SISTEMA VIABLE AUTORREGULADO PARA LA SEGURIDAD Y SOBERANÍA AGROALIMENTARIA EN EL MARCO DE LA SEGURIDAD, DEFENSA Y DESARROLLO INTEGRAL EN VENEZUELA

SISTEMA VIABLE AUTORREGULADO PARA LA SEGURIDAD Y SOBERANÍA AGROALIMENTARIA EN EL MARCO DE LA SEGURIDAD, DEFENSA Y DESARROLLO INTEGRAL EN VENEZUELA

Manuel Ricardo Cristopher Figuera
Universidad Militar Bolivariana de Venezuela

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Aproximación a un gobierno cibernético

Cada vez que el gobernante anuncia un proyecto de gobierno, empeña su palabra, en tal sentido debe tener el mayor control de las variables que intervienen en dicho proyecto; para hacer más previsibles los resultados de su gestión debe cumplir con las siguientes condiciones: a) Alta capacidad de gobierno; b) Buen diseño organizativo del aparato público; c) proyecto de gobierno compatible con la capacidad personal e institucional de gobierno; d) Contexto situacional coherente con el proyecto de gobierno; y e) Buena suerte. El tema principal de todo proyecto de gobierno, aunque no esté explícitamente nombrado, es la seguridad en todas sus acepciones; en la propuesta de gobierno para los ciudadanos, es indispensable la maniobrabilidad de las variables controladas y no controladas; así como también, el liderazgo, la pericia en el manejo de la estructura del gobierno y el conocimiento de las ciencias y técnicas del arte de gobernar. Ya que, la multifactorialidad que interviene en el ejercicio gubernamental, reclama de destrezas políticas y conocimiento del tema económico para satisfacer las demandas ciudadanas contempladas en el plan de gobierno1. Por otra parte, Matus en su libro “El Líder sin estado mayor”, señala la escasez de tiempo de la que dispone el dirigente y las presiones a las que es sometido durante el periodo de gobierno, para darle cumplimiento al plan preestablecido. En tal sentido es indispensable un método y una metodología para lograr sus objetivos, entendiendo que el juego social es un gran juego de características complejas en el que el gobernante intenta mantener en equilibrio dichas complejidades en las que intervienen los nueve juegos de poder, donde cada juego tiene su lógica y sus particularidades propias, están entrelazados y jugados en un mismo tiempo y espacio, estos juegos son: a) El juego político; b) El juego económico; c) El juego de la vida cotidiana; d) El juego personal; e) El juego comunicacional; f) El juego macroorganizativo; g) El juego de los valores; h) El juego de las ciencias y; i) El juego de la naturaleza2. Por ello, quien tiene la alta responsabilidad de gobernar, también es responsable del diseño organizativo que le permita ser certero en el ejercicio de sus funciones, para lo que debe haber una relación estrecha entre la ciencia y la ideología y no dejarnos llevar por la neutralidad axiológica que despersonaliza la actividad científica, ya que en la realidad social ni es posible ni es suficiente la capacidad de predicción, porque la creatividad humana no se rige por patrones y a veces sigue reglas y otras veces las crea, lo que genera las inestabilidades del sistema; todo esto exige combinar valores compartidos, conocimiento y prácticas  que den paso a un nuevo marco teórico que permita nuevas estructuras mediante la que se alcance la efectividad y la eficiencia de todo proceso revolucionario como el que se pretende. Uno de los inconvenientes más acentuados que presenta el proceso revolucionario venezolano, es la ineficiencia e ineficacia del aparato público, no por el hecho de ser público, sino por los inadecuados o inexistentes mecanismos de supervisión, regulación y control. En tal sentido y en el entendido de buscar el bienestar colectivo, debe tomarse en cuenta los siguientes aspectos: a) Regulación política; b) Regulación económica; c) Prestación de servicios sociales indivisibles; d) Promoción y regulación científico-Técnica; e) Promoción constante de la calidad del aparato público y: f) Decisión sobre el modo de inserción internacional3. Stafford Beer, citando a Maquiavelo, sostiene que una manera de acabar con las revoluciones, es invisibilizarlas, esto se consigue mediantes procesos culturales diseñados para negar o mal poner su existencia. Creemos que empleando también la cultura, podemos catapultarla, visibilizarla y hacerla presente en todos los espacios; mediante la combinación de cultura, ciencia y política. La práctica científica tiene motivaciones diferentes a la práctica de la política gubernamental, no obstante, ésta requiere en demasía de los resultados de la primera, para la consecución de sus objetivos.
