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      Consta  de tres secciones o apartados. En el primero de ellos se define lo que es una  organización y las aportaciones de los principales autores sobre el tema del  Cambio, Comportamiento y Desarrollo Organizacional (D.O.) y presentar cómo  perciben a las organizaciones y sus esfuerzos para sobrevivir; su necesidad de  adaptarse a los cambios y estructurarse para poder continuar su camino. Tomando  en cuenta al factor humano que participa y trabaja en ellas y el impacto que  individuos, grupos y estructuras tienen en la consecución de los objetivos. Lo  anterior se plantea tomando en cuenta aspectos relevantes como lo son la  motivación, el trabajo en equipo, el liderazgo y los mismos procesos de cambio  entre unos y otros.
      Es  necesario recalcar que no se olvidarán los comentarios de autores que nos darán  luz sobre los distintos tipos de arreglos organizacionales y los resultados de  sus trabajos. 
      Finalmente  se expondrán nuestros puntos de vista de lo que entendemos acerca de lo que es  una organización y lo que es el cambio. 
      En  el segundo apartado, describiremos también los conceptos y percepciones de los  principales autores seleccionados en materia de aprendizaje y conocimiento; los  principales impulsores en los procesos de aprendizaje y cambio. 
      Estos  temas son la parte medular para lo que intentamos estudiar, observar,  investigar, analizar, reflexionar, y en su caso aportar en el caso del Hospital  Infantil seleccionados y que se presentarán en los capítulos subsecuentes donde  se explicarán la metodología, el sector salud en México y Yucatán, el análisis  de los datos, y las conclusiones del trabajo desarrollado.
      Por  último en el tercer apartado, veremos los diversos conceptos de intervención,  consultoría y otros similares, así como sus tipologías, que nos permitirán  evaluar y seleccionar las variantes a aplicar en nuestro trabajo de campo, el  que hemos considerado como pertinente realizar para el caso investigado.
En  esta sección presentamos los diversos enfoques de los que consideramos  principales expertos en los temas de Organizaciones y Cambio. 
      Con  el propósito de iniciar la construcción del marco teórico que nos permitirá,  mediante el trabajo realizado en el trabajo de campo, ir construyendo las  respuestas a nuestras preguntas de investigación. 
      En  la sección 2.1.1 presentamos de una manera resumida, cómo entienden los  expertos seleccionados, la Organización y trataremos de ordenar lo que  consideramos son sus principales características para finalmente presentar  nuestras conclusiones de lo que pensamos que es una Organización y cómo  funciona. Pensamos que lo anterior va más allá de una simple definición.
      En  la sección 2.1.2 presentamos las aportaciones de los autores seleccionados en  lo que consideran son los procesos de cambio, los diversos tipos de cambio, y haremos  una breve introducción de los principales problemas encontrados en los procesos  de cambio.
      Finalmente  en la sección 2.1.3 aportaremos nuestras conclusiones y puntos de vista de lo  que consideramos es el cambio y por qué es importante que sea estudiado
En  este sección presentamos cómo los principales autores seleccionados nos  presentan desde su óptica, los distintos tipos de organización, como la conciben  y entienden y los conceptos que nos permitirán tener una idea más clara de lo  que es una organización, cómo son las distintas formas de organizarse, su  problemática, conceptos y factores que deben ser considerados. 
      Los  estudiosos del Cambio, Desarrollo y Comportamiento Organizacional han  desarrollado distintas tipologías que todo consultor, agente de cambio y  facilitador ha de tener en cuenta. A continuación se describen tipologías de formas  organizacionales. 
El concepto de  “organización” resulta amplio. Por ejemplo el diccionario de la Real Academia  Española (2001), menciona cuatro  acepciones: 
      A) La acción y efecto  de organizar u organizarse. 
      B) Disposición de los  órganos de la vida o manera de estar organizado el cuerpo animal o vegetal. 
      C) La Asociación de  personas regulada por un conjunto de normas en función de determinados fines. 
      D) Disposición,  arreglo, orden. 
      De las antes  señaladas, consideramos la tercera mencionada, como la más apropiada tratándose  de las organizaciones 
      Las organizaciones  implican interacción entre por lo menos dos individuos. Esta interacción da  lugar a una serie interesantes de problemas relacionados a la motivación, la  delegación de autoridad y la transmisión de información.
