MODELO DE DESARROLLO ECONÓMICO LOCAL PARA LA DIVERSIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA Y LA ARTICULACIÓN DEL TEJIDO EMPRESARIAL EN BAJA CALIFORNIA SUR

MODELO DE DESARROLLO ECONÓMICO LOCAL PARA LA DIVERSIFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA PRODUCTIVA Y LA ARTICULACIÓN DEL TEJIDO EMPRESARIAL EN BAJA CALIFORNIA SUR

María Angélica Montaño Armendáriz (CV)
Universidad Autónoma de Baja California

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IV.2. Dinámica Económica Territorial

A partir de la información obtenida en el Análisis de Componentes Principales (ACP), es posible describir algunos aspectos y factores que tienen incidencia en el desarrollo económico de BCS, asimismo permite también examinar el impulso de las principales actividades económicas que influyen en el desarrollo de la economía estatal.  Cabe recordar que el objetivo del ACP consiste en reducir (lo más posible) la pérdida de información original, esto sobre la base de no perder la calidad de esa información, de esta manera la reducción efectiva de la dimensión se produce al seleccionar entre los factores aquellos que tienen la mayor capacidad explicativa respecto del conjunto de variables, lo cual se realizó a partir de la solución factorial, de la identificación de los coeficientes de correlación (cargas factoriales) entre las variables originales y para cada uno de los componentes, con significado en común (varianza explicada). 
Los ACP se calcularon para dos períodos: 2000 y 2010 años que constituyen la referencia temporal en esta investigación; las 36 variables utilizadas son las mismas en ambos periodos. A su vez, para la definición e interpretación de los cuatro componentes principales, se utilizaron los coeficientes de correlación entre cada variable original y cada una de las componentes obtenidas (denominadas cargas factoriales) cuyo valor fuera mayor a 0.5; la matriz de correlaciones entre las variables originales,  la rotación de los factores se realizó mediante el método varimax. Los valores referidos en la Tabla de Comunalidades, corresponden a  los resultados obtenidos en el ACP, mismas que demuestran que las pruebas de validación son confiables, ya que permiten saber qué porcentaje de la varianza se está explicando y si ésta tiene un nivel importante de representación (Navarro y Zamora, 2012). En este caso arrojan valores superiores a 0.500 (valor mínimo exigido), por lo que se validan los valores extraídos de las 36 variables consideradas; es decir, el grado de confiabilidad (o sea el grado de representación) que va a tener cada uno de los componentes, se obtiene a partir de la varianza que explica las variables analizadas, el cual considera cierta proporción de la varianza de las variables analizadas; en este caso, el primer componente muestra una representación del 63.3%, la segunda explica el 21% de la varianza, el tercer componente el 11% de la varianza y el cuarto de 4.7% para el año 2010.
Con la finalidad de asignar el nombre o etiqueta a la componente principal, se definieron las variables originales que están más correlacionadas; cabe hacer notar que el proceso de agrupación de las variables originales en torno a la componente, no solo facilita su interpretación sino que también permite determinar el nombre de la componente.
Con base en los resultados obtenidos en la matriz de componentes rotados, las variables se agrupan entorno a aquellas que tengan mayor nivel de asociación (lo cual se evalúa mediante el coeficiente de correlación de Pearson) y por el grado de la varianza que se está estimando.
El primer factor reunió a las variables relacionadas con el empleo, infraestructura para el desarrollo de negocios y la inversión gubernamental entre otras (distinguiéndose –esta última- por ser la de mayor peso al explicar el 63.3% de la varianza para el año 2010). Para este caso, el coeficiente de correlación (cargas factoriales) oscila en un rango del 0.79 al 0.98 registrándose una relación fuerte entre las variables, todo lo cual indica que existe correlación entre las variables analizadas y el componente obtenido; además que el coeficiente de correlación de Pearson para este primer componente es superior al 0.50, lo que refiere una correlación positiva.  En el lado opuesto se presentan las variables con carga factorial negativa (por ejemplo el índice de marginación), lo que permite asumir que en la medida en que mejoran las variables que inciden en el desarrollo económico (tales como empleo, infraestructura, inversión gubernamental) menor será el Índice de Marginación.
Los principales resultados se presentan a continuación. El primer componente definido como “Dinámica Económica Territorial”, se integra por una serie de variables que se relacionan positiva y directamente con la actividad comercial, existencia de población calificada, población activa, dotación de infraestructura para el desarrollo de negocios, así como variables sociales que son necesarias para el Desarrollo Local como lo son educación, vivienda e inversión del sector público y el  índice de marginación. Esta componente explica en un 63.3% de la varianza total, y para fines de esta investigación resulta de gran importancia por el número y tipo de variables que la integra, las cuales desde nuestra óptica tiene una relación directa con la dinámica económica de BCS.

