EVALUACIÓN DE LOS MÓDULOS DE CODIFICACIÓN NUMÉRICA EN NIÑOS CON TRASTORNO DE CÁLCULO

EVALUACIÓN DE LOS MÓDULOS DE CODIFICACIÓN NUMÉRICA EN NIÑOS CON TRASTORNO DE CÁLCULO

Diego de Jesús Iñiguez Moreno
Universidad de Guadalajara

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Módulo visual arábigo

Este módulo se refiere a la representación del número en carácter arábigo, lo cual lo hace una representación visual. Se codifican los numerales en notación arábiga y se utiliza principalmente para realizar operaciones de cálculo de varios dígitos escritos y que requieren una precisión. Dehaene (1997) propone que existen dos vías para la lectura de números en forma verbal y en forma arábiga:

1. Ruta  superficial: basada en la aplicación de los correspondientes algoritmos de
conversión y de acuerdo a las reglas específicas del lenguaje, es la que permite leer cualquier número arábigo, aunque sea la primera vez que se ve.

2. Ruta semántica profunda: funciona sólo con ítems familiares que poseen una entrada léxica específica. A través de la ruta léxica, una representación semántica del input numérico accede y permite la recuperación de la entrada léxica adecuada en un output fonológico. La ruta léxica funciona sólo con números familiares o significativos que han desarrollado una entrada léxica específica (Dehaene, 1997).

            La forma visual arábiga del número es en la que los números son representados como cadenas de dígitos en una memoria auxiliar interna de naturaleza viso- espacial. En este nivel, la representación del número 52 como una lista ordenada de identidades de dígitos puede ser indicada como 5 y 2 (Caramazza y Hillis, 1990).
            Se postula que el funcionamiento de ambas rutas de recodificación, semántica y asemántica, son independientes. Por una parte, la lectura de números arábigos muy familiares, como fechas famosas o marcas de coches, se realiza mediante la ruta profunda porque esos numerales han sido lexicalizados; y por tanto se puede acceder a la representación de manera directa, mediante una recodificación semántica.
            Por el contrario, la lectura de secuencias de números no familiares implica una recodificación a semántica mediante la aplicación de los algoritmos de conversión, pero al no ser semántico no garantiza el acceso al significado del número, a la cantidad que representa (Salguero, 2007).
Se plantea que la lectura de números es estructuralmente similar a la lectura de palabras, aunque estos procesos probablemente estén basados funcional y anatómicamente en vías diferentes (Cohen, 1994). De hecho, en la mayoría de los modelos de lectura de palabras, la ruta superficial se basa en la correspondencia entre letras y sonidos, es decir, en las reglas de Conversión Grafema Fonema, por consiguiente, esta ruta no es válida  para  las palabras  irregulares.

Sin embargo, todos los números arábigos son regulares con la posible excepción de los nombres de las décadas, que es frecuente en distintos idiomas, por ejemplo, en español, “veinte”, “treinta”, etc. (Salguero, 2007).

Por tanto, al igual que en la lectura de palabras, la lectura de números arábigos implica tres principales vías de procesamiento: una ruta superficial no léxica, una ruta semántica profunda y posiblemente, una ruta léxica a semántica. Pero existen dos diferencias importantes con respecto al procesamiento de las palabras:
1. La existencia de una ruta no léxica que permite acceder a la información semántica. Al contrario que las no-palabras (combinaciones de letras que no forman una palabra, por ejemplo, “aghg”), las cuales no tienen significado, los “numerales no léxicos”, incluso aquellos que el lector ve por primera vez, son significantes en la medida en que representan cantidades o magnitudes específicas. La ruta no léxica para la comprensión numérica explica el que se pueda comprender la cantidad que representa cualquier número arábigo, sea familiar o no (Salguero, 2007).
2. Una segunda discrepancia que se presenta con los modelos de lectura de palabras se refiere al funcionamiento de la ruta superficial en la lectura de números. En la lectura de palabras esta ruta se emplea exclusivamente para las regularidades grafo-fonémicas y no hace uso de la información léxica.
En la lectura de números, cada número se traduce, no en uno o varios fonemas, sino en una o varias palabras de números. En algún momento de este proceso, los rasgos fonológicos de las palabras de los números tienen que ser recuperados de un almacén léxico.
Aunque la ruta superficial se represente en el modelo de Cohen con una flecha simple, actualmente se sabe que corresponde a un proceso complejo de acceso léxico y de composición de acuerdo con las reglas de sintaxis numérica (Cohen, 1994).
El modelo postula la idea de que se presenta una disociación entre la lectura de números que tienen significados y la lectura de números que no presentan ningún significado. Los números que son conocidos se procesan diferente de aquellos que son ajenos. Aquí es donde se hace la distinción de la ruta Léxica que corresponde a los números que conocemos y que no son familiares; la ruta no léxica es para aquellos números que no conocemos y no son familiares (Cohen, 1994).
Se propone que existe una ruta semántica para cuando se quieren leer números de forma visual o verbal, hay una ruta léxica semántica para números arábigos familiares (se acede a un almacén de conocimientos semánticos de los números), y la contra parte que sería la ruta no semántica (permite acceder a la representación de la magnitud asociada a cualquier número que esté compuesto correctamente) (Salguero, 2007).