      Por otra parte, las  organizaciones utilizan, en mayor o menor medida, relaciones jerárquicas entre  individuos. Es decir, los individuos, que integran la organización están  sometidos, al menos en cierto grado, a órdenes. 
      Los trabajadores  definitivos, temporales, administrativos, supervisores, gerentes medios e  incluso la alta gerencia, moldean su comportamiento de acuerdo a instrucciones  de “más arriba”. 
      La organización (en  el presente trabajo también podremos citarla como el hospital, la entidad, la  empresa), también depende de las personas que laboran en ella, de los agentes,  entidades u organizaciones externas a la misma.
      Asimismo  Gaynor (2001), comenta que los  directivos, ejecutivos y profesionales, perciben o tienen en su mente una forma  organizacional que bien puede tener tres modalidades o tipologías:  organizaciones públicas, privadas o mixtas principalmente.
      Por último, todas las  organizaciones enfrentan como problemas básicos la asignación o reparto de la  autoridad, los mecanismos para acceder a los recursos (materiales, técnicos,  humanos, tecnológicos, etc.), con que se cuentan y los criterios para la  repartición de los excedentes. 
      La palabra  organización tiene muchas acepciones. Etimológicamente, proviene del griego  “órganon” que significa instrumento.
      Otros autores (enunciaremos  entre paréntesis, a los más representativos dentro de cada escuela o  corriente), a lo largo del tiempo han intentado estudiar la organización  dependiendo de la escula de pensamiento en la cual se les ha clasificado, asi  tenemos, por ejemplo en el siglo XX las siguientes:
Pero antes de dar  nuestro punto de vista al respecto del concepto consideramos importante darles  un vistazo a los autores más pertinentes para nuestro trabajo.
      Así,  Chris Argyris (2000) da prioridad a los valores por encima de las mejores prácticas o  las mejores teorías.
      Sugiere  que las personas tienen una necesidad de auto realizarse y cuyo potencial está  lejos de desarrollarse en las organizaciones, ya que al trabajar muchas horas y  estar en contacto con otras personas recibe influencias y por tanto se ve  limitado en su sentir, pensar y actuar. 
      Es  en este juego diario, donde aparecen componentes de importancia: el individuo,  la organización y el grado de competencia interpersonal.
      Sin  embargo, la tecnología ha impactado las competencias interpersonales  (habilidades para poseer ideas y sentimientos propios, de poder abrirse a ideas  y sentimientos de los demás y compartir los propios, de experimentar y de tomar  riesgos interpersonales, de ayudar a los otros a poseer ideas propias, de  ayudar a los demás a abrirse, y de ayudarnos a experimentar) y en cambio ha permitido  parametrizar los comportamientos de los individuos dentro de la organización e  incluso las relaciones con proveedores y clientes. 
      Una  relación sincera y abierta en confianza con otros es prácticamente inexistente  dentro del ámbito de muchas organizaciones. Se manejan con intrigas y  desconfianza, no se escuchan, no se manejan en forma abierta, tienen una visión  de corto plazo, se encuentran cómodos haciendo y repitiendo lo mismo, no  quieren escuchar críticas de lo que hacen o dicen.
      Por  tanto según este autor los comportamientos gerenciales tienen cuatro  propiedades; establecer los objetivos en forma unilateral con la esperanza de  ser alcanzadas en grupos, maximizar los beneficios, en el corto plazo, dividir  las tareas en sub-tareas lo que facilita el control y la independencia de  otros, minimizar toda manifestación de sentimientos negativos especialmente en  público.
      Tom  Burns (1994), Gaynor (1999) y Whyte (1956) coinciden en  cuanto a la importancia de prestar atención y consideración al contexto en el  cual la organización se desenvuelve. 
      En  contextos estables, las reglas normas y procedimientos pueden ser consistente  con el tipo de organización burocrática en contraste con la necesidad de una  organización flexible y orgánica que resulta más eficiente en tiempos de  turbulencia y cambio. Por eso en los grandes corporativos en países emergentes  es común ver el establecimiento de “reglas de juego claras” y el establecimiento  y obsesiónes por “controlar” a la entidad.
      Hablan  de las organizaciones mecanicistas, la interacción de los participantes,  siguiendo la verticalidad, las personas que saben, (o deberían saber), deben  ser los jefes, el control se privilegia, la poca flexibilidad, la subdivisión  de tareas, y las actividades repetitivas dentro de este tipo de arreglos  organizacionales. Mientras más se baje en la pirámide organizacional los  subordinados tienen menos participación, menos información, conocen menos los  problemas, la tarea es subdividida, con menos actividades, menor autoridad, sus  niveles de habilidades y competencias son menores y están en menor capacidad de  tomar decisiones apropiadas. 