IV.2.1 Participación del personal ocupado por sector económico.
El componente “Dinámica Económica Territorial” proporciona información respecto de la estructura y participación del personal ocupado en las principales actividades económicas de BCS.  Para el período de análisis 2000-2010, se observa un continuo cambio estructural por el traspaso de empleos desde la agricultura, ganadería, pesca y la industria manufacturera, hacia el sector de los servicios, especialmente los relacionados con comercio, hoteles y restaurantes (turismo) y –en menor medida- a los servicios de gobierno.
Tal como se mencionó anteriormente, la estructura económica de Baja California Sur, registra una marcada concentración en el sector servicios; por lo tanto, una buena parte de la población ocupada se ubica –primordialmente- en aquellas actividades económicas derivadas de la importante demanda agregada que genera este sector, dentro del cual se destacan (por su fuerza económica y regional) las actividades turísticas y las complementarias al mismo (tales como hotelería, restaurantes, transporte, entretenimiento, así como los servicios inmobiliarios), así como el sector comercio. En conjunto, ambos sectores concentraron en el año 2000 el 59.3% de la población ocupada de Baja California Sur, participación que para 2010 se incrementa a 76.0%.  A manera de comparación, la agricultura, ganadería y pesca mantuvo (entre ambos censos) un porcentaje de participación que osciló entre el 6.0% y 7.0% de la población ocupada respectivamente.

De forma paralela a la transformación que experimenta la composición de la estructura productiva en BCS, se modificó la estructura del empleo; es así como el personal ocupado en actividades agropecuarias y pesqueras disminuye sustancialmente al pasar de 20,138 a 9,865  personas empleadas en este sector, lo cual significa un decremento del 104% a nivel estatal.  Al respecto es importante destacar la disminución que registra el personal ocupado en el sector primario de Los Cabos, mismo que se reduce de 2,505 personas ocupadas en el 2000 a 357 personas año 2010 (-601.7%), en tanto que en el municipio de La Paz disminuye de 6,334 a 2,254empleados, lo cual significa una disminución del 180%.

En general, la disminución en la participación del sector agropecuario en el empleo, tiene como contraparte el incremento que registra el personal ocupado en el comercio, servicios y turismo, sectores en los que el empleo entre 2000 y 2010 creció en un 50.0%, 33.5% y 84.5% respectivamente.
Llama la atención que siendo la construcción uno de los sectores que tiene una fuerte presencia en el PIB de BCS, el total de empleados en esta actividad se redujo en un 105% (al disminuir de 17,319 empleados en 2000 a 8,447 empleados en 2010) 1 . El análisis de componente muestra que esta variable presente decrementos en todos los municipios; sin embargo, es de hacer notar  que el empleo en esta actividad también disminuye en Los Cabos (zona en la que la construcción tuvo un fuerte impacto en la década de los 90’s y 2000), tal situación permite asumir dos supuestos:

  1. El efecto que tuvo la crisis de los mercados inmobiliarios de 2008-2009 en EE.UU, situación que propició una disminución en la construcción de unidades residenciales para extranjeros y de tiempos compartidos en Los Cabos, así como la paralización de numerosos mega proyectos (tales como “Punta Chileno “y “Cabo Cortes”  entre otros); todo lo cual generó un incremento en el desempleo en este sector.
  2. Derivado de lo anterior, una gran cantidad de mano de obra se vio obligada a desplazarse hacia empleos en el comercio y los servicios de apoyo al turismo, sectores en los que el número de empleados entre 2000 y 2010 creció en un 124.6% y 102.0% respectivamente.

