondencias metodológicas parte del enfoque epistémico de la complejidad, como lo plantea Edgar Morin (1995).
El estudio del contexto natural se emprende en primer lugar por la necesidad de describir la ubicación geográfica urbanística de la Unidad Ajusco UPN, la ubicación parece algo simple pero puede connotar una valoración espacial. A través de la ubicación y la visualización de la arquitectura se establece una relación con el medio natural, esta temática no se limita específicamente a describir las características geológicas y ecológicas del sitio ocupado por el conjunto arquitectónico, también busca discernir si existe algún sentido de su inclusión arquitectónica en el espacio urbano.  Su base teórica la forman principalmente el análisis urbanístico de Kevin Linch (2008), los estudios ecológicos de la reserva del pedregal de San Ángel compilados por de Ariel Rojo (1994) y el análisis de la arquitectura del paisaje de Schjetnan (1996).
Para el estudio del contexto histórico se utiliza el enfoque de la nueva geografía cultural.
La geografía cultural desde una óptica marxista manifiesta a la relación entre el medio y el hombre como histórica y sostiene que existe una unidad entre la cultura y la naturaleza, esta perspectiva es el elemento básico para el análisis del paisaje en la geografía y se puede aplicar para el paisaje arquitectónico y también en el caso de la ecología cultural, un enfoque multidisciplinario facilita la comprensión de la relación entre los seres humanos, los recursos naturales y el espacio. (Luna, 2011)
Al estudiar el espacio geográfico donde se ubica el objeto arquitectónico, es pertinente incluir los acontecimientos históricos y culturales sucedidos en dicho lugar y que conformaron o modificaron su aspecto físico o social,  aún sin tener una relación directa con la arquitectura actual.
La historia de la UPN es reciente, en relación a la existencia secular de las universidades en el mundo, tiene 30 años de su fundación por decreto (SEP, 1979), pero el lugar geográfico donde se encuentra fue base de otros acontecimientos históricos relevantes:
El estudio indaga si la UPN está en una zona que formó parte del asentamiento de la cultura de Cuicuilco 200 A. de  C. en la Cuenca de México, y es relevante por ser el desarrollo cultural temprano más importante de la Cuenca y lega, como muestra arqueológica, un ejemplo de la arquitectura monumental temprana en Mesoamérica: la pirámide de Cuicuilco (Pérez, 2007)
Por otra parte  la unidad Ajusco  se ubica en el Ajusco o serranía del Ajusco, es parte del Atlas Arqueológico de la Alta Montaña Mexicana  (Montero, 2004) si bien se encuentra en las faldas de la serranía, hay probabilidad de que sus pobladores originarios hayan participado de manera activa en su tradición cultural. Para Ismael Montero (2004) el Ajusco es una zona de gran potencial arqueológico. De los estudios etnohistóricos contemporáneos de la alta montaña se van a desprender características culturales ecológicas vigentes en la zona del Ajusco que podrían ser revaloradas en la cultura universitaria, como lo es el ritual de los graniceros, y modelos de cosmovisión relacionados con lo sagrado del agua, la montaña y el cultivo del maíz, (Iwanizewski, 2007) esta consideración se abre en la medida en que los valores ecológicos se integren o no a la valoración arquitectónica y peculiaridades de su comunidad.
Desde la óptica de la presente investigación esta visión es importante unirla a la arquitectura, porque la arquitectura siendo una construcción social, humana, no está desligada de lo biológico  y lo cultural del entorno. (Morin, 1999)
Otro evento histórico geográfico a considerar es la Batalla de Padierna, heroica gesta nacional librada contra el ejército norteamericano, durante agosto de 1847. Para probar si hay o no adscripción a dicha zona se consideran las tesis de una de las  historiadoras mexicanas contemporánea que mejor ha estudiado la guerra entre México y los Estados Unidos: Josefina Vázquez, su tarea de recopilación y sus análisis permiten comprender ese periodo de nuestra historia y los espacios donde se desarrolla. 1
La estrategia clave para la comprensión de  valores arquitectónicos derivados de los contextos como valores fundantes de la universidad y su cultura, es la concepción etnográfica de lugar propuesta por Augé (2005)
El tema de la historia arquitectónica de la UPN abarca tres subtemas, los arquitectos que la construyeron, la historia de la arquitectura universitaria mexicana y la historia constructiva.  Para presentar a los arquitectos Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky, se usan estudios recientes que suelen tener como metodología la propuesta de Giorgio Vasari (1996) utilizada en su biografía de artistas del renacimiento, y datos a través del análisis de fuentes documentales contemporáneas. Se incorporan fotografías como documentos gráfico-biográficos
En la historia constructiva se registran puntualmente los datos referentes al decreto de creación, las placas conmemorativas de colocación de la primera piedra, la alusiva a la inauguración, los discursos inaugurales y datos proporcionados en entrevistas realizadas a Teodoro González de León y a Abraham Zabludovsky. Se incorporan fotografías a manera de documentos evidénciales.