      También  Burns y Stalker (1994) comentan que  contraria a este tipo de organización mecanicista tenemos a la entidad de tipo  organística que puede operar exitosamente bajo condiciones inestables. 
      Comentan  que las consecuencias de este forma organizacional, son de largo alcance y de  gran impacto: la información, el conocimiento la autoridad y el poder, entre  otros elementos importantes, son redistribuidos y muchas veces en oposición a  lo establecido por las jerarquías -en nuestro entorno Latinoamericano sobre todo-.
      Estas  formas organizacionales, son contrarias a aquellas, en donde se realizan las  tareas de una manera muy tradicional, mecánica como establece Taylor (1947), en las que no se toleran  nuevas formas de ver, actuar y pensar en las personas- y las estructuras  formales. 
      Estas organizaciones  organísticas, tienen como sus principales característicaslas siguientes:
Las  implicaciones para las personas respecto de la elección de pertenecer a una  entidad mecanicista u organística tienen que ver con la iniciativa, el sistema  de recompensa, el grado de compromiso y la autonomía que desea ejercer. 
      En  el primer tipo de arreglo organizacional se le dice a los participantes  organizacionales lo que tienen que hacer como así también lo que no deben de  hacer, que se contradice con la organización organística donde se espera que  las personas solucionen todo. Y como esto último tiene que ver con la  percepción y sensación, muchos profesionales pueden llegar a adoptar perfiles  que terminan por encaminarlo a esfuerzos más allá de los esperados.
      Asimismo  Burns y Stalker (1994), comentan que debe  evitarse caer en las siguientes patologías organizacionales: figura ambigua  (todo lo que no puede resolverse en un sitio debe trasladarse al superior),  jungla mecanicista (en la misma organización saca nuevas ramificaciones, con el  ánimo de resolver problemas, se incorpora nuevas personas, departamentos),  súper-personal o sistema basado en comités (ante la complejidad se busca aislar  el problema creando un comité).
      Existen  tres orientaciones en las entidades: el aspecto político (ya que la influencia  de los individuos o grupos, con diversos intereses, necesidades y maneras de  pensar están presentes en la entidad), las consideraciones de desarrollo  profesional (más enfocada principalmente a la autorrealización de los individuos)  y la organización operativa (la autonomía, sistemas de recompensa, etc.), los  cuales deben ser considerados al observar una organización. En las  organizaciones mecanicistas generalmente las primeras dos no se manifiestan  abiertamente pero si influyen en el alejamiento de los propósitos de la entidad  ya que se responde mucho más a los intereses de grupo o individuales y al  status de los individuos. 
      Por  último una aportación interesante radica en la reflexión del autor señalado,  donde destaca que durante la segunda mitad del siglo XX la mayor parte del  sistema industrial toma la forma “industrial burocrática” y comienza a emerger  un nuevo arreglo organizacional en la que aparece ahora una relación con el  mercado, donde las “necesidades individuales” parecen tomar una importancia  cada vez mayor respecto del producto, bien o servicio.
      Esta  propensión al consumo a que hace mención Galbraith (1999), es estimulada por  los medios, la publicidad, el mercadeo, y todo un sistema de incentivos tanto  para el “cliente” como para el “participante organizacional”, lo cual  contribuirá a desatar una fuerte competencia entre las organizaciones y  propiciar una mayor inestabilidad e incertidumbre que afectará su marcha.
      Etzioni,  (1975), estaba interesado  en estudiar cuales son las semejanzas y diferencias sistemáticas entre  distintos tipos organizacionales. 
      Se  pregunta, ¿a qué se debe que muchas personas en las organizaciones cumplen las  órdenes que les han sido dadas y también satisfacen los estándares de  comportamiento que le han sido asignados?, ¿Cómo puede maximizarse el  cumplimiento organizacional de los distintos participantes organizacionales  teniendo en cuenta que muchas veces algunas personas no cumplen con las órdenes  emanadas y tampoco se comportan dentro de los estándares establecidos por  otros? 
