 
	
	 
	  A continuación se presenta el modelo de relaciones que se  propone entre la variable dependiente y las variables independientes.
    (1)
	  Donde:
 
      Considerando la relación que existe del mercado eficiente se  esperaría que donde el símbolo 
  significa la  derivada parcial
  (2) 
    (3) 
Modelo de relaciones 
      La presente hipótesis es de tipo correlacional debido a que  las variables tienen un tipo de relación de causa – efecto. Asimismo, se trata  de un modelo multivariable de corte transversal y longitudinal, es decir, un  estudio de datos de panel.
      Objetivo específico
      Demostrar si las variables de eventos tiene un efecto en el  rendimiento del precio de las acciones de aquellas compañías que utilizaron IFD  durante el periodo 1 de enero de 2004 al 30 de junio de 2006.
  Diseño de la Investigación 
      Para diseñar el estudio habrá que determinar la definición  del evento y el periodo de ocurrencia. En primer lugar se debe identificar  claramente una única fecha en la que se ha producido el evento, identificándola  como día del evento. Si por el contrario fuera difícil determinar con precisión  cuándo se ha producido, se elegirá una ventana del evento dentro de un rango de  días. Una vez identificado el evento y establecido el día o la ventana del  evento, habrá que establecer un periodo a lo largo del cual se analizará el  posible impacto del evento. A dicho periodo se le denomina periodo del evento y  se puede subdividir en un periodo pre-evento, en que se analiza si el mercado  ha anticipado los efectos del evento, y en un periodo post-evento, que se elige  para comprobar si el efecto ha persistido en días sub-siguientes. 
      Para llevar a cabo nuestra investigación sobre el estudio de  eventos, tomamos como referencia algunos de los pasos presentados por Kritzman (1994):
      Definir el evento e identificar el periodo de su ocurrencia;
      Arreglar la información sobre el rendimiento de la acción en  relación con el periodo del evento;
      Separar el rendimiento específico que genera el evento del rendimiento total que presenta  la acción durante el periodo de análisis;
      Estimar la desviación estándar de los rendimientos diarios  de la acción durante el periodo inmediato anterior al que inicie el evento; 
      Encapsular el retorno especifico de la acción durante el  evento;
      Agregar los rendimientos y desviaciones estándar de las  acciones a través de la muestra de acciones en la fecha del evento;
      Probar la hipótesis de que el rendimiento de la acción en la  fecha del evento difiere significativamente de cero.
      Por lo tanto, la base de este tipo de estudio reside en estimar  cuál es la rentabilidad estimada en el día del evento para el caso de que éste  no se hubiera producido, y compararla con lo que realmente se ha producido en  ese día y en los días inmediatos. Con este fin, el estudio se estructura en tres  pasos fundamentales, diseño del estudio, cálculo de los retornos anormales y  contraste de la hipótesis. 
      5.2.1. Evento e identificación el periodo de su ocurrencia
      El primer paso es la identificación del evento que se quiere  investigar. En nuestro caso el evento  son las “n” noticias relacionadas con el C-10 durante el periodo de adopción.  Para tales fines, hemos definido el siguiente rango de fechas como la ventana  de tiempo para analizar los eventos: 20 de febrero de 2003 como fecha de inicio  y 30 de junio de 2006 como fecha de vencimiento (ver Figura No.5). Esta ventana  de 854 días fue seleccionada con la finalidad de que existieran antes del  primer evento y después del último evento más de 200 días para el periodo de  estimación. Peterson (1989) comenta que usualmente las ventanas de tiempo  utilizadas en estudios de eventos para el periodo de estimación, van desde los  100 días hasta los 300 días dado que es este rango de días el que permite  obtener un equilibrio entre la predicción del modelo y la inestabilidad de los  parámetros del modelo que se obtiene al utilizar un mayor número de días. 
  Figura 5. Determinación de la  ventana de tiempo para la estimación de los eventos.
  
      Fuente: Elaboración propia.