Para la descripción de los elementos arquitectónicos, la base conceptual de las convenciones de la arquitectura se obtiene desde los tratados antiguos de arquitectura como los de  Andrea Palladio 2, como de análisis formales contemporáneos, basados primordialmente en las propuestas del arquitecto Francis Ching  (2002) sobre el análisis de forma y espacio. Otras fuentes teóricas y analíticas a considerar  se basan en  los estudios arquitectónicos actuales sobre la obra de González de León y Abraham Zabludovsky o  de escritos de los propios arquitectos. Esta sección incorpora de manera indispensable la fotografía arquitectónica como documento gráfico histórico e ilustrativo. Es la sección donde se vertebra el estudio general.
La semiótica arquitectónica puede instrumentarse como una metodología para aproximarse a los fenómenos arquitectónicos en sus funciones y connotaciones simbólicas, en este apartado se retoman las tesis de Umberto Eco (2005) y del arquitecto Tadeo Taki (1983)  ya expuestas para la interpretación de los elementos arquitectónicos y su significación actual, se usan fotografías del ciclo escolar 2010-2011, a modo de evidencias o testimonios documentales del gradiente de su conocimiento,  uso en las actividades cotidianas y ritualistas y para captar el sentido del espacio abierto para los habitantes actuales .
Un edificio particular  obedece a un proceso de diseño y construcción humanos, es documentado y ordenado por principios arquitectónicos y por convenciones sociales de la arquitectura, constituye una entidad histórica cultural. El valor cultural que en su conjunto se obtiene de toda la caracterización e interpretación arquitectónica, origina una reflexión sobre la cultura arquitectónica universitaria.
De esta manera la diversidad teórica permite abordar el objeto de investigación desde su vertiente espacial sin embargo requiere por otra parte un acercamiento fenomenológico en relación a la vertiente temporal.
Como la tesis busca la apreciación de la comunidad académica de los valores arquitectónicos de la UPN, esta experiencia sensible se da en un tiempo determinado, se deriva un espacio habitado y vivido en el tiempo, por eso una de sus fundamentaciones epistemológicas requiere la reflexión sobre el tiempo vivido  y se sustenta en concepciones del tiempo fenomenológico. 3
Paul Ricoeur remite cómo la refiguración del tiempo se da gracias a la invención de ciertos instrumentos de pensamiento: el calendario, la idea de sucesión de generaciones (generaciones de contemporáneos, predecesores y sucesores) y mediante el uso de archivos, documentos y huellas. Estos instrumentos son conectores entre el tiempo vivido y el tiempo universal.  (Ricoeur, 2003)
El calendario es un instrumento adecuado de la memoria colectiva porque expresa el ritmo de la actividad colectiva además garantiza una regularidad. El tiempo del calendario es un tercer tipo de tiempo, es un puente de la práctica histórica entre los tiempos vivido y cósmico. El tiempo mítico es un “gran tiempo” que envuelve toda la realidad, su función es regular el tiempo de las sociedades y sus hombres respecto al tiempo cósmico, ordena los grandes ciclos celestes y los ritmos de la vida social. La representación mítica conjunta mito y rito. El rito expresa un tiempo con ritmo de gran amplitud, enmarca el tiempo ordinario en ciclos más amplios que los de la acción cotidiana. El mito dilata el tiempo ordinario mientras que el rito acerca el tiempo mítico a la acción cotidiana. Mediante el rito aunado a las fiestas se corresponden el orden del mundo y de la cotidianidad. El tiempo crónico socializado se institucionaliza a través del tiempo del calendario, todas las culturas se esfuerzan en hacer objetivo el tiempo crónico, la división y cómputo del tiempo crónico se alcanza con tres rasgos:

  1. Un acontecimiento fundador o inicio de una nueva era, o un nuevo curso, que es el momento axial, el punto cero a partir del cual se fechan todos los acontecimientos siguientes. Este acontecimiento puede ser el nacimiento de un semidiós, Cristo, Buda, por ejemplo)
  2. Con el momento axial o eje de referencia se puede recorrer el tiempo en dos direcciones, del pasado al presente y viceversa.
  3. Hay un repertorio de unidades de medida que determina periodos constantes y recurrentes de fenómenos cósmicos, así la astronomía proporciona leyes y contribuye a la datación, definiendo intervalos como el día, estaciones, etc.

