PSICOLOGÍA ECONÓMICA: INFLUENCIA DE LA PERSONALIDAD EN EL NIVEL DE POBREZA EN LA COMUNIDAD DE GUARARI DE HEREDIA Y LA CARPIO EN LA URUCA, COSTA RICA

PSICOLOGÍA ECONÓMICA: INFLUENCIA DE LA PERSONALIDAD EN EL NIVEL DE POBREZA EN LA COMUNIDAD DE GUARARI DE HEREDIA Y LA CARPIO EN LA URUCA, COSTA RICA

Carlos Alberto Guido Masis
Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología

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2.6. Las necesidades fisiológicas y psicológicas de la población marginal

La estructura psicológica de la población pobre se fundamenta en la satisfacción de las necesidades básicas, fisiológicas y de existencia. La pulsión o los impulsos biológicos como energía interna tienden a la motivación extrínseca 1 como incentivo del comportamiento. Las necesidades fisiológicas involucran sistemas biológicos como los circuitos neuronales, hormonales y los órganos internos. Las necesidades fisiológicas sin atender adecuadamente se transforman en estados de emergencia que amenazan la vida, originando condiciones motivacionales que surgen y dominan la conciencia y orientan la conducta humana.

La satisfacción de necesidades en sus diferentes niveles genera condiciones indispensables para el desarrollo y el bienestar físico y psicológico de la persona. Cuando dichas necesidades no se satisfacen adecuadamente se producen daños que perturban el bienestar biológico y psicológico; por ello, la pulsión o los impulsos generan estados motivacionales que actúan para prevenir los daños debido a insuficiencias materiales y psicológicas.

El daño al afectar los sistemas biológicos activa de inmediato los órganos internos de alarma, generando estados motivacionales sobre la base de las necesidades fisiológicas ya que estos estados actúan para conservar el agua y la energía corporal por medio de comportamientos que procuran el alivio del hambre, la sed, de la pulsión sexual, del dolor, del miedo, etc.

El daño ocasionado por la privación de las necesidades fisiológicas perjudica el desarrollo físico y psicológico del individuo disminuyendo la capacidad de adaptación y regeneración biológica del mismo, menoscabando su potencial de autodeterminación, competencia y sociabilidad. Igualmente se ve afectado el pensamiento como unidad integradora del aparato lógico – racional, las creencias, valores y autopercepciones del yo. Claramente ya notamos como la insatisfacción de las necesidades fisiológicas da pie al surgimiento de las necesidades psicológicas, nacidas para conservar la identidad personal, las prioridades y las relaciones interpersonales, en términos de logro, afiliación, intimidad, autodominio y poder.

Las necesidades psicológicas quedan supeditadas por completo a las necesidades fisiológicas en permanente lucha por la homeostasis y la regulación interna. Las necesidades alteran la regulación interna y su balance homeostático, generando la energía interna, vital y necesaria para la búsqueda de los incentivos que llevan nuevamente al equilibrio por medio de la satisfacción de las necesidades fisiológicas. Aunque las necesidades psicológicas no son cíclicas pues siempre están presentes en la conciencia si se ven sometidas a la satisfacción de las fisiológicas. Las necesidades psicológicas son en esencia, necesidades de desarrollo que activan estados emocionales que nutren el desarrollo humano en torno a retos, logros y alegrías. Y la privación de estas necesidades activa emociones que guardan tensión provocando sensación de urgencia, angustia, ansiedad, frustración, dolor, malestar, estrés, desasosiego, etc. Las necesidades psicológicas al contrario de las fisiológicas son por naturaleza proactivas y no reactivas.

La interrelación dinámica entre la satisfacción de las necesidades fisiológicas y psicológicas favorece el estudio de la psicodinamia de los factores de la personalidad enunciados en el trabajo, detallando las características resumidas en la teoría de los rasgos de la personalidad.

1 La motivación extrínseca debe su origen al logro de sucesos presentes en el entorno de la persona, mientras la motivación intrínseca emerge de las necesidades psicológicas e intereses propios del individuo.