ESTUDIO DE EVENTOS RELACIONADOS CON EL BOLETIN C-10 
Y EL RENDIMIENTO DEL PRECIO DE LAS ACCIONES MEDIANTE 
LA UTILIZACIÓN DE REGRESIONES APARENTEMENTE NO RELACIONADAS Y EL MODELO DE DATOS DE PANEL

ESTUDIO DE EVENTOS RELACIONADOS CON EL BOLETIN C-10 Y EL RENDIMIENTO DEL PRECIO DE LAS ACCIONES MEDIANTE LA UTILIZACIÓN DE REGRESIONES APARENTEMENTE NO RELACIONADAS Y EL MODELO DE DATOS DE PANEL

Miguel Angel García Martínez
Universidad Autónoma de Nuevo León

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Teoría de Eventos y Teoría del Mercado Eficiente

Podemos definir el concepto de estudios de eventos como aquellos estudios empíricos que analizan la relación entre los precios de los títulos en el mercado de valores y distintos acontecimientos económicos, de tal forma que se pueda medir el efecto del acontecimiento sobre el valor de la empresa como lo comenta Kothari (2001). Estos estudios parten del supuesto de que los agentes racionales utilizan información sobre la empresa para la toma de sus decisiones de inversión. En este sentido, cuando se producen determinados eventos intrínsecos o extrínsecos que afecten en la empresa éstos generan nueva información, la cual, al llegar al mercado, modifica la distribución de los precios de las acciones.
Para Pope & Inyangete (1992), son dos las razones por las que el conocimiento de una determinada información modifica la distribución de los precios. La primera es el supuesto de expectativas racionales y la segunda es el supuesto de eficiencia del mercado. La  primera determina que los precios de los títulos reaccionen ante la llegada de nueva información; la segunda determina que la reacción o ajuste de los precios se producen de forma automática, lo que permite que en los estudios de eventos sea posible analizar la influencia de un evento en un periodo relativamente breve de tiempo, cuando de otra manera se requeriría un periodo muy largo.
Según Binder (1998), el impacto que tienen ciertos tipos de eventos particulares a las compañías por ejemplo: split de acciones, reportes trimestrales, despidos, cierre de plantas, sustitución del director general, entre otros, han sido objeto a una gran cantidad de estudios. Estos estudios de eventos son utilizados para analizar si existe una relación entre un evento y rendimientos “anormales” en el precio de las acciones de la compañía alrededor de las fechas en las que ocurrió el evento analizado.
Los estudios de eventos son utilizados para probar la hipótesis de mercados eficientes. Es decir, la existencia de rendimientos anormales en el precio de las acciones que se presentan después de la existencia de cierto evento, se contrapone con la hipótesis de que la nueva información publicada a los inversionistas se absorbe instantáneamente. La eficiencia del mercado sostiene que los precios de las acciones incorporan toda la información relevante que está disponible en el mercado.
Los estudios de eventos tienen muchas aplicaciones. Beaver W. H. (1996) comenta que en contabilidad y finanzas, los estudios de eventos han sido aplicados a una gran variedad de compañías con una gama muy amplia de eventos. Por ejemplo, en transacciones de fusiones y adquisiciones, anuncio de resultados, emisiones de nueva deuda, emisiones de acciones y cambios en el ambiente regulatorio, por mencionar algunos.
Existe un gran número de artículos por ejemplo, Ball (1972); Ibbotson (1975); Watts (1978); que analizan la relación empírica que existe entre el valor de las acciones en el mercado y su relación con ciertos rubros o números contables.  La finalidad  es  analizar los impactos que tienen dichos números bajo la normativa contable actual y aquella que tendrían sobre la contabilidad contable que quiere ser propuesta. Estos artículos han sido denominados por Holthausen & Watts (2000) como estudio de eventos contables, los cuales tienen la finalidad de determinar si la emisión de un nuevo boletín contable, o la remisión de uno ya existente, tendrá algún impacto en la compañía y por ende en el mercado.
