EFICIENCIA EMPRESARIAL COMO DETONADOR DEL DESARROLLO ENDÓGENO. APLICACIÓN EN HUEJOTZINGO, PUEBLA MÉXICO

EFICIENCIA EMPRESARIAL COMO DETONADOR DEL DESARROLLO ENDÓGENO. APLICACIÓN EN HUEJOTZINGO, PUEBLA MÉXICO

Francisco Manuel Gutiérrez Ochoa (CV)
Colegio de Tlaxcala A.C

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Introducción
Uno de los problemas más graves que enfrenta la ciencia en general es que no hemos podido solucionar los problemas básicos de la humanidad, como nutrición, vestido, techo y mucho menos una vida digna, a pesar de los desarrollos científicos, la creación de modelos económicos, sociales o políticos, avances tecnológicos, generación de procesos globales, ampliación de mercados, y avances en las ciencias biológicas y de salud. El hecho es que la pobreza cada año se incrementa y la perspectiva de salir de ella es casi nula. Los reportes del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional de 2009 presentan que más de 1000 millones de personas viven con hambre crónica, y los reportes de la ONU que la pobreza extrema se elevará un 6%, y que para finales de este año la pobreza extrema será mayor al 17% de la población mundial.
Las dificultades que la mayoría de los países en desarrollo o subdesarrollados presentan, por lo general, se debe a la falta de capacidad productiva,  de preparación y capacitación de su sociedad, altos índices de miseria, una muy mala redistribución del ingreso, falta de capacidad financiera y un proceso gradual de dependencia por no producir lo necesario para subsanar las necesidades de su población (Todaro, 1985). Esto en algunas ocasiones se debe a que son sociedades que nacieron dependientes de otros países, como colonias, y a que éstas trataban de centralizar los procesos productivos, la política y a la misma sociedad, generándose regiones urbanas concentradoras y zonas rurales de producción agropecuaria casi aisladas y marginadas de las decisiones del centro.
Actualmente, países ya independientes, pero subdesarrollados, enfrentan graves problemas de aglomeración de comercios e industria en pocas regiones, y en la gran mayoría de los casos en sus capitales, lo que representa que fuera de las ciudades más grandes se concentra la marginalidad y la pobreza. En el proceso histórico de los países subdesarrollados, como por “arte de magia”, se han implementado infinidad de modelos económicos, creados originalmente en los países desarrollados; por lo general, éstos no dan resultado y cada día nos vuelven más dependientes. En este sentido, se han intentado modelos que cierran las fronteras, modelos abiertos, fiscales, monetaristas, de sustitución de importaciones, estabilizadores, conjuntos, industriales, agrícolas, monoexportadores, etc., pero ninguno puede disminuir la brecha de la pobreza y riqueza representada en el desarrollo y el subdesarrollo, quizá porque el mismo concepto de desarrollo implica procesos fuertes de industrialización e implementación de grandes cantidades de capital monetario y social en los procesos productivos, o por el propio egoísmo del hombre planteado por Adam Smith, que genera mecanismos de explotación y dominación. Ha faltado un poco de entendimiento para comprender que cada sociedad es diferente, tiene su propia cultura, su propio territorio con condicionantes de clima, suelo, población y recursos naturales diferentes, pues al tratar de implementar un modelo importado se olvidan de las mismas condicionantes, circunstancias y características propias de una población, su perfil territorial, por lo que no han funcionado; además hay veces que se olvida que los sistemas económicos son complejos y para tratar de desarrollarnos debemos tener una visión de la totalidad de nuestros sectores, el social, el político, el económico, el cultural, el educativo, el productivo, de salud, territorial y de las mismas condiciones y circunstancias que en todas las regiones viven, por lo que para poder diseñar modelos acordes con las características de un país la utilización del análisis regional puede ser muy poderoso para generar una nueva visión del desarrollo. Aunque el planteamiento sea complejo podría adaptarse mucho más a la realidad.
Otro problema que enfrentan nuestros países es que por lo general no fincan sus modelos de desarrollo en procesos sustentables, lo que representa un peligro inminente para el futuro, y aunque llegan a tener crecimiento económico sobreexplotan sus recursos naturales, lo que provoca su agotamiento cada día, y si lo aunamos a la concentración de actividades, se produce alta contaminación, escasez de productos, mayor grado de dependencia, incrementando la miseria y el deterioro de las condiciones de vida de la sociedad, y lo peor de todo, la generación de incapacidad para desarrollarse.
            Las condiciones del planeta cada día son más críticas. Hoy es innegable que nuestros recursos se están agotando y que la contaminación está creando graves problemas para la población, pero también es cierto que existe en nuestros países pobreza y miseria que hay que combatir, por lo que tenemos que enfrentar los dos problemas de forma conjunta buscando el desarrollo sustentable, para lo cual hay que conocer el por qué se están generando estos problemas, para después poder proponer soluciones que puedan ser aplicadas en  nuestras realidades cambiantes.   
