El Artículo 1 del Reglamento de  Educación de Posgrado de la   República de Cuba plantea que “La educación de posgrado es  una de las direcciones principales de la educación superior en Cuba, y el nivel  más alto del sistema de educación superior, dirigido a promover la educación  permanente de los graduados universitarios…” (MES, 2004: 2)
   Este artículo reglamenta la educación como  proceso que debe seguirse durante toda la vida, pues esta no es una operación  limitada  que se termina con el fin de la  escolarización a tiempo completo. 
            Las relaciones de intercambio que se  establecen entre las instituciones de educación superior y el resto de las  instituciones sociales se crean a partir de que “el desarrollo social exige de  procesos continuos de creación, difusión, transferencia, adaptación y  aplicación de conocimientos” (Artículo 3, p.2).
   La educación no puede desligarse del  desarrollo socioeconómico, las instituciones escolares deben cumplir con su  encargo social en cada momento histórico. Los egresados universitarios  requieren una constante actualización lo que le confiere gran importancia a la  educación de posgrado que debe anticiparse a los requerimientos de la sociedad,  atender las demandas de preparación y crear capacidades para enfrentar los  nuevos retos culturales, productivos y sociales. 
  “La actualización posibilita la  renovación sistemática de los conocimientos y habilidades profesionales a tenor  con los avances y el desarrollo científico – técnico (…) (Añorga, 1995:3).  Constantemente se plantean nuevas necesidades a los graduados universitarios.
            El artículo 9 del Reglamento ya  citado, se refiere al objetivo de este cuarto nivel de educación: “la formación  permanente y actualización sistemática de los graduados universitarios, el  perfeccionamiento del desempeño de sus actividades profesionales y académicas,  así como el enriquecimiento de su acervo cultural” (p.3).
            A propósito de la educación  permanente, el conocido pedagogo nicaragüense Carlos Tünnermann (1996),  establece que a partir de la segunda mitad del siglo XX se ha tornado  en una filosofía educativa, más que una  simple metodología, esto debido a que desde esos años ya se avizoraban las  características de la sociedad del  conocimiento y las tendencias de la globalización acerca del conocimiento. 
            Efectivamente, ante el acelerado  desarrollo de la ciencia y la tecnología se necesita una visión de educación  permanente que trascienda la edad escolar y que penetre la formación  universitaria donde resulta particularmente relevante la atención a la  formación de docentes, por las características del trabajo de los mismos en su  papel social y socializador.
   “La educación permanente es una respuesta a la  condición humana y a eso que llamamos los signos de los tiempos. Es una  respuesta a la crisis de la sociedad contemporánea donde el aprendizaje deliberado  y consciente no puede circunscribirse a los años escolares y hay que lograr la  reintegración del aprendizaje y la vida…” (Tünnermann, 1996:130,131).
  “Educación permanente quiere decir que  no hay una etapa de estudio y una para actuar. Aprender y actuar forman parte  de un proceso existencial que se inicia con el nacimiento y termina con la  muerte, educación permanente quiere decir, no solo  poseer los conocimientos y las técnicas que  nos permiten desempeñarnos eficientemente en el mundo en que vivimos, sino  fundamentalmente estar capacitados para aprender (…) permanentemente” (p 132).  Esta designa un proyecto global encaminado a   reestructurar el sistema educativo existente y a desarrollar todas las  posibilidades de formación fuera del sistema educativo. A este concepto debe  agregarse que la educación permanente según Arduin y Gasse, 2004, no es una  operación limitada en el tiempo, sino un proceso que debe seguirse durante toda  la vida.
            Escotet, 2000, presenta un  sistema de principios de la educación permanente, que el autor considera el más  adecuado para este trabajo:
Los principios de la educación  permanente exigen innovaciones reales y profundas en el campo de las acciones  educativas.
            Como parte de la educación permanente  la superación profesional persigue el perfeccionamiento del profesional en la  aplicación consciente del desarrollo científico técnico en su radio de acción,  esta constituye un conjunto de procesos de enseñanza aprendizaje que posibilita  a los graduados universitarios la adquisición y el perfeccionamiento continuo  de las habilidades y conocimientos requeridos para un mejor desempeño de sus  responsabilidades y funciones laborales (Añorga y otros, 1995). 
            Para el autor la concepción acerca de  la superación profesional (de Miguel, 1996), es más completa al definirla  como  un proceso de formación continua a  lo largo de toda la vida profesional que produce un cambio y mejora de las  conductas en las formas de pensar, valorar y actuar como docentes. Al estar  dirigido al mejoramiento profesional y humano debe responder a las  transformaciones que se requieren en las habilidades, los conocimientos y la  conducta.
            Algunas de las  características de la superación profesional desde la perspectiva de la  formación permanente según Escudero, 1998,   son:
Esta caracterización de la superación  profesional desde el enfoque de la formación permanente, enfatiza en el  contexto y el carácter formativo del contenido. La formación aquí es vista como  formación profesional, pero supera el marco estrecho del contenido asociado  sólo al conocimiento y la habilidad.
            Los modelos utilizados por  la superación profesional fueron compilados por Lorences, en 2003:
El modelo de superación profesional  centrada en el aula adquiere en las condiciones vigentes de la escuela cubana  notable importancia, dadas las necesidades de preparación de los docentes desde  el puesto de trabajo y los requerimientos de   elaboración teórica de los resultados de las  transformaciones educacionales desde la práctica escolar. No obstante no  existen modelos puros y algunas características de los demás se aprecian en la  superación profesional de los docentes cubanos.
