DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO Y POBREZA EN AMÉRICA LATINA

DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO Y POBREZA EN AMÉRICA LATINA

Juan Francisco González Bermúdez (CV)
Universidad Nacional Autónoma de México

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I.3.7. – El monetarismo.

Hasta aquí podemos hacer un resumen de las formas de pensamiento básicas que comprende a Marx, Neoclásicos y Keynes. En Marx y los Neoclásicos podemos esgrimir que hay aportaciones importantes para el análisis de la pobreza y distribución del ingreso. Hemos detectado que ambas formas intentan encontrar la esencia de las cosas. Por ejemplo, en Marx observamos que la fijación de los precios se debe a los valores. En su análisis se encuentra que existe explotación del hombre por el hombre y encuentra que la pobreza se debe a una serie de factores, entre los más importantes es precisamente la explotación. También establece que la oferta y demanda es un aspecto importante; pero que no es la parte central de la explicación de las cosas. Aquí, al igual que Ricardo, intenta a toda costa defenderse contra sus detractores en torno  los aspectos esenciales que explican a la economía. Recuérdese que Ricardo, en contra de lo dicho por Malthus, defiende la tesis de los rendimientos decrecientes y sobre todo, la teoría  que en el largo plazo los salarios nominales aumentan, y los reales se mantienen en el nivel de subsistencia, haciendo con ello que los beneficios disminuyan. Situación que Malthus contradijo con la postura que los salarios elevados traen como consecuencia un aumento en la demanda agregada y por ende, mayores beneficios.

 El pensamiento neoclásico también ubica un eje de análisis en torno a la oferta y la demanda; es la esencia de las cosas pero  puede haber otros determinantes de los precios. Por ejemplo, los costos. En Keynes, sin embargo, podemos ver que los salarios en su esencia son determinados por los sindicatos y  pueden causar desempleo. Todo parece indicar que las determinaciones han pasado de la producción al mercado y después al espacio Macroeconómico; por no decir al ámbito político en donde las determinaciones se basan en las decisiones que se toman en la esfera gubernamental.

Estas similitudes de buscar la esencia de la economía también tienen en sí ciertas contradicciones en cuanto a la distribución del ingreso. En la parte medular del análisis encontramos contradicciones sobre la mala distribución de la riqueza. Por decirlo, en Marx, el problema central radica en la explotación.  Por ende, la solución está en el cambio social hacia otro sistema de producción. En la corriente Neoclásica no hay tal problema en la medida en que existen mecanismos automáticos que regulan la mala distribución de la riqueza. Para el caso de la tesis de Keynes nos encontramos que el Estado impulsa cambios en la base económica que ayuda a la reactivación de la economía y al impulso de la riqueza. Riqueza que genera ahorro e inversión. En suma, el bienestar depende del papel del Estado y de la política económica que adopte.

Una cosa si podemos determinar: la distribución del ingreso es un problema que los clásicos y Marx lo enfrentaron y llegaron a ciertas conclusiones. El pensamiento neoclásico rehuye a su estudio y sólo merodea alrededor. Se encuentra en la posición de una falsa explicación y sus continuadores, de plano, poco o nada se refieren a la participación de la riqueza social.

Para el caso del monetarismo, tema que nos ocupa en el presente apartado, no podemos ver un dejo de la distribución de la renta, para esta escuela de pensamiento el problema se centra en la moneda que expresa la riqueza de la sociedad en general, o sea, en la cantidad de dinero liquido o sólido que se debe repartir o distribuir, Y si queremos obtener algo referido a la pobreza, debemos mencionar la inflación como eje central de la pobreza y como el problema central de toda la economía. Puesto que lo mismo valoriza el valor de la moneda o también hace más valiosos o desvaloriza la riqueza sólida como casas, terrenos, oro, plata, etc.

Por lo cual en el pensamiento monetarista encontramos otros aspectos que tienen que ver precisamente con el nivel de circulante y sobre todo, con la inflación. La inflación esta asociada al nivel del pleno empleo. Esta idea empezó a merodear fuertemente a partir de los 60, lo que hizo que el pensamiento monetarista se revisara  por los economistas de la época, hasta que se establecieron políticas de este corte en los Estados Unidos en los años 70, sobre todo en 1979, con Paul Volcker a la cabeza de la Reserva Federal. Así, se restringió el gasto público,  los impuestos  y  el circulante. Lo que trajo altas tasas de interés. El resultado fue reducir los niveles de empleo a efecto de que la inflación cediera. Al final el resultado de la receta que se le dio a la economía estadounidense fue: estancamiento del PIB. El nivel de desempleo pasó de 6 por ciento a 10.5 por ciento. La inflación bajó según Samuelson, pero Rudiger Dornbusch establece que se detuvo.