Por lo general los IFD son utilizados por las compañías para mitigar los riesgos que tienen en su balance general o en sus operaciones del día a día. Hentschel & Kathari (2001) encontraron que no existe diferencia en términos de riesgos entre compañías que no utilizan IFD y aquellas que si los utilizan. Lo anterior podría llegar a suponer que no debiera existir un impacto en las acciones de una compañía que utiliza o no IFD. Esta afirmación fue analizada por Klersey, Stunda, & Vinson (2005) concluyendo que en general los inversionistas perciben de manera diferente a las compañías que si utilizan IFD de las que no.
Según Binder (1998) uno de los primeros estudios de eventos realizados es el de Fama, Fisher, Jensen and Roll quienes fueron los primeros en introducir la metodología de estudio de eventos que se utiliza hasta nuestros días. Según Kabir (2007), las investigaciones contables en el mercado de capitales comenzaron a finales de 1960 con el análisis empírico de la hipótesis de los mercados eficientes por parte de Ball & Brown (1968) y Beaver (1968). Según Kathari & Warner (2007), existen más de 500 artículos publicados sobre estudios de eventos en las revistas académicas de contabilidad desde 1974 hasta el año 2000. Un gran porcentaje de estos artículos, examinan la relación que existe entre la información de los estados financieros y el mercado de capitales.
Es evidente que existen muchos artículos que ponen a prueba el supuesto de que los mercados de capitales son eficientes debido a la existencia de evidencias sobre ciertas anomalías que cuestionan este supuesto. Schwert (2002) al realizar su investigación encontró que anomalías como: el efecto por tamaño; el efecto por cambio de año; el efecto de fin de semana; y el efecto de momentum, entre otras, tienden a desaparecer o a disminuir o no se presentan de manera consistente durante el tiempo. El autor comenta que todas estas evidencias establecen la posibilidad de que dichas anomalías sean aparentemente reales y concluye que aún y cuando dichas anomalías hayan sido reales, los participantes de mercado mediante la implementación de estrategias de arbitraje llevan a cabo transacciones para explotar dichas anomalías ocasionando que estas últimas desaparezcan. Esto encaja con una de las premisas de la teoría de mercados eficientes.
Bajo la perspectiva de que los mercado son eficientes, se podría concluir que la entrada en vigor del C-10 no tuvo impacto alguno para aquellas compañías que utilizaban IFD en su operación, sin importar si fueron utilizados con fines de cobertura o con fines de negociación.
A partir de la década de los ochentas se comenzaron a realizar investigaciones en los que se habían formalizado los pasos y directrices a seguir para realizar un estudio de eventos. Se pueden mencionar  los estudios de Brown & Warner (1980); Salinger (1992); Ameritage (1995); McWilliams & Siegel (1997); Dombrow, Rodriguez & Sirmans (2000); Ahern (2006) y Kathari & Warner (2007) como ejemplos fundamentales.

Conclusiones

Los estudios de eventos ha constituido en la última década el principal mecanismo de estudio sobre la eficiencia del mercado. Un sin número de estudios de eventos han sido realizados desde aquellas primeras investigaciones sobre el comportamiento de los títulos ante anuncios de dividendos en 1969 por parte de Fama, Fisher, Jensen y Roll.  La mayoría de estos se centran en el estudio de la reacción de los precios ante la publicación de información de naturaleza contable o económica, o de naturaleza macroeconómica. Sin embargo, los resultados respecto a la reacción del mercado ante estos acontecimientos han variado significativamente de un estudio a otro.
Sin lugar a duda, los eventos relacionados con el C-10 son un punto de partida ideal para poder comprobar si durante el periodo de adopción se presentaron rendimientos anormales en el precio de las acciones de las emisoras que cotizan en la BMV, lo cual será analizado en el siguiente capítulo.