      En estudios de eventos relacionados con la promulgación de  cambios regulatorios, el rango de fechas utilizadas para determinar el primer  evento es por lo general la relacionada con el proyecto de auscultación y/o la  fecha de publicación. Existe evidencia de que este tipo de eventos ya han sido  descontados por el mercado, dado el proceso de autorización que deben seguir los  nuevos boletines contables para quedar aprobados, motivo por el cual el poder  identificar con claridad la fecha de inicio impone ciertos retos.
      En México el desarrollo del C-10 estuvo a cargo de la CPC  que pertenece al IMCP. El protocolo para la difusión de nuevos pronunciamientos  contables se realiza a través de los proyectos de auscultación. Habitualmente, cuando se promulga la norma  contable, ésta ha sido ampliamente comentada y discutida. Frecuentemente han  salido muchas indicaciones previas sobre el contenido de la norma, así como  varios borradores y documentos de discusión. En octubre del 2003 se publicó el  proyecto de auscultación para el C-10, sin embargo, no se encontró información  disponible en internet, revista o periódico sobre dicho proyecto de  auscultación entre el público en general, por lo que al tener una limitada difusión,  es lógico pensar que esta nueva información no fue ampliamente conocida por  todos los agentes económicos, por tal motivo descartamos el periodo de  auscultación como un evento a ser analizado.
      Una vez terminado el proceso de auscultación, se hace la  emisión de la norma contable y el establecimiento para la fecha de su adopción.  El C-10 fue publicado el 12 de febrero de 2004 según consta en el cuerpo del  mismo documento. No hemos encontrado evidencia de que dicha publicación haya  sido difundida al público en general a través de algún medio informativo  durante este día o el día siguiente. La primera información disponible es hasta  el día 20 de febrero de 2004 cuando se realiza en las instalaciones del MEXDER  un evento formal para la difusión del C-10 al público en general. 
      Con la finalidad de obtener las noticias relacionadas con  los eventos del C-10, se efectuó una búsqueda en las siguientes publicaciones: “El  Financiero”, “El Economista”, “El Norte”, y “Reforma” dado que generalmente son  los medios utilizados para consultar temas de negocios, economía, finanzas y  mercados bursátiles. 
      La información de la publicación del periódico “El Norte” y  “Reforma” fue obtenida mediante la utilización de la base de datos de “Proquest”  utilizando como rango de búsqueda el comprendido entre 1 de enero de 2004 al 30 de  junio de 2006. Con respecto a la información de los periódicos “El Financiero”  y “El Economista”, se utilizó la información del disco magnético que contiene  todas las noticias publicadas por estos periódicos para el mismo rango de  búsqueda anteriormente mencionado. En todos los casos las palabras de búsqueda  seleccionada fueron aquellas noticias que tuvieran relación con los siguientes  términos: “contabilidad de coberturas”, “instrumentos financieros derivados”, o  “boletín C-10”. La Tabla 1 muestra los resultados de la búsqueda sobre aquellos  eventos que cumplieron con dicho criterio de búsqueda.
  Tabla 1. Eventos que pueden afectar  positiva o negativamente el precio de las acciones.
| Evento | Fecha | Descripción | Fuente | 
| 1 | 20/02/04 | Evento sobre la publicación del C-10 en la Bolsa Mexicana de Derivados (MEXDER) | MEXDER | 
| 2 | 28/01/05 | El incumplimiento en la transparencia contable del registro de operaciones con instrumentos derivados podría poner en riesgo el desarrollo de negocios del país. Y es que a partir de este mes, las empresas mexicanas tienen que cumplir con la norma “Boletín C10”. | El Economista | 
| 3 | 14/02/05 | El Boletín C-10 impacta la administración de riesgos de las empresas, por lo que éstas deben implementarlo para transparentar los estados financieros y mejorar y avanzar en el uso de los instrumentos derivados, así como establecer una infraestructura adecuada para la operación | El Economista | 
| 4 | 31/08/05 | El Boletín C-10 exige que una entidad muestre en el rubro de utilidades integrales la ganancia o pérdida en instrumentos derivados que se designen como cobertura de flujo de efectivo. Con base en lo que revelan las empresas principalmente inscritas en la bolsa mexicana, 46% se cubre en derivados sobre tipo de cambio, 34% sobre tasas de interés y 20% en commodities. | El Economista | 
Fuente: Elaboración propia con información de las fuentes mencionadas
5.2.2. Ventana del evento
      Una vez identificados los eventos relacionados con el C-10,  se procede a definir la duración de la ventana del evento a ser utilizada para  determinar la existencia de rendimientos anormales. Masulis (1980) y Dann (1981)  señalan que existen varias situaciones en las que la reacción del mercado a un  evento en particular se puede extender por un par de días. Por ejemplo, en los  comunicados de prensa no es claro el momento en el que los inversionistas  tienen acceso a la información, por lo que resulta más apropiado evaluar la  existencia de rendimientos anormales por un periodo de dos o más días. Es  decir, aunque se conozca la fecha en que se produjo el evento, resulta difícil  identificar en qué momento se incorpora efectivamente dicha información al  mercado y mas difícil aún es determinar cuándo se produce el impacto sobre los  precios de las acciones.