Está claro que la tarea del científico es la búsqueda de la verdad y, la del político, mantener equilibrada su estructura de poder, y para lograrlo requiere no solo de voceros y técnicos calificados, también es necesario un método que le permita administrar y controlar con precisión el poder. Además sabemos, que ha sido la exigencia militar la que ha acelerado las investigaciones científicas, para fortalecer las teorías de seguridad, defensa y desarrollo de estructuras imperiales; ésta ha aplicado tanto para las ciencia naturales como para las ciencias sociales, cuyo resultados los podemos observar en la creación de máquinas de guerra y mecanismos de control social4; a pesar que el orden mundial ó mejor dicho, desorden mundial, ha pretendido en teoría, mitigar los problemas sociopolíticos, económicos, ambientales y militares, convocando a connotadas personas para buscar soluciones planetarias a dichos problemas, aunque hoy día parecen agravarse; por ejemplo tenemos al alemán Willy Brandt (1913-1992), coordinador del programa Norte-Sur, Un programa para la supervivencia, 1980; al sueco Olof Palme (1927-1986), coordinador del informe para el entendimiento internacional y la seguridad común, 1982; la noruega Gro Harlem Brundtland, coordinadora del Informe Nuestro futuro en común o El informe Brundtland 1987; el tanzano Julius Nyerere (1922-1999), coordinador del informe del Desafío al Sur 1990 y; el también sueco Ingvar Carlsson, coordinador de la iniciativa de Estocolmo 1991. A pesar que el resultado de cada informe generó recomendaciones para corregir las dificultades de carácter económico, político, social y militar, entre otras, hoy día los problemas lejos de disminuir, han aumentado. 
La ciencia en la forma de investigación operacional, es útil para el gobierno, ya que facilitan un ámbito social para los procesos intelectuales de decisión y control, tomando en cuenta que la práctica gubernamental no se fundamenta en la observación sino en la obtención de resultados5. La cibernética como ciencia de la comunicación y el control, es aplicable a sistemas animados o no, físicos y biológicos, sociales y económicos, ya que para el ejercicio de gobierno, un modelo cibernético bien concebido permite el control y el comando de procesos gerenciales, por tener contenida la autorregulación de sí mismo, producto de las leyes que lo rigen, donde el ejemplo más demostrativo, es la forma organizada en que viven las abejas en una colmena, donde en esa sociedad están definidas las funciones de cada miembro, además de poseer un sistema preciso de regulación y control6. Convencido de que la cultura puede servir para la fijación de creencias, en este proceso de ecología de saberes, tal como lo señala el filósofo y científico estadounidense Charles Sanders Peirce (1839-1914) citado por Beer, a través de los cuatro métodos los cuales son: el método de la tenacidad, que se aprecia cuando observamos a personas o grupos sociales aferrados a una creencia que ven como suya y al apreciar que pueden desmontarla, la defienden con mucha firmeza aunque esté alejada de verdad; el método de la autoridad, no tiene que ver con la voluntad individual de las personas, sino de la del Estado, y se presenta cuando determinadas estructuras de poder, establecen un dogma que debe ser aceptada por todo aquel que esté bajo su dominio; el método apriorístico, este método apela a la razón, pero ignora la experiencia y se enclaustra en razonamientos lógicos, que parten sólo de supuestos aceptados con antelación y; el método científico, que puede producir frutos más perdurables y precisos que los anteriores, ya que sólo con este podemos llegar a un conocimiento satisfactorio de la realidad aceptados por la mayoría. Todo esto deja claro que el conocimiento es un producto social que sólo puede completarse en un tiempo mayor al correspondiente a la vida de una persona y debe ser complementado a través de generaciones, ya que dentro del desarrollo del método científico encontramos tres tipos de razonamientos: el inductivo, el deductivo y el abductivo; de este modo podemos afirmar que la adaptación y evolución del método científico es en sí mismo la explicación de las causas finales todo proyecto7. Solo bajo la correcta aplicación de las leyes de la cibernética puede impedirse que una estructura tan sensible y compleja como la sociedad humana se revele ante sus gobernantes, partiendo de la premisa que todo gobierno busca la felicidad colectiva como fin último y de no conseguirla, corre ese riesgo; en tal sentido es imprescindible que pueblo y gobierno compartan o se aproximen a la misma cosmovisión; esta condición permite la autorregulación y los gobernados participan junto al gobernante en un cogobierno8, para así controlar el factor psicológico de la población, que es la variable más difícil de controlar, en nuestro criterio9.