De este modo todos los acontecimientos adquieren una posición en el tiempo, según su distancia del eje y los aspectos cósmicos y psicológicos adquieren una significación nueva. Los acontecimientos de nuestra vida reciben una situación respecto a los acontecimientos datados, indicando posición en la historia y el sitio en relación a los hombres que han precedido, que ya han vivido y las cosas que ya han sucedido. Lo simultáneo físico se convierte en tiempo del calendario, es punto de referencia para todo lo social como una efemérides que permite preparar actividades, fiestas que se convoquen en función de la fecha. El tiempo del calendario se inscribe en la hermenéutica de la temporalidad.
Este rasgo del tiempo calendárico (datación sobre un eje de referencia) es un auxiliar en identificar las actividades recurrentes en el tiempo y su asociación a ciertos espacios y puede incluir identificar actividades rituales.
En el caso de la UPN así como de instituciones educativas, sobre la base del calendario ordinario se fija un calendario particular, el calendario escolar. El calendario escolar rige la vida de la comunidad universitaria, es anual y su eje es arbitrario solo hasta cierto punto ya que se busca la coincidencia con otras instituciones educativas, en particular con la SEP,  en términos generales la vida académica inicia en agosto de cada año. El calendario fija los ciclos escolares para la UPN son dos ciclos semestrales, un aspecto relevante dentro del calendario son las marca de inicio y fin de cursos, de exámenes, de vacaciones y de días de suspensión de labores, también incluye emisión de convocatorias, registros e inscripciones, el ritmo de vida administrativa y académica viene dada por este calendario, que va de semestres nones a pares, sobre él inciden los ciclos culturales y las actividades de ritual académico.
El segundo aspecto temporal fenomenológico de trascendencia a la vida académica es el rasgo de sucesión de generaciones, es particularmente útil en su aplicación de una comunidad universitaria ya que dicha sucesión es más rápida que la sucesión biológica familiar.
En la sucesión generacional biológica el plano biológico sucede al plano astronómico, su proyección sociológica es la relación anónima entre contemporáneos, predecesores y sucesores, ingresa al campo histórico en su dimensión temporal, la analogía con el ser de Heidegger es la antinomia entre tiempo mortal y tiempo público, hay una cadena de agentes históricos vivientes para ocupar el lugar de los que se van o mueren y esto implica la sucesión de las generaciones. La relevancia de este rasgo es que la sucesión de las generaciones sirve de base a la continuidad histórica, con el ritmo de la tradición y la renovación. No son generaciones eternas o que se reemplazan en un cien por ciento, más bien hay una compensación gradual de la muerte por la vida. En el ciclo de nacimiento procreación envejecimiento y muerte, la edad media garantiza el cambio de los muertos por los vivos sin perder lo avanzado. La medida puede expresarse igual en años o promedio de vida, pero incluye elementos cualitativos. El recambio cuantitativo de generaciones de acuerdo a la nueva era sería de 84 generaciones aproximadamente, n equivale a sucesión. Hay pertenencia a una generación que se reinterpreta en función de la precedente, los contemporáneos están expuestos a las mismas circunstancias e influencias, hay una experiencia y orientación común y a su vez ellos influyen en la siguiente generación y en nuevas posibilidades. Cada generación tiene una disposición. La noción de sucesión de generaciones  forma una estructura intermedia entre la exterioridad física y la interioridad psíquica y convierte a la historia en una totalidad con continuidad en el tiempo, hay un encadenamiento. La dinámica social depende de las modalidades de encadenamiento de las generaciones localizadas en un espacio social.  (Ricoeur, 2003)
La sucesión generacional juega un relevante papel en la transmisión de la adquisición cultural y repercute en la actitud de los grupos más jóvenes que cuestionan la herencia cultural, hay un proceso dialéctico en el que se confrontan la herencia y la innovación. La continuidad del cambio generacional tiene lugar con diferentes grados de conflicto.
En el caso de las universidades hay una sucesión generacional dada de forma más continua y principalmente en el sector estudiantil, existe una estratificación simultánea por grados escolares, los del primer nivel al ingresar están renovando a la generación por salir, con estudiantes de octavo o noveno grado o semestre y hay generaciones intermedias que permanecen, los de tercero a séptimo grado, o con más precisión los de quinto semestre, ellos son el equivalente a la edad promedio o de procreación, aunque entre los estudiantes no opera este concepto. Los predecesores y los sucesores se intercambian ante los contemporáneos, es posible la continuidad e innovaciones en un periodo más corto, la relación cronológica es de cinco años en promedio. Hay relaciones temporales entre pasado, presente y futuro de forma más continua e interactiva.
