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       Derivado  de lo anterior, el mismo PNS se plantea también la siguiente estrategia: 
  “Situar  la calidad en la agenda permanente del Sistema Nacional de Salud”. (Secretaría de   Salud, 2007, pág. 103) En ésta se inscribe el Sistema Integral  de Calidad en Salud (SICALIDAD), como el instrumento del Gobierno Federal para  elevar la calidad de los servicios de salud, con enfoque en la mejora de la  calidad técnica, la calidad percibida y calidad en la gestión de los servicios  de salud.
       El  actual secretario de salud (Dr. José Ángel Córdova Villalobos) dentro del PNS  2006-2012 estableció 
  “El  Sistema Nacional de Salud se fortalece. Lo hace, sobre todo, en el seno de las  instituciones que lo constituyen; sin embargo, son todavía evidentes su  segmentación y sus problemas de coordinación sectorial. Sigue habiendo rezagos  en materia de infraestructura y equipamiento, y coexisten paralelamente  duplicidades y una injustificada e ineficiente concentración de recursos en  algunas zonas del país, mientras que en otras subsisten grandes carencias. En  numerosos sitios la calidad y la seguridad de la atención son aún asignaturas  pendientes.
       No  es posible postergar la solución de estos asuntos fundamentales. No sólo se  requieren inversiones en el sector, también es indispensable un cambio de  organización, que haga eficiente y modernice al Sistema Nacional de Salud, con  vistas a que éste alcance sus objetivos. (…) Tras un amplio diagnóstico de la  situación nacional, se han identificado ejes rectores que guiarán los esfuerzos  sectoriales para dar cabal respuesta a las demandas más vivas y legítimas de la  población:
  •  Dar énfasis a la promoción de la salud y la prevención de enfermedades;
  •  Garantizar el aseguramiento universal, con el propósito de que cada mexicano  tenga acceso a servicios integrales de salud;
  •  Garantizar que los bienes y servicios estén libres de riegos sanitarios;
  •  Suministrar oportunamente los medicamentos e insumos requeridos;
  •  Brindar una atención de calidad, con calidez y segura a toda la población, y,  por último,
  • Fortalecer la  infraestructura y el equipamiento médico para ofrecer a los pacientes una  atención efectiva en sus lugares de origen.” (Secretaría de Salud, 2007, pág. 7)
La  rectoría del sistema de salud incluye, entre otras actividades, la regulación  de la atención a la salud, y la regulación y el control de los riesgos  sanitarios.
       La  regulación de la atención a la salud tiene como objetivo fundamental garantizar  niveles adecuados de calidad en la prestación de los servicios personales de  salud, e incluye el otorgar licencias y certificación de los profesionales de  la salud, la acreditación de las unidades de atención a la salud y la  protección de los derechos de los usuarios de los servicios de salud.
       La  regulación y el control de los riesgos sanitarios, por su parte, tiene como  propósito proteger a la población contra aquellos factores o eventos exógenos  que ponen en peligro la salud o la vida humana
En  1990, la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina (AMFEM), puso  en práctica un proceso que acredita los planes y programas de estudio de sus  miembros 
       Actualmente  la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina cuenta con 69  afiliadas, de este total 27 están en un proceso de autoevaluación que es una  fase previa al proceso de acreditación, las restantes 42 están acreditadas. 
       En  1993 el 99.5% de los campos clínicos que el sector público asigna a los alumnos  que cursan el internado médico están ocupados por alumnos de las facultades y  escuelas de medicina con programas educativos acreditados o en proceso de  acreditación. Secretaría de Salud (2007) . 
Los  procedimientos de certificación de las personas que trabajan para la salud han  sido responsabilidad de las instituciones de educación superior y de la  Dirección General de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública, desde  1944. 
       Los  médicos deben tener o contar con un título profesional expedido por alguna  institución de enseñanza superior reconocida y para practicar su profesión  deben de contar con una cédula que emite la Dirección General de Profesiones,  todo ello para dar cumplimiento con la Ley de Profesiones y la Ley General de  Salud. 
       Asimismo  con el objetivo de que se les permita ejercer con los criterios de calidad que  se requieren, existen dos mecanismos adicionales para garantizar que los  médicos cuentan con las competencias requeridas, el primero de ello es el  Examen Nacional de Calidad Profesional diseñado y coordinado por el Centro  Nacional para la Evaluación de la Educación, que se aplica en todas las  universidades como requisito de egreso.
       El  segundo mecanismo si se requiere o quiere tener una especialidad habría que  agregar también la necesidad de presentar el Examen Nacional de Residencias  Médicas (ENARM), que permite el acceso e ingreso a los programas de  especialidad.
       Asimismo  por considerar importante para la completa visión de lo que son los procesos de  certificación y acreditación citamos lo mencionado en el Plan Nacional de Salud  2007-2012.
  “En 2005 se  presentaron a este examen 22,710 aspirantes y se ofrecieron 5,213 plazas. Un  elemento a destacar es el hecho de que 23 de las 25 escuelas con mejor promedio  en el Examen Nacional de Residencias Médicas (ENARM), se encuentran acreditadas  por el Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica (COMAEM).  En sentido opuesto, un alto porcentaje de las escuelas que ocupan los últimos  lugares, públicas y privadas, carecen de acreditación.
       La certificación de  los especialistas está bajo control de los consejos de las diversas médicas,  que funcionan bajo la coordinación de la Academia Nacional de Medicina y la  Academia Mexicana de Cirugía. Las instituciones públicas, privadas, compañías  de seguros están utilizando esta certificación, como requisito para la  contratación de médicos especialistas”. (Secretaría de Salud, 2007, pág. 72)
       Cabe  agregar también que en el caso de las enfermeras y su certificación  correspondiente el Colegio Nacional de Enfermeras, la Federación Mexicana de  Asociaciones de Facultades y Escuelas de Enfermería, el Colegio Mexicano de  Licenciados en Enfermería y el Colegio de Enfermeros Militares han iniciado  procesos en dicho sentido pero todavía no han entrado completamente en  funciones.
Asimismo  la obligación de certificarse de los hospitales data de 1999, creándose la  Comisión Nacional para la Certificación de Hospitales. En 2005 principalmente  los hospitales adscritos al IMSS, SSA se habían certificado 297 de los 1121  existentes, y si no se cuenta con ella, en la práctica tiene una fuerte  influencia en la asignación de recursos presupuestales a los hospitales de los  diversos sistemas gubernamentales y con alguna variante al sector privado.
       Con  las reformas que sufrió la Ley General de Salud que dio origen al Sistema de  Protección Social en la Salud, se busco la acreditación de hospitales, de esta  forma “a finales de 2005 en la Secretaría de Salud se contaba con 1,278  unidades de atención acreditadas, aproximadamente representaban en ese entonces  un 30 % de las unidades que prestan servicios dentro del Sistema Seguro Popular  para la Salud, siendo 134 hospitales y 1,144 unidades médicas de atención  ambulatoria”, Secretaría de Salud (2007)
       Como  vemos en lo anteriormente descrito, esta obsesión por los acreditamientos como  un primer paso para luego buscar las certificaciones correspondientes, y la  fuerte influencia orientada a la calidad está basada evidentemente en las  orientaciones de las autoridades federales apoyándose incluso con normatividad  al respecto.
       Un  aspecto que llama la atención y podría ser objeto de proyectos a futuros es que  el Programa Nacional de Certificación de Establecimientos de Atención Médica,  contempla la acreditación de las unidades pre-hospitalarias de ambulancias.