Es urgente atender la demanda de la sociedad por destronar el burocratismo, e impulsar la satisfacción de los intereses comunes, en el marco de la participación y protagonismo de los ciudadanos, no obstante, la planificación económica a la que estamos sometidos, nos ha cargado de consumismo y en vez de protegernos nos amenaza, ya que depreda la naturaleza que nos provee de oxigeno, agua y alimentos; convirtiendo espacios que antes eran fértiles, en espacios plagados de miseria.
Entendiendo que la sociedad es un sistema dinámico, podemos compararlo con una ola, teniendo en cuenta que la ola a diferencia de una sociedad no es un sistema dinámico superviviente, ya que su destrucción está implícita en su organización, en pocas palabras, carece del proceso de adaptación a los cambios, que le permitan perdurar. El modelo actual de desarrollo económico capitalista, parece comportarse como la ola, pero la ola es estudiada desde los principios de la termodinámica, que corresponde a ciencias naturales, y una sociedad obligatoriamente debe ser estudiada desde la perspectiva de las ciencias sociales, de manera holística y sistémica; de este modo puede comprenderse mejor los comportamientos de determinadas sociedades humanas, que en sí mismas tienen contenida la complejidad que le permite adaptarse al medio y reproducirse. En las sociedades las complejidades las determinan sus variables, y éstas son el número de estados que adopta y, en el caso de las sociedades humanas son multifactoriales y no estructuradas las causas que las generan, los indicadores, o elementos que componen un fenómeno social. Los saberes, creencias y patrones de conducta de los diferentes grupos sociales, incluyendo los medios materiales que usamos para comunicarnos entre nosotros y resolver nuestras necesidades, han sido un factor fundamental para nuestra reproducción y supervivencia; sin embargo, ha hecho falta que las sociedades humanas empleemos más los códigos de la cibernética para la convivencia armónica entre nosotros y con la naturaleza, dicho de otro modo, debemos ejercitar la audacia intelectual y mediante nuestra creatividad potenciar la organización eficiente de nuestra sociedad. El modelo se sistema viable autorregulado que estamos proponiendo, no es un cúmulo de operaciones matemáticas, ni tampoco un ideal irrealizable, es el resultado de un calculo que se efectúa de la actual organización de un sistema real, como lo es el actual sistema de producción agroalimentaria que tiene nuestro país, ya que las leyes de la cibernética son universales, de carácter transversal y aplicables a cualquier estructura organizacional10.
Actualmente la seguridad de muchas Naciones está supeditada a las condiciones que imponen organismos supranacionales o multilaterales, que cercenan sus libertades reales y, los científicos y técnicos alrededor del mundo en su mayoría en vez de estar al servicio de sus pueblos, rinden cuenta a dichos organismos que junto a corporaciones privadas subvencionan las investigaciones que ellos realizan. Debido a la regularidad con que ocurre esta situación, las sociedades lo ven con normalidad y cuando se pretende hacer cambios a los sistemas constituidos, se aprecia una resistencia al cambio, pero no es una resistencia individual, sino colectiva que se opone a cambiar lo que considera es normal. Esto exige un alto nivel de conciencia de las personas que integran dichas sociedades, para que la civilización alcance un confort real en relación con las verdaderas necesidades humanas11.
En el proceso de evaluación permanente que hace la FAO en todo el mundo, su representante en el país,  reconoce los grandes esfuerzos que se han hecho durante los últimos quince años, en relación con la adecuación de políticas públicas para atender el problema de la seguridad alimentaria en un trabajo que constituye la materialización de un diagnóstico en línea con las estadísticas de la FAO, haciendo un minucioso recorrido a través de cada una de las dimensiones del concepto de seguridad alimentaria y nutricional12. Sin embargo sabemos que eso dista de la verdadera seguridad y soberanía agroalimentaria.