Como señala Ricoeur un flujo temporal acompaña a otro, mientras duran juntos, la experiencia cotidiana comunitaria descansa en una comunidad que coincide en el tiempo y en el espacio. .. “Sobre esta simultaneidad de dos flujos distintos de conciencia se edifica precisamente la contemporaneidad que se extiende más allá de las relaciones interpersonales cara-a-cara. … las transiciones que llevan a “envejecer juntos” a la contemporaneidad anónima… el  paso a la contemporaneidad anónima marca un crecimiento de las mediaciones simbólicas”  (Ricoeur, 2003, pág. 797) . Ser contemporáneo tiene el carácter de compartir experiencias, sucede un compromiso mutuo; si se pierde la inmediatez, la imaginación suple la experiencia dando lugar a una galería de personajes como compañeros tipo ideales, de una relación de experiencia social indirecta. “…la relación de simple contemporaneidad es una estructura de mediación entre el tiempo privado del destino individual y el tiempo público de la historia, en virtud de la ecuación entre contemporaneidad, anonimato y comprensión ideal típica: “mi simple contemporáneo es alguien del que sé que existe conmigo en el tiempo, pero del que no poseo ninguna experiencia inmediata”  (Ricoeur, 2003, pág. 798)
La memoria colectiva va a surgir en la intersección entre la memoria del antepasado con la memoria de los descendientes, esta intersección se produce en el presente; con variantes de grado que van desde la intimidad del nosotros hasta el anonimato; hay un puente tendido entre pasado histórico y memoria; los relatos son conectores, hay una cadena de memorias que se extiende desde los primeros y remotos tiempos hasta la reciente retención de la memoria individual.  “…es preciso decir, en sentido inverso, que la narración ancestral introduce ya la mediación de signos y se inclina más bien del lado de la mediación muda del documento y del monumento, que hace del conocimiento del pasado histórico otra cosa muy distinta de una memoria agrandada, exactamente como el mundo de los contemporáneos se distinguía de nosotros por el anonimato de las mediaciones”  (Ricoeur, 2003, pág. 799)
J. Le Golf  en Documento/monumento,  señala que la memoria colectiva se valoriza y se organiza en patrimonio cultural  (LeGolf, 1978)
La fenomenología del ser social se interesa en la exploración de las transiciones que van de la experiencia directa del nosotros al anonimato del mundo social cotidiano. Hay una intersubjetividad instituyente. Gracias a esta experiencia temporal la cultura universitaria, que incluye entre otras cosas, las actividades propias de estudiantes, su información sobre cómo son los docentes, dónde o cómo conseguir apoyos o materiales y un sin fin de informaciones corren de una generación a otra, cuando hay una movilidad espacial de salones y ante una flexibilidad curricular y sobre todo al haber espacios o actividades que reúnen a los estudiantes de diferentes generaciones. Así se crean tradiciones como la semana cultural de una licenciatura, la progresión de congresos de un área, la convivencia de fin de año, etcétera, actividades que según esta tesis tienden a fijarse en espacios particulares, aspecto por probar como acontecimientos de un presente histórico.
El último conector en la perspectiva del tiempo desde la fenomenología abordada por Ricoeur (2003) es la noción de huella y de testimonio del pasado. Los monumentos y documentos son testigos del pasado, la función de un documento es informar sobre el pasado y ensanchar la base de la memoria colectiva; dejar una huella  es el vestigio del paso de un hombre, animal o cosa  por un lugar, la huella es visible como vestigio dejado; la huella indica un aquí, por lo tanto en el espacio y un ahora, por consiguiente en el presente. La Historia es un conocimiento por huellas, la significancia de un pasado acabado  permanece preservado en sus vestigios. La marca sugiere la idea de un soporte resistente, más duradero que la actividad transitoria, pues los hombres pasan y sus obras sobreviven. La huella es un efecto-signo razonando en términos de causalidad a lo largo de la cadena de acciones de pasar por allí. La huella señala el paso, es conservada y se convierte en documento datado y cuidado.
