PROPUESTA DE UN MODELO DE INTERVENCIÓN PARA CONTRIBUIR EN LA GESTIÓN DEL CAMBIO, EN HOSPITALES EN EL ESTADO DE YUCATÁN, MÉXICO

PROPUESTA DE UN MODELO DE INTERVENCIÓN PARA CONTRIBUIR EN LA GESTIÓN DEL CAMBIO, EN HOSPITALES EN EL ESTADO DE YUCATÁN, MÉXICO

Jorge R. Salazar Cantón (CV)

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Sector Salud en México, Yucatán y el Hospital de la Amistad

El Sector Salud en México, Yucatán y el Hospital.- Introducción

En el presente capítulo presentaremos lo que es el campo y los elementos importantes a considerar en la circunstancia que rodea al hospital pediátrico que ha sido seleccionado para ser investigado e intervenido mediante la figura del aval ciudadano, por tanto describiremos el diagnóstico del sector salud tanto en nuestro país, como en nuestro estado y finalmente el hospital sujeto principal de estudio en el presente trabajo. Al finalizar presentaremos estadísticas que consideramos relevantes del comportamiento de la atención a los pacientes del Hospital.

El sector Salud en México.- Composición del sector salud en el país.    

Según el Plan Nacional de Salud (PNS) 2007-2012, la inversión en salud que realiza el país es de un 6.5 % de su producto interno bruto (PIB). Plan Nacional de Salud (Secretaría de Salud, 2007).
Sin embargo este esfuerzo no ha sido suficiente para atender a la población mexicana, incluso el mismo Plan reconoce que la inversión es menor que otros países similares al nuestro en América Latina realizan.
El actual gobierno federal está consciente de la situación y ha emprendido diversas acciones para atacar dicho rezago.
El sistema de salud mexicano está integrado por:

  • Instituciones de seguridad social que prestan servicio a sus derechohabientes, asi tenemos: a) Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuyo financiamiento es tripartita (gobierno, empresas y trabajadores), y sus afiliados son los trabajadores del sector privado y que tanto empresas como trabajadores y gobierno por ley tienen que aportar recursos para ese fin. Recientemente se creó el programa IMSS-Oportunidades en la que se prestan también servicios de salud a la población que no tiene seguridad social.
  •  Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), financiado con recursos federales y como su nombre indica atiende a los trabajadores al servicio del sector público federal.
  •  PEMEX empresa petrolera del estado que tiene su propio mecanismo de atención sanitaria a sus trabajadores, caso similar a la Secretaría de Defensa Nacional (Ejército Mexicano) y otros organismos similares financiados con sus propios recursos y que son aceptados por ley, un ejemplo serían las Universidades Públicas del país.
  • Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA), así como los Servicios Estatales de Salud que atienden a trabajadores y población abierta en los estados, su operación es financiada por recursos federales, y en el caso de los estados sus servicios son apoyados adicionalmente con exiguos recursos estatales y pequeñas aportaciones voluntarias de recuperación que proporcionan los usuarios.
  • Servicios privados de salud, los cuales son financiados con pagos directos que las personas realizan al momento de recibir el servicio o atención y con las primas de las aseguradoras que ofrecen seguros médicos privados o con fondos del gobierno federal si es que atienden:

a) Pago por Servicio (PPS) que consiste en la contratación de servicios de salud proporcionados por el sector privado, siempre y cuando se garantice que este esquema tenga un igual o mayor beneficio que el costo que ello representa y permite seguir dando un servicio de calidad gratuito para los derechohabientes sin perder el control y su responsabilidad.
b) Seguro Popular, éste seguro es financiado con recursos del gobierno federal, recursos de los gobiernos estatales y cuotas familiares, y en algunos casos la compra de servicios de salud a la Secretaría de Salud para sus afiliados, este esquema exige que los hospitales del sector cuenten con acreditamientos y certificaciones para tener acceso a partidas presupuestales por este concepto y está orientado a la población de escasos recursos –que no ganen más de tres salarios mínimos- y que no tienen acceso a algún programa de seguridad social.
Por cierto este programa está contribuyendo frontalmente a atender a las personas que no estaban cubiertos en algún sistema de los antes descritos y queda claro que la intención de su creación responde a uno de los objetivos establecidos en el PNS.
El panorama que tiene el país, en materia de atención hospitalaria y de salud, es complejo y extenso, ya que cada vez son más los mexicanos, con mayores necesidades de atención en materia de salud, propiciados principalmente por el creciente envejecimiento de la población, y por tanto el agotamiento del llamado “bono demográfico”.
Según Barcelata (2008), la población con predominio de jóvenes y niños entre 0 y 14 años entre 1950 y 2000 representó más del 45% del total.
Esta situación ha variado debido a la reducción de la tasa de crecimiento demográfico, desde la década de los 70`s, aunado al incremento de la población de la tercera edad o en retiro esto es mayores de 65 años, ha traído como consecuencia que disminuya la relación entre la población económicamente inactiva y la activa.
El incremento de la población inactiva como son los niños y las personas de la tercera edad o en retiro, tiene una implicación que repercute directamente en la recaudación de recursos que permiten el financiamiento a las necesidades existentes en materia de salud.
Por considerarlo importante para describir el sector y ver con más detalle estas necesidades, se presentan aspectos del Programa Nacional de Salud 2007-2012 (PNS) que se han considerado importantes citar.
Para ello sugerimos al lector ver el anexo No. 3
De la lectura de dicho anexo se desprende lo siguiente:

  • En el caso de hospitales se percibe que se cuenta con un número adecuado pero están mal distribuidos a lo largo del territorio nacional que, dicho sea de paso, es extenso y existen estados con alta densidad demográfica donde las instalaciones se encuentran en menor número que las que se requieren y viceversa.
  • En materia de camas se observa que la inversión existente es insuficiente, si lo comparamos con lo sugerido por la OMS ya que estamos prácticamente al 75% de lo que dicho indicador sugiere el mencionado organismo.
  • En cuanto a cirugías, se realizan en mayor medida en el sector público y presentan también diferencias importantes entre los distintos estados del país lo cual nos lleva a reconocer la falta de una planeación adecuada en materia de formación y asignación de recursos humanos y materiales, así como en la inversión en equipo y tecnología, concentrándose la atención en algunos estados y dejando en desigualdad a otros, evidenciando el desperdicio de recursos al no estar debidamente distribuidos.
  • Con los medicamentos se presenta la misma situación, si bien se presta atención en satisfacer la demanda en la medida de lo posible, existen grandes retos para que sean surtidos.
  • El incremento en la contratación de doctores y plazas es en mayor proporción que en el caso de las enfermeras cuyos indicadores con respecto a países más desarrollados en materia de salud hacen ver que no se tiene una clara visión de la importancia que tienen las últimas en la gestión hospitalaria, habría que investigar también que tanta cantidad y calidad se brinda en la formación de las mismas en el sistema educativo del país.
  • La desproporción de médicos contratados con respecto a cada 1000 pacientes atendidos evidencias también una desigualdad entre los propios sistemas públicos de salud como lo demuestra el caso de PEMEX con respecto a los tres principales sistemas IMSS, ISSSTE SSA.
  • Un reto importante y que consideramos es clave y urgente atender es la información limitada reconocida incluso por la propia fuente oficial. Es claro que las nuevas tecnologías de información se han incorporando a los diversos sistemas pero la manera de recolectar, procesar y manejar, la información con calidad hace que no se cuente con un sistema útil y confiable que satisfaga una función importante en la gestión de los recursos.
  • El sistema de salud mexicano y su sistema de información es un rompecabezas, desarticulado, dividido que impiden optimizar y desarrollarse adecuadamente.