En la lucha contra los paradigmas civilizatorios dominantes, la soberanía alimentaria ocupa un puesto de combate, toda vez que se acentúa el dominio de las corporaciones trasnacionales sobre los organismos internacionales y los Estados nacionales, para socavar las bases de la intelectualidad social y colectiva de pueblos y culturas ancestrales, al patentar semillas y formas de cultivo como si fueran una creación propia, y no producto de saberes acumulados de pueblos, trasmitidos de generación en generación que a su vez forma parte del imaginario colectivo13 ó del imaginario social14 de los pueblos; lamentablemente organismos supranacionales como la FAO, se convierten en cómplices silenciosos de corporaciones, laboratorios, organizaciones no gubernamentales y hasta otros organismos supranacionales como la Organización Mundial de Comercio (OMC), u organismos dependientes de la ONU como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD),  volviéndose en un fin en sí misma y no luchar bajo los postulados que dieron origen a su creación, pero cuidadosamente emiten declaraciones formales que aparentan luchar a favor de la seguridad alimentaria mundial, lo que constituye una burla gigantesca a la ciudadanos del mundo. En ese sentido la soberanía alimentaria no puede tomarse como un concepto aislado, ya que es un conjunto de experiencias culturales y políticas ligadas a la memoria milenaria de los pueblos que viven en comunidad con la madre tierra; tampoco puede tomarse como una elaboración de la sociedad del conocimiento15, ya que enfrenamos la destrucción de la soberanía política y la autonomía territorial de pueblos y naciones mediante la depredación política, económica, cultural, social y hasta histórica16.
Debemos destacar que ha habido otras experiencias depredadoras y poco exitosas para los pueblos, como la Revolución Verde,17 que bajo argumentos altruistas, su finalidad era comercial. Está claro que gracias a la agricultura la humanidad ha llevado a cabo cambios significativos en las diferentes organizaciones sociales a lo largo de la historia; desde los mecanismos de defensa colectiva surgidos con el nacimiento de los estados, hasta los mecanismos que controlan la sociedad planetaria. Tal vez fue esa situación la que llevo a Norman Ernest Borlaug (1914-2009)18 a desarrollar la ya mencionada Revolución Verde, que fue iniciada por la Fundación Rockefeller19 en Méjico para apoyar a agricultores pobres en la producción de trigo; así lo manifestó Borlaug a una entrevista que la hiciera Action Bioscience20 en noviembre de 2002. Lo que llama la atención de todo lo expuesto, es que la Fundación Rockefeller con un siglo de existencia se destaca por las acciones de su fundador John Rockefeller, conocido por la gran fortuna de dinero que adquirió con el monopolio de extracción, refinación, transporte y distribución de petróleo con su empresa Standard Oil y otras asociadas, también ha sido cuestionada por el presunto financiamiento de las guerras mundiales, para obtener beneficios económicos con la venta de armas a los países en conflicto21, 22. La ONU con sus sesenta años no ha honrado su misión y, la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID)23, con sus cincuenta y cuatro años, que es el organismo encargado de distribuir la mayor parte de la ayuda exterior de carácter no militar de los Estados Unidos de Norteamérica, que desde su fundación financió varios programas de desarrollo agrícola en Centro América, África y Asia y, aún los financia, tampoco ha mitigado el hambre en el mundo. Esto nos lleva a pensar que los modelos de producción agrícola que han desarrollado tan connotadas instituciones obedecen a esquemas mercantiles que generan dependencia para sus fines particulares, dada las estrechas relaciones que tienen con las corporaciones transnacionales que manejan el agronegocio mundial, que cada día construyen una agricultura sin agricultores, gracias al empleo de biotecnologías y maquinarias con tecnología de punta. Ello permite explicar lo que en 2006 Jean Ziegler24 sostenía, que la producción agrícola mundial para esa fecha, podía alimentar a más de 12 mil millones de personas. Pero los organismos multilaterales responsable de legislar en esa materia se apoyan en