En tanto el término  espacio de experiencias, “se trate de experiencias privadas o la experiencia transmitida por las generaciones anteriores o por las instituciones actuales, se trata siempre de una extrañeidad superada, de un adquisición convertida en un habitus. …el término espacio evoca posibilidades de recorrido según múltiples itinerarios y, sobre todo, de reunión y de estratificación dentro de una estructura de muchas capas que sustrae el pasado, así acumulado, a la simple cronología.” (Ricoeur, 2003, págs. 940-941)
La noción de tradición se relaciona con el de camino recorrido en el espacio de la experiencia; en tres sentidos, expresa  el estilo formal de encadenar y dar continuidad a la recepción del pasado; las tradiciones se corresponden  con los contenidos transmitidos, que portan sentido y contienen todas las herencias simbólicas, y la tradición como legitimidad designa la pretensión de verdad que precede a la crítica. La condición de ser afectados por el pasado se acompaña por un horizonte de espera, una historia efectiva. La aproximación hermenéutica reconoce la exterioridad del pasado. El documento constituye una gran memoria, es recogido y conservado, para el documento, la huella hace tradición. La tradición se relaciona con la sucesión de las generaciones. Subraya el carácter hiperbiológico de la red de los contemporáneos, de los predecesores y de los sucesores, es decir,  la pertenencia de esta red al orden simbólico. Recíprocamente, la sucesión de las generaciones proporciona a la cadena de interpretaciones y de reinterpretaciones la base de la vida y la continuidad de los vivientes. Los tres: la huella, el documento y la sucesión de las generaciones expresan la reinserción del tiempo vivido en el tiempo del mundo, así es como el tiempo del calendario entra en el dominio del fenómeno de la tradición.  (Ricoeur, 2003)
El espacio abierto de la UPN es concebido como el espacio de experiencias cuyos múltiples itinerarios pueden dejar huellas y formar un habitus, a través de la sucesión generacional   se insertan como tiempo vivido en el tiempo del calendario escolar. Las huellas estarán conformadas por testimonios visuales para el caso del documento y de la investigación y como parte de la memoria visual de la comunidad.

Metodología Cualitativa

El objeto de estudio  de la presente investigación es la arquitectura de una institución universitaria y el sujeto investigador es una mujer profesionista que pertenece a la comunidad educativa y también habita la arquitectura estudiada, esta mujer tiene además una función laboral relacionada  con la cultura institucional, es responsable de curaduría y museografía, función que pertenece a la Dirección de Difusión Cultural, es decir hay una implicación entre sujeto y objeto, y hay una empatía natural entre sujeto de promoción cultural y objeto como entidad cultural. Esta implicación asumida incluso como una responsabilidad, encuentra en la metodología etnográfica una forma de investigación disciplinaria adecuada y por demás agradable. La investigación por tanto se afilia a un enfoque etnográfico culturalista.
Si  se admitiera a la arquitectura únicamente como un objeto físico, desde una óptica positivista, sólo se abordaría su caracterización con una descripción física, objetiva, cuantitativa; en apariencia ajena a la subjetividad y sin ninguna consideración de sus habitantes. Dado que desde una perspectiva de ciencia positiva, aún los objetos los producidos socialmente, se integran al mundo físico, al entorno natural con una carencia de significados.
En cambio cuando la arquitectura es pensada como una entidad cultural, en tanto objeto socialmente producido, habitado y apropiado con sentido, es necesaria una metodología cualitativa, un método factible es el etnográfico, el cual es compatible con el enfoque epistémico de la complejidad y el de la fenomenología en tanto todos ellos conciben como inseparable lo físico de lo social de un fenómeno cultural.
Se parte de considera que  “Cuando el entorno natural material se presenta como algo preestablecido, eterno, estático y pasivo…se sitúa fuera de la cultura y de la sociedad, este enfoque corresponde a un rasgo de la sociedad occidental que solo asigna al entorno material un valor utilitario” (Iwanizewski, 2007)
Iwaniszewski (2007) retoma la postura de Heidegger  para remarcar que lo humano y lo natural no son entidades separables, el hombre se sitúa en una espacialidad y temporalidad particular desde las cuales constituye su historicidad y donde el uso de los criterios temporales y  espaciales constituye su objetividad. El hombre se construye así mismo al relacionarse con otros individuos, estas relaciones a su vez espacio temporales se establecen como un intercambio intersubjetivo/objetivo.  Desde esta perspectiva, cuando el entorno físico material se integra al discurso social se trasciende  la dicotomía  entre cultura/sociedad y el entorno físico material. Este problema trata de ser resuelto por diferentes filósofos y sociólogos entre los que se encuentran Heidegger, Habermas  y Bordieu.
Cuando se aplica a la arquitectura la perspectiva  de “geografía sagrada” o “paisaje ritual”  sugerida  por Broda (1991) se otorgan significaciones a sus atributos. Sin embargo  Iwanizewski (2007) refuta la perspectiva de la “geografía sagrada” o “paisaje ritual”  como términos cosmovisionales,  en esa perspectiva la significación sobre la estructura del mundo se efectúa como una red de formas vertidas sobre lo material. Para Iwanizewski (2007) una forma  no puede plasmarse sobre un rasgo paisajístico porque se producen simultáneamente y entonces lo requerido es incluir el medio natural material al discurso social y hacer ver  cómo está mediando la practica social particular. Esta propuesta metodológica se acerca a la epistemología de la semiótica del espacio.