      Dyckman, Philbrick & Stephan (1984) proponen capturar la  fecha eligiendo aleatoriamente un día y empleando una distribución de  probabilidad para la ocurrencia del evento en el mínimo número de días en que  se cree que pudo tener lugar. Por otro lado, Krivin, Patton, Rose, & Tabak  (2003) afirman que existen dos alternativas para determinar el tamaño de la  ventana del evento: (i) usar un periodo de tiempo fijo, o (ii) utilizar un  procedimiento a la medida y que dichas alternativas están en función del tipo  de datos que se están utilizando (intradía, bid/ask, cierre), así como del  evento que se está analizando. Lev (1989) por su parte encontró que la mayoría  de los artículos analizados entre 1980 y 1989 utilizan un periodo de tiempo  fijo que va de entre dos días a un año. Este método fijo generalmente es  utilizado cuando se tienen varias emisoras y varios eventos ya que la ventana  del evento, al estar estandarizada, permite que los errores por tener una  ventana muy grande (o pequeña en su caso) presenten un impacto pequeño en  promedio conforme a la Ley de los Grandes Números. 
      Las fechas de publicación de los eventos serán del tipo “dummy”,  y se considerarán como tales tanto el día en que se materializa el evento, el  día inmediato anterior y al inmediato posterior. Es decir, si el evento “n” se  publicó el 30 de marzo de 2005, entonces el día 29, 30 y 31 de marzo se les asignará  el valor de uno y cero para el resto de la serie para dicho evento “n”. Este  mismo procedimiento fue utilizado por Beatty, Chamberlain & Magliolo (1996);  Cornett, Rezaee & Tehranian (1996); Dechow, Hutton & Sloan (1996) y Park  (2004).
  Población, marco muestral y muestra
      El periódico El Financiero fue utilizado para obtener el  nombre de las emisoras. Según dicha publicación al 31 de diciembre de 2004  existían 148 emisoras en el mercado de capitales. En la tabla No.2 se muestra  la clave, nombre, industria y bursatilidad para cada una de ellas. 
Las emisoras que integran la población son aquellas que  estaban listadas en la BMV al cierre de diciembre de 2004 y cuya bursatilidad era  alta o mediana, además de no pertenecer al sector de servicios financieros y tener  sus estados financieros dictaminados al cierre de 2004 y 2005 disponibles en el  Sistema Electrónico de Envió y Difusión de Información (EMISNET) de la BMV.
Las empresas que cotizan en la BMV tienen la obligación por  parte de la Ley del Mercado de Valores de reportar su información financiera a  través del programa EMISNET en forma trimestral. La información de los estados  financieros dictaminados fue obtenida a través la página de internet de la BMV  (www.bmw.com.mx), bajo el menú emisoras,  información digitalizada. Se seleccionó la opción de estados financieros  auditados al cierre de 2004 y al cierre de 2005. 
Los estados financieros al cierre de 2004 y 2005 fueron  seleccionados para ayudarnos con la determinación de la población debido a que  tienen una relación directa con la entrada del C-10. Si bien es cierto que el  C-10 entró en vigor el 1 de enero de 2005, la compañía tiene que revelar en las  notas de los estados financieros al cierre de 2004 bajo el apartado “Nuevos  Pronunciamientos Contables”, si espera un efecto importante en los resultados  futuros de la compañía por la entrada en vigor del nuevo pronunciamiento. Por  otro lado, el estado financiero al cierre de 2005 constituye el primero en incorporar  a todos y cada uno de los lineamientos requeridos por el C-10, por lo que en  las notas a los estados financieros deben detallar de manera explícita la  política contable de la entidad para operar con IFD, así como en la nota de  detalle su posición y clasificación contable de IFD.
