JÓVENES EMPRENDEDORES RURALES

JÓVENES EMPRENDEDORES RURALES

Jany Mary Jarquín Mejía (CV)
Atlantic International Universiity

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4.2- Descripción y reflexión crítica sobre la situación inicial y su contexto

El contexto en el que se desarrolla la vida de estos jóvenes rurales nos muestra una realidad llena de dificultades,  pudiendo sobresaltarse las siguientes características:

  • Familias campesinas en pobreza extrema, con poca tierra (1 a 7 Ha.), de mala calidad y muchos sin títulos de propiedad.
  • El sistema educativo no está acorde con la realidad de la economía campesina ni su cultura.
  • La falta de capacitación en técnicas agroecológicas, perpetúa el uso de tecnologías inadecuadas, el manejo irracional y sin planificación de los sistemas de producción
  • Sin acceso a crédito
  • Falta de organización
  • Desconocimiento de mercados para la compra y venta de sus productos
  • La mujer casi siempre invisibilizada en la toma de decisiones y en el acceso a los recursos.
  • Necesidad de programas de educación integral tanto para jóvenes como adultos
  • La falta de perspectivas para un futuro mejor, ha contribuido  para aumentar la migración de los jóvenes campesinos o la formación de bandas delincuenciales.

Un aspecto importante a tomar en cuenta en las áreas rurales es la visión sociocultural que se tiene del trabajo. A los niños se les va incorporando poco a poco en las labores del campo y cuando llegan a la adolescencia ya tienen responsabilidades económicas como de adultos, teniendo que aportar con su trabajo al ingreso familiar.

La educación familiar, la transmisión de conocimientos y valores  están basados en el trabajo diario en el campo. A los hijos e hijas adolescentes les van heredando parcelas, para que se vayan independizando,  ya que muy pronto formarán sus propias familias, como es costumbre en el campo.

Pero, el trabajo adolescente además de ser un vínculo de unión y fortalecimiento de valores entre la familia, también es motivo de deserción escolar, ya que tienen que dejar tiempo para trabajar en las parcelas familiares, quedándose rezagados muchas veces sin aprobar completamente la primaria o repitiendo varias veces el mismo grado, y los que consiguen completarla, no continúan con su bachillerato.

En los tres municipios estudiados, solamente entre un 31% a 34% de la población que tiene 10 años y más, logran completar la primaria, (ver cuadro No .7), siendo muy pocos los que acceden a la educación secundaria y mucho menos a la educación técnica y universitaria.
También, otro factor que desmotiva a asistir a sus escuelas, es que tienen que recorrer  largas distancias, a veces hasta de cuatro horas, en verano bajo un inclemente sol y en invierno bajo torrenciales aguaceros, atravesando quebradas y ríos crecidos, poniendo en peligro sus vidas (Proyecto ENTERATE/INPRHU, Somoto, 2011).

Al no tener una educación formal completa, los jóvenes adolescentes no tienen oportunidad de desarrollar suficientes conocimientos, habilidades ni destrezas para obtener un empleo digno, o generar su propio negocio, no logrando mejorar su calidad de vida, ni salir de la pobreza en que la que ha estado con su familia. Ante este oscuro panorama, la única opción que les queda es migrar a la ciudad o a otro país, en busca de mejores rumbos o en el peor de los casos involucrarse con grupos socialmente marginales.

Bajo las circunstancias antes mencionadas, como una respuesta a la necesidad de los adolescentes y jóvenes de comunidades rurales del departamento de Madriz, sin acceso a la educación secundaria y formación técnica y agroecológica, surgen los Centros de Educación Alternativa Rural (CEAR) 1, que los han impulsado a desarrollar sus competencias laborales para aportar al desarrollo económico de sus familias y comunidades, implementando alternativas económicas diversificadas en sus unidades de producción, y fortaleciendo los valores del seno familiar, entre padres e hijos y el respeto a sus costumbres y tradiciones.

En resumen podemos decir, que el desarrollo de las competencias laborales de estos jóvenes emprendedores, va de la mano con la historia de los CEAR, ya que fueron los formadores de sus capacidades, y por eso es necesario conocer cómo ha sido el origen y trayectoria de estos Centros.

4.2.1 Antecedentes de los CEAR

En el año 2000, comenzó como un proyecto de secundaria a distancia,  para capacitar a productores agrícolas que demandaban mayores oportunidades de educación, ya que muchas veces no terminaban la primaria, y los que lograban concluirla no tenían acceso a la educación secundaria.

A partir del año 2001, se comenzó a trabajar con un modelo que además de ofrecerles educación secundaria, les proporcionaba una carrera técnica agropecuaria relacionada con sus propias experiencias y necesidades, que les formara para la vida, con un enfoque agroecológico para una agricultura sostenible y protectora del medio ambiente. Así, en este año, nacen los Centros de Educación Alternativa Rural (CEAR), en la ciudad de Somoto.

En el 2003, los jóvenes reciben una certificación oficial por parte del Instituto Tecnológico Nacional (INATEC), como Técnicos Básicos Agroecológicos.

A partir del 2004, se crearon tres CEAR, el primero en el municipio de Las Sabanas, y después fueron construidos dos en San Lucas, “Apante” y “San Pedro “ y dos en Totogalpa, “Telpochcalli” (Casa de los jóvenes) y “Machitia” (Enseñar al que no sabe).

En el 2004, se forman también los TB21 (Técnico Básico Rural), que es una propuesta inicial del INATEC, y se le llamó TB21 porque era cada 21 días, y solamente se enseñaba la parte técnica. Con esto  se daba respuesta a productores muy exitosos, que capacitaban a otros productores (paratécnicos), y querían también ser certificados como los otros jóvenes.