En una primera aproximación en esta investigación se considera que el ser humano percibe los rasgos arquitectónicos y les asigna importancia y sentido, de esta manera se integra lo subjetivo a lo objetivo, mediante las asignaciones de significación a las características arquitectónicas.

Método Etnovalorativo

El método etnográfico a seguir  es el llamado etnovalorativo, la teoría de la investigación antropológica que  lo fundamenta se retoma  de la propuesta del Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán en particular sus conceptualizaciones sobre la realidad cultural y  las caracterizaciones de los criterios conceptuales.
Para los efectos del estudio de los valores de la arquitectura de la UPN, se  realizan adecuaciones, en vez de una comunidad étnica, indígena, con álgidos y diversos problemas sociales que ameritan una intervención urgente, se trata de una comunidad universitaria y la investigación se desarrolla en torno a un objeto de base material con formas. Se le pueden aplicar ciertos niveles de abstracción de realidad cultural. Para el tratamiento de este tipo de objeto cultural se enuncia una forma y se  inicia con la lógica de la descripción física y se enfoca a su comunidad con empatía y describiendo sus conexiones con la forma. La metodología utilizada en este nivel aprovecha la etapa preliminar de reconocimiento y la exploración básica integral; se puede circunscribir a una sola institución. Los principios y valores culturales que resultan de la síntesis, responden a un nivel de abstracción  propio de la antropología y son parte de la investigación empírica integrada de una realidad cultural nacional.
Para recopilar la información perteneciente a un hecho  social, se pide contar con una serie de criterios; las construcciones conceptuales se originan en la abstracción del objeto cultural, en el proceso selectivo se encuentra un juicio de valor de lo que es propio como documento de validez científica. Forma es lo que existe de un modo presente, es la esencia o perfil actual de la cosa. Los hechos y procesos sociales se refieren a experiencias humanas manifiestadas públicamente y de manera reiterada, por lo cual son accesibles a la observación, al reconocimiento y a la verificación. Como realidad social y cultural además de los hechos y sus relaciones se encuentran las ideas y los valores, porque éstas dos últimas son susceptibles de exteriorizarse en conductas y ser definidas como formas, y de esta manera se pueden tratar con objetividad, es decir, observar, reconocer y comprobar. (Aguirre, 1992)
La aproximación formal es un instrumento útil en el análisis y la investigación de la cultura, permite una identificación de los hechos y sus conexiones internas, lleva a la identificación y conocimiento de la estética cultural.  Sus categorías de análisis son cuatro cualidades: contenido, uso, función y significado.  Aguirre (1992) las define: el contenido de una cultura es la suma de recursos materiales y humanos que el acto moviliza en la consecución de una finalidad socialmente productiva.  Mientras el uso  es un modo de operar técnico, legal o ritual destinado a alcanzar esa finalidad social, la función es la tercera cualidad asignada a los hechos sociales y conduce a la estabilidad dinámica y a la cohesión social. La última cualidad que se considera es la del significado a la que se atribuye una naturaleza objetiva,  el argumento de subjetividad e invalidez  dado por otros investigadores que lo consideran sujeto a preferencias o gustos individuales, sin base existencial, se refuta  por considerar que los hechos sociales al atribuirles una cualidad de significado,  se les signan valores que cambian con la interpretación determinada por diferencias culturales, dichos cambios obedecen a un factor de relatividad no de ausencia de objetividad.
El concepto de significado “consiente la investigación de los deseos, aspiraciones e ideales humanos, de lo que es tenido por bueno o malo, por útil o dañino, de lo que merece aprobación o censura… Confirma que el valor de los hechos puede investigarse  objetivamente y que las uniformidades invariantes que resultan de esa indagación son normas para la actualización de las posibilidades o potencialidades de la cultura” (Aguirre, 1992, pág. 146)
Las operaciones reflexivas del proceso investigativo atraviesan la descripción, el reconocimiento, la aplicación, la explicación y la interpretación o síntesis. La investigación explicativa debe reparar en el significado atribuído a los hechos sociales, con la sistematización y valoración de los datos de la experiencia se obtiene la interpretación, como último nivel de abstracción. (Aguirre, 1992)
En el presente estudio de caso metodológicamente se hace una delimitación en torno a la necesidad de realizarlo desde una perspectiva cualitativa y etnográfica y no de una visión cuantitativa, en esta última situación el caso es elegido o seleccionado entre muchos como representante o muestra de otros similares, mientras en la situación presente se trata de un caso único y específico elegido por conveniencia y compromiso de la investigadora, es una instancia social estudiada a profundidad  como objeto único del que se desea un tipo de comprensión: su valoración arquitectónica.