Ahora bien, si la instrumentación de la política monetaria estuvo presente en los años 70 en los Estados Unidos y con ello los problemas de desempleo y pobreza se agudizaron, nos cuestionamos:  ¿A qué se debe que se sigue practicando este modelo económico en varias partes del mundo?

Para el monetarismo el problema central radica en que, un exceso del circulante y de demanda efectiva provocada por el aumento en el nivel de empleo, aumenta la inflación. Además, la inflación es un problema económico que reduce los niveles de ingreso y provoca aumento en la pobreza.

Ahora bien, todas estas tesis tienen su asiento en formas de pensamiento que se han ido acumulando a lo largo del tiempo.

Para su explicación retoma la tesis de Irving Fisher planteada en 1911, en donde establece que MV = PT. Es decir, que la masa por la velocidad del dinero es igual a los precios por el número de transacciones. Esta fórmula nos indica que un aumento en la masa de dinero, provoca un aumento en los precios y no un aumento en el PIB, tal y como Keynes lo había instrumentado.

Además, la corriente monetarista retoma, del economista Británico A. W. Phillips, un aspecto interesante sobre la inflación y el nivel de desempleo, mismo  que estudió en 1958. 

Phillips relacionó la tasa de desempleo y la inflación y estableció que en la medida que el nivel de empleo aumenta, la inflación también lo hace. Entonces, ¿Cómo procurar un mayor nivel de empleo si de esta manera la inflación crece? La respuesta esta en reducir el empleo (A su nivel natural)  vía la disminución del gasto y la inversión.

Es claro que un aumento del empleo presiona sobre la demanda agregada y con ello la inflación. Por ende, y de manera práctica, los gobiernos deben instrumentar medidas que los lleven al empleo óptimo y a una política monetaria. Esta política debe basarse en la baja emisión de moneda, en el corto y en operaciones de mercado abierto.

Estas tesis aplicadas en el espacio de América Latina han traído como consecuencia una disminución en el ingreso y alto desempleo, a la vez que una pobreza desmedida que provoca que el mercado interno disminuya

El monetarismo es una política económica que puede sostenerse en el corto plazo y  ayuda a disminuir la inflación, sin embargo, en el largo plazo no tiene sustento y sólo ocasiona que las economías se depriman y que las ganancias aumenten. Estas ganancias aumentan en la medida en que el monetarismo argumenta que los precios deben liberarse. De hecho, se hace, sin embargo, acepta que los salarios sean fijados por el Estado. Y en efecto, la inflación es dominada, pero no tanto por las políticas contractivas, sino por la reducción salarial.

Al principio se deben subir los precios de manera desmedida, haciendo que los salarios reales caigan. Después, se debe a través de una política económica heterodoxa, basada en arreglos políticos se converge  que los actores sociales (Trabajadores, Empresarios y Estado)  no deben subir los precios ni los salarios, lo que lleva a una ilusión económica en donde la inflación ha sido dominada. La política monetaria sigue perdurando y se le responsabiliza de tal disminución inflacionaria. Se le apoya, cuando en esencia está la brutal caída de los salarios reales.

Con ello, el mercado interno se reduce y la economía conjuga baja inflación, bajos salarios y alta producción con elevadas ganancias. Dicha producción, en la medida en que  el mercado interno no se puede realizar, es enviada al extranjero  libre de gravámenes. Esto explica porque México es la novena economía del mundo en 2004 y la treceava en el 2006. Así mismo una de las grandes exportadoras.1   

Por ende, esperamos que la pregunta que nos hicimos originalmente en torno a la persistencia de seguir aplicando el esquema monetarista se debe invariablemente a que las ganancias han estado aumentando, sin importar el empleo y los bajos salarios.2 Razón por la cual la pobreza ha aumentado y la riqueza ha crecido de un modo extraordinario, concentrándose en pocas manos.3

I.4.- A manera de conclusiones.

Es importante señalar que a lo largo de este capítulo analizamos al Estado y su estructura interna, así como las tesis de distribución del ingreso. Estos dos cuestionamientos nos sirvieron para resumir una serie de planteamientos que nos arrojan luz  sobre el  comportamiento del sistema capitalista. Logramos determinar que la distribución del ingreso es un factor de preocupación. Es una lucha entre quien se lleva más entre los beneficios, los salarios y las rentas. En esencia, observamos que esto se ha ido modificando en el tiempo, y analizamos que  el actual patrón de acumulación está dedicado a aumentar los beneficios  a través de medidas de política monetaria y sobre todo, a reducir los salarios. Por ende, estamos ante la disyuntiva en pensar que los salarios  deben aumentar de acuerdo al aumento de los beneficios (Marx)

Se promulga la libertad de mercado y con ello la de precios, pero no la de los salarios. Se somete a los trabajadores a salarios muy por debajo de los precios, lo que hace que no se corresponda el salario real (Keynes). Si bien las necesidades han ido en aumento, no así los niveles de empleo e ingreso salarial. Por ello, la depauperización de proletariado se acrecienta (Marx). Sin embargo, esta pobreza desmedida,  no ha hecho que las sociedades cambien o se modifiquen en la medida en que los aspectos contrarrestantes se han ido acrecentando como el comercio mundial y el mercado accionario.