las corporaciones privadas y obedecen a sus políticas e intereses25; debido al modelo expansionista que por una parte desterró a pequeños agricultores de sus predios y por otra contaminó los suelos, el agua y el aire, provocando erosión y perdida vegetal y animal26. A pesar de existir quienes de manera férrea elogian la labor de Norman Borlaug, podemos afirmar que la efectividad de dicha revolución no fue tal; para ello basta observar las estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos de Norteamérica, que destaca que entre octubre de 2013 y junio de 2014 unos 60 mil niños aproximadamente se encuentran detenidos en casas de alberge por meses antes de ser finalmente deportados a sus países de origen. Niños que provienen de Méjico y otros países centroamericanos, que seducidos por las publicidades engañosas del capitalismo y otros elementos colaterales generados también por la cultura capitalista, son empujados a buscar un mejor vivir, desconociendo que se dirigen a un destino incierto y a una nueva forma de esclavitud27, 28. Tenemos también la agricultura transgénica29, que encarna consigo el desplazamiento de campesinos a las periferias urbanas, a mal vivir en unos casos y sobrevivir en otros, producto del desempleo y depredación de la tierra que genera; cediendo espacios a las transnacionales del agronegocio y la biotecnología.
El ensayista y polígrafo español, Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764), en sus escritos, Teatro Crítico Universal, en el tomo octavo, discurso XII, honra y provecho de la agricultura; hace recuentos y consideraciones de orden religioso, histórico y mítico; que dan cuenta de la importancia de la agricultura, se pasea por los tratados, dictámenes y estudios de los hombres más notables, reinos e imperios que en el pasado dictaron doctrina sobre agricultura como el primer arte y oficio de las organizaciones sociales y principal ocupación de grandes hombres de la historia remota30, cuya importancia aún hoy día está vigente. Si observamos detenidamente la vida del Libertador, apreciaremos que el primer oficio de Simón Bolívar, fue precisamente el de agricultor. También tenemos que, en la segunda mitad del siglo XVIII en España, durante el reinado de Carlos III, surgió una organización de corte académico, conformada por lo más granado de la intelectualidad española, denominada Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País; cuyos objetivos eran conferir y producir memorias para mejorar la industria popular y los oficios, los secretos de las artes, las máquinas para facilitar las maniobras, y auxiliar la enseñanza. Además el objeto de la agricultura y cría de caballos será otra de sus ocupaciones, tratando por menor los ramos subalternos relativos á la labranza, y crianza. Cabe destacar que esta organización tomó como modelo, las sociedades económicas que estaban surgiendo en Europa, con especial atención al progreso de la agricultura, como apalancamiento económico del país31. Además la agricultura es perfecta como elemento de empleo para la seguridad, defensa y desarrollo integral, ya que por sí misma define la ocupación del territorio, aparte de impactar las relaciones económicas, sociales, culturales y participativas de los pobladores. Esto reclama el empleo y aplicación coherente y sistematizada de políticas multisectoriales que fomenten la sinergia y la articulación de inversiones productivas en beneficio de la sociedad. Como hemos observado, el tema de la seguridad y soberanía alimentaria están estrechamente relacionados, no se puede concebir el uno sin el otro. Esta reflexión nos hace volver la mirada a técnicas y procesos productivos agroecológicos que están más próximos al respeto de las leyes de la naturaleza y la sociedad, con características como: participación colectiva; autogestión de sectores organizados; autonomía de las nuevas organizaciones sociales de producción; armonía con el ambiente y la racionalidad en el uso de los recursos naturales locales; aplicación de técnicas agroecológicas y el desarrollo participativo de las técnicas agroecológicas permitirá fortalecer la capacidad local; Innovación, creación y evaluación tecnologías autóctonas, articuladas con tecnologías externas; integralidad referido al manejo de los recursos naturales y; la metodología flexibles, naciendo de la realidad social-productiva, y no de esquemas rígidos, cerrados, definidos con antelación o, impuestos bajo un estándar determinado32.