      La  respuesta viene a través de dos caminos diferentes pero complementarios: el  componente estructural que guarda relación con el sistema formal y el tipo de poder que la organización  hace uso para darle un grado de fuerza al cumplimiento, los manuales de  organización, por ejemplo, es un esfuerzo genuino para controlar el  comportamiento de los integrantes de la organización, los que se encuadran en  gran medida dentro de las organizaciones burocráticas. 
      El  otro componente motivacional que tiene que ver con el grado de compromiso  personal que tienen los individuos respecto a los objetivos y propósitos  organizacionales, está en relación con el involucramiento y el compromiso del  individuo con la entidad. Por tanto, en la medida en que el personal está  comprometido, se requieren menos mecanismos de control formal.
      Con  respecto al poder menciona tres tipos que son: a) el coercitivo, que es el uso  de la fuerza física para asegurarse de que los miembros cumplan las órdenes  emitidas, b) el normativo, que es el resultado de manipular símbolos y su  distribución en distintos grados como lo son el prestigio, conocimiento,  respeto, ideas, amor, entre otros y, c) el remunerativo o utilitario, que está  basado en la manipulación de los recursos materiales.
      Es  probable que un tipo organizacional tenga preferentemente un tipo de poder en  particular pero que también en algunas unidades, en ciertos momentos, y bajo  ciertas situaciones se hace uso de otro poder que llamaremos “secundario”.  También influye la posición dentro del organigrama de la entidad.
      En  cuanto al involucramiento menciona que existen tres tipos: 
Como  se ha comentado en la introducción del este trabajo, las organizaciones deben  adaptarse al ambiente cambiante en que se desenvuelven, reestructurándose y  aplicando nuevos procedimientos y reglas.
      Weber  (2002), menciona que una  organización en donde se da la retroalimentación de ideas y participación entre  todos los niveles, tiene mejores expectativas de alcanzar el éxito.
      Esto  es lo que se denomina Organización Burocrática, o sea, una organización, la  ideal, según el autor antes citado, sería aquella en la que todos sus  integrantes obedecen las órdenes y respetan las normas, las reglas y los  procedimientos. 
      Considera  que el peso de sus acciones determinará el rumbo a seguir por la empresa y la  toma de decisiones no debe dejar de ignorar su influencia en ella. Sin embargo  Weber omite considerar que cada individuo es resultado de su propia  circunstancia y que esta influye directamente en su actuar y sentir diario  dentro y fuera de la empresa.
      Alvin  Gouldner, citado por Gaynor1  (2008), establece la  dificultad en la operación de organizaciones burocráticas, particularmente  cuando emigran de un sistema Taylorista y evolucionan hacia una organización  más formal como la burocrática.
      Esta  transformación revela que aunque la mayoría de los miembros de una empresa  obedecen, algunos elementos se rehúsan a acatar alguna de las órdenes y nuevos  métodos en su totalidad. 
      Esta  resistencia se presenta en todos los niveles sin importar si se trata de un  obrero o de alguno de los directivos.
      La  resistencia a acatar las reglas, normas y procedimientos y a obedecer las  órdenes, en ocasiones no depende en sí de lo que marcan los lineamientos  establecidos, sino de otros factores que influyen como lo pueden ser el  cuestionarse de dónde provienen las órdenes y sobre qué base se determinan los  procedimientos y la autenticidad de los mismos, originando con ello lo que él  denomina patologías o síntomas de las burocracias: 
Es  importante establecer, como lo menciona este autor, que las formas de  burocracia, antes descritas no necesariamente coexisten en todas las  instituciones, sino que lo más probable es que existan diferentes combinaciones  de ellas.
      Siempre  habrá personas que entienden los objetivos de la empresa y los hacen suyos; y  en cambio a algunos les puede parecer que las metas organizacionales no  coinciden con sus necesidades. En esto se basa el pensamiento de Gouldner.
      De  aquí se desprende por tanto, lo que es por todos conocido, en muchas ocasiones,  los directivos de las organizaciones no son quienes saben más, pueden ser  dueños de innumerables conocimientos y teorías pero el personal que día a día  realiza los procedimientos y lleva a cabo los procesos de producción o la  prestación de servicios son quienes realmente conocen las minucias que  involucran y dirigen a sus subalternos, mas esto no implica que tengan algún  tipo de autoridad formal.
      Este  autor realiza también una crítica en relación a la existencia de una  contradicción existente en las burocracias.