El Sistema de Información de la Salud que se utiliza en las diversas instituciones y los servicios estatales, que componen el sector público se encuentra fragmentado, cada institución cuenta con sus propios formatos y criterios de recolección de datos, urge una mayor consistencia en la integración de los procesos, en los formatos y los productos.
Los involucrados en las diversas entidades del sector enfrentan fuertes problemáticas.
Se cuenta con la mínima infraestructura en equipamiento, personal e información; la gestión hospitalaria relevantes tales como la forma de evitar las duplicidades, contradicciones, ausencias de datos, percepciones no atiende aspectos diversas para hacer las cosas.
Estas limitaciones hacen que la información que se genera no sea del todo útil y confiable, pues no se obtiene siguiendo los mismos procedimientos, ni usando las mismas variables, por lo tanto, los datos que arroja no son de gran utilidad para la toma de decisiones, que promuevan el uso eficiente de los recursos y si en cambio, representan una carga administrativa adicional.
Por otra parte si existe la obsesión generalizada en el sector por la calidad, es porque se está teniendo un problema de enfoque, pues se están viendo los efectos no las causas de necesidad de cambiar.
Por tanto es evidente que el sistema requiere transformar las estructuras y funcionalidad de las entidades, mayores inversiones no solo en equipos y tecnología sino también contar con nuevas formas de llevar a cabo los procesos y eficientar los recursos.
Para ello se requiere contar con recursos humanos con nuevas competencias y formas de entender y comprender el entorno donde las organizaciones se desenvuelven,
Asi mismo es necesario que estos recursos humanos puedan contar con tiempo y espacios para pensar y discutir las entrañas de lo que puede ser la construcción de equipos de trabajo, cooperativos y colaborativos, y por tanto que tengan nuevas visiones.
Para lograr lo anterior pensamos que es necesario iniciar y promover procesos individuales que permitan ir desaprendiendo para aprender y obtener así las nuevas visiones requeridas, que contribuyan a construir las soluciones requeridas.
Por otra parte estamos de acuerdo con Malagón, quien enuncia que
“la salud pasó a ser de una consideración de segundo orden a ser una estrategia insustituible dentro de la política general del bienestar para el desarrollo y del desarrollo para un buen mayor bienestar” Malagón (2008, pág. 2),
Y quien también establece igualmente que son varias las características que se distinguen en los programas actuales de salud: la prioridad que se le ha dado a la prevención, al autocuidado, la participación de la sociedad civil, la planeación de las actividades, la cultura de la calidad total, la preferencia que se concede a la investigación y la sistematización de la evaluación y retroalimentación como elementos presentes en los procesos.
La responsabilidad social o ética también está presente dentro de los procedimientos dirigidos a la recuperación y atención de la salud, así como en los aspectos administrativos, las relaciones interpersonales y todo lo referente a la comunicación, la investigación y la misma docencia dentro de la institución.
También estamos de acuerdo en que actualmente un hospital que se ha integrado a sistemas integrales de salud se comporta como un centro que se ha articulado a las políticas que se establecen en un país, región o ciudad, que contribuye a la educación de la comunidad en materia de prevención y rehabilitación, situaciones que en el pasado se omitían, un hospital se ocupaba únicamente a los procedimientos establecidos en los protocolos para restablecer la salud, con acciones aisladas, desarticuladas y autónomas.
El cuidado de la salud en México ha estado bajo una tremenda presión de cambio y modificación a sus procesos, durante la pasada década.
El incremento de servicios de calidad demandados por los usuarios y los costos crecientes, obliga a la administración a tomar decisiones en un escenario de recursos escasos y cambios constantes en la práctica médica.
Estudiosos sobre la evaluación de la calidad, como Aguirre Gas (1991) y Ruelas (1994), coinciden en que en México existen serios defectos en el funcionamiento en la atención a la salud y estos son más evidentes en las instituciones del sector público que en las del sector privado.
Ruelas (1994), propone los siguientes elementos claves que contribuyen a garantizar la calidad: evaluación, monitoria, diseño, desarrollo y cambio organizacional.
Señala que los indicadores de evaluación del desempeño son instrumentos de medición que ayudan al mejoramiento de los procesos, son aplicables en todos ellos, fortalecen la función de gestión y permiten evaluar los resultados obtenidos con respecto a los estándares previamente establecidos. Las mediciones son limitadas y los indicadores de satisfacción de los usuarios son escasos.
Pensamos que lamentablemente las direcciones o gerencias en calidad en la salud están de moda, tema que se ha vuelto una obsesión en el sector en nuestra región, sin reparar en que, aunque se lograra el establecimiento de una cultura de calidad, sería una manera eficaz pero ni eficiente ni efectiva para la buena marcha de las entidades, es necesario realizar una reflexión sobre el modelo de salud y la racionalidad de sus funciones, y aprender a aprender con miras a la autogestión y a la autoorganización y decir basta a las redes de certificadores de calidad que lo único que hacen en la mayoría de las veces es certificar procesos inútiles, y cobrar.
Por último en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, citado en el Programa Nacional de la Salud (PNS), se menciona que:
“en materia de salud se propone avanzar en materia de la universalidad de la prestación del servicio, el acceso a servicios médicos de calidad (…) bajo la rectoría de la Secretaria de Salud (…) en torno a cinco objetivos: 1) mejorar las condiciones de salud de la población, 2) brindar servicios de salud eficientes, con calidad, calidez y seguridad para el paciente 3) reducir las desigualdades en salud mediante intervenciones focalizadas en comunidades marginadas y grupos vulnerables; 4) evitar el empobrecimiento de la población por motivos de salud mediante el aseguramiento médico universal y 5) garantizar que la salud contribuya a la superación de la pobreza y al desarrollo humano en México”. PNS (Secretaría de Salud, 2007, pág. 5)
Lamentablemente la orientación que las autoridades le dan al peso de la calidad en el sector salud para el otorgamiento incluso de los recursos, están priorizados en el concepto cuando es más importante trabajar con el factor humano a que se interiorice en el aprendizaje y entender los diversos elementos que influyen para la gestión de los recursos en la salud y de esta manera poder dar cumplimiento a los objetivos que se plantean, tan es así que en el siguiente apartado veremos con mayor detenimiento lo referente al acreditamiento y la certificación en el sector.