1 Carlos Matus, en Los tres cinturones de gobierno. Pp. 17-54.

2 Carlos Matus, en Teoría del juego social. Pp. 249-290.

3 Carlos Matus. Ob. Cit. Pp. 55-69.

4 Stafford Beer en Decisión y control. Pp. 15-18.

5 Stafford Beer. Ob. Cit. P. 132.

6 Stafford Beer. Ob. Cit. Pp. 247-346, 354-370.

7 Stafford Beer. Ob. Cit. Pp. 29-44

8 Con este término pretendemos hacer un símil con modelos universitarios que están regidas por el rector, los docentes y los alumnos, para la toma de decisiones.

9 Stafford Beer. Ob. Cit. Pp. 470-474.

10 Stafford Beer. Ob. Cit. Pp. 7-53.

11 Stafford Beer. Ob. Cit. Pp. 93-94, 124-129.

12 Marcelo Resende en, Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en Venezuela. Perspectivas y desafíos 1999 a 2012.

13 Imaginario colectivo, es un concepto de las ciencias sociales, desarrollado por el filósofo y sociólogo francés de origen judío Edgar Morin, para definir símbolos y mitos en una mente social colectiva, alimentada por lo real y lo imaginario de los pueblos.

14 Imaginario social, concepto desarrollado por el filósofo y psicoanalista griego Cornelius Castoriadis (1922-1997), quien vincula los imaginarios sociales con las producciones de significaciones colectivas que nos permiten percibir o aceptar algo como real, donde lo sociohistórico y cultural juega un papel preponderante, ya que no obedece a la lógica clásica eurocéntrica, ni a la de otros factores de dominación.

15 El término sociedad del conocimiento, corresponde al abogado y gurú de la gerencia, el austriaco Peter Druker (1909-2005), para la UNESCO esta noción apunta a las transformaciones sociales, culturales y económicas en apoyo al desarrollo sustentable; pero con razones, el concepto ha sido cuestionado por el presidente de la Academia de la Ciencia de Cuba, el doctor en medicina Ismael Clark Arxer, por cuanto tal como se plantea, es un concepto deshumanizado y mercantilista, ya que solo la intervención de las personas humanas individuales o colectivamente, pueden conferir a la información la categoría de conocimiento.

16 Artículo del colectivo multidisciplinario y contra hegemónico Grupo de Reflexión Rural, denominado: La soberanía alimentaria: entre la ecología de saberes y los organismos internacionales. 

17 La Revolución Verde fue un programa agrícola que se inició a mediados de los años cuarenta del siglo XX, impulsado por la Fundación Rockefeller. El término fue empleado por primera vez por William Gaud, director de la USAID en 1968, en alusión a los éxitos agrícolas en Pakistán y la India.

18 Norman Ernest Borlaug, fue un ingeniero agrónomo de los Estados Unidos de Norte América, genetista, fitopatólogo, humanista, y es considerado por muchos el padre de la agricultura moderna y de la revolución verde.

19 La Fundación Rockefeller es una Organización no Gubernamental filantrópica fundada en 1913 por Jhon D. Rockefeller, que según reza en su página Web, su misión es promover el bienestar de la humanidad en todo el mundo.

20 Action Bioscience es un sitio Web educativo no comercial, creado para promover el conocimiento de las ciencias biológica. Fundada en 1947 como parte de la Academia Nacional de Ciencias; pertenece y es operado por el Instituto Americano de Ciencias Biológicas.

21 Manuel Mariña Müller en, Los Regentes Imperiales. Pp 34-62.

22 Jan Van Helsig en,  Las Sociedades Secretas y su poder en el siglo XX. Pp. 124-191.

23 La USAID, fundada en 1961, es una agencia que ha sido cuestionada por su colaboración con la CIA por injerencia en asuntos internos de varios países en el mundo, financiamiento de movimientos desestabilizadores y participación en el derrocamiento de gobiernos.

24 Jean Ziegler. Ob. Cit.

25 ETC Group. La revolución verde dólar. Como engordan los agronegocios a partir de los bienes públicos.

26 Eliane Ceccon, en La revolución verde: tragedia en dos actos, artículo publicado en 2008 por la revista de cultura científica de la facultad de ciencias de la Universidad Autónoma de Méjico.

27 Noticia publicada por TeleSUR, disponible en: http://www.telesurtv.net/news/En-detalle-La-crisis-de-los-ninos-migrantes-en-EE.UU.-20141120-0002.html.

28 Informe del Comité sobre Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de los EE. UU., de noviembre de 2013.

29 La agricultura transgénica es un tipo de agricultura que utiliza organismos genéticamente modificados, en algunos casos con mayor cantidad de nutrientes; tienen una vida comercial más larga y resisten a condiciones ambientales adversas, así como a plagas e insectos.

30 Jerónimo Benito Feijoo, en Teatro crítico universal. Pp. 390-426.

31 Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País. (1780). Memorias de la Sociedad Económica. Tomo primero. Madrid, España: Antonio de Sancha, impresor de la sociedad.

32 Miguel Ángel Núñez en, Debate pendiente en la soberanía agroalimentaria. Disponible en: http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Desarrollo-Sustentable/Debate_pendiente_en_la_soberania_agroalimentaria.