Posteriormente, se estableció como filtro que las emisoras  tuvieran publicados sus estados financieros (EEFF) al cierre de 2004 y 2005. El  procedimiento de selección se resume a continuación:
| EEFF 2004 | EEFF 2005 | Selección | 
| Si | Si | Si | 
| Si | No | No | 
| No | Si | No | 
| No | No | No | 
En la tabla No. 2 también se muestra la relación de las  emisoras que no cumplieron con el requisito de tener estados financieros al  cierre de 2004 y al cierre de 2005 y la explicación del porqué motivo no estaba  disponible dicha información en la base de datos de la BMV. Asimismo, se  presentan las emisoras eliminadas por aplicar criterios de contabilidad  diferentes al C-10, ya que se eliminaron quince emisoras pertenecientes al ramo  de Servicios Financieros – Grupo Financieros,  tres emisoras pertenecientes al ramo de Servicios Financieros – Banca  y cuatro emisoras perteneciente al ramo  de Servicios Financieros – Aseguradoras; debido a que dichas emisoras durante  el periodo de análisis utilizaban criterios de contabilidad emitidos por la  Comisión Nacional Bancaria y de Valores y Comisión Nacional de Seguros y Fianzas,  respectivamente. 
      Finalmente, se eliminaron también aquellas emisoras que no  cumplían con el criterio de bursatilidad. Según Peterson (1989), las acciones  de las compañías deben tener cotizaciones frecuentes en el mercado ya que de lo  contrario al presentarse un evento este no podría ser capturado por el precio  de la acción si no ha presentado movimientos en su cotización. El procedimiento  para la determinación de la población se resume de la siguiente manera:
| 
 Total de Emisoras en la BMV al 31-12-04 | Emisoras | 
| Emisoras eliminadas por aplicar criterios de contabilidad diferentes al Boletín C-10 | 22 | 
| Emisoras eliminadas por cumplir con el requisito de bursatilidad | 80 | 
| Emisoras eliminadas por no tener estados financieros en 2004 y en 2005. | 1 | 
| Emisoras que integran la población | 45 | 
Una vez identificadas las emisoras que si cumplían con el  requisito de selección, se procedió a la revisión de los estados financieros  dictaminados con la finalidad de identificar que emisoras utilizaban IFD antes  y durante la fecha del periodo de análisis que va del 1 de enero de 2004 al 30  de junio de 2006. Esta información nos permitirá establecer dos portafolios con  la finalidad de analizar si aquellas emisoras que tenían IFD presentan  rendimientos anormales mayores a las que no tenían IFD. 
      El precio de las acciones de las emisoras seleccionadas se  obtuvo del programa Economática®, en el que se seleccionaron los precios  diarios de cierre ajustados por dividendos por el periodo que va de enero de  2002 a junio de 2006. La Figura No. 6 se muestra un desglose de las 45 emisoras que integran la población en  términos de bursatilidad y uso de IFD.
  Modelo
      McWilliams & Siegel (1997) comentan que los análisis a  través de estudios de eventos se han vuelto muy populares debido a que permiten  analizar las medidas contables relacionadas con el nivel de utilidad. Los  estudios de eventos permiten medir la relación que existe entre un evento que  afecta un acción y el rendimiento bursátil de dicha acción. Algunos eventos,  como los cambios regulatorios o los impactos macroeconómicos afectan a la  mayoría de las acciones al mismo tiempo. Se ha comentado que los estudios de  eventos son utilizados para probar la hipótesis de mercados eficientes. En  consecuencia, deben ser diseñados de tal manera que nos permita identificar el comportamiento  estocástico de los precios en el momento de la ocurrencia del evento con el  objeto de determinar si éstos se han visto afectados por dicho acontecimiento. Es  decir, lo que nos interesa analizar es el comportamiento medio de la reacción  de los precios ante la existencia de eventos específicos.