            Los procesos continuos de crisis en nuestros países, y la forma como se conformó la estructura productiva: con participación del Estado, con empresas familiares y por lo general de medio, pequeño y micro tamaño, no permite que las empresas creadas sean muy eficientes. Primero, porque las empresas paraestatales son bienes públicos, tienen como finalidad dar empleo o en general generar un beneficio social, pero no utilidades económicas, además, que se convierten en monopolios de estado, con un aparato burocrático que no es eficiente. Segundo, en las empresas familiares existe una estructura donde el jefe de familia toma todas las decisiones, frena el crecimiento de las empresas y las vuelve ineficientes. Tercero, el tamaño de las empresas influye en la dificultad de expansión y en la contratación de personal calificado, que permita innovaciones continuas a la empresa, lo que también la vuelve ineficiente. Por último, el efecto de las crisis que deterioran a las empresas, las endeudan y generan terror a la inversión, y si a esto aunamos  la falta de capacidad de muchos de los propietarios en el manejo de empresa, podemos pensar que la ineficiencia es más común de lo que creemos.
El devenir histórico de México es incierto. La crisis iniciada en la década de los setentas tal pareciera que no tiene fondo. Las políticas gubernamentales parecieran que, más que fincar las bases del desarrollo, son paliativos para resolver los problemas  inmediatos que se presentan en los niveles macroeconómicos, olvidando a las regiones más pobres, concentrando cada día el ingreso, planteando modelos no coherentes a las realidades nacionales, de baja capacidad productiva, pauperización del campo,  pobreza extrema en algunas regiones, con un deterioro gradual y continuo del mercado interno, problemas financieros graves y un deterioro gradual de la planta productiva nacional.
A su vez los gobiernos en estas décadas le han apostado el desarrollo a algún sector, como el petrolero, la manufactura y en los últimos años al sector exportador, entrando al proceso de globalización con la firma de los tratados comerciales GATT, TLC, la firma con la Comunidad Europea y con Japón, que intentan convertir a México en un país productivo y competitivo internacionalmente. Pero estos modelos adoptados, en vez de mejorar las condiciones de la población, de redistribuir el ingreso, de regular las variables macroeconómicas, nos vuelven vulnerables y dependientes, acentuando la pobreza, el desempleo, la falta de productividad e inversión nacional, perdiendo casi toda autonomía para resolver nuestros problemas, y si a esto lo acompañamos con una falta de planeación a largo plazo, que redefina las bases que México necesita para desarrollarse y a la falta de un modelo nacional con las condiciones que nuestro país requiere, tomando en cuenta nuestra cultura, la diversidad de regiones, nuestra racionalidad como mexicanos, nuestros recursos, nuestras deficiencias, las condiciones en que se encuentra nuestra sociedad, el campo de México, nuestras estructuras productivas, los grados de competitividad real y nuestra coyuntura social, política y económica, el panorama a futuro seguirá siendo incierto.
           Según  el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), a través de la Encuesta Nacional Ingreso Gasto de los Hogares, el 47.7% de los mexicanos no cuenta con un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades de salud, educación, alimentación, vivienda, vestido y transporte público. Se incrementó sólo en 2008 la pobreza patrimonial en un 4.8%  y 5.9% en la pobreza alimentaria, lo que refleja la ineficiencia de los modelos aplicados en el mundo para solucionar esta problemática. La marginación  cada día es mayor segregando no sólo a grupos indígenas y campesinos, sino también a grupos humanos en las ciudades, sobre todo a personas que han bajado sus niveles de ingresos o han perdido su empleo por las continuas crisis. El modelo neoliberal en México ha provocado una terciarización desmedida, sustituyendo empleos de calidad por empleos de salario mínimo; desvincula a las industrias y comercios locales de las plazas más importantes introduciendo productos importados, perdiendo inversión local y nacional, deprimiendo mercados y provocando quiebras de negocios tradicionales, golpeando a las micro y pequeñas empresas que tienen que competir con mercados mundiales, aunado a las crisis recurrentes que deterioran el salario y el empleo formal, junto con la vulnerabilidad de factores externos  como las crisis financieras internacionales, la crisis alimentaria mundial y la crisis gradual ecológica que vuelven casi imposible la generación de desarrollo. Todo esto nos hace reflexionar y tratar de crear alternativas que permitan el mejoramiento de la calidad de vida de la población, lo que motivó la realización de esta investigación, con el objetivo principal de generar un modelo alternativo a los aplicados en México, que promueva la eficiencia empresarial a través de la capacitación,  organización de la producción, generación y dinámica de los mercados, que promueva el desarrollo endógeno. Se pensó en el desarrollo endógeno, porque esta visión  del desarrollo busca mejorar la calidad de vida de la población, desde las localidades, con sus características territoriales propias, tratando de fortalecer sus capacidades, elevando la eficiencia de sus actores económicos.
Esta investigación plantea como objetivo principal que si se orienta a las empresas existentes locales a nuevos mercados, se reorienta la producción buscando dar un valor agregado mayor a ésta, se eleva la eficiencia, capacitando al productor en nuevos procesos y  se dirige la inversión al mercado de insumos en vez del mercado de consumo, se pueden lograr mayores niveles de desarrollo, tratando de dar respuesta a las inquietudes que se forman al pensar en la ineficacia del modelo actual, pensando en la acción social, integración y autogestión.
