LAS ORIENTACIONES VALORATIVAS ESTÉTICO-MUSICALES EN ESCOLARES PRIMARIOS

LAS ORIENTACIONES VALORATIVAS ESTÉTICO-MUSICALES EN ESCOLARES PRIMARIOS

Niurka Mirta Sánchez Valle (CV)
Universidad “José de la Luz y Caballero”

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1.2  Las orientaciones valorativas como etapa inicial para la formación de valores

Los valores existen en la realidad circundante y tienen un carácter histórico social, en el proceso de su educación se convierten en formaciones internas del sujeto, cuya etapa inicial son las llamadas orientaciones valorativas que se definen como aquellas “(…) que se forman en el sujeto como producto de la interiorización de los valores”. (Chávez, J. Báxter, E .Valdés, H. 2010:15). En este proceso influyen factores tales como su experiencia histórico-social, la ideología, el medio familiar, la educación, así como su relación con los objetos de la vida material que le rodea.
Vital importancia reviste el ambiente escolar donde la labor del maestro tiene una especial significación, pues a partir del contenido de las diferentes asignaturas, la forma en que se propicie su asimilación, así como el resto de las actividades que organice y oriente a los escolares, debe ser capaz de formar en ellos las orientaciones valorativas en correspondencia con los valores de la sociedad socialista.
El producto de la acción de la escuela, así como la generalidad de las influencias educativas determinan la formación de las orientaciones valorativas que orientan y regulan el comportamiento, el grado de significación que estas influencias lleguen a tener en el sujeto deben convertirse en necesidades capaces de impulsar la acción.
Por la gran importancia que tiene la formación de orientaciones valorativas en los escolares en tanto determinan el desarrollo integral del sujeto, se aborda su estudio desde el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Educación Musical, pues hasta donde se ha consultado, se ponderan esencialmente aquellas dirigidas a la formación de valores morales, no así a las de carácter estético.
Desde la Estética, Kagan, (1984) plantea que el propósito de las orientaciones valorativas es señalar las propiedades de los objetos que solo existen para el sujeto y que surgen de la interrelación entre el objeto y el sujeto en la actividad y se manifiestan en forma de valoraciones estéticas. Por su parte la valoración estética es muy específica, subjetiva, por cuanto está condicionada por el sujeto de la valoración. Pero, al mismo tiempo, la valoración estética depende de las propiedades reales del propio objeto, o sea, que tiene una base objetiva en esas propiedades. En resumen, las orientaciones valorativas y las valoraciones estéticas que surgen de ellas tienen un carácter subjetivo porque se tiene en cuenta las características personales del ser humano y al mismo tiempo posee una base objetiva porque depende también de las características físicas y propiedades del objeto.
A partir de la Axiología, Báxter refiere que las orientaciones valorativas se van conformando desde las primeras edades y dependen de la existencia histórico-social concreta y del tipo de sociedad a que pertenece el individuo; señala que a nivel individual le permiten (…) actuar con un criterio de evaluación, revelando el sentir que tienen los objetos y fenómenos de la realidad para él”.  (Báxter: 2002, p.194).
La caracterización que Báxter ofrece en torno a las orientaciones valorativas en el escolar refiere que: se van conformando desde las primeras edades y dependen de las experiencias, de las influencias educativas, de los diferentes factores con los que interactúa, de las condiciones en que se desenvuelve, del medio social en el cual se desarrolla; son producto del grado de significación que dichas experiencias, influencias educativas, factores y condiciones adquieren para él en el proceso de sus relaciones con el medio social y son valoraciones sencillas que se manifiestan en el comportamiento.
En el proceso de enseñanza-aprendizaje todos sus componentes han de ponerse en función para vincular el conocimiento del objeto o fenómeno con su valoración, según el significado afectivo que este adquiera para los escolares, en fin, que sean capaces de “(…) revelar y valorar el vínculo del conocimiento con la vida” (Báxter, 2002:196).