El caso de la industria manufacturera en relación al total de población ocupada es sintomático de la debilidad de las actividades secundarias en BCS, ya que mientras en 2000 participa con el 14.5% de los empleos (14,474 empleados), para el año 2010 este porcentaje se reduce al 7.6% del empleo (11,404 empleados), lo cual representa una caída del 21.2% en el periodo analizado. Estas cifras reflejan la escasa presencia del sector industrial en el valor agregado a los productos primarios, sino que también su limitada articulación con las demandas del sector servicios, especialmente aquellas que se derivas del turismo y las actividades conexas, mismas que –a la fecha- son atendidas (preferentemente) a partir de recursos exógenos a la entidad o importados.
En general, es posible asumir que la disminución del personal ocupado tanto en el sector primario como en el secundario, tiene como resultado un traslado de trabajadores hacia los servicios, el comercio y el turismo, lo cual explicaría (en parte) el explosivo crecimiento demográfico de Los Cabos, ya que en 1990 la población representaba el 13.8% del total de habitantes del estado, pero veinte años después concentraba el 37.4%, situación que se refleja claramente en la Figura IV.3.
En la Gráfica IV.7 se observa que los municipios que registraron la mayor tasa de población económicamente activa ocupada para el período analizado son los de La Paz y Los Cabos, sin embargo es importante destacar el aumento exponencial que se registró en Los Cabos, municipio en el que la PEA ocupada en el año 2000 fue de 46,109 empleados, sin embargo para 2010 aumentó a 102,849 empleados, significando un incremento del 123% para el periodo; de tal forma, por sí solo Los Cabos aporta a la economía estatal el 53.0% de la PEA ocupada. Si este último indicador se suma al de La Paz (que es del 37.0%), implica que el 80.0% de la PEA ocupada en BCS se concentra en la zona sur del estado, situación que permite ratificar el planteamiento respecto a que la estructura económica de Baja California Sur, se encuentra aglutinada en torno de estos municipios que son los registran el mayor dinamismo económico. A manera de comparación, en municipios como Mulegé el número de empleados solo se incrementó en un 28.0% para el periodo del 2000-2010 (lo cual significa una tasa anual del 2.8% en comparación al 12.3% anual de Los Cabos).
En parte, esta situación es la que explica el movimiento migratorio que se presentó entre 1990 y 2010 2 , cuando la mano de obra (principalmente jóvenes) se desplazaba desde Comondú y Loreto hacia Los Cabos en busca de empleo, situación que también se presentó (pero en menor medida) en La Paz.

IV.2.2. Equipamiento y Servicios.
Como  resultado de la concentración de la actividad económica en los municipios del sur del estado, el nivel de equipamiento y de servicios para los negocios en esta zona es sumamente elevado respecto de los municipios de la zona norte de BCS (aun cuando es necesario referir que estos últimos tienen una menor cantidad de población, una regular actividad económica y –por lo tanto- una limitada demanda de por servicios) tal como se puede observar en la figura IV.4.
Algunos indicadores muestran que el crecimiento urbano y el desarrollo económico en el estado entre 2000 y 2010, se ha acompañado de un incremento en la cobertura de servicios básicos y urbanos; al respecto, conviene referir los cambios que experimentan tres variables que arroja el ACP en materia de equipamiento en el periodo analizado.
En primer lugar, el número de viviendas que cuentan con teléfono se incrementa en un 41.0% en La Paz y un 102.0% para el municipio de Los Cabos, en tanto que el resto de los municipios del estado registra un aumento promedio del 30.0%.
Asimismo, llama la atención el incremento en el número de usuarios del servicio eléctrico que se da en Los Cabos, al pasar de 36,491 viviendas en 2000 a 88,293 para el año 2010 (lo que significa un incremento del 142.0%). En segundo lugar para este concepto  se ubica el municipio de Mulegé con un incremento del 66.0%, Comondú y Loreto mantienen un crecimiento promedio del 30.0%.  Cabe hacer notar que  Los Cabos por si solo concentró en 2010 el 52.5% del total de viviendas con energía eléctrica 3
También es conveniente observar en la figura IV.4 que en todos los municipios es mucho mayor la penetración del automóvil que la del teléfono 4 , tal como sucede en los municipios de la zona norte, donde la proporción llega a ser de 2 a 1 en Loreto y Comondú. Una característica en BCS es que el número de vehículos por vivienda es mayor a 2 y en Los Cabos es mayor a 3, cifras que están muy por encima de la media nacional en este rubro.
Otra variable que muestra la dinámica económica territorial en materia de equipamiento, es la representada por el evidente incremento en el número de sucursales bancarias que se registra en el periodo analizado; de esta manera, en el municipio de La Paz aumenta de 23 a 39 sucursales y en Los Cabos de 17 a 41, en el caso de Comondú, Mulegé y Loreto el incremento también resulta significativo; esta variable resulta ser un importante indicador del crecimiento que se presentó en la actividad económica de BCS en el periodo en análisis.

