SUJETOS SUBALTERNOS, POLÍTICA Y MEMORIA

SUJETOS SUBALTERNOS, POLÍTICA Y MEMORIA

Mariano Salomone (CV)

Recuperar el espacio público… “por nuestras propias manos”

Y bueno así empezaron a salir temas, por ejemplo el de la seguridad, se incorpora, hicimos algunas cosas, después apareció el tema de los espacios públicos, el caso de “la Estación” tiene que ver con eso, con la idea de preservar los espacios públicos, que no se transformen en negocios privados (Entrevista a Néstor, 2008).

En este apartado propongo analizar qué lugar encuentra la cuestión de la recuperación del espacio público en la experiencia de OSA. En tal sentido, me interesa señalar que ésta constituye otra de las preocupaciones comunes que permite la conformación de ese espacio de articulación. Se trata, por ello, de una búsqueda que trasciende el conflicto particular en torno a los terrenos de la Estación; más bien, el grupo se involucra en dicho conflicto al entenderlo en continuidad con las prácticas políticas que viene llevando a cabo en torno a diferentes conflictos de la sociedad desde hace algunos años atrás. No obstante, si bien es posible identificar el interés por la recuperación de lo público como una preocupación común, hacia el interior del grupo, se advierten diferencias respecto de las respuestas posibles a esa problemática; por ejemplo, en las modalidades de construcción de lo público, en el lugar que se otorga al Estado, etc.
El grupo comparte ampliamente la inquietud por la defensa de los espacios públicos ante la tendencia, contraria y hegemónica, que promueve su privatización: “no al negocio inmobiliario, no al saqueo”. Incluso, comparten la idea de que, la disputa entre lo público y lo privado, es el eje de un conflicto más abarcador que puede articular los proyectos particulares que los demás sujetos tienen en torno a la Estación. Es el eje del cual depende la posibilidad de cada uno de ellos. En efecto, la totalidad de los entrevistados definen lo público en contraposición a lo privado, lo que implica la presencia de otras significaciones compartidas en torno a la idea de lo público, tales como los rasgos de una forma particular de propiedad, aquella que se define por “ser de todos” y sobre la cual la gente debiera poder decidir. OSA pone énfasis en la autogestión como forma de construcción de lo público. No sólo se trata del contenido de la propuesta, sino de la capacidad de los sujetos para gestionar sus propios asuntos1 .
En efecto, pareciera que, desde el punto de vista de OSA, la recuperación del espacio público se vincula al proceso de recuperación de las capacidades de la comunidad para gestionar sus propios asuntos, esto es, lo público guardaría una relación directa con una mayor participación de la sociedad civil en la gestión de lo social. En palabras de Néstor, esto significa que la sociedad civil se reconozca como actor social y comience a “ejercer el poder”:
(…) empezar a pensarnos como actores sociales para una transformación social, diferenciarnos de las organizaciones “paraestatales” y “paraempresarias” y empezar a ejercitar el poder. ¿Qué significa ejercitar el poder? Bueno, por ejemplo, tomar la economía en nuestras propias manos, tener nuestra propia moneda; por ejemplo, tener la salud en nuestras propias manos, entonces pensar en la salud comunitaria (…) Cuando vos me preguntás ¿qué es lo que deberían hacer las organizaciones sociales? hacernos cargo de las cosas nuestras, de nuestra vida, tomar nuestras vidas y bueno, construir nuestra seguridad, nuestra salud, nuestra educación, nuestra economía (Entrevista a Néstor, 2008).

Que la comunidad se apropie como propia, valga la redundancia, de sus lugares comunes. Desde lo que eran antiguamente los cines barriales o los centros culturales, o las plazas, los paseos públicos, el club del barrio, volverlos a hacer parte de lo que es la vida comunitaria para, volverse a integrar la comunidad, que nos han ido fragmentando hace décadas (…) la defensa tiene que ser comunitaria con menos policía, con menos represión y más comunidad participando y resolviendo los problemas que en cada comunidad hay. Todos tenemos nuestros problemas, nuestras situaciones y bueno, que sea el mismo barrio el que resuelva (Entrevista a Rodolfo, 2008).