Las orientaciones valorativas permiten a los escolares, en este caso,  revelar el significado que tiene para ellos el hecho musical vinculado a la realidad, de modo que puedan ordenarlo jerárquicamente e ir conformando una escala de valores a la que subordinan la relación del mismo con su actitud ante la vida.
En la realización de la valoración el escolar se basa en los conocimientos generales que tiene de los objetos, estableciendo una comparación entre la escala natural del objeto y la escala valorativa establecida por él y socializada. Esta escala valorativa está determinada histórica, social y culturalmente y caracteriza el vínculo de lo posible y lo real para él.
Los maestros deben ejercer influencias positivas en la consecución de las orientaciones valorativas acordes con la sociedad en la que los escolares se desenvuelven, lo cual es posible caracterizando y comprendiendo mejor las particularidades individuales y grupales de ellos.
En este caso los valores que se educan constituyen resultados de la experiencia individual a partir de situaciones en las que el individuo toma parte activa dentro de un proceso de socialización en sus relaciones con el grupo en que se inserta. Ulloa afirma que “lo conocido […] ofrece un sentido al elemento valorativo externo que incorpora” (Ulloa, 2005:134).
Según Fabelo (2011:193), las orientaciones valorativas son aquellas formaciones relativamente estables de la conciencia individual según las necesidades e intereses del sujeto. Basadas en la experiencia precedente, social e individualmente adquirida, las orientaciones valorativas constituyen una fuente motivacional y un mecanismo regulador de gran importancia en la actividad, dirigidas hacia la consecución de determinados fines percibidos como valiosos.
En el proceso de enseñanza-aprendizaje reviste gran significación la labor del maestro, pues a partir del objetivo trazado, el contenido de la asignatura, los métodos y procedimientos utilizados, las formas de organización en que se propicie la asimilación y los medios empleados debe ser capaz de favorecer las orientaciones valorativas en los escolares en correspondencia con los valores de la sociedad, lo que constituye una importante tarea encomendada a la escuela. Es importante destacar que el maestro es fuente desde la cual los escolares conforman sus orientaciones valorativas, pues para ellos es positivo aquello que el maestro aprueba y reconoce, es negativo lo que este rechaza.
Se asume que la dinámica en el proceso de enseñaza-aprendizaje es  “(…) el movimiento del proceso, el momento donde cobran vida los objetivos, contenidos y métodos. Es el momento en que los sujetos implicados se entregan a la labor de enseñar unos y de aprender otros, poniendo en juego sus recursos personales” (Mendoza Tauler, 2001: 31)”; por su parte la dinámica de las orientaciones valorativas relacionadas con lo estético y lo musical en los escolares primarios, en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Educación Musical, se refiere al movimiento que las mismas imprimen al proceso, dotándolo de una mayor fuerza compulsada por los contenidos musicales (direccionados por el objetivo), los valores estético-musicales, con el auxilio de determinados medios de enseñanza y dinamizados por el método, que hacen que dichas orientaciones valorativas, como etapa inicial de la formación de valores estéticos, adquieran sentido para sus participantes, de ahí que va dirigida a solucionar las insuficiencias que se observan en el proceso en este sentido.
En el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Educación Musical ocupan un lugar importante los medios expresivos como: ritmo, melodía y armonía que junto al contenido, son propiedades que deben ser asimiladas por el escolar, para lograr la apreciación musical y se toman en consideración al realizar valoraciones estéticas como base para la formación de valores estéticos; de ahí que una propiedad física con existencia material, como la sucesión armoniosa de sonidos, se transforma en valor estético-musical solamente cuando es reflejada en el escolar como imagen artística, gracias a la conciencia estética cultivada mediante la educación musical.