      Por  una parte establece que dentro de los puestos ejecutivos deben de contar con la  autoridad necesaria para llevar a buen camino a la organización, pues se  considera que son las personas más aptas y pueden ejercerla, pero por otra  parte también es una realidad evidente que el ingreso de personas con las  habilidades, competencias, conocimientos y experiencias son los que en la  práctica y en el mundo real tienen un área de influencia y autoridad que puede  generar conflictos con las autoridades formalmente establecidas.
      A  lo anterior cabe agregar lo aportado por Thompson (también citado por Gaynor, 2008) a la crítica señalada anteriormente ya  que tiene aplicación directa a organizaciones hospitalarias y en educación. 
      Se  debe considerar que las personas son entes vivos, complejos, en donde están  involucrados sentimientos, experiencias, conocimientos, deseos, etc., que están  presentes en las estructuras y son factores que tienen que ser tomados en  cuenta mas allá de los formalismos que la literatura tradicional establece.
      Gaynor  (2001), también cita a Paul  Lawrence y Jay Lorsch, (1976), autores que destacan los  siguientes aspectos:
De  lo anterior, por tanto, podemos desprender que el campo de acción de las  organizaciones es circunstancial (situacional), y que todo está inmerso en un  grado de incertidumbre, y que dentro del mundo actual, en el cual cualquier  empresa se circunscribe, lo hará más complejo, teniendo por tanto tareas que  tienen, que consideran, no solo al factor humano, sino la circunstancia donde  se desenvuelven y actúan.
      Douglas  Mc Gregor (1981), menciona que las  organizaciones funcionan sobre la base de los supuestos que tienen los gerentes  respecto del comportamiento humano de su personal. Sus pensamientos los agrupa  alrededor de la Teoría X, que entre varios supuestos básicos destacándose los  siguientes: la mayor parte de las personas no tienen interés en trabajar y  preferirían no hacerlo, por tanto no son propensas a tener iniciativas,  necesitan por tanto, una fuerte presencia de un superior que dirija sus  actividades, y necesitan además, métodos de control sobre las mismas, por lo  que podemos decir que en general poseen una mentalidad Taylorista.
      Y  como la gente no está a gusto o no es responsable también se debe pensar en un  sistema de presión o inhibición. Por tanto el trabajo del gerente no incluye la  función de coach, asesoría o acompañamiento, sino más bien la de capataz o  supervisor.
      Para  el modelo “Y”, donde se tienen supuestos contrarios y se logra tener, por parte  de los subordinados, un mayor grado de autonomía, responsabilidad y compromiso.
      En  resumen podemos decir que Mc Gregor tiene bien claro que el rol gerencial debe  incluir necesariamente la función de prestar apoyo y soporte al personal, por  encima de la orientación tradicional de darle dirección desde el punto de vista  prescriptivo y luego controlar los resultados que el miembro organizacional  alcanza. 
      Por  su parte William Ouchi, (1981), propone la  "teoría Z" o también denominada “método japonés” que va más allá de  una teoría, y considerándose más una filosofía, ya que ve al hombre como  poseedor de valores, la importancia de trabajar en equipo y reflexiona sobre las  semejanzas y diferencias en las formas de administrar entre las empresas japonesas  y estadounidenses.
      Al  igual que Mc Gregor quien aporta su teoría X-Y, Ouchi en su planteamiento  fundamental, establece que existen tres tipos de organizaciones:
La  teoría Z se fundamenta en la idea de que el individuo y empresa son lo mismo.  No se pueden separar uno de la otra. 
      Gracias  a esta simbiosis, el individuo se siente parte de la empresa y reconoce que es  gracias al trabajo que desempeña en ella que puede obtener satisfacciones que  le complementan su vida personal. 
      La  organización, por su parte, sabe que si logra hacer que sus miembros se sientan  apreciados en su total valía, y pone a su alcance los medios que le permitan el  logro de sus objetivos personales y profesionales, esto encaminará a la empresa  al éxito con empleados comprometidos y contentos de formar parte de ella.
      Los  trabajadores saben que su permanencia en esa empresa, garantiza su realización  personal y luchan codo a codo con los directivos para que la misma se sitúe en  una posición de éxito.
      Henry  Mintzberg (1994) se  pregunta principalmente ¿qué es lo que hacen los gerentes y en qué tipo de  arreglo organizacional trabajan?