La idea de defensa de lo público involucra tanto un contenido, que es concebido como diferente del espacio del mercado e incluso de las tradiciones de intervención estatal como de marcar una forma de hacer política que implica la reasunción de la iniciativa por parte de la sociedad civil.
Ahora bien, al igual que lo que sucedía con las anteriores preocupaciones de OSA, podemos advertir perspectivas diferenciales respecto de la concepción de lo público, a partir de las cuales, aquella claridad compartida en torno a la defensa de lo público -en contra de su privatización y a favor de su recuperación por parte de la sociedad civil (comunidad)-, comienza a desdibujarse; por ejemplo, cuando se piensa lo público en relación al Estado. Existe una tensión al interior del grupo, cuyos extremos están definidos, por una parte, en torno a quienes identifican lo público con lo estatal; y por la otra, quienes ven la necesidad de distinguir la lógica estatal de aquella propiamente comunitaria. Ambas posturas, tienen consecuencias a la hora de pensar la lucha por la recuperación y reconstrucción del espacio público, en particular, respecto al lugar que se otorga al Estado en esa estrategia. Veamos cómo aparecen en algunas entrevistas cada una de estas posturas.
En cuanto al primero de los extremos, cabe resaltar la equivalencia semántica entre lo “público”, lo “estatal” y aquello que es “de todos”:
 (…) pensábamos que desde las comunidades teníamos que ir recuperando los espacios públicos, desde las plazas, los paseos, todo lo que es público y común. La Estación es un espacio público, en el sentido que es de todos. Es un espacio del Estado Nacional por lo tanto es de toda la población. (…) Y en ese sentido la Estación es un terreno público, estatal, y desde ese punto de vista lo encaramos sin pretender elaborar una propuesta de qué hacer ahí en esa Estación, sino lo que pretendíamos era montar una muralla de defensa del sector público. (Entrevista a Rodolfo, 2008).

De todos! El espacio público es eso, el espacio de todos. (…) Público significa que… es de la nación, de la provincia, del municipio, o sea, de todos y después veremos qué hacemos con ese espacio público, ¿si? (…) (Entrevista a Pancho, 2008)

Por el contrario, en el extremo opuesto, encontramos el testimonio de Néstor, quien reiteradamente en su relato se refiere a la necesidad de recuperar lo público contraponiéndolo a lo privado, pero a su vez, separándolo de lo público-estatal, esto es, distinguiendo lo público como un campo social con una lógica propia (autónoma), la “comunitaria”. Siguiendo lo que había planteado anteriormente, Néstor, apuesta a que las organizaciones de la sociedad civil, al reconocerse como actores y comenzar a ejercitar su poder, comiencen a recuperar los espacios públicos y a construirlos como espacios distintos, con sus propios actores y su propia lógica.
Entonces vamos a tener que hacer una disputa por recuperar lo público, de manos de de lo privado, que se apropia de lo público y del Estado que se apropia de lo público. Y reclamar el espacio de lo público, como espacio distinto, y con actores distintos y con lógica distinta. Entonces, ni la lógica estatal, ni la lógica privada, sino una lógica propia que hay que ir construyendo y yo creo que desde el 2001 para acá y por poner un hito, digamos, un punto, porque se completa esta crisis, esta aparición de este nuevo actor, que es la sociedad o la gente o cómo se llame, el pueblo (Entrevista a Néstor, 2008)2 .

Estas diferencias que se pueden encontrar entre los miembros de OSA en relación a la concepción de lo público, ponen en juego también diferentes expectativas en torno al Estado,
Y, el Estado es una abstracción, una entelequia, el Estado es quien esté. (…) esa es la vieja discusión de si la toma del poder pasa por tomar el Estado o no. Sí, el Estado tiene que intervenir en estas transformaciones, (…) Yo creo que el Estado es importante, o sea, creo que el Estado tiene que estar al servicio de la gente y hay que tener el control del Estado (Entrevista a Pancho, 2008).

(…) ¿qué es lo que yo quisiera? Un Estado que sea capaz de reconocerse como un instrumento del poder y disponerse a auto-limitarse, a auto-desmontarse, me encantaría ese Estado, que sería un Estado que no estatice, sino que haga pública las cosas, obviamente menos que privatice. (…) Entonces yo digo, ¿cuál es el rol del Estado? Si hay un rol del Estado, sin duda y tenemos que exigírselo. Pero bueno, no es el mismo rol que creen los estatistas (Entrevista a Néstor, 2008).

Y… el Estado… o el gobierno porque también un poco Estado somos todos, ¿no es cierto? Entonces, el gobierno lo que debe es asegurar también el acceso al espacio público por las personas (…) tiene que estar atento a estas transformaciones sociales y producir los cambios en el espacio público necesarios para que nuestro hábitat y nuestra vida en la ciudad sea posible, entonces desde darles servicios, lo que es baños públicos, espacios de recreación y ocio, transporte público, todo lo que tiene que ver con la posibilidad de desarrollo de la ciudad, la dinámica de la ciudad me parece que requiere estar atento a estos cambios (…) (Entrevista a Fabiana, 2008).