  “La gran transformación profesional  que se avecina exigirá mayor nivel interdisciplinario, una revitalización de  las materias relacionadas con las esferas éticas y estéticas, y un cambio total  de actitud en profesores y estudiantes; el profesional del futuro estará  atrapado de por vida en la educación, y educación y trabajo irán de la mano”  (Escotet, 1998:24). Este planteamiento reafirma lo anteriormente analizado en  el transcurso de este epígrafe. Todo lo que debe sustentarse en el plano  psicológico de acuerdo con Bernaza, 2004, en el   Enfoque histórico cultural de L.S. Vigotsky y sus seguidores que  contribuye a la comprensión pedagógica en conformidad con sus principales  categorías a través de las cuales se fundamenta la determinación de las  necesidades de los estudiantes, se caracteriza la persona culta, el aprendizaje  a lo largo de la vida, la visión del ser humano y la experiencia personal.
            Históricamente se han utilizado los  recintos universitarios para la superación profesional, más en los últimos años  se trata de ejecutarla lo más cerca posible de los puestos de trabajo. 
            Entre las formas de organización de la  superación profesional (Artículo 20 del   Reglamento de Posgrado), se destacan: el curso, las conferencias  especializadas, los talleres, los seminarios,   el trabajo metodológico y el entrenamiento.
            El curso “posibilita la formación  básica y especializada de los graduados universitarios para complementar o  actualizar los conocimientos profesionales que reciben” (MES, 2004: 3). En el  curso se produce un proceso continuo de crear, transmitir y utilizar en  relación con las tareas que los cursistas desempeñan profesionalmente.
            El curso en la actualidad,  como consecuencia de la masificación de la  información debe enfatizar en su carácter pedagógico para desarrollar  habilidades  en la utilización de los  conocimientos. Las  Nuevas Tecnologías de  la Información  y la Comunicación  sirven de soporte a la referida masificación de la información, pero  constituyen además el medio para que la Educación a distancia  se haya generalizado y que sean  imprescindibles en los nuevos programas emprendidos en Cuba para la Universalización  de la    Educación Superior. 
            El taller según Añorga y otros, 1995,  es una forma de superación profesional donde el conocimiento es construido  colectivamente utilizando métodos participativos, dinámicos,   coherentes    y    tolerantes    ante las   diferencias.  Las    decisiones    y conclusiones son resultado de mecanismos  colectivos.
            No es el aporte individual o la suma  de estos. Son ideas discutidas en pequeños grupos que se hacen comunes y al  llevarse al plenario deben salir como un producto nuevo, diferente, más  elaborado, con elementos de todos. La consumación de un taller con las  características señaladas se logra solo a partir de la motivación de los  participantes en la actividad y la demostración de que aceptando y consensuando  las ideas de los demás se puede alcanzar el objetivo propuesto.
            La conferencia especializada es la  exposición de un contenido científico, lógicamente estructurado ante un amplio  auditorio donde la  información es  unidireccional, Añorga y otros, 1995. Su exposición tiene carácter creador e  investigativo, donde están presentes los planteamientos problemáticos  (Kaprivin, 1981). El éxito de esta forma de superación profesional depende  mucho de la calidad de la exposición y de la personalidad del conferencista.
            Las funciones de la conferencia  especializada son: la informativa, de actualización, la orientadora, y la  metodológica. En la superación profesional están presentes todas estas  funciones. 
            El seminario (MES, 2005), permite el  planteamiento, el análisis y la discusión con profundidad de problemas de la  ciencia, posibilita conocer a cada estudiante y controlar el grado de  sistematización y profundidad de sus conocimientos. Estimula además, el estudio  sistemático de la literatura, amplía y consolida los conocimientos mediante la  preparación independiente.
            El trabajo científico metodológico es  una importante forma de superación profesional de los docentes es,    según García y  Caballero, 2004,  “el sistema de actividades que de forma  permanente se ejecuta con y por los docentes en los diferentes niveles de  educación para garantizar las transformaciones dirigidas a la ejecución  eficiente del proceso docente educativo, y que, en combinación con las  diferentes formas de superación profesional y posgraduada, permiten alcanzar la  idoneidad de los cuadros y del personal docente. Se diseña en cada escuela en  correspondencia con el diagnóstico realizado” (p. 275).
            A partir de los objetivos y el  contenido del trabajo metodológico se atienden dos direcciones fundamentales:  la docente metodológica y la científico metodológica. Estas se unifican en el  2004, (MINED), en los siguientes términos: el trabajo científico metodológico  es “el análisis de los resultados en el proceso docente educativo y la búsqueda  de las causas que generan los problemas en cada centro por la vía del trabajo  investigativo y la demostración, con el objetivo de perfeccionarlas” (p 2).
            Stolik Vovygrod, D. y Col. (1986) caracterizaron  el entrenamiento como forma de superación, siendo una de las más activas que  tiene como objetivo principal completar, actualizar y reorientar, así como  perfeccionar y consolidar los conocimientos y habilidades prácticas. Responde a  un plan de trabajo específico y su duración depende de los objetivos  propuestos. Es definido como una “formación básica y especializada,  particularmente las habilidades y destrezas, y en la asimilación e introducción  de nuevos procedimientos y tecnologías para complementar, actualizar,  perfeccionar y consolidar habilidades prácticas” (MES, 2004: 3). 
            En general, la superación profesional  como parte de la educación permanente persigue el perfeccionamiento del  profesional para responder a los cambios que se producen debido al desarrollo  socioeconómico. En los docentes específicamente debe responder a las  transformaciones que se requieren en las habilidades, los conocimientos y la  conducta, que precisan los cambios que se producen en el Preuniversitario.