EVALUACIÓN DE LOS MÓDULOS DE CODIFICACIÓN NUMÉRICA EN NIÑOS CON TRASTORNO DE CÁLCULO

EVALUACIÓN DE LOS MÓDULOS DE CODIFICACIÓN NUMÉRICA EN NIÑOS CON TRASTORNO DE CÁLCULO

Diego de Jesús Iñiguez Moreno
Universidad de Guadalajara

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Modelo de McCloskey y las representaciones abstractas del número

El modelo multi-ruta de McCloskey proporcionó elementos básicos para explicar la representación numérica al proponer que las vías de captación de estímulos llevan a una representación abstracta, después se procesan y producen una expresión verbal o aritmética. Al proponer un modelo cognitivo de funcionamiento normal intenta explicar los errores que producen los pacientes con acalculia. Este modelo desarrolla una metodología de estudio de los trastornos de las facultades matemáticas que ha permitido hallar múltiples confirmaciones empíricas (Jacubovich, 2006).

McCloskey y Caramazza (1985) afirman que el sistema de procesamiento numérico incluye los siguientes componentes:

  • De procesamiento sintáctico: procesamiento de las relaciones entre los elementos para comprender o producir los números como un todo.
  • De procesamiento fonológico: para comprender y producir números hablados.
  • De procesamiento grafémico: para producir y comprender números escritos.

El autor propone que estas representaciones del número se procesan por tres módulos que se pueden llegar a alterar, y éstos son: un módulo en el cual entra la información, el siguiente módulo se encarga de procesar la información y el tercer módulo es una salida para la información. Si existe alguna perturbación o lesión cerebral se presentarán problemas en las habilidades matemáticas.

Algunas de las características que presentan los módulos que integran a dicho modelo son: existe una codificación para el procesamiento de números arábigos (por ejemplo 435); una codificación  para el procesamiento verbal de números (cuatrocientos treinta y cinco); y un procesamiento lexical para la producción de elementos individuales en un número (3 o tres) (McCloskey y Caramazza, 1985).

El modelo de McCloskey presenta un sistema para procesar el número, después este sistema se divide en dos sub-sistemas. El primer subsistema está compuesto por dos dimensiones que son la léxica (número) y sintáctica (línea numérica), que tiene a su vez vínculos con el cálculo mental y el cálculo escrito. El segundo subsistema funciona como generador de códigos y representaciones escritas y orales del procesamiento numérico abstracto.

Ambos subsistemas incluyen la facultad para comprender los signos matemáticos, el acceso a los datos aritméticos básicos (tablas, sumas elementales) y el dominio de algoritmos para las operaciones básicas (mecanismos como llevarse, pedir prestado, alinear y otro) (Jacubovich, 2006).

Un problema que presenta este modelo es el escaso desarrollo del sistema de comprensión, aquí el significado es puramente abstracto-cuantitativo y la forma de explorar esta instancia se reduce a la comparación de magnitudes entre numerales (López, 2009).

Una de sus principales debilidades es que se explica el procesamiento matemático considerando que sigue una línea de representación abstracta empezando por la entrada de información, enseguida la información pasa a un sistema de comprensión numérica, después se procesa en el sistema de cálculo para generar una respuesta en el sistema de producción numérica la cual será emitida a manera de salida de información.

Las operaciones aritméticas, desde la recuperación de hechos numéricos hasta el cálculo mental, se llevarían a cabo utilizando una representación abstracta unitaria de cantidad independiente del código en que se presente en la entrada de información (López, 2009).

Ello implica que para este modelo, previamente al procesamiento y después de éste e independientemente del modo de representación, la información siempre debe codificarse en el módulo abstracto. 

“Existen otros modelos que rechazan explícitamente la hipótesis de McCloskey relativa al papel central de la representación abstracta en todos los procesos aritméticos. Algunos autores sugieren la existencia de una ruta asemántica para la transcodificación entre notaciones numérica y verbal sin pasar por una representación semántica intermediaria” (López, 2009, p. 5).