Debería, lo que debería es ponerse al frente de la defensa de ese… de esos terrenos de todo lo que hay ahí, de todo lo que significa el patrimonio cultural y este… material de lo que hay ahí. Este… y llamar a la comunidad, al conjunto, a la sociedad a proponer como resolver todo ese terreno. Hoy el Estado, no el Estado, el gobierno, está con la mirada en otras respuestas. Pero desde nuestra concepción el Estado debería ser la figura convocante de los terrenos y los otros sectores sociales y resolver una situación importante (Entrevista a Rodolfo, 2008).

Este apartado tenía por finalidad señalar cómo, la cuestión de la recuperación del espacio público, ha constituido una parte central de las preocupaciones comunes sobre la que se ha organizado la experiencia de OSA. A la vez, busqué presentar las distintas significaciones que giraban en torno a dicha idea, las tensiones que era posible identificar entre ellas, las diferentes posiciones que éstas definían frente al Estado, etc.
La recuperación de los espacios públicos, la defensa de los bienes comunes frente al avance de las privatizaciones, es decir, el conflicto público/privado es la dicotomía grande que les permitió construir un espacio de acuerdo. Sin embargo, al igual que lo que ocurría con los anteriores puntos de coincidencia, también puede leerse como tema de grandes divergencias. Mientras Rodolfo concibe el estado a la manera del modelo del estado de bienestar, es decir, como un estado activo en la gestión de los espacios públicos, Néstor apuesta a la idea de disolución del estado, visualizando en la crisis promovida por el neoliberalismo una oportunidad para el empoderamiento de la sociedad civil y la gestión colectiva de lo público. Fabiana en cambio, porta una concepción tecnocrática del estado, al que concibe como instancia administrativa de gestión y provisión de servicios, sin lograr distinguir entre éste y el gobierno.
En su conjunto, OSA, parte de concepciones diferenciales de lo público, de sus maneras de construcción, del lugar que ocupa el Estado en dicho proceso, etc. Unas veces interpretado como público-estatal, otras veces como público-comunitario; algunos miembros distinguen entre Estado y Gobiernos, otros se refieren a ambos de manera un tanto ambigua. Lo crucial ha sido que, finalmente, esa idea de recuperación de lo público, se liga a una contraposición clara con lo privado.
En el próximo apartado, propongo analizar qué movilizó a OSA a involucrarse en la lucha por la recuperación de la Estación y cómo lo hace, qué posición asume frente al conflicto sobre esos terrenos. El objetivo es indicar que su participación en dicho conflicto muestra una continuidad respecto de la modalidad de trabajo que ha caracterizado su experiencia, esto es, su conformación como espacio de articulación de distintas organizaciones y sectores sociales, la búsqueda de una salida política que supere la fragmentación de las miradas, la convicción de la relevancia de la intervención en el quehacer político, la idea compartida de la relevancia de recuperar el espacio público ante las tendencias privatizadoras, etc.
En efecto, intento reconstruir cómo, la trayectoria de autoconvocados, se ponía en juego en la práctica política que llevó a cabo en torno al conflicto de la Estación, cómo definía su identidad en una situación históricamente determinada. A la vez, el análisis de dicha intervención posibilitará desandar en su experiencia los puntos de encuentro y las tensiones que se pueden advertir con el resto de los sujetos colectivos implicados en la lucha por la recuperación de la Estación como espacio público.

1 Hay en este punto una coincidencia con la experiencia de Casa Amérika, para quienes lo fundamental es que participe la gente. El problema político reside en que los sujetos puedan decidir qué hacer con la Estación.

2 En su relato, Néstor, continúa señalando lo que considera una de las primeras dificultades en la recuperación de lo público-comunitario, la falta de una palabra para nombrar ese espacio de lo público, ni privado ni estatal: “empezar a diferenciar entre lo estatal y lo público, por ejemplo. Todo el mundo cree que se asemeja, todo el mundo piensa que lo estatal es lo público. Y yo digo: no tiene nada que ver lo estatal con lo público, es decir, ni siquiera hay nombre (…) porque fijate vos que si yo digo estatizar, vos sabés lo que yo estoy diciendo, ¿no es cierto? O una política estatista y vos sabés lo que estamos diciendo, ¿si? Ahora se va a estatizar nuevamente Aerolíneas Argentinas, ¿si? Cuando digo privatizar, ¿qué significa? Cuando yo digo publicar, ¿entendés lo que yo digo? No se puede “publicar”, si vos llegás a decir publicar… es una revista… (…)” (Entrevista a Néstor, 2008).