IV.2.3. Empresas a nivel sectorial.
Un breve análisis de la distribución sectorial de las empresas en el año 2010 en BCS (expresado como Unidades Económicas de acuerdo a INEGI), permite observar la clara  presencia que tiene el sector comercio con un total de 9,800 empresas (concentra el 43.0% del total); le sigue el sector servicios que reúne el 31.5% con un total de 7,184 empresas; mientras que la actividad turística (por si sola) registra el 12.0% del total de las empresas en BCS. El conjunto de estos tres sectores reúne el 87% de las empresas registradas en el estado, lo cual es un elemento que ratifica la vigorosa “tercerización” de la economía estatal; además de que la mayor parte de estas empresas son micro o pequeñas (aspecto que se analiza en capítulos posteriores).
En la figura IV.5 se presenta la información regionalizada del número de empresas por cada 1,000 habitantes de las empresas para el año 2010, esto con el objetivo de comparar gráficamente el peso empresarial de cada región (en este caso la información se presenta por municipio). Como puede observar en la referida figura, la mayor concentración en número de empresas se presenta en los municipios de La Paz (40%) y Los Cabos (34%); mientras que la proporción de empresas registradas en Comondú (13.0%), Mulegé (9.6%) y Loreto (3.4%) reúnen solo el 26% del total.
Sin embargo, cuando se hace un análisis desde el punto de vista de la densidad de unidades económicas por cada mil habitantes, resulta ser que la mayor cantidad de empresas se ubica en el municipio de Los Cabos (18.6 por c/1,000 habitantes) y no en La Paz (como correspondería si las empresas se distribuyeran de acuerdo a la ponderación demográfica). Tal como se observa en la figura IV.5, este análisis ratifica la debilidad económica de la zona norte, en particular del municipio de Loreto, el cual no solo cuenta con el menor número de empresas del estado, sino que también con el menor índice de unidades económicas por cada 1,000 habitantes.
Por lo tanto, en el sur del estado se agrupa el 74% de las unidades económicas registradas, lo que –finalmente- ayuda a comprender el porqué del sólido desarrollo económico en esta región, en particular respecto de la zona norte del estado. Finalmente, se ratifica que la concentración de la inversión en el sur del estado obedeció a factores como: la concentración de la demanda (tanto por la cantidad de población como por la actividad turística); la generación de demanda agregada en la construcción, el comercio, los servicios y el transporte respecto del turismo; pero, un factor que ha sido fundamental es que esta región ha sido la mejor dotada de infraestructura productiva y beneficiada con importantes economías externas, tales como los aeropuertos de La Paz y Los Cabos, la marina de Cabo San Lucas, el puerto de Pichilingue, la carretera de 4 carriles en el corredor San José del Cabo – Cabo San Lucas, entre otras externalidades.

1 Aun cuando las cifras son precisas, también es necesario referir que a fines de la década de los 90’s comenzó en BCS un fuerte programa de construcción de obras de infraestructura, hoteles, tiempos compartidos y viviendas, situación que persistió en la década de 2000; lo que podría explicar la notoria inversión que presenta este sector y su fuerte presencia en el PIB estatal.

2 Dado que el censo se realiza en 2010, no existen datos que permitan verificar si este movimiento migratorio continúa en la actualidad.

3 Aunque también se debe hacer notar  que se trata del municipio con mayor índice urbanización y población en áreas urbanas.

4 Aunque el resultado de esta variable se debe observar con cautela, por cuanto INEGI se refiere a la tenencia de teléfono convencional en la vivienda, sin tomar en cuenta el explosivo crecimiento mostrado por el mercado de telefonía celular, el cual ha permitido subsanar la falta de infraestructura telefónica en muchas áreas rurales, poblaciones alejadas y áreas urbanas de reciente creación.