      MacKinlay (1997) comenta que la literatura financiera ofrece  modelos estadísticos y económicos para medir los retornos esperados de los  precios de las acciones. Los modelos  estadísticos son mayoritariamente unifactorial donde el punto de referencia  para determinar la anormalidad de los recursos es el retorno del mercado. Sin  embargo, también pueden utilizarse modelos multifactoriales, en los que la variabilidad de la varianza residual es  reducida mediante la incorporación de factores adicionales. Los modelos  económicos se caracterizan por incorporar un número de restricciones en el  cálculo de los parámetros, mayores que en los modelos estadísticos;  restricciones que proceden de teorías de equilibrio tales como las  desarrolladas por el Capital Asset Pricing Model (CAPM) o el Arbitrage Price Theory  (APT). Campbell, Lo & Mackinley (1997)  concluyen que no parece existir alguna ventaja para utilizar un modelo  económico en vez de uno estadístico para efectuar los estudios de eventos. 
      Numerosos autores, como Beaver W. (1982); Brick, Statman  & Weaver (1989) o Seyhun (1986), son de la opinión de que los resultados de  los estudios de eventos muestran sensibilidad al uso de diferentes modelos. Sin  embargo, son también numerosos los trabajos que llegan a la conclusión  contraria como el de Sharpe (1970) que insiste que los resultados de los  estudios son invariables ante el uso de unos modelos u otros. Esta opinión es  secundada por trabajos posteriores como Larcker, Reder & Simon (1983);  Pope, Morris, & Peel (1990); Karpoff & Lee (1991) o Madura & Wiant (1995).  Para dichos autores es innecesario aplicar más de un solo modelo al estudio, siendo  suficiente el contrastar aquel que tenga un mayor peso en la literatura  financiera. 
      Peterson (1989) menciona que existen principalmente tres  principales metodologías desarrolladas por Brown & Warner (1980) para estimar si los rendimientos esperados que  presentan las acciones son de tipo normal: (i) modelos de mercado; (ii) modelos  de media ajustados; y (iii) modelos de mercado ajustados. La fase fundamental  del estudio consistirá en el cálculo o medición de la rentabilidad generada en el  día del evento aunada a la del periodo  del evento en general, denominada “rentabilidad anormal”. Esta rentabilidad  anormal recoge la rentabilidad en exceso que obtiene un agente respecto de la  rentabilidad que habría obtenido si no se hubiera producido el evento objeto de  estudio. 
      El modelo de mercado especificado por Fama, Fisher, Jensen  & Roll (1969) en su estudio de eventos sobre los splits del precio de las  acciones es:
   (4)
      Donde
   = Rendimiento de la acción i para el  periodo j;
   = Rendimiento del índice de mercado para  el periodo j; (IPC)
   = Es la constante;
   =  Es el coeficiente de la pendiente; o el  riesgo sistémico de la acción i
   = Termino de error con 
   = Número de periodos en la estimación
      Existen varios estudios como el de Peterson (1989) que han  comentado que está metodología presenta el problema de la no estacionalidad en  los parámetros del modelo, así como el error potencial de sesgo de que se  origina cuando los precios de las acciones no cotizan de manera sincronizada. Es  decir, aquellas acciones que operan con retrasos en comparación con las otras  acciones del mercado generan que la sea sesgada. Sin  embargo, existen varias alternativas que permiten corregir estos problemas, siendo  la metodología más utilizada la de Dimson  (1979) y Scholes & Williams (1977). 
      Independientemente del uso de cualquiera de los modelos  antes mencionados, la estimación de los rendimientos anormales para una acción  durante un periodo de tiempo, se determina mediante el cálculo de la diferencia entre el  rendimiento observado y el rendimiento estimado o esperado para el mismo  periodo como se muestra a continuación: 
      Donde:
   =  rendimiento anormal o error de predicción para la acción i durante el periodo t
   =  rendimiento de la acción i durante el periodo t
   =  rendimiento estimado o esperado para la acción i durante el periodo t 
      Una vez obtenidos los resultados aplicando esta metodología  se debe analizar la significancia estadística de los rendimientos anormales.  Esto es con la finalidad de probar la hipótesis de mercado eficiente, para lo  cual se requiere estandarizar los rendimientos anormales obtenidos para  determinar el error estadístico en la estimación de los rendimientos esperados. 