El capítulo primero realiza una revisión de los principales modelos de crecimiento y desarrollo económico que tuvieron un efecto importante en el siglo pasado y en el presente, donde se puede observar  que  diversos autores priorizan una variable o proceso como detonador del desarrollo (etapas, industrialización, ahorro, inversión, tecnología, medio ambiente, territorio, etc.). Primero, comenzamos por pensar que el desarrollo se trataba de producir y consumir bienes y servicios, después se empieza a incluir la idea de crecimiento con beneficios sociales, segundo, se genera una concepción del desarrollo como crecimiento económico con mejor distribución en el ingreso, tercero, el crecimiento debería ser sostenido porque la población era creciente y las necesidades también, posteriormente, el crecimiento con mejoras en las condiciones de vida. Por otro lado, se genera una visión del desarrollo implementando las variables del cuidado medio ambiente y aunque éstas han sido muy importantes en las últimas décadas y están presentes en la totalidad de los discursos políticos del mundo, existen todavía pocas herramientas de análisis, sobre todo por la valoración de bienes que económicamente son libres, pero que su destrucción o agotamiento son gran importancia para la vida , y para las formas de vida, lo cual crea la necesidad de considerar las variables sustentables, pero éstas en gran medida dan una sensación de subjetividad a los análisis económicos.
  Al mismo tiempo, se genera una concepción donde el espacio es importante para el desarrollo, ya que las diferentes características que las regiones y localidades tienen,  permiten que los modelos funcionen en realidades concretas, creando una concepción del desarrollo territorial, donde no sólo intervienen variables de crecimiento, sino variables sociales geográficas, ambientales y de pertenencia, las cuales son muy útiles porque pernean a la visión del desarrollo de un ámbito tangible, diferenciado que caracterizan a cada región y localidad. En las últimas décadas se comienza a ver al ser humano como el centro de las políticas del desarrollo, transformando su concepción cada vez más compleja, quien más que el hombre que es el objeto principal del desarrollo. Sin embargo, en lo que la mayoría de autores coinciden es que el desarrollo debe de mejorar las condiciones de vida de la población, lo cual hace que el desarrollo sea un reto para todas las sociedades.
En este capítulo también se trata el tema de la eficiencia: como los diferentes teóricos del crecimiento y el desarrollo la han abordado, la eficiencia neoclásica de máximos beneficios y mínimos costos, y la eficiencia empresarial como parte importante del proceso de desarrollo, que implica las capacidades y habilidades de los empresarios para invertir, para formar capital y aprovechar oportunidades del mercado.
 En el capítulo segundo, se aborda la eficiencia empresarial en el contexto del desarrollo. Trata de la creación de estrategias, la operatividad de un modelo alternativo, que introduce la eficiencia empresarial como variable importante para la consecución del desarrollo endógeno, consta de tres partes que consideré relevantes para la consecución del desarrollo: la primera es el crecimiento del sector manufacturero a través de la función de la eficiencia empresarial; la segunda, la eficiencia ambiental de la aglomeración a través de la teoría del punto de contaminación óptima; y, por último, se analizan variables que debemos considerar para la generación de mejores condiciones de vida. El modelo se aplica a los 217 municipios del estado de Puebla para corroborar el funcionamiento de sus variables y la coherencia del modelo aplicando regresiones simples y múltiples para tal objeto.
En el capítulo tercero, dedicado al estudio de caso Huejotzingo, Puebla, se genera un diagnóstico de los diferentes sectores del municipio, así como el análisis del trabajo de campo realizado en el municipio para la determinación de la percepción social del desarrollo y, con esto, poder determinar la problemática general, las principales necesidades de la población, además de conocer los problemas que enfrentan la industria sidrera, los efectos y las causas que los originan y poder generar estrategias de solución.
 El capítulo cuarto trata del planteamiento y la aplicación de estrategias para la generación del desarrollo en Huejotzingo, el trabajo realizado con las empresas productoras de Sidra, diagnóstico y asesoramiento, así como proyectos que pueden elevan la eficiencia empresarial en la sociedad.
 El desarrollo de este trabajo nos llevó a darnos cuenta que en las localidades hacen falta apoyos para el desarrollo de la eficiencia empresarial. Aunque existen innumerables oportunidades de negocios, prevalece una nula integración social, pues los gobiernos municipales se preocupan más por la fiesta del pueblo que por mejorar las condiciones de vida de la población.
Finalmente, para la elaboración de este trabajo, se ha requerido de apoyos institucionales y de investigación. Agradezco las facilidades del Colegio de Tlaxcala, en el marco del Programa de Doctorado en Desarrollo Regional, al Dr. Mario Miguel Carrillo Huerta, quien siguió de cerca, de manera crítica y solidaria, el proyecto, al Dr. Jorge David Cortés Moreno, porque sin su apoyo no hubiera podido realizarse esta publicación, a la Mtra. Patricia Terrón Pérez por su contribución en la elaboración del trabajo de campo, y a los empresarios y población de Huejotzingo, por permitir realizar el análisis de sus empresas.