      Este  autor no toma como válidos los supuestos de la organización burocrática y  cuestiona los marcos conceptuales de Frederick Taylor y Henry Fayol. Asimismo  estable que los gerentes no siempre hacen lo que les es encomendado; más aún,  hacen otras cosas que no le son encomendadas.
      Propone  diez roles que son agrupados en tres grandes áreas: interpersonal, informativa  y decisoria.
En cuanto a los arreglos organizacionales menciona que son cinco:
Se incrementan los  costos. Se establecen o desarrollan reglas, normas y procedimientos que se  dirigen a controlar más los procesos. Generalmente también tiene una estructura  centralizada. 
      Son  organizaciones que operan en contextos más bien estables con tareas  repetitivas. 
      Hay muchos  conflictos. El trabajo se vuelve más complejo, lo que dificulta realizar  controles sobre las labores, y la obsesión de control no lleva a ningún lugar.
Existe  un “Pentágono” ya que controla varias burocracias mecanicistas o entidades  independientes que se encuentran unidas por una administración, a diferencia de  la burocracia profesional, las divisiones se encuentran en la línea media y no  en el centro operativo como sucede con las burocracias profesionales. 
      No  es una estructura completa sino parcial, superpuesta sobre otras.  Divisionalización no significa descentralización (que implica dispersión de la  autoridad para la toma de decisiones), por tanto muchas veces la  divisionalización va acompañada de un alto grado de centralización. 
      Existe  por ende mucho control y medición del desempeño. La estructura interna de las  divisiones tiende a burocratizarse y a centralizarse, lo que da como resultado  la burocracia mecánica en las divisiones.
El control y la  coordinación se realizan por ajuste mutuo, mediante comunicaciones informales e  interacción de expertos, comprometidos, se estimula el uso de mecanismos  integradores (roles de enlace). 
      La autoridad está  distribuida, en donde se encuentre el experto en el momento que se necesita  para tomar una decisión. 
      Hay muchos administradores en la adhocracia, crea pequeños ámbitos  de control, producto del tamaño reducido de los equipos de trabajo. 
      Los  administradores no ejercen el control en forma tradicional, sino más bien están  preocupados de la integración de los diferentes equipos. 
      La  autoridad está basada en la competencia y no en la jerarquía, perdiéndose la  separación línea-staff. 
      No está clara la diferencia entre la cúspide y el resto de la  estructura. 
      Las  estrategias no fluyen desde arriba sino más bien son desarrolladas en virtud de  la toma de decisiones asociada a cada proyecto, es decir, se generan a medida  que se aceptan y desarrollan nuevos proyectos. 
      Todos los involucrados son estrategas.
      Identifica  dos tipos de estrategias: la operativa que consiste en llevar a cabo proyectos  de clientes, tratando cada problema como único y de una manera creativa. El  centro operativo y la estructura administrativa trabajan integrados en un único  esfuerzo. 
      Y  la segunda, la administrativa, que es una estructura compuesta por dos partes y  que está más bien orientada a un proyecto y lleva a cabo el trabajo de diseño  combinando la administración de línea con los expertos asesores en equipos de  proyecto. 
      Este  tipo de organización tiende a ser efectiva y eficiente.
      En  mercados altamente turbulentos, con profesiones que tienen una tasa de  caducidad de unos 7 a 9 años, con necesidades de los clientes que se modifican cada  6 y 12 meses, con los principios de Alvin Toffler (1979), vigentes (novedad,  diversidad y transitoriedad), las cuatro formas organizacionales descritas se  encuentran ante una gran amenaza. 
      Hasta  ahora hemos visto lo que opinan los diversos autores acerca de lo que  consideran los diferentes arreglos organizacionales, más adelante regresaremos  a ellos, por ahora veamos en la siguiente sección lo que nos dicen en cuanto al  cambio organizacional. 
      Michel  Crozier (1976), señalaba que las  organizaciones pueden ser consideradas como entes donde se presenta una serie o  conjunto de juegos de poder entre distintos grupos de socios / asociados,  quienes tienen que jugar entre sí. Menciona que el factor cultural se tiene que  tomar en cuenta tanto en esos juegos de poder como en la distribución  –asignación de recursos, que están presentes en los arreglos organizacionales  burocráticos.
      Charles  Lindblom (1979), considera que la  toma de decisiones dentro de una empresa es irracional y que es efectuada por  individuos que en vez de realizar un análisis objetivo y certero de las  situaciones reales en que se desarrollan las organizaciones y el medio  cambiante que les rodea, se basan en su experiencia personal.