      Binder (1998) comenta que los estudios de eventos pueden ser  realizados aplicando generalmente dos metodologías. La primera es a través del  análisis estadístico de los residuales de los retornos anormales y la segunda  es mediante el análisis estadístico de los retornos anormales utilizados como  coeficientes en la regresión incorporando variables de tipo dummy, la cual es  utilizada en la presente investigación.
      Con la finalidad de analizar la reacción en los precios de  las acciones de las emisoras seleccionadas en la población, se aplicará un  modelo multivariante desarrollado por Schipper & Thompson (1983) para  estimar si existen rendimientos anormales en la serie. Thompson (1985) demostró  que se obtienen mejores resultados al considerar más de un evento en la  aplicación de una regresión multivariada. Para tales efectos, el modelo que se  propone se resume en la siguiente ecuación:
    (5)
      Donde:
   = el  rendimiento diario de t de las acciones de la muestra j 
   =  intercepto 
   = beta  de la acción j de la muestra
   =  rendimiento del IPC  
   = parámetro  del evento, el cual captura el impacto del evento k en las acciones
  = variable  dummy para cada evento k que equivale a uno durante un periodo de tres días  alrededor del evento k y cero de lo contrario
   =  término de error con media cero 
      La aplicación del modelo se lleva a cabo utilizando la  técnica de datos de panel, ya que  permite combinar información sobre tiempo y espacio. Asimismo, nos facilita  la construcción de diferentes portafolios que consideren los efectos de  correlación de los residuales transversales de las emisoras analizadas. Según Cornett,  Rezaee, & Tehranian (1996) dicho portafolio es construido utilizando el  siguiente vector P [J x 1], donde P toma la forma de 
      Donde:
  = es un  vector de forma [J x 1] de unos
  = es la  matriz de varianza – covarianza estimada de la ecuación (5)
  = es el  número de emisoras del respectivo portafolio analizado
   Para la  obtención de los resultados se utilizarán ecuaciones aparentemente no  relacionadas “Seemingly Unrelated Regreesions (SUR)” con variables dummy para  cada uno de los cuatro eventos encontrados dentro de una ventana de tres días. La ventaja de utilizar  este tipo de ecuaciones es que implícitamente incorporan tanto la correlación  contemporánea de los rendimientos así como la correlación inter-temporal de los  rendimientos anormales estimados al momento de probar la hipótesis de nulo  impacto por parte del evento. 
   Con la  finalidad de poder realizar nuestro análisis de una manera más granular, se  construyeron nueve diferentes portafolios balanceados. Para facilitar su  identificación cada portafolio ha sido asignado con una letra que va de la A a la I. La columna “Emisoras” especifica si las  emisoras analizadas tienen bursatilidad alta, mediana o ambas. La columna  “Número” detalla el número de emisoras que integran cada uno de los portafolios,  mientras que la columna “Derivados”, si los portafolios están formados por  emisoras que tienen instrumentos financieros derivados o no en las fechas en  que los eventos han sido analizados. La tabla 3 presenta los resultados de la información antes mencionada.
  Tabla 3. Resumen de portafolios de emisoras
| Portafolio | Emisoras | Número | Derivados | 
| A | Todas | 45 | |
| B | Alta y mediana bursatilidad | 33 | Si | 
| C | Alta y mediana bursatilidad | 12 | No | 
| D | Alta bursatilidad | 22 | Si y No | 
| E | Alta bursatilidad | 17 | Si | 
| F | Alta bursatilidad | 5 | No | 
| G | Mediana bursatilidad | 23 | Si y No | 
| H | Mediana bursatilidad | 16 | Si | 
| I | Mediana bursatilidad | 7 | No | 
Fuente: Elaboración propia
 En el siguiente  capítulo se presentan los resultados obtenidos sobre la búsqueda de los  rendimientos anormales para cada uno de los portafolios mencionados  anteriormente.