En el 2007, se inician nuevos cursos para responder a la demanda del desarrollo rural, entre los que se ofertan repostería, computación básica, inseminación artificial, costura, microcréditos y transformación artesanal de frutas y hortalizas.

En el 2009, a los estudiantes egresados se les ofertan especializaciones como Turismo Rural con enfoque empresarial y Aplicación de Fármacos Veterinarios, También  se desarrollan programas sobre Agro ecología y Planes de Negocios.

Para el año 2011, se tiene un proyecto de currículo más abierto, para adolescentes y jóvenes campesinos/as con vocación agropecuaria, con un nivel mínimo de 4º grado, sobre Manejo Integrado de Fincas, que hará posible llevar la formación técnica agropecuaria a mayor población que hasta ahora no ha tenido acceso a este tipo de educación.

4.2.2 Colaboración inter-institucional

En la parte académica los CEAR han contado con la colaboración inter-institucional del Ministerio de Educación (MINED), la autorización del Instituto Nacional Tecnológico (INATEC), así también la UNAN-Estelí y la Cuculmeca han participado en la elaboración del currículo para las diferentes titulaciones.

Para poder echar a andar sus programas educativos, los CEAR han recibido apoyo de un sinnúmero de organismos donantes, que ven complacidos el esfuerzo que estos centros han venido desempeñando en su labor formativa con un enfoque agroecológico y de servicio a las comunidades rurales.
4.2.3 Actividades de convencimiento para la integración a los CEAR
Para poder convencer a los jóvenes adolescentes a que se integraran a los  CEAR, se realizaron algunas actividades previas, pudiéndose  mencionar las siguientes:

  • Basándose en diagnósticos comunitarios del INPRHU, se seleccionaron las comunidades según la demanda educativa.
  • Las comunidades debían de tener un nivel organizativo que permitiera complementar los recursos propios con los de los CEAR
  • La Red de promotoría comunitaria se encargó de motivar a los adolescentes al ingreso de los CEAR, por medio de la propaganda, y divulgación de la apertura del curso.

La mayoría de los jóvenes de esta historia, ingresaron a los CEAR entre el 2001 y 2005, egresando entre el 2003 y 2007.

Tenían edades comprendidas entre los 13 y 27 años, faja etaria donde empiezan a dejar de asistir a la escuela, para dedicarse a trabajar y poder  contribuir económicamente al hogar. También es la época en que los jóvenes empiezan sus noviazgos y la formación temprana de sus propias familias.

Con apenas una primaria aprobada, estos jóvenes para la edad que tenían ya venían con un atraso en su nivel de estudios, aunado esto a la baja calidad de la enseñanza en las escuelas rurales, sus conocimientos y habilidades en la lectura, ortografía y cálculos matemáticos básicos eran débiles.
Los que ya estaban en secundaria, no querían seguir viajando diario para asistir a las clases, porque ya querían trabajar para ayudar a los padres.
Ante estas circunstancias, cabe preguntarse entonces, ¿qué sueños o  expectativas tuvieron los jóvenes para entrar a los CEAR?

La mayoría vieron provechoso, tener la oportunidad de continuar sus estudios sin interrumpir sus trabajos en casa, ya que solo tenían que asistir los sábados y viernes (2 días) y el resto del tiempo trabajaban en la casa. Pero muchos también tenían confundidas sus expectativas, y así lo expresaron:

- “nosotros pensábamos que íbamos a trabajar en las comunidades como técnicos”…

- “ empezamos a soñar de que si teníamos una carrera el mismo INPRHU nos iba a ubicar en un trabajo”…

Al final pudieron comprender, que lo que pretendían los CEAR era que adquirieran conocimiento y lo aplicaran en la propia parcela; que en vez de que les dieran trabajo, debían generar empleo. También los jóvenes adujeron que en el transcurso de esos tres años de estudio, “llegamos a hacer conciencia en nosotros mismos, de que no era rentable un trabajo, más bien, lo más rentable era ser independiente. Se nos hizo la conciencia de “aprender haciendo”, y cuando sacamos la carrera, seguimos trabajando en la parcela y si ya salía otro trabajo “eran otros cien pesos”.

4.2.4 Requisitos para entrar a los CEAR

Para poder entrar a estudiar a los CEAR, los requisitos que tuvieron que cumplir fueron los siguientes:

  • Tener el Sexto Grado Aprobado o III Ciclo de Educación de Adultos
  • Edad: Jóvenes (hombres y mujeres) de  14 años a mas.
  • Estar dispuesto a  trabajar en pro del desarrollo de su comunidad.
  • Contar con una parcela para hacer sus prácticas.
  • Contar con el apoyo de su familia para el cumplimiento de las tarea asignadas, asistencia a reuniones y actividades de capacitación
Sobre todo estos dos últimos requisitos eran necesarios, ya que se debía contar con el apoyo de los padres, para que les cedieran una parcela donde hacer sus prácticas.

1 Los CEAR son centros de aprendizaje teórico-práctico, impulsados por el Instituto de Promoción Humana (INPRHU), una organización no gubernamental que inició sus operaciones en el año 1990 en el departamento de Madriz, y que ha venido trabajando en tres programas:

  • Programa de Desarrollo Rural (PRODER)
  • Programa para la Promoción y la Defensa de los Derechos Humanos (PRODHUM),y
  • Programa de Educación Alternativa Rural (PEAR). A este programa se adscriben los Centros de Educación Alternativa Rural (CEAR).