Registro fotográfico de observaciones

Para la construcción del objeto de conocimiento el primer paso es la observación, no sólo como una mirada sino como un proceso perceptivo que se debe ver a detalle, de manera minuciosa, para enfocarlo y estudiarlo con precisión (Estrada, 2010)
El campo de observación remite a dos unidades: la arquitectura universitaria en su carácter físico espacial es observada y captada mediante fotografías, se le describe a partir de la caracterización de sus rasgos y el análisis formal. La segunda unidad de observación es la comunidad universitaria de la UPN Ajusco, considerada como miembros inscritos y unidos en torno a una Institución de Educación Superior específica, sujetos que se manifiestan mediante la ocupación de los espacios exteriores de la arquitectura, también son observados y descritos a través de imágenes fotográficas.
Para esta investigación se define comunidad universitaria a la constituida por estudiantes, personal docente y administrativos adscritos a la Unidad Ajusco de la UPN y que asisten de manera periódica y constante, también se incluyen a los visitantes. Se puede manejar de manera análoga el término comunidad educativa y comunidad UPN.
Aunque  la INIFED define comunidad educativa como la constituida por alumnos, padres de familia, personal docente y administrativos de los planteles. En la comunidad universitaria se excluye a los padres de familia por tratarse de alumnos mayores de edad; se incluye como presentes de manera esporádica en el campo universitario la presencia de visitantes, entre los cuales pueden estar de manera común familiares de los estudiantes.
La importancia científica de esta metodología radica en obtener datos gráficos a través de un contacto visual directo en una situación específica, evitando las distorsiones producidas cuando el investigador es un agente externo y preservando la espontaneidad de los sujetos observados. Se estudia la interacción de los sujetos con el espacio arquitectónico exterior. Las nociones teóricas para permitir este acercamiento se basan en la psicología ambiental y retoman en particular el término apropiación del espacio público.
El registro de datos de información del caso se obtiene  mediante una herramienta de observación y captación objetiva: la fotografía. Peter Burke  fundamenta el uso de la fotografía como documento histórico, a partir de considerar la imagen como un testimonio visual. El testimonio de las imágenes hace posible la historia de la cultura material.  Las imágenes visuales no son meras ilustraciones de conclusiones obtenidas por otros medios. La imagen es una fuente histórica. Han sido utilizadas por historiadores desde hace siglo y medio, en 1897 el especialista en historia de la cultura Jacob Burckhardt califica las imágenes y monumentos como testimonios del pasado del espíritu humano, de objetos permiten leer las estructuras de pensamiento y representación de una determinada época. El historiador de arte Aby Warburg  menciona que una historia de la cultura  se basa  tanto en las imágenes como en los textos. (Burke, 2005)
La tendencia de los historiadores es a citar sus fuentes, sin embargo el historiador holandés Reiner  afirma la conveniencia de hablar en términos de “vestigios” del pasado en el presente, y este término se refiere a manuscritos, impresos, edificios, mobiliario, paisaje e incluye diferentes tipos de imágenes obtenidas mediante pintura, esculturas, grabados y fotografías, e inclusive puede abarcar películas (Burke, 2005, pág. 16)
También el historiador de arte Gombrich discurre en torno al principio de “testigo ocular” para hacer referencia a un artista como testigo de un determinado momento en un explícito lugar. “El arte puede dar testimonio de lo que ocurre en la realidad”. (Burke, 2005, pág. 37)
Para Peter Burke (2005) las imágenes, de manera similar a los textos o los testimonios orales son una forma importante de documento histórico; coincide con Roland Barthes en que la imagen tiene un efecto de realidad y comenta cómo los periódicos llevan mucho tiempo usando a la fotografía como testimonio de autenticidad.
También los especialistas en historia urbana consideran particularmente importantes los testimonios visuales. En una tesis de Maestría sobre la historiografía cultural de la arquitectura del siglo XX, Ciebeyconsidera a la imagen como  una representación visual que refleja un testimonio ocular y  por  tanto se introduce como una forma fundamental de documento histórico. Este es un precedente vigente en investigaciones sobre arquitectura. (Ciebey, 2012)
La fotografía se convierte en una herramienta viable para la observación y captura de información para esta investigación sobre la arquitectura universitaria.