Fue importante destacar de dónde surge la riqueza. Las explicaciones van desde la naturaleza misma, hasta el trabajo y fuerza de trabajo, así como de la maquinaria. Por ende, si la riqueza surge de ciertos lugares, es importante que se regrese la compensación aquellos que la han generado. La discusión  se ubica en que no se regresa (En la misma proporción) a quienes la han generado (Marx) hasta aquellos que mencionan que la maquinaria produce riqueza, por lo tanto, se le debe imputar a cada factor lo que ha generado. El problema central es la medida de las cosas. Por ende, observamos que ello no depende de aspectos matemáticos; sino del criterio moral, o sea, de lo justo o injusto de la repartición de la riqueza (Smith).

El Estado ha tenido un papel preponderante en este proceso y como tal; sigue siendo dominado, al menos en este momento, por una clase en particular. Aunque no debemos negar que las otras clases están tratando de impulsar sus propios proyectos que les lleve a transformar y a equilibrar las fuerzas internas. La sociedad civil (Gramsci) está intentando realizar cambios que le convengan para mejorar la situación de la pobreza y la distribución del ingreso. En suma, si tenemos que establecer algún elemento que permita trasformar al Estado, y como consecuencia los actuales niveles de vida, debemos hablar de  la sociedad en su conjunto y de la lucha contra hegemónica dentro del aparato estatal, debido a la evolución de  los niveles de educación y cultura de los pueblos. Esto es gracias a la capacidad de organización activa de la sociedad para hacer del Estado la expresión de toda la sociedad organizada (Democracia) para que ésta vele bajo el control de la sociedad, para mejorar la vida y la libertad de todos los miembros de la sociedad. (Francisco Dávila)4

1  El enfoque neoliberal establece la liberación del mercado interno y externo. Para el caso de México tenemos que mientras el PIB ha estado aumentando con un mercado interno deprimido, las exportaciones aumentan constantemente.  “La contradicción entre el éxito exportador y el tremendo fracaso en términos de crecimiento económico, no es sorprendente. Por una parte, la pretendida "regla de oro" del desarrollo económico como efecto del mayor peso de las exportaciones en el PIB ofrece, en el ámbito internacional, tan notables excepciones y relaciones de causalidad tan multideterminadas, que la descartan como guía útil de política económica. Por ejemplo, las dos economías más grandes del planeta (Estados Unidos y Japón) presentaron en 2005 una relación exportaciones/PIB muy inferior a la observada en México (7.3% del PIB en Estados Unidos y 13.2% del PIB en Japón, contra 27.8% del PIB en México), de manera que las dos mayores economías del planeta tienen una producción más orientada a su mercado interno que la economía mexicana.”  Consulte el periódico  El Universal 5 de enero de 2007, el artículo de José Luís Calva sobre la Política de Comercio Exterior.

2 Debemos recordar que uno de los aspectos contrarrestantes de las leyes que Marx estableció era el comercio internacional. Todo parece indicar que en este momento apenas nos asomamos tímidamente a una forma en donde el comercio mundial es el centro de acumulación del capital. Cf. Paginas 30 y 31 de este capítulo.

3 A escala mundial la concentración de la riqueza es muy aguda. El 2% de los adultos más rico en el mundo posee más de la mitad de la riqueza global de los hogares. El 1% de los adultos más ricos posee el 40% de los activos globales en el año 2000 y  el 10% de los adultos cuenta con el 85% del total mundial. En contraste, la mitad más pobre de la población adulta del mundo sólo es dueña del 1% de la riqueza global.  Tomado de un documento del Instituto Mundial para la Investigación de Desarrollo Económico de  la Universidad de las Naciones Unidas el 5 de diciembre de 2006.

4 Dávila, F. "La Unión Monetaria desde la Perspectiva  británica  y española" en  Piñón, R. M. Coordinador, La Economía Global: Márgenes de Maniobra para México y América Latina, F. C. P. y S., UNAM. Delegación de la Unión Europea en México, México, 2002. p 353-380.