1.2.1  Los valores estéticos  en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Educación Musical
El proceso de formación de valores estéticos, que atañen a la naturaleza, las relaciones sociales y las manifestaciones artísticas, es un reto que se impone en cada época, por lo que varios autores tales como: Montero (2001), Curbeira (2007), Sánchez Medina y otros (2008), Estévez (2007, 2011) y Fabelo, (2011) han denotado en actuales investigaciones referentes al tema la vigencia social de la educación estética en general y artística en particular para el hombre y el carácter urgente de aproximarse cada vez más al estudio de todos los fenómenos y procesos concernientes a ello.
Lo bello y lo feo, como categorías estéticas muy vinculadas a lo artístico, resultan formas de reconocer lo que es valioso o no para los escolares, lo que aceptan o rechazan, lo que les gusta o no, ante lo que se sensibilizan o no aspectos que se manifiestan a través de valoraciones sencillas al respecto.
En relación con el valor estético-artístico se asume el criterio de Sánchez Medina y otros (2008) cuando plantean que consiste en la significación para el ser humano de propiedades relacionadas con el arte como: armonía, color, forma, imágenes, sonido, movimiento presentes en objetos, procesos o fenómenos artísticos, con los que al interactuar se estimula en él la sensibilidad estético-artística. Es decir, se trata de llegar a una concepción estética amplia que abarca más allá de lo bello, para tomar en consideración lo sensible en el arte, de ahí que se asuma el término de orientaciones valorativas estético-musicales al aludir al producto de la interiorización del valor estético-musical y se expresa a través de valoraciones sencillas de los escolares en cuanto a su sensibilidad ante lo bello y lo feo del hecho musical.
A partir de los postulados materialista dialécticos, las ideas estético-artísticas que configuran el valor estético-artístico se entienden como resultado de la interacción práctica del individuo con la realidad vinculada al arte. Así, solo en la dinámica socio-histórica de la relación sujeto-objeto en la actividad apreciativa, es posible localizar concretamente las causas de que determinado objeto, proceso o fenómeno artístico sea asimilado como estético y valorado como bello o feo; es decir el objeto por sí mismo no es bello o feo; es el hombre quien valora estéticamente lo artístico y le atribuye una u otra categoría, es él en la actividad quien encuentra  dichos valores.
Indudablemente, todo objeto en sentido general puede poseer determinadas particularidades objetivas de belleza, pero estas en sí mismas no constituyen cualidades estéticas, sino que ellas devienen en la medida en que existe un ser humano capaz de valorar estéticamente dichas cualidades. Por eso es necesario el contacto sensoperceptual por ser el que primero aporta un carácter concreto al valor estético.
Al propio tiempo, esta relación estética se hace concreta en un espacio y un tiempo, por ende, lo estético-artístico no está ni en el sujeto, ni en el objeto, porque ni el sujeto aporta las cualidades estéticas al objeto, ni las cualidades de este son en sí mismas estéticas, sino que lo estético surge en esa relación dialéctica durante la actividad valorativa que se establece entre estos dos elementos como un valor.
El valor estético en general tiene una doble naturaleza, objetiva y subjetiva; no se determina por las propiedades físicas o naturales del objeto, sino por su contenido humano, social. Como todo valor, este valor supone al hombre social y no puede existir al margen e independientemente de este. El valor estético, es un valor espiritual, que surge en el ser humano cuando se crea la necesidad del placer estético; no es por tanto, una propiedad o cualidad que los objetos tengan en sí mismos, sino algo que adquieren gracias a la existencia social del hombre como ser creador.
La valoración estético-artística, como forma particular de valoración estética y expresión de la actividad valorativa, sería inconcebible sin el conocimiento del objeto y las relaciones afectivas que el individuo establece a partir de dicho conocimiento. El valor estético-artístico es una categoría axiológica, que caracteriza el significado del objeto artístico en la actividad del sujeto en un momento histórico concreto.
Para que el hecho musical, como objeto, adquiera un significado estético en los escolares, como sujetos de la actividad, debe surgir una situación estética relacionada con una de las manifestaciones del arte, en este caso el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Educación Musical en la escuela primaria. Esta relación entre el escolar y el hecho musical, bajo una situación estética relacionada con la música como manifestación artística, donde se forman, como producto de la interiorización del valor estético-musical las orientaciones valorativas estético-musicales, tiene en el maestro al mediador o guía que conduce el proceso mediante el contacto directo del sujeto, los escolares, con un objeto artístico, el hecho musical, y que los  impulsa a realizar valoraciones estético-musicales al plantear lo bello o feo.
Es importante destacar que en cuanto el escolar percibe la correspondencia del aspecto, la estructura o la forma del objeto percibido por él en su ideal, dicho objeto le parece bello; en cambio, en cuanto el escolar ve en un objeto algo contrario, hostil a su ideal, el objeto le parece feo y repulsivo.