Por otra  el acceso al campo está garantizado en primer término porque la investigadora es miembro de la comunidad universitaria investigada, responde por tanto a una “participación observación”, en segundo término porque la indagación se realiza en exteriores y son de fácil acceso.
La fotografía  tiene la función principal de permitir la descripción física y se le puede añadir como pie descriptivo asociado a fotografías la relatoría de los acontecimientos y usos de la comunidad universitaria en el espacio público arquitectónico de la universidad, basado en el conocimiento o identificación de los agentes sociales fotografiados de manera  continua en torno al espacio arquitectónico de los exteriores de la UPN Ajusco.
Los participantes sociales son miembros de la comunidad universitaria de la UPN Ajusco, son participantes pasivos, en tanto son observados y descritos mediante fotografías con sus notas descriptivas.
El valor de la imagen se incrementa cuando es un testimonio de la historia cultura material, como puede ser la historia de la arquitectura. Una ventaja especial del testimonio de las imágenes es que comunican con rapidez y claridad los detalles de un proceso muy complejo, “los expertos en historia de la arquitectura hacen habitualmente uso de las imágenes para reconstruir la apariencia de algunos edificios antes de ser demolidos, ampliados o restaurados.” (Burke, 2005, pág. 106)
Si se liga esta condición a la consideración de que la arquitectura es un objeto social que posee un carácter concreto e innegable de existencia, que se desenvuelve en el espacio y el tiempo, es una unidad compuesta por rasgos o complejo cultural y pertenece a la categoría de recurso material que puede estar sujeto a transformaciones. Esta posibilidad que se opone a su estado actual, debe analizarse, porque si un edificio es identificado como un bien cultural nacional, y es categorizado como un hecho de valor, el cambio podría significar pérdida, como en el caso de un recurso arqueológico. (Aguirre, 1992)
Por tanto un aporte adicional de esta investigación es que resguarda testimonios visuales del estado actual de un bien cultural: el edificio de la UPN.
Cabe aclarar que por el momento no se pretende formar un catálogo razonado de las fotografías obtenidas, este procedimiento común en la historia del arte no se aplica debido al papel jugado por la comunidad universitaria sobre el aspecto físico del inmueble, no obstante hay una guía para la ordenación cuidadosa y razonada de las fotografías tomadas, esta guía se obtiene del análisis estructural de la arquitectura de la propia UPN. Las fotografías donde no se incluyen sujetos pueden servir posteriormente al catálogo mencionado.

1 Dra. Josefina Zoraida Vásquez de Kanauth, Historiadora mexicana del Colegio de México. Entre sus publicaciones  se encuentran  (1972) Mexicanos y norteamericanos ante la guerra del 47, México :SEP-Setentas;  (1997) El origen de la guerra con Estados Unidos, HMex, XLVH:2, México: El Colegio de México; (1997) “Breve Diario de Don Mariano Riva Palacio (Agosto de 1847) (Riva, 1997)” HMex, XLVII:2, México: El Colegio de México;  (1987) (Vázquez, Santa Anna y el reconocimiento de Texas) pág. 553-562

2 Palladio, A. (2005) Los cuatro libros de la arquitectura, UAM editorial Limusa. ya que este arquitecto italiano en su magna obra recupera a los anteriores, por otra parte su primera traducción al español data desde 1578, y es muy posible que su influencia y lectura en nuestro país haya comenzado desde Manuel Tolsá y en la Academia de San Carlos, además es un texto traducido y es reciente su publicación por un profesor de arquitectura en la Universidad Autónoma Metropolitana.

3 La fenomenología tiene entre sus principales representantes del siglo XX a Heidegger y a Husserl, de ellos deriva la filosofía hermenéutica de Paul Ricoeur donde la comprensión ontológica del sí coincide con interpretación de signos, símbolos y textos como  elementos mediadores de multivocidad significativa. El método reflexivo de Ricoeur consiste en una descripción fenomenológica que extrae de la experiencia vivida los significados y estructuras esenciales del proyecto o motivo. El simbolismo es un vehículo de la comprensión, mientras que la hermenéutica es llamada a interpretar la semántica del lenguaje simbólico y a descifrar la estructura de las expresiones de doble sentido. El lenguaje indirecto, el símbolo tiene un sentido que proviene de la experiencia cotidiana y designa algo diferente de modo figurativo en relación a la experiencia interior, o a la vivencia de una experiencia existencial. Su expresividad puede ser cósmica y psíquica. Busca formular una noción de conciencia para la comprensión unitaria del sujeto, que apuntala a la identificación adecuada. (Maceiras, 2003)