      Aporta  el concepto “incrementalismo desunido” de donde surge el concepto resistencia  al cambio, que en la actualidad es muy utilizado por los consultores. 
      También  señala que los consultores a partir de planteamientos, toman decisiones  parciales y no completas. Es decir, resuelven pequeños problemas y eventos que  se presentan día a día en las distintas áreas y no consideran a la totalidad  del problema.
      Las  decisiones tomadas tienden a corregir las situaciones menores que se van  presentando y que crean algún conflicto, pero no tienden a reforzar y apuntalar  el crecimiento de la empresa como tal.
      Esta  modalidad de toma de decisiones es limitada, sólo tiene como propósito que la  empresa quede tal como estaba antes de que surgiera la situación que la originó.
      Finalmente  señala que este temor a afrontar mayores riegos y tomar decisiones más  agresivas que les permitan adelantarse y progresar, puede estar fundamentado en  una situación que es limitante pero existente y de relevada importancia como lo  es la denominada “resistencia al cambio”.
      Sin  embargo, es muy importante señalar lo mencionado por Morin (2004), en cuanto al  principio de la ecología de la acción, “toda  acción escapa cada vez más de la voluntad de su autor a medida que entra en el  juego de las inter-retro-acciones del medio en el cual interviene”. (Morin, 2004).
      Consecuentemente, la voluntad e intencionalidad del  sujeto, su responsabilidad, y el carácter ético de una acción dependerá del  conocimiento del entorno, así como la necesidad de contar con humildad en el  conocimiento de las consecuencias de sus acciones, pero en el entendido que a  largo plazo son impredecibles, por lo que  podemos decir que aunque se establezcan incentivos o estímulos, no son garantía  de que, en el largo plazo, exista la estabilidad requerida por las  organizaciones para su buena marcha.
      Mientras  que los autores clásicos de la Administración, consideraron que en las empresas  la toma de decisiones estaba basada en un modelo mecánico o tradicional, en la  cual se consideraba solo la consecución de objetivos que eran establecidos de  acuerdo a ciertas premisas, otros autores encabezados por Elton Mayo y la  escuela humanística introducen un nuevo elemento a tomar en cuenta en la teoría  administrativa: el elemento humano y la importancia que tiene dentro de la  organización a que pertenece.
      Giddens  (1987), por su parte  contribuye al desarrollo del pensamiento administrativo con la idea de que  todas las empresas, organizaciones o instituciones no deben quedarse ordenadas  (teoría de la estructuración), de acuerdo a como fueron planeadas en su inicio,  lo cual en su momento les permitió lograr sus primeros objetivos y útiles para  la toma de decisiones. En resumen, las empresas deben evolucionar.
      Este  autor propone que se reestructure la empresa de acuerdo a los éxitos obtenidos  y situaciones contrarias que obtiene en relación con el medio en que compite y  se desenvuelve, sin dejar de tomar en cuenta que la imagen que da la empresa  está relacionada directamente con la imagen que dan sus miembros y la libertad  con que se desempeñan.
      Otros  autores han estudiado a las empresas desde diversos enfoques que aportan datos  interesantes a la teoría administrativa, algunos de ellos son los siguientes:
      Robert  Merton (1949). Su teoría se basa  en asegurar que los miembros de una organización aprenden a cómo reaccionar  ante situaciones parecidas, sin embargo esta manera aprendida de respuesta  puede no ser útil cuando se presentan variantes o condiciones distintas.
      Jensen  y Meckling (1976), que plantean  también en la teoría de la agencia, en los que se analiza la forma de los contratos  formales e informales que celebran por una parte los dueños accionistas o  “principales” responsables con los gestores de las entidades (agentes), para la  defensa de sus interés otorgándoles poderes para decidir. Esto también provoca  la posibilidad de que el agente o gestor busque satisfacer objetivos personales  en perjuicio de los intereses de los “principales”, a lo que se le llama  “riesgo moral” y, por tanto, se establecen controles con el objeto de aumentar  la eficiencia y a su vez se promueven las lealtades mediante incentivos o  estímulos a esa lealtad y que intentan dar estabilidad a la entidad.
      Arnold  S. Tannenbaum (1968), Hizo su objeto de  estudio la comparación entre instituciones altruistas y sin fines de lucro y  empresas del sector industrial.
      Estudió  el comportamiento de sus miembros y observó que los “voluntarios” o personas  que prestan sus servicios sin obtener remuneraciones económicas, presentan  altos niveles de productividad al contrario de las personas que prestan sus  servicios dentro de las empresas y reciben paga por ello. 
      Su  explicación respecto a esta diferencia tan marcada, se debe a que las personas  que trabajan en las empresas “sin ánimo de lucro”, promueven una gran  participación, en cuanto a la toma de decisiones y mando, que les permita  sentirse comprometidos a desempeñar con éxito la confianza que se deposita en  cada uno de ellos.
      De  lo cual, podemos inferir que las personas que trabajan bajo contrato en una  organización, reciben una paga por el trabajo realizado y quizá sea por una  necesidad de subsistencia más que de realización en donde el dinero no es  relevante.
      Víctor  Vroom (1974), establece la  existencia de dos variables en las cuales giran el comportamiento de las  personas basándose en sus expectativas, por un lado, la toma de decisiones y  por otra, la participativa.
Humberto  Maturana y Francisco Varela (2003), definen el  acoplamiento del individuo dentro de una empresa y de su entorno. Estos autores  consideran al ser humano como un maquina autónoma que se reconstruye y se  adapta sin perder sus características a los estímulos externos.
      En  pocas palabras, el ser humano se adapta a las circunstancias cambiantes y  factores externos sin perder su esencia y reaccionan de acuerdo a cómo esté su  estructura interna en ese momento. Son elementos autónomos que forman parte de  un todo (Autopoiesis).
      También  consideran que las personas son sistemas cerrados, en su interior, al  interactuar sus elementos internos y que son flexibles, en lo exterior, en  cuanto a su habilidad o competencia para adaptarse, pero de una manera autónoma  en su operación. Un ejemplo sería la conciencia de los individuos.
      Otro  de los temas que abordaron es la empatía o la capacidad de ponerse en el lugar  del otro ya que “Mi mente es la otra mente”, hablan también de lo importante  que es la percepción y lo importante que es mirar con otros lentes la realidad.
      Hablan asimismo de la  fragmentación, de cómo percibimos la realidad, y la participación de la  percepción en la adquisición del conocimiento.
      Es con todo lo  descrito aquí que podemos entonces dar nuestra opinión de lo que entendemos por  organización.
      Podemos  decir, por tanto, que la organización es un sistema abierto formado por dos o  más personas en las que es esencial la colaboración y la cooperación entre  ellas, que al formar grupos van generando comunicación e interactúan, que  tienen reglas, normas de comportamiento, que deben ser respetadas por los  integrantes, para poder generar un medio ambiente que les permita la  realización de sus actividades, generando o formando una estructura de  relaciones de interacción, para producir, elaborar o prestar un producto, bien  o servicio, para satisfacer las necesidades de la comunidad dentro de un  entorno y circunstancia, dando así la satisfacción de su principal propósito y  objetivo común que le es característico y que es su misión.
      Otra  forma de decirlo quizá fuera que la Organización, en nuestra opinión, es un  sistema de actividades o tareas y procesos coordinados y que está constituido  por dos o más personas o grupos, que forman y formalizan una estructura, sistemas  de relaciones o interacción, que estas personas o grupos son interdependientes,  que tienen autonomía y que a su vez tienen diversas capacidades y competencias  destacando su capacidad adaptativa, de auto organización, y de comunicación,  que tienen reglas y normas de comportamiento, que consumen o utilizan recursos  con el objeto de producir bienes, productos o servicios, para satisfacer a la  comunidad y tener su propia satisfacción y contribuir a lograr un propósito o  misión establecido. Y por último que tienen una temporalidad no establecida.
      Puede  tener como finalidad el lucrar o no, su dimensión puede se micro, pequeña,  mediana o gran organización dependiendo del criterio que se emplee para  clasificarla, por ejemplo, ya sea por el número de personas que colaboran o por  el monto de los ingresos que se generan o la cantidad de activos tangibles con  que se cuenten, cuya propiedad puede ser pública, privada o mixta. Y está en la  búsqueda constante para obtener los recursos necesarios (materiales, técnicos,  humanos, cognitivos, e intangibles para desarrollar sus actividades y poder así  cumplir con sus fines.
1 En el presente trabajo cuando se cite alguna fuente secundaria, es porque se ha considerado importante la idea aportada pero no ha sido posible tener